Con palabras encendidas y textos inquietos hemos de poblar nuestra ruta para quebrar la hoguera de la desesperanza. Toca apertrecharnos de cartas de amor, de prosas urgentes y manifiestos por la vida para seguir empinando los ideales de la humildad, de la historia Patria y el saber llano. Con hechos impostergables, incondicionales entregas y sacrificios se hacen obras humanistas que son herencia y virtud, para los que aún les toca crecer.
Con la cultura y el agudo pensamiento, hemos de arar despacio para caminar erguidos y atentos ante los sinuosos vientos de mediocridad y falsas huellas venidas de tierras extrañas. Hemos de mirar con aplomo y sabía, el trazo confuso de sustantivos inversos, que con vestidos de ropajes “modernos”, nos quieren cercar en los predios del silencio y la quebrada.
La historia de nuestra nación y el ejemplo de Fidel, de Raúl y nuestros patriotas, nos enseñaron que la gran obra de la Revolución se hace con las manos, con la entrega. Con pasión y constancia que es el antídoto medular de la derrota.
Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero y René González ya están en casa. La nación cubana desborda de alegría y emoción ante el retorno de sus hijos. Ellos nos han dado ejemplares pruebas de humildad, de fidelidad a la Patria, a la Revolución y al ideario de nuestro José Martí, que nos alertó siempre del peligro -que aún nos acecha-, ante las apetencias de un imperio que siempre nos ha respetado.
Saben que la unidad y la fortaleza del pueblo cubano son inquebrantables. Tiran de mercenarios tarifados, de lacayos con precios. Se apropian de armas “arrojadizas” para subvertir el destino de la nación. Y lo hacen desesperados, inmersos en el atolladero de la reiterada derrota. La ignorancia sobre la historia de Cuba sigue siendo el verdadero obstáculo de su nefasto e inaceptable proceder.
Nos toca seguir haciendo por la vida y por todos. Nos asiste el derecho y el deber de seguir labrando una América culta y unida. Ese fue el legado de Bolívar y Martí. Con ellos tenemos una deuda de gratitud e historia.
Gracias hermanos Gerardo, Ramón, Fernando, Antonio y René por hacer de nuestra Patria una casa hermosa.
Madrid, 18 de diciembre de 2014.
*Editor del blog: https://cinereverso.org