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Programa de la Cinemateca de Cuba, febrero de 2020

Fotograma del filme, El viaje a la Luna de Georges Méliès

Por Antonio Mazón Robau

Estimados espectadores: Este mes se cumple el 60 aniversario de la creación de la Cinemateca de Cuba, y por tal motivo la programación del año 2020 estará dedicada, en lo fundamental, a ofrecerles un recorrido cronológico por la Historia del Cine a través del cual les daremos a conocer los momentos más importantes en el devenir del séptimo arte. Los filmes que marcaron la impronta del cinematógrafo, los directores de mayor significación, los actores y actrices que marcaron para siempre los filmes en que intervinieron, todo ello será objeto de culto en nuestros programas. Es una ocasión muy especial para que los cinéfilos repasen y recreen los filmes de su vida, y una oportunidad excepcional para que los jóvenes se acerquen a nuestra sala y se relacionen con los títulos cimeros de la cinematografía.

El mes de febrero, en conjunto, presenta más de 20 clásicos filmados desde los orígenes del cine, en 1895, hasta el año 1924, período que abarca obras de tanta trascendencia como Cabiria, El gabinete del Dr. Caligari, Intolerancia, El tesoro de Arne, Nosferatu o Nanook, el esquimal. Y el día 6, fecha del aniversario, se presentará la versión más completa existente, coloreada y sonorizada, de El viaje a la Luna de Georges Méliès y la copia definitiva, restaurada, de L’Atalante de Jean Vigo. En la programación de este mes también estarán las copias restauradas de dos importantes títulos de Tomás Gutiérrez Alea: La muerte de un burócrata y el documental El arte del tabaco.

En la sala Charlot, por su parte, rendiremos homenaje al gran Charles Chaplin con la proyección de todos sus largometrajes, homenaje que se extiende a la Cinemateca Infantil y Juvenil en la que se presentará una representación de sus inolvidables cortometrajes. En este espacio se ofrecerán, además, cuatro animados japoneses restaurados que tuvieron gran éxito cuando se exhibieron hace muchos años en nuestros cines, títulos que fueron doblados en su momento por el ICAIC: Voltus 5, Yaltus, Tecnopolicía en acción y Cyborg 009, así como el clásico animado Akira en la sección Cine Anime. Sobre el proceso de doblaje en Cuba se realizará un conversatorio con varios de sus participantes el miércoles 12 de febrero a las 2:00 p.m. en el Centro Cultural Cinematográfico Fresa y chocolate. ¡Los esperamos!

Cine 23 Y 12

Programación especial por el 60 aniversario de la Cinemateca de Cuba. Primera parte (1895-1924)

Sábado 1, 5:00 p.m.

LA PRIMERA FUNCION (Premiere Séance, 1995) – LA LLEGADA DEL TREN A LA ESTACIÓN DE LA CIOTAT (L’Arrivée d’un train à La Ciotat, 1895) / Louis y Auguste Lumiere – EL GRAN ROBO DEL TREN (The Great Train Robbery, 1903) / Edwin S. Porter – EL JARDÍN OLVIDADO – LA VIDA Y LA OBRA DE ALICE GUY-BLACHÉ (Le Jardin Oublié – La vie et l’oeuvre d’Alice Guy-Blaché, 1995) / Marquise Lepage. Noticiero ICAIC Latinoamericano 503

Domingo 2, 5:00 p.m.

CABIRIA (1913) / Giovanni Pastrone. Noticiero ICAIC Latinoamericano 504

Miércoles 5, 5:00 p.m.

EL NACIMIENTO DE UNA NACIÓN (The Birth of a Nation, 1915) / David W. Griffith. Noticiero ICAIC Latinoamericano 505

Jueves 6, 6:00 p.m.

FUNCIÓN ESPECIAL POR EL 60 ANIVERSARIO DE LA CINEMATECA: L’ATALANTE (1934) / Jean Vigo y EL VIAJE A LA LUNA (Le Voyage dans la Lune, 1902) / Georges Méliès. Noticiero ICAIC Latinoamericano 1215

Viernes 7, 5:00 p.m.

COPIAS RESTAURADAS DE LA MUERTE DE UN BURÓCRATA (1966) y el corto EL ARTE DEL TABACO (1974) / de Tomás Gutiérrez Alea. Noticiero ICAIC Latinoamericano 506

Sábado 8, 5:00 p.m.

EL VIAJE A LA LUNA (Le Voyage dans la Lune, 1902) / Georges Méliès – EL VIAJE EXTRAORDINARIO (Le voyage extraordinaire, 2011) / Serge Bromberg y Eric Lange. Noticiero ICAIC Latinoamericano 507

Domingo 9, 5:00 p.m.

INTOLERANCIA (Intolerance, 1916) / David W. Griffith. Noticiero ICAIC Latinoamericano 508

Miércoles 12, 5:00 p.m.

HAROLD LLOYD, EL REY DE LA COMEDIA (1916-1920) / Hal Roach, Alfred J. Goulding, Fred C. Newmeyer. Noticiero ICAIC Latinoamericano 509

Jueves 13, 5:00 p.m.

EL GABINETE DEL DR. CALIGARI (Das Kabinett des Doctor Caligari, 1919) / Robert Wiene. Noticiero ICAIC Latinoamericano 510

Viernes 14, 5:00 p.m.

LIRIOS ROTOS (Broken Blossoms, 1919) / David Wark Griffith. Noticiero ICAIC Latinoamericano 511

Sábado 15, 5:00 p.m.

EL TESORO DE ARNE (Herr Arnes pengar, 1919) / Mauritz Stiller. Noticiero ICAIC Latinoamericano 512

Domingo 16, 5:00 p.m.

EL AUTOMÓVIL GRIS (1919) / Enrique Rosas. Noticiero ICAIC Latinoamericano 513

Miércoles 19, 5:00 p.m.

JEKYLL Y MR. HYDE (Dr. Jekyll & Mr. Hyde, 1920) / John S. Robertson. Noticiero ICAIC Latinoamericano 514

Jueves 20: 5:00 p.m.

LA MARCA DEL ZORRO (The Mark of Zorro, 1920) / Fred Niblo. Noticiero ICAIC Latinoamericano 515

Viernes 21, 5:00 p.m.

EL GOLEM (Der Golem, wie er in die Welt kam, 1920) / Paul Wegener y Carl Boese. Noticiero ICAIC Latinoamericano 516

Sábado 22: 5:00 p.m.

LAS DOS HUÉRFANAS (Orphans of the Storm, 1921) / David W. Griffith. Noticiero ICAIC Latinoamericano 517

Domingo 23, 5:00 p.m.

NANOOK, EL ESQUIMAL (Nanook of the North, 1920-22) / Robert Flaherty. Noticiero ICAIC Latinoamericano 518

Miércoles 26, 5:00 p.m.

NOSFERATU, UNA SINFONÍA DEL HORROR (Nosferatu, eine symphonie des grauens, 1922) / F.W. Murnau. Noticiero ICAIC Latinoamericano 519

Jueves 27, 5:00 p.m.

AELITA (1924) / Yakov Protazánov. Noticiero ICAIC Latinoamericano 503

Viernes 28, 5:00 p.m.

LOS NIBELUNGOS, PRIMERA PARTE. Noticiero ICAIC Latinoamericano 504

Sábado 29, 5:00 p.m.

LOS NIBELUNGOS, SEGUNDA PARTE. Noticiero ICAIC Latinoamericano 505

Cinemateca infantil y juvenil

Chaplin para niños y jóvenes (I)

Sábado 1, 2:30 p.m.

CORTOS DE CHAPLIN  1. Charlot marinero (Shanghaied), Charlot señorita bien (A Woman), Charlot portero de banco (The Bank)

Domingo 2, 2:30 p.m.

CORTOS DE CHAPLIN 2. El conde (The Count), Charlot prestamista (The Pawn Shop), Charlot héroe del patín (The Rink)

Sábado 8, 2:30 p.m.

CORTOS DE CHAPLIN 3. Charlot tramoyista de cine (Behind the Screen, 1916), Charlot encargado de bazar (The Floorwalker, 1917), Charlot bombero (The Fireman, 1916)

Domingo 9, 2:30 p.m.

CORTOS DE CHAPLIN 4. Charlot en la playa (By the Sea, 1915), Charlot eigrante (The Inmigrant, 1917), Charlot en el teatro (A Night in the Show, 1915)

Animados japoneses restaurados

Sábado 15, 2:30 p.m.

VOLTUS V

Domingo 16, 2:30 p.m.

YALTUS

Sábado 22, 2:30 p.m.

CYBORG 009

Domingo 23, 2:30 p.m.

TECNOPOLICÍA EN ACCIÓN

Sábado 29, 2:30 p.m.

CINEMA ANIME: AKIRA

Cine Charles Chaplin. Sala Charlot

El genio de Charles Chaplin

Sábado 1, 2:30 p.m.

EL ROMANCE DE CHARLOT

Sábado 1, 5:00 p.m.

UNA MUJER DE PARÍS

Domingo 2, 2:30 p.m.

LA QUIMERA DEL ORO

Domingo 2, 5:00 p.m.

EL CIRCO

Martes 4, 2:30 p.m.:

LUCES DE LA CIUDAD

Martes 4, 5:00 p.m.

TIEMPOS MODERNOS

Miércoles 5, 2:30 p.m.

EL GRAN DICTADOR

Miércoles 5, 5:00 p.m.

MONSIEUR VERDOUX

Jueves 6, 2:30 p.m.

CANDILEJAS

Jueves 6, 5:00 p.m.

UN REY EN NUEVA YORK

Viernes 7, 2:30 p.m.

LA CONDESA DE HONG KONG

Viernes 7, 5:00 p.m.

CHARLIE, LA VIDA Y OBRA DE CHARLES CHAPLIN

Sábado 8, 2:30 p.m.

EL DESCONOCIDO CHAPLIN

Sábado 8, 5:00 p.m.:

NO HAY FUNCIÓN

Domingo 9, 2:30 p.m.

MI TRIBUTO

Domingo 9, 5:00 p.m.

CHAPLIN

Martes 11, 2:30 p.m.

EL ROMANCE DE CHARLOT

Martes 11, 5:00 p.m.

UNA MUJER DE PARÍS

Miércoles 12, 2:30 p.m.

LA QUIMERA DEL ORO

Miércoles 12, 5:00 p.m.

EL CIRCO

Jueves 13, 2:30 p.m.

LUCES DE LA CIUDAD

Jueves 13, 5:00 p.m.

TIEMPOS MODERNOS

Vienes 14, 2:30 p.m.

EL GRAN DICTADOR

Vienes 14, 5:00 p.m.

MONSIEUR VERDOUX

Sábado 15, 2:30 p.m.

CANDILEJAS

Sábado 15, 5:00 p.m.

UN REY EN NUEVA YORK

Domingo 16, 2:30 p.m.

LA CONDESA DE HONG KONG

Domingo 16 5:00 p.m.

CHARLIE, LA VIDA Y OBRA DE CHARLES CHAPLIN

Miércoles 19, 2:30 p.m.

EL DESCONOCIDO CHAPLIN

Miércoles 19, 5:00 p.m.

NO HAY FUNCIÓN

Jueves 20, 2:30 p.m.

MI TRIBUTO

Jueves 20, 5:00 p.m.

CHAPLIN

Viernes 21, 2:30 p.m.

CHAPLIN

Viernes 21, 5:00 p.m.

LA QUIMERA DEL ORO

Sábado 22, 2:30 p.m.

EL CIRCO

Sábado 22, 5:00 p.m.

TIEMPOS MODERNOS

Domingo 23, 2:30 p.m.

LUCES DE LA CIUDAD

Domingo 23; 5:00 p.m.

EL GRAN DICTADOR

Miércoles 26, 2:30 p.m.

MONSIEUR VERDOUX

Miércoles 26, 5:00 p.m.

CANDILEJAS

Jueves 27, 2:30 p.m.

UN REY EN NUEVA YORK

Jueves 27, 5:00 p.m.

CHAPLIN

Viernes 28, 2:30 p.m.

UNA MUJER DE PARÍS

Viernes 28, 5:00 p.m.

CHARLIE, LA VIDA Y OBRA DE CHARLES CHAPLIN

Sábado 29, 2:30 p.m.

EL GRAN DICTADOR

Sábado 29, 5:00 p.m.

LA CONDESA DE HONG KONG

Programación especial por el 60 aniversario de la Cinemateca de Cuba. Primera parte (1895-1924)

LA PRIMERA FUNCION / Premiere Séance (11′) Francia, 1995 / narrado en español / Documental. Blanco y Negro. Este hermoso cortometraje, narrado por Victoria Abril, muestra las diez películas cortas que se exhibieron al público del Grand Café en la primera función del Cinematógrafo Lumière el 28 de diciembre de 1895.  Imprescindible.

LA LLEGADA DEL TREN A LA ESTACIÓN DE LA CIOTAT / L’Arrivée d’un train à La Ciotat / Louis y Auguste Lumiere (1’) Francia, 1895 / silente, musicalizado / Blanco y Negro. Uno de los filmes más famosos de la historia. La imagen de un tren llegando a una estación, pasando muy cerca de la cámara mientras reduce la velocidad, se convirtió rápidamente en una escena absolutamente icónica del cinematógrafo.

EL GRAN ROBO DEL TREN / The Great Train Robbery / Edwin S. Porter (11’) EE.UU., 1903 / silente, musicalizado, entintado parcial / Gilbert M. ‘Broncho Billy’ Anderson, A.C. Abadie, George Barnes. Blanco y Negro. Narra el asalto a un tren por parte de unos bandidos. Porter trabajó en el estudio de Thomas Alva Edison, y así creó la que sería la primera película estadounidense importante, influyendo de forma decisiva en el desarrollo del cine porque incluía innovaciones como el género escogido (western) y sobre todo el montaje de escenas filmadas en diferentes momentos y lugares para componer una unidad narrativa. Al hacer esto, Porter inició uno de los fundamentos de la creación cinematográfica. Su gran éxito contribuyó de forma notable a que el cine se convirtiera en un espectáculo masivo.

EL JARDÍN OLVIDADO – LA VIDA Y LA OBRA DE ALICE GUY-BLACHÉ / Le Jardin Oublié – La vie et l’oeuvre d’Alice Guy-Blaché / Marquise Lepage (53’) Canadá, 1995 / s.t. españoles / Documental. Blanco y Negro – Colores. La francesa Alice Guy Blaché (1873-1968) fue la primera mujer que hizo cine en el mundo. Comenzó como secretaria del legendario Gaumont, y con el tiempo devino jefa de producción y cineasta de la famosa compañía. Guy-Blaché, quien dirigió más de 700 películas en su vida, filmando incluso en Hollywood, fue totalmente olvidada con el transcurrir del tiempo. Este valioso documental contribuye al rescate de su memoria.

CABIRIA / Giovanni Pastrone (123’) Italia, 1913 / silente, musicalizada, intertítulos españoles / Lydia Quarante, Umberto Mozzato, Bartolomeo Pagano, Italia Almirante Manzini. Blanco y Negro. Una de las más grandes superproducciones de la historia del cine, cuyo costo (un millón de liras) y su duración (más de dos horas) sobrepasó a todas las películas de su tiempo, influyendo en Griffith y otros directores. Su complicada trama se ubica durante la Tercera Guerra Púnica (218-201 A.C.) y tiene como protagonistas esenciales a un patricio romano; su esclavo, el hercúleo Maciste, y una niña, Cabiria. El filme inauguró el uso del travelling, el manejo de la luz artificial, los cambios de ritmo en el montaje, las sobreimpresiones, etc., lo que sería suficiente para ubicarla en la lista imprescindible de todo cinéfilo. A ver.

EL NACIMIENTO DE UNA NACIÓN / The Birth of a Nation / David W. Griffith (186´) EE.UU., 1915 / silente, sonorizada, i.t. españoles, blanco y negro / Lillian Gish, Henry Walthall, Ralph Lewis, Mae Marsh. «Griffith basó su guión en la novela The Clansman, del reverendo Thomas Dixon, que narraba con acento heroico el nacimiento y actuación de la organización racista Ku-Klux-Klan, al acabar la guerra de Secesión…El nacimiento de una nación representó el nacimiento del arte cinematográfico. Jamás el cine había abordado una narración tan larga y compleja, ni había sido capaz de exponerla con tal agilidad, ritmo y coherencia narrativa» (Román Gubern). Película fundamental, pero controvertida por su incuestionable racismo, también resulta de obligado conocimiento en la Historia del Cine.

Función especial por el 60 aniversario de la fundación de la Cinemateca de Cuba

EL VIAJE A LA LUNA / Le Voyage dans la Lune / Georges Méliès (15’ 35’’) Francia, 1902 / silente, sonorizada / George Méliès, Victor André, Depierre, Farjaux, bailarines y acróbatas del Folies-Bergere. Colores. Este divertido filme sobre un viaje a la Luna, vagamente inspirado en Julio Verne, aseguró la gloria universal de Méliès, indiscutible pionero del cine fantástico. Su importancia histórica es considerable, fue un éxito económico y contribuyó a destacar la cinematografía francesa, una de las más significativas hasta el advenimiento de la Primera Guerra Mundial. Por primera vez se exhibe este filme en su versión definitiva, en colores y Alta Definición (HD).

L’ATALANTE / Jean Vigo (89’) / Francia, 1934 / s.t. españoles / Jean Dasté, Dita Parlo, Michel Simon.  Blanco y Negro. Único largometraje realizado por el gran director Jean Vigo. El título corresponde al de una barcaza cuyo joven patrón está casado con una campesina ansiosa por conocer la ciudad. Su narración poética sirve de enlace entre el cine surrealista y el realismo poético francés de la preguerra. Una obra maestra. Estreno de este filme en Alta Definición (HD).

LA MUERTE DE UN BURÓCRATA / Tomás Gutiérrez Alea (89’) Cuba, 1966 / Salvador Wood, Silvia Planas, Manuel Estanillo, Gaspar de Santelices. Blanco y Negro. Un obrero ejemplar es enterrado con su carné de identidad. Cuando la viuda va a tramitar la pensión le exigen el documento y el sobrino de ésta se ve en serios apuros para intentar recuperarlo debido a interminables trámites legales. Feliz sátira de la burocracia en clave de humor negro, ingeniosamente realizada. Premio Especial del Jurado en XV Festival de Karlovy Vary, Checoslovaquia (1966); Seleccionado por los mejores créditos del año 1978 en Círculo Dominicano de Críticos de Cine, Santo Domingo (1979). Se exhibe la copia restaurada por el Archivo de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood de este clásico de la historia del cine cubano.

EL ARTE DEL TABACO / Tomás Gutiérrez Alea (7’) Cuba, 1974 / Documental. Colores. La confección manual del tabaco y la terminación de sus cajas de envases cobran una significación artística. Se exhibe la copia restaurada por el Archivo de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, en Alta Definición, de este importante documental.

EL VIAJE EXTRAORDINARIO / Le voyage extraordinaire / Serge Bromberg y Eric Lange (64’) Francia, 2011 / s.t. españoles / Documental. Blanco y Negro – Colores. Formidable recuento sobre la vida y trayectoria fílmica del cineasta George Méliès (1861-1938), centrado en su extraordinario filme El viaje a la Luna y acerca de su compleja y laboriosa restauración, con opiniones de los directores Costa-Gavras, Jean-Pierre Jeunet, Michel Gondry, Michel Hazanavicius y el actor Tom Hanks. Alta Definición (HD). Estreno en Cuba.

INTOLERANCIA / Intolerance / David W. Griffith (197′) EE UU, 1916 / silente, sonorizada, intertítulos españoles, entintados en color / Lillian Gish, Lillian Langdon, Margery Wilson, Constance Talmadge. Esta película, una de las más importantes de la Historia del Cine, la rodó Griffith a continuación de El nacimiento de una nación, y consiste en un relato sobre la intolerancia racial, religiosa o social de la humanidad y sus terribles efectos a través de cuatro épocas históricas: la Norteamérica de 1914, la antigua Babilonia, Judea y la Francia de 1577. Griffith llevó hasta sus últimas consecuencias la técnica del montaje paralelo, entrelazando las cuatro historias, en esta gran superproducción y obra maestra del cine cuyo primer montaje, no estrenado, duraba 8 horas y costó 12 millones de dólares de la época, nunca recuperados. Imprescindible en la cultura de todo cinéfilo.

HAROLD LLOYD, EL REY DE LA COMEDIA / Hal Roach, Alfred J. Goulding, Fred C. Newmeyer (93’) EE.UU., 1916-1920 / silente, sonorizada, intertítulos españoles / Harold Lloyd, Bebe Daniels, Snub Pollard. Blanco y Negro. Harold Lloyd fue uno de los grandes cómicos de la época silente y creó un personaje inspirado en el Charlot de Chaplin que, con los nombres de Willie Work y Lonesome Luke, lo hicieron muy popular. Su consagración vendría con su personaje de Gafitas, un tímido joven con gafas redondas de concha y sombrero de paja. Esta divertida recopilación de cortos interpretados por el genial cómico incluye No empujen, Hacia Broadway, La niña y la niñera, De la mano a la boca, Aparición de fantasmas y Salgan del tren.

EL GABINETE DEL DR. CALIGARI / Das Kabinett des Doctor Caligari / Robert Wiene (75’) Alemania, 1919 / silente, sonorizada, i.t. españoles, virajes en color / Werner Krauss, Conrad Veidt, Lil Dagover. Partida de nacimiento del expresionismo alemán, con argumento de Hans Janowitz y Carl Meyer, basado en un caso de criminalidad sexual acaecido en Hamburgo del que el propio Janowitz fue testigo. Narra la historia de un médium que comete horribles asesinatos bajo las órdenes hipnóticas del diabólico Dr. Caligari. Rodado bajo fondos pintados con inusitada audacia plástica, el filme impactó considerablemente al público y ejerció gran influencia, convirtiéndose en el más emblemático del expresionismo. Erich Pommer ofreció el proyecto a Robert Wiene, cuya formación teatral fue decisiva en muchos aspectos de la película. Estrenada con copias coloreadas en diversos tintes, posteriormente sólo se exhibió cortada y en blanco y negro. Esta edición recupera los tintados y virados originales, el metraje íntegro y los extraordinarios diseños de los rótulos en alemán de 1920.

LIRIOS ROTOS / Broken Blossoms / David Wark Griffith (95’) EE.UU., 1919 / silente, sonorizada, intertítulos españoles / Lillian Gish, Richard Barthelmess, Donald Crisp, Arthur Howard. Blanco y Negro. Una joven vive en un claustrofóbico ambiente en el barrio londinense de Limehouse, brutalmente maltratada por su padre, un ex boxeador alcohólico. En este sórdido lugar, vive una historia de amor con un noble chino, que lejos de su tierra trata de llevar a cabo su filosofía oriental de paz y armonía, sin obtener muy buenos resultados. Uno de los filmes más importantes de Griffith, considerado hoy día por algunos su obra maestra. Conocido también con el título El hombre amarillo y la chica.

EL TESORO DE ARNE / Herr Arnes pengar / Mauritz Stiller (107’) Suecia, 1919 / silente, sonorizada, i.t. españoles, entintada / Mary Johnson, Richard Lund, Hjalmar Selander, Erik Stocklassa. Tres oficiales escoceses irrumpen en la casa de Sir Arne, lo asesinan junto a todos sus familiares y huyen luego con el baúl que guarda su famoso tesoro. Sólo dejan viva a la joven Elsalill, que en la orfandad tendrá que irse a vivir con unos parientes pobres a orillas del mar. Allí conocerá a un encantador joven que espera el deshielo para partir, y del que pronto se enamora… Importante filme nórdico.

EL AUTOMÓVIL GRIS / Enrique Rosas (106’) México, 1919 / silente, sonorizada / Juan Canals de Homs, Joaquín Coss, Juan Manuel Cabrera. Blanco y Negro. Una banda de ladrones aterroriza a la alta sociedad de la Ciudad de México en 1915. Los asesinatos, robos y secuestros se suceden mientras un detective sigue la huella de los criminales… Todo un clásico del cine azteca, inspirado en hechos reales, estrenado originalmente como una serie de 36 capítulos a mostrar en tres sesiones. En 1933 se sonorizó y posteriormente se mejoró su calidad acústica.

JEKYLL Y MR. HYDE / Dr. Jekyll & Mr. Hyde / John S. Robertson (75’) EE.UU., 1920 / silente, sonorizada, i.t. españoles, entintada / John Barrymore, Martha Mansfield, Louis Wolheim, Brandon Hurst. El relato homónimo de Robert Louis Stevenson publicado en 1886 en que se inspira ha conocido numerosas versiones cinematográficas. Cuando el director realizó esta adaptación ya se habían filmado no menos de seis versiones, entre ellas una dirigida por F.W. Murnau. Robertson realizó una fiel adaptación del relato utilizando unos efectos especiales sorprendentes para la época, de gran impacto visual, mostrando en pantalla todos los pasos de la transformación del Dr. Jekyll en el diabólico Mr. Hyde. El otro aporte de esta versión es, sin lugar a dudas, la interpretación del formidable actor John Barrymore caracterizando a los dos personajes, quien evitó al máximo los excesos de maquillaje que generalmente se utilizaban para convertir al hombre en el monstruo.

LA MARCA DEL ZORRO / The Mark of Zorro / Fred Niblo (90’) EE.UU., 1920 / silente, sonorizada, intertítulos españoles, virajes en color / Douglas Fairbanks Sr., Margueritte De La Motte, Noah Beery. Todo un clásico del cine de aventuras acerca del famoso personaje que tantos filmes posteriores inspiraría, con Douglas Fairbanks padre en el rol del justiciero enmascarado de California, en una actuación que motivó el siguiente comentario del crítico Leonard Maltin: «Quizás es su mejor filme».

EL GOLEM / Der Golem, wie er in die Welt kam / Paul Wegener y Carl Boese (86’) Alemania, 1920 / silente, sonorizada, intertítulos españoles, virajes en color / Paul Wegener, Albert Steinrück, Lyda Salmonova. El Golem, una estatua de arcilla moldeada por un mago ancestral, toma vida en la Praga medieval gracias al rabino Lôw y protege a la gente del ghetto de la tiranía del emperador, quien se propone expulsar a los judíos… Basándose en la novela de Gustav Meyrink, el realizador germano Paul Wegener, importante figura del expresionismo alemán, coescribió, codirigió y protagonizó este filme del cual ya había realizado una versión en 1914. Esta nueva versión disfrutó de gran éxito.

LAS DOS HUÉRFANAS / Orphans of the Storm / David W. Griffith (115’) EE.UU., 1921 / silente, sonorizada, i.t. españoles, blanco y negro / Lillian Gish, Dorothy Gish, Joseph Schildkraut. La historia se sitúa en el siglo XVIII francés, antes y durante la revolución francesa. Louise nació de la unión de una aristócrata con un plebeyo, y fue abandonada a las puertas de la catedral de Notre Dame. Allí le recogió el padre de Henriette, un buen hombre, humilde, que la crió como si fuera su propia hija. Pasado el tiempo, Louise y Henriette son unas lindas señoritas que se quieren como hermanas, y los padres de la segunda han muerto. Ante la ceguera que padece Louise, ambas hermanas viajan a París, con la esperanza de que un doctor pueda curarla…

NANOOK, EL ESQUIMAL / Nanook of the North / Robert Flaherty (77’) EE.UU., 1920-1922 / intertítulos en español / Esquimales de Port Huron, bahía de Hudson. Blanco y Negro. Para muchos críticos e historiadores Robert J. Flaherty es, junto al soviético Dziga Vertov, el más importante documentalista de la historia del cine. Nanook el esquimal y El hombre de Arán se cuentan entre sus obras fundamentales. Dice el historiador Román Gubern a propósito de Nanook: «Casi un año pasó Flaherty con su cámara entre los hielos de la bahía de Hudson para rodar la tremenda epopeya de la lucha del hombre contra una naturaleza hostil…El cine documental trasciende de mera apariencia de las cosas para convertirse en drama veraz, sin trampa ni cartón». Esta copia tiene más de 25 minutos más que la proyectada tradicionalmente. Imprescindible.

NOSFERATU, UNA SINFONÍA DEL HORROR / Nosferatu, eine symphonie des grauens / F.W. Murnau (96’) Alemania, 1922 / silente, sonorizada, i.t. españoles, virajes en color / Max Schreck, Alexander Granach, Gustav von Wangenheim. Libre adaptación de la novela Drácula de Bram Stoker a la que se cambió el nombre para no pagar derechos de autor. La viuda de Stoker obtuvo una orden judicial para destruir los negativos y todas las copias de la película, pero algunas se salvaron. La presente versión no solo es la de metraje más similar a la original de 1922, sino que siguiendo la pauta de fragmentos de la época, restituye los virados y tintados originales aplicados por Murnau, quien rodó la película a plena luz del día siempre pensando en que posteriormente se aplicarían determinadas coloraciones.

ESPOSAS FRÍVOLAS / Foolish Wives / Erich von Stroheim (145’) EE.UU., 1922 / silente, musicalizada, i.t. españoles, blanco y negro / Erich von Stroheim, Maude George, Mae Busch, Rudolph Christians. Blanco y Negro. Un vividor se hace pasar en Montecarlo por un respetable conde ruso, e intenta seducir a una distinguida dama norteamericana que pasa sus vacaciones con su marido, un destacado diplomático. Filme clave en la carrera del gran realizador Erich von Stroheim. El cineasta Jean Renoir declaró que ver esta película fue determinante en su futura carrera.

EL DOCTOR MABUSE / Dr. Mabuse, der Spieler / Fritz Lang / Alemania, 1922 / silente, sonorizada, intertítulos españoles / Rudolf Klein-Rogge, Bernhard Goetzke, Alfred Abel. Blanco y Negro. Primera Parte: El gran jugador / Der grosse Spieler ein Bild der Zeit (156’) Segunda Parte: El infierno / Inferno, ein Spiel von Menschen Unserer Zeit  (116’) El director Fritz Lang, fascinado por el personaje del Dr. Mabuse que tomara de la novela de Norbert Jacques, lo retomaría en otras dos ocasiones, en 1933 (“El testamento del Dr. Mabuse”) y en 1960 (“Los crímenes del Dr. Mabuse”). Al dividir El Doctor Mabuse en dos partes, esto favoreció que distribuidores y exhibidores eliminaran metraje del filme y presentasen nuevos montajes resumen de las más de cuatro horas originales. Las manipulaciones sufridas por El Doctor Mabuse, sin duda, influyeron en que fuese relegado a un segundo término dentro de la obra de Lang. Esta es la versión completa, restaurada, de esta película, con la correcta velocidad de proyección y en toda su magnitud.

NUESTRA HOSPITALIDAD / Our Hospitality / Buster Keaton, Jack Blystone (74’) EE.UU., 1923 / silente, sonorizada, s.t. españoles / Buster Keaton, Natalie Talmadge, Joe Keaton, Joe Roberts. Blanco y Negro. Los Canfield y los McKay mantienen una enemistad heredada desde hace generaciones. En Nueva York, Willie McKay toma un tren, en el que conoce a Virginia Canfield… «Las convenciones de la hospitalidad dan lugar a un desarrollo humorístico que crece con lógica impecable desde el prólogo hasta la reconciliación final de las familias rivales. El filme está construido no como una progresión de gags sino como una historia de aventuras integradas donde los incidentes narrativos tienden a lo cómico y todo tiende al realismo, que Keaton buscaba ya como base para sus comedias» (Manuel Martínez Carril).

EL NAVEGANTE / The Navigator / Buster Keaton y Donald Crisp (60’) EE.UU., 1924 / silente, sonorizada, intertítulos españoles / Buster Keaton, Kathryn MacGuire, Frederick Vroom, Clarence Burton. Blanco y Negro. Rollo Treadway decide casarse con su novia Betsy e irse a Honolulu. Cuando ella le rechaza, él decide marcharse solo, pero se equivoca de barco y acaba en el Navigator, un barco que es propiedad del padre de Betsy. No consciente de ello, la chica sube al barco en busca de su padre, secuestrado por unos espías… Un éxito crítico-comercial de Keaton (1895-1966) y una de las grandes comedias del director, su largometraje preferido y el título que junto a El maquinista de la General fue seleccionado por el British Film Institute entre los mejores filmes de 1915 a 1945. Inolvidables gags.

AELITA / Yakov Protazánov (83’) URSS, 1924 / silente / intertítulos en español / Igor Ilinskii, Yulia Solntseva, Nikolai Tsereteli, Nikolai Batalov. Blanco y Negro. Basado en la novela homónima de Alexei Tostoi, es el primer filme soviético de ciencia-ficción. Su director, Yakov Protazánov (1881-1945), realizador de cintas históricas, melodramas y adaptaciones literarias, contó con grandes medios para narrar la historia de un joven soviético que viaja a Marte, planeta gobernado por la reina Aelita. «El filme vale por sus extravagantes decorados constructivistas y su visión “neorrealista” de Moscú en la época de la NEP (Nueva Política Económica)» (Georges Sadoul).

LOS NIBELUNGOS / Die Nibelungen / Fritz Lang / Alemania, 1922-1924 / silente, sonorizada, i.t. españoles / Paul Richter, Margarethe Schön, Hanna Ralph, Theodor Loos. Primera Parte: La muerte de Sigfrido / Siegfrieds Tod (143’) Segunda Parte: La venganza de Krimilda / Kriemhilds Rache (150’). La leyenda de Los Nibelungos fue el origen de esta gran superproducción. Thea von Harbou, esposa de Fritz Lang y autora asimismo de la novela Metrópolis, escribió un guion que dividió en dos partes: La muerte de Sigfrido y La venganza de Krimilda. Estrenadas en Berlín en febrero y abril de 1924 fueron recortadas hasta reducir su duración en más de dos horas. La presente edición contiene las copias restauradas por la Friedrich Wilhelm Murnau Stiftung a las que se ha devuelto todo su metraje, ajustando la velocidad de proyección e incorporando la banda sonora original compuesta por Gottfried Huppertz.

Noticieros ICAIC Latinoamericanos

NOTICIERO ICAIC LATINOAMERICANO 503 / Santiago Álvarez (9’) 4/8/70 Reseña de la conmemoración del XVII aniversario del 26 de JulioMención a la labor desarrollada por el Noticiero ICAIC, destacándose este número, Selección anual de la Crítica (1970).

NOTICIERO ICAIC LATINOAMERICANO 504 / Santiago Álvarez (9’) 20/8/70 Plan vacacional para niños diabéticos, diseñado por el MINSAP. Reportaje sobre la lucha armada del Movimiento de Liberación Nacional Tuparamaros, en Uruguay, contra el régimen del presidente Jorge Pacheco Areco.

NOTICIERO ICAIC LATINOAMERICANO 505 / Santiago Álvarez (9’) 29/8/70 Reportaje sobre el acto conmemorativo del X aniversario de la creación de la FMC.

NOTICIERO ICAIC LATINOAMERICANO 1215 / Santiago Álvarez; Realizador: Lázaro Buría (10’) 9/2/85 Custodio del ICAIC logra que una pareja de tomeguines del pinar salgan de su jaula y regresen a ella. Nota dedicada al Día de los Enamorados. Entrega de los premios Girasol 1984 de la revista Opina. Reunión anual de directores de las cinematecas de países socialistas en el XXV aniversario de la Cinemateca de Cuba. Retrospectiva de los filmes de Chaplin. XXV aniversario de la colaboración entre la URSS y Cuba.

NOTICIERO ICAIC LATINOAMERICANO 506 / Santiago Álvarez (7’) 14/9/70 Reportaje sobre el censo de población y viviendas en Cuba efectuado el 6 de septiembre de 1970. Reseña del fallecimiento del Dr. Gustavo Aldereguía, prestigioso médico cubano y viejo militante revolucionario, compañero de luchas de Julio Antonio Mella y Rubén Martínez Villena. Declaran guerra al ausentismo en los centros laborales.

NOTICIERO ICAIC LATINOAMERICANO 507 / Santiago Álvarez (7’) 28/9/70 Encuentro de los miembros de los CDR con el personal médico cubano que prestó servicios en Perú con motivo del terremoto que afectó a ese país.

NOTICIERO ICAIC LATINOAMERICANO 508 / Santiago Álvarez (9’) 15/10/70 El Comandante en Jefe Fidel Castro resume festejos por el décimo aniversario de los CDR. Imágenes de los acontecimientos en Chile por la victoria de Salvador Allende en las elecciones presidenciales, y de la represión en Uruguay contra los Tupamaros.

NOTICIERO ICAIC LATINOAMERICANO 509 / Santiago Álvarez (7’) 22/10/70 Homenaje al Comandante Ernesto Che Guevara en el tercer aniversario de su muerte.

NOTICIERO ICAIC LATINOAMERICANO 510 / Santiago Álvarez (7’) 5/11/70 Entrevista a Salvador Allende, del Partido Unidad Popular, elegido presidente de Chile. Escenas durante el desarrollo de la revista. Mitin a favor de Allende en el teatro Caupolicán, dos días antes de su toma de posesión como presidente.

NOTICIERO ICAIC LATINOAMERICANO 511 / Santiago Álvarez (9’) 12/11/70 Recordación del dirigente revolucionario brasileño Carlos Marighella en el primer aniversario de su muerte. Mención a la labor desarrollada por el Noticiero ICAIC, destacándose este número, Selección anual de la Crítica (1970).

NOTICIERO ICAIC LATINOAMERICANO 512 / Santiago Álvarez (9’) 19/11/70 Reportaje sobre el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Chile y Cuba.

NOTICIERO ICAIC LATINOAMERICANO 513 / Santiago Álvarez (7’5’) 26/11/70 Reportaje sobre la Semana del Tránsito en Cuba. Mención a la labor desarrollada por el Noticiero ICAIC, destacándose este número, Selección anual de la Crítica (1970).

NOTICIERO ICAIC LATINOAMERICANO 514 / Santiago Álvarez (6’) 1/12/70 Nuevos bombardeos contra ocho provincias de Vietnam con el pretexto de rescatar a pilotos norteamericanos presos, después de haber suspendidos los mismos en enero de 1968 por el entonces presidente Lyndon B. Johnson. Fuerzas mercenarias armadas y entrenadas por colonialistas portugueses intentan invadir a la república africana de Guinea. Mención a la labor desarrollada por el Noticiero ICAIC, destacándose este número, Selección anual de la Crítica (1970).

NOTICIERO ICAIC LATINOAMERICANO 515 / Santiago Álvarez (7’) 17/12/70 Inauguran XVII Serie Mundial de Béisbol Amateur en Colombia. Acto de conmemoración del 7 de diciembre, caída del lugarteniente general Antonio Maceo, donde habla el comandante Oscar Fernández Mell. Plenaria Nacional de la Industria Básica en la CTC, cuyas conclusiones realiza el Comandante en Jefe Fidel Castro.

NOTICIERO ICAIC LATINOAMERICANO 516 / Santiago Álvarez (15’) 29/12/70 Reportaje sobre la presencia del equipo cubano en la XVII Serie Mundial de Béisbol Amateur, celebrada en Colombia.

NOTICIERO ICAIC LATINOAMERICANO 517 / Santiago Álvarez (Realizador: Luis Felipe Bernaza). (8’) 14/1/70 Nuevo plan del MINCIN cubano para la venta de juguetes, mediante reservación de turnos por teléfono, con el fin de evitar las colas y la especulación.

NOTICIERO ICAIC LATINOAMERICANO 518 / Santiago Álvarez (9’) 27/1/71 Reportaje sobre la introducción en Cuba de nuevo corte de caña larga (australiano). Imágenes de la utilización de este nuevo método en diferentes países del mundo.

NOTICIERO ICAIC LATINOAMERICANO 519 / Santiago Álvarez (19’) 26/2/71 Noticiero sobre las tradiciones populares cubanas positivas y negativas con secuencias didácticas sobre la quema de caña y el corte australiano.

Cinemateca Infantil y Juvenil 

Chaplin para niños y jóvenes (I)

Cortos de Chaplin 1:

CHARLOT MARINERO / Shanghaied / Charles Chaplin (17’) EE.UU., 1915 / silente, intertítulos españoles / Charlie Chaplin.  Blanco y Negro.  En esta ocasión Charlot se convierte en marinero. Como hombre del mar intenta comportarse, pero sus descuidos arrasan con la tripulación.

CHARLOT, SEÑORITA BIEN / A Woman / Charles Chaplin (20’) EE.UU., 1915 / silente, intertítulos españoles / Charlie Chaplin.  Blanco y Negro. Con sus travesuras Charlot trastorna la vida de una joven y su madre, con cuyo padre ya había tenido altercados.

CHARLOT PORTERO DE BANCO / The Bank / Charles Chaplin (14’) EE.UU., 1915 / silente, intertítulos españoles / Charlie Chaplin.  Blanco y Negro. Charlot trabaja como portero de un lujoso banco. Sus ocurrencias con la intención de ayudar originarán un caos, que después él solucionará simpáticamente.

Cortos de Chaplin 2

EL CONDE / The Count / Charles Chaplin (24’) EE.UU., 1916 / i.t. españoles / Eric Campbell, Charlie Chaplin, Edna Purviance.   Blanco y Negro. Charlot se hace pasar por un distinguido Conde, que seduce a las damas con su prestancia; pero su torpeza y divertido carácter lo descubrirá.

CHARLOT PRESTAMISTA / The Pawn Shop / Charles Chaplin (25’) EE.UU., 1916 / silente, intertítulos españoles / Charlie Chaplin, Henry Bergman, Edna Purviance, Eric Campbell.  Blanco y Negro. La tienda de un prestamista es destrozada con las travesuras de Charlot que hace de cada cliente un circo.

CHARLOT HÉROE DEL PATÍN / The Rink / Charles Chaplin (24’) EE.UU., 1916 / silente, intertítulos españoles / Charlie Chaplin, Edna Purviance, James T. Kelley, Eric Campbell.  Blanco y Negro.  Charlot se vuelve un poco peligroso con un par de patines que no sabe manejar, pero eso no le impedirá tener un final feliz.

Cortos de Chaplin 3:

CHARLOT TRAMOYISTA DE CINE / Behind the Screen / Charles Chaplin (24’) EE.UU., 1916 / silente, intertítulos españoles / Eric Campbell, Charlie Chaplin, Edna Purviance.   Blanco y Negro. El trabajo de asistente de un tramoyista no le complace a Charlot, mucho más cuando su jefe duerme todo el tiempo

CHARLOT ENCARGADO DE BAZAR / The Floorwalker / Charles Chaplin (23’) EE.UU., 1916 / silente, intertítulos españoles / Charlie Chaplin, Edna Purviance, Eric Campbell.   Blanco y Negro.  Afortunadamente o no, Charlot tiene un gran parecido con el gerente de un bazar prófugo de la justicia. Intercambian papeles y Charlot hace del lugar un Gran Bazar.

CHARLOT BOMBERO / The Fireman / Charles Chaplin (24’) EE.UU., 1916 / silente, intertítulos españoles / Charlie Chaplin, Edna Purviance, Eric Campbell. Blanco y Negro. Charlot es miembro del Cuerpo de Bomberos, su torpeza le impide estar siempre a tiempo para aplacar los incendios, pero él sabrá responder cuando la situación lo amerite.

Cortos de Chaplin 4

CHARLOT EN LA PLAYA / By the Sea / Charles Chaplin (9’) EE.UU., 1915 / silente, intertítulos españoles.  Blanco y Negro. Charlot está de paseo por la playa, allí se enamora de una joven que intentará cautivar con sus disparates.

CHARLOT EMIGRANTE / The Inmigrant / Charles Chaplin (21’) EE.UU., 1917 / silente, intertítulos españoles.  Blanco y Negro. Charlot viaja en un barco donde navegan emigrantes. Como  uno más de ellos, tiene que transitar por abusos y trabajos que él sabrá eludir con sus travesuras.

CHARLOT EN EL TEATRO / A Night in the Show / Charles Chaplin (18’) EE.UU., 1915 / silente, intertítulos españoles.  Blanco y Negro. De elegante caballero se encuentra en esta ocasión Charlot en el teatro, pero sus tonterías e imprudencias no evitarán que ocasione un desorden.

Animados japoneses restaurados

En los años setenta y ochenta del siglo XX, el ICAIC acometió, entre sus múltiples tareas el doblaje de un conjunto de largometrajes japoneses de animación adquiridos con el fin de programarlos. Para ese empeñó se conformó un equipo en el que intervinieron Manuel Herrera, Fernando Pérez y Sergio Giral en la dirección, Marina Ochoa y Raúl Canosa en la producción, los editores Lucas de la Guardia y Osvaldo Donatién, así como los importantes sonidistas Ricardo Istueta, Germinal Hernández y Marcos Madrigal. Pusieron sus voces a los personajes conocidos intérpretes de la isla como Eslinda Núñez, Coralita Veloz, Frank González, Jorge Rivera y los desaparecidos: José Antonio Rodríguez, Sarita Malberti, Gerardo Riverón, Julio Alberto Casanova y José Antonio Coro, entre muchos otros.

Por iniciativa de Abel Molina Macías, coordinador del proyecto expositivo «¿Infancia?: ¡Presente!», las bandas sonoras de muchos de esos filmes, conservadas por el celo del especialista José Galiño, fueron sincronizadas por el cineasta Miguel Coyula a varios de estos títulos en copias de Alta Definición, que se presentarán en un breve ciclo dentro de la Cinemateca para niños y jóvenes. Para el miércoles 12 a las 2:00 p.m. en el Centro Cultural Cinematográfico Fresa y chocolate, ha sido programado especialmente un conversatorio con varios de los integrantes de aquella aventura. Es una oportunidad excepcional para compartir experiencias con ellos y redescubrir películas que gozaron del favor del público.

VOLTUS V / Voltes V / Tadeo Nagahama (89’) Japón, 1979 / Doblado al español por el ICAIC / Largometraje animado. Colores. Largometraje creado en 1983 en Cuba, la cual compila los primeros 18 episodios de la serie de animación japonesa Cho Denji Machine Voltes V, que salió al aire en 1977. La Tierra es invadida por un contingente del Planeta Barzán, con un desarrollo tecnológico superior al de la civilización humana; un equipo de cinco jóvenes pilotos es encomendado a la misión de combatirlo tripulando un gigantesco robot, llamado Voltus.

YALTUS / Uchu Senshi Baldios / Kazuyuki Hirokawa (115’) Japón, 1981 / Doblado al español por el ICAIC / Largometraje animado. Colores. Desde un contaminado y destruido planeta llamado S-1 llega una invasión a la Tierra. Marin, una de las personas de S-1, ayuda a los humanos a luchar contra los invasores con su super nave espacial Yaltus.

CYBORG 009 / Saibogu 009 / Yasuhiro Yamaguchi (107’) Japón, 1980 / Doblado al español por el ICAIC / Largometraje animado. Colores. Un extraterrestre llamado Saba, cuya madre ha sido asesinada, llega a la Tierra para pedir ayuda al equipo Cyborg y juntos embarcan en una odisea espacial en busca de Zoa, una malvada entidad que pretende conquistar el universo.

TECNOPOLICÍA EN ACCIÓN / Tekuno porisu 21 C / Masashi Matsumoto (77’) Japón, 1982 / Doblado al español por el ICAIC / Largometraje animado. Colores. Principios del siglo XXI. Ken, un apuesto policía rural motorizado, es asignado temporalmente en Sentinel City para formar parte de un equipo que tiene el propósito de descubrir una banda criminal especializada en robos. Cuando un tanque robotizado es secuestrado es el momento para que la tecnopolicía entre en acción…

Cinema anime

AKIRA / Katsuhiro Ôtomo (120’) Japón, 1987 / s.t. españoles / Animación. Colores. Año 2019. Neo-Tokío es una ciudad construida sobre las ruinas de la antigua capital japonesa, destruida tras la Tercera Guerra Mundial, y está al borde del colapso por sus continuas crisis políticas. En secreto, un equipo de científicos ha reanudado por orden del ejército un experimento para encontrar a individuos que puedan controlar el arma definitiva: una fuerza denominada “la energía absoluta”. Pero los habitantes de Neo-Tokío tienen otras preocupaciones. Uno de ellos es Kaneda, joven pandillero líder de una banda de motoristas. Durante una pelea, su mejor amigo, Tetsuo, sufre un extraño accidente y lo ingresan en unas instalaciones militares. Allí los científicos descubrirán que es el poseedor de la energía absoluta. Y Tetsuo muy pronto se convertirá en una enorme amenaza… Muy famoso anime de los ochenta.

Cine Charles Chaplin, Sala Charlot

El genio de Charles Chaplin

«Canillitas» —como bautizó el pueblo cubano a Charlot—, se encoge de hombros, sacude la suela de sus apatos y emprende optimista el camino para reaparecer insistentemente en los ensayos del escritor Alejo Carpentier, quien escribió en una temprana crónica: «Chaplin no nos deja nunca, sin embargo, con una expresión de amargura. Sus aventuras burlescas o enternecedoras son otras tantas fases del acontecer humano, y, por lo mismo que el sarcasmo, la burla, la maldad, están ausentes de sus obras, pueden dejarnos melancólicos, pero nunca desconsolados. Quien tantas veces se encontrara solo, terriblemente solo, al final de sus películas, parte siempre hacia nuevos azares, que acaso le sean más propicios que los arrostrados. Si el presente de Chaplin suele mostrarse amargo y duro, nunca pierde fe en un mañana posible».

El presente ciclo —insertado dentro de la programación especial que todo el año conmemorará las seis décadas de la fundación de la Cinemateca de Cuba— reúne en excelentes copias sus largometrajes, varios documentales en torno a su obra y el filme biográfico que le dedicaron como tributo a su memoria.

EL ROMANCE DE CHARLOT /Tillie’s Punctured Romance / Mack Sennett (72’) EE.UU., 1914 / i.t. españoles / Marie Dressler, Charlie Chaplin, Mabel Normand. Blanco y Negro. En esta historia Charlot es un estafador que convence a la joven Tillie para huir con la fortuna de su padre, para luego él escapar con el dinero y su novia Mabel. Pero, la ambición lo hace volver junto a Tillie y lo llevará por malos pasos…

UNA MUJER DE PARIS / A Woman of Paris / Charles Chaplin (78´) EE UU, 1923 / i.t. españoles / Edna Purviance, Adolphe Menjou, Carl Miller, Lydia Knott. Blanco y Negro. Marie Saint-Claire está enamorada de Jean, joven pintor de su pueblo, cuyo padre se opone a su boda. Debido a una confusión, Marie parte sola hacia París y pasados los años, y convertida en amante de Pierre Revel, se encuentra con Jean, quien se ha instalado en la capital. El primer largometraje de Chaplin, melodramático y sin su presencia, muestra su sentido de la narración y de la definición de personajes, totalmente novedoso. «La humanidad —afirmó Chaplin— está compuesta no de héroes y de traidores, sino sencillamente de hombres y mujeres, y la naturaleza es la que les ha dado las pasiones que los agitan, buenas o malas».

LA QUIMERA DEL ORO / The Gold Rush / Charles Chaplin (69′) EE UU, 1925 / narrada en español / Charles Chaplin, Mack Swain, Tom Murray, Georgia Hale. Blanco y Negro. Charlot es un buscador de oro en la Alaska de 1898. Esta divertida epopeya, por la cual a Chaplin le hubiera gustado ser recordado, ofrece algunos de los mejores momentos interpretativos del gran comediante en una perfecta fusión de poesía y humor. Figura en múltiples encuestas internacionales: Sight and Sound (1952), Festival de Bruselas (1952), Cinemateca Real de Bélgica (1958), la revista Tempo, Cien filmes para salvar, y 100 Top Movies de John Kobal.

EL CIRCO / The Circus / Charles Chaplin (68′) EE. UU., 1928 / i.t. españoles / Charles Chaplin, Merna Kennedy, Allan García, Harry Crocker. Blanco y Negro. Una joya en la filmografía de Chaplin es esta hilarante cinta en la que un vagabundo se enrola accidentalmente en un circo y se enamora de una chica que trabaja allí. A ver.

LUCES DE LA CIUDAD / City Lights / Charles Chaplin (86′) EE. UU., 1931 / s.t. españoles / Charles Chaplin, Virginia Cherrill, Florence Lee, Harry Myers.  Blanco y Negro. En pleno período sonoro Chaplin realizó este filme básicamente silente —sólo utilizó una canción— que le llevó tres años de preparativos. Esta tragicomedia sentimental, de aguda proyección social, es incuestionablemente una cinta capital de todos los tiempos.

TIEMPOS MODERNOS / Modern Times / Charles Chaplin (83′) EE UU, 1935 / s.t. españoles / Charles Chaplin, Paulette Goddard, Henry Bergman, Chester Conklin.  Blanco y Negro. Sátira del maquinismo, Tiempos modernos posee gags memorables y, en conjunto, un alto nivel artístico permeado de humanismo que le hacen merecer, por derecho propio, un puesto importante en la filmografía de Chaplin. Extraordinaria.

EL GRAN DICTADOR / The Great Dictator / Charles Chaplin (122′) EE.UU., 1940 / Charles Chaplin, Paulette Goddard, Jack Oakie, Reginald Gardiner.  Blanco y Negro. La primera cinta de Chaplin totalmente hablada mezcla sabiamente sátira, comentario social e inolvidables momentos de humor al contar la historia de un humilde barbero judío en tiempos del dictador Hynkel. Chaplin interpreta a los dos protagonistas de esta singular comedia prohibida por la Alemania nazi y por la dictadura de Franco.

MONSIEUR VERDOUX / Charles Chaplin (123’) EE.UU., 1947 / s.t. españoles / Charles Chaplin, Martha Raye, Isobel Elsom, Marilyn Nash. Blanco y Negro. Corrosiva sátira de humor negro sobre un parisino Barbazul que asesina a sus esposas para quedarse con su dinero. Magistral cinta de Chaplin en la que da un giro total a inquietudes temáticas anteriores a partir de una idea de Orson Welles.

CANDILEJAS / Limelight / Charles Chaplin (145′) EE UU, 1952 / s.t. españoles / Charles Chaplin, Claire Bloom, Nigel Bruce. Blanco y Negro La historia del payaso Calvero, viejo y venido a menos, enamorado de una jovencita a quien ha salvado de la muerte. Filme ambientado en el Londres de 1914 y rodado en un ambiente opresivo dominado por el terror de la cacería de brujas de McCarthy. Una de las obras más personales de Chaplin debido a su participación en múltiples aspectos de su proceso creativo —desempeñó ocho profesiones diferentes—, a su capacidad de autorrenovación y a la presencia del clan familiar como actores o figurantes. A ello añádase una constante de su quehacer artístico, la importancia de la música; su inolvidable composición homónima será premiada por la Academia a raíz de su exhibición en Estados Unidos, veinte años después.

UN REY EN NUEVA YORK / A King in New York / Charles Chaplin (100´) Reino Unido, 1957 / s.t. españoles / Charles Chaplin, Dawn Addams, Oliver Johnston, Maxine Audley. Blanco y Negro. El viejo rey de Estrovia vive en Nueva York, obligado a residir allí tras una revolución en su país, y hace publicidad por televisión. Filme supuestamente antinorteamericano de Chaplin y no exhibido por dicho motivo en Estados Unidos hasta 1973. No es la mejor cinta del realizador, pero posee buenos momentos y excelentes actuaciones.

LA CONDESA DE HONG KONG / A Countess From Hong Kong / Charles Chaplin (108’) Reino Unido, 1967 / s.t. españoles / Marlon Brando, Sophia Loren, Sydney Chaplin, Tippi Hedren.  Colores. Una hermosa aristócrata venida a menos, ágil de mente y de cuerpo, se introduce como polizón en el camarote de un diplomático norteamericano… Último filme de Chaplin, severamente cuestionado por la crítica. Chaplin respondió: «Los críticos necesitan una lección objetiva en humor, gracia y estilo. La mayor parte de ellos no tienen imaginación».

Documentales

CHARLIE, LA VIDA Y OBRA DE CHARLES CHAPLIN / Charlie, The Life and Art of Charles Chaplin / Richard Schickel (132’) EE.UU., 2003 / s.t. españoles / Blanco y Negro / Colores. El genial Chaplin a través de algunos de sus mejores momentos, acompañados por la admiración de familiares y cineastas contemporáneos. Entre otros participan Woody Allen, Richard Attenborough, Claire Bloom, Geraldine Chaplin, Johnny Depp, Milos Forman, Andrew Sarris, Marcel Marceau y Martin Scorsese.

EL DESCONOCIDO CHAPLIN / Unknown Chaplin / Kevin Brownlow, David Gill  (156’)  Reino Unido, 1983 / s.t. españoles / Formidable documental sobre unas de las figuras centrales de la historia del siglo veinte. Narrado por James Mason y estrenado originalmente en la televisión británica, divide sus dos horas y media de duración en tres capítulos independientes pero complementarios, “Mis días más felices”, “Tesoros escondidos” y “El gran director”. Importantes entrevistas acompañan a los miles de fragmentos que incluyen escenas descartadas, ensayos, pruebas de vestuario en cámara y filmaciones caseras.

Homenajes

MI TRIBUTO / My Tribute / Eugene Chaplin (58’) EE.UU., 2002 / narrado en español / Blanco y Negro. Documental.  Homenaje a Chaplin realizado por su hijo Eugene y demás familiares en ocasión del 25 aniversario del fallecimiento del genial cineasta.

CHAPLIN / Richard Attenborough (144’) Inglaterra-Estados Unidos, 1992 / s.t. españoles / Robert Downey, Jr., Dan Aykroyd, Geraldine Chaplin, Kevin Dunn, Anthony Hopkins. Colores. Quince años después de su muerte, el cineasta británico Sir Richard Attenborough rodó un filme-homenaje a este genio del séptimo arte. Su vida es recreada acertadamente en esta superproducción que comienza cuando el pequeño Charlie, de cinco años de edad, actúa en un music-hall londinense, y concluye poco antes de su muerte. Este recorrido por su intensa y fructífera existencia está basado en dos libros: su Autobiografía, y Chaplin, su vida y su arte de David Robinson, y posee destacados valores de producción con suntuosos vestuarios y escenografías. Además, el filme reúne a un panel de destacados intérpretes en un reparto presidido por Robert Downey, Jr. Recibió tres candidaturas en la entrega del Oscar correspondiente a 1992: mejor actor (Downey), música, y dirección artística.

La Cinemateca de Cuba es una institución cultural, creada en 1960, con el propósito fundamental de garantizar la protección indefinida del patrimonio cinematográfico nacional y de contribuir al desarrollo cultural cinematográfico del público. Persigue estos objetivos mediante la localización, adquisición, conservación, restauración, catalogación y exhibición de películas de interés artístico, técnico, social, histórico, político o cultural, así como toda documentación sobre la historia y desarrollo del cine nacional y mundial.

Como en todo museo, las actividades de la Cinemateca, por su naturaleza, requieren un ambiente de concentración, por lo que se exigirá el mayor orden y se tomarán las medidas necesarias para evitar que se distraiga la atención del público durante las exhibiciones. Entre estas, se solicita que los espectadores que posean teléfonos celulares los desconecten.

La Cinemateca cierra sus puertas los lunes y martes. En estos momentos hay una función diaria de miércoles a domingos a las 5:00 p.m. en nuestra sede, la Sala 23 y 12, y una programación de martes a domingos (2:30 y 5:00 p.m.) en la Sala Charlot del cine Charles Chaplin. Solo se admiten mayores de 16 años con excepciones que se informarán. Salvo indicar lo contrario, la entrada no requiere de pase o invitación alguna, y se efectuará mediante el pago en taquilla, que estará abierta 30 minutos antes de cada función y cerrará 5 minutos antes. Una vez comenzada la proyección no se permitirá el acceso a la sala, que el público debe abandonar una vez terminada la función para la tanda siguiente. La Cinemateca se reserva el derecho de alterar los programas u horarios en caso de necesidad.

Programación y Notas: Antonio Mazón Robau

Agradecimientos: José Ramón Neyra, Abel Molina, Miguel Coyula, Armando Cid, Benigno Iglesias, Raúl Rodríguez, Mediateca «André Bazin» (Escuela Internacional de Cine y TV).

Cinemateca de Cuba

Calle 23 No. 1155, Vedado, La Habana, Cuba. Tel. (537) 838-2844 / e-mail: cinemateca@icaic.cu / programador: espec2@icaic.cu

Miembro de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos [FIAF] y de la Coordinadora Latinoamericana de Archivos de Imágenes en Movimiento [CLAIM].

Cine 23 y 12

Calle 23 e/ 12 y 14, Vedado. Telf. 7833-6906

 Cine Charles Chaplin, Sala Charlot,

Calle 23 e/ 10 y 12 Telf. 7831-1101

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La cultura es ante todo una vía para la emancipación del ser humano

Abel Prieto. Presidente de la Casa de las Américas

Por Abel Prieto Jiménez

Quiero reiterar la bienvenida a los miembros del Jurado que vinieron desde distintos países de la región. Les agradecemos muy especialmente que hayan aceptado la invitación de la Casa de las Américas en tiempos tan turbulentos y que nos hayan traído su apoyo y solidaridad. Reciban también nuestro abrazo y gratitud los jurados cubanos, todos ellos parte de la familia de la Casa.

Este concurso se fundó en 1960, unos meses después del nacimiento de la institución. Cuando uno revisa el libro que prepararon Jorge Fornet e Inés Casañas (Premio Casa de las Américas. Memoria. 1960-1999), con la relación completa en ese período de premiados y jurados, comprende enseguida que la historia del Premio “es también la historia de buena parte de la literatura latinoamericana y caribeña de las últimas cuatro décadas”. Muchas figuras centrales de nuestras letras participaron como jurados del concurso, Nicolás Guillén, Asturias, Carpentier, Cortázar, Arreola, Lezama y un largo etcétera de nombres ineludibles.

El Premio sirvió al propio tiempo, como se dice en el libro, para “estimular el esfuerzo de los nuevos escritores”. “De hecho, autores como Soler Puig, Roque Dalton, Ricardo Piglia, Bryce Echenique, Skármeta y Eduardo Galeano daban sus primeros pasos en la literatura cuando fueron galardonados y publicados por la Casa”.

Organizar anualmente el Premio, lograr divulgarlo y que llegaran a tiempo a Cuba los manuscritos y los miembros del Jurado, publicar luego los libros premiados y distribuirlos internacionalmente, no eran tareas fáciles para una pequeña Isla bloqueada y hostigada desde muy temprano por los EEUU; una Isla satanizada, además, con la cual todos los países de América Latina rompieron relaciones diplomáticas (con excepción de México); una Isla rodeada de agua, de amenazas y calumnias.

Quisiera compartir aquí los testimonios de dos escritores latinoamericanos muy cercanos a nosotros, muy nuestros, que aparecen en el libro de Jorge e Inés.

Dijo Julio Cortázar:

“La Casa empezó cuando todo era abrumadoramente precario y difícil (…). El Premio representaba entonces algo así como un desafío inesperado, (…) no solamente era difícil participar en él como candidato o como jurado, sino que todo el (…) proceso resultaba aún más difícil; la composición e impresión de los libros (…), el papel, las tintas y las máquinas casi siempre ausentes o deficientes, y la distribución al exterior que en muchos casos tenía más de ideal que de realización práctica.”

Y a su vez Mario Benedetti, cuyo centenario recordaremos en los próximos días, durante la Feria del Libro, nos dejó un testimonio muy revelador de la tenacidad de esta Casa, que fue, sin ninguna duda, su Casa, durante muchos y muy fecundos años:

“La Casa (…) hizo tremendos y exitosos esfuerzos por vencer el bloqueo cultural y siguió trayendo a latinoamericanos (…), aunque para ello tuviera que traerlos a través de complicadísimos itinerarios que pasaban por Checoslovaquia, Irlanda y Canadá. (…) La primera vez que vine a Cuba, en enero de 1966, (…) tuve que volar nada menos que cincuenta horas, (…) e incluso quedar anclado durante 18 días en Praga porque los viejos y beneméritos aviones Britannia (los únicos que entonces tenía Cuba) (…) era imprescindible que fueran urgentemente atendidos por los geriatras de la aeronáutica. Pero estoy seguro de que la Casa nos hubiera traído en avionetas, o en barcos de vela, o en lanchas con motor fuera de borda, con tal de que el Premio siguiera derrotando el bloqueo.”

Este Premio Casa 2020 hubo que hacerlo en condiciones de extrema tensión por la política de la administración Trump, que ha reforzado ese bloqueo y su agresividad hasta límites inconcebibles, realmente inéditos. Estuvimos hasta evaluando si podríamos finalmente trasladar a los Jurados hasta Cienfuegos o si nos movíamos hacia algún otro lugar más cercano. Por supuesto, contamos con todo el apoyo del Ministerio de Cultura, del Ministerio de Turismo, de las autoridades de Cienfuegos, y pudimos mantener el programa como se había concebido.

Lo que nunca estuvo en duda, puedo asegurárselo, es que íbamos a llevar adelante el Premio y que iba ser una nueva victoria de la cultura cubana y de la cultura latinoamericana y caribeña.

Ahora quisiera hablar de alguien que nos falta en este acto: Roberto Fernández Retamar, director de la revista Casa desde 1965 y presidente de esta institución durante más de treinta años. Es una ausencia dolorosa, una herida muy difícil de curar (incurable seguramente). Su liderazgo, la hondura de sus reflexiones y de su poesía, llenaron los espacios de la Casa, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, de la Universidad de la Habana, del Centro de Estudios Martianos y de toda nuestra cultura y dejaron una huella irrepetible. Nos legó una obra mayor, trascendente, que ha nutrido de modo decisivo el pensamiento de la descolonización a escala universal.

Nadie como Roberto supo desmontar de manera tan lúcida y aguda los estereotipos, las palabras y conceptos engañosos, la mirada colonizadora, eurocentrista y yanquicentrista, y el mito de la superioridad de Occidente sobre los pueblos del Oriente y del Sur.

La Casa se levanta sobre una plataforma conceptual que tiene que ver con todo ese desmontaje que hizo Roberto. Y tiene que ver obviamente con Bolívar, Martí y Fidel; con los aportes de muy numerosos creadores, de la cultura popular, del patrimonio vivo tan rico que tenemos, de toda esa impresionante acumulación multicultural (liberadora y anticolonial) del ámbito latinoamericano y caribeño.

Martiano de los más devotos y penetrantes que hemos tenido, intérprete genial de la cosmovisión del Apóstol, de su ideario antimperialista, latinoamericanista y tercermundista, Roberto siguió la misma ruta de Fidel y de otros intelectuales nuestros: llegaron al marxismo después de haber convivido intensamente con Martí.

Roberto trabajó muy cerca de Haydée Santamaría y, por tanto, muy cerca de Fidel. Se alimentó en un diálogo incesante de sus concepciones. Entendió a fondo su modo singularísimo de razonar, de debatir, de hilvanar ideas disímiles a través de aparentes digresiones y de regresar una y otra vez al núcleo central de su pensamiento antidogmático, inagotable, enemigo de las respuestas simplistas, esquemáticas, siempre dispuesto a explorar los entresijos de la historia, a extraer de esa búsqueda lecciones sorprendentes, y a viajar al futuro para prever trampas, peligros, distorsiones e imaginar todas las soluciones posibles e incluso las imposibles.

Recuerdo que Roberto decía que Fidel era martiano sin necesidad de citar a Martí, de una manera tan natural y orgánica como quien respira. Y hoy podríamos decir que en Roberto estaban instalados orgánicamente, juntos, Martí y Fidel. Conoció además al Che, que lo impresionó como político, como fundador de la Cuba nueva, y como profundo intelectual, y escribió páginas excepcionales sobre él. Y lo leyó todo y lo debatió todo —y por eso nos ha dejado tantas pistas indispensables.

Haydée encontró en Roberto un colaborador fraterno, leal, de enorme utilidad, en medio de las complejísimas batallas de los años 60 y 70, cuando EEUU reforzó su ofensiva en el ámbito cultural para aislar a Cuba e impedir a toda costa que se articulara un movimiento artístico e intelectual crítico, no controlado por el sistema.

Para recordar a Haydée, en una ocasión como esta, hay que darle la palabra una vez más a Roberto:

“…la Casa tiene el sello de Haydée Santamaría. Ella marcó para siempre con su impronta de fuego la Casa. (…) Era una persona única, extraordinaria, que marcaba con su sello cuanto hacía e hizo muchas cosas. (…) Haydée (…) llevó a la Casa de las Américas no la sabiduría académica, que no tuvo ni le interesaba para nada, sino la frescura de entrar en el mundo de la cultura sin prejuicios. (…) Tenía una inteligencia deslumbrante, que era, creo yo, particularmente deslumbrante porque no se atenía a norma alguna. (…) Ella conoció horas extraordinariamente graves de nuestra América. Logró, a través de la Casa, que Cuba mantuviera relaciones culturales a menudo muy intensas, con muchos de los mejores escritores, intelectuales y artistas de América Latina.”

Una de las claves para establecer este vínculo con todo el continente tiene que ver con la convicción de que la cultura es ante todo una vía para la emancipación del ser humano. Esta es una idea básica. Se traiciona a la cultura si se le emplea como instrumento de dominación, si se le ve como algo colateral, como ornamento, como mercancía.

Este Premio resulta ciertamente un espacio insólito en medio del clima que predomina en los circuitos hegemónicos de promoción artística y literaria, donde el mercado se ha erigido en juez supremo. La atención hoy se concentra en los productos o subproductos culturales que se venden bien con el respaldo del eficaz aparato publicitario de la industria. Como dijo amargamente hace ya varios años Dubravka Ugresic, el mercado literario ha tocado fondo; ha llegado al punto en que las memorias de Mónica Lewinsky merecen más publicidad que las obras completas de Marcel Proust.

En un contexto así, la Casa de las Américas, desde la Habana, sigue convocando tenazmente a su Premio literario, sin hacer concesiones, sin perder un ápice de su naturaleza libre y creadora, sin distanciarse ni un milímetro de aquello que lo ha caracterizado desde su fundación.

El Premio Casa ha sido anticolonial, martiano, calibánico, expresión de apego innegociable a la cultura; ajeno por esencia a las operaciones de marketing de los conglomerados editoriales en que se han convertido muchos concursos de los más publicitados. El Premio se concentra en el rigor y la calidad de las obras que concursan, en su calado, en los desafíos que se proponen, y no en el “gancho” ni en los efectos baratos ni en los potenciales éxitos de venta.

Tampoco ha sido jamás un concurso para promover literatura panfletaria. En una ocasión similar a esta, Roberto les solicitó a los jurados que recordaran una observación de Martí: “La poesía, que es arte, no vale disculparla con que es patriótica o filosófica, sino que ha de resistir como el bronce y vibrar como la porcelana.”

 

Actualmente el panfleto que está de moda, en realidad, y se difunde y premia con mucho entusiasmo y mucho dinero es el panfleto de derecha. Nadie se permite llamarlo “panfletario”; pero esa es verdaderamente su función: secuestrar la subjetividad del lector en un estilo divertido y ligero y conducirlo a aceptar el sistema y adaptarse a su posición de sumiso consumidor.

La crisis cultural que vive el mundo está acompañada de una crisis moral, política, institucional, jurídica. “Todo lo sólido se desvanece en el aire”, dijo Marx en 1848, y luego, en 1992, Marshall Berman tituló así un libro suyo muy valioso. Hoy habría que repetir la frase, todo lo sólido se desvanece en el aire, todo lo sagrado es profanado. La verdad y la mentira conviven promiscuamente. Para vencer a tu enemigo, para ganar, cualquier recurso es válido. No hay límites, no hay decoro, no hay pudor.

Por otra parte, todo tiende a trivializarse y a convertirse en show, la política, la guerra misma, las amenazas del Emperador a través de Twitter. Su arrogancia y la de su corte no conocen fronteras. Los conflictos no se negocian. Terminan (o empiezan) con ataques, sanciones y más sanciones, y se quiebran una y otra vez los principios sobre los que se creó la ONU, el multilateralismo, el consenso, la igualdad de los países independientemente de su tamaño o de su fuerza militar o económica. Las normas más elementales de la convivencia internacional son ignoradas por un grotesco Emperador a quien Roberto llamó certeramente “Calígula atómico”.

Este Premio se ha convocado en medio de circunstancias históricas muy dramáticas y convulsas en la región. Si Haydée “conoció horas extraordinariamente graves de nuestra América”, nosotros hemos estado viviendo horas similares. Presenciamos los incendios en la Amazonía, y otros incendios asociados a la ofensiva de la ultraderecha y de EEUU, a la resurrección de la Doctrina Monroe y del macartismo, a conspiraciones y trampas judiciales contra líderes progresistas, a crímenes atroces.

Hemos visto en las redes, y por Telesur, fosas comunes recién descubiertas con cientos de cadáveres; jóvenes que han perdido la vista por balines de los carabineros; niños migrantes en jaulas, separados de sus familias; manifestantes golpeados, torturados, quemados con chorros de agua mezclada con ácido, asesinados; expresiones impúdicas de asedio, persecución política y venganza. Han resurgido formas de terrorismo de estado que parecen provenir de los años de Pinochet, de Videla, del Plan Cóndor.

El 2019 se inició en Nuestra América con un “presidente” apócrifo que se autoproclamó en Venezuela, fue reconocido apresuradamente por 50 países encabezados por EEUU, y se inauguró una escalada de todo tipo de agresiones contra el gobierno legítimo de esa nación hermana. Y el año terminó en Colombia con una cifra record de líderes sociales sacrificados y en Chile con los carabineros arremetiendo contra miles de manifestantes que se habían reunido en la Plaza de la Dignidad en espera del año nuevo mientras rendían homenaje a las víctimas de la represión.

No por azar en el 2019 se multiplicaron en EEUU los delitos y los grupos de odio. Fue un año pródigo en tiroteos masivos. El 3 de agosto un joven supremacista blanco asesinó en El Paso, Texas, a 22 personas e hirió a otras 24. Había ido allí con un fusil y muchas municiones “a matar mexicanos”, según declaró. Los analistas más serios concuerdan en que el crecimiento vertiginoso de estos fenómenos se inició a partir de la campaña electoral del 2016 de Trump. Su retórica antiinmigrante, agresiva y racista, ha funcionado hacia dentro del país y hacia el exterior. Sus desplantes frecuentes con relación a América Latina y el Caribe están cargados todo el tiempo de desprecio y racismo.

No debemos olvidar que los métodos de demolición cultural de los pueblos considerados inferiores para justificar las guerras de conquista fueron usados por griegos y romanos, por los rapaces caballeros de las Cruzadas, por los “descubridores” de América, por los que cazaron en África a hombres, mujeres y niños “salvajes” para esclavizarlos.

El genocidio de Hiroshima y Nagasaki fue precedido en EEUU por el internamiento de más de 120 mil inmigrantes japoneses en campos de concentración y una campaña crudamente racista. Al hacer una crónica sobre la batalla de Iwo Jima (febrero-marzo de 1945), la revista Time dijo que “el japonés medio es irracional e ignorante. Quizás sea humano, pero nada lo indica”. ¿Cuántas veces en la historia de Occidente se les ha negado la condición humana a las víctimas “inferiores” de los poderosos?

Hoy argumentos muy parecidos se repiten para legitimar la violencia del sistema contra quienes se le oponen en los medios de comunicación y en las redes sociales —empleadas cada vez más de manera fraudulenta, para manipular electores y elecciones y fomentar prejuicios y corrientes de opinión falsas.

Hemos visto escenas en Bolivia, tras el golpe de Estado, que recuerdan los días de la Conquista, cuando se juntaron la cruz y la espada para imponer la opresión y el saqueo. Han brotado manifestaciones fundamentalistas, contra los movimientos indígenas y contra la vida y la integridad física de su gente.

El resentimiento que ha salido a flote contra símbolos y tradiciones indígenas, contra las mujeres que usan pollera, contra una bandera como la wiphala, tiene raíces muy profundas y vínculos genéticos con el fascismo. Por eso es tan significativo que la Casa haya convocado este año al Premio de Estudios sobre Culturas Originarias de América. Por eso este Programa, el dedicado a las Culturas Originarias, que coordina Jaime Gómez Triana, adquiere en el contexto actual una jerarquía mayor.

Mientras más belicosa y primitiva es la barbarie, resulta más importante mantener el rigor de las investigaciones que debe promover la Casa sobre estos procesos culturales específicos, acompañadas, obviamente, por la más amplia difusión de sus resultados. La cultura auténtica es un antídoto de eficacia incuestionable frente al neofascismo.

Cuando hicimos la conferencia de prensa sobre el Premio, estuve comentando un texto de Roberto (“Notas sobre América”), publicado en la revista Casa. Allí habla, con la misma angustia de Eric Hobsbawm, del ascenso incontrolable de la barbarie durante todo el siglo XX y lo que va de XXI y nos convoca a no abandonar nunca, ni en las peores circunstancias, la fe en las utopías y en la esperanza.

Una barbarie, como dice Roberto, que se expresa en una capacidad destructiva abrumadora que nunca tuvo Hitler y sí tiene en cambio el Emperador de este nuevo Reich, el “Calígula atómico”. Para colmo, Trump se niega a aceptar el cambio climático y sus consecuencias ya prácticamente irreversibles para el planeta y para la especie.

En cuanto a Cuba, ya les hablé un poco al principio de la obsesión de EEUU contra nosotros. Por primera vez desde que se dictó la Ley Helms-Burton, un presidente yanqui ha firmado los capítulos que permiten presentar demandas ante tribunales estadounidenses a los supuestos dueños o a descendientes de dueños de propiedades nacionalizadas por la Revolución contra cualquier empresa o ciudadano del mundo que esté invirtiendo en una de esas propiedades. Es una aberración jurídica, extraterritorial, inadmisible. Máxime si recordamos que Cuba ofreció negociar indemnizaciones, y EEUU siempre se negó, pensando, claro, recuperarlas por la fuerza cuando llegara el momento.

Aspira a espantar a los inversionistas extranjeros. Aspira a asfixiarnos, como todas las nuevas medidas restrictivas que ha venido tomando EEUU contra Cuba, prácticamente cada semana, a los cruceros, a los vuelos, a las remesas, a los intercambios profesionales y académicos. Todo eso acompañado de un diluvio cada vez mayor y más desvergonzado de mentiras.

Con la persecución a navieras, barcos y compañías aseguradoras que debían traer a la Isla el combustible comprado, trataron a partir de abril de 2019 de estrangularnos con acciones de abierta piratería y una presión desmedida y cruel. Pero el país no se detuvo. No se detuvieron los programas básicos, vinculados a la construcción de viviendas, a la producción de alimentos, a la sustitución de importaciones, a impulsar la exportación de los rubros tradicionales y de otros nuevos. No se detuvo la batalla contra todo vestigio de burocracia, contra la insensibilidad, contra la rutina.

No se detuvo la intensa vida cultural del país. Se celebró con mucho éxito el Festival de Cine. Ahora acaba de terminar un prestigioso evento internacional de Jazz. En febrero tendremos nuestra Feria del Libro.

Como dijo el Presidente Díaz-Canel, usando una frase popular que sintetiza las situaciones peligrosas por las que hemos pasado, “Nos tiraron a matar, y estamos vivos”.

Sabemos que en este 2020 van a seguir cerrando el cerco y tirándonos a matar; pero vamos a sobrevivir. En nuestra gente hay una conciencia muy clara de que nos estamos jugando cosas medulares y demasiado trascendentes —y nadie va a venir a engañarla con espejismos.

Este mismo Premio Casa de las Américas es sin duda una victoria sobre el afán enfermizo de destruirnos. Representa otra apuesta de Cuba por la cultura, por la vida, el pensamiento, la poesía, la inteligencia, la solidaridad, ante el discurso del odio, del neofascismo, de la estupidez arrogante, de la mentira y la manipulación.

Es una victoria de Cuba a la que ustedes, los jurados, han contribuido decisivamente. Sin ustedes, sin la solidaridad y el respaldo de ustedes, este Premio hubiera fracasado.

La Casa de Haydée, Roberto, Mariano, de los fundadores, Marcia, Silvia, Chiqui, y de los que se fueron sumando sucesivamente a este equipo, Nancy, Miriam, Idelisa, Aurelio, Luisa, María Elena, Vivian, Jorge, Jaime, Yolanda, la otra Silvia, Camila y muchos más, está habituada a trabajar en medio de obstáculos y adversidades. Es un modelo sorprendente de resistencia. Hasta ciclones y marejadas la han embestido con saña, pretendiendo arrasarlo todo, la memoria conservada aquí, los libros, las cartas, las revistas, las piezas de arte. Le han hecho daño a la Casa; pero no han podido destruirla. Tenemos un admirable colectivo de trabajadores (como les decía el otro día a los periodistas) que se caracteriza por su sentido de pertenencia, por el orgullo de formar parte de esta institución, por llevar en sí una chispa vivificadora de la mística de Haydée.

A veces me parece que la Casa es como una réplica en pequeño de la Cuba que enfrenta ciclones, tornados, bloqueos y golpes bajos, y sigue empecinada en no renunciar a la utopía.

2003 se asemeja de algún modo a 2019 y a este 2020. En marzo de aquel año, Bush anunció la invasión a Irak. En Miami, los grupos extremistas de origen cubano salieron a la calle a gritar “Irak ahora; Cuba después”. Antes, en 2002, Bush dijo que su ejército tenía que transformarse en “una fuerza militar lista para atacar inmediatamente 60 o más oscuros rincones del mundo”. “Oscuros”, dijo, y a nadie se le escapó la intención racista de la palabra.

En enero del 2003, en un evento dedicado a Martí, Fidel afirmó que “la gran batalla se librará en el campo de las ideas y no en el de las armas” y exhortó a los participantes a trabajar sin descanso por “sembrar ideas” y “sembrar conciencia”.

La Casa de las Américas se ha apropiado de aquella exhortación. Es uno de los mandatos que nos dejó a los hombres y mujeres de la cultura. Ideas, conciencia, frente a los que creen que el dinero y las bombas y la fuerza bruta lo pueden todo.

Ya voy a terminar estas palabras, que han resultado demasiado extensas; pero, antes de concluir, quiero anunciar el estreno de un audiovisual que tiene un significado muy particular para nosotros. Nació de la relación que tuvo siempre Haydée con Martí. Desde la Casa, Haydée invitó a trovadores cubanos a musicalizar sus poemas. Así se hicieron varios discos muy hermosos. Entre ellos, Versos de José Martí cantados por Sara González. Dentro de unos minutos vamos a escuchar una de las piezas de ese disco.

El audiovisual tiene un texto introductorio brevísimo que explica la intención de la Casa. Los amigos que vienen del extranjero quizás no están al tanto; pero en los primeros días de enero de 2020 circularon en las redes sociales imágenes de bustos de Martí manchados ofensivamente. Aquí en Cuba la gente ha reaccionado con mucha indignación ante la afrenta, y se han hecho muchos actos de desagravio al Apóstol y de rechazo a la infamia.

(Estos hechos, por cierto, tuvieron un antecedente en noviembre de 2019, en Santa Cruz, Bolivia, donde unos fascistas partidarios del golpe de Estado cubrieron con tinta negra un retrato en cerámica de Martí hecho por el escultor boliviano Lorgio Vaca. Otra coincidencia: hace unos pocos días profanaron la tumba del trovador chileno Víctor Jara, torturado salvajemente antes de ser asesinado por Pinochet y resucitado ahora con sus canciones en las jornadas de protesta contra Piñera. Al fascismo lo exasperan los símbolos de la emancipación, sobre todo si mantienen su presencia.)

Volviendo a Cuba y a Martí, debo terminar diciendo que la Casa de las Américas se suma a las expresiones de reivindicación martiana de nuestro pueblo con el audiovisual que vamos a ver y a escuchar ahora.

Muchas gracias.

Palabras de Abel Prieto en la inauguración del Premio Literario Casa de las Américas 2020.

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¿Para quiénes escribió José Martí La Edad de Oro?

La edad de Oro, de José Martí

Por Luis Toledo Sande

A muchísimas personas la pregunta les parecerá retórica, y con razón. Es sabido que José Martí echó sobre sus hombros esa revista para contribuir a formar a las nuevas hornadas de hijos e hijas de nuestra América. Lo declaró más de una vez en la misma publicación, y fuera de ella. Al anunciar su aparición, escribió: “Cada día primero de mes se publicará en Nueva York un número de La Edad de Oro, con artículos completos y propios, y compuesto de manera que responda a las necesidades especiales de los países de lengua española en América, y contribuya todo en cada número directa y agradablemente a la instrucción ordenada y útil de nuestros niños y niñas, sin traducciones vanas de trabajos escritos para niños de carácter y de países diversos”.

En general, concebía sus textos como si fueran libros dentro de una obra mayor, la suya, y con esa visión intuía que la revista podría convertirse, y mostró desear que así fuera, en libro perdurable: “La empresa de La Edad de Oro desea poner en las manos del niño de América un libro que lo ocupe y regocije, le enseñe sin fatiga, le cuente en resumen pintoresco lo pasado y lo contemporáneo, le estimule a emplear por igual sus facultades mentales y físicas, a amar el sentimiento más que lo sentimental, a reemplazar la poesía enfermiza y retórica que está aún en boga, con aquella otra sana y útil que nace del conocimiento del mundo; a estudiar de preferencia las leyes, agentes e historia de la tierra donde ha de trabajar por la gloria de su nombre y las necesidades del sustento”.

En sus palabras se advierte claramente que la revista no está pensada para Nueva York, aunque podía desear que fuera útil también allí, donde se redactaría y se imprimiría por razones prácticas, comenzando por el hecho de que en esa urbe residían él y el editor propietario de la publicación. Sobre la circulación que desea para el mensuario expresa: “Los números se venderán sueltos en las agencias del periódico, y en las principales librerías de cada país, a 25 centavos”, y añade: “Se reciben pedidos por semestre en la administración, New York, William Street 77, acompañados de su importe, para facilitar la adquisición del número a los que residan en lugares donde no haya librerías, o en cuyas librerías no esté de venta La Edad de Oro”.

Las citas provienen de la circular preparada por el propio Martí para abrirle el camino a la revista en el público al cual quería hacerla llegar. El texto lo empleó Gonzalo de Quesada Aróstegui en el preámbulo de la primera reproducción de la revista, lo que se hizo con los cuatro números juntos, a manera de libro: el volumen que en 1905 logró editar en Turín, Italia, como parte de la serie pionera —gestada por el propio Quesada Aróstegui— de obras de Martí, un paso hacia las que devendrían ediciones de las Obras completas del Maestro.

En la nota introductoria a la primera entrega, correspondiente a julio de 1889, escribió Martí: “Para eso se publica La Edad de Oro: para que los niños americanos sepan cómo se vivía antes, y se vive hoy, en América, y en las demás tierras: y cómo se hacen tantas cosas de cristal y de hierro, y las máquinas de vapor, y los puentes colgantes, y la luz eléctrica; para que cuando el niño vea una piedra de color sepa por qué tiene colores la piedra, y qué quiere decir cada color; para que el niño conozca los libros famosos donde se cuentan las batallas y las religiones de los pueblos antiguos”. También declara: “Así queremos que los niños de América sean: hombres que digan lo que piensan, y lo digan bien. Hombres elocuentes y sinceros”.

En su carta del 3 de agosto de 1889 a Manuel Mercado se lee: “El abono se puede traer de otras partes; pero el cultivo se ha de hacer conforme al suelo. A nuestros niños los hemos de criar para hombres de su tiempo, y hombres de América.—Si no hubiera tenido a mis ojos esta dignidad, yo no habría entrado en esta empresa”. No será necesario puntualizar —pero puntualícese, por si lo fuera— que en esas citas, y en otras, cuando Martí habla de América se refiere en especial no solo a la de habla española, sino a la que él llamó “nuestra”, para diferenciarla de la otra, ajena y sede del mayor peligro que se cernía sobre nuestros pueblos, y que tenía él en mente cuando se encargó de la revista y se avecinaba la conferencia internacional que marcó el nacimiento del panamericanismo imperialista.

En sus cartas a Mercado —quien tantas veces lo auxilió en la realización y el camino de sus publicaciones: basta citar el libro Guatemala (impreso en México en 1878), y las crónicas para el diario mexicano El Partido Liberal— enfatiza el ruego de que la revista encuentre en México buenas vías para su distribución. Pero va más allá en sus planes, y antes ha expresado su deseo de “atraer la atención del público y de 1os gobiernos sobre una empresa en que he consentido entrar, porque, mientras me llega la hora de morir en otra mayor, como deseo ardientemente, en esta puedo al menos, a la vez que ayudar al sustento con decoro, poner de manera que sea durable y útil todo lo que a pura sangre me ha ido madurando en el alma”.

Su referencia a “los gobiernos” corrobora que su afán no se reducía a México. Aunque no se hallaran otras pruebas textuales de su amplia perspectiva latinoamericanista —que plasmó en el mensuario y en tantas otras páginas— su insistencia en el público para el cual la publicación estaba pensada autoriza a considerar que le gestionó vías necesarias para garantizar que se cumpliese lo anunciado en la circular, donde se refiere a “las principales librerías de cada país”, no de uno solo de ellos.

De eso hay evidencia concreta. También incluyó a su patria, núcleo de sus preocupaciones, en el afán de que el mensuario —que Enrique José Varona y otros saludaron de distintos modos en La Habana— se conociera no solo en la capital de Cuba, aunque la realidad colonial no favoreciera su deseo. El 27 de julio de 1889 le escribe al compatriota Amador Esteva, quien reside en Guantánamo, y le explica: “[Le he] ofrecido al editor de La Edad de Oro buscarle, por medio de Vd., un buen agente en Guantánamo”. Pero el ser humano de intensa actividad que en medio de su sentido de urgencia subía las escaleras saltando peldaños, ya había puesto en marcha el plan, y le daba vida: “Vd. debe haber recibido la circular, porque yo se la mandé y ahora recibirá el primer número. Dígame si he salido airoso, y si he dado con la manera de hablar con la gente menor”.

Lejos de atenerse a consultas y sugerencias, adelanta instrucciones: “Lo que le ruego, pues, es que recoja Vd. del correo ese paquete de 20 ejemplares del primer número que le va certificado, y lo ponga en manos, con la carta adjunta, de aquella persona que por oficio o por afición pudiese servir en su concepto con más eficacia a La Edad de Oro”. No será exagerado considerar que Martí buscaba una especie de red cubana para la distribución del mensuario, el cual —también le dice a Esteva— “no debe caer mal en Guantánamo, a juzgar por dos cartas recibidas de allí en respuesta a la circular”. A todas luces, la revista se hacía sentir lejos. Ni remotamente se limitaría a Nueva York.

Sí, con sobrada razón vale cuestionarse la pertinencia de la pregunta con que se titula el presente artículo, y no demora el autor la explicación de por qué se la ha hecho: alguien, como si revelara una gran verdad, ha diagnosticado que Martí escribió La Edad de Oro para los hijos de la burguesía —¿latinoamericana?— establecida en Nueva York.

Nada se debe descuidar, sobre todo tratándose de un legado como el de Martí, contra el cual las tergiversaciones pueden alcanzar grados que permitan compararlas con la profanación. No se habla de intenciones: hasta las mejores pueden pavimentar los vericuetos de la infamia, máxime cuando ciertos logros de la academia estadounidense han servido para propalar el criterio que la historia es mero relato, no más que un simulacro, y que —religiones aparte, si acaso— nada ni nadie hay ni ha habido sagrado. Por tanto, nada merece respeto ni está libre de que se le dediquen falsificaciones e insultos. Y si Martí puede pertenecernos a todos no es para que cualquiera diga lo que le venga en gana o se permita hacer sobre él afirmaciones infundadas.

Nada de lo aquí dicho —valga precisarlo en previsión de sabios abogados del diablo— niega que los padres y las madres del público infantil y adolescente al que se destinaba La Edad de Oro podía corresponderles, tanto como a maestros y maestras, una particular función intermediaria entre la revista y su público. Pero está probado que también en ese público ella sigue produciendo disfrute, veneración incluso. Y Martí lo consiguió sin ceder a la ñoñería con que otros autores han creído necesario dirigirse a la infancia. Con ello ratificó el respeto que sentía hacia quienes lo leían —o escuchaban—, además de que no por gusto los textos del mensuario suelen citarse junto a otros suyos en estudios de gran alcance acerca de su pensamiento y su obra literaria.

¿Será necesario añadir que Martí era consciente de que, en sus circunstancias, la generalidad del público al cual quería dirigirse, y se dirigía, estaba lejos de contar con recursos para adquirir libros y revistas, y de haber tenido el acceso que él deseaba que todos los seres humanos tuvieran a la cultura? Tan consciente era de esa realidad que en su prólogo al libro Cuentos de hoy y de mañana, de 1883, del también cubano Rafael de Castro Palomino, escribió: “De todos los problemas que pasan hoy por capitales, solo lo es uno: y de tan tremendo modo que todo tiempo y celo fueran pocos para conjurarlo: la ignorancia de las clases que tienen de su lado la justicia”.

Al año siguiente, en el artículo “Maestros ambulantes”, sostuvo que era necesario “abrir una campaña de ternura y de ciencia, y crear para ella un cuerpo, que no existe, de maestros misioneros”, porque, añadió: “La escuela ambulante es la única que puede remediar la ignorancia campesina”, y no solo esa, cabría añadir. No es fortuito que el artículo se considere anunciador de la Campaña de Alfabetización que Cuba libró dentro de su territorio y ha favorecido en otros pueblos. Tampoco es casual que una máxima central del texto, “Ser culto es el único modo de ser libre”, diera pábulo al lema cardinal de esa Campaña, que tanta luz le aportó a Cuba: “Ser cultos para ser libres”, lema que, dicho sea de paso, abrevia el original, pero no solamente no lo supera, lo empobrece.

El propio Martí fue consciente de lo nutridora que para el público resultaba La Edad de Oro. En la citada carta a Mercado reconoció: “Veo por acá que ha caído en los corazones desde la aparición de la circular. Los que esperaban, con la excusable malignidad del hombre, verme por esta tentativa infantil, por debajo de lo que lo que se creían obligados a ver en mí, han venido a decirme, con su sorpresa más que con sus palabras, que se puede publicar un periódico de niños sin caer de la majestad a que ha de procurar alzarse todo hombre”.

De ese asombro fue testigo y entusiasta vocero Manuel Gutiérrez Nájera. Aún la revista se publicaba cuando la comparó con la aurora, con “el trabajo del alba: despertar”. Hay que amarrarse las manos para no extenderse en los aciertos del relevante poeta mexicano, quien, entre otras cosas, sostuvo: “¡Así quisiéramos los hombres que nos enseñaran muchas cosas que no sabemos! ¡Así me ha enseñado La Edad de Oro mucho que ignoraba! ¡Porque en todo hombre hay un niño que pregunta y a todo hombre habla La Edad de Oro, como a niño y por eso le enseña!”, porque lo hace con el don de la poesía y de la sinceridad: “no parece que escribe para los muchachos, como si temiera que los muchachos no supiesen leer aún. Parece que se los sube a las rodillas y que allí les habla”.

Nada de Martí se debe tratar a la ligera, como de modo irresponsable se le puede a algún chistoso, lo que se dice sin olvidar que los chistes no siempre sean intrascendentes. No valen afirmaciones infundadas para valorar un legado que sigue y seguirá siendo cimiento de la patria y su ética, de la nación y su cultura, y una de las contribuciones que más hayan enriquecido el espíritu de la humanidad, no solo en la patria natal del hombre de La Edad de Oro.

Tomado de: https://www.cubaperiodistas.cu

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La verdad sobre los Estados Unidos

Periódico Patria

Por José Martí

Es preciso que se sepa en nuestra América la verdad de los Estados Unidos. Ni se debe exagerar sus faltas de propósito, por el prurito de negarles toda virtud, ni se ha de esconder sus faltas, o pregonarlas como virtudes. No hay razas: no hay más que modificaciones diversas del hombre, en los detalles de hábito y forma que no les cambian lo idéntico y esencial, según las condiciones de clima e historia en que viva. Es de hombres de prólogo y superficie–que no hayan hundido los brazos en las entrañas humanas, que no vean desde la altura imparcial hervir en igual horno las naciones, que en el huevo y tejido de todas ellas no hallen el mismo permanente duelo del desinterés constructor y el odio inicuo, –el entretenimiento de hallar variedad sustancial entre el egoísta sajón y el egoísta latino, el sajón generoso o el latino generoso, el latino burómano o el burómano sajón: de virtudes y defectos son capaces por igual latinos y sajones. Lo que varía es la consecuencia peculiar de la distinta agrupación histórica: en un pueblo de ingleses y holandeses y alemanes afines, cualesquiera que sean los disturbios, mortales tal vez, que le acarree el divorcio original del señorío, y la llaneza que a un tiempo lo fundaron, y la hostilidad inevitable, y en la especie humana indígena, de la codicia y vanidad que crean las aristocracias contra el derecho y la abnegación que se les revelan, no puede producirse la confusión de hábitos políticos, y la revuelta hornalla, de los pueblos en que la necesidad del conquistador dejó viva la población natural, espantada y diversa, a quien aún cierra el paso con parricida ceguedad la casta privilegiada que engendró en ella el europeo. Una nación de mocetones del Norte, hechos de siglos atrás al mar y a la nieve, y a la hombría favorecida por la perenne defensa de las libertades locales, no puede ser como una isla del trópico, fácil y sonriente, donde trabajan por su ajuste, bajo un gobierno que es como piratería política, la excrecencia famélica de un pueblo europeo, soldadesco y retrasado, los descendientes de esta tribu áspera e inculta, divididos por el odio de la docilidad acomodaticia a la virtud rebelde, y los africanos pujantes y sencillos, o envilecidos y rencorosos, que de una espantable esclavitud y una sublime guerra han entrado a la conciudadanía con los que los compraron y los vendieron, y, gracias a los muertos de la guerra sublime, saludan hoy como a igual al que hacían ayer bailar a latigazos. En lo que se ha de ver si sajones y latinos son distintos, y en lo que únicamente se les puede comparar, es en aquello en que se les hayan rodeado condiciones comunes: y es un hecho que en los Estados del Sur de la Unión Americana, donde hubo esclavos negros, el carácter dominante es tan soberbio, tan perezoso, tan inclemente, tan desvalido, como pudiera ser, en consecuencia de la esclavitud, el de los hijos de Cuba. Es de supina ignorancia, y de ligereza infantil y punible, hablar de los Estados Unidos, y de las conquistas reales o aparentes de una comarca suya o grupo de ellas, como de una nación total e igual, de libertad unánime y de conquistas definitivas: semejantes Estados Unidos son una ilusión, o una superchería. De las covachas de Dakota, y la nación que por allá va alzándose, bárbara y viril, hay todo un mundo a las ciudades del Este, arrellanadas, privilegiadas, encastadas, sensuales, injustas. Hay un mundo, con sus casas de cantería y libertad señorial, del Norte de Schenectady a la estación zancuda y lúgubre del Sur de Petersburg, del pueblo limpio e interesado del Norte, a la tienda de holgazanes, sentados en el coro de barriles, de los pueblos coléricos, paupérrimos, descascarados, agrios, grises, del Sur. Lo que ha de observar el hombre honrado es precisamente que no sólo no han podido fundirse, en tres siglos de vida común, o uno de ocupación política, los elementos de origen y tendencia diversos con que se crearon los Estados Unidos, sino que la comunidad forzosa exacerba y acentúa sus diferencias primarias, y convierte la federación innatural en un estado, áspero, de violenta conquista. Es de gente menor, y de la envidia incapaz y roedora, el picar puntos a la grandeza patente, y negarla en redondo, por uno u otro lunar, o empinársele de agorero, como quien quita una mota al sol. Pero no augura, sino certifica, el que observa cómo en los Estados Unidos, en vez de apretarse las causas de unión, se aflojan; en vez de resolverse los problemas de la humanidad, se reproducen; en vez de amalgamarse en la política nacional las localidades, la dividen y la enconan; en vez de robustecerse la democracia, y salvarse del odio y miseria de las monarquías, se corrompe y aminora la democracia, y renacen, amenazantes, el odio y la miseria. Y no cumple con su deber quien lo calla, sino quien lo dice. Ni con el deber de hombre cumple, de conocer la verdad y esparcirla; ni con el deber de buen americano, que sólo ve seguras la gloria y la paz del continente en el desarrollo franco y libre de sus distintas entidades naturales; ni con su deber de hijo de nuestra América, para que por ignorancia, o deslumbramiento, o impaciencia, no caigan los pueblos de casta española, al consejo de la toga remilgada y el interés asustadizo, en la servidumbre inmoral y enervante de una civilización dañada y ajena. Es preciso que se sepa en nuestra América la verdad de los Estados Unidos.

Lo malo se ha de aborrecer, aunque sea nuestro; y aun cuando no lo sea. Lo bueno no se ha de desamar, sólo porque no sea nuestro. Pero es aspiración irracional y nula, cobarde aspiración de gente segundona e ineficaz, la de llegar a la firmeza de un pueblo extraño por vías distintas de las que llevaron a la seguridad y al orden al pueblo envidiado: –por el esfuerzo propio, y por la adaptación de la libertad humana a las formas requeridas por la constitución peculiar del país. En unos es el excesivo amor al Norte la expresión, explicable e imprudente, de un deseo de progreso tan vivaz y fogoso que no ve que las ideas, como los árboles, han de venir de larga raíz, y ser de suelo afín, para que prendan y prosperen, y que al recién nacido no se le da la sazón de la madurez porque se le cuelguen al rostro blando los bigotes y patillas de la edad mayor: monstruos se crean así, y no pueblos: hay que vivir de sí, y sudar la calentura. En otros, la yanquimanía es inocente fruto de uno u otro saltito de placer, como quien juzga de las entrañas de una casa, y de las almas que en ella ruegan o fallecen, por la sonrisa y lujo del salón de recibir, o por la champaña y el clavel de la mesa del convite:–padézcase; carézcase; trabájese; ámese, y, en vano; estúdiese, con el valor y libertad de sí; vélese, con los pobres; llórese, con los miserables; ódiese, la brutalidad de la riqueza; vívase, en el palacio y en la ciudadela, en el salón de la escuela y en los zaguanes, en el palco del teatro, de jaspes y oro, y en los bastidores, fríos y desnudos: y así se podrá opinar, con asomos de razón, sobre la república autoritaria y codiciosa, y la sensualidad creciente, de los Estados Unidos. En otros, póstumos enclenques del dandismo literario del Segundo Imperio, o escépticos postizos bajo cuya máscara de indiferencia suele latir un corazón de oro, la moda es el desdén, y más, de lo nativo; y no les parece que haya elegancia mayor que la de beberle al extranjero los pantalones y las ideas, e ir por el mundo erguidos, como el faldero acariciado el pompón de la cola. En otros es como sutil aristocracia, con la que, amando en público lo rubio como propio y natural, intentan encubrir el origen que tienen por mestizo y humilde, sin ver que fue siempre entre hombres señal de bastardía el andar tildando de ella a los demás, y no hay denuncia más segura del pecado de una mujer que el alardear de desprecio a las pecadoras. Sea la causa cualquiera, –impaciencia de la libertad o miedo de ella, pereza moral o aristocracia risible, idealismo político o ingenuidad recién llegada, –es cierto que conviene, y aun urge, poner delante de nuestra América la verdad toda americana, de lo sajón como de lo latino, a fin de que la fe excesiva de la virtud ajena no nos debilite, en nuestra época de fundación, con la desconfianza inmotivada y funesta de lo propio. En una sola guerra, en la de Secesión, que fue más para disputarse entre Norte y Sur el predominio en la república que para abolir la esclavitud, perdieron los Estados Unidos, hijos de la práctica republicana de tres siglos en un país de elementos menos hostiles que otro alguno, más hombres que los que en tiempo igual, y con igual número de habitantes, han perdido juntas todas las repúblicas españolas de América, en la obra naturalmente lenta, y de México a Chile vencedora, de poner a flor del mundo nuevo, sin más empuje que el apostolado retórico de una gloriosa minoría y el instinto popular, los pueblos remotos, de núcleos distantes y de razas adversas, donde dejó el mando de España toda la rabia e hipocresía de la teocracia, y la desidia y el recelo de una prolongada servidumbre. Y es de justicia, y de legítima ciencia social, reconocer que, en relación con las facilidades del uno y los obstáculos del otro, el carácter norteamericano ha descendido desde la independencia, y es hoy menos humano y viril, mientras que el hispanoamericano, a todas luces, es superior hoy, a pesar de sus confusiones y fatigas, a lo que era cuando empezó a surgir de la masa revuelta de clérigos logreros, imperitos ideólogos, e ignorantes o silvestres indios. Y para ayudar al conocimiento de la realidad política de América, y acompañar o corregir, con la fuerza serena del hecho, el encomio inconsulto, –y, en lo excesivo, pernicioso–de la vida política y el carácter norteamericanos, Patria inaugura, en el número de hoy, una sección permanente de «Apuntes sobre los Estados Unidos», donde, estrictamente traducidos de los primeros diarios del país, y sin comentario ni mudanza de la redacción, se publiquen aquellos sucesos por donde se revelen, no el crimen o la falta accidental–y en todos los pueblos posibles–en que sólo el espíritu mezquino halla cebo y contento, sino aquellas calidades de constitución que, por su constancia y autoridad, demuestran las dos verdades útiles a nuestra América:–el carácter crudo, desigual y decadente de los Estados Unidos–y la existencia, en ellos continua, de todas las violencias, discordias, inmoralidades y desórdenes de que se culpa a los pueblos hispanoamericanos.

José Martí “La verdad sobre los Estados Unidos.” En Patria, Nueva York, 23 de marzo de 1894.Obras Completas. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana 1975. Tomo 28. Páginas 290-294.

Tomado de: https://culturayresistenciablog.wordpress.com

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Molinos de viento

La ética alentó la práctica educativa de José de la Luz y Caballero.

Por Graziella Pogolotti

Hace alrededor de cuatro décadas el Grupo de Teatro Escambray estrenó Molinos de viento, texto de la autoría de Rafael González. Presentada en el Festival de La Habana, la obra alcanzó enorme éxito de público, sobre todo entre los espectadores más jóvenes. Abordaba el tema del fraude escolar y de las actitudes fraudulentas ante la vida, asuntos estrechamente interrelacionados. La trama tomaba como punto de partida el enjuiciamiento de algunos estudiantes por extraer de la gaveta de un profesor el cuestionario de examen. El anuncio de una visita de inspección interrumpía el proceso en marcha. Todo se concentraba entonces en el esfuerzo por ofrecer a los visitantes la mejor imagen del plantel y enmascarar para ello la menor señal de deficiencia. El problema planteado por la anécdota inicial se proyectaba hacia la sociedad en su conjunto. La referencia al Quijote subrayaba la dimensión ética del conflicto.

El recuerdo de aquellas funciones, junto a los debates que las acompañaron, aflora a mi memoria con motivo de la reciente publicación en Juventud Rebelde del artículo de un colega que aborda el tema de las consecuencias del fraude. Refiere la historia de la definitiva pérdida de credibilidad de una periodista norteamericana al descubrirse la falacia de un reportaje escrito por ella y alude con razón a algunas manchas de nuestro vivir cotidiano generadas por la complicidad de alumnos, maestros y familiares que, mediante el empleo del soborno y las relaciones personales, favorecen dolosamente la promoción de niños y jóvenes.

El problema tiene repercusiones aún más graves. Como una pústula envenenada genera gangrena que corroe los cimientos éticos de la sociedad. No es función de la escuela distribuir diplomas. Le corresponde instruir y formar ciudadanos responsables, solidarios, buenos patriotas, sensibles y honrados. Para lograr tan alto propósito, la ejemplaridad del maestro se manifiesta en su transparencia y en su incorruptibilidad. Tuve el privilegio de contar con el afecto de mis profesores. Ninguno me hizo concesiones. Se comportaron en el aula con absoluta equidad.

Las actitudes fraudulentas ante la vida crean un abismo que quebranta la cohesión social orientada hacia el mejoramiento humano y socavan la lucha por un bienestar material acompañado por el disfrute pleno del universo de la espiritualidad. En ese precipicio cohabitan el desacato de la ley —garantía de orden—, la quiebra de la convivencia y del respeto mutuo. Las pequeñas y grandes manifestaciones de corrupción, el ocultamiento de la verdad y el menoscabo de principios éticos que conformaron, en su continuidad, lo mejor del pensamiento cubano, obstaculizan el logro de nuestro proyecto social.

La ética alentó la práctica educativa de José de la Luz y Caballero. Tuvo su más alta expresión en la acción y en las ideas preconizadas por José Martí, quien cimentó sobre esa base la organización de la Guerra Necesaria, considerada como fragua de la independencia y de la república deseada.

A otra escala, la del mundo ancho y ajeno dominado por el capitalismo en su fase neoliberal, todo vale. Se extiende y se generaliza la crisis de los principios éticos que han sustentado, a través de la historia, las sucesivas formaciones sociales y sus culturas correspondientes. En una etapa anterior de su desarrollo, el capitalismo reconoció el papel regulador del Estado. Cuando se produjo la quiebra económica que estremeció los 30 del pasado siglo, se aplicó el concepto elaborado por el británico John Maynard Keynes. La inversión estatal en la modernización de la infraestructura creó empleo y reanimó la producción de bienes con lo cual se beneficiaban las empresas privadas. Por otra parte, se intentaba legislar para contener la consolidación de oligopolios. En la actualidad, el poder real reside en las corporaciones transnacionalizadas. Los medios de comunicación se subordinan a sus intereses. Cada vez más costosas, las campañas políticas requieren financiamientos que determinan compromisos con esas fuentes de dudoso origen. Mediante la tergiversación y el ocultamiento de la verdad, se construye la opinión pública internacional y se manipula la conciencia ciudadana al punto de incentivar el voto en contra de los reclamos más legítimos del pueblo. Se silencian las violaciones masivas de los derechos humanos, los desaparecidos, los asesinatos de activistas sociales, la violencia represiva. El discurso de la extrema derecha se propaga con el empleo de una demagogia populista. Se han quebrantado en la práctica concreta los principios sustentados alguna vez por la democracia representativa. Las instituciones encargadas de velar por el bien público se subordinan a los intereses del mercado.

En este panorama convulso está en juego el destino de la humanidad. A contracorriente de un capitalismo neoliberal depredador, se impone un proyecto de rostro humano inclusivo. La batalla se libra en los campos de la economía y del pensamiento. Quienes participan en la defensa de un presente y de un porvenir mejor tienen que asumir valores éticos irrenunciables en su conducta cotidiana, en su relación con el otro, en su ejercicio profesional, para cerrar el paso a las nefastas actitudes fraudulentas ante la vida. En la hora actual, adarga en ristre, nos corresponde afrontar esos molinos de viento.

Tomado de: http://www.juventudrebelde.cu

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El socialismo para el “tutor político” de Martí

José Martí Obra del artista plástico cubano Delarra

Por J. A. Téllez Villalón

Se intensifica cada enero, pero nunca se enfría. Es un debate latente, con este núcleo al rojo: el supuesto asesinato del Héroe Nacional, perpetrado por la Revolución y su partido de vanguardia, o la (de)construcción, desde la orilla opuesta, de un Martí anticomunista. Y aunque fue uno, haciéndose consecuencia en su propia realidad concreta, ya como símbolo es capital en disputa. Tal que, en la condensación en su figura de unos o distintos significados e ideas fuerzas, se informa en gran medida el conflicto que tensa el archipiélago ideopolítico cubano.

Lo alertó el luminoso Roberto Fernández Retamar: el enemigo, “consciente del alimento espiritual que nos es la labor de Martí, no se cansa de tergiversarla, esta vez con la peor intención, a partir del odio y no del amor, con vistas a privarnos de ese arsenal”. A los neoplattistas les sirve un Martí no tan antimperialista como “lo pintamos” los que vemos en la alternativa socialista la garantía de la independencia de Cuba. Un Martí superliberal prefieren los que no desean ver en su Proyecto de República la superación de las falacias descritas por él en las “repúblicas de papel” de su tiempo, ni en nuestro Socialismo, el tránsito hacia el “Reino de la Justicia”.

No necesitamos convertir a José Martí en un marxista o en un comunista. Nos basta su entendimiento de la política como la búsqueda del bien común, y su humanismo de profundas raíces fraternales. Compartidas por el republicanismo democrático del mediterráneo y por el socialismo de gorro frigio. Evidenciadas en su evocación a la “identidad universal del hombre”, en la igualdad eterna del alma de los hombres. Armoniosa con la metáfora fraternal de Aspasia, el ideal de República democrática en la que “son todos hermanos de una misma madre”. Esa fraternidad que le hizo echar su suerte con “los pobres de la tierra” y que evidenció desde muy joven. Que late en su desgarrador texto “El presidio político en Cuba”, escrito en el verano madrileño de 1871, impreso en los talleres de Ramón Ramírez y distribuido entre la comunidad cubana.

Gertrudis Gómez de Avellaneda, al final de sus Memorias, relató: “Llegó a Madrid un exalumno de Mendive —José Martí—. No ha venido a verme como esperaba: me ha traído Calixto Bernal el artículo que acaba de publicar, ‘El presidio político en Cuba’, experiencia que sufrió a los dieciséis años”. La poetisa se refiere a su coterráneo José Calixto Bernal y Soto (Puerto Príncipe, 1804 – Madrid, 1886), un reconocido abogado, escritor, periodista y también poeta, a quien Jorge Mañach calificó en su biografía del Apóstol como el “tutor político” de Martí.

El “Viejo Bernal”, como lo llamaban, había publicado ese mismo año “Vindicación. Cuestión de Cuba por un español cubano”. Un “conmovedor ensayo a favor de los derechos legítimos de libertad de los cubanos”, al decir del investigador Fernando Crespo. De lo que se presume que cuando Carlos Sauvalle presentó al viejo principeño y al joven habanero, existía en los dos una fértil predisposición para el diálogo y para la relación estrecha que, como describen, se entabló.

Según el tataranieto de Bernal, “con pocas personas mantuvo Martí relaciones intelectuales tan intensas como con Calixto Bernal, sus conversaciones en Madrid fueron interminables”. “[Era] hermoso verlos como dos camaradas, en centros políticos en donde se hacían respetar, a pesar de que los llamaban los filibusteros”, contaba el entrañable Fermín Valdés Domínguez. El propio Martí, en su nota a Ángelo López de Betancourt, se refiere a su casa en Madrid como “refugio amable de los que jamás dejaban de trabajar por la independencia del país”. Y reconoce su admiración por el camagüeyano, “el autor valiente de la Vindicación y de aquellos dos versos en que hablando de la patria afligida dejó así, en el álbum de una mujer hermosa…”.

Vale decir que, aunque el joven desterrado debió encontrar múltiples resonancias entre sus propios puntos de vista y el diagnóstico político sobre los errores de la política española en Cuba que hace el autor de la Vindicación; disiente de las soluciones propuestas por este, quien, por temor a las revoluciones y a las soluciones violentas, se había movido entre el autonomismo y el anexionismo. Sin embargo, en lo formal, en la manera de polemizar y derribar uno a uno argumentos calumniosos o tergiversadores, se reconoce cierta similitud con “Vindicación de Cuba”, escrita años después.

En el seno de una familia que gran propietaria de esclavos, creció José Calixto. Cursó estudios en el Seminario de San Carlos y San Ambrosio. En 1822, se graduó de derecho en la Universidad de La Habana. Siguiendo una tradición familiar, ejerció como abogado en Puerto Príncipe y en La Habana. Se instaló en Madrid en 1863 y un año después fundó la Sociedad Abolicionista Española. Salió electo en la Junta de Información en 1866 (por su provincia natal, por el Grupo reformista) y fue diputado a las Cortes en 1879 y en 1881 (por Santa Clara, y por el Partido Liberal). En Europa escribió y publicó toda su obra literaria y política. Falleció en Madrid el 20 de diciembre de 1886.

En sus textos se anotan preocupaciones sociales y reivindicaciones de las clases más desfavorecidas. Por igual, son destacables sus consideraciones sobre los regímenes políticos imperantes en Europa, sobre la autoridad y la democracia en particular. En 1859, publicó “La democracia y el individualismo”, donde compara la doctrina democrática (natural) con la escuela individualista alemana, apostando por la superioridad de la primera.

Su obra más conocida y que más notoriedad le produjo, fue la titulada “Teoría de la Autoridad (aplicada a las naciones modernas)”, publicada en 1856 y 1857. No he hallado evidencias, pero pudo llegar a las manos del joven Martí, y muy probablemente salir a colación en sus ardorosos debates madrileños; en muchos de los cuales participaba Valdés Domínguez, a la postre defensor de las ideas socialistas. Especialmente, su definitorio Capítulo primero (T1), construido en torno a la (in)compatibilidad de conceptos como libertad, república, monarquía, democracia y socialismo, que luego describirá en sus diversas manifestaciones históricas.

Al leerlo se descubren no pocas coincidencias con las conceptualizaciones políticas del Apóstol. “La democracia —define Bernal— es la supremacía del pueblo, el gobierno del pueblo: la preponderancia del pueblo sobre el gobierno”. El mal y el bien no radican en cómo se llame el sistema de gobierno. El mejor sistema es el que consiga “el entronizamiento de la autoridad verdadera”, en el que “se reconozcan los derechos populares y se afiancen las libertades públicas.

En tales disquisiciones llega al punto que más nos interesa, a la pregunta “¿qué es socialismo?” y “¿qué significa esta palabra terrible con la que se ha logrado helar el entusiasmo de las naciones y detener por unos momentos el curso de la humanidad?”. A lo que responde: “El socialismo es la inquisición de los medios de curar radicalmente los males sociales, de hacer desaparecer los abusos que se han introducido en nuestros hábitos, y que tienen corrompida y postrada la sociedad”. Antes había planteado: “el socialismo, como la democracia, y como algunas otras (ideas de progreso), es una palabra-fantasma con que se espanta a los hombres, como con los cuentos de aparecidos a los niños”.

Para “el caudillo moral de los emigrados cubanos”, no había una idea, “una empresa más eminentemente benéfica, más eminentemente filosófica, más eminentemente cristiana”. Pensamiento que en su opinión “ha sido siempre el de todos los hombres verdaderamente grandes. “Todos los filósofos y pensadores de todos los tiempos, han sido también socialistas, desde Confucio hasta nuestros días. “¿No es la humanización de la humanidad? ¿No es esta doctrina de Jesucristo, y de todos los apóstoles y sucesores?”. Interrogantes que remiten a reflexiones similares, más cercanas en el tiempo, como las del teólogo brasileño Frei Betto y el líder bolivariano Hugo Chávez.

Así, cuestión por cuestión, va desmontando Bernal a “los impugnadores del socialismo”, que a la larga terminan siendo los impugnadores del humanismo cristiano que late en la arteria más caudalosa del pensamiento martiano. Porque como apunta el prolífico autor, “esa escuela filosófica” es el “Evangelio aplicado a la legislación”; “los socialistas quieren la igualdad de todos ante la ley, el socialismo es la aplicación del cristianismo a la legislación”. Al “descubrir el origen del mal, y tratando de cortarlo en su raíz, suele proponer desde luego medidas radicales que chocan con intereses envejecidos y lastiman oídos desacostumbrados”.

Y cuando toca “la máxima que sirve de lábaro a la cruzada antisocialista, que es el comunismo y el derecho al trabajo”, acude a razonamientos similares a los que el maduro Martí para disentir de las críticas que hace el aristócrata Herbert Spencer a las “ideas socialistas”. No cree Bernal que el socialismo, en principios sea “desorganizador y destructor de la propiedad y de la sociedad”, o que los socialistas prediquen “el robo, el saqueo, y provocar una guerra social y de exterminio”. “La naturaleza no ha creado nada bajo el dominio de ningún hombre”. La propiedad es injusta “si se apoderan unos de todos los terrenos, frutos y animales, y dejan a los otros perecer de miseria”. “Así, la consecuencia que ha de deducirse de las máximas de los comunistas, no es que nadie tenga propiedad, porque esto es contra la naturaleza, sino por el contrario, que todos tengan lo que imprescindiblemente necesitan, porque esto es lo conforme a la naturaleza”.

Y va más allá. Para quien puede ser considerado el primer politólogo cubano, el socialismo era, además de justo, viable; pues que todos pueden tener lo que necesitan es “de muy fácil demostración, estando como está inculta y baldía más de la mitad de la superficie del orbe, a donde pueden descargar su exceso de población todas las naciones que lo tengan”. “Porque “ancha es la tierra en Cuba inculta, y clara es la justicia de abrirla a quien la emplee, (…) y con buen sistema de tierras, fácil en la iniciación de un país sobrante”, diría Martí para “justificar” su ideal de república. Una “patria palpitante” y de “equidad previsora”, con “política autóctona y veraz”, que garantice “casa para mucho hombre bueno” y “equilibrio para los problemas sociales”. Consecuentemente, al reseñar “La futura esclavitud”, alude a Henry George, quien por aquel entonces predicaba en los Estados Unidos “la justicia de que la tierra pase a ser propiedad de la nación”.

El tratadista razona, poniendo ejemplos concretos, que todo es cuestión de voluntad política de la clase en el poder, de “adoptar y sistematizar para la buena organización de las sociedades” el derecho al trabajo. De sistematizar lo que se hace en ciertas regiones y circunstancias, “al azar, a la aventura, sin plan, método, ni resultado cierto. La “escuela socialista lo que quiere es que esto que hoy se hace por tolerancia, o quizá contra la voluntad de los gobiernos, sea un deber de los gobiernos, que se metodice, arregle y ordene para que pueda producir satisfactorios resultados”.

Como Martí, el autor de “Teoría de la Autoridad” señala como males sociales la corrupción y la falta de virtud. Cree que los “hombres verdaderamente grandes” son los que han pretendido “mejorar la humanidad, purgarla de sus hábitos impuros, viciosos o extraviados. Eso —apunta— es lo que pretende “el socialismo verdadero”. Y concluye: “todo el que no sea socialista quiere conservar los vicios y la corrupción de la humanidad”. No falta sino “la realización de sus máximas y principios”, su “aplicación inmediata y precisa”.

Así interpretaba las ideas del socialismo el “tutor político” del joven Martí. Y lo que entonces describía, se mantiene: “A punto se está de entregar esa palabra (Socialismo) a la execración universal, y de considerar al socialista poco menos que como un bandido. ¡Así obran siempre las malas pasiones! Y todo ¿por qué? Por la misma razón que hemos señalado antes. Porque no nos hemos detenido en definir las palabras, porque no hemos querido conocer y comprender las ideas”.

Son las mismas “malas pasiones” que intentan manchar el legado del autor intelectual de la Revolución, descolocar sus ideas y ejemplar conducta por la “humanización de la humanidad”.

Tomado de: http://www.lajiribilla.cu

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Mujercitas (+Tráiler)

Mujercitas (2019), de Greta Gerwig

Por Alba Menor

Greta Gerwig quiere contarnos algo. Se trata de una historia muy conocida, una novela canónica que ya cuenta con múltiples adaptaciones cinematográficas y televisivas. Gerwig nos narra la historia de ‘Mujercitas’, novela de Louisa May Alcott publicada en 1868, pero la directora y guionista nos la cuenta desde su propia perspectiva. Su mirada tiene algo de homenaje y una personalidad especial que ya reflejó en ‘Lady Bird’, película que fue debidamente premiada como Mejor Comedia en los Globos de Oro de 2018. La carrera de Gerwig nos está demostrando que existe una temática particular que le preocupa y que trata desde un punto de vista actual, original y muy honesto: el paso a la vida adulta de las mujeres. Se podría hablar de un coming of age, aunque en ocasiones, como cuando escribió ‘Mistress America’ o ‘Frances Ha’ junto con Noah Baumbach, este paso a la adultez se de en los veintitantos y no en la adolescencia, unos coming of age tardíos, pero con los que la juventud actual se siente irremediablemente identificada.

‘Mujercitas‘ se narra desde la etapa más adulta de las hermanas, contando así su infancia/adolescencia en clave de flashback. Gerwig mira un pasado que aparece alegre y sencillo y lo subraya con una fotografía bastante más cálida que la que vemos en las escenas del presente adulto. Lo mira como lo hacen las protagonistas y como en general se recuerda todo tiempo anterior en momentos de actual crisis, con una mezcla de añoranza e idealización. Las secuencias en las que todas las protagonistas comparten pantalla al mismo tiempo están llenas de un dinamismo caótico y cómico, seguramente coreografiado pero que no por ello deja de resultar convincente. Las frases que se pisan, las risas, todo detalle en la acción ayuda a crear el tono desenfadado en el que se encuentra la película. A Laurie ─interpretado por Timothée Chalamet─ le provoca cierta envidia sana estos cuadros de familia unida y sororidad. El espectador mira a las hermanas March como lo hace Laurie, deseando formar parte de ese pintoresco grupo. Luego llega la vida adulta y con ella la irremediable toma de decisiones, los golpes y las despedidas. Las adultas Amy y Jo se atreven a arriesgarse, recuperando parte del fuego juvenil y re-direccionándolo hacia el futuro. Los dos tiempos están retratados de forma impecable por el director de fotografía Yorick Le Saux; la textura y posibilidades del fotoquímico favorecen la inmersión por parte del espectador, pues resulta imprescindible sentirse cerca de los personajes para disfrutar y valorar esta película.

Gerwig conserva de la novela la esencia de las protagonistas, y los actores y actrices añaden los matices necesarios para que el espectador se adentre de lleno en la familia March y en sus amigos. Laura Dern, Timothée Chalamet, James Norton, Louis Garrel, Chris Cooper, Meryl Street o Bob Odenkirk son algunos de los actores que encarnan un reparto exquisito. Emma Watson interpreta a Meg ─la hermana mayor─ de manera bastante convincente y Eliza Scanlen ─a la que hemos visto en la serie ‘Heridas Abiertas’ trabajando un registro bastante diferente─ es Beth; que carece de un gran arco de desarrollo pero que precisamente por ello es el personaje más simbólico de todos. Florence Pugh es Amy y Saoirse Ronan es Jo. Cada hermana tiene un talento artístico diferente, pero Amy y Jo son las únicas que persiguen de forma más activa un modo de vida relacionado con las artes, un futuro diferente al impuesto en aquella época para las mujeres de su edad. Envidia, admiración, amor y sororidad son emociones o conceptos que componen la esencia de la relación entre todas las hermanas y entre Amy y Jo de manera más directa.

‘Mujercitas’ es una película que actualiza uno de los clásicos más importantes de la literatura universal. Para ello Gerwig no ha necesitado crear una ambientación histórica actual, sino que se ha sumergido de lleno en la Norteamérica rural y urbana de finales del siglo XIX y desde ahí nos habla de cuestiones actuales como la identidad, la clase social, la muerte, el amor y la creatividad.

Tomado de: https://macguffin007.com

Tráiler del filme Mujercitas (2019), de Greta Gerwig

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Malasaña 32 (+Tráiler)

Malasaña 32 (2020)); de Albert Pintó

Por Javier Osuna Jara

Hay algo que me rechina sistemáticamente de cierto cine español contemporáneo —normalmente producido por alguna de las grandes corporaciones audiovisuales, destinado a audiencias masivas y casi moldeadas por la misma cadena de montaje— y es el diseño de las casas donde viven los personajes. Casoplones con ventanales infinitos que muestran jardines perfectos; cocinas que parecen el plató de un reallity, cuartos de baño en los que se puede jugar un partido de fútbol. Mármol, madera, cristales de alta gama, muebles de diseño, electrodomésticos de anuncio, dobles alturas, domótica, metros cuadrados hasta donde alcanza la vista y, lo peor: ni una sola persiana. ¿Saben los que fabrican «este» cine dónde vivimos los españoles? Quizás sí y esto solo obedece a esa suerte de tendencia subterránea de las cinematografías dominantes a ser incapaces de contar una historia —que no sea marcadamente social o hable directamente de algún tipo de marginación o pobreza— ambientada en algo que no sea el ecosistema de la clase alta.

Sea como fuere, existe la excepción a esta norma. Existe un cine español abiertamente dirigido al gran público que ha entendido que puede nutrirse de los espacios locales, conocidos, sin necesidad de «americanizarlos». Seguramente los mejores ejemplos de esta idea son Jaume Balagueró y Paco Plaza —aunque no estaría de más citar La comunidad (Álex de la Iglesia, 2000) como matriz— que, con sus películas (Rec (2007), Mientras duermes (2011) o Verónica (2017), han conseguido darle la vuelta al imaginario terrorífico de las casas encantadas, entendiendo que esos edificios decimonónicos que envejecen en nuestras grandes ciudades tienen tanto o más potencial narrativo y misterioso que un casoplón victoriano en mitad de Kansas. O, por lo menos, son más cercanos a nuestra experiencia: soy incapaz de entrar de noche en un edificio antiguo del Eixample sin, por lo menos, acordarme de Rec.

A esta corriente de espacios patrios encantados se adscribe claramente Malasaña 32 (Albert Pintó, 2020), en la que una familia de tantas que dejó el campo por la capital en la España de los setenta, va a parar a un piso de turbio pasado. A partir de aquí no es difícil suponer que la familia deberá enfrentarse a una presencia maligna que nunca abandonó la casa y que quiere algo que ellos tienen. Apariciones de sopetón, objetos que se mueven solos, cuadros que persiguen con la mirada, mensajes extraños y, sobre todo, efectos de sonido a un volumen altísimo, son los encargados de generar sustos y sobresaltos que, sin embargo, no llegan a cuajar en una sensación de miedo, tensión o siquiera suspense.

Quizás es la dirección de arte lo que más cerca está de conseguir generar una atmósfera de tensión: el vestuario de los personajes —los vestidos veraniegos y coloridos de Amparo, que la señalan desde el principio como un elemento extraño entre tanta oscuridad—, los suelos de madera oscurecida y crepitante, las paredes cubiertas de un papel absolutamente ennegrecido, los muebles de otra época o la instalación eléctrica chisporroteante e ineficaz. Detalles que, aunque seguramente sean lo más positivo y cuidado de la película, tampoco consiguen escapar de cierto imaginario tópico y dotar a la cinta de un carácter propio que la destaque.

Irónicamente, este es el mayor problema al que se enfrenta Malasaña 32, el mismo que sufren los Olmedo en su nuevo hogar: pretende hacer suyo un espacio pensado, construido, decorado, amueblado y habitado por otros cuya presencia se manifiesta a cada momento. El uso de las herramientas habituales del género se abusa hasta el cliché, dejando la originalidad y la capacidad de sorpresa reducidas a un giro de guión bastante efectista y a un final que es cualquier cosa.

Por cierto, lo realmente terrorífico de la película es cómo la familia tiene que seguir adelante, pagar su hipoteca y fichar puntuales en el trabajo, porque la rueda no espera a nadie y un trauma familiar de proporciones sobrenaturales no es excusa para dejar de producir. Eso sí que es aterrador, pero, me temo, ya será en otra película.

Tomado de: http://contrapicado.net

Tráiler del filme Malasaña 32 (2020)); de Albert Pintó

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Notas gráficas de la semana, No 3. del 2020

Ahmed Falah (Noruega)

Por Octavio Fraga Guerra

Los brutales incendios producidos en Australia en estas dos últimas semanas, en el que han muerto mil millones de animales, y más de una veintena de personas, merece la portada de las Notas gráficas de CineReverso. El noruego Ahmed Falah lo resuelve con un dramatismo condensado, desde la geografía, pintando los colores del siniestro. La brutalidad de los genocidas israelies, la gráfica que interpreta el capitalismo y el colombianismo, son parte de esta edición número 3. Los condenables comportamientos de los curas pederastas, se incluyen en los temas de este espacio, más tres apuntes sobre cineastas de talla mundial. Otros capítulos temáticos se incorporan a esta selección.

Anthony Garner (España)

Arcadio (Costa Rica)

Bilal Zulfiqar Abidin (Indonesia)

Bruno Munier (Francia)

Bruno Munier (Francia)

Dario Castillejos (México)

Dario Castillejos (México)

Gurbuz Dogan Eksioglu (Turquía)

Jilet Koestana (Indonesia)

Hossein Rahimkhani (Irán)

Josef Prchal (República Checa)

Kike (Puerto Rico)

MORO (Cuba)

MORO (Cuba)

NEMØ (Canadá)

Ramses Morales Izquierdo (Cuba)

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Texto inédito de Tina Modotti sobre el asesinato de Julio Antonio Mella

Julio Antonio Mella y Tina Modotti

Por Tina Modotti

Mella ha sido uno de los dirigentes más destacados del movimiento revolucionario de América Latina. Cubano de nacimiento empezó su actividad en el movimiento revolucionario organizando a los estudiantes en asociaciones de izquierda. Gracias a él se creó en Cuba una Universidad Popular para los obreros. Poco después comprendió que su mejor servicio para la causa revolucionaria sería dedicar todo su saber, todas sus capacidades, a las luchas políticas y económicas del proletariado. Fue uno de los fundadores del Partido Comunista de Cuba y uno de los dirigentes más prestigiosos del movimiento antiimperialista latinoamericano.

En diciembre de 1925, cuando ya estaba en el poder Machado, el actual dictador sangriento y agente de Wall Street, Mella fue encarcelado y empezó una huelga de hambre que duró 21 días. Del punto de vista de la agitación y como forma de protesta, esta huelga de hambre fue una de las más eficaces jamás realizadas en algún país. En la medida que pasaban los días y empeoró la condición física de Mella, poniendo en peligro su vida, reinó una tremenda tensión no sólo en la población de Cuba, sino que en todo el continente americano y también en otros países. La presión de las masas fue tan grande que el presidente Machado se vio obligado a ceder y a liberar a Mella.

Pero muy pronto, cuando Mella se había recuperado, empezó la persecución contra él. Machado buscaba venganza por su derrota. Hubo varios atentados contra la vida de Mella y él se vio obligado a abandonar Cuba. Se fue a México donde empezó inmediatamente a participar en el movimiento revolucionario de aquel país. Dedicó todo su tiempo a la causa de los obreros revolucionarios, organizó a los emigrados políticos cubanos que vivían en México, fundó un periódico para los obreros cubanos que llegó por vías ilegales a Cuba, llevó a cabo la lucha contra el imperialismo estadounidense en América Latina, dirigió el trabajo de otros grupos de emigrados políticos cubanos que vivían en otros países, fue activo en el Sindicato Rojo de México y fue un colaborador activo de la sección mexicana del S. R. I

El 10 de enero de 1929, cuando salió de la sede del Socorro Rojo en la ciudad de México, a las nueve de la noche y a dos cuadras de su casa, recibió unos balazos y murió dos horas más tarde. Antes de morir nombró al presidente Machado como responsable de este asesinato y pronunció el nombre de la persona de la cual sospechaba que fuera el ejecutor del crimen.

La sección mexicana del Socorro Rojo empezó en seguida con las investigaciones y pudo encontrar pruebas concretas: de hecho, el presidente Machado había enviado a dos pistoleros profesionales de La Habana a la ciudad de México para que cometieran el crimen, y uno de los responsables principales de la policía mexicana que había viajado dos semanas antes a La Habana sería un cómplice importante de este asesinato. Incluso había existido un acuerdo entre el Embajador de Cuba y el gobierno de México.

El Socorro Rojo mexicano, el Partido Comunista mexicano, los sindicatos, las organizaciones estudiantiles de izquierda, las organizaciones de los obreros e incluso abogados y políticos famosos exigieron que se hiciera justicia. Durante varias semanas el Gobierno de México recibió protestas de todo el mundo y declaró hipócritamente, por boca de la policía, que México no descansaría hasta que se aclare el asunto. Las exigencias más importantes fueron las siguientes: Arresto y castigo de varios cubanos residentes en México inculpados por Mella antes de su muerte, dimisión de Valente Quintana de su puesto y ruptura de las relaciones diplomáticas con el gobierno de Machado.

Sin embargo ¿qué pasó? El único cubano arrestado por la policía, el organizador técnico del crimen, fue puesto en libertad, después de algunas semanas, por falta de pruebas. Valente Quintana no fue despedido, sino que fue nombrado Jefe de la Policía Central de México (sin duda para premiarlo por su participación en el crimen), y todas las manifestaciones de protesta de las masas mexicanas fueron saboteadas y atacadas por la policía.

En lo que se refiere a la prensa burguesa y al gobierno mexicano, poco a poco el caso desapareció del primer plano y sólo el Socorro Rojo y las demás organizaciones revolucionarias insistieron en sus denuncias incansables, dirigidas contra Machado y los cómplices del gobierno mexicano. Cada año, el 10 de enero es, en todo el continente americano, el “Día de Mella”, y también este año ya se han hecho preparativos para el tercer aniversario de su asesinato, y hace poco aparecieron algunas declaraciones públicas sensacionales en torno al asesinato.

Una mujer, la esposa de un cubano que pertenecía a los círculos criminales, quería vengarse de su marido que había amenazado de asesinarla. El 3 de noviembre ella llamó la policía y contó con lujo de detalles cómo había sido asesinado Mella. Acusó a su esposo de haber sido el asesino. Todo lo que ella contó confirmó las acusaciones presentadas en el momento del crimen por el Socorro Rojo. Sus acusaciones fueron investigadas una tras otra y fueron confirmadas: un año más tarde, su marido había recibido de La Habana una suma de dinero que había sacado de una cierta banca en México (el precio que se le pagó por el crimen). Se demostró también que después del crimen el asesino había encontrado refugio en la casa de otro cubano, aquel José Magriñát inculpado por Mella poco antes de morir. Ahora el asesino se encuentra en la cárcel y aparecieron varios testigos que confirman las acusaciones pronunciadas por la esposa del asesino.

La sección mexicana del S. R. I pidió a las autoridades mexicanas que incluyera tres de sus representantes en las investigaciones, pero el gobierno fascista de México rechazó de manera tajante esa petición.

Esta es otra prueba de la complicidad del gobierno mexicano en el asesinato planificado por el dictador cubano, Machado. En vez de castigar a José Magriñát, el organizador técnico del crimen, el gobierno mexicano lo dejó libre y lo protegió, haciéndolo acompañar al puerto más vecino donde tomó una nave que iba a Cuba. Sin duda, el ejecutor material del crimen recibirá la misma protección. Dentro de algunas semanas, la prensa burguesa corrompida hablará nuevamente del caso, pero se dará cualquier tipo de ayuda al asesino para que pueda escapar a la venganza del proletariado mexicano. Este proletariado nunca olvidará que Mella ha muerto por la causa revolucionaria internacional.

Este año, el tercer aniversario de su muerte tendrá un nuevo significado; ofrecerá a todas las secciones del S. R. I la posibilidad de demostrar una vez más y con nuevas pruebas la hipocresía de la “justicia” burguesa.

Tomado de: http://www.lajiribilla.cu

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