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La sed de mirar: un nítido homenaje. Por: Octavio Fraga Guerra*

Jorge Herrera (1930-1981). Fotograma del filme

Jorge Herrera (1930-1981). Fotograma del filme

Esteban Insausti, que atesora una significativa obra audiovisual, apunta a construir textos fílmicos de ruptura, de acusados giros o cambios conceptuales y estéticos. Un cineasta que no desconoce lo que resulta antológico o referencial de la memoria del cine cubano.

Su filmografía revela una gama de singularidades, un diapasón de claros distintivos en apartados vitales como la fotografía, la puesta en escena, la escritura del guión, lo esencial de la banda sonora o el valor del mensaje icónico, de muchos mensajes.

Con acierto cimenta las bases para llegar a esos otros públicos llamados “de las nuevas tecnologías”, que no están permeados, como deberían, por los avatares y símbolos del cine cubano de los 60, 70 u 80. Un lector que conoce someramente lo esencial de la cinematografía universal, por el entramado mediático del director o los primeros actores y la aureola de glamour que se teje en torno a ellos. Y lo que resulta recurrente en nuestro cine, que se impone revelarlo con mirada abierta, con acento culto. Hago esta reflexión, sin desconocer que toda generalización ha de ser sopesada por lo particular que nace del enfoque sociológico.

La construcción tangencial de las formas, la búsqueda de planos acompañados por inhóspitas luces, el sentido del ritmo de envoltura trepidante o lo que puede ser interpretado como barroco en la composición de la banda sonora, son parte de esa simbología que el cineasta ha construido a golpe de ingenio y pensadas metáforas. Son esos íconos que la historia de este arte mayor identifica como esenciales para jerarquizarla entre todos los saberes del presente, en un ahora digital que revoluciona lecturas, conceptos, maneras de construir las historias, incorporando códigos sin antecedentes encontrados o, tal vez, poco estudiados por los autores de la crítica cinematográfica nacional.

La pretendida idea de edificar plurales puestas en escena donde la simpleza no está reñida con lo rompedor, es parte esencial de esas múltiples fracciones en las que entroncan íconos de cuidada escritura que el creador afina a punta de lápiz en sus textos fílmicos Más de lo mismo, 2000; Las manos y el ángel, 2002 o Existen, 2005.

La sed de mirar, una producción documental del año 2004, entronca con esa estela de provocadoras estéticas y particulares discursos escritos por Esteban Insausti, que contribuyen a delinear el sello de un cineasta que erigió sus propias bases conceptuales desde una lógica expectativa en esperadas producciones. En este filme, toma como “objeto de estudio” al fotógrafo del cine cubano Jorge Herrera (1930-1981).

Apoyado por subtextos construye un discurso de intrépidos ritmos, de lecturas azarosas, que por momentos transita por capas, en telas de variadas texturas donde la fotografía es parte esencial de su discurso fílmico. Y lo hace sin perder la perspectiva del dialogo, acentuando la palabra como parte de una puesta en escena donde el testimonio es medular en la narratología de esta obra de singulares escrituras.

El riesgo, la osadía, la entrega, la persona o al principio, son los capítulos que le sirven de guía para descomponer la estatura humana e intelectual de un fotógrafo de largo oficio. Lo humaniza y delinea, parafraseando con su filmografía ante la descollante obra del creador, truncando por la muerte en el ejercicio de su trabajo.

El cineasta convoca a una estela de fotógrafos y otros creadores que fueron parte de su ruta creativa. Con esta invitación colectiva, resuelve descomponer la magia y el arrojo de un fotógrafo que vibró, que encendió las colinas de negativos positivados con arte. Un artesano de la lente que experimentó y asumió el riesgo como parte de su trabajo, sin menospreciar lo que la propia historia del arte ha legado para su presente. Un artista que se reveló con pasión por la belleza y la tradujo con códigos propios en los estamentos de su cine.

Los fotógrafos Pablo Martínez, Raúl García, Guillermo Centeno, José Manuel (Pepe) Riera, Raúl Pérez Ureta, Adriano (Nano) Moreno, Raúl Rodríguez, son interrogados para este documento fílmico desgranado como un ejercicio de entrevista grupal. Una experiencia estética convertida en memoria fílmica cuyo valor se acrecienta, ante el insuficiente testimonio de fotógrafos de nuestro cine cubano. Completan esta nómina los también cineastas Nelson Rodríguez. Lola Calviño, Rogelio París, Jorge Luis Rodríguez (Tom MIx), Gilberto Fleites y Juan Valentín Barrueta.

Todos ellos aportan al construir de un abanico de múltiples miradas impregnadas por el recuerdo, la recurrente memoria y la sabia irrepetible de hacer cine en tiempos fundacionales, cuando las carencias materiales se traducían en signo para el empeño por una obra mayor.

El realizador desoye los tradicionales encuadres de la entrevista que distinguen al género. Una fotografía anclada, predecible, muchas veces conservadora y, a contra pelo de esta predominante manera de hacer, las etiquetadas como de “vanguardia o rompedoras”, que pecan de ignorar algo esencial: toda puesta fílmica se fortalece por la suma de todas sus artes en función de un guión, de una idea construida a partir de conceptos, de esencias sociales, políticas o culturales; de contenidos, cuerpo de toda pieza fílmica de la que se nutren y enriquecen los espectadores audiovisuales.

El experimentado fotógrafo del cine y la televisión cubana José Manuel (Pepe) Riera, asume el encargo de componer esta historia fílmica con un encuadre que hurga en la gestualidades de actores de excepción, de intelectuales vestidos de desenfado y claro sentido de pertenencia, que reconstruyen el esqueleto de un fotógrafo protagonista de una gran obra del cine cubano.

Pepe Riera invoca a la cámara con planos cerrados, con movimientos tejidos de aparente simpleza, cuya sobriedad enriquece, magnifica y humaniza a los convocados ante una lente que adsorbe lo que resulta cercano, lo que se revela esencial para la construcción del discurso fotográfico.

No los cuenta a manera de pasajes, por momentos enmarcado en encuadres de retratos y en discretos paneos ante agudos trazos de luz de pocas líneas. Legitima el blanco negro en la narración de este texto, deja que los halos de las sombras enciendan un rico dialogo donde la pasión es el tino narrativo de cada vocablo.

Los elementos tomados en cuenta como telones de fondo (propios del cine), la arquitectura interior de espacios donde se produce parte del proceso creador, la moviola o el proyector que alguna vez sirvió a los fotógrafos para revelar las dudas o aciertos de su labor creativa, fueron tomados por la cámara con una pensada fotografía, en la que Pepe Riera encuadra, discrimina, jerarquiza, compone un texto de claro sentido artístico.

Esta puesta, vibra tejida de simbología discursiva, de pátinas que entroncan con la concepción revolucionaria de Jorge Herrera. Un creador que indagó en cuanto a las formas, a la ruptura de los límites, al sentido de la fotografía como parte sustancial de un arte, claramente colectivo. Representante de una estética que se aleja de lo simplón de la toma vistas como mediador pasivo.

No le basta al director de la fotografía angular la palabra y los acentos de los convocados para este filme documental de pensadas luces y sombras. Los objetos que simbolizan y sustentan al cine cubano, las herramientas e insumos que forman parte de la “escenografía” pasiva de un arte siempre renovado, son tomados por la impronta de este creador, pues por ellas también transitó el cineasta Jorge Herrera, en claro rejuego con los símbolos y la historia vital cuando se trata de hablar de nuestro cine.

Insausti invita al montador Alberto O´Relly quién es secundado por Leonardo Pérez para la realización de la composición. Sentido del ritmo, más de un momento climático que atrapa, que enaltece. Cortes precisos en rejuego con las esencias de las narraciones grupales o individuales que afloran como acusados testimonios de valor histórico, son algunos de los atributos de esta obra. No por la temporalidad del filme documental, más bien por la fuerza y vigencia de esos diálogos urgidos de ser contextualizados en nuestro presente.

Este dueto se apropia de los resortes de la tecnología digital e intervienen, con acierto, los cuadros, los fotogramas, todo ello desde una vestidura hipertextual donde habitan varias capas de lecturas. Recodificando toda esa gama de recursos para darle un aliento de sólido homenaje. Un construir contemporáneo que no desconoce lo que la historia del cine cubano nos ha aportado, a su propio ejercicio creador.

Estos fragmentos de diálogos redimensionados con escritura de autor son parte del paraban narrativo del cineasta, que se empeña ―y lo logra― en visibilizar la estatura intelectual de uno de los fotógrafos más ejemplares del cine cubano. Un artista que participó en algunas de las puestas más descollantes de nuestra cinematografía, que hoy son esenciales para el construir de la historia y la memoria de la nación cubana.

Vaqueros del Cauto, Manuela, Alcino y el cóndor, Lucía, Tulipa, El hombre de Maisinicú, La primera carga al machete o Los días del agua, son parte de la filmografía, escrita bajo el sello de Jorge Herrera que moran en esta pieza, referencial para entender cuán de importante es su trabajo artístico en nuestra cultura.

Algo más importante aún subyace en el esqueleto de este filme que amerita ser visionado desde los estamentos de la creación y todas las connotaciones que esta tiene en el presente.

Los argumentos de los participantes en este documental, la manera en que ha sido construido como texto fílmico, claramente despojado de los guiños arcaicos del lenguaje tradicional que caracteriza al género, la cuidada selección de obras y fragmentos que son autoría de Jorge Herrera o los amagos de puestas escenográficas de ropaje digital. Todas estas partes que son el todo, apuntan a redimensionar nuestra mirada sobre el debatido rol del artista en la sociedad.

Tópicos como el rigor, eje del desarrollo para toda obra humana donde la creación es parte medular del deseado talento, el urgido estudio de obras renovadoras o ya clásicas de las que debemos tomar seculares apuntes, son parte de un ensayo documental que no solo es merecido homenaje, también pieza para ejercicio de la polémica, para el análisis agudo y sincero de un período virtuoso de nuestro cine.

Texto tomado de la columna Notas del reverso de: http://www.lajiribilla.cu

OFG*Licenciado en Comunicación Audiovisual (Instituto Superior de Arte). Editor del blog CineReverso. Productor y guionista de cine y televisión. Articulista de la revista cultural La Jiribilla. Colaborador de las publicaciones Cubadebate, Cubarte y Cubainformación, esta última de España.

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Por un indigno, cien dignos. Por: Luis Toledo Sande*

Obra del artista chileno radicado en Cuba Carlos Tato Ayress

Obra del artista chileno radicado en Cuba Carlos Tato Ayress

Fidel Castro llamó a José martí “guía eterno de nuestro pueblo”, y dijo: “Su legado no caducará jamás”

Al señalar a José Martí autor intelectual de los sucesos del 26 de julio de 1953, Fidel Castro proclamó una verdad. Con esos hechos la vanguardia de la generación del centenario martiano se propuso iniciar la reversión de la república neocolonial. Esta, fundada en 1902 con el ejército interventor estadounidense imponiendo desde 1898 la voluntad del imperio, era la negación de la república moral por la que Martí, consagrado a librar a Cuba del colonialismo español y de la dominación tramada por los Estados Unidos, había muerto en combate.

Sin independencia no se podría alcanzar la justicia, que incluía erradicar no solo el hambre física, sino también la espiritual, ostensible en el analfabetismo, y extirpar otras lacras heredadas del coloniaje. Los ideales de Martí no se agotarían con la toma del poder político. El 28 de enero de 1960, a más de un año de la victoria de la Revolución Cubana, Ernesto Che Guevara lo honró en su natalicio y sostuvo: “su lenguaje no envejece”.

Cuando en Versos sencillos, libro editado en 1891, Martí afirmó: “Con los pobres de la tierra/ Quiero yo mi suerte echar” –lo que explícitamente revalidó en Patria el 24 de octubre de 1894 con el artículo “Los pobres de la tierra”–, no procuraba demagógicamente ganar seguidores entre los humildes. Ni solo reconocía que ellos habían sido –lo afirmó en Lectura en Steck Hall el 24 de enero de 1880– los “verdaderos mantenedores” del esfuerzo desatado en 1868. En lo más hondo revelaba cómo sería la Cuba deseada por él.

En “Maestros ambulantes” (mayo de 1884), artículo que tanto sigue alumbrando hoy, convirtió en párrafos estas máximas: “Ser bueno es el único modo de ser dichoso” y “Ser culto es el único modo de ser libre”. Convencido de esas verdades, no iluso, añadió: “Pero, en lo común de la naturaleza humana, se necesita ser próspero para ser bueno”. En el trabajo veía la base para el bienestar: “Y el único camino abierto a la prosperidad constante y fácil es el de conocer, cultivar y aprovechar los elementos inagotables e infatigables de la naturaleza”.

Sabía insoslayable contar con la condición humana general, pero él era un ser extraordinario en busca de que las aspiraciones y las capacidades individuales sirvieran honradamente a la colectividad. En julio de 1893, hablando desde la dirección del Partido Revolucionario Cubano a sus organizaciones de base, las llamó a vencer los obstáculos que se oponían a la lucha.

Entonces escribió una circular en la cual reclamó: “Que nadie detenga su paso. Véase el cuadro admirable, y nadie se quede fuera de él. No importa que aquí o allá se esté en pobreza: la realidad ha de tenerse en cuenta siempre, y no se pondrá en agonía a los pobres; para ellos ha de ser principalmente la libertad, porque son los más necesitados de ella, y no se les ha de agobiar en nombre de ella”.

Para la arenga colectiva, y en primer lugar como su propia norma de conducta, fijaba su brújula en la ética, porque “la pobreza pasa: lo que no pasa es la deshonra que con pretexto de la pobreza suelen echar los hombres sobre sí”. Lejos de confiar en la supuesta espontaneidad de los hechos, clamaba por la acción y la prédica política necesarias.

Por ello sostenía: “Allí donde haya aflicción, la patria, que está más fuerte de lo que parece, puede esperar a que la pobreza pase; la aflicción está en unas partes, pero en otras no: en el reparto de las cargas está el buen gobierno: lo que unos no pueden hacer en la hora de su cruz, los que no están en la cruz lo hacen: lo que importa es que se vea la fe, y no se deshonre nadie”.

Era el guía revolucionario que abría caminos a la transformación de la patria con el esfuerzo colectivo para lograr lo que aún hoy es un sueño en el mundo: “el fin humano del bienestar en el decoro”. Estimaba indispensable el triunfo de lo que en la dedicatoria de Ismaelillo él llamó “la utilidad de la virtud”, que es contraria a los profetas del pragmatismo, rendidos a la virtud de la utilidad.

En 1983, en “Unas palabras a modo de introducción” para la edición crítica de las Obras completas del autor intelectual de los hechos del 26 de julio de 1953, y de la etapa de luchas desatada entonces, que hoy sigue enfrentando desafíos tremendos, Fidel Castro lo llamó “guía eterno de nuestro pueblo”, y dijo: “Su legado no caducará jamás”. En esa perennidad nos convocan palabras de su texto de 1893 ya citado: “Marchemos todos de modo que nos vean. Por un indigno haya cien dignos”.

Tomado de: http://bohemia.cu

Luis Toledo Sande*Nació en Velasco, Holguín, en 1950. Licenciado en Estudios Cubanos y doctor en Ciencias Filológicas por la Universidad de La Habana. Se ha desempeñado como redactor-editor en la Editorial Arte y Literatura; investigador y sucesivamente subdirector y director del Centro de Estudios Martianos; profesor titular del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona, tarea compartida con la asesoría nacional, en la dirección del Ministerio de Educación, para la presencia del legado de José Martí en los planes de enseñanza del país; jefe de redacción y luego subdirector de la revista Casa de las Américas. Hacia finales de 2005 fue nombrado Consejero Cultural de la Embajada de Cuba en España, responsabilidad que concluyó satisfactoriamente en diciembre de 2009. De regreso al país, optó por ejercer el periodismo en la prestigiosa revista Bohemia.

Ha mantenido programas radiales semanales en CMBF y en Radio Habana Cuba. Ha participado como asesor en programas televisuales, y ha sido jurado en el Premio de la Crítica, el de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y otros certámenes nacionales, y en el Premio Literario Casa de las Américas.

Ha impartido conferencias y participado en foros profesionales en Cuba, Venezuela, Nicaragua, República Dominicana, México, Costa Rica, Colombia, Puerto Rico, Argentina, España, Italia, Yugoslavia, Andorra, Checoslovaquia, India y China.

A su obra pertenecen volúmenes de diferentes géneros: Precisa recordar, Flora cubana, Tres narradores agonizantes, Libro de Laura y Claudia, De raíz y memoria, Textículos (reúne Amorosos textículos e Infernales textículos), De Cuba en el mundo, Más que lenguaje y varios acerca de José Martí. Entre estos últimos se hallan las colecciones de ensayos Ideología y práctica en José Martí y José Martí, con el remo de proa, así como la biografía Cesto de llamas, que recibió Premio de la Crítica de Ciencias Sociales, cuenta con varias ediciones en español dentro y fuera de Cuba y se ha publicado asimismo en inglés y en chino.

Textos suyos de diversos géneros han aparecido en numerosos libros colectivos y publicaciones seriadas, dentro y fuera de Cuba, y ha prologado obras (algunas con selección suya) de Luis Vélez de Guevara, José Martí, Miguel de Carrión, Jesús Castellanos, Carlos Loveira, Jorge Mañach y otros. Preparó y prologó el primero de los dos tomos de la Valoración Múltiple de José Martí publicada por la Casa de las Américas. Tiene otros libros en proceso de edición. Entre los reconocimientos que ha recibido se halla la Distinción Por la Cultura Nacional.

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Cuerpo y fotografía, complicidad en un binomio funcional. Por: Rafael Acosta de Arriba

Obra del artista plástico cubano Juan Carlos Alom

Obra del artista plástico cubano Juan Carlos Alom

El cuerpo es pivote de preocupación en las sociedades actuales, eso nadie lo discute, hoy se examina desde lo transdisciplinar por los estudios culturales y visuales así como por las ciencias sociales en general. Digamos que en el presente es un tema de primerísima atención. Los debates comprendidos dentro de la denominada posmodernidad acentuaron discusiones que provenían de los orígenes mismos de la filosofía occidental. Las teorías de la sociología visual más recientes profundizan en la centralidad de los estudios sobre la corporalidad y su representación, así como hablan de su incidencia en las construcciones que las sociedades hacen de las conductas sexuales, pero también indagan en la configuración de las relaciones de poder que se establecen socialmente a partir de las representaciones del cuerpo. Un repaso al potencial simbólico que ha gestado la fotografía cubana sobre la corporalidad aparece en toda su extensión en mi libro La seducción de la mirada [1], por cuanto no me extenderé aquí en cuestiones de corte historiográfico. Más bien tocaré puntos y tópicos que me parecen importantes sobre el particular.

Las ciencias sociales intentan, aun insuficientemente, interpretar la percepción del arte, analizar las complejas relaciones entre las imágenes del cuerpo, el arte y la realidad político-social del país. La centralidad del cuerpo en la práctica artística cubana ha estado problematizada y enriquecida por las circunstancias político-sociales y de manera paralela por la circulación de los códigos artísticos internacionales. Estamos hablando por supuesto del cuerpo Otro, del que siempre se habla cuando se habla de arte.

La Habana, emporio urbano habitado por hermosos cuerpos, síntesis de un mestizaje rico y poderoso, larvado a través de cinco siglos, es recreada constantemente por artistas y escritores. Hoy, las imágenes de los cuerpos, desde el punto de vista de la representación, hace contraposición a esa manía de fotógrafos extranjeros (también de algunos cubanos) de hacer de las ruinas de edificios, calles y coches, el epicentro de sus imágenes.

Alberto Korda, Pedro Abascal, Roberto Salas, René Peña, Juan Carlos Alom, Julio Bello, Jorge Otero, el Proyecto Siamés, Félix Antequera, Jaime Prendes, Rodney Batista, Cirenaica Moreira, Enrique Rottemberg, entre otros reconocidos fotógrafos, han aportado un despliegue de la fusión  cuerpo-ciudad que ejemplifica lo que trato de decir. La fotografía cubana ha gestado un imaginario del cuerpo en estrecho vínculo con la urbe citadina, con sus ruinas y con la vitalidad de su gregarismo caribeño.

En el caso del arte fotográfico en Cuba, itinerario que no es posible describir aquí por una elemental cuestión de espacio, se puede afirmar que desde los 90 del pasado siglo el tema cuerpo ha tenido un renacimiento y explosión a nivel de imaginario estético y sociológico.

La fotografía nació enamorada del cuerpo y éste halló en aquella una suerte de espejo plural e infinito para reflejarse y reinventarse hasta lo inabarcable. De la primera prostituta que posó ante una cámara en París, allá por 1844, a las multitudes desnudas que hoy fotografía Spencer Tunick en cualquier latitud del mundo, verdaderos tejidos de cuerpos que cubren calles y avenidas, el itinerario de la fotografía del cuerpo es tan vasto, accidentado y diverso que resulta imposible describirlo linealmente o como una simple historia secuencial. Quizá utilizar un sentido de circularidad sea lo más apropiado para esta descripción.

Como expresó el esteta Adolfo Colombrés, “Toda sociedad y toda cultura construye sus propios sistemas de relaciones sociales concernientes al desnudo [2]” y Cuba no es, desde luego, la excepción. Eso sí, ante la saga de las imágenes que ha gestado la fotografía, es imposible permanecer indiferente. El pensamiento visual que se conforma o vislumbra con las fotografías de artistas cubanos del presente nos habla de intuitividad, información, apropiación de códigos artísticos foráneos, creatividad, apegos al antiguo enfoque identitario nacional, lecturas posmodernas y permanencia de las visiones más tradicionales, todo mezclado y presente en la obra de nuestros fotógrafos durante más de medio siglo de obturar y recrear el cuerpo humano.

Por otra parte, como lo revela el ritmo creciente de exposiciones en las galerías y centros de arte del país en los últimos años y sobre todo, su presencia en las Bienales de La Habana, la fotografía es una de las manifestaciones de las artes visuales que mayor vitalidad exhibe en el momento actual.

Los años 90 del siglo pasado representaron un claro punto de inflexión hacia una actualización y modernización de las miradas. A partir de las imágenes de esos años la fotografía cubana del cuerpo entró de lleno en los cambios producidos por la posmodernidad. Así, se adentró en una deconstrucción ideológica de lo fotográfico, se apeló al pastiche posmodern, se adoptó la aplicación a la imagen de conceptos del diseño y se utilizó la ambivalencia de la imagen y del rol del cuerpo dentro de una iconografía en constante movimiento, con lo que se aceleraron los ritmos de apreciación de lo corporal; en fin, se actualizó la práctica artística a tono con los tiempos que corren.

En cuanto a lo sexual y su corolario, el erotismo, se podría convenir que sirvió de catalizador de análisis de corte sociológico que marcaron las imágenes de finales de los 80 en lo adelante. Devino coartada, vehículo movilizador de los ánimos de cuestionamiento y transgresión social; devino también metáfora de reflexiones sico-sociales pero sobre todo, en el propio ámbito de la sexualidad, de meditaciones sobre el erotismo duro y menos duro, el placer por las formas, el protagonismo de los genitales, el cuerpo resistente a las rigideces institucionales.

Podemos apreciar entonces, en la fotografía más reciente, el cuerpo-cuerpo, el cuerpo fragmentado, el cuerpo-tiempo, Eros y Thánatos revisitados una y otra vez, el cuerpo marginal, el cuerpo metafórico, el cuerpo-idea, en fin, la imagen cuerpo en la rica y compleja polisemia y resignificación de los tiempos que corren.

No existe hoy mismo una tendencia o estilo predominante en la fotografía del cuerpo que se hace en Cuba, por lo que puedo afirmar que se recrea sin desfases al ritmo de las corrientes en boga del arte internacional, se emplean las técnicas e hibridaciones pertinentes para ofrecer concepciones  contemporáneas de lo corporal y sigue siendo una muestra de resistencia consciente a las imposiciones de un canon de belleza foráneo, no connatural a la historia, las morfologías y la identidad plural que hoy existen en el arte cubano (aunque considero pertinente decir que lo identitario parece moverse hacia disoluciones mayores aún entre los artistas más jóvenes). Es también una forma legítima de enfrentarse a la banalización de la imagen corporal tan común en los medios de comunicación masiva (los de aquí y los de allá). Una muestra de resistencia, vale añadir, a las invasiones de la política, a las dobleces morales de la sociedad  y, como ya expresé, a las imposiciones de cualquier índole. Resistencia y apertura al mismo tiempo, lo que habla de madurez en la interpretación y recreación de lo corporal en el arte fotográfico cubano.

La fotografía, gracias a la exaltación y difusión de la red y a su propio e intrínseco valor artístico y documental, se  convirtió, finalmente, en el medio visual definitorio de la cultura contemporánea. El pensamiento visual que se está gestando entre los artistas cubanos tiene, entre otras, la virtud de enfocarse en el presente y distanciarse del pasado. De esta forma hacen una contribución a las ciencias sociales que se requieren en el minuto actual.

La fotografía cubana actual ha propiciado o ha sido el escenario del tránsito del modelo moderno del cuerpo, es decir, de la construcción física de este, al modelo posmoderno o lo que es lo mismo, el cuerpo en sus transparencias, atomizaciones y disipaciones; el cuerpo en sus resignificaciones y envolturas, en su ambigua capacidad de ser núcleo aglutinador a la vez que fuerza centrífuga de ideas y conceptos, en su volátil y maleable expresividad, sigue repoblando el mundo de imágenes, sigue siendo el surtidor de signos por excelencia.

Parece evidente que se ha creado una epistemología del cuerpo en nuestra fotografía.

Notas

  1. Rafael Acosta de Arriba,  La seducción de la mirada. Fotografía del cuerpo en Cuba (1840-2013), Editorial, Polimyta, 2014.
  2. Adolfo Colombrés, “El desnudo: acción y pasión”, en revista Criterios, nro 22, La Habana, 1992, pag 99.

Tomado de: http://www.lajiribilla.cu

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Los que “cuentan las historias” en Onelio Jorge Cardoso. Por: F. Vladimir Pérez Casal

Onelio J CardosoRetomo el teclado en un punto, motivado[i].

La especie humana pasa una parte de la vida calificando y clasificando, sucede con casi todo. Se “compara con…”, esto ha provocado y provocará más de una “bronca” entre novios”, porque se empieza por ahí precisamente, por comparar digo, es parte del proceso de aprendizaje y de aprehender tanto las cosas de la realidad como la realidad de las cosas. De esas operaciones salen y quedan las etiquetas, tanto para las personas como para las cosas; los ángeles –que no siempre lo son- ascienden o descienden, causan estragos o su contario; los demonios y quienes emponzoñan también, a veces se salvan algunos, otros no. ¡Las etiquetas, ay las etiquetas!

“En el principio…” fue la división de la producción del cuento en Hispanoamérica, a partir de Horacio Quiroga, en dos grandes grupos o corrientes; “…la criollista o impresionista y la psicológica o expresionista[ii] ”; así fue y fue tanto que se quedó la etiqueta para “siempre“; y de tanto repetirse ya casi era un axioma, tal como ocurre con las leyes que “supuestamente” rigen las cosas (incluido el mundo); algunos protestaron , pero ya había pasado el tiempo.

El problema había comenzado antes, a finales del largo siglo XIX [iii] cuando los escritores comenzaron a “confundir”, para suerte de la literatura, a los hombres con sus hablares, como especies puras, en el volumen denso y colorido de estos[iv]; y es a partir de este momento que nos encontramos al habla en la literatura, muy parecida a como lo es en la realidad, tratando que no existan falsedades.

El realismo crítico ya había intentado presentar a la sociedad en un todo, en grupo-conjunto; reduciendo a sus personajes-actores a las relaciones de fuerza de una determinada formación económica social en las que actuaban , y la era del realismo haría –costaría mucho trabajo en el tiempo- que los lectores volvieran a considerar, lo hicieron los sofistas griegos, como índices a la dignidad humana y a los engaños del arte, esto ocurriría a nuestro juicio porque quien reacciona a los “engaños” ha superado el nivel de lo “vulgar”, ha logrado incorporarlos a las otras realidades de sus vidas . Entonces la literatura ya comenzaría a ser vista (¿comprendida?, no lo creo), en lo adelante, también, entre otras cosas, como un acto de información porque aparece en ella el habla real de los hombres.

Con Onelio Jorge Cardoso pasó; alguien -o más de uno en realidad- decidió que era un escritor “criollista” [v] y ya.

Onelio nació en Calabazar de Sagua, el 11 de mayo de 1914 y falleció en Habana el 29 de mayo de 1986. Cursó estudios hasta el bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de Santa Clara y no pudo continuar estudiando por dificultades económicas familiares. Desempeñó varios oficios, entre ellos el de viajante de comercio, que le hizo viajar por varias zonas del país y conocer a personas que le sirvieron, en muchas ocasiones, de modelos para sus personajes y sus historias.

Junto a la intelectualidad local contemporánea publicó en revistas locales como Umbrales, Club UmbralesLa Hora Umbrales.

Onelio Jorge, en 1936, ganó un concurso de cuentos de la revista Social, pero no es hasta la década de los años 40 que empieza a darse a conocer al obtener menciones en el prestigioso Concurso Alfonso Hernández Catá y finalmente el primer premio, en 1945, con el cuento Los carboneros. En ese propio año se publica en México, preparado por José Antonio Portuondo, su primer libro: Taita, diga usted cómo.

Aunque escribe hace otras cosas, es vendedor ambulante, viajante de medicina y maestro rural, junto al poeta Raúl Ferrer, en una pequeña escuela del Central Narcisa.

En 1948, en La Habana, comienza a trabajar de redactor del noticiero de la emisora Mil Diez; escribe libretos para la radio comercial y fue jefe de redacción del noticiero cinematográfico Cine-Revista.

En 1952 obtuvo el Premio Nacional de la Paz, por su cuento Hierro viejo.

Su segundo libro no aparece hasta 1958, El cuentero, editado por la Universidad Central de Las Villas.

Después del triunfo de la Revolución desempeñó varias responsabilidades: dirigió el Instituto de Derechos Musicales, fue jefe de reportajes especiales del periódico Granma, jefe de redacción de la revista Pueblo y Cultura y del semanario Pionero. También trabajó como guionista de documentales en el ICAIC y en la Sección Fílmica del Ejército Rebelde.

Desde 1961 perteneció al Ejecutivo de la Sección de Literatura de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba Unión de Escritores y Artistas de Cuba y a su fallecimiento era Presidente de la Sección de Literatura de esa organización.

El caballo de coral, su tercer libro, y segundo libro publicado en Cuba, salió en 1960. En el año 1962 ve la luz la primera edición de sus Cuentos completos, con dibujos de René Portocarrero. Ese mismo año publica Gente de pueblo, una colección de reportajes con fotos de José Tabío, que fue su amigo entrañable y prólogo de Samuel Feijóo.

En 1964 obtiene el premio 26 de Julio con su reportaje Santiago antes del 26, publicado en la revista Pueblo y Cultura.

Sus textos también fueron editados en Bulgaria, Eslovaquia, España, Francia, Hungría, México, Rusia, Rumanía y Polonia, entre otros países.

Se desempeñó como diplomático en Perú, con el cargo de Consejero Cultural.

Le fue conferida la condición de Doctor Honoris Causa por las universidades “Simón Bolívar”, de Bogotá y de La Habana, en 1983 y 1984, respectivamente.

Algunos crecimos acariciando las hojas y disfrutando sus textos, quien no recuerda: El homicida, Moñigüeso, Mi hermana Visia, En la caja del cuerpo, Memé, Un brindis por el Zonzo y otros, estos nos acompañaron a buscar el sueño y a “olvidar” alguna que otra pena.

Nuestro Cuentero mayor, como se le identificó, si bien responde a algunas de las características del criollismo en sus textos, también las dejó detrás y usó en su obra otras, una de ellas muy repetida, fue la consistente en usar pequeños relatos que están contenidos dentro de una narración principal. Esos relatos poseen una “relativa” independencia de la narración regente; relativa porque están “emparentados” con la narración principal por medio de los personajes, sus funciones y por los narradores; en independencia de los hechos que, a pesar del parentesco con la totalidad son otros, y se insertan en el cuento.

Recordemos El Cuentero. Un narrador da voz a otros que a su vez cuentan historias que se interrumpen y se unen nuevamente. Lo que nos enseña que en un cuento [vi], podríamos encontrar varios relatos unidos por procedimientos coordinativos y subordinados (lo mismo que en los conjuntos oracionales) para enlazarse entre sí; y en el último caso, distinguiríamos los conceptos–términos de “relato regente” y relato regido”.

En la ya lejana -quien lo diría-, década del 80 del pasado siglo se afirmaba, intentando dar coherencia a este asunto, que “…la presencia de un relato enmarcado en un relato marco implica la existencia de dos niveles narrativos; un narrador para la diégesis y otro para la metadiégesis (…) El narrador de la diégesis (…) en un momento de su discurso delega en algún personaje parte de la narración. El narrador de la metadiégesis surge, necesariamente, de la diégesis en cuanto es un personaje de ella…” [vii].

Recalco que el análisis literario en muchos casos no utilizó una terminología coherente y transparente que, difundida en esa ciencia, resultara “neutra” y lógica desde el punto de vista terminológico, y entonces conceptos como los de subordinación y coordinación, que encuentran amplias posibilidades de aplicación muchos más allá de la sintaxis, donde surgieron, incluso dentro de la propia ciencia lingüística (por ejemplo en la fonología y la morfología) no fueron utilizados y se recurrió al uso de una terminología que, a nuestro juicio, terminó por confundir a varios.

En el domino de los estudios literarios en particular, no ha acabado de superarse el peligro nocivo de recurrir a fórmulas terminológicas cuyo carácter metafórico las hace de alguna manera esencialmente impresionistas (estoy pensando en ´myse en abyme´, pésima traducción de “puesta en escena o puesta en abismo” y servil calco del francés, además). Por si resultara poco, no es inusual el irresponsable abuso de lo que en lingüística se llama “casillas vacías”, especialmente en lo tocante a la creación de hiperónimos; y por esa razón hacemos la contraposición de cuento –relato, o relato regente– relato regido.

En expresiones utilizadas por críticos literarios como “relato dentro del relato” o “relato enmarcado y relato marco”, encontramos la ausencia de hiperónimos que contengan a la(s) parte(s) innominada(s), por esa razón establecemos, para que se haga más nítida la distinción entre la totalidad contentiva en X relatos (cuento) y sus partes contenidas en la misma (relato regente y relato regido) y tal vez El Cuentero es el texto que explica mejor lo anteriormente señalado. Por primera vez Jorge Cardoso utiliza un personaje que narra historias; para hacerlo recurre al procedimiento explicado, hay una relato regente que contiene a varios otros relatos que resultan regidos.

Hay en este cuento cuatro relatos; el relato regente y los regidos. Un texto regente narrado en primera persona; un segundo relato narrado también esa misma persona por el personaje principal, un tercero de otro narrador, en tercera persona con intervenciones del personaje principal en primera persona; y otros 2 contados por un tercer personaje.

¿Los escritores piensan en esos artilugios para organizar o escribir los cuentos? A veces si, a veces no. A veces se hacen “mapas” o maquetas de una narración, otras salen solas y los personajes siguen sus caminos, a veces muy lejos de lo que se había diseñado.

Pero no es solo en El Cuentero que estos procedimientos suceden sino en otros textos como son el caso de Nino, en el que simultáneamente dos historias transcurren en paralelo, también presente en el texto El hilo y la cuerda.

En la cuentística de Jorge Cardoso ocurre que son homólogos los “contadores” de la historia y quienes intervienen en los relatos regidos.

¿Esto nadie le interesa en medio de tantos problemas? Probablemente sea cierto, pero existen siempre “alguien” al que le llame la atención y que quiera conocer las sutileza que ilustren alguna que otra cuestión y que nos hace distintos de la “manada”, nos separa de la masa.

¿Elogios?, muchos causó la obra de Onelio, para Pablo Neruda fue uno de los mejores cuentistas de América; para José Rodríguez Feo fue una hazaña – la publicación de sus Cuentos completos– lograda a plenitud [viii]; pero los elogios duran poco, se van con el tiempo y en cuanto pasa la memoria, desaparecen con las generaciones que un día leímos; y hoy, como con dolor sabemos, pocos leen, pocos recuerdan también. Los libros quedan todavía, espero que no desaparezcan y un día vuelvan a re-descubrirse; y ojalá pase con Onelio.

Existe una razón por la cual se es, se está en un lugar determinado, por la que se hace cierta cosa, el misterio está en poder descubrirlo y quienes lo logran –pienso que no se hace por inteligencia sino por amor- tienen el privilegio de encontrar elementos importantes y alcanzar ciertas cotas de felicidad. A veces están las cosas ahí frente a todos y nadie las ve o las cuenta, en el caso de Onelio logró escribirlas y re – describirlas, hacer literatura con lo que estaba ahí porque no decidió ignorarlas, las hizo más públicas y al difundirlas, las compartió con todos.

Notas

[i] Ver a García Ronda, Denia (2009): “…sirvió de motivación a exámenes posteriores, como el que realizara Vladimir Pérez Casal en su investigación sobre la intertextualidad en la cuentística oneliana…” En “Un poco más allá. Proyección ético-estética de la cuentística de Onelio Jorge Cardoso”, Ediciones Unión, 221 págs. Op. Cit. 98.

[ii] Ver Portuondo, José Antonio (1947): “Lino Novás Calvo y el cuento hispanoamericano”, Cuadernos Americanos, nro 5, sept-oct, Vol XXXV, México, págs. 245-263. Op. Cit. pp 245

[iii] Largo porque nació con la Revolución francesa (1789) y concluyó con la sangrienta Primera Guerra Mundial y el comienzo de la Primera Revolución de Obreros y Campesinos del mundo en 1917.

[iv] Ver en Barthes Roland: “Novos ensaios críticos o grau zero da escritura”, Editora Cutrix, Sao Paolo, 167 págs. Op. Cit. 162

[v] El criollismo fue una corriente literaria que trató de llevar el sentimiento vernáculo a categoría literaria, en el que predomina lo autóctono, se usan modismos dialectales, se profundiza en las leyendas del pueblo. Se dice que surge como oposición al exotismo modernista, con personajes locales en contraposición a los desarraigados con “mentalidad extranjera”. También hay aspiración que las obras se vean como “documentos sociológicos” del momento que vive la localidad, más allá de lo netamente artístico.

[vi] Quiero hacer algunas precisiones terminológicas: cuento a una entidad narrativa total y relato una unidad narrativa menor contendida en la totalidad. En cuanto al término narración, aplicable por igual al cuento y al relato, vamos a asignarle la condición de hiperónimo diferenciado.

[vii] Ver Lértora, Juan Carlos (1980): “La estructura de la ´myse en abyme´ en Fragmentos de la Apocalípsis”, Semiosis Nro.4, Universidad Veracruzana, Xalapa, México (págs. 78-88). Esa misma terminología fue usada por importantes críticos como Genette, Gide, Ricardou, Ball y Dallenbach, entre otros.

Fuente: http://librinsula.bnjm.cu

Tomado de: http://www.cubadebate.cu

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Evo, la profecía realizada. Por: Ricardo Alarcón de Quesada*

Evo MoralesEl 22 de enero se cumplen diez años de la elección de Evo Morales como Presidente de Bolivia y de la Revolución Democrática y Cultural que ha llevado a cabo transformaciones de hondo calado en ese país. Entre ellas su constitución en Estado Plurinacional representativo por primera vez de los pueblos y naciones indígenas que fueron despojados de su tierra por los invasores españoles hace cinco siglos y excluidos y discriminados después por la oligarquía criolla continuadora del viejo colonialismo y servil instrumento del imperialismo contemporáneo.

Evo es el primer indígena, aymara, que ocupa la presidencia de Bolivia y la persona que ha desempeñado ese cargo por más tiempo sin apartarse nunca de la legalidad institucional. En un país que ha padecido incontables golpes de Estado y regímenes militares el suyo surgió y se ha mantenido como fruto de elecciones en las que con mayorías siempre crecientes él y las fuerzas que lo apoyan han sido los vencedores frente a opositores respaldados con los recursos financieros y los medios de publicidad del imperio y la oligarquía. Ningún predecesor en el cargo, en doscientos años de vida republicana boliviana, pudo alcanzar las votaciones recibidas por Evo las cuales ha seguido un curso de aumento constante desde una sobría mayoría inicial hasta cifras superiores a los dos tercios del electorado.

Diez años es un plazo muy breve, un instante apenas en la larga evolución de la Humanidad. Pero los últimos diez años han tenido para Bolivia una intensidad de siglos. Jamás se había hecho tanto, en tan poco tiempo, por la emancipación de un pueblo secularmente sojuzgado.

La reforma agraria, la nacionalización de los hidrocarburos, la minería, la telefonía y la electricidad, la recuperación del agua y las telecomunicaciones han permitido a los bolivianos rescatar sus riquezas naturales ahora al servicio de una economía nacional que ha crecido a un ritmo sostenido, por encima del promedio regional. Un país que siempre estuvo a la zaga entre los más atrasados del planeta, acompañado en su pobreza sólo por Haití en nuestro Continente, ha sido protagonista de un “milagro económico” del que poco se habla. El Banco Mundial, en 2010, a la mitad del período revolucionario, debió reclasificar a Bolivia, elevándola a la categoría de país de ingreso medio.

Este crecimiento admirable no ha sido para beneficio exclusivo de unos pocos, gracias a una conducción verdaderamente democrática y socialista ha permitido a millones de bolivianos salir de la pobreza extrema y la indigencia. A su nueva vida contribuye igualmente la extensión para todos de servicios sociales antes reservados a las minorías, como la atención médica. La Operación Milagro, para mencionar un ejemplo, ha librado de la ceguera a 665 928 personas.

Una vigorosa campaña, que además del español incluyó el quechua y el aymara, principales lenguas autóctonas, permitió alfabetizar a 819 417 personas y declarar a Bolivia libre de analfabetismo el 20 de diciembre de 2008. Los beneficiados continúan ahora sus estudios bajo el programa “Yo sí puedo seguir”.

Por eso la celebración de este aniversario será mucho más que un acto protocolar. Además de comparecer ante la Asamblea Legislativa habrá una ceremonia andina en la antigua ciudadela de Tiahuanaco y un desfile conmemorativo de los movimientos sociales bolivianos y de varios países sudamericanos.

Se reunirá allá mucha gente. No faltará en la multitud Tupak Katari, el líder rebelde que al frente de 40 mil indígenas puso en jaque a los colonialistas hasta ser capturado y descuartizado el 15 de noviembre de 1781. Desde entonces Tupak Katari ha sido inspiración y guía en la lucha incesante de su pueblo y lo sigue siendo. Lo anunció bajo el atroz martirio: “Yo moriré pero volveré y seré millones”. Evo y su pueblo han hecho realidad la profecía.

Tomado de: http://www.cubadebate.cu

Ricardo Alarcón*Doctor en Filosofía y Letras, escritor y político cubano. Fue Embajador ante la ONU y Canciller de Cuba. Presidió durante 20 años la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba (Parlamento).

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El estado actual de la fotografía artística en Cuba. Por: Alain Cabrera

Foto: Adrián Fernández

Foto: Adrián Fernández

La fotografía artística en la actualidad se despliega fundamentalmente bajo dos líneas de trabajo reconocidas (la documental y la conceptual o en términos más específicos; dotada de una “mayor artisticidad”). Si bien es innegable que ambas presentan notables divergencias estructurales, por momentos también evidencian puntos en común, y aquellos que las practican con asiduidad pueden transitar de una a otra indistintamente si lo indispensable radica en utilizar la cámara como herramienta y medio expresivo.

Aunque el objetivo del presente texto intenta arrojar ciertas luces sobre la vertiente conceptual y sus características generales por considerarla una tendencia que ha ido en ascenso con el paso de los años —especialmente entre los jóvenes creadores— es preciso partir del instante que marcó la diferencia en el arte de factura nacional y por ende en la fotografía artística, las décadas del 80 y el 90 del pasado siglo. Este llamado “Renacimiento del Arte Cubano” [1] trajo consigo en el medio fotográfico también una ruptura con los años precedentes. Sus representantes apostaban por hacer una obra de carácter más intimista, abocados a reflejar (de otra manera) la realidad desde un punto de vista personal, pero a la vez con una fuerte proyección crítica desde y hacia la sociedad imperante. Así, la metáfora, la alegoría y el doble sentido integraban —y de algún modo lo siguen haciendo— discursos polisémicos con enfoques de género, raza, identidad, religión, marginalidad, entre otros tantos temas. La “nueva documentalística” deudora de otras pretensiones muy distintas a las de la ya conocida “épica revolucionaria” de los años 60, también partía de una idea anticipada por sus autores para luego realizar la instantánea, la serie o el ensayo deseado pero con una mirada hacia lo más profundo del sujeto cotidiano.

Así mismo, siguiendo un influjo que se revela a escala mundial y que en nuestro contexto nos han alertado voces especializadas en el campo de la crítica de arte como Nelson Herrera Ysla o Elvia Rosa Castro —por solo mencionar dos nombres— en el presente la palabra fotógrafo se diluye continuamente en un universo artístico-cultural cada vez más trans y multidisciplinar. Los artistas (sería entonces la palabra correcta a utilizar), vienen y van del video al performance, toman fotografías, pintan o construyen enrevesadas creaciones instalativas que pueden contemplar en si todas las manifestaciones antes mencionadas, y más. La irrupción de los medios digitales, entre estos, equipos y programas de edición de imágenes, también ha venido a potenciar y pluralizar una producción que va en constante ascenso.

Por otro lado, debido a la inexistencia de un centro de estudios que masifique dicha práctica desde la institución, no obstante el surgimiento de escuelas y academias privadas con vastos programas de enseñanza y talleres impartidos pero con un costo lógico para su subsistencia, muchos de los que hoy se vinculan a la fotografía con una formación básica autodidacta y herramientas insuficientes, deben optar por escoger los conocimientos a estudiar de acuerdo a sus intereses y posibilidades económicas. Más adelante, aquellos que pretendan superarse intentarán suplir sus lagunas consultando bibliografías, tutoriales o acercándose a quienes tengan un dominio de otras temáticas o técnicas afines al campo. Los que provienen de la academia, lo cual no infiere una preparación plena ante el hecho artístico, en ocasiones eligen el conceptualismo como elemento discursivo para transmitir una idea por sobre una realización totalmente depurada. En pocas palabras, en este sentido se nota la falta de pedagogía integral.

En el caso de la fotografía conceptual, para reconocer o producir una obra que pueda clasificar dentro de dicha categoría, al igual que en la anterior, lo primero sería definir el concepto (idea abstracta del proyecto), luego visualizar la imagen que se pretende lograr y tener al alcance todos los elementos necesarios, tanto desde el punto de vista técnico como composicional (algunos de los artistas comienzan realizando bocetos de sus obras). Una vez determinado esto, se procede a construir el escenario, o lo que es lo mismo, el fragmento de realidad (en muchos casos no existente por si solo). Como parte de un complejo proceso creativo que incluye además el tratamiento posterior del registro fotográfico (ya en película negativa, diapositiva o archivo en mapa de bits o vectorial) escogido en el laboratorio, analógico o digital, para más tarde ser trabajado, es que aprovecho nuevamente para introducir en este marco propicio el término de “fotografía procesual” [2].

Dichos procesos, que en diversas ocasiones advierten una complicidad performática ocurrida solamente entre el sujeto/objeto fotografiado y el fotógrafo (que no tiene por qué ser necesariamente el artista —esto cuestiona a mi juicio lo que erróneamente se ha llamado autorretrato— ( y piénsese en la obra de Marta María Pérez, Cirenaica Moreira o René Peña), ve su consecuencia en el producto final, es decir, las fotografías amén de visibilizar un trabajo de mesa predeterminado también funcionan como documento del devenir de la creación desde el momento inicial, algo que muy pocos advierten una vez que se enfrentan a una pieza concluida o ubicada en un espacio legitimador.

Visto el hecho de tal forma, en la Duodécima Bienal de La Habana, como parte de la muestra colateral Zona Franca en el Parque Histórico Militar Morro-Cabaña, intenté junto a mi colega Chrislie Pérez, especialista de la galería Artis 718 del Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), poner en práctica una tesis curatorial que reflejara los procesos creativos que toman como punto de partida o como desenlace a la fotografía. La exposición se tituló Rompiendo Reglas. Integrada por 11 artistas de distintas generaciones y formaciones, la misma pretendió mostrar desde las metodologías de trabajo que forman parte de su quehacer individual una multiplicidad de propuestas que en ese momento no pudo ampliarse sobre todo por razones de espacialidad, pero que deja abierto un amplio espectro de posibilidades a todo lo que conlleve de una forma u otra la experimentación mediante el uso del soporte fotográfico [3]. El hecho arrojó como resultado obras con discursos propios desde la historia, la memoria o lo puramente estético que vinculaban las nuevas tecnologías con la tradición, lo funcional con la construcción previa de estructuras escultóricas (maquetas) para después tomarles la fotografía (producto a exhibir), la intervención —incisión, tejido o adhesión de objetos sobre las creaciones hasta su disposición fuera de los marcos o patrones establecidos— dando lugar a la interacción directa artista/obra/público.

En resumen, la constante transgresión, que aunque no podemos afirmar a ciencia cierta que pueda ser vista como sinónimo de novedad a estas alturas (¿y qué puede serlo?), también determina el estado actual de la fotografía artística en Cuba.

Notas

  1. Esta denominación, entre otras similares que le otorgara la crítica del momento a la producción plástica, mostró un contraste ostensible con los tristemente célebres años 70 que para muchos duraron más que un quinquenio, aunque entre sus logros destacan los papeles rectores-formativos del Ministerio de Cultura MINCULT y del Instituto Superior de Arte ISA ambos creados en 1976 y que ya para inicios de la siguiente década daban sus primeras promociones de artistas.
  2. Alain Cabrera Fernández. “Bifurcaciones y nexos en la fotografía contemporánea cubana. Concepto o/es documento”. Revista Artecubano3/2014, pp. 40-45.
  3. La relación de artistas implicados en dicha muestra estuvo compuesta por: Lidzie Alvisa, Nadal Antelmo, Alvaro José Brunet, Alain Cabrera, Adrián Fernández, Ernesto J. Fernández, José M. Fors, Yomer Montejo, Liudmila & Nelson, Jorge Otero y Linet Sánchez.

Tomado de: http://www.lajiribilla.cu

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Qué hacer. Por Luis Britto García*

ChavistasDebatir qué estuvo mal, cómo y por qué.

Reservar el debate para el ámbito interno, pues toda competencia de acusaciones e invectivas desacredita.

Reafirmar el socialismo como base ideológica, guía y meta de las organizaciones políticas.

Seleccionar escrupulosamente funcionarios y candidatos por trayectoria, ejecutoria y convocatoria y no por parentescos o acuerdos de cúpulas.

Articular escuelas de formación política e ideológica de cuadros.

Sanear las estructuras de corruptos que destruyen cuanto tocan.

Investigar exhaustivamente aumentos inusitados de fortunas y de signos externos de riqueza tanto en el sector público como en el privado.

Combatir la guerra económica, en la cual hasta ahora ha peleado sólo el bando agresor.

Mantener en sus cargos y no relevar de inmediato a los funcionarios que ejerzan en forma activa y efectiva el control de precios, de acaparamientos y de desabastecimiento.

Asumir el control estatal de la importación y distribución de alimentos y bienes básicos.

Asumir el control estatal de la banca.

Dejar de premiar con dólares a tasa preferencial a un empresariado que no los emplea en las finalidades previstas sino en la destrucción del país.

Clarificar que votar por un revocatorio también revocará todas las conquistas económicas, sociales, culturales y asistenciales logradas en quince años.

Solicitar del Tribunal Supremo de Justicia la nulidad de las leyes que atenten contra el principio de irreversibilidad de las conquistas sociales acogido en la Constitución.

Vetar por acto presidencial las leyes que nieguen o destruyan derechos económicos, sociales, políticos o culturales.

Proponer una reforma tributaria que aplique el principio de progresividad a los grandes contribuyentes, y denunciar como cómplices de éstos a los parlamentarios que se opongan.

Establecer un precio del combustible que resarza por lo menos su costo de producción.

Apoyar activamente a los movimientos sociales que luchen contra el paramilitarismo, la corrupción, el bachaqueo y el contrabando de extracción.

Informar que se vive una crisis económica planetaria, con escasez de alimentos global, en la cual el precio de los hidrocarburos ha bajado más de la mitad y el gobierno ha disminuido su ingreso en la misma medida.

Divulgar los incomparables logros económicos, sociales, culturales, educativos y políticos del bolivarianismo y su cumplimiento de las Metas del Milenio.

Rememorar los miserables indicadores económicos, sociales y culturales del siglo pasado y de los países que caen bajo gobiernos neoliberales.

Examinar minuciosamente el origen, antecedentes, trayectoria y actividades de los posibles titulares de beneficios sociales.

Recordar que quien sube precios, acapara y esconde mercancías es el empresariado actor de la Guerra Económica y no el gobierno.

Revelar que están sometidos a juicio más de dos mil funcionarios por corrupción.

Rememorar que el bolivarianismo restauró las prestaciones sociales para los trabajadores y que si no luchan por ellas el neoliberalismo se las volverá a quitar.

Reestructurar el sistema de medios públicos para desterrar sus prácticas meramente reactivas y convertirlo en generador de matrices de opinión y de agendas de debate.

Instalar plataformas 2.0 y 3.0 y encargar a expertos su manejo y contenidos.

Dejar de remedar formatos, interrupciones, inserciones, cintillos, acoso al usuario, chabacanerías y vulgaridades de los medios capitalistas en los socialistas.

Sustituir eventología efímera por acciones de gobierno perdurables.

Erradicar el paramilitarismo y su concomitante, la parapolítica.

Mantener el riguroso control de fronteras para inhabilitar paramilitares, bachaqueros y contrabandistas.

Rotar con regularidad y frecuencia efectivos y mandos del control de fronteras.

Impedir que se autodesigne representante del gobierno ante las FANB y vicecersa quien propuso la privatización de PDVSA, el derrocamiento del gobierno bolivariano mediante el artículo 350 de la Constitución y el enjuiciamiento de Chávez por la Corte Penal de La Haya.

Investigar a las ONGS e inhabilitar a las financiadas por la potencia hostil que declaró a Venezuela amenaza extraordinaria para su seguridad.

Descartar asesores extranjeros que nunca han ganado el poder en sus países y pueden contribuir a que en el nuestro lo perdamos.

Abandonar toda esperanza de pacto, conciliación o contubernio con una derecha que lleva 16 años tratando de asesinar al bolivarianismo.

Actuar en lugar de decir que se actuará.

Tomado de: http://luisbrittogarcia.blogspot.com

Luis Britto García*Caracas, 1940. Narrador, ensayista, dramaturgo, dibujante, explorador submarino, autor de más de 60 títulos. En narrativa destacan Rajatabla (Premio Casa de las Américas 1970) Abrapalabra, (Premio Casa de las Américas 1969) Los fugitivos, Vela de armas, La orgía imaginaria, Pirata, Andanada y Arca. En teatro, La misa del Esclavo (Premio Latinoamericano de Dramaturgia Andrés Bello 1980) El Tirano Aguirre (Premio Municipal de Teatro1975) Venezuela Tuya (Premio de Teatro Juana Sujo en 1971) y La Opera Salsa, con música de Cheo Reyes. Con Me río del mundo obtuvo el Premio de Literatura Humorística Pedro León Zapata. Como ensayista publica La máscara del poder en 1989 y El Imperio contracultural: del Rock a la postmodernidad, en 1990, Elogio del panfleto y de los géneros malditos en el 2000; Investigación de unos medios por encima de toda sospecha (Premio Ezequiel Martínez Estrada 2005), Demonios del Mar: Corsarios y piratas en Venezuela 1528-1727, ganadora del Premio Municipal mención Ensayo 1999. En 2002 recibe el Premio Nacional de Literatura, y en 2010 el Premio Alba Cultural en la mención Letras.

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¿Quién organizó los atentados de enero y noviembre de 2015 en París? Por: Thierry Meyssan*

Nuevas informaciones, publicadas por el diario croata Slobodna Dalmacija establecen la existencia de una responsabilidad del Estado francés en los atentados perpetrados en París, en enero y noviembre de 2015. Hay dos posibilidades: o las autoridades francesas habían logrado infiltrarse previamente en los grupos que cometieron los atentados en enero y noviembre, sin intervenir después para impedir que pasaran a la acción, o están directamente implicadas en la organización de esos actos de violencia. En todo caso, queda por determinar quién tomó las decisiones y si actuaba o no en nombre de la República Francesa.

Según la versión oficial, los atentados perpetrados en París, en enero de 2015, fueron realizados por orden de Al-Qaeda en la Península Arábiga (AQPA) para ejecutar a los miembros de la redacción de Charlie-Hebdo, mientras que los actos de violencia perpetrados, igualmente en París, en noviembre del mismo año fueron cometidos por orden del Emirato Islámico. Les autoridades han reconocido que la masacre de Charlie-Hebdo estaba coordinada con la toma de rehenes del supermercado de la Porte de Vincennes, a pesar de que dichas acciones fueron cometidas por dos organizaciones que dicen ser enemigas y de que existen dudas sobre la afirmación de Amedy Coulibay, el autor de la ocupación del supermercado, quien dijo ser miembro del Emirato Islámico.

La agencia Reuters ya había revelado que parte del armamento utilizado en los actos de violencia de noviembre provenía de la fábrica Crvena Zastava, situada en Kragujevac (Serbia) [1]. La agencia Associated Press y el diario Palm Beach Post publicaron que una de las pistolas de fabricación serbia había transitado por la Century International Arms, una firma de La Florida vinculada a la CIA [2]. La agencia de prensa Associated Press se retractó después de haber publicado esa afirmación [3]. En cambio, el Palm Beach Post no ha publicado ningún desmentido al respecto.

Según el diario croata Slobodna Dalmacija, parte del armamento utilizado en el atentado de enero contra el supermercado parisino y otras armas utilizadas en los atentados de noviembre provienen de la fábrica serbia de Crvena Zastava y llegaron a Francia a través del mismo revendedor, identificado como Claude Hermant [4].

Nuestros lectores recuerdan probablemente que, en 1998, la Red Voltaire ya había descubierto las sorprendentes actividades del servicio de protección del [partido francés] Frente Nacional, el Departamento de Protección y Seguridad (DPS). Este órgano interno del Frente Nacional se dedicaba a investigar y archivar las direcciones de los domicilios particulares de personalidades. Rápidamente se vio entonces que dentro del propio DPS, un pequeño grupo de individuos parecía estar preparándose para la realización de actividades ilícitas. Al cabo de numerosas peripecias, logramos que se creara [en Francia] una comisión investigadora parlamentaria para esclarecer aquellos hechos [5].

Los elementos que nosotros aportamos en aquel momento a la Asamblea Nacional [francesa], sobre todo en relación con la doble misión de los miembros del DPS dentro del Frente Nacional en Francia y en la organización de golpes de Estado en África, rápidamente se estrellaron contra la cláusula de “Secreto Militar” [6]. En todo caso, aquellas revelaciones provocaron en el Frente Nacional una crisis y la posterior división de ese partido, de manera que finalmente nadie respondió por aquellos hechos. Dos años después, en 2001, un ex miembro del DPS, el ya mencionado Claude Hermant, confirmaba al diario francés Libération la existencia de la estructura clasificada con el sugestivo nombre de «Action» en el seno mismo del DPS [7].

Recordemos ahora los trabajos que realizamos en 1998-1999. Comprobamos entonces que, en 1972, el «Frente Nacional por la Unidad Francesa» fue creado, en secreto, por el entonces responsable de Asuntos Africanos y Malgaches en la presidencia de Francia, Jacques Foccart, a pedido del entonces presidente de Francia, Georges Pompidou. El Frente Nacional siempre fue liderado por Jean-Marie Le Pen, quien había desempeñado un importante papel en la llegada de Charles De Gaulle al poder, en 1958, antes de volverse en contra del General [8], y por Francois Duprat, quien había participado, junto al conocido mercenario francés Bob Denard, en el respaldo a Moisés Tshombé en Katanga. También demostramos entonces que, en 1984, Francois Mitterrand y Guy Penne, el sucesor de Foccart en el equipo presidencial de Mitterrand, habían financiado –con fondos secretos de la República Francesa– la campaña del Frente Nacional con vista a las elecciones europeas. Llegábamos así a la conclusión de que el Frente Nacional [también designado actualmente por las siglas FN] había sido –y sigue siendo aún– no un partido político que busca ejercer el poder sino una estructura necesaria para el equipo presidencial francés, primeramente para mantener bajo control a ciertas personalidades de la extrema derecha y, posteriormente, para reintroducirlas en la vida política nacional.

En lo tocante al DPS, mostramos que había sido dirigido en su época por Bernard Courcelles, quien fungía simultáneamente como guardaespaldas de Anne Pingeot, amante de Francois Mitterrand, y por Gerard Le Vert. El DPS incluía en su seno una estructura secreta de unos 60 hombres, vinculados todos a los servicios de inteligencia y seleccionados en función de las necesidades de realización de las misiones secretas, desarrolladas principalmente en África. A esta última estructura pertenecía Claude Hermant. La verdadera dirección del DPS no estaba en el Frente Nacional sino en el ministerio de Defensa de Francia, en el seno de la DPSD, un servicio secreto que identificado casi exactamente con las mismas siglas y a cargo de la protección de las fuerzas armadas francesas.

Sólo sabiendo todo lo anterior puede verse el sentido de las revelaciones de Slobodna Dalmacija.

En enero de 2015, cuando fue encarcelado por «tráfico de armas», Claude Hermant se identificó ante el juez de instrucción como «informante» de los servicios de aduana y de la Gendarmería de Francia e invocó la cláusula de «Secreto Militar» ante el magistrado que le pedía detalles sobre el armamento que había vendido. La Comisión de Consulta sobre el «Secreto Militar» y posteriormente el actual ministro del Interior Bernard Cazeneuve dieron la razón a Claude Hermant [9].

En resumen, el señor Hermant formó parte de una estructura que, bajo la fachada del servicio de protección del Frente Nacional, se encargaba extraoficialmente de la realización de misiones secretas en el extranjero por cuenta de la presidencia de la República Francesa. Y hoy está siendo remunerado, cuando se ocupa de algún caso, por los servicios de aduana y la Gendarmería, lo cual sigue haciendo de manera totalmente extraoficial. Según Slobodna Dalmacija, Claude Hermant compró en Serbia varias armas neutralizadas [10], armas que el propio Hermant reactivó y que posteriormente fueron utilizadas en los atentados de enero y noviembre en París. El diario menciona los resultados de un análisis científico de un arma de fuego que nadie había mencionado hasta ahora. Al parecer, Claude Hermant también vendió armas a varios islamistas en Bruselas. Pero resulta que, a pesar de ser ilegal, el tráfico que realizaba este personaje está clasificado como “Secreto Militar”.

Por otra parte, hay que recordar que, según el grupo de prensa estadounidense McClatchy, los asesinos de Charlie-Hebdo –los hermanos Kouachi– tenían vínculos con los servicios secretos [11].

Para terminar, recordaremos también que Claude Hermant fue encarcelado por decisión de los jueces Stanislas Sandraps y Richard Foltzer –de la ciudad de Lille–, que investigan el tráfico de armas de este personaje. Pero los jueces parisinos a cargo de la investigación sobre la masacre de Charlie-Hebdo nunca trataron de meterlo en la cárcel. Los jueces de París que investigan la matanza de Charlie-Hebdo son Christophe Tessier, Nathalie Poux y Laurence Le Vert. La jueza Laurence Le Vert es prima de Gerard Le Vert, el ex jefe de Claude Hermant en el DPS.

Conclusión, o el señor Hermant estaba participando en una operación de infiltración en los grupos que realizaron los atentados –sin que nadie detuviera la acción de esos grupos– o, lo que parece menos probable, los actuales jefes de Hermant –probablemente en la sede de la presidencia de la República– participaron en la organización de esos atentados. También queda por determinar por qué y a nombre de quién los superiores de Claude Hermant actuaron como lo hicieron.

Notas

[1] “Some guns used in Paris attacks produced in ex-Yugoslavia’s arsenal”, Aleksandar Vasovic, Reuters, 28 de noviembre de 2015.

[2] “Dealer: Gun linked to Paris attack came through Delray firm”, Associated Press, 10 de diciembre de 2015. «Dealer: Gun linked to Paris attack came through Delray firm», Pat Beall, por John Pacenti y Mike Stucka, Palm Beach Post, 10 de diciembre de 2015.

[3] “Correction: Serbia-Paris-Guns story”, Jovana Gec & Dusan Stojanovic, Associated Press, 18 de diciembre de 2015.

[4] «Oružje za Charlie Hebdo prodao hrvatski branitelj», Marijo Kavain, Slobodna Dalmacija, 11 de enero de 2016. El diario croata precisa que «Las armas de la masacre de Charlie-Hebdo fueron adquiridas a través de un ex combatiente croata», Red Voltaire, 15 de enero de 2016.

[5] Ver aquí fragmentos del informe presentado a los parlamentarios franceses por la Red Voltaire, aquí el texto de las audiencias parlamentaria y aquí el texto del informe parlamentario. (Documentos en francés)

[6] La Françafrique, le plus long scandale de la République, de François-Xavier Verschave (Stock, 1998).

[7] «Un ancien du DPS révèle à “Libération” les activités de déstabilisation et d’infiltration menées en France et en Afrique» (En español, ex miembro del DPS revela a “Libératión” las actividades de desestabilización e infiltración realizadas en Francia y África), por Renaud Dely y Karl Laske, Libération, 6 de junio de 2001.

[8] «Cuando el stay-behind puso a De Gaulle en el poder», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 26 de agosto de 2009.

[9] «Masacre de Charlie-Hebdo: Francia clasifica como “Secreto militar” la información sobre las armas de los terroristas», Red Voltaire, 18 de septiembre de 2015.

[10] Un arma “neutralizada” es un arma de fuego a la cual se retiran uno o varios elementos fundamentales para impedir su funcionamiento. Por supuesto, un arma “neutralizada” puede ser utilizada nuevamente si se reponen los elementos que habían sido retirados de su mecanismo. Nota de la Red Voltaire.

[11] «Diario estadounidense vincula a los hermanos Kouachi con los servicios secretos franceses», Red Voltaire, 9 de enero de 2015.

Tomado de: http://www.voltairenet.org

Thierry Meyssan*Intelectual francés, presidente-fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Sus análisis sobre política exterior se publican en la prensa árabe, latinoamericana y rusa. Última obra publicada en español: La gran impostura II. Manipulación y desinformación en los medios de comunicación (Monte Ávila Editores, 2008).

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¿Saben por qué Cuba ha erradicado la desnutrición infantil severa? “El Mundo” nos desvela el secreto. Por: José Manzaneda*

el mundoExtraña leer en uno de los diarios españoles de gran tirada, “El Mundo”, que en “Cuba se ha erradicado la desnutrición aguda grave” en niños y niñas. Esta frase, al final de un extenso reportaje titulado “Guerra abierta contra la desnutrición infantil” (en el mundo), bien parecería un elogio a las políticas cubanas de protección de la infancia.

Pero no. El diario nos aclara muy bien quién ha conseguido dicho éxito en la Isla: ha sido “el buen hacer de (los) centros y de los voluntarios”… de Unicef.

Es un argumento ya clásico para escamonear los logros de ciertos gobiernos “díscolos”. Tiempo atrás, otra importante publicación española, la revista “XL Semanal”, endosaba también a Unicef la reducción en Bolivia de la “mortalidad infantil en un 45 por ciento en cinco años”. Por supuesto, no hacía la menor referencia a que el Gobierno de Evo Morales triplicó el presupuesto de salud pública tras la nacionalización de los hidrocarburos; o a que la cooperación sanitaria de Cuba en dicho país ha sido esencial en el diseño de los nuevos planes de atención de salud.

Es la propia Unicef, en sus informes “Progreso para la Infancia” y “Estado Mundial de la Infancia 2014”, quien reconoce que Cuba es el único país sin desnutrición infantil severa de América Latina. Pero en ningún momento se atribuye la responsabilidad de dicho logro, como hace el diario “El Mundo”. Al contrario, han sido muchos los representantes de este organismo de Naciones Unidas quienes -como el español Juan José Ortiz Bru- han apuntado al esfuerzo y la “voluntad política” del Gobierno cubano: “Cuba ha demostrado que, si hay voluntad política, independientemente de la riqueza del país, la concreción de los derechos de la infancia se puede manifestar plenamente. Cuba es un ejemplo”, decía.

Algo que respaldaba, en un reciente programa de televisión, la actual representante de Unicef en la Isla, la italiana Anna Lucía D´Emilio: “Evidentemente Cuba está bastante más adelante que otros países de la región, con tasas de mortalidad infantil y de menores de cinco años que son muy parecidas a las de países del Norte. (…) Cuba tiene mucho que enseñar sobre lo que es la solidaridad, el apoyo a los más necesitados, el valorar a la gente por lo que es y no por lo que tiene, la honestidad: eso no se puede perder”.

La labor de Unicef en Cuba –igual que en Bolivia- es importante y positiva. Pero no deja de ser un pequeño complemento a los programas públicos en los que se inserta. El reportaje de “El Mundo” refleja la labor de Unicef en varios países del Sur -especialmente de África- donde las políticas de Estado son muy débiles. No es el caso, desde luego, de Cuba.

Y alaba el papel de Unicef en Guatemala, donde “la mitad de los menores de cinco años –leemos- padece desnutrición crónica como consecuencia de los altos índices de pobreza”. La pregunta es obvia: si en dos países vecinos, como Guatemala y Cuba, actúa Unicef ¿cómo es que en uno las cifras de desnutrición infantil son tan elevadas, y en el otro ha sido erradicada?

En su “Programa país 2014-2018”, Unicef presenta sus líneas de trabajo en colaboración con el Estado cubano, y señala también carencias y problemas a superar. Entre los cuales señala, por cierto, al bloqueo de EEUU que –nos dice- “afecta (…) especialmente a la infancia y la adolescencia, y limita el acceso a fuentes financieras internacionales”. Pero mencionar esto ya sería demasiado para un medio como “El Mundo”.

Tomado de: http://www.cubainformacion.tv

José Manzaneda*Coordinador de la TV Cubainformación. Realizador y guionista de TV y documentalista, quién ha impartido diversos cursos sobre video. De su filmografía señalar su documental; El segundo desembarco: multinacionales españolas en América Latina (2010), producido por el Observatorio de Multinacionales de América Latina (OMAL).

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En todo hay política. Por: Frei Betto*

PoliticaEstamos en año electoral. En octubre elegiremos alcaldes y concejales. Aunque algunos no quieran saber de política conviene recordar que en todo hay política. No todo es política, pero la política está en todo. Por ejemplo una pareja en su luna de miel no es necesariamente una cuestión política, pero la calidad del hotel en que se hospedan tiene que ver con la política. Mi bisabuelo de 98 años puede que no tenga la menor idea de que la calidad del café matinal que toma tenga que ver con la política, pero lo tiene.

La política es un machete de dos filos, como se dice en Minas Gerais. Sirve para oprimir o para liberar. Es como la religión, que también sirve para oprimir o para liberar. Fue un error de cierta tradición marxista el afirmar que toda religión es alienación, hasta que de pronto se descubrió que la religión también era un instrumento de liberación. No soy yo quien lo dice sino Federico Engels (compañero de Carlos Marx en la composición de El Capital), en un librito que el mundo socialista apenas ha divulgado, titulado Cristianismo primitivo.

Fidel Castro le regaló al papa Francisco, en setiembre del 2015, cuando éste visitó Cuba, el libro Fidel y la religión, en el que un jefe de estado de un país comunista habla positivamente de la religión. Este año dicha obra será reeditada en el Brasil.

Entre otros muchos ejemplos de que todo tiene que ver con la política, uno de los más curiosos es éste: diciembre recuerda el número 10, noviembre el 9, octubre el 8, y setiembre el 7. ¿Y cuántos meses tiene el año? Doce. Ahí está la política: el año tenía diez meses. El emperador Julio César llamó a los astrónomos del imperio y les dijo: “Inventen un mes en homenaje a mí”. Ellos cavilaron e introdujeron en el calendario el mes de julio. Al morir Julio César le sucedió el emperador Augusto, que también llamó a los astrólogos y les dijo: “Si Julio tiene un mes con su nombre, yo también lo merezco”.

Y como las órdenes imperiales son órdenes imperiales y nadie quiere acabar con la cabeza cortada, ellos añadieron el mes de agosto. Pero muertos de miedo, le presentaron al emperador un problema cronológico. Existe una alternancia de días en cada mes. Enero tiene 31, después 30, 31, 30, y julio y agosto son los únicos dos meses del año con 31 días seguidos. ¿Cómo fue posible tal artimaña? Por órdenes imperiales. “Arréglenlo”, dijo Augusto. Y los astrónomos lo arreglaron quitando un día de febrero.

Podemos no saber que la política está en todo, pero lo está. Porque el ser humano no ha inventado -y creo que no lo inventará- otra manera de organizar su convivencia social si no es mediante la política.

Hoy día muchas personas, sobre todo jóvenes, están enemistadas con la política, porque miran los noticieros que hablan de corrupción, de robadera descarada, nepotismo, fisiologismo, etc. Pero yo siempre les recuerdo: quien tiene aversión a la política acaba siendo gobernado por quien no la tiene. Y precisamente lo que desean los malos políticos es que se mantenga esa aversión, para que se queden ellos con la mayor tajada.

¡Acuérdense de esto! Cuando usted o sus amigos digan: no quiero saber de política, no iré más a votar, voy a anular mi voto… le estarán haciendo el juego a los malos políticos. Quien se inhibe está dando un cheque en blanco a la política que predomina en el país.

No existe neutralidad política. Existe una falsa idea de neutralidad.  Pero de algún modo cada persona interviene en la política del país, para bien o para mal.

A fin de cuentas ninguno de esos señores o señoras que ocupan el Congreso Nacional, en Brasilia, ha entrado por la ventana. Todos entraron a través del voto de los electores. Entonces la cuestión también consiste en analizar por qué los electores votan mal. A causa de la política. Porque vivimos en un mundo en el que la política está controlada por una minoría. Y el Brasil no es la excepción. Pero ésa es otra historia y tiene nombre: reforma política.

Tomado de: http://www.cubadebate.cu

Frei Betto*Fraile domínico brasileño. Uno de los máximos exponentes de la Teología de la Liberación. Es el autor del libro “Fidel y la Religión”, “Conversación sobre la fe y la ciencia”, junto con Marcelo Gleiser, entre otros libros.

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