(VIDEO) El expolio de la Amazonia: la pesada carga de la verdad

La tierra arde en la Amazonia peruana, sus pobladores están amenazados por un mundo de plástico donde los poderes locales ensanchan su panza para vender todo lo que entraña naturaleza, tradición, cultura y milenaria historia. La juerga se repite, esta “sinfonía” de desaforadas proporciones se va clonando en naciones de Suramérica que antaño eran ricas tierras, donde la diversidad de razas y culturas son valores que han sobrevivido al expolio y el saqueo de una Colonia Española que “nos descubrió” y hoy se adentra en sus vastos territorios, fragmentando la tierra con voracidad junto a empresas locales e internacionales (Grupo Romero, Repsol YPF), para sostener el “progreso y el estado de bienestar” en la era del consumo.

El arte sabe calibrar este peligro, entretejiendo los más variados acentos y reordenando sustantivas verdades con trazos erguidos, donde la metáfora se sustituye por el documento.  Esta es una invitación para acercarlos al filme documental: Amazonia, Masato o petróleo, que el realizador español Josep Ramón Giménez ha construido desde “la virginidad” de la amazonia peruana.

Estructurado por capítulos conexos, su autor traza un recorrido de curvaturas donde fotografía fragmentos de realidades e historias de vida que cuando se integran en el filme, transitamos por la ebullición de la barbarie. Por momentos construye su texto fílmico desde las herramientas antropológicas, que se entrecruzan con testimonios que apuntan ante el peligro de una nueva colonización por la venta de recursos naturales el mejor postor.

Esta construcción cinematográfica recurre a la entrevista que aspira a cimentar el testimonio, desde la tesis del antropólogo Marc Henri Piault: “Hemos oído hablar del otro, hablar por el otro, designar al otro, interrogarlo para oír por fin su propia voz. Y luego surgió el tema de oír no sólo el sonido de su voz sino de aceptar su palabra, de escucharla directamente y no de transcribirla o interpretarla. Escuchar al otro, esto conducía igualmente a escuchar sus razones y a percibir el sentido que da a sus actos, a percibir las referencias que da de su comportamiento…”

Desde esa sintonía periodística, Josep Ramón va calibrando interlocutores y personajes. Incorpora en su estructura narrativa, desde una familia que “preserva” las tradiciones de sus ancestros, pasando por una comunidad campesina desplazada o la singularidad de un párroco italiano (El padre Mario Bartolini) que arenga a favor de los más pobres en espacios colectivos o en una emisora local, que nace para romper la desinformación y el silencio, o la peculiar labor de una misionera que entrega su tiempo por los más desfavorecidos de la región.

Desde esa ruta audiovisual, su autor es incisivo en tres curvas temáticas: la degradación de la naturaleza ante el avance de la industria petrolera, la tala indiscriminada de grandes extensiones de bosques para la siembra de monocultivos cuya implantación, atenta contra la supervivencia de las tradiciones agrícolas de la zona con la consabida degradación de los suelos. Un tercer eje, los efectos que trae aparejado el desarrollismo en esta región que luchan por preservar la naturaleza en armonía con los conceptos del “buen vivir”, que respeta nuestro entorno.

Es significativo en esta película, el tiempo que el realizador le da en pantalla al tema del cultivo extensivo de la Palma Aceitera, una especie que se inserta en la voluntad del gobierno de Alan García en desarrollar el biodiésel en complicidad con una transnacional petrolera, que acecha como la depredadora de gran extensiones de tierras ante la necesidad de contentar las inapetencias de un mundo legitimado por las bombillas de neón y los coches, partes consustanciales del estado de bienestar

Su cámara no se contenta con tomar la fortaleza de los testimonios, despliega un encuadre panorámico de la tierra engullida por las maquinarias que van ganando terreno, presentando ante nuestra “ventana visual” un desolador paisaje de degradación agrícola. Esa misma verdad visual particulariza desde otra perspectiva, las huellas de una tierra herida. Detrás de este canal temático, está la voz de su autor que arenga contra un modelo que no se abstiene en nombrar. Palabras como “Políticas Neoliberales” o “Tratado de Libre Comercio”, -términos más propios de los politólogos o estudiosos de la región- forman parte de su carga de compromiso que exhibe con vestiduras de denuncia, tan necesaria en tiempos donde el cine debe ser parte de un discurso comprometido, en sintonía con el cine documental que fusiona lo estético con lo político. En este filme, la palabra le confiere al relato un índice de realidad suplementario que contribuye a orientar al espectador hacia el realismo.

Existe un claro consenso, en torno a la contemplación de las ruinas que producen una peculiar fascinación derivada de ser algo extraño: una tragedia cuyo autor es simplemente el tiempo. Desde esta misma perspectiva, en este filme la cámara se adentra en los parajes de la destrucción autoría de la barbarie humana, generando el otro efecto, el desasosiego, el horror ante nuestra brutalidad e ignorancia. La fotografía de encuadres heterogéneos traza ángulos para buscar la complicidad de un espectador cautivo.

La búsqueda de lo concreto es una virtud de Amazonia, masato o petróleo. La creación de situaciones narrativas y dramáticas concretas, supone desarrollar un texto fílmico particular y universal donde los espectadores se ven reflejados o identificados. Consciente de que la imagen es polisémica, no le podremos atribuir un significado estable, pero el realizador lograr trasmitir la realidad de este entorno de hostilidades y conflictos. Lo que queda para el espectador son esos temas comunes que se materializan en su obra, en su puesta cinematográfica, resolviendo algo tan esencial en el género: el placer del conocimiento. Este texto fílmico a de transitar en otros espacios de exhibición, para cumplir su cometido social.

Detrás de la cámara se desarrollan otras historias, que tiene que ver con la relación antropológica y sociológica entre el equipo de realización y los protagonistas del filme. Aceptar las diferentes formas de vida, practicarlas para conocerlas, compartir una comida, disolver el papel de invitado para comportarnos como uno más, vivir a su forma en las casas, no hacer ostentación euro centristas, no exagerar en terminologías académicas y explicar lo que el otro no entiende de nosotros, son aciertos palpables de este documento que se interconectan, en una viaje entre realización y puesta en pantalla.

Debo subrayar la labor del compositor Robert Santamaría, quien desata una música que se apropia de las raíces y los sonidos de la región, construyendo partituras que desatan estados de ánimo ante un discurso de símbolos, silencios y fortalezas. El arte de Santamaría esta imbricando con la voz, la palabra y la mirada del realizador y a la vez, persiste como un todo.

Josep Ramon Giménez es Director y Periodista. Después de siete años en la prensa escrita, ha trabajado durante 25 años en Televisión Española. Aquí ha sido reportero del programa Comarques, “reportero de noche” y redactor de los Servicios Informativos de TVE- Catalunya y en los programas Debat-2, Teledues y Giravolt. Ha dirigido la serie documental “Barcelona Retalls” (Barcelona a Trazos) y otros documentales monográficos. Y, desde su creación en 1997, se especializó en reportajes medioambientales y de cooperación internacional en el programa “El Escarabajo Verde”.

Sinopsis

El masato es la bebida que elaboran los indígenas amazónicos con yuca hervida. Lo beben todas las etnias y a todas horas en las reuniones, celebraciones y para agasajar a los visitantes. El masato es la bebida que da identidad a la cultura indígena. El petróleo no. El petróleo, por mucho que podría significar signo de riqueza, lo es de desestructuración social y cultural, de contaminación, de enfermedades y de muerte. Y si hablamos de petróleo, también debemos hablar de biodiésel y de los miles y miles de hectáreas que se pretenden incorporar al cultivo de palma aceitera para producir el mal llamado combustible renovable.

Ficha técnica

Director: Josep Ramon Giménez

Producción: Lliga dels Drets dels Pobles

Asistente de producción: Elisenda Salomó

Guión y realización: Josep Ramon Giménez

Filmación y preproducción: Teleandes Producciones

Director de fotografía: Fernando Valdivia

Montaje y postproducción: Carlos Padilla

Música: Robert Santamaría

Año y país de producción: 2009, Perú.

Idiomas: catalán, castellano y chayahuita

Subtítulos: castellano.

Duración: 52 min.

Contacto: indigenes@dretsdelspobles.org (o bien 937237102)

www.masatopetroli.org

www.dretsdelspobles.org

Para la presentación del documental contaremos con la presencia del realizador, que será el próximo miércoles 30 de marzo a las 8:15 de la tarde (HORA DE ESPAÑA) en TeleK de Madrid. Para los madrileños, se emite por el canal 30 de la TDT, sintonizándolo por la frecuencia de 546000 khz. También se puede ver la transmisión por www.vallecas.org, en el apartado EMISIÓN EN VIVO DE TELEK.

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