Archives for

“Me casé con el ICAIC y sus significados”

Rebeca Chávez y Senel Paz Cineastas cubanos

Por Dayron Rodríguez Rosales

La relación amorosa de Rebeca Chávez con el cine no empezó en 1974 ―como la mayoría y yo incluido creemos―, pues ella tuvo amoríos e intensas aventuras con el séptimo arte desde su natal Santiago de Cuba, donde veía muchas películas y participaba en cuanto cine club o debate pudiese.

En todo caso, en el 74 formalizó esa unión: “Me casé con el ICAIC y sus significados”, dijo a Cubacine recientemente en entrevista a propósito de su 75 cumpleaños.

¿Le ha servido su carrera de Historia en su trayectoria como cineasta?

Sí me sirve, y mucho, para ordenar los conocimientos y la información que está en tantos lugares. También porque resulta indispensable tener una cultura humanística asentada, que hay que enriquecer todos los días, actualizarla, colocarla en cada contexto o al menos donde precisa cada situación. Nada está aislado.

Hábleme de la Rebeca cineasta, investigadora y crítica de cine, ¿puede separarlas?

No. No puedo. No las separo. Hago periodismo ahora mismo. Me gusta y lo disfruto. Me han dicho algunos “lectores” de mis textos publicados en Granma, por ejemplo, que los mismos les parecen películas y eso me alegra.

Cuando escribía críticas semanales con Gerardo Chijona, investigábamos, nos íbamos más allá del filme del cual hablábamos. Y es que una obra cinematográfica es el resultado de una mirada particular, cómo veo esto o aquello. Nunca pude ni puedo obviar los contextos y los asuntos colaterales para crear esa nueva realidad que es el cine.

Sus documentales muestran gran versatilidad, ¿posee muchas inquietudes culturales?

Desde 1968, cuando viví el Congreso Cultural de La Habana, aprendí que la cultura implica un universo más amplio y rico que la concepción tradicional de entender cultura como cultura artística.

Mis inquietudes culturales son amplias, si piensas en los filmes que hice con creadores o artistas siempre está o es posible descubrir el tejido social o telón de fondo que está detrás, y que los acompaña y determina.

¿Cómo fue trabajar con Santiago Álvarez? ¿Qué aprendió de él?

Un gozo. Un placer. Una aventura. Una sorpresa permanente. Le agradezco mucho que me aceptara en su entorno, esa suerte de laboratorio práctico que era el Noticiero ICAIC Latinoamericano, y que me permitiera acompañarlo en el equipo que filmó a personalidades, cosas, situaciones reales o “inventadas” que poblaron todos sus filmes.

Fue junto a Óscar Valdés de quien más aprendí. Dos ritmos al caminar: Santiago corría, Óscar se deslizaba. Santiago era la urgencia de la noticia y sus implicaciones, que podían ir al pasado o al futuro. Óscar era el cine de serie B, las películas en blanco y negro. No obstante, en ambos se apreciaban disímiles mixturas sociales y, en los dos, una intuición sobrenatural sobre el cine.

¿Cuál fue su experiencia en tres de los siete capítulos de la serie Cuba, caminos de Revolución?

Fue una experiencia múltiple. Coincidieron muchas primeras veces: hacer una serie por encargo, trabajar, formar un equipo maravilloso armónico, unido y diverso con Manolito Pérez y Daniel Díaz Torres, para contar, resumir la Revolución para un público no cubano que, sin embargo, estaba también en nuestras cabezas. Un acercamiento muy complejo, lleno de retos y conflictos: ahí radicaba el desafío.

De hecho, un día, años después, puse en orden los tres capítulos que hice y verifiqué una coherencia interna que me sorprendió… puedes ver seguido Antes del 59 y Momentos con Fidel como una continuidad, que tiene un eje protagónico, y Andante Cantabile lo vi como una suerte de epílogo que abre el capítulo con planos y secuencias de la campaña de alfabetización del año 61, una poderosa señal dirigida a la cultura.

Esta fue una muy apretada síntesis —de las tantas posibles— del mestizaje infinito de orishas y santos presentes en la música, la danza, la pintura, las búsquedas, la experimentación, y siempre un diálogo agudo con el impacto de esa conmoción que es vivir, retratar, cantar, pintar o conceptualizar todavía hoy la Revolución.

Hacer cine, montar imágenes registradas por otros, huir de las consignas, de lo trillado, servir de puente a comprensiones diversas fue lo mejor que me pudo haber pasado cuando me invitaron a participar.

¿Qué puede decirme sobre Ciudad en rojo? ¿Quisiera volver a filmar un largometraje de ficción así o uno bien distinto?

Fue un reto. Saldé una deuda. Sabía, presentía que me iba a parar. Pero eso es pasado. Ahora toca el día de hoy, hay miles de historias que están esperando que uno las encuentre.

Recientemente recibió la Medalla Alejo Carpentier. ¿Qué significó esta distinción para usted?

Sorpresa. Me conmovió, sobre todo el recibirla junto a amigos y compañeros a los que quiero y respeto mucho. La medalla implica el reconocimiento a la obra y en ella están incluidos muchos que, cada vez que los necesitaste, te ayudaron.

A sus 75 años, ¿le falta mucho por hacer a nivel profesional?

No lo sé. Me encantan las sorpresas y la aventura de lo incierto. Espero o aspiro no perder mi brújula. Seguir viviendo cada día como si fuera el más importante de mi vida junto a Senel Paz, mi esposo.

¿Cuáles proyectos la ocupan actualmente?

Algo inesperado: hacer dos cortos. Esto me ha permitido descubrir y acercarme a Georgina Herrera y a Charo Guerra, dos creadoras que me dejan sin aliento, que son de verdad y se distinguen por su intensidad espiritual. Ambas llenas de ternura y de constancia.

Tomado de: Cubacine

Leer más

Fellini & Manara

Por Guido Negretti

El binomio cine y tebeos (o, como dicen los anglófonos, los cómics) tiene tres posibles resultados y causas de su ser: de hecho, se utiliza el formato de los dibujos sobre papel para (1) transportar a las hojas lo que ya existe en la pantalla, (2) seguir con las peripecias de lo que hemos visto en el cine como si de una continuación o de un spin-off se tratara, y finalmente (3) proponer al público con un gasto irrisorio lo que desafortunadamente nunca verá la luz ante nosotros sentados en una butaca, sumergidos en la oscuridad de la sala. En el caso de Fellini y de Manara, lo que nos interesa es la tercera opción, ya que el director romagnolo había entendido cómo el medio del cómic podía ayudarle a poner en marcha hacia el mundo de la realidad aquellos sueños de los cuales pensaba que su fin sería el olvido.

Dos son las obras que nos interesan en esta colaboración entre director y artista: Viaggio a Tulum e Il viaggio di G. Mastorna detto Fernet. Se trata, en el primer caso, de una larga aventura en la que volvemos a encontrar el vecchio snaporaz cuya cara (y cuerpo) pertenece al actor fetiche de Fellini, el inolvidable y eterno Marcello Mastroianni. Es una aventura, la de nuestro snaporaz, otra vez en el rol de un director de cine (alter ego de un Fellini que aparece en tanto voz telefónica, creando así un juego de espejos de carácter onírico) que decide rodar una película sobre Carlos Castaneda. Es un viaje muy largo y, al mismo tiempo, muy veloz, demostración esta de que en mundo de celuloide el tiempo y el espacio son factores relativos, hechos de la misma materia de los sueños. Fellini se permite, así, dejar que su imaginación se expanda no solo en lo que se refiere a los hechos sino también en relación a los lugares, gigantescos, increíbles, imposibles, esto sí, de rodar sin un presupuesto inalcanzable.

¿Qué nos cuenta, entonces, Viaggio a Tulum? Si dejamos por un lado las estructuras de la historia que nos viene narrada, resulta simple (casi automático) notar la relación que se instaura entre aquellas páginas y el concepto mismo de creación artística en tanto punto de unión entre lo real (el lápiz que traza unas líneas sobre las hojas) y lo imaginario (la figura que se nos presenta y a la que otorgamos cierta vida), exactamente como acontece en aquellos momentos en los cuales estamos entre la vigilia y el sueño, incapaces de decir qué es verdad y qué es ficticio. Aquí, entonces, es donde Fellini y Manara logran captar una sensación de eternidad, como si nos fuera posible poner la mirada hacia un cosmos que está fuera de nuestro alcance pero que, sin saber por qué, sabemos que nos pertenece, un elemento, este, que forma parte de un mundo al que estamos acostumbrados y que quizás un día vayamos a habitar, tan solo como recuerdos.

En el caso de Il viaggio di G. Mastorna detto Fernet estamos ante una obra que no tiene sentido porque ningún verdadero tipo de sentido tiene que mostrar. Es un juego, una especie de movimiento por un laberinto que va construyéndose mientras caminamos por él; difícil, entonces, poder dar un juicio definitivo sobre algo que se presenta más como un divertissement en el cual se nos pide que olvidemos por algunos minutos todo lo que queremos esperar de una historia (los tres actos que nunca van a aparecer). Fragmento de un guión que nunca fue llevado al cine, empieza este viaje con una pregunta que Mastorna le hace al público: ¿qué cara va a ser la suya, la de un protagonista del mundo del cine? Nos presenta tres, las de E. A. Poe, de John Barrymore y la de Mastroianni, pero ninguna de esta es la correcta. La que vamos a ver, de hecho, es la de Paolo Villaggio, con quien Fellini colabora en el filme La voce della luna (1990).

Son estos dos viajes la demostración de que la fantasía y la imaginación pueden funcionar en los varios medios que están a nuestra disposición. Son, efectivamente, dos obras no solo fellinianas, sino también profundamente conectadas al mundo de Manara, con su mano dulce y mórbida, y aquellas mujeres increíbles, capaces de unir el eros más carnal con la ligereza típica del carácter de la emancipación cultural del mundo femenino del artista. Una lectura entretenida, señal de que el cómic puede ir mucho más allá del simple entretenimiento superficial, y manifestación del hecho de cómo el arte sabe transformar nuestros sueños en realidades.

Tomado de: El Espectador imaginario

Leer más

Dos discursos memorables de José Martí. Apuntes para una lectura contemporánea

Foto Periódico 5 de Septiembre

Por Marlene Vázquez Pérez @marlenevp2004

José Martí no era sólo dueño de un verbo privilegiado, también poseía un pensamiento genial, capaz del análisis más profundo, y de la expresión sintética del mismo con solidez de argumentos y honda expresividad poética. Hablar de su indiscutible originalidad literaria es casi un lugar común, pues nadie duda, al leer cualquiera de sus incontables páginas, que estamos en presencia de uno de los poetas más grande de nuestra lengua, y de cualquier otra lengua.

No obstante, asombra cómo Martí, con apenas veinticuatro horas de diferencia, fue capaz de pronunciar dos discursos medulares, tenidos por obras maestras de su oratoria y del pensamiento político nuestramericano. Ambos tuvieron lugar en el Liceo Cubano, de Tampa, el 26 y el 27 de noviembre de 1891. Han pasado a la Historia como “Con todos y para el bien de todos,” y “Los pinos nuevos”, respectivamente, gracias a la capacidad de síntesis y el lirismo estremecedor de sus frases de cierre.

“Para Cuba que sufre, la primera palabra. De altar se ha de tomar a Cuba, para ofrendarle nuestra vida, y no de pedestal, para levantamos sobre ella.”[1] Así arranca, desbordado de emoción y sentimiento patriótico, el primero de ellos. Y el ritmo interno de esa magnífica prosa poética está especialmente apto para transportar al oyente de entonces, y al lector de hoy, por los caminos de la ética martiana, consustancial a su poética. No se trata del encantamiento bello porque sí, hay un más allá, una vocación de servicio personal, un poder de convencimiento, que dicho de ese modo hermoso cumple mejor su cometido de aunar voluntades.

Y es que para Martí cualquier iniquidad que se cometiera contra un cubano honrado debía doler por igual a todos los cubanos. Decir cubano para él no es decir individuo, es decir pueblo, es decir unidad contra el gobierno colonial que desangraba entonces a  la Isla,  y que lesionaba irremediablemente la dignidad de cada ciudadano:

Porque si en las cosas de mi patria me fuera dado preferir un bien a todos los demás, un bien fundamental que de todos los del país fuera base y principio, y sin el que los demás bienes serían falaces e inseguros, ese sería el bien que yo prefiriera: yo quiero que la ley primera de nuestra república sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre. En la mejilla ha de sentir todo hombre verdadero el golpe que reciba cualquier mejilla de hombre […] [2]

La honradez, el sentido del deber, el amor a la libertad, la lucha por la independencia, la solidaridad entre todos los ciudadanos, son elementos medulares en este discurso. No se trata de la guerra contra el español que ha formado familia en Cuba, y que trabaja honestamente por el sustento de los suyos. La guerra será contra el poder despótico de la Metrópoli, que oprime a los cubanos y saquea desembozadamente todas las riquezas del país.  No se trata tampoco de una guerra asentada en el odio feroz al opresor, sino de una contienda amorosa, breve, sin ensañamientos ni venganzas innecesarias. No pueden enseñorearse entre nosotros la violencia y el odio. Deben primar el respeto, la concordia, el trabajo creador:

[…] la república tiene por base el carácter entero de cada uno de sus hijos, el hábito de trabajar con sus manos y pensar por sí propio, el ejercicio integro de sí y el respeto, como de honor de familia, al ejercicio íntegro de los demás; la pasión, en fin, por el decoro del hombre, —o la república no vale una lágrima de nuestras mujeres ni una sola gota de sangre de nuestros bravos.[3]

Es este precisamente un texto que, por su carácter inclusivo, totalizador, se ha manipulado con fines espurios y se ha tergiversado su sentido con el ánimo de agredir a la Cuba de hoy y su Revolución. En el “todos” de Martí no caben los que azuzan odios, que son,  además, falsos, entre cubanos y españoles, entre amos y esclavos, entre negros y blancos. Tampoco caben los cobardes y los egoístas, sólo celosos de sus intereses y del cuidado de su fortuna. Ellos, con sus tibiezas y traiciones le hacen el juego a España, pidiendo a esas alturas unas reformas y una autonomía que la “madre Patria” siempre les negó. Tampoco caben los anexionistas, que pretenden hallar en el Norte remedio a nuestros males, a costa de la pérdida definitiva de la independencia y del suicidio como nación, pues a ello conduciría, sin duda alguna, el daño cultural resultante. A esos individuos los llama, con sutil ironía, “olimpos de pisapapel”, “lindoros”, “alzacolas”, “petimetres de la política”, “patriotismo de polvos de arroz”,  y desmonta uno por uno todos sus argumentos falsos:

Por supuesto que se nos echarán atrás los petimetres de la política, que olvidan cómo es necesario contar con lo que no se puede suprimir, —y que se pondrá a refunfuñar el patriotismo de polvos de arroz, so pretexto de que los pueblos, en el sudor de la creación, no dan siempre olor de clavellina. ¿Y qué le hemos de hacer? ¡Sin los gusanos que fabrican la tierra no podrían hacerse palacios suntuosos! // En la verdad hay que entrar con la camisa al codo, como entra en la res el carnicero. Todo lo verdadero es santo, aunque no huela a clavellina. ¡Todo tiene la entraña fea y sangrienta; es fango en las artesas el oro en que el artista talla luego sus joyas maravillosas; de lo fétido de la vida saca almíbar la fruta y colores la flor; nace el hombre del dolor y la tiniebla del seno maternal, y del alarido y el desgarramiento sublime; y las fuerzas magníficas y corrientes de fuego que en el horno del sol se precipitan y confunden, no parecen de lejos a los ojos humanos sino manchas! ¡Paso a los que no tienen miedo a la luz: caridad para los que tiemblan de sus rayos![4]

En el arte de la preparación de la guerra, y del ejercicio político en la república venidera, están el prever, el contar hasta con las mismas dificultades que salen al paso. Aunar voluntades, levantar el ánimo con el ejemplo de los héroes de la pasada contienda, tener fe en el ideal de justicia, que debe convertirse en realidad palpable, es el único camino para llegar a la luz, a la libertad, a la dignidad de los cubanos, y de la nación independiente. Y en ese quehacer, han de ir de la mano, hombro con hombro, todos los cubanos honorables.

“Los pinos nuevos” fue un discurso conmemorativo por el vigésimo aniversario del fusilamiento de los ocho estudiantes de medicina, tal vez el crimen más horrendo que tuvo lugar en Cuba bajo el dominio colonial español. Y fue incluso improvisado, pues el propio Martí lo dice al inicio: “Pido luto a mi pensamiento para las frases breves que se esperan esta noche del viajero que viene a estas palabras de improviso, después de un día atareado de creación: y el pensamiento se me niega al luto.”[5]

Es un discurso optimista, a pesar del hecho trágico que se está conmemorando. Y es que Martí está inmerso ya en la preparación de la Guerra necesaria; al año siguiente, apenas cuatro meses después, se fundaría el Partido Revolucionario Cubano, y lo más importante es elevar la moral para la nueva contienda libertaria, pues más triste que recordar con llanto a los jóvenes asesinados, es permitir, por temor a los rigores de la guerra, que se sigan cometiendo en Cuba crímenes como ese, y que se continúe sumido en la humillación y la ignominia.

El discurso es de una prosa poética bellísima, con un ritmo que cautiva al lector, y si se lee en voz alta, se piensa inmediatamente en el hechizo que debió ejercer ese verbo privilegiado sobre el auditorio de emigrados cubanos allí reunido. Incluso, se advierten, inmersos con toda naturalidad en el texto en prosa, versos endecasílabos, eneasílabos, alejandrinos, de manera tal que hay párrafos completos cuyas oraciones pudieran disponerse tipográficamente en forma de versos, y parecería uno más de los poemas de Versos libres. También hay sentencias breves, concentradoras de ideas claves del pensamiento martiano en torno a la muerte útil. Valga este botón de muestra:

Otros lamenten la muerte necesaria: yo creo en ella como la almohada, y la levadura, y el triunfo de la vida. La mañana después de la tormenta, por la cuenca del árbol desraigado echa la tierra fuente de frescura, y es más alegre el verde de los árboles, y el aire está como lleno de banderas, y el cielo es un dosel de gloria azul, y se inundan los pechos de los hombres de una titánica alegría. Allá, por sobre los depósitos de la muerte, aletea, como redimiéndose, y se pierde por lo alto de los aires, la luz que surge invicta de la podredumbre. La amapola más roja y más leve crece sobre las tumbas desatendidas. El árbol que da mejor fruta es el que tiene debajo un muerto.[6]

Hay que decir también que este discurso alude directamente a hechos de la vida de Martí. No olvidemos que su amigo Fermín Valdés Domínguez fue uno de los encausados en este proceso, y seguramente, por conducto de él recibió el testimonio desgarrador de aquellos momentos.

Un año después del crimen, cuando Martí residía en Madrid durante su primera deportación a España, tuvo lugar un homenaje a los estudiantes ejecutados. Muy temprano, en la fría mañana invernal, circuló en la capital  la hoja impresa El día 27 de Noviembre de 1871, escrita por Martí y firmada por Fermín Valdés Domínguez y Pedro J. de la Torre. Más tarde, un grupo de cubanos residentes en la ciudad ofrecen honras fúnebres en el Oratorio de Caballero de Gracia, muy cerca de la Gran Vía madrileña, a los ocho estudiantes de Medicina fusilados en Cuba, en el primer aniversario de su caída. Esa noche, en la casa de Sauvalle, Martí pronuncia un discurso muy emotivo.

Fermín recordará así aquel hecho:

En la Iglesia de Caballero de Gracia se reunieron, a las nueve de la mañana, muchos cubanos y varios literatos y hombres políticos peninsulares afiliados a distintos partidos.— Aquel día circuló por Madrid una hoja impresa que fijamos en algunas de las esquinas más públicas de la Corte, y que fue comentada satisfactoriamente por varios periódicos. Esta hoja […], aunque suscrita por mi ya difunto compañero Pedro de la Torre y por mí, la escribió mi hermano queridísimo, el distinguido literato D. José Martí, identificado como cubano, con mis dolores, y con las desventuras y tristezas de la patria.[7]

De esta misma época data el  extenso poema elegíaco de Martí “A mis hermanos muertos el 27 de noviembre”. Repasar el poema escrito por el joven de madurez precoz de 1872, nos muestra la extrema coherencia de su pensamiento. La tristeza, el dolor, nunca serán motivo de desánimo para él, al contrario, son estímulo para los sentimientos libertarios, fortalecen el amor a la patria del desterrado, que supo la infausta nueva en medio de la nostalgia y los rigores del exilio. Quién en  1891 alabó la muerte útil, fecundante, es el mismo que escribió, entre lágrimas y amarguras los siguientes versos:

“[…] Cuando se muere

En brazos de la patria agradecida

La muerte acaba, la prisión se rompe;

Empieza, al fin, con el morir la vida!”[8]

Debe reconocerse, además, que el cierre de este discurso alude a un tema que ya había tratado reiteradamente, la división generacional entre los héroes de la Guerra de los Diez Años, cuyo temple había sido probado en el campo de batalla, y los jóvenes revolucionarios, que como el propio Martí, se aprestaban para acudir al llamado de la Patria en el momento oportuno. Con el ánimo de limar diferencias, de consolidar la unidad indispensable al triunfo, fija Martí con optimismo la idea de la continuidad entre los hombres del sesenta y ocho, los jóvenes tronchados en plena juventud, y los combatientes en ciernes:

Cantemos hoy, ante la tumba inolvidable, el himno de la vida. Ayer lo oí a la misma tierra, cuando venía, por la tarde hosca, a este pueblo fiel. Era el paisaje húmedo y negruzco; corría turbulento el arroyo cenagoso; las cañas, pocas y mustias, no mecían su verdor quejosamente, como aquellas queridas por donde piden redención los que las fecundaron con su muerte, sino se entraban, ásperas e hirsutas, como puñales extranjeros, por el corazón: y en lo alto de las nubes desgarradas, un pino, desafiando la tempestad, erguía entero, su copa. Rompió de pronto el sol sobre un claro del bosque, y allí, al centelleo de la luz súbita, vi por sobre la yerba amarillenta erguirse, en torno al tronco negro de los pinos caídos, los racimos gozosos de los pinos nuevos: ¡Eso somos nosotros: pinos nuevos![9]

Bajo esa óptica de la continuidad del pensamiento revolucionario deben ser leídos ambos discursos, documentos fundadores de la nación y de la cultura cubana en el sentido más amplio. Volver sobre sus páginas es una necesidad imperiosa en el presente.

[1] JM: Discurso pronunciado en el Liceo Cubano, de Tampa, el 26 de noviembre de 1891. OC, t. 4, p. 269.

[2] JM: OC, t. 4, p.270

[3] Ibídem.

[4] JM: OC, t. 4, pp. 273-274.

[5] JM: OC, t. 4, p. 283.

[6] Ibídem.

[7]  Fermín Valdés Domínguez. El 27 de noviembre de 1871, octava edición, (preámbulo por Fernando Portuondo del Prado, La Habana, Universidad de La Habana, 1969, pp. 147-148). Sobre la labor de Fermín Valdés Domínguez en la vindicación de los ocho estudiantes injustamente fusilados, véase de José Martí:  Discurso en honor de Fermín Valdés Domínguez, en el salón Jaeger’s, Nueva York, 24 de febrero de 1894, OC, t. 4, pp.317-326.

[8] JM: “A mis hermanos muertos el 27 de noviembre.” Obras completas, Edición crítica, tomo 15, p. 63.

[9] JM:OC, t. 4, p. 286.

La Dra Marlene Vázquez Pérez es la Directora del Centro de Estudios Martianos

Tomado de: Segunda Cita

Leer más

«No se puede confiar en el imperialismo ni tantito así, nada»

Comandante Ernesto Che Guevara (1928-1967)

Por Ernesto Che Guevara

Discurso pronunciado por Ernesto Che Guevara en la inauguración combinado industrial de Santiago de Cuba el 30 de noviembre de 1964.

Compañeros parientes de los mártires del 30 de Noviembre y de todos los sucesos revolucionarios que durante los días de la contienda libertadora se efectuaron casi a diario en esta ciudad de Santiago;

Compañero embajador de la República Socialista de Checoslovaquia.

Compañeros todos:

Hoy nos reunimos aquí para recordar, en un mismo acto, la celebración luctuosa y heroica de la Jornada del 30 de Noviembre y la inauguración de un Combinado Industrial.

El 30 de Noviembre tiene para todos los revolucionarios, y particularmente para aquellos que nos tocó el honor de acompañar a Fidel en el «Granma», una significación extraordinaria.

¿Por qué sucede el 30 de Noviembre? Ese hecho, y su relativo fracaso, tiene una explicación larga. Quizás la primera explicación podría decirse que nace en las luchas independentistas de nuestros mambises; pero luego tiene un antecedente cercano, también de derrota, también luctuoso y heroico: fue el 26 de Julio de 1953. En aquel memento quedaba abierta la batalla definitiva contra la dictadura batistiana y se abrían además cauces nuevos de extraordinaria significación para el pueblo de Cuba, también para los pueblos de América, y quizás —en alguna medida— para los pueblos del mundo.

A pesar de aquel fracaso, de los asesinatos en masa cometidos en el cuartel Moncada, de la prisión de los dirigentes del intento revolucionario, el espíritu revolucionario siguió en pie. Bajo la presión de las masas populares a todo lo largo y ancho del país, el Gobierno de Batista tuvo que decretar una amnistía, y Fidel Castro salió de la cárcel para preparar la batalla definitiva.

Allá en México se sucedieron días de extraordinaria tensión y de angustias infinitas. Presionados por la debilidad de muchos compañeros que todavía no habían adquirido el temple que la Revolución da a través de los golpes que hay que soportar día a día; presionados por las condiciones difíciles de un medio extraño, por las injerencias del gobierno batistiano, que por todos los medios trato incluso de asesinar a nuestro líder máximo; presionados, además, en el tiempo, por la existencia de un delator en nuestras filas, que ya había entregado una parte de nuestros cargamentos de armas, había denunciado a la Embajada cubana de aquel entonces y a la policía federal de México la existencia del yate invasor, de los aparatos de transmisión, de otros armamentos más importantes, y de núcleos de revolucionarios que iban a intentar cumplir de todas maneras la consigna lanzada aquel año de 1956, que era «Seremos libres o seremos mártires»; presionados por aquel cumulo de circunstancias adversas, con el peligro —día a día— de ser denunciados y de pasar nosotros revolucionarios auténticos por la vergüenza de ser considerados como todos aquellos falsos revolucionarios que desde Miami inventaban todos los días expediciones y se autodenunciaban a las autoridades para impedir llegar, y salir en los periódicos, como sucediera tantas veces a lo largo de nuestra gesta libertadora final, decidió Fidel salir de todas maneras, en cualquier forma aun cuando las condiciones no estaban totalmente creadas.

Y fue así como en los últimos días de noviembre del año 1956, teniendo ya la sospecha de haber individualizado al delator, pero sin que nos constara en absoluto esto, se salio del Puerto de Tuxpan una noche de tormenta en que la navegación estaba prohibida, y 82 expedicionarios iniciamos aquel viaje, sin experiencia, sin preparativos, sin orden ninguno.

Una consigna se hizo llegar a las diferentes organizaciones del 26 de Julio, pues nosotros pensábamos llegar el 30 de Noviembre a tierras cubanas. Sin embargo, toda una serie de factores adversos, inconvenientes del tiempo y de la navegación, nuestra falta de experiencia, dificultades en los motores del pequeño yate «Granma», hizo que solo llegáramos el 2 de Diciembre a la playa de Las Coloradas.

Sin embargo, las organizaciones del Movimiento habían recibido el anuncio de nuestra llegada, y encabezados por Frank País, y a la cabeza de toda la nación, los combatientes de Santiago escribieron aquella página heroica del 30 de Noviembre, con la cual se pretendía crear un clima en el país que impidiera a las tropas de Batista marchar rápidamente a combatir nuestra columna invasora.

El resultado ustedes lo conocen: tras algunos éxitos parciales sucedió aquí el aplastamiento de la insurrección popular, con su cortejo de mártires, como siempre sucede. Pocos días después del 2 de diciembre, el día 5 de diciembre, fue sorprendida nuestra pequeña tropa expedicionaria, que tras de pasar 7 días de navegación sufriendo mareos por la falta de costumbre, por la pérdida de las medicinas contra el mareo en aquella vorágine del minuto final de la partida, después de haber caminado durante horas enteras en las ciénagas, perdidos, sin haber podido hacer contacto con el Movimiento, extenuados hasta el límite de la resistencia humana, fuimos sorprendidos al atardecer del 5 de diciembre, y nuestra columna fue deshecha; y apenas grupos aislados de compañeros logramos ganar —por una u otra causa— la Sierra Maestra, que fuera nuestra vivienda, nuestro seguro albergue, el teatro de batallas importantes de la Revolución, una página histórica en la Revolución de Cuba y la catapulta que impulsara después, primero, a las columnas de Raúl Castro y Almeida para la invasión de la zona oriental de Oriente, después a Camilo Cienfuegos en la invasión de los llanos, y por ultimo las columnas expedicionarias hacia Las Villas.

En el curso de los 25 meses que durara la guerra tuvimos que pasar muchos sinsabores, muchas dificultades; estuvimos a punto de ser exterminados varias veces, sufrimos reveses. Pero cada vez, guiados por la fuerza moral, por el entusiasmo revolucionario y el empuje visionario de nuestro Jefe, nos recuperábamos de la derrota e íbamos ampliando nuestra fuerza.

Y en aquellos momentos sentíamos cercano a nosotros como ninguna ciudad de la Republica, como incluso algunas otras que geográficamente estaban más cerca, la presencia militante de Santiago de Cuba.

Los mártires cuya muerte recordamos hoy, no son más que un eslabón en la larga cadena de martirologio que acompaño durante dos años de Revolución a la ciudad de Santiago. Y todos los días hombres humildes del pueblo daban su sangre aquí, en las inmediaciones de esta ciudad, y en las columnas del Ejército Rebelde que llenaron también con sus hijos, por la libertad de Cuba.

La primera inyección de gente que venía de los llanos para incorporarse a nuestra exigua columna, que no podía crecer a pesar de haber transcurrido ya cuatro o cinco meses de Revolución, la recibimos una noche de abril o mayo, y venia en su mayoría de Santiago de Cuba, y era enviada a nosotros por el conductor que tuvimos aquí que se llamó Frank País.

Después muchas veces nosotros estábamos pensando en los peligros que corría la gente de la ciudad, pensábamos en lo difícil que era para un revolucionario tan conocido mantenerse en la clandestinidad, condenado a muerte ya por los esbirros batistianos. Y así, una noche del mes de julio —de los últimos días del mes de julio— del año 1957, en el instante de formarse dos columnas del Ejército Rebelde, todos sus oficiales enviaron una carta de agradecimiento a Frank País y a toda la ciudad de Santiago, por su acción heroica, firme y sostenida en el mantenimiento de la lucha revolucionaria. Pero esa carta ya no llego a su destinatario, porque Frank País también pago con su vida la insurgencia contra la dictadura batistiana.

Y así, muchas mujeres que hoy están presentes, recuerdan en el día de hoy sus hijos, sus maridos, sus padres, sus parientes más cercanos, que desaparecieron en las mazmorras de la policía, aparecieron un día balaceados en las inmediaciones de Santiago, o la noticia de cuya muerte llego también desde nuestro campo rebelde de la Sierra Maestra.

Esta ciudad se ganó plenamente el reconocimiento de todo el país. Oriente —que tradicionalmente había sido la cabeza de las luchas revolucionarias desde la época de Martí y Maceo y Máximo Gómez, aun antes, desde la época de Carlos Manuel de Céspedes— volvía a ponerse a la cabeza de la lucha contra la dictadura. Mucha gente de la que esta aquí recuerda con orgullo y con horror aquellos días pasados en Santiago. Hoy estamos cerca de celebrar ya el Sexto Aniversario de la culminación de nuestra lucha revolucionaria; hoy hay un nuevo espíritu en todo el país, una nueva alegría reconquistada para todos los cubanos. Y, además, la sensación nueva y cada día repetida de ser los forjadores de su propia libertad, de tratar a la libertad como algo propio y conquistado, como algo que se ha ganado con el sudor y con la sangre, con la lucha ininterrumpida, y la satisfacción siempre creciente de que el nombre de Cuba recorre los campos de América y recorre también los campos de otros países del mundo que luchan por su libertad, significando siempre lo mismo: la imagen de lo que se puede conseguir mediante la lucha revolucionaria, la esperanza de un mundo mejor, la imagen con la cual vale la pena arriesgar la vida, sacrificarse hasta la muerte en los campos de batalla de todos los continentes del mundo. Y esa es nuestra gloria, y de esa gloria participa particularmente la provincia de Oriente y la ciudad de Santiago de Cuba.

Pero en el día en que nos reunimos a recordar otro aniversario de una fecha triste todos debemos sentir orgullo; todo los que hoy estamos vivos y los parientes de los que hoy están muertos, pensando en lo que significó el sacrificio de sus parientes queridos, el sacrificio de sus hijos, de sus esposos o de sus padres.

Y hoy presentamos a ustedes otra nueva obra de la Revolución, que tiene también la significación de ser una obra hecha en conjunto con uno de los países socialistas que más ha contribuido con nosotros al desarrollo del campo industrial: la Republica Socialista de Checoslovaquia.

Hemos sido compañeros de tribuna del Embajador en varios actos en varias provincias de nuestro país. Y todavía no se ha acabado nuestra reunión, porque tendremos que inaugurar más fábricas construidas con la ayuda de la Republica Socialista de Checoslovaquia.

Hoy se inaugura oficialmente este combinado que lleva el nombre de la fecha gloriosa del «30 de Noviembre», y cuyas unidades llevan los nombres de los mártires que cayeron aquel día. Este es un combinado de la rama metalúrgica que se dedicara a la producción de tornillos en general, de tuercas y arandelas, de bolas forjadas de acero, de tornillos para carpintería y de cubiertos de mesa. Es una unidad mecánica. Trabajaran en ella cerca de cuatrocientos compañeros. Y tiene, además, la significación de que doscientos de estos compañeros pertenecen a aquel barrio insalubre que existía en los días de la Revolución en esta ciudad, que fue erradicado como una de las primeras medidas de la Revolución, y que hoy, cerca de aquí, ofrece las bellezas de una nueva vida que nosotros hemos bautizado como «Nuevo Vista-Alegre».

Cuando este a plena producción podrá satisfacer la mayoría de las necesidades del país en estos rubros.

Pero todavía nuestra deuda con Santiago no está ni remotamente saldada. Tenemos que seguir construyendo fábricas en esta ciudad, porque es una gran ciudad, capital de nuestra provincia de Oriente, y porque las necesitamos para darles trabajo a todos los compañeros que hoy lo necesitan, y a los nuevos muchachos que van saliendo de la adolescencia y necesitan también ganarse el pan diario.

Antes en esta zona habíamos pensado hacer un gran combinado automotriz; después, razones de índole económica nos obligaron a dejar para más tarde esta tarea. También habíamos pensado en el establecimiento de una siderúrgica, y también razones de índole técnica y económica nos aconsejaron retardar esta inversión y, además, trasladarla de lugar, ya que los grandes yacimientos de mineral de hierro están en la zona norte de la provincia de Oriente, en las zonas de la Bahía de Nipe o de Moa. Sin embargo, tendremos que seguir aquí nuestro trabajo de promoción industrial; seguirlo de tal manera que se instalen fábricas modernas que puedan competir con las fábricas similares del mundo en su tipo, y que den el suficiente trabajo para nuestro pueblo. Además, hay que hacer toda una serie de tareas de urbanización, de creación de condiciones necesarias para que esa gran obra industrial pueda llevarse a cabo.

Por eso se inició —y ya está en su fase final— la construcción de la gran termoeléctrica de «Rente», que tendrá en su primera etapa una capacidad de 100 000 kilovatios, y que esta diseñada de tal manera que puede aumentarse hasta 500,000 kilovatios.

Para darse una idea de la magnitud de esa cifra, deben ustedes pensar que hoy en Santiago todas las plantas de la Empresa Eléctrica apenas alcanzan un poco más de 30,000 kilovatios. Es decir, la primera fase triplicara la capacidad instalada, y la última fase multiplicaría por 15 la capacidad actual.

Además, tendremos que unir la red eléctrica de Oriente con la red eléctrica de Occidentes para formar un solo conjunto de unidades, que permita un trabajo mucho mejor.

Aquí en Santiago se están haciendo las obras de represamiento y canalización necesarias para que pueda contar con agua la ciudad y3 por lo tanto, poder desarrollar nuevas industrias. Y además, se desarrolla una tarea de urbanización bastante grande.

Todavía queda mucho por hacer aquí, como queda mucho por hacer en cada lugar del país. Pero eso lo debemos conquistar nosotros con nuestro esfuerzo cotidiano. Y tenemos para ello muchos deberes, pero hay dos que son los deberes fundamentales. Uno, el de la preocupación diaria por el trabajo, por la producción; por la producción y también en otros trabajos que no son directamente de producción, porque es tan importante trabajar en una máquina para sacarle el máximo de rendimiento como atender bien a algún ciudadano que va a cualquiera de las tiendas de nuestras organizaciones especializadas en ello, o de los restaurantes, o para un medico asistir con el mayor amor, el mayor interés, a cada uno de los pacientes que le son encomendados. Es decir, la tarea del trabajo debe estar constantemente a la orden del día.

Y dentro de toda esa tarea, y sobre todo para Oriente, la mayor productora de azúcar del país, debe estar presente en estos meses, como una tarea adicional, la tarea de la zafra azucarera.

Este año tendremos mucha más caña que el año pasado; tendremos, además, combinadas que nos ayudaran, pero el esfuerzo del hombre —y de la mujer, también—, es imprescindible para la zafra. Naturalmente que en las tareas de corte en general, las mujeres no rinden mucho trabajo —una gran cantidad—, en general digo yo, en general. Tampoco un burócrata en general rinde mucho trabajo, pero también los burócratas vamos a cortar caña y ponemos nuestro granito de arena, y por lo menos los burócratas entre los cuales yo corte el año 1964, por lo menos fuimos costeables, nos pagamos la comida con nuestro trabajo. Yo creo que las mujeres también pueden hacer eso, y si no, ayudar en muchas de las cosas, hay muchas otras tareas en las que se puede ayudar. Pero la zafra este año tiene que ser una tarea de todos, para todo el pueblo, pero sobre todo, para la provincia de Oriente, que es la mayor productora y que este año tiene muchísima caña. De manera que esa caña hay que cortarla, producirla en azúcar y después podremos gozar de los bienes que con esa azúcar compramos.

Esa es una tarea, la otra tarea es la de la capacitación; esa que estamos remachando y remachando, y remachando. Ahora hay una consigna que es la lucha por el sexto grado. Pero acuérdense, recuérdenlo bien, que dentro de unos años —no vamos a decir que año—, pero dentro de unos años, el que tenga sexto grado nada más, será analfabeto, será el analfabeto de sexto grado. De manera que sexto grado no es una meta a la cual hay que llegar y cruzarse de brazos, hay que seguir adelante, sobre todo la juventud, pero todos.

También los viejitos tienen que poner su parte y no convertirse en analfabetos, porque la Revolución viene avanzando a pasos gigantescos, y cuando él se crea que esta cómodo porque tiene sexto grado, de pronto se va a encontrar con que es analfabeto ya de nuevo. De manera que tiene que seguir, con un pasito tranquilo, pero continuo, aumentando sus conocimientos.

Y los jóvenes —yo entre ellos, me considero de los jóvenes—, tenemos que estudiar, y estudiar fuerte. Para nosotros no hay eso de que la vista me duele, que no me entra la lectura, que se me cansa, que no hay espejuelos, que tengo mucha guardia, que los niños no me dejan dormir, todas esas cosas que andan por ahí sueltas. Hay que estudiar de todas, todas, sin ninguna apelación. Recuérdenlo bien. Y acuérdense que esto, «sin ninguna apelación», es sin ninguna apelación moral, porque nadie le va a poner una bayoneta en la barriga a uno para que estudie, sino simplemente que es una obligación revolucionaria estudiar.

Fidel ha lanzado la consigna de la Revolución Técnica. Esa revolución técnica se está produciendo en el mundo entero, no solamente aquí. Los capitalistas también tienen su revolución técnica. ¿Para qué les sirve? Para multiplicar sus ganancias, para dejar más obreros sin trabajo, para bajar los salarios, para explotar más a todo el mundo sometido al dominio imperialista. Pero para nosotros tiene que tener un significado distinto, tiene que tener el significado de que todos alcancemos la posibilidad de modificar las cosas que tenemos a nuestro alcance, de crear nuevas maravillas de la técnica con nuestro propio esfuerzo.

Nosotros agradecemos mucho, por ejemplo, a la Republica de Checoslovaquia toda su ayuda. Me siento profundamente agradecido de la amabilidad del compañero Embajador, que siempre nos acompaña en todos estos actos para inaugurar fabricas que están construidas en todo lo sustancial de su equipo con la ayuda de Checoslovaquia. Pero les confieso que me sentiría muchísimo más a gusto si nuestro Embajador en Checoslovaquia, el embajador cubano, va a inaugurar una fábrica en Checoslovaquia, que se hace con maquinarias hechas en Cuba. Claro que de aquí a allá hay mucho que andar, pero hay que andarlo y hay que empezar a andar hoy.

La división internacional del trabajo va estableciendo la necesidad de que determinados países se dediquen a determinadas cosas. Y a medida que el mundo socialista se ensanche —y se ensanchará, inexorablemente— tendrá que ir organizándose el trabajo también, las especializaciones en el trabajo. Y algo de eso también nos tocara a nosotros, y más nos tocara cuanto más seamos capaces de ir produciendo nuevas cosas con la nueva técnica. De esa manera, eso que podría parecer simplemente un chiste, puede cumplirse. Porque Checoslovaquia hoy es un país muy adelantado que exporta fabricas a un sinnúmero de países del mundo, y exporta equipos a todos los países. Sin embargo, en algún momento nosotros podríamos exportar a Checoslovaquia o algunos otros países socialistas nuestros equipos, nuestra tecnología en algún punto determinado.

Ahora, esto se logra empezando a caminar hoy y siguiendo mañana y pasado mañana, y así constantemente por el sendero ese, que empieza en lo que se llamaba antes Seguimiento, ahora se llama Superación Primera, después Superación Segunda, sexto grado, después viene la Secundaria Básica, después el Pre-Universitario, después las carreras universitarias, las carreras tecnológicas y por ese camino es por donde nosotros tenemos que transitar. De manera que eso es importantísimo, y es importante que se grabe, no solamente en el pueblo de Santiago, en todo Oriente. Todavía quedan algunos campesinos por ahí que son analfabetos, no analfabetos de sexto grado, sino analfabetos de cero grado, y hay que caer arriba de ellos. Yo ayer me encontré con uno en Moa, analfabeto de cero grado. Hay que caerles arriba a esos compañeros, para que estudien, no dejar a nadie que se quede en esas condiciones. Y acordarse que eso es continuo, no se debe parar nunca. Y además, después de un punto que ustedes alcancen, se encontraran como solos, tienen ganas de estudiar, como cada vez que se adquiere un conocimiento sólidamente, se abre una base nueva para empezar a adquirir nuevos conocimientos. Y así, poco a poco, se va extendiendo esto, se va haciendo más necesario; los jóvenes podrán llegar a ser universitarios, los que no son tan jóvenes podrán llegar a ser técnicos, en fin, pero todos, tenemos que seguir por este camino.

Por último, quisiera recordarles una cosa: hoy celebrábamos esta fecha de que ya habláramos, con ese doble significado de la construcción en el país nuevo y de la muerte de los mártires indispensables desgraciadamente en esta época de la historia para que se produzca el advenimiento de los pueblos al socialismo.

Sin embargo, nosotros seguro aquí en América, y quizás en otros lugares del mundo, inauguramos una etapa nueva. Hemos demostrado como se puede hacer una Revolución al lado, en las fauces del imperialismo yanqui. Y no solo hacer, declarar socialista la Revolución, y no declararla de palabras, declararla expropiando a los explotadores, desarrollarla, resistir los embates del imperialismo, unirse cada vez más firmemente al campo de los países socialistas, extender nuestra influencia, nuestra voz, en el gran campo de los países llamados no alineados, que son no alineados en su gran mayoría, porque no han firmado pactos militares —como nosotros tampoco los hemos firmado con ninguna potencia— pero que, sin embargo, son antimperialistas y luchan por la extinción del imperialismo.

Nuestra lucha victoriosa trajo dos consecuencias: el despertar de los pueblos de América, que vieron que se podía hacer la Revolución, que palparon como se podía hacer una Revolución, como no estaban cerrados todos los caminos y como no era indispensable el mantenerse constantemente recibiendo los golpes de los explotadores y, como aquel camino podía ser no tan largo como pensaran algunos dirigentes de los partidos que están llevando la lucha tesoneramente contra las oligarquías y contra el imperialismo en cada país; y, al mismo tiempo, abrimos los ojos del imperialismo.

El imperialismo empezó a prepararse también para ahogar en sangre las nuevas Cubas que pudieran existir. Y antes de morir ya Kennedy había dicho que no admitiría nuevas Cubas en el Continente, y lo han reiterado sus sucesores que, además, son lobos de la misma camada, así que no habría por que pensar que fueran a tener una filosofía diferente.

Pero, además de reiterarlo, han demostrado sus intenciones de llevar a cabo esa acción, llevarla a cabo no solamente en América, sino en todos los países del mundo en que se creara la lucha, se desarrollara la lucha revolucionaria.

Ellos trataron de masacrar a Argelia, pero Argelia fue libre; tratan hoy de liquidar al pueblo de Vietnam, pero el pueblo de Vietnam es más fuerte que ellos y el pueblo de Vietnam sigue, día a día, anotándose nuevas victorias sobre el imperialismo y haciéndole cobrar, cobrándole también en sangre de sus soldados, la inmensa cantidad de víctimas que el imperialismo hace en el pueblo de Vietnam del Sur. Y la lucha sigue y seguirá hacia la victoria. Empezó, incluso, antes que la nuestra, en el Norte, se consolido antes de que nuestra revolución pudiera siquiera llegar triunfante a La Habana, pero todavía debe seguir luchando. Y Laos esta en las mismas condiciones, y en África hay varios pueblos que han tornado ese camino, con mayor o menor fortuna, pero han tornado ese camino; la Guinea portuguesa está triunfando en sus luchas. Pero hoy tenemos quizás más presente, más patente que ningún otro, el recuerdo del Congo y de Lumumba.

También en Latinoamérica la lucha se extiende. Los patriotas venezolanos, al occidente y al oriente de Caracas, tienen zonas liberadas. ¿Y qué hacen los casquitos en Venezuela? Lo que hacían los nuestros: desalojan campesinos, tiran bombas de Napalm, bombardean, ¿bombardean que en aquellas inmensidades?, bombardean casas de campesinos, siembran el terror y la muerte entre los habitantes pacíficos de las zonas rurales, pero siembran el odio también. Y el odio crece y se convierte en una fuerza de combate que cada vez es más peligrosa para el imperialismo.

Y lo mismo sucede desde hace dos años en Guatemala, donde las fuerzas de liberación luchan, y lo mismo sucede también en Colombia, donde en la región de Marquetalia las guerrillas orientadas y dirigidas por el Partido Comunista de Colombia uno de cuyos dirigentes nos honra hoy con su presencia aquí, el compañero José Cardona, luchan allá los patriotas y también allí el ejército asesina campesinos y bombardea poblaciones indefensas; pero también siembra el odio. Y también triunfaran.

Ahora en ese Congo tan lejano de nosotros y, sin embargo, tan presente, hay una historia que nosotros debemos conocer y una experiencia que nos debe de servir. El otro día los paracaidistas belgas tomaron por asalto la ciudad de Stanleyville, masacraron una cantidad grande de ciudadanos y, como acto último, después de haberlos ultimado bajo la estatua del prócer Lumumba, volaron la estatua del expresidente del Congo. Eso nos indica a nosotros dos cosas: primero la bestialidad imperialista, bestialidad que no tiene una frontera determinada ni pertenece a un país determinado. Bestias fueron las hordas hitlerianas, como bestias son los norteamericanos hoy, como bestias son los paracaidistas belgas, como bestias fueron los imperialistas franceses en Argelia, porque es la naturaleza del imperialismo la que bestializa a los hombres, la que los convierte en fieras sedientas de sangre que están dispuestas a degollar, a asesinar, a destruir hasta la última imagen de un revolucionario, de un partidario de un régimen que haya caído bajo su bota o que luche por su libertad.

Y la estatua que recuerda a Lumumba —hoy destruida pero mañana reconstruida— nos recuerda también, en la historia trágica de ese mártir de la Revolución del mundo, que no se puede confiar en el imperialismo, pero ni un tantito así, nada.

Bajo la bandera de las Naciones Unidas en el Congo fue asesinado Lumumba. ¡Y esas eran las Naciones Unidas que pretendían los norteamericanos que vinieran a inspeccionar nuestro territorio, esas mismas Naciones Unidas!

Pero esa es la gran lección que tenemos que aprender nosotros con los pueblos del mundo, la lección de estar decididos y firmes a no ceder ni una pulgada ante el imperialismo, porque es una guerra sin cuartel; porque independientemente de que Francia una vez haya sido símbolo, por ejemplo, de los pueblos libres del mundo, cuando luchaban contra la libertad del pueblo argelino esos soldados se convertían en bestias furiosas; y la pequeña Bélgica que gimió hace poco bajo la bota del imperialismo alemán, se convierte —en el Congo— también en una hueste de asesinos de hienas prácticamente, de chacales de la peor especie. Y para que hablar de nuestro «querido» conocido, el imperialismo norteamericano, cuyas huellas tantas veces han quedado aquí.

Entonces tenemos que aprender esa lección, que aprender también la lección del odio necesario, porque contra esa clase de hienas no puede haber otra cosa que el odio, no puede haber otra cosa que el exterminio. Y cuando los patriotas congoleños o de cualquier país del mundo tomen bajo su mano a aquellos que asesinaron inmisericordemente a tantos miles de infelices mujeres, criaturas, ancianos, hombres que no habían participado en la lucha, ¡hay que recordar! ¡Hay que recordar como recordamos nosotros después de la liberación, para que los crímenes no queden impunes para que no puedan miserables como Tshombe, por ejemplo, retirarse después a otro país, cuando pierdan la guerra que necesariamente va a perder!

Y esa lección de odio, de cohesión necesaria de todo el pueblo para luchar hasta el último hombre contra el imperialismo, tenemos que tenerla presente, porque nuestros peligros no han pasado; porque la alegría presente al construir nuestras fábricas, al inaugurar centros de trabajo, centros de recreación o de servicios de cualquier especie, todos los días se ve empañada por la acción del imperialismo. Y a veces en el intermedio de los centros de producción que nosotros vamos a inaugurar, tenemos que celebrar un acto donde despidamos algún soldado muerto en Guantánamo, algún patriota asesinado por los gusanos en cualquier lugar del país.

¡Y no bajar la guardia! Esta es la tercera de las importantísimas cosas que tenemos que tener presente.

Entonces, recordemos hoy, en la fecha de nuestras acciones gloriosas del pasado, el día que honramos a nuestros mártires, que el socialismo que estamos construyendo esta aquí cerca, pero que ese socialismo tiene como cimientos la sangre de muchos de los mejores de sus hijos de este pueblo, de los que nunca escatimaron su sacrificio, el riesgo de su vida para cumplir las tareas, y que ese socialismo tendrá todavía que basarse en un numero grande de nuevas víctimas, que de una forma u otra cobren los enemigos imperialistas. Y que tenemos que estar firmes y unidos para responder golpe por golpe y para construir en medio de la batalla. Y que nuestras consignas deben ser estas que más o menos he explicado: la del trabajo creador día a dia, la de la capacitación para hacer más fructífero ese trabajo, y la del odio inextinguible al enemigo imperialista que nos haga estar constantemente alertas y nos haga ser inflexibles en el cumplimiento de nuestro deber de revolucionarios.

Y recordemos siempre que la presencia de Cuba, viva y batallante, es un ejemplo que da esperanzas y que emociona a los hombres del mundo entero, que luchan por su liberación, y particularmente a los compatriotas de nuestro Continente, que hablan nuestra lengua, que tienen nuestra cultura, que tienen nuestros hábitos, nuestras costumbres, y que están cada día en mayor número comenzando a luchar por su liberación definitiva. Cumplamos, pues, a cabalidad, hoy, mañana y todos los días, la consigna que nos impone el deber sagrado de construir el socialismo en el país y de ser ejemplo vivo para todos los pueblos del mundo. ¡Patria o Muerte! (Aplausos y gritos de: «Venceremos»).

Tomado de: Centro de Estudios Che Guevara

Leer más

Historia y conciencia de clase. Estudios sobre dialéctica marxista

Autor: György Lukács

Una pregunta recorre el pensamiento político del siglo xx: ¿en qué condiciones los miembros más desfavorecidos de la sociedad iniciarán la emancipación del género humano? ¿Cómo construirán la justicia social para superar la alienación y las desigualdades? Aunque han pasado varias décadas y el mundo ya no es el mismo, lo cierto es que no es tan distinto y que estas cuestiones gozan de total actualidad: el capitalismo voraz y sus recurrentes crisis han profundizado la brecha entre los de arriba y los de abajo. ¿Cómo deben tomar conciencia de sí las clases bajas? ¿Cómo encender la chispa que inicie la transformación social?

Historia y conciencia de clase fue la primera gran obra de Lukács, con la que alcanzó una celebridad comparable con clásicos del pensamiento político de la talla de Lenin o Luxemburg. En los ocho ensayos que recoge el libro, el prestigioso filósofo despliega la relación entre el pensamiento de Marx con el de Hegel para presentar la dialéctica como un instrumento de conocimiento y de transformación de la realidad, elemento imprescindible para que los menos favorecidos conquisten su genuina libertad.

György Lukács, filósofo húngaro, político y crítico literario, fue profesor de Estética y Filosofía de la Cultura en la Universidad de Budapest hasta 1958, parlamentario de 1949 a 1956 y ministro en el gobierno reformista durante la revolución húngara de 1956. Considerado uno de los intelectuales marxistas más influyentes del siglo pasado, su filosofía está marcada por la doctrina de Kant y el espíritu analista de Weber. Su obra, fundamental para la interpretación de la teoría de clase y la alienación del trabajo, dejará huella en todo el pensamiento político del siglo XX. Entre sus títulos destacan El alma y las formas (1911), Teoría de la novela (1916-1920), Historia y conciencia de clase (1923), Literatura y democracia (1947), El joven Hegel y los problemas de la sociedad capitalista (1948), El asalto a la razón (1954), Estética (1963) u Ontología del ser social (1971).

Tomado de: Siglo XXI Editores

Leer más

Rendición de cuentas

Niños separados de sus padres en la frontera México-Estados Unidos. Foto El Periódico

Por David Brooks

En imagen de hace unos días, migrantes esperan en La Joya, Texas, luego de haber cruzado el Río Bravo, que llegue el autobús de la patrulla fronteriza que los regresará a México. En este contexto, un informe de Doctores por Derechos Humanos confirmó que niños y padres separados en la frontera –algunos de menos de un año de edad– durante la política de “cero tolerancia” del ex presidente Donald Trump, están mostrando señales de trauma sicológico severo y trastornos mentales.

Un informe emitido la semana pasada por Doctores por Derechos Humanos confirma que niños y padres separados a la fuerza en la frontera México-Estados Unidos –más de 5 mil menores, algunos menos de un año de edad mientras mil 727 de ellos aún no han sido reunificados con sus familias– bajo la política de “cero tolerancia” de Trump están mostrando señas de trauma sicológico severo y trastornos mentales (https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0259576). ¿Alguien, el ex presidente, el arquitecto de su brutal programa Stephen Miller, y los cómplices en el gabinete, tendrán que rendir cuentas ante esta violación fundamental de derechos humanos?

Washington ha desplegado sus fuerzas armadas en el extranjero cientos de veces desde 1798 al presente (https://sgp.fas.org/crs/natsec/R42738.pdf); y esto no incluye las innumerables ocasiones en que se han realizado intervenciones y acciones clandestinas. Aunque casi todas estas acciones fueron proclamadas en nombre de “la democracia”, muchas violaron los principios democráticos e incluso aniquilaron expresiones democráticas. ¿Pero algún comandante en jefe, gabinete o jefes militares que fueron obligados a rendir cuentas para estas acciones y los crímenes de guerra que se cometieron incluyendo tortura, asesinato de civiles, destrucción de hospitales y escuelas y más?

Sin rendir cuentas por los actos ilegales y hasta terroristas de Estados Unidos contra Cuba a lo largo de más de medio siglo, el canciller y el equipo de política exterior de Washington siguen pretendiendo en público que su obsesión con el cambio de régimen en esa isla tiene que ver con “principios democráticos”, o afirmando que les importa el proceso electoral democrático en Honduras sin mencionar su apoyo del golpe de Estado ahí durante el gobierno de Barack Obama. No se le ocurre que su autoridad moral es nula sobre el asunto de la democracia justo por no rendir cuentas sobre su historia de intervenciones, apoyo a golpes de Estado y asesinatos políticos de líderes democráticos.

Tal vez el fraude financiero más grande de la historia hizo estallar la economía en Estados Unidos en 2007-2008, con la peor recesión desde la Gran Depresión y todas sus consecuencias sociales. Nadie ha rendido cuentas; ningún banquero fue enviado a la cárcel.

Expertos calculan que casi medio millón de personas en Estados Unidos (entre ellos muchos inmigrantes) perecieron “innecesariamente” durante el primer año de la pandemia por la irresponsabilidad de los políticos en la respuesta a la pandemia. ¿Quién rendirá cuentas?

Una amplia y creciente gama de políticos, intelectuales, militares y hasta empresarios han estado sonando la alarma de que la democracia estadunidense está en jaque. Un relator especial de la oficina de derechos humanos de la ONU concluyó que en Estados Unidos se está “minando la democracia” con medidas en varios estados buscando suprimir el voto de las minorías. Otro informe, del Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral concluyó que la democracia estadunidense está “en retroceso” al señalar “un deterioro visible de los ideales democráticos” con la disputa de resultados electorales legítimos, esfuerzos para suprimir participación electoral y actos de represión oficial contra protestas, entre otros factores. ¿Quiénes rendirán cuentas por sofocar la propia democracia en casa?

Sin rendición de cuentas no hay democracia, afirma Estados Unidos cada vez que enjuicia la política de otros países. ¿Pero aplica lo mismo para sí mismo?

“…. toda la gente equivocada está en la cárcel y toda la gente equivocada está fuera de la cárcel, toda la gente equivocada está en el poder y toda la gente equivocada está fuera del poder”, escribió el historiador Howard Zinn, afirmando que eso persiste porque “nuestro problema es la obediencia civil” frente a tanta injusticia. Ante ello, argumentó, a veces se requiere la desobediencia civil justo para obligar que el poder rinda cuentas y con ello defender esa esencia de la democracia.

Tomado de: La Jornada

Leer más

La muerte de Antonio Machado en un campo de concentración de Francia

Por Félix Población

España Democrática era el órgano en Montevideo (Uruguay) del Comité Nacional Pro Defensa de la República Democrática Española. En su número del 8 de marzo de 1939, semanas después del fallecimiento del poeta sevillano, da a conocer su muerte “en un campo de concentración en Francia”, no en el modesto hotel Bougnol-Quintana de Collioure donde encontró refugio gracias a las indicaciones del jefe de estación de la localidad, cuando don Antonio, su madre, su hermano José, la esposa de este y Matea Monedero, la asistenta de la familia, llegaron en tren el 28 de enero de 1939. Los acompañaba también el escritor Corpus Varga (Andrés García Corpus de la Varga, 1887-1975).

Fue en el citado hotel, como es sabido, donde con pocos días de diferencia fallecieron Antonio Machado y su madre, Ana Ruiz. El redactor de la información a la que aludo debió dejarse llevar por la gran tragedia humana que supuso para miles de republicanos españoles ser internados en los campos de concentración franceses,  una vez cruzada la frontera de los Pirineos. No estuvo don Antonio entre los muchos que perecieron en aquella invernal intemperie de miseria y hambre con la que obsequió aquella república a los republicanos españoles. El dolor de los vencidos que cabe imaginar en su ánimo y en el envejecido aspecto que presentaba en sus últimas fotografías influyó sin duda en que su vida se apagara 29 días después de su llegada a Francia, el 22 de febrero de 1939.

Se cuenta que, muy al contrario de lo que ocurrió con miles de sus compatriotas, internados en los campos de concentración franceses, las autoridades de aquel país pretendieron trasladar a París el cadáver de don Antonio para rendirle honores, pues se le consideraba a la misma altura que Paul Valery, pero su hermano José se negó a ello. El poeta español fue enterrado de prestado en el pequeño cementerio de Collioure, hasta donde acuden cada año miles de sus lectores.

Hasta 1958, los restos mortales de Machado ocuparon un nicho cedido por una amiga de la señora Quintana, dueña del hotel. Después pasaron al lugar que hoy ocupa, gracias a una colecta en la que colaboraron, entre otros,  Albert Camus, René Char, André Malraux y Pau Casals. El músico se ofreció a tocar en el segundo sepelio del poeta, pero por oposición de la familia a un acto público Casals tocó su violonchelo con el cementerio vacío. Nadie sabe, por lo tanto, si entonces se escuchó el conmovedor Cants del ocells (Canto de los pájaros), adaptación para el chelo de la popular canción catalana.

Según el periódico España Democrática, desconocedor de los últimos derroteros de la vida de don Antonio en esas cuatro semanas que duró su exilio, el poeta falleció “confundido entre la multitud de evacuados a raíz de la caída de Cataluña”. Tanto en el titular como en el texto de la noticia se une el nombre de Antonio Machado al de Federico García Lorca. Asesinado éste por los militares felones, para el redactor de la información no contrastada y solo supuesta a tantos kilómetros de distancia “era Machado la más alta expresión de la poesía lírica”.

La muerte de ambos poetas es glosada así por el periódico: “Federico, muerto a balazos, asesinado por la espalda, sobre la cinta blanca de una carretera bajo el cielo de Granada. Machado, confundido entre la multitud de hombres, mujeres y niños que desde hace casi tres años sufren la más dolorosa de las tragedias, puso punto final a su emocionante peregrinaje a través de los campos de su patria, muriendo de dolor y de pena, en un campo de concentración, bajo el cielo de Francia. Triste, doloroso destino el de estos dos grandes de las letras española. Triste y doloroso, pero heroico. Han muerto los dos, confundidos con los ideales de su pueblo; defendiendo su libertad y su derecho, en el terreno que les correspondía hacerlo; denunciando al mundo que la reacción fascista encarnaba fundamentalmente la negación de la cultura”.

No faltan en las dos páginas que España Democrática dedicó a la noticia ni el poema que don Antonio escribió con motivo del asesinato del autor de La casa de Bernarda Alba, ni los dos sonetos a la España vendida y al general comunista Enrique Líster. También se nos recuerda en la información que Antonio Machado no quería dejar Madrid cuando el gobierno del Frente Popular se trasladó a Valencia, ante el asedio de las tropas sublevadas a la capital de la República en el otoño de 1936. Encontramos igualmente en la misma página que ilustra este artículo un poema a la primavera y otro titulado Al otro conde don Julián, “que abrió las puertas de España a la invasión sarracena”. El que más me llama la atención quizá de todos los que se publican es el que el poeta escribió durante su estancia en Valencia en Villa Amparo, primera etapa de su camino hacia el exilio:

Otra vez el ayer. Tras la persiana,/ música y sol; en el jardín cercano,/ la fruta de oro; al levantar la mano,/ el puro azul dormido en la fontana./ Mi Sevilla infantil, ¡tan sevillana!,/ ¡cuál muerde el tiempo tu memoria en vano!/ ¡Tan nuestra! Aviva tu recuerdo, hermano./ No sabemos de quién va a ser mañana./ Alguien vendió la piedra de los lares/ al pesado teutón, al hambre mora,/ y al ítalo las puertas de los mares./ ¡Odio y miedo a la estirpe redentora/ que muele el fruto de los olivares,/ y ayuna y labra, y siembra y canta y llora!

El documento hemerográfico nos lo ha facilitado mi estimado amigo Manuel Álvarez Machado a través de su Revista machadiana, que siempre leo con sumo interés y en la que Manuel no deja de aportar de modo regular documentación muy valiosa sobre la vida y obra del poeta, a quien releo desde mi adolescencia con toda la frecuencia a la que me obliga mi temprana admiración por su persona y lo que dejó escrito.

Tomado de: El Salto

Leer más

7 datos que muestran cómo la violencia machista afecta las mujeres en América Latina

Los datos no son alentadores. La violencia machista sigue gozando de buena salud en América Latina y el Caribe, a pesar de que hoy hay más visibilidad del problema, presión de los colectivos feministas y mayor respuesta estatal, en comparación a los años anteriores.

El feminicidio, reconocido como la «forma más letal y extrema de la violencia de género», sigue afectando a más de 4.000 mujeres en la región, según los datos recopilados en 2020, aunque muestran una ligera disminución si se equiparan a las cifras registradas en 2019.

El más reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), lanzado en el contexto del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, alerta sobre la necesidad de implementar políticas efectivas para erradicar los feminicidios y el resto de las violencias que padecen las mujeres y niñas, mientras que la ONU ya califica esta realidad como una «pandemia en la sombras».

¿Cuáles son los datos más alarmantes?

1) 4.091 feminicidios

De acuerdo al informe de la Cepal, en 2020 hubo un total de 4.091 feminicidios tipificados en 26 países de la región: 17 en América Latina y 9 en el Caribe. Sin embargo, el organismo destaca que uno de los problemas que tienen esos datos es que «no hay una metodología común para este delito».

Aunque hay una disminución de 10,6 % en la cifra de asesinatos de mujeres por razones de género, si se compara con 2019, cuando se produjeron 4.576 casos, los números demuestran que esa forma de violencia sigue afectando a miles de mujeres cada año.

Honduras, con 4,7 casos por cada 100.000 mujeres, encabeza la lista de feminicidios en América Latina en 2020, seguido por República Dominicana (2,1) y El Salvador (2,1), aunque esas tres naciones reportaron una disminución de este delito con respecto al año anterior. Lo mismo ocurrió en Bolivia, Brasil, Colombia, Guatemala, Paraguay, Puerto Rico y Uruguay.

2) Mujeres entre 30 y 44 años: las principales víctimas

Los datos que maneja la Cepal revelan que las mujeres de entre 30 y 44 años conformaron el tramo de edad con mayores víctimas de feminicidio, al registrar 344 casos el año pasado.

Del mismo modo, las adolescentes y mujeres adultas jóvenes, entre los 15 y 29 años, integran el segundo rango etéreo con más víctimas, con 355 casos en 2020; mientras que al menos 40 niñas y menores de 15 fueron asesinadas por razones de género en ese mismo período.

3) 357 niños y niñas sin sus madres o cuidadoras

Además de la violencia letal contra las mujeres, el estudio de la Cepal también contempla a las otras víctimas de los feminicidios: los niños, adolescentes y otros dependientes que quedan sin el amparo de sus cuidadoras.

Según el conteo, al menos 357 niños, niñas y adolescentes padecieron las secuelas de esta violencia en estos países de América Latina: Argentina, Chile, Costa Rica, Panamá, Paraguay y Uruguay.

4) 11 % de mujeres víctimas de violencia sexual

En América Latina y el Caribe, al menos 11 % de las mujeres y adolescentes mayores de 15 años han sido víctimas de violencia sexual al menos una vez en sus vidas, lo que representa el doble del promedio mundial, detalla la Organización Mundial de la Salud (OMS).

5) 1 de cada 2 mujeres, víctimas de violencia durante la pandemia

El más reciente informe de ONU Mujeres, titulado ‘Midiendo la pandemia en la sombra: violencia contra las mujeres durante el covid-19’, detesta que al menos una de cada dos mujeres «habían experimentado alguna forma de violencia desde el inicio de la pandemia».

El estudio, realizado con base en encuestas de 13 países, detalla que las mujeres que denunciaron ser víctimas de estas violencias tenían «1,3 veces más probabilidades de presentar un aumento del estrés mental y emocional que las mujeres que no lo hicieron».

6) 1 de cada 4 mujeres se siente menos segura en su hogar

Los datos que maneja ONU Mujeres también evidenciaron que al menos una de cada cuatro mujeres dijo sentirse «menos segura» en su propio hogar y que los conflictos dentro de su propia casa se incrementaron desde el inicio de la pandemia de coronavirus.

El maltrato físico (21 %) fue una de las razones más esgrimidas por las mujeres, mientras que otras comunicaron haber sido víctimas de daños por parte de otros miembros de la familia (21 %). Un 19 % reportó que otras mujeres en su hogar sufrían malos tratos.

7) 40 % de las mujeres se sienten más inseguras en la calle

Además de la inseguridad en su propio lugar de residencia, el temor a la violencia en las calles es una constante para las mujeres, ya que al menos 40 % de las encuestadas afirmó que se sentía menos segura al pasear solas por la noche.

«Cerca de tres de cada cinco mujeres también piensan que el acoso sexual en espacios públicos ha empeorado durante la covid-19», precisa ONU Mujeres.

En esa línea, la directora ejecutiva de ese organismo, Sima Bahous, ha destacado que la violencia contra las mujeres «es una crisis mundial existente» que se expande a la par de otras coyunturas y conflictos, y que contribuye a que «vivan con sensación de peligro, incluso en sus propios hogares, vecindarios o comunidades».

Esa situación, ya preocupante en sí misma, se agravó durante la crisis sanitaria del covid-19 debido a las medidas de confinamientos y aislamiento social que se implementaron, dando paso «a una segunda pandemia de violencia en la sombra contra mujeres y niñas, ya que a menudo se encontraban confinadas junto con sus maltratadores».

Tomado de: Cuba en Resumen

Leer más

La experiencia de la TV Serrana en la construcción de un documental con sentido

Foto La Demajagua

Por Daniel Diez Castrillo

“Andamos sobre las olas, y rebotamos y rodamos

con ellas; por lo que no vemos, ni aturdidos del golpe

nos detenemos a examinar, las fuerzas que las mueven”.

José Martí

Maestros Ambulantes

O.C. T.8, pag.288.

El documental como género cinematográfico y televisivo se hace imprescindible para poder llevar adelante un proyecto de trabajo audiovisual comunitario que refleje la realidad de determinadas zonas de la geografía del país (fundamentalmente en lugares de difícil acceso) que nunca han sido transmitidas en toda su magnitud por los medios audiovisuales.

La vida de estas comunidades, que forman parte de la sociedad y por ello son parte también de nuestra cultura, solo es conocida a través de una noticia o alguna que otra información; sin embargo, no son tratadas con la suficiente profundidad, ni son conocidas las esencias que hacen posible que existan como tales.

Para explicar mejor la importancia del documental debemos empezar hablando, brevemente, sobre las especificidades que, en mi opinión, caracterizan a una comunidad. En este sentido, observar qué es lo primero que se destaca en una comunidad cuando usted llega a ella. ¿Qué le es común a todas, y qué la hace distinta a otras comunidades?

Pensemos en el lenguaje, las construcciones de las casas, formas de vestir, de vida, de pensar; la tierra y cultivos; los usos y costumbres, comidas, organización comunitaria, música, fiestas, oficios, historia, sonidos, educación, juegos, carencias, servicios, agua.

A la vez, todo ello se encuentra condicionado, por sus esencias, sus raíces. La espiritualidad, las creencias (si desaparece la práctica del Rito, desaparece la esencia), los mitos que le dan sentido a todo lo que se hace, lo religioso, la cosmovisión.

Hay una serie de conocimientos que no se explican, pero se conocen, por lo cual hay que trabajar para darlos a conocer; por ejemplo, promover determinadas formas de laborar la tierra o cómo ocurre la convivencia. Podemos hablar de regeneración y los medios deben esforzarse para fortalecer cuestiones como la música, si está debilitada o si las estructuras municipales no funcionan bien cómo proceder para su fortalecimiento: cómo enriquecer lo más profundo de la comunidad.

Para que todo ello vea la luz, se hace necesario usar un instrumento capaz de darlo a conocer con el propósito de enriquecer su autoestima y mostrarlo al resto del país y del mundo como constancia de que existen al margen de las grandes ciudades y de lo que divulgan las transnacionales de los medios de información. Ahí es donde radica la importancia del uso del documental.

Este es un tema que no ha sido tratado en el país fundamentalmente porque no existe trabajo audiovisual comunitario y participativo (solo en la TV Serrana), visto como un proyecto cultural en defensa de las motivaciones de los seres humanos que viven en esas zonas de difícil acceso y porque se ha equivocado el término de trabajo audiovisual comunitario y lo que existe en la mayoría de los casos son empresas locales de información o de noticias.

Por ello es importante la producción de documentales en los medios de comunicación audiovisuales que trabajan en comunidades aisladas de las grandes urbes como instrumentos que salvaguarden del olvido los elementos culturales que las caracterizan, colaboren con su desarrollo, contribuyan a la toma de decisiones de esas comunidades a quienes las dirigen en aras de buscar soluciones a sus problemas, colaboren en el proceso de consolidación de sus identidades, muestren los valores morales que guardan las personas que aún viven ellas, expliciten su importancia en el desarrollo económico del país, logren que el resto de país las reconozca como parte de la sociedad.

Michael Rabiger, especialista de este género y profesor de varias universidades en el mundo, dice: “La profesión del realizador de documentales es maravillosamente enriquecedora porque consiste en reflejar la vida contemporánea. Es una búsqueda del significado de las cosas, una pretensión humana noble y fundamental donde las haya”.

Maketa Kimbrell, directora y profesora de la Universidad de New York, expresa: “Si quieres levantar un edificio muy alto, debes cavar un agujero muy profundo”. Y, nuevamente, Michael Rabiger: “El documental trata de adentrarse en la realidad de las personas para poder ver el universo como esas personas lo ven”.

No es llegar y filmar, no es hacer una entrevista, una crónica o dar una noticia sobre el lugar o sobre determinadas personalidades: es buscar esencias. Es saber qué los mueve y los hace ser diferentes, es también entregarse sin reservas para que esa búsqueda también nos transforme: ese es el camino del arte.

El documental es una forma de expresión artística en que los elementos denotativos y los connotativos se mezclan para poder transmitir realidades que es necesario dar a conocer, en mi opinión, a través de los sentimientos. Dominar tecnológicamente tanto la imagen y el sonido a usar en su elaboración, así como la hipótesis que se quiere demostrar, los objetivos que se buscan, el tratamiento estético de la obra, así como la estructura que se le dará a la historia que contamos, es dominar el lenguaje cinematográfico para expresarnos artísticamente y pueda ser comprendido en cualquier región del mundo y no quede solo como documento histórico-comunitario.

En este sentido, se hace imprescindible la investigación más profunda y el conocimiento de los temas que vamos a tratar. Es importante el nivel cultural adquirido y las experiencias gozadas o sufridas que han conformado nuestras vidas. Es importante vivir junto a las comunidades para que los documentales no queden como reflejo folclorista de una realidad. Es bueno saber que en el proceso de investigación de un tema que se ha escogido no siempre las cosas como uno se las imagina, por lo que se debe ir dispuesto a aceptar esa realidad sin afeites, sin tener una verdad preconcebida y tratar, erróneamente, que los entrevistados contesten lo que uno quiere.

No se debe manipular. Un documentalista honrado debe respetar la realidad como es y transmitirla con arte para que los espectadores no solo reciban esos elementos reales sino que puedan usar la imaginación y a través de los sentimientos que lo invadan llenarse de todo aquello que genera sensibilidad y hace razonar.

¿Qué tipo de documental debe ser realizado para que cumpla los objetivos trazados?

Un documental incluyente que fomente y promueva el sentido de comunidad, que informe de lo que ocurre en la comunidad y en la región, que ayude a la transformación de la sociedad, que acompañe a la comunidad en la solución a los problemas que se planteen, que sea participativo y deje que la población decida qué quiere ver y oír, que fortalezca las raíces de la comunidad, que sea creativo, divertido y que sea amable con los receptores, que hable los idiomas de la región ya sea bilingüe, trilingüe, etc, que sea honesto y formativo, que promueva los valores comunitarios, que considere como eje de trabajo la equidad de género.

Los que olvidan a los de “a pie”, no comprenderán lo necesario que es el arte para reflejar la realidad de aquellos que son parte de la sociedad y que han sido olvidados y en otros casos despreciados porque no se ajustan a su visión de la vida, pero que son parte de la cultura y, por ende, necesarios para subsistir ante la hegemonía cultural que nos avasalla.

Émile Zola dijo: “Una obra de arte es un rincón de la realidad visto a través de un temperamento” y el documental, en cuanto cine, es una obra de arte.

Los campesinos cubanos comparten realidades culturales diferentes a los que viven en las ciudades, pero todo ello forma la cultura del país, si eso se pierde, sufre la identidad de la nación. Hay gobiernos, por ejemplo, que no tienen en cuenta al indígena y su visión del mundo y quien más se afecta por esta situación es la cultura del país. Los medios son dominados por los más poderosos económicamente, a quienes no les importan estos temas.

En la Televisión Serrana no es el director el que decide qué se hace, qué tema se debe tratar, sino que se presenta un proyecto que se lleva a un espacio que nosotros llamamos “Grupo de Creación Artística”. Ahí se encuentran todos:

sonidistas, camarógrafos, directores, editores, productores, ante quienes se presenta y discute el proyecto. Hasta que no está garantizado que la investigación es profunda no se entregan los equipos para filmar. Eso conlleva una discusión alrededor de la obra que se va a hacer, por qué se va a realizar, y si es necesaria para la comunidad o no.

Los documentales realizados se muestran en la “Cruzada Audiovisual”. Nos trasladamos por cada pueblo, comunidad o bohíos de campesinos que viven aisladamente en la montaña con el equipamiento llevados por mulos y recorremos determinadas zonas mostrando la obra. En la medida que se muestra y se debate con los campesinos surgen las nuevas ideas para futuros trabajos, lo que garantiza que lo realizado responde a las necesidades de la comunidad; de hecho, se convierte en un proceso de democratización de las comunicaciones: el campesino decide los temas que le interesan sean realizados por la Televisión Serrana.

Comprendimos también que el trabajo comunitario necesita otro apellido, que es el participativo. No es que los especialistas digan, hagan y deshagan, sino que está vinculado directamente con el que participa con su opinión: si es interesante, si le parece bien la obra, si no le parece bien. El famoso ciclo emisor-receptor-emisor se convierte en que el receptor es el que genera el tema, entonces es receptor-emisor-receptor-emisor. Es muy lindo, cuando uno termina un trabajo, saber que es algo que necesita la comunidad.

Los video cartas en la Televisión Serrana

Habíamos conocido a unos niños que viven en la sierra, pero cerca del mar. Les pedimos que contaran cómo viven, quiénes eran, cuáles son sus juegos, en qué trabajan sus padres, para que aquellos que están en la sierra y que nunca habían visto el mar y ni se habían bañado en la playa supieran cómo era esa realidad. Se llevó ese video carta a los niños de la sierra y respondieron siguiendo el mismo proceso de contar su vida.

Hubo un encuentro de realizadores audiovisuales en Escocia, donde nos vimos con un grupo de videastas y también les hablé de esta idea. Ahí comenzaron los primeros videos carta que se hicieron con los niños del Amazona brasileño y con los niños de Chile. Ahí comenzó eso.

Cuando llegamos a Bolivia, lo propusimos. Hicimos un video carta con los niños de Cochabamba. Les mostramos un video de los niños de la Sierra a los niños de Cochabamba y ellos le respondieron, y lo hicieron no sólo diciéndole cómo estudiaban, cómo eran sus casas, sino que, además, le hablaban en español y le decían lo que quería decir en Quechua.

Los videos cartas son una alternativa de comunicación cultural: en la medida en que los niños hablan y cuentan sus historias o cuentan cómo trabajan sus padres o cómo son sus juegos y cantos lo que están transmitiendo son elementos culturales.

En el mundo de lo que se habla siempre —en las películas, en las informaciones de la prensa— es de Londres, de Paris, de Tokyo, de Nueva York, pero nadie habla de Cochabamba y nadie habla de un pueblecito donde viven unos indígenas, donde viven unos campesinos; nadie habla de eso, no existimos para ellos.

Y esto es una alternativa cultural. Los niños conocen a otros niños que viven en otra parte del mundo que tienen determinadas características, determinados juegos, sus padres trabajan en determinadas actividades, las calles cómo son o cómo son los caminos por la montaña: son elementos culturales.

Así empezó eso del video carta. Eso fue a finales de 1996. Ahí se inició mi vinculación con CLACPI (Coordinadora de América Latina de Cine y Comunicadores de los Pueblos Indígenas), de la que soy del Consejo Asesor actualmente y que es la que agrupa a todos los comunicadores indígenas latinoamericanos. Tuve la primera reunión de comunicación indígena y me empecé a vincular a ese mundo. El mundo indígena que aunque no parezca, tiene puntos de contacto con el de los campesinos que viven en la Sierra Maestra.

El nacimiento de la TV Serrana significó un estadio superior en el trabajo audiovisual comunitario y participativo en zonas de difícil acceso que no tenía antecedentes en Cuba, que propició la transferencia tecnológica a los habitantes de esas comunidades para que fueran ellos quienes contaran sus propias historias, como los futuros creadores de la TV Serrana.

Un aprendizaje de la experiencia de la TV serrana es que la comunicación debía ser dialógica, lo que permitió que no fueran los especialistas y las instituciones del poder quienes decidieran qué querían ver y oír los serranos: debía producirse un diálogo con ellos y fueran los que sugirieran los temas a tratar ya que el tipo de comunicación que se establece verticalmente sin tener en cuenta las necesidades de la comunidad, al final se separa tanto de la realidad que deja de cumplir su función.

El trabajo audiovisual comunitario y participativo que utiliza el cine documental como forma artística de expresión, tiene como base la realidad misma y la búsqueda de una verdad, que siempre será la verdad del realizador enfocada, en este caso, hacia la comunidad. Esta resulta una alternativa que permite desde el arte mostrar áreas de la geografía de un país que no son tenidas en cuenta por los medios. Esta especialidad es capaz de mostrarnos valores éticos y estéticos que no se contemplan al hablar de la cultura de un país, por lo que se corre el riesgo de desconocer las esencias que hacen posible poseer una identidad que los diferencie unos de otros.

El trabajo Audiovisual Comunitario y Participativo es una forma de enfrentarse a la hegemonía cultural que promueven las transnacionales, así como a las televisoras de carácter nacional en las que la mayoría de lo producido aborda la vida de las capitales y las ciudades económicamente más poderosas, olvidando las localidades con sus seres humanos, su entorno y su poética.

La TV Serrana propicia el estímulo de una conciencia ética y estética homogeneizada por una mirada citadina, además, rompe con la envoltura histórica congelada de estas localidades, escenario de la última epopeya revolucionaria, mostrando a sus habitantes desde hoy, como seres humanos que viven en un contexto peculiar que forma parte también de la cubanidad. Por esta razón, se convierte en estímulo para los hombres y mujeres de espacios olvidados, pues los ayuda a tomar conciencia de lo importante que son para el país y los coloca en su justo lugar como miembros de esa gran comunidad llamada nación.

Era y es, también repensar la Televisión, como posible hacedora de obras artísticas, capaz de dar participación a los espectadores, en la búsqueda de los temas. Lanzar una mirada al país desde una comunidad en la medida que esta se mira a sí misma y se reafirma como tal.

Daniel Diez Castrillo. Director de Cine y Televisión. Profesor Asistente de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. Distinción por la Cultura Cubana. Premio Nacional de Televisión. Premio Espacio por la ACCS por la obra de la vida. Artista de Mérito de la Radio y la TV.

Tomado de: Cubaperiodistas

Leer más

Entrevista con Paola Calvo, directora del potente documental «Luchadoras»

Paola Calvo, cineasta mexicana

Por Carlos Miguel Glez. H

Durante la décima edición del Festival Internacional de Cine de Los Cabos le hablamos de Luchadoras, documental sobre la lucha femenil en Ciudad Juárez que retrata las vidas de las valientes luchadoras de wrestling de Ciudad Juárez, una ciudad conocida por sus estadísticas de asesinatos de mujeres. La película está protagonizada por un puñado de mujeres que practican lo que se conoce allí como ‘lucha libre femenil’ y que responden a nombres como Lady Candy, Baby Star o Mini Sirenita.

Conversamos con su directora Paola Calvo y esto fue lo que nos compartió.

El interés de Vagabunda Mx ha sido la divulgación cultural, pero también la concientización social, por lo que el tema de las muertas de Ciudad Juárez, un tema tan sensible, como también lo es la violencia hacia la mujer, nos interesa mucho. Así que el documental de Luchadoras nos ha gustado por la manera tan esperanzadora que trata el tema. En otros documentales sobre este tema, al terminar hay un sentimiento de tristeza, y en Luchadoras, no, hay algo de alegría al final, en la historia de estas tres mujeres, las protagonistas de la película.

Me parece muy bonito eso que dices, justamente ese era el objetivo de la película. Lo que pasa en Juárez, es horrible para Juárez, pero también es horrible para el mundo entero. Es horrible saber que hay un sitio en el mundo que se conoce por esta tasa tan alta de violencia contra las mujeres. Nosotros no entendíamos cómo podía ser eso posible, que existiera un lugar así, y tampoco podíamos entender cómo la gente podía vivir en un sitio así. Pero cuando conocimos a nuestras protagonistas, nos dimos cuenta que realmente, cualquier persona que vive en Juárez, es luchador, es luchadora, todas las mujeres de Juárez tienen una fuerza increíble, se levantan cada día, luchando, con una sonrisa y eso fue lo que más nos emocionó, nos impactó y nos pareció que ahí había algo que contar.

Se trataba de romper prejuicios, no era hablar de las muertas de Juárez, que se merecen todo nuestro respeto, por lo que hay que seguir hablando de ellas, pero aparte de estas mujeres, están estas otras mujeres luchadoras sobre las que pensamos, creemos y nos damos cuenta que es importante contar estas historias, ya no solo para el espectador de la película, sino también para y por ellas mismas. Y eso ha sido un proceso muy bonito, estar con ellas, conocerlas, descubrirlas como personas y como mujeres, y bueno, hacerles este monumento que se lo merece, así como una copa de un pino.

Este vínculo tan bien logrado, que se percibe al ver el documental, el lazo que se creó entre la producción y las Luchadoras, ¿cómo se fue dando?

Nosotros llegamos a Juárez por una amiga de Patrick que está viviendo allí, ella también es luchadora, es Miss Kath, una muy buena compañera de Patrick ya desde hace años y gracias a ella llegamos a Juárez, yo creo que sin ella no lo hubiéramos hecho. Teníamos un contacto directo con alguien que vive allí, que practica la lucha libre y a través de ella empezamos a conocer todo lo que es la lucha libre de Juárez y así conocimos a las protagonistas, ella nos fue presentando.

Cada protagonista es muy diferente, son personalidades muy diferentes. Algunas desde el primer momento nos abrieron las puertas de sus casas, pero bien es cierto que hubo otras que son más precavidas. Claro, es que ni siquiera nos conocían, no hablamos juarense, hablamos un castellano muy diferente (risas), pues claro, con otras costó mucho más, pero al final, poco a poco nos fuimos conociendo y conseguimos este lazo tan estrecho e íntimo. Yo a estas mujeres las admiro, y lo pasé súper bien con ellas, ha sido un tiempo de conocerse, de reír, de llorar también, de conocer estas historias, que claro que habíamos escuchado algunas de ellas, pero el conocerlas de mano de ellas, fue muy duro. Pero nos dimos mucha fuerza, mucha energía y confiamos los unos en los otros y eso fue la base de este documental: la confianza.

¿Cuánto tiempo duró la producción y cómo fue la selección de las protagonistas? ¿Hubo alguna especie de casting?

En total, nosotros estuvimos unos cuatro meses en Ciudad Juárez, ese fue el tiempo que estuvimos con ellas. La selección de las protagonistas, ya te digo que puede haber una película de cada persona que vive en Juárez, pues todos han vivido y padecido esta tasa de violencia tan alta, lo que ha ocurrido en Juárez, y ahora desgraciadamente en varias partes de México, ha sido un lidiar con la violencia a tal extremo, que no hace falta hacer un casting. Al final elegimos pasar nuestro tiempo con estas mujeres porque conectamos muy bien, y esa conexión de confianza era la razón por la que al final ellas fueron las protagonistas de la película.

¿Conocías el mundo de la lucha libre y la importancia que tiene para un sector de la sociedad mexicana?

Conocía un poco sobre la lucha libre, había escuchado algo. Sí que conozco las máscaras, las piruetas, no sabía muy bien sobre las rondas, pero créeme que después de tanto tiempo, de tantas luchas a las que fuimos, por lo menos ahora en Juárez me conozco a todos los luchadores y todas las luchadoras, ha sido un “crash course” de lucha libre mexicana muy intenso, muy bonito e interesante.

Luchadoras en la vida real, luchadoras dentro del ring, el nombre quedó perfecto para el documental.

Intentamos buscar otro nombre, pero para mí luchadoras me parece un nombre muy bonito, es lo que mejor las define a ellas y al documental.

¿Tuvieron algún apoyo logístico por parte de las autoridades de Ciudad Juárez?

No. Nuestra forma de trabajar es muy íntima, de tú a tú. Llegamos con una cámara muy pequeña y nos pusimos a hablar con la gente, y con la gente que trabajamos, esos eran nuestros contactos, ellos eran la ayuda y tuvimos mucha ayudad y apoyo por parte de las familias de las luchadoras, por parte de la lucha libre, la comunidad de luchadores, la comisión, las arenas, fue una ayuda a varios niveles, pero a alguna autoridad, no lo pedimos, no nos interesó y ni lo pensamos, el documental es pequeño pero hecho con mucho amor.

Hay una escena en la que se habla sobre las sábanas blancas, con la que cubren los cadáveres desafortunadamente, algo que se hace habitual en algunas ciudades de México. ¿Cómo fue el grabar esa escena?

Todo natural. Nunca nos dijo nadie nada. La prensa siempre está en un lugar como donde pasan estas cosas. No éramos los únicos con una cámara. Por suerte fue el único hecho que filmamos de este tipo, pues siempre me he negado a filmar este tipo de imágenes violentas en mis películas. No hay un plano abierto sobre el cuerpo con la sábana, pues no quiero, no me interesa mostrar esas imágenes, pues no me parece que sea una forma de educarnos como espectadores de un cine documental. Nunca quisimos ser voyeuristas, nunca quisimos mostrar las cosas así, porque son fuertes. Fue una conversación muy interesante en el montaje, pues es verdad que se hizo un plano muy general, donde casi no se veía la manta, pero se hizo, y tuvimos muchas conversaciones con el montador y con Patrick, sobre qué imágenes mostrar y cuáles no, y al final por suerte decidimos no ponerla en el documental.

¿Cómo cambió tu perspectiva de Ciudad Juárez al realizar el documental?

Cuando llegamos a Ciudad Juárez teníamos mucho miedo, pero al final creció mucho la confianza en las protagonistas, en las familias, en la gente que nos apoyó. Pero lo más interesante, lo que he sacado de esta ciudad, fue que, un día estábamos en un mercado y se me acercó una chica y me dice, “yo soy fulana de tal, soy feminista de Juárez”. Fue algo que en verdad me dejó flipada. Ahí, me empecé a dar cuanta que la Ciudad de Juárez es fascinante. Juárez tiene esta imagen negativa y violenta, que lo es, pero también hay muchas personas que están poniendo mucha energía para que la situación cambie. Te estoy hablando de profesores y profesoras, grupos feministas, de gente que es muy activa a nivel social, que está buscando y consiguiendo un cambio. Eso es lo fascinante de Ciudad Juárez, pues a pesar de que tiene esta imagen tan terrorífica, hay mucha gente buena que está luchando por conseguir un cambio social, y eso yo, antes de llegar a Ciudad Juárez, no lo sabía, eso es lo que me pareció maravilloso.

¿El documental va dirigido a algún público en especial, al femenino o masculino, o eso es indistinto?

A mí lo que me gustaría, es que esta película motive a que la gente hable, que se hable sobre el machismo, sobre las estructuras en las que vivimos, que seamos conscientes de que una mujer no es menos por el simple hecho de ser mujer. Esto es algo que se dice muchas veces, pero la gente no es consciente de que lo tenemos muy dentro de nuestras estructuras. Yo por ejemplo me he dado cuenta de que nunca me he sentido identificada con el rol de ser mujer, pero sin embargo siempre he pensado que todas las demás mujeres sí lo son, y ahí estaba mi machismo, yo me sentía diferente, pero pensaba que las demás mujeres sí eran esa imagen de mujer que se da y que se define, y no debe ser así. Los roles de género es un invento que hace daño a muchos, afecta a todos y todas, tanto a hombre como mujeres, esto no es solo algo que pase con las mujeres.

En esta película se habla en concreto de las mujeres, pero el hecho de tener que ser un machito para poder desarrollarte dentro de tu círculo social, también hace mucho daño a todo el mundo que está involucrado dentro de esa estructura. Lo que me gustaría es que nos hagamos consientes de las estructuras en las que vivimos, que hablemos de ellas con nuestros padres, con nuestros hijos, vecinos y amigos, verbalizar esta situación es muy importante. Y no tiene que ser algo de violencia, simplemente con verbalizar las estructuras, cómo vivimos, dónde vivimos y cómo queremos vivir.

¿Cómo fue el grabar de noche y de día en Ciudad Juárez, es decir, qué se percibe de la ciudad con luz y oscuridad?

La vida en Ciudad Juárez de noche ocurre dentro de casa, la ciudad se disfruta de día, cuando puedes ver. Lo que yo viví, la noche es para estar metido en casa. Hay muchas ideas estructuras que intentan cambiar esto. La marcha feminista que vimos en la película, pues sale este proyecto de ley, este toque de queda que prohíbe a las mujeres de Juárez salir de noche, es por lo que salen las feministas a la callen y dice que esto no es lo que soluciona el problema, nosotras somos las víctimas, y con esto culpabilizan a las víctimas. Entonces se quiere cambiar esta idea y hay que cambiarla.

Tomado de: Revista Vagabunda MX

Tráiler del filme Luchadoras (México, 2021) de Paola Calvo

Leer más