Acompañar a los cuentacuentos

Los seres humanos necesitan historias.

 Las necesitan casi tan desesperadamente como el comer.

Paul Auster

 

Recuerdo, cuando estaba transitando entre infancia y adolescencia donde granos y espinillas eran “mis compañeros de colegio”. Mis ojos estaban interpuestos por unos espejuelos que iban a por más y los juguetes de la construcción eran mis preferidos. En materia de profesiones, me debatía entre ser un experto bombero o “un gran pintor” al estilo Miguel Ángel.

En esa etapa mi abuela Juana –que fue maestra–, vivió en casa sus últimos años de su vida y nos estimulaba, -incluida mi hermana-, a contar un cuento de nuestra propia cosecha. Ely aportaba sus propias vivencias y construía historias que eran de un sabor dulce, con la candidez de una adolescente que no rebasaba los quince años. Era una estudiante de excelencia de la que se avizoraba una experta en matemáticas y el tiempo nos ha dado la razón.

Yo también tenía mis propias historias y por alguna razón que nunca supimos explicar en el entorno familiar, mis relatos terminaban en policías “desnúos” en plan ridículo. En mis historias los ladrones eran los buenos. Mi abuela se destornillaba de la risa y no dejaba de estimularnos en aquel teatro contado, donde éramos actores y espectadores a la vez.

Mi padre, un hombre de cine -intelectual hasta en la mirada-, hacía labor de censor cuando el tiempo de “narración oral” pasaba el límite de lo permisible pues había que dormir. Mi madre era cómplice de mi abuela en esa bocanada de contar cuentos, mediando en una fiesta de la oralidad que acontecía en las horas de juergas y coronillas.

Estos recuerdos me los ha despertado Cuentos: primeros auxilios (2006), documental de los realizadores españoles María Suárez y Esteban Varadé. Esta reflexión resurge, por esa virtud que tiene el género de tocarnos las fibras y transportarnos a ese pasado que se diluye si no se retoma.

Esta obra fílmica contada en primera persona, es un gran cuento en la que conviven otros pequeños cuentos, en el que se incluyen aseveraciones y confesiones sobre el valor de contar una historia. Estructurada por capítulos, constituye una apología a favor del cuento como recurso para enriquecer la espiritualidad y los valores humanos.

La meditación sobre el hastío y la monotonía interminable, son pretextos para adéntranos en el argumento del documental. Un viaje al África profunda, por la búsqueda de nuevas vivencias. Un hacer participativo alejado del turismo calendarizado al milímetro, ajeno a la comodidad frugal y el goce enlatado llevado para la ocasión.

Malabo, Guinea Ecuatorial, Barrio de Lamper, fotografía del mundo “subdesarrollado”, vitrina de la pobreza extrema, donde la carencia de recursos básicos “es un lama presente”. Crudeza de realidades, entornos hostiles. Escenarios donde se impone la reflexión y la acción de los cuenteros. Un mundo donde la palabra tiene más peso, donde los sentimientos, la gestualidad y la mirada, son necesarios para enaltecer el aliento.

En esta puesta fílmica, de expone la singularidad del papel de narrar un cuento a personas que viven en zonas de conflicto. Kosovo, la destrozada Palestina, o catástrofes naturales como el tsunami en Sri Lanka.

Desgarramiento de confesiones que se fortalecen con el valor de su trabajo como actores, traducido en sonrisas que se agolpan en un escenario cotidiano. Gestualidades contenidas desde la tristeza, que enriquecen su andar. En este introductorio capítulo cabe la visión de los propios cuenteros africanos, que desde la tradición oral se empeñan en el uso del cuento para hacer llevadera la vida, ajenos al estruendo de la modernidad occidental.

Esta obra fílmica no cae en la reflexión teórica de los cuentos -lo cual no es una carencia-, nos convierte en espectadores de historias de narradores de deliciosos cuentos. Temas como el amor, la muerte y su materialidad, la mitología, el ejercicio de pensar o el miedo, constituyen tópicos de sus narraciones. Son historias nacidas de las vivencias de los cuentacuentos, de las vidas de los otros. Son historias sacadas de los libros, de las leyendas y de las tradiciones orales que han perdurado hasta nuestros días para enriquecernos.

Cuentos como el de Juancito –que quiere conquistar a una chica de la que le separa el idioma–, o la historia del beso, del personaje Ricio, o ese fino humor africano que narra la historia de una mujer que en un pueblo se tiraba unos pedos enormes y es expulsada de su entorno. Todas estas narraciones constituyen un amplio diapasón de experiencias y culturas.

Cuentos cantados que llevan implícitos mensajes o cuentos sobre cuentos, como el de una mujer que estaba en el campo de concentración de Auschwitz y les hacia historias a los presos y todos la cuidaban, pues era la que les daba de comer con la palabra.

En el documental está presente, la metafórica coreografía de La danza del amor, interpretada por los bailarines Ana María López y Fabrice Edelmann. Afectuosidad, pasión, amor, deseo, erotismo, amistad, lujuria, entre otros muchos estados de ánimo y sentimientos, se materializan desde la danza para los ausentes y para nosotros mismos. Esta singular inserción escénica pone un punto de arte a esta majestuosa obra fílmica. Se habla de espiritualidad, de cultura, de sabernos comunicar, de apreciar el valor que tiene una historia en tiempos de hostilidad guerrerista y la prepotencia para los que son parte del “Sur”, que en verdad “son del mismo Norte”.

Contundente resulta el testimonio de una de las actrices que en tiempos de la Guerra Civil Española, -en la mítica calle Alcalá de Madrid-, en el sótano del número 161 narraba historias a los niños y adultos, para hacer llevadero el tiritar de proyectiles de los amenazadores aviones. Era su momento de paz, en medio de una balacera que corroe los sentidos.

Cuentos, primeros auxilios, fotografía esos cuentos narrados en escenarios naturales, en espacio rurales donde el sol arrecia y la palabra calma la sed. Las historias son las protagonistas. La gestualidad, las expresiones, los tonos de voz, las herramientas. Cada cuentacuentos “pone su parte”, narran un sinfín de historia

Interpretaciones de los propios cuentacuentos sobre el arte de narrar, de hacer un cuento. “El cuento puede ser una abuela, el cuento calma el dolor, o ser agotadoramente delicioso”: Son auténticos argumentos de esta narración audiovisual que transita desde la voz en off, desde la entrevista, desde la sobriedad de la imagen, calando en los sentimientos, en la perseverancia de hacernos ver valores que están en nuestro propio yo, estimulando la solidaridad con el que tiene menos o no tiene, con un recurso tan preciado como hacer un cuento.

Cada cultura ha tenido diversos sistemas de interpretaciones, desde sus técnicas hasta sus métodos para interpretar las realidades, pero los cuentos y las historias suelen ser locales y universales a la vez.

Un cineasta debe plantearse por qué hace cine y para qué sirve lo que hace. Los realizadores de este documental asumen la ética de estremecer nuestros sentimientos, darle protagonismo a las historias y a sus narradores. La cultura debe compartirse para que sea tal.

El cine siempre va a existir, la gente siempre va a demandar contenidos. Quieren que le cuenten historias, emocionarse, escaparse, divertirse, reflexionar. Todo eso está presente en Cuentos: primeros auxilios, con la complicidad de treinta cuentistas.

Los cuentos contribuyen a ese desván de ideas y sentimientos. Sabemos que lo que se cuenta no es real. Con el cuento no estamos buscando certidumbres o validaciones de la realidad. Queremos llenar ese espacio que tiene que ver con la fantasía, con los posibles insatisfechos.

El relato ayuda a evadirse de las presiones, de los peligros. Resuelve conflictos sicológicos, angustias, al identificarse con los personajes de las narraciones. Educa en valores y aporta vocabulario, símbolos que son imprescindibles para los niños, y también para los adultos.

De los realizadores, María Suárez (abogada tributarista) y Esteban Varadé (ex-bioquímico y ex-director de marketing) han comenzado su incursión en el cine tras fundar Nananino, una nueva productora independiente cuyo primer trabajo es un largo documental titulado “Cuentos: primeros auxilios” y el segundo un corto documental que trata sobre la ablación y se titula “Debajo de sus faldas”. También tienen un corto de ficción en postproducción, “El artista”.

Han realizado el videoclip musical “Alegrías de España” para Manuel de Segura, música y letra de Luis Aguilé y el video montaje de creación “Life Timeline” para Bettina Geisselmann y Tamara Campo (exposición bienal de La Habana, 2005). Además de diseños de imagen corporativa y diversos videos para empresas (Intel, Banco Santander, ACAconsultores) y videos promocionales de distintos artistas y compañías de Teatro.

Los siguientes proyectos de NANANINO son una película de ficción y un documental paralelo, titulados “Change. Seven Billion Possibilities”, un proyecto internacional que será rodado en inglés y “Que viene el huracán”, otro largometraje de ficción que será rodado en Puerto Rico. También está en etapa de preparación una serie de animación de mini episodios titulada “Carmichael”. Además están preparando, en colaboración con Carmen Alamán, la reescritura del documental “Carreteras que unen al mundo”, y, junto con Josue Vivancos (Los Vivancos), el guión de la película de ficción “Sonata para Kiara”.

Sinopsis

Erase una vez. En una ciudad. En una realidad donde la vida te oprime. ¿Qué ocurre si decides salir de viaje y el viaje se convierte en un infierno? ¿Qué ocurre cuando no te queda nada a lo agarrarte? Una persona compartiendo un cuento contigo puede salvarte por un rato. Un viaje a través de los cuentos, de la fantasía, el miedo, el amor y la risa. Los cuentos en toda su dimensión una historia, una poesía, una canción o un baile. Un cuento te puede salvar la vida. Cuentos: primeros auxilios.

Una mujer está angustiada por su vida cotidiana en Madrid y viaja a Guinea Ecuatorial donde su situación personal no mejora. Entonces aparece Lola, una chica de la etnia Fang, que le empieza a contar cuentos africanos que le alivian del infierno interior. El relato de Lola, de cómo aprendió a contar cuentos, nos introduce un mundo mágico. Una vez en el reino de los sueños y usando fragmentos de historias que nos cuentan distintos narradores se hace un recorrido por los distintos sentimientos que nos provocan los cuentos. La protagonista acaba reconociendo que ella fue salvada por las historias de Lola y que todos los que han participado contándonos sus cuentos en esta película son, en cierto modo, nuestros salvadores.

Reparto

Cuentacuentos: Tim Bowley, Quico Cadaval, Teresa Carril, Andrés Conde, Lola Edu Angue, Victoria Gullón, Montse Gutiérrez, Ana Herreros, Virginia Imaz, Magdalena Labarga, Torsten Lange, Donald Lehn, Yuya Martín, Nina Martínez de Lafuente, Miguel Mba, Isabella Mendez, Aurora Merino, Maricuela María Molina, Pedro Nguema, María Nsue, Margarita Núñez, Boniface Ofogo Nkama, Casilda Regueiro, Rosita Rey, Livia Romero, Carolina Rueda, Rafael Santamaría, Carmen Savoini, Sergio Tena, Pepe Viyuela

Bailarines: Ana María López, Fabrice Edelmann

Voces: Ana Arias, María Suárez

Ficha técnica

Directores: María Suárez & Esteban Varadé

Productora: NANANINO

Productor: Luis Martínez

Montaje: Esteban Varadé

Guión: María Suárez & Esteban Varadé

Fotografía: José Arana

Música: Javier Bergia

Sonido: SONORIS

País: España

Tiempo: 54 minutos

www.nananino.com

Para a presentación del filme contaremos con la presencia de los realizadores de este filme. La emisión será el próximo miércoles 21 de septiembre a las 6:45 de la tarde (HORA DE ESPAÑA) en TeleK de Madrid. Para los madrileños, se tramite por el canal 30 de la TDT, sintonizándolo por la frecuencia de 546000 khz. También se puede ver por: www.vallecas.org, en el apartado EMISIÓN EN VIVO DE TELE K.

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