Alberto Garrandés o las temeridades de la escritura. Por: Lianet Hernández

AGAcreedor de gran solidez en el campo literario cubano, Alberto Garrandés será uno de los jurados del Premio Literario Casa de las Américas en su edición 55. 

Las reminiscencias de la cubanidad y su universo cotidiano han de ser tratadas con tino desde la literatura. Más si es la concebida por nuestros escritores contemporáneos. Así lo ha logrado Alberto Garrandés, uno de los escritores de la Isla más interesados por asegurar, en primera instancia, una variación del canon narrativo de estos tiempos.

Tal vez porque Garrandés se ha dedicado a la crítica, presumiblemente, con el mismo ritmo que a la creación de sus novelas, cuentos y antologías, ha conseguido un lugar importante entre sus contemporáneos.

Sin embargo, al preguntarle sobre la situación actual de la literatura cubana prefiere responder escuetamente, según él, en términos lógicos: “La literatura cubana actual, en sus representantes más creativos y audaces, está siendo más meditativa y más autoconsciente. Y eso no está mal”.

Mientras que al interpelarlo sobre la socialización de las obras y autores en Cuba arguye, categóricamente, que lo más endeble en ese sentido es la promoción. “Apenas se sabe hacer promoción literaria. Se podría tener la ayuda eficaz y amplia de la televisión cubana, pero nuestra televisión es mayormente musical, política, y está llena de clichés y de frivolidad. Cualquier televisión comercial fuera de Cuba concede más espacio a los libros y la literatura que la nuestra y eso, visto así, es una vergüenza”, asegura.

Desde esta perspectiva crítica y respaldado por un número importante de publicaciones entre las que destaca: La poética del límiteFábula de un amor felizFakeLas potestades incorpóreasLas nubes en el agua, entre otras; Alberto Garrandés será uno de los jurados convocados por el Premio Literario Casa de las Américas en su edición 55, para el género de ensayo de tema artístico-literario.

Desde esta posición, y atendiendo a los múltiples reconocimientos obtenidos en su carrera artística, ¿qué valor le otorga al premio anual entregado por la Casa de las Américas?

“He recibido varios premios importantes, algunos de ellos varias veces, pero no me gusta hablar de los premios. Sin embargo, vistas las cosas en esos términos, casi tendría que decir que el Premio Casa de las Américas es el que me faltaría por ganar. Ahora bien, hablando en serio —o más en serio—, como se trata de un premio con una trayectoria de mucho prestigio, le otorgo un gran valor, aunque lo valioso no está en ganarlo sino en merecerlo. Quizás por ese motivo me he abstenido de enviar una obra al concurso. Pero puede que pronto lo haga”.

Formar parte del jurado de este premio es, de alguna manera, una forma de reconocimiento a su obra artística. ¿Cómo se siente al compartir la responsabilidad de otorgar el lauro?

“Mi camino como escritor —soy ensayista, pero también novelista— ha sido intenso, amplio, y creo que bastante reconocido. También ha sido, de cierta manera, un camino lleno de temeridades en la escritura, lo cual me complace. Si me han invitado a formar parte de ese jurado, quizás sea porque, a pesar de mis temeridades en cuanto al estilo y la estructuración de mis ensayos más recientes, mi trabajo es valioso”.

El ensayo de tema artístico-literario, es un apartado que usted también ha explorado. ¿Qué recursos o técnicas se vuelven indispensables a la hora de abordarlo? 

“El ensayo es, por lo general, el resultado de un proceso de maduración, pero también brota del entusiasmo, o del misterio acuciante del texto. Si tienes una marca de estilo y un conjunto de ideas móviles, audaces, penetrantes, todo eso se expresaría en la forma del ensayo. Por supuesto, un ensayo está casi siempre lleno de referencias, pero las referencias, articulándose entre sí, han de situarse dentro de una especie de movimiento centrípeto y centrífugo. Yo, por ejemplo, casi siempre echo mano de la pintura, el cine y la música para mis viajes de ida y vuelta por el texto literario, lo cual hace que mis trabajos ensayísticos alcancen a ser, por momentos, o pre-ficcionales o post-ficcionales”.

Durante el finalizado Casa Tomada 2013, encuentro de jóvenes escritores y artistas de América Latina y el Caribe, algunos de los invitados se atrevieron a asegurar que se aproximaba el “nuevo boom latinoamericano”. ¿Cree usted que el ámbito literario de nuestra región se encuentre listo, o tenga lo necesario, para gestar ese nuevo boom?

“Pues no lo sé, yo no aseguraría nada semejante. Lo que sí puedo asegurar es que la literatura es un territorio demasiado manipulado por empresas editoriales de mayor y menor rango, capaces de establecer pautas de publicidad, e incluso de crédito, a nivel académico o a nivel de mercado. Ese Nuevo Boom me parece más un deseo que una realidad presumible. Y no está mal, claro. Porque desear un cambio, una fractura, un salto o un ordenamiento nuevo de las poéticas ya es el principio de algo”.

Texto tomado de la publicación: http://laventana.casa.cult.cu

Deja un comentario

AlphaOmega Captcha Classica  –  Enter Security Code
     
 

* Copy This Password *

* Type Or Paste Password Here *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.