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Yoani en la SIP: ¿la confirmación definitiva?

Algunos medios de comunicación, ya sabremos por qué, andan divulgando con entusiasmo la designación de Yoani Sánchez como vicepresidenta regional por Cuba de su Comisión de Libertad de Prensa e Información, de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), organización con sede en Miami que agrupa a magnates de la llamada gran prensa en este continente. En octubre de 2006 el periodista José Steinleger publicó una serie de tres trabajos sobre la SIP en el diario mexicano La Jornada donde documenta los vínculos de esta organización con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y sus acciones golpistas y de apoyo a dictaduras en Latinoamérica como las de Anastasio Somoza y Rafael Leónidas Trujillo. Después de leer este material no caben dudas de que la señora Sánchez está donde debe estar: entre aquellos que operan la “Mordaza de libre presión” en las Américas. 

Mordaza de libre presión

José Steinleger

Si la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) fuese una entidad realmente comprometida con la libertad, la independencia y la democracia, el edificio que en Miami alberga su sede debería llamarse Gregorio Selser (1922-1991) en lugar de Jules Dubois, aquel sórdido oficial de la CIA que diseñó sus principios y doctrina.

Selser y Dubois. Dos modos de entender el periodismo y la información. Selser, rasgando los velos del poder. Dubois legitimando sus infundios. Selser, al servicio de los pueblos. Dubois, al servicio del imperio. Con Selser, el periodismo honesto descubrió cómo se fabrican las noticias. Con Dubois, el periodismo canalla aprendió a encubrir la verdad a través de la mentira.

De la Cuba del tirano Fulgencio Batista (donde en 1943 nació la SIP) a nuestros días, no hubo déspota, golpe de Estado o intervención militar de Estados Unidos que no recibiera apoyo de la SIP. Sesentaitres años de ignominia que los muros de América Latina supieron resumir una y otra vez: ”Nos mean, y la prensa dice que llueve”.

Destinada por estatutos a “… servir por igual a sus afiliados del norte, centro y sud de América”, la SIP sólo adopta resoluciones atinentes a la preservación de la “libertad de prensa” al sur del río Bravo y en las Antillas. Sus declaraciones sintonizan con el Departamento de Estado, la OEA y el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), y su “independencia” consiste en difamar cualquier esfuerzo grande o pequeño de nuestros pueblos cuando tratan de darse instituciones participativas, o surgen situaciones que cuestionan cualquier empresa adscripta a su órbita.

Los magnates de la SIP compran, venden, difunden, editan, transmiten o publican la “información” según convenga a las “leyes del mercado” y sus intereses de casta y clase. No obstante, en su Breve historia de la SIP, Selser registra las excepciones de rigor, tales como las del escritor y periodista venezolano Miguel Otero Silva, propietario de El Nacional de Caracas.

En la reunión de Montevideo (1951), Otero Silva observó que los estatutos de la SIP, aprobados un año antes en la Asamblea de Nueva York, violaban “… sus normas más fundamentales y dándole el carácter que ahora tiene: una entidad exclusivamente patronal de intercambio comercial, estrictamente controlada por los vendedores de papel, las agencias noticiosas y los buscadores de avisos que residen en Estados Unidos. Nada más inoportuno en ese ambiente que un periodista”.

Selser recuerda que si bien Otero Silva se declaraba antiperonista y contrario a las medidas que el gobierno argentino había adoptado tras el cierre del diario La Prensa, se indignó por la conducta de sus colegas de la SIP, reacios a debatir con los delegados de Perón.

El venezolano observó “… la actitud de la mayoría de la Asamblea, rechazándolos sin oírlos,
violando nuevamente los estatutos para no reconocer sus credenciales, esquivando cobardemente la polémica con quienes no tenían razón, les sirvió para aparecer frente a muchos con una razón que no tenían… mientras se le dedicaba 80 o 90 por ciento de su contenido a relatar minuciosamente los atropellos cometidos por Perón contra la libertad de expresión, se tendía un piadoso y cómplice manto sobre las dictaduras latinoamericanas”.

En el informe que Otero Silva calificó de “tendencioso”, aparece el tirano Somoza “… como un ángel tutelar de la libertad de pensamiento; allí se ponen como arquetipos de la democracia al chileno González Videla y a los dictadores bolivianos y, al llegar a Santo Domingo, el informe emplea el monstruoso eufemismo siguiente: ‘Las condiciones no son propicias para la libertad de expresión’… Daba vergüenza ver en aquella asamblea de Montevideo a los esbirros intelectuales de Rafael Leónidas Trujillo bramando en la tribuna para decir que Perón era un tirano y que en su país, en cambio, se disfrutaba de una absoluta libertad de pensar.”

Otra actitud de gallardía empresarial, recogida por Selser, es la renuncia presentada a la entidad en 1958 por uno de los ex presidentes de la SIP, el mexicano Miguel Lanz Duret (1909-59), director de El Universal, cuando supo que la SIP había solicitado su inscripción como corporación, dando como sede la ciudad de Dover, condado de Kent (Delaware).

Lanz Duret alegó que “… la SIP iría a depender, a todos los efectos jurídicos y legales, de las leyes norteamericanas, desmintiendo así su supuesta independencia y desvirtuando en los hechos la recomendable extraterritorialidad que le confería, por ejemplo, una sede anual móvil, distinto de la norteamericana”.

Pero la SIP experimentó la primera gran denuncia internacional el 23 de mayo de 1959, cuando en carta pública al director de la revista Bohemia el Che Guevara calificó de “miserable gángster” al encargado de la sección internacional:

“Sucede -dijo el Che- que Jules Dubois, la United Fruit y otras compañías frutícolas, mineras, ganaderas, telefónicas o eléctricas, explotadoras del pueblo en una palabra, han ordenado desatar la clásica cortina de las mentiras asalariadas.” Entonces, Dubois se puso en acción.

II
Formateada por los “amos de la prensa” (voz acuñada por el legendario investigador
estadunidense George Seldes, 1891-1995), la SIP lleva más de medio siglo absolviendo,
fiscalizando o condenando qué debemos entender por noticia, información, democracia y libertad de expresión.

Luego del ruido y aprobación de la intervención yanqui en Guatemala (1954) y el derrocamiento de Perón un año después, los diarios afiliados a la SIP cargaron contra la revolución cubana (1959). En octubre de 1961, por ejemplo, Washington decidió que las relaciones del gobierno argentino con Cuba debían reventarse.

Acatando la sugerencia, La Nación de Buenos Aires publicó la foto de Jules Dubois (presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de la SIP) exhibiendo unos misteriosos documentos sacados  subrepticiamente “… de la embajada cubana en la Argentina”. Arturo Frondizi (quien no era “de  izquierda”, pero sí presidente de un país soberano) protestó ante el secretario de Estado, Dean Rusk, y calificó la maniobra de “burda provocación”.

Regañado por Rusk, el agente Dubois aceptó la legitimidad del infundio. La “ética informativa” de La Nación quedó al desnudo. Cuarenta y cuatro años después, el presidente Néstor Kirchner manifestó en respuesta velada a las constantes presiones del vocero histórico de la oligarquía argentina: “No puede ser que quienes vengan a decir cómo funciona la libertad de prensa son aquellos que para imponer sus ideas mataron, asesinaron y secuestraron” (4/03/05).

Kirchner (quien tampoco es “de izquierda”, pero sí gobernante de un país soberano) pasó a
engrosar la nómina encabezada por los presidentes Fidel Castro, Hugo Chávez y Evo Morales, quienes felizmente no entienden el concepto de “libertad de prensa” de la SIP.
Pero en días pasados, cuando Kirchner cuestionó los infundios de Joaquín Morales Solá (nave insignia del periodismo canalla) cometió un error de fechas. Para qué. Bañándose en agua bendita, Morales Solá redobló sus ataques y escribió: “Kirchner entiende sólo dos clases de periodismo: uno es el incondicional a él, por las razones que fueren, y el resto pertenece a una oposición que debe desaparecer” ( La Nación, 1/10/06). Cínicamente, Morales Solá asoció al gobernante con el nazi Goebbels y sugirió a sus lectores que “en las hemerotecas” consulten si había escrito tal o cual cosa en la fecha dada por el presidente. Tenía razón: ¿qué tipo de asesores en comunicación tiene Kirchner? De lo contrario, hubiesen dado con los desmesurados elogios de Morales Solá al  general torturador y genocida Antonio D. Bussi, jefe de la quinta brigada del ejército en la provincia
de Tucumán (La Gaceta de Tucumán, 8/6/76).

Otro capítulo del terrorismo informativo de la SIP tuvo lugar antes, durante y después del gobierno de la Unidad Popular en Chile. Según investigaciones del Senado de Estados Unidos, el llamado Comité de los 40 autorizó a la CIA a una operación secreta de propaganda el 14 de septiembre de 1970. Menos de una semana después, la SIP emitió en Washington un comunicado que denunciaba las amenazas a la “libertad de prensa” en Chile “… por los comunistas y sus aliados marxistas”. ¿Vocero criollo? El inefable diario El Mercurio, dirigido por Agustín Edwards, uno de los invitados de honor a la 62 Conferencia de la SIP que acaba de sesionar en México.

En 1970, Edwards llegó a Washington para buscar el apoyo de Estados Unidos para un plan
destinado a impedir la elección de Salvador Allende. El 15 de septiembre, un día después de que el Comité de los 40 dio su aprobación para la campaña antiallendista, Edwards se reunió con Richard M. Helms, director de la CIA.

El 22 de septiembre, El Mercurio publicó un editorial en el que sostenía que “la supervivencia de los derechos individuales era la cuestión más importante que debía decidir el pueblo chileno”. Según el informe del Senado, los agentes de la CIA entre el personal del periódico “… le permitieron a la oficina generar más de un editorial diario, de acuerdo con los lineamientos fijados por la agencia”. Dos días después, la agencia española de noticias Efe en Santiago envió una nota a toda América Latina, en la que informaba de la manifestación antiallendista de un grupo “… en constante crecimiento”: el grupo fascista Patria y Libertad, financiado por la CIA. Con base en el informe del Senado, el articulista Walter Pincus, del Washington Post, aseguró que Efe recibía un subsidio de la CIA para sus operaciones en América Latina: 18 periodistas chilenos bajo control directo de la CIA, en puestos administrativos importantes en los medios informativos.

Por otro lado, la CIA creaba la agencia Latin establecida, teóricamente, por “13 periódicos
latinoamericanos de la SIP”. Latin contrató a Reuters, agencia de noticias británica, para que administrara la operación. La CIA quería tener un competidor latinoamericano para la agencia cubana Prensa Latina. Según el informe del Senado, Latin transmitió 726 artículos, editoriales y notas del tipo “submarinos soviéticos frente a las costas de Chile”.

III
Ya no hay “submarinos soviéticos frente a las costas de Chile” (como los honorables diarios de la SIP “informaban” en los años de 1960 y 1970), ni en Moscú los comunistas desayunan niños importados de Guatemala (como en los de 1940 y 1950). Declaraciones como la de Chapultepec sobre “libertad de expresión” no permiten tales infundios. Suscrita por la SIP en 1994 y ratificada en su 62 Asamblea Anual que sesionó la semana pasada en México, la declaración abunda en principios como el numeral 9, que dice: “la credibilidad de la
prensa está ligada al compromiso con la verdad, a la búsqueda de precisión, imparcialidad y
equidad, con una clara diferenciación entre los mensajes periodísticos y comerciales”.

Fiel a la causa, El Mercurio de Santiago publicó entonces un extenso documento acerca de la ”alianza militar Chávez-Evo” (Morales). El diario nos entera de que “… Venezuela y Bolivia firmaron un amplio y ambiguo acuerdo para construir más de 20 bases militares en la frontera que Bolivia comparte con cinco países, entre ellos, Chile” (8/10/06).

Esta vez el matutino omitió referirse a la presencia de submarinos venezolanos frente a las costas de Bolivia, país que no tiene mar… ¿verdad? Sin embargo, los sagaces reporteros mercurianos apuntaron que un “experto en inteligencia” les habría informado acerca de la “… inestable situación en Bolivia y, obviamente, Chávez quiere asegurarse de que Morales se mantenga en el poder”.

Ni corto ni perezoso, el Grupo de Diarios de Las Américas (GDA, Miami, 1994) de la SIP volanteaba simultáneamente un artículo intitulado “Crisis y desunión en Bolivia”. ¿Presiones al gobierno de Chile para que retire su eventual apoyo al ingreso de Venezuela al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas? El volátil, clasista y libérrimo concepto de “libertad” de la SIP resulta tan amplio que se ajusta al preámbulo de la Declaración de Chapultepec: “la libertad es una” y, a la vez, ”múltiple”.

En octubre de 2003, por ejemplo, la consejera de seguridad nacional Condoleezza Rice ordenaba, vía teleconferencia a la Asamblea General de la SIP, apoyar al gobierno constitucional de Gonzalo Sánchez de Losada, cuya dimisión pedían los bolivianos tras el asesinato de más de 80 personas por la represión policial.

Asimismo, en marzo de 2005 el uruguayo Danilo Arbilla (ex presidente de la SIP) acusó al gobierno argentino de “manejar la publicidad de manera selectiva”. ¿Le sugería proceder como el gobierno de Chile, otorgando 77 por ciento de la publicidad oficial a El Mercurio y otros medios del grupo COPESA?

Arbilla dijo que Kirchner trataba “con desprecio al periodismo”. ¿Amnesia? Coautor del decreto que en junio de 1973 prohibió en Uruguay la divulgación de todo tipo de información “… que pueda perturbar la tranquilidad y el orden público” (sic), Arbilla se lució como jefe de prensa del presidente golpista Juan María Bordaberry: cerró 173 medios de comunicación, decomisó la revista El Correo de la UNESCO y silenció el brutal asesinato de Julio Castro, director de Marcha. En la página Web de la SIP figura una lírica introducción al “Banco de datos de leyes de la prensa” firmada por Arbilla. El testaferro cita a John Locke y remata con una frase de James Madison: “Es el pueblo el que puede censurar y jamás el gobierno censurar al pueblo”. Arbilla concluye: “Y efectivamente es así: dónde se ha visto que los mandatarios puedan censurar a sus mandantes”.

La SIP asegura estar contra las “acciones penales contra periodistas que al informar ponen al descubierto actos de corrupción”, como dijo un par de años atrás el argentino Ricardo E. Trotti  (otro de sus ejecutivos) en el Tecnológico de Monterrey. Bien. Pero omitió el caso del magnate Ramón Báez, de República Dominicana, dueño de los cuatro diarios principales, 70 estaciones de radio y tres de televisión, y acusado de defraudación a instituciones crediticias por un total de 2 mil 800 millones de dólares.

Dios los cría… y el terrorista mediático Carlos Alberto Montaner los justifica. Aunque en ocasiones, los dueños de la SIP deben abofetear a Montaner para que en sus conferencias modere su servilismo con los gobiernos de Washington y una venalidad que ni las “cluster bombs” que destruyen bunkers bajo tierra puede remediar.

Pero a la SIP le encanta la “ética” de los Montaner y los periodistas “independientes” que con fondos federales de Estados Unidos defienden la “libertad” en Cuba. Y, junto a ellos, el decadente olimpo de contratistas intelectuales que al decir del analista Hugo Pressman consienten en ser violados en el supuesto de que “… así mejora la sexualidad y autoestima de la víctima”.

En el decenio de 1970 la UNESCO impulsó el derecho de los pueblos a la información. Sofocado por el poder mediático global, el debate fue congelado. Hoy, la Comisión de Derechos Humanos de la ONU estudia el impulso jurídico de un nuevo derecho: el derecho a la verdad. Un ideal totalmente ajeno a la SIP, cuyo propósito, como hemos visto, consiste en preguntar a sus amos qué debe informar.

Tomado del blog: www.lapupilainsomne.wordpress.com

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Yoani Sánchez y la SIP. Por: Luis Miguel Rosales

Una noticia apareció recogida a fines de la semana pasada en varios medios de prensa de la derecha oligárquica y golpista latinoamericana y es el nombramiento de la bloguera mercenaria Yoani Sánchez como Vicepresidente Regional por Cuba de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), también conocida como Servil Instrumento del Poder e instrumento reconocido de la CIA.

La SIP es  un consorcio conformado por los dueños de los grandes medios de difusión corporativos de América, incluyendo algunos en EE.UU., de ahí que la libertad de prensa que defienden es la que responde a los intereses del gran capital y de la burguesía, opuesta a cualquier cambio que afecte sus intereses particulares. No en balde un reconocido grupo de escritores, periodistas y organizaciones defensoras de los derechos humanos le cuestionaron  recientemente a esta organización por sus ataques contra gobiernos que están trabajando por el desarrollo de una verdadera libertad de prensa y no por el desarrollo de una libertad de prensa manipulada y puesta al servicio de los grandes intereses oligárquicos. (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=157693)

Según la SIP, Yoani Sánchez es una “periodista e incansable y popular bloguera que lucha por la libertad de su país desde hace años”. Todo esto es muy cuestionable, Yoani no es periodista, sino filóloga, y leyendo sus post en Generación Y nos damos cuenta que es una filóloga de tercera, aunque sí podría ser una excelente escritora de novelas o de ciencia ficción, porque su imaginación no tiene límites. Tampoco es popular, porque dentro de Cuba a casi nadie le llega sus mensajes denigrantes de la realidad cubana, solamente les llegan a sus fervientes seguidores, por las dádivas que da, no por otra cosa.

Lo de luchar por la libertad de prensa en Cuba es más que cuestionable, porque Yoani Sánchez a lo que responde es a los intereses norteamericanos de derrocar la Revolución cubana. A ella le pagan para eso y cumple las orientaciones de Estados Unidos al pie de la letra.

Los medios de la SIP también se han prestado para repercutir los shows mediáticos que monta la Sánchez: supuestos secuestros, violentas golpizas, desapariciones temporales y otros sucesos más que solo caben en la cabeza calenturienta de la señora Sánchez Cordero. ¿Acaso ha podido  presentar una sola prueba de las golpizas que ha recibido?

De hecho, la Yoani Sánchez es un gran fraude, pero mientras sirva hay que darle su lugar y pagarle, no importa si es por premios o con cargos. La cosa es canalizarle el dinero que ella necesita para darse su tren de vida, fuera del alcance de millones de cubanos, y seguir mintiendo y engañando a quienes en el mundo les gusta vivir engañados si cuando de Cuba se trata.

Ojo, Yoani Sánchez nunca ha denunciado los asesinatos de periodistas mexicanos ni hondureños. Apoyó el golpe de Estado en Honduras y de su “pluma” no ha salido un solo cuestionamiento al golpe de Estado ocurrido en Paraguay. Eso no extraña si tenemos en cuenta que los principales consorcios mediáticos de estos dos últimos países promovieron y apoyaron dichas acciones contra gobiernos progresistas. Tampoco ha mencionado una sola palabra en defensa del movimiento de los Indignados en España o de los Ocupantes de Wall Street, cuando los mismos han sido brutalmente reprimidos por las autoridades policiales de estos países. Ah, eso sí, la Sánchez ha lanzado varias diatribas contra el presidente ecuatoriano Rafael Correa por su política en función de lograr que en Ecuador exista una verdadera libertad de prensa, pero se niega a defender  que esta misma llamada libertad de prensa se aplique al caso del conocido fundador de Wikileaks, Julian Asssange.

Lo mejor del nombramiento de Yoani Sánchez salió de su propia boca. Según ella “muchos reporteros independientes, tuiteros, que hay dentro de la Isla, podrán canalizar a través de mí, dudas, problemas, ausencias legales…”. “Podrán canalizar a través de mí”, ¿no es una contradicción, dónde está la libertad de prensa? Si lo que canalizan no responde a los intereses yanquis y a los gustos de Yoani, ¿les dará curso?

Muchos “periodistas independientes” han comentado en varias oportunidades que Yoani Sánchez es una ególatra advenediza y autosuficiente, muy interesada en convertirse en el centro de la supuesta oposición cubana. Entonces, ahora le han puesto en sus manos el poder de limitar la libertad de prensa. ¡Qué gran paradoja!

Lo que significa este nombramiento de Yoani a los efectos de seguir promoviendo y financiando a esta contrarrevolucionaria ya puede verse. Hoy día 12 la SIP la SIP publicó un documento enviado al Presidente cubano Raúl Castro donde rechaza la detención el día 8 de su flamante nueva Vicepresidenta y bloguera estrella. Más acciones como estas y provocaciones de la señora Sánchez nos esperan en los próximos días.

Tomado del blog: www.lasantamambisa.wordpress.com

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La noticia número13 más censurada en los Estados Unidos. “Reforma a la educación”, caballo de Troya para la privatización”. Por: Ernesto Carmona*

La enseñanza pública es blanco de una campaña bien coordinada y bien financiada para privatizar tantas escuelas como sea posible, particularmente en las ciudades. Esta campaña proclama que quiere excelencia en los profesores de cada sala de clase, pero su retórica desmoraliza a los docentes, menoscaba la situación de la profesión de educador y defiende pruebas (tests) estandarizadas que perpetúan la desigualdad social. Esta reforma está conducida por la lógica del lucro.

Una “noticia independiente validada” el 13 de abril 2012 por la Fundación Internacional por la Libertad de los Medios (Media Freedom International Foundation), que preside el sociólogo Peter Phillips, informó en enero de 2012, FairTest, Centro Nacional de Pruebas (Tests) Justas y Abiertas, dictaminó que realmente había desacelerado el ritmo del progreso educativo de una década la aplicación de las políticas del llamado programa Que Ningún Niño se Quede Atrás (NCLB, en inglés)

El informe «NCLB, Década Perdida para el Progreso de la Educación» concluyó que la ley «había fallado en sus propios objetivos y en un sentido más amplio». Las conclusiones de FairTest se basan en datos de la Evaluación Nacional del Progreso Educativo (NAEP) y decenas de estudios independientes.

Diane Ravitch, uno de los críticos NCBL más abiertos, considera los actuales esfuerzos corporativos para reformar la educación pública como un ataque a la enseñanza pública. «La educación pública es hoy el blanco de una bien coordinada y bien financiada campaña para privatizar tantas escuelas como sea posible, especialmente en las ciudades. Esta campaña afirma que quiere grandes maestros en cada aula, pero su retórica desmoraliza a los profesores y reduce el estatus de la profesión de educador», dijo Ravitch en una audiencia en Los Ángeles, en febrero de 2012. «No existe ninguna comparación histórica para el movimiento actual de privatización y des-profesionalización».

Estos esfuerzos de reforma incluyen el programa Race To the Top del presidente Obama, que Ravitch llamó «Que Ningún Niño se Quede Atrás 2.0». Race to the Top implica apuestas más altas en las pruebas, más privatización de las escuelas y el cierre de establecimientos con un gran número de estudiantes de bajo rendimiento. Como señala Ravitch: «Un programa que tiene un ganador y muchos perdedores; eso no es lo que queremos para nuestros hijos”.

En cambio, la retórica de la reforma del núcleo de pruebas y rendición de cuentas, enarbola los mismos principios de gestión que han mantenido congelado el statu quo en la educación estadounidense durante 20 años. La lógica impulsora de esta reforma son las ganancias. «Los gestores de fondos de riesgo de Wall Street están invirtiendo fuertemente en esto», sostuvo Ravitch. «Esto es realmente un problema del 1 por ciento frente al 99 por ciento… Con más privatización, menos gente trabaja junta con la comunidad».

Otra opinión crítica

«¿Quién crea y permite a la pobreza jamás registrada en la historia que existe en el país más rico y poderoso?», preguntó Paul Thomas en otra noticia independiente validada el 7 de noviembre de 2011, Pruebas y Pobreza en la Educación, y publicada en www.dailycensored.com, 12 de septiembre 2010. El siempre popular debate sobre de educación/pobreza es como el cuento del huevo y la gallina: nadie está muy seguro de qué fue primero y cómo resolver el problema.

Paul Thomas: Al considerar una solución del problema hay que centrarse en la mejora del sistema educativo, que a su vez, solucionaría el problema de la pobreza. La clase elite gobernante necesita la pobreza para mantenerse en la cima de la jerarquía de poder, y las personas con poder manejan las realidades de las personas que carecen de poder.

Quienes están en la «clase dominante» han creado una cultura en la que vemos las consecuencias de la pobreza, pero ocultan la realidad de privilegios. El sistema educativo es una manera de perpetuar la segregación de pobres ante ricos: las áreas pobres del país obtienen los puntajes más bajos, mientras las áreas más ricas tienen mayores puntuaciones en las pruebas.

El sistema de evaluación actual debe ser revisado para ver quién se está beneficiando con las pruebas y por qué. La prueba termina por verse como un reflejo de la brecha y la desigualdad en la sociedad. En la forma en que ahora está configurado el sistema, la pobreza y las pruebas benefician a los ricos y crean dificultades a los pobres, por lo que el «sueño americano» queda fuera del alcance de los más pobres.

El problema de la educación no lo tienen sólo los pobres de EEUU, sino de todo el mundo. Los mismos argumentos de Paul Thomas coinciden totalmente con los planteamientos del movimiento estudiantil chileno, tanto de alumnos universitarios como de enseñanza media.

Notas y referencias:
– Paul Rosenberg, “Education ‘Reform’ Vs. the 99%,” Random Lengths News, February 10–23, 2012, http://www.randomlengthsnews.com/images/IssuePDFs/2012-feb/rl_02-09-12.pdf.
– Paul Thomas, “Testing and Poverty in Education,” The Daily Censored (blog), August 8, 2011, http://www.dailycensored.com/2011/08/08/poverty-and-testing-in-education-the-present-scientifico-legal-complex.
– http://www.mediafreedominternational.org/2012/04/13/education-reform-a-trojan-horse-for-privatization/
– http://www.mediafreedominternational.org/2011/11/07/testing-continues-poverty-and-limited-education/
Student Researcher: Samantha George (Sonoma State University)
Faculty Evaluators: Crystal White and Peter Phillips (Sonoma State University)

Fuente original: http://www.argenpress.info/2012/11/la-noticia-mas-censurada-n-13-reforma.html

Tomado de la publicación: www.rebelion.org

*Periodista y escritor chileno. Autor de Los Dueños de Chile, Los Dueños de Venezuela, Chile Desclasificado, ¿Qué es el Anarquismo?, Morir es la Noticia y numerosos otros libros, se desempeñó en medios de comunicación de Argentina, Chile y Venezuela, ejerció la docencia en la Universidad Central de Caracas, se desempeña como consejero nacional del Colegio de Periodistas de Chile, elegido por sus pares en un segundo periodo consecutivo, fue designado secretario ejecutivo de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (CIAP) de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP), colaborador de la Red Voltaire, de Argenpress.info, Alia2 y de numerosas otras publicaciones progresistas de todo el mundo.

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Emily Dickinson, la decisión de la soledad. Por: Maríamari Ros

Podría estar más sola sin mi soledad.

Emily Dickinson

 

Los poemas de Emily Dickinson muestran un mundo de emociones marcado por la pérdida.

Emily Dickinson vivió una época (mediados del XIX) en la que las relaciones sociales, para las mujeres, aparecían lastradas de antemano por dos límites: de mujer a mujer, el límite que imponía la cháchara cordial entre amigas, familiares o vecinas en salones de té; de mujer a hombre, la prohibición de establecer verdaderos vínculos de amistad con todo hombre que se saliera de la esfera padre-hermano-prometido- marido.

Sin embargo, sabemos que no todas las mujeres se acobardaron ante esta imposición. Las amistades románticas (mujer-mujer y mujer-hombre) han dado lugar a grandes encuentros y, en el caso de la literatura, a una producción excepcional en la que la sombra de la prohibición engrandece lo que muchas dijeron. Así, Emily Dickinson se lanzó a los brazos de las relaciones profundas, hondas y sentidas, sin pensárselo dos veces.

De los hombres, cabe destacar su afición por acercarse a aquéllos que más adelante acababan convirtiéndose en “mentores”, y tal vez en sus grandes amores. De las mujeres, cabe destacar su “ambigua” relación con su cuñada, la única que leyó alguno de sus poemas antes de que Emily falleciera.

Tanto con unos como con otras, Dickinson explotó los conceptos de las relaciones y las desdibujó. Los hombres que eran sus mentores y amigos eran también los destinatarios de sus grandes poemas de amor, y qué decir de sus larguísimas y explícitas cartas. Su cuñada fue su confesora, su amiga, su hermana y, quizá, su verdadero amor. Sea como sea, la profundidad e irreversibilidad de sus relaciones hizo que en su poesía apareciera de forma constante un apóstrofe desgarrado al que se dirigían sus palabras. Nadie sabe a quién se dirige en cada momento, y el gran reto de sus traductores parece pasar por la adecuada selección del sexo del destinatario.

Sin embargo, hay algo que marcó sus versos más profundamente, y fue la pérdida sucesiva de todos aquellos que ocupaban un papel importante en su universo afectivo, principalmente por la muerte.

La soledad

Hastiada de desengaños y de pérdidas irrecuperables, marcada por el vacío afectivo de quien se había entregado a los demás y había obtenido una herida como respuesta, Emily Dickinson concluyó que lo mejor sería encerrarse en su propia casa. Un encierro que poco a poco se fue haciendo más y más grande. La decisión de vivir la soledad hasta la última consecuencia.

En sus versos y en sus cartas se nota cómo el sinsentido de las pérdidas sucesivas lo empapa todo, y puede que esa sea la nota más constante de sus escritos. La suya parece una poesía escrita desde la soledad por el horror de la muerte y escrita para evitar la muerte. El resultado que el lector puede recoger como el mejor de los premios es una profunda indagación en la interioridad del sujeto.

Si el Romanticismo era subjetividad, Emily Dickinson fue, con todo lo que esto conlleva, una de las más románticas (y románticos). Su deseo de estar sola, su aversión creciente hacia la gente y su eterna entrega a las letras hicieron de ella un ser casi mitológico, que decidió –también– vestirse siempre de blanco y apenas salir a pasear por su jardín, como la sombra de un ángel. Ese ángel, sin embargo, no dejaba una estela de perfume tras de sí, sino una estela de firmeza de carácter y de libertad de pensamiento. Solamente constreñida por el hecho de ser ella misma, describió su decisión diciendo “trabajo en mi prisión y soy huésped de mí misma”.

Ella misma, la que todavía hoy tratan muchos de descifrar, la que habita en una poesía de la que destilan problemas de género pero se iluminan problemas de sentimiento.

Tomado de la publicación: www.diagonalperiodico.net

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Israel, un pueblo inventado, un Estado sinécdoque. Por: Gauden Sarasol

Un magnífico y necesario libro desmitifica algunas «indiscutibles verdades» sobre la identidad judía.

El que avisa no es traidor, y esto aquí se cumple por partida doble: por un parte, el libro de Gilad Atzmon “La identidad errante”. Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2012) se abre con una frase, debida al superviviente de los campos nacionalsocialistas Israel Shahak,  que deja claramente expuesta la orientación de lo que va a venir a continuación, “los nazis me hicieron tener miedo de ser judío, y los israelíes me hacen tener vergüenza de ser judío”, centrando además su investigación en un punto de partida-interrogación que, nadie se atreve a plantear: ¿qué es ser judío?; Por otra, diré que el menda avisa desde el inicio que estamos ante un libro importante, qué digo importante, necesario a todas luces.

El autor es un destacado saxofonista dedicado al jazz, y desde las primeras páginas nos desvela el papel esencial que dicha actividad jugó en los cambios de su posicionamiento político. Si su abuelo era un judío fanatizado, él heredó algo de ello en sus años mozos, mas el contacto con la realidad, y más en concreto su servicio militar coincidiendo con la invasión del Líbano, y la visita de algún campo en el que hacinaban los palestinos, le hizo tomar conciencia de que estaba en el lado equivocado y de que los palestinos, originarios de aquellas tierras, habían sido expulsados de ellas a patadas no dejándoseles volver a ellas. Desde el inicio los que iban llegando se guiaban por la idea de que el que más puede capador.

De una manera diegética que se va entrecruzando con el discurso explicativo del ensayo, Gilad Atzmon va mostrando los pasos que fue dando en su clarificación con respecto a lo que por allá pasaba y va explicitando los hechos y realidades que le hicieron cambiar de ideas y convertirse en propagandista de los derechos palestinos y de decidido desmitificador de las falacias sionistas que aprovechándose de una supuesta identidad privilegiada, hasta por el mismísimo Dios, se permiten todo tipo de robos, expulsiones, discriminaciones sirviéndose de las armas de su glorioso ejército el único de los ejércitos del mundo que tiene “un código ético”(curiosa ética , en la medida que en vez de buscar, en la senda kantiana, algunos valores  universalizables, se basan en la discriminación, en la negación y en la aniquilación de quienes supongan un obstáculo en su triunfal marcha) para hacerse con la “tierra prometida” por Yavé y allá montar la <<única democracia del Oriente Medio>>; mas no queda ahí la cosa sino que el <<traidor>>- que de tal modo se le considera , alegando que es el clásico ejemplo de inferioridad de algunos judíos que les conduce a auto-mortificarse- desvela los tentáculos que el sionismo tiene diseminados, por medio de  poderosos lobbys, para controlar la marcha de algunos de los gobiernos más poderosos del mundo. El caso de EEUU es desmenuzado recurriendo a nombres propios de sucesivos gobiernos y sus consejeros (Wolfowitz, Greenspan, etc.) y a la constatación de sus incursiones en países lejanos con el fin (aparte de hacerse con botines varios) de quitar peligros a sus socios de Israel, convertido, desde su fundación, en celoso gendarme de la zona.

El libro es como la supuesta identidad de la que habla, <<errante>> y nos conduce por aspectos esenciales para dejar las cosas claras en lo referente a la judeidad, al judaísmo, al sionismo y la manipulación perversa, y poderosísima, que este último ha hecho desde su surgimiento a finales del siglo XIX; siempre en busca de una identidad constituida en contra de los miembros de la diáspora y sus miembros asimilados, emancipados, carácter discriminador para erigir un prototipo de judío <<nuevo>> que trabajase en su tierra (palestina) y que defendiese la tierra de sus padres (la Biblia imperando en la reclamación de derechos terrenales , y en supuesta línea directa con la genealogía del propio David ¿y las conversiones?). La artificialidad de la construcción de esa <<identidad>> surgió en lucha contra quienes se sintiesen franceses, germanos, británicos a la vez que… no hacían otra cosa , según la visión sionista, que traicionar y socavar la pureza de la raza ( el recurso al ADN no es ninguna exageración), más allá de la pertenencia por religión. Ellos se quedaban  con la cultura y la tecnología alemana, para aplicarla al por mayor en las tierras que hurtasen a otros más débiles, menos cultivados, y… hasta más morenos.

Gilad Atzmon va avanzando por distintos aspectos de estas maniobras de tergiversación( alejadas del judaísmo como creencia y signo distintivo igual que otras creencias: cristianas, islámicas, …que no exigen ninguna pureza, ni parentesco que lo avale) en búsqueda de un núcleo inamovible, cuya esencia constituiría la singularidad del pueblo que contra viento y marea ha resistido a todas las persecuciones, encerrándose para preservar sus supuestas raíces en el nivel tribal, expulsando o marginando de su discriminador seno a cualquiera que no muestre la pureza requerida, marcada por el prototipo ideado por los Theodor Herlz , Max Nordau & company, que inventaron un pueblo que como todo pueblo que se precie debía de tener una tierra y una historia, para lo que habían de crear al <<judío>> comme il faut, y reclamar los derechos sobre una tierra que estaba vacía y únicamente atravesada por unos vagos nómadas (aunque vaya sin entrecomillar, ya que hablo de memoria, no hago más que traducir el espíritu de las afirmaciones de los primeros sionistas)…e inventar una historia y una genealogía totalmente falaz como lo han mostrado nuevos historiadores israelíes, como Shlomo Sand al que cita en repetidas ocasiones el autor de este necesario ensayo. Por cierto, si antes Sand explicó <<cómo se inventó el pueblo judío>>, hace unos días ha visto la luz al otro lado de los Pirineos otra obra de dicho autor en la que explica <<cómo se inventó Israel>>…provocando las iras de los custodios del templo que enseguida, mezclándolo todo, clamarán. ¡anti-semita! ¡negacionista! ¡revisionista!, insultos con los que, recurriendo a la amalgama. gente como Eric Marty y/ o Alain Finkielkraut pontifican y condenan (¿al fuego eterno?) a cualquiera que denuncie las falacias y los crímenes cometidos por el colonialismo sionista del Estado de Israel que se presenta como el Estado de todos los judíos( sólo un tercio aproximadamente de los considerados judíos habitan en tal Estado-refugio, según cuentan ellos) La parte y el todo y la <<solución final>> puesta en marcha por la bestia parda como estandarte para hacer lo que les salga de los rizos, de la kipa, o de donde sea, sin respetar las leyes internacionales y con el apoyo de las huestes del tío Sam.

El repaso es exhaustivo, riguroso y argumentado. Otro gallo cantaría si esta voz crítica fuese escuchada por Israel, en vez de escuchar y seguir, de manera gregaria, el llamamiento judaico <<Escucha Israel!>>, del Deuteronomio, que no hace sino prescribir la obediencia total a la voluntad del supuesto Yavé, monopolizada por los representantes exclusivos de Sión .

Tomado de la publicación: www.kaosenlared.net

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El universo de Palabras a los intelectuales. Por: Fernando Rojas*

El mundo simbólico de varias generaciones de cubanos, de la mayoría de nosotros, es el que creó la Revolución. Esté en la isla o en el extranjero, cualquier cubano ha sido marcado por el cine de Santiago, de Titón y de Humberto, por la poesía, desde Fayad y Retamar hasta Silvio, por el pensamiento, desde Moreno Fraginals a Fernando Martínez Heredia, por la música de los Van Van, Chucho Valdés, Pablo, Santiaguito e Interactivo; y, sobre todo, por un tipo de sociabilidad nuevo, que nos acompaña ya varias décadas y que, aunque se mencione muy poco, es una de las más claras evidencias del cambio revolucionario. Los proyectos de las escuelas en el campo o de las movilizaciones masivas y las exitosas campañas internacionalistas, junto a la política educacional de pleno acceso y la abundancia de libros conformaron una lógica de las relaciones humanas basadas en la solidaridad, el colectivismo y el culto a la satisfacción espiritual.

La idea de la cultura como derecho y como oportunidad para todos está en el fundamento de las relaciones sociales construidas por la Revolución. Aún en las circunstancias actuales, en las que pueden confluir el incremento de las carencias materiales y el empobrecimiento del gusto estético, esa sociabilidad se deja ver, a veces de manera difusa, y a veces escandalosamente. La presencia de la religiosidad popular, esencial expresión de la identidad cubana, conecta significativamente con este tipo de relación entre los seres humanos.

De esto se trata “Palabras a los intelectuales”. Suele recordarse solamente la sentencia de Fidel que entró en la historia desde entonces, pero el texto y su contexto son mucho más.

Por supuesto la convocatoria a las reuniones de intelectuales en la primavera y el verano de 1961, obedeció a una coyuntura, por demás bastante fácil de superar, si sólo de eso se hubiera tratado. PM, la película de Sabá Cabrera Infante y Orlando Jiménez Leal, que el ICAIC decidió no exhibir, es un filme intrascendente. Su fama se debe, precisamente, a las reuniones de intelectuales de mediados de 1961.

A Fidel le interesaba sobre todo, contrarrestar la inquietud que el suceso con PM había despertado en intelectuales de mucha más valía que los directores del filme.

A la vez, el Primer Ministro del Gobierno Revolucionario necesitaba zanjar esa cuestión para adentrarse en algo tan importante para él como la discusión sobre la censura y los límites a la creación; así, el discurso de Fidel tiene dos partes claramente identificables; pero la segunda casi ni se menciona.

De la parte conocida y divulgada se cita hasta la saciedad la célebre frase “dentro de la Revolución todo, contra la Revolución nada”. Se cita mal, confundiéndola a menudo, por distracción o a propósito, con una frase de Trotsky, -que no dice lo mismo- y sacándola del contexto, pues inmediatamente después Fidel se refiere a cuestiones de derecho, en la lógica de la tradición iluminista, en el sentido de la revolución como fuente de derecho, apartándose un tanto de la cuestión de la libertad de creación. Pero sobre todo, se omite todo lo que sigue sobre la relación de la Revolución con la libertad, que va mucho más allá de la creación meramente artística y literaria, y se refiere claramente a la actitud de la Revolución y su gobierno ante el pensamiento y la actividad creadora que le acompaña.

Fidel habla de que hay que garantizar condiciones de trabajo a los escritores no revolucionarios, insiste en que deben poder trabajar en y con la Revolución. Esta perspectiva inclusiva, en otra parte del texto, se extiende a los contrarrevolucionarios: la Revolución solo renuncia a los que sean incorregiblemente reaccionarios, a los que sean incorregiblemente contrarrevolucionarios. Es decir, se parte del criterio de que la posición contrarrevolucionaria puede ser coyuntural. Y, si de la creación se trata, ese aserto significa que sólo el proceso creador mismo y la circulación de la obra artística será el escenario en que se ventilen estas complejas cuestiones. La inclusión de todos, entonces, es la clave de las “Palabras.” Años más tarde Carlos Rafael Rodríguez dirá que “el que no está contra nosotros, está con nosotros” y afirmará que son preferibles las dificultades por el exceso de libertad que las que provienen de la falta de esta.

En rigor, los asuntos del contenido y la forma de la obra de arte no pueden resolverse esencialmente en el acto de creación. Es absurdo, aún en nombre de la Revolución, pretender no ya normar, sino incluso conocer lo que pasa por la cabeza del creador. La relación de las instituciones con los artistas y escritores arranca del apoyo irrestricto a la búsqueda creativa, a la experimentación y a la complejidad de la forma y el contenido. Cualquier influencia en la obra es posible sólo si las instituciones participan junto al artista y al escritor en el proceso creador, estrictamente en términos de igualdad y en ningún caso inquiriendo sobre la relación personal del creador con ese proceso. Es en el dominio de la promoción, a partir de las reacciones del público y la crítica en el que se vislumbra, por una serie de aproximaciones sucesivas, las perspectivas no sólo y no tanto ideológicas, sino de todo tipo en la naturaleza de la obra exhibida o publicada.

Al arribar a este punto, las instituciones de la cultura trabajan con el criterio de que todo lo valioso puede y debe ser promovido. Lo realmente importante es establecer los circuitos de promoción, tan diversos como diversas son las obras artísticas y literarias y su naturaleza, y los públicos que acceden a ellas, a quienes -a los públicos- se les supone capaces de apreciar el arte y directamente participativos más que consumidores estrictos. La exclusión se refiere sólo a “los incorregiblemente reaccionarios” y al mismo tiempo distingue entre la posición política del autor y la obra valiosa que puede y debe circular.

Saldada por el momento la cuestión de la libertad de creación, el líder de la Revolución pasa a explicar en extenso las ideas, discutidas previamente también con los artistas y escritores cubanos, sobre la promoción del arte y la literatura entre las grandes masas de la población. Las versiones manipuladoras de las “Palabras.” omiten completamente esta parte del texto.

Ya para entonces, Fidel ha lanzado el conocido apotegma sobre la libertad de pensamiento de todos los cubanos: “No le decimos al pueblo cree; le decimos lee”. En junio del 61 amplía ese criterio con la idea de multiplicar las posibilidades de las grandes masas de acceder al arte y la literatura, como complemento de aquella otra de hacer todo lo posible porque esas mismas masas estuvieran en mejores condiciones para comprender más y mejor las manifestaciones del arte y la literatura. Para emprender esta titánica tarea, esboza el concepto de la formación de instructores de arte, cuya misión fundamental estaría en detectar los talentos que ingresarían al entonces incipiente sistema de enseñanza artística, y “formar el gusto artístico y la afición cultural” de la población.

Se trataba, en primer término de garantizar el pleno acceso de la población a los bienes y servicios culturales, especialmente al libro. Hasta hoy, ese ha sido uno de los empeños principales de la Revolución y no se podrá cejar en él, frente a desviaciones burocráticas y concesiones mercantilistas.

Se estaban sentando las bases de dos vías de desarrollo de la cultura, inseparables una de la otra, que con el paso de los años se convertirían en procesos únicos, cuyos resultados no dejan de asombrar a quienes los conocen. Así, lo que comenzó con algunos proyectos locales y un par de academias en la capital, se fue ampliando y consolidando hasta convertirse en un sistema de enseñanza artística, que abarca los niveles elemental, medio y superior, y que se extiende por todo el país. Sus frutos más imperecederos están en la obra misma de los artistas e intelectuales con que contamos hoy en nuestro país, y cuya diversidad y calidad es reconocida en todo el mundo.

Pero a la vez, se comprendía desde ya, que sólo el acceso masivo al arte y la cultura lograrían la elevación de la espiritualidad, y por tanto, de la calidad de vida de la población. En años posteriores, se apostaría por el desarrollo del arte en las escuelas de todos los niveles de enseñanza, en los centros de trabajo con el apoyo de los sindicatos, y en la confluencia ulterior de programas especiales que abarcarían las prisiones, los discapacitados, y las zonas montañosas y de difícil acceso. El resultado más palpable de todo este proceso lo constituyó el fuerte y masivo movimiento de artistas aficionados, que en su mejor momento llegó a contar con más de un millón de miembros en todo el país, con muy altos niveles de calidad artística.

Se trata de todo un universo donde lo esencial es la práctica cultural masiva -bien desde lo apreciativo, bien desde la creación como aficionados- y la participación en procesos de desarrollo, que salvaguardan y promueven las manifestaciones y expresiones de la cultura popular. Universo que tiene en su centro el accionar de los instructores de arte, aquellos que en sus inicios actuaron de manera priorizada en granjas, cooperativas agrícolas, comunidades campesinas y grandes centros laborales, y que hoy tienen como esfera fundamental de actuación las escuelas, de todos los tipos y niveles de enseñanza, donde las manifestaciones artísticas forman parte de los programas curriculares. La labor del instructor de arte como educador del gusto estético, como formador de públicos, como promotor de la participación activa de la población en sus procesos culturales, abarca además la identificación, preservación y promoción del patrimonio cultural vivo, a partir del respeto a los procesos identitarios de carácter local y a sus disímiles formas de expresión, y constituye un paradigma en el desarrollo cultural de la nación.

A pesar de la plataforma estratégica que trazó Fidel para los intelectuales, hubo importantes desviaciones de esa política en los años 70, que algunos estudiosos han llamado Quinquenio Gris, y otros Decenio. Esas distorsiones provocaron daños significativos a una parte de los escritores y artistas. Las consecuencias de tales normas y sus secuelas de parametración en el teatro y de censura en la literatura, dejarían una huella duradera en la población, que se perdería por un buen tiempo una parte importante de la producción cultural de vanguardia. La cuestión, si bien fue resuelta en términos de definición de política en el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba en 1975, se prolongó por más tiempo. Fue más sencillo rectificar el error programático en los documentos políticos que eliminar las prácticas asociadas a aquel.

Las rectificaciones, es bueno reiterarlo, han sido rotundas. No son iguales ni parecidas las experiencias de los errores en la política cultural de la Revolución Cubana y las políticas y prácticas del llamado “socialismo real”. La producción intelectual de aquellos años ha sido rescatada. Sus autores gozan de prestigio y reconocimiento. Las instituciones culturales dedican ingentes esfuerzos a promover a todo el que no fue publicado en aquella época y a estrenar las obras de teatro de esos años. El criterio prevaleciente es que toda la producción cultural cubana de valor, realizada en Cuba o fiera de ella, pertenece a la Revolución. Sostenemos que nos pertenecen Cabrera Infante, Lidia Cabrera y Reinaldo Arenas, entre muchos otros. A todos ellos se les ha publicado en Cuba, a pesar de las protestas desde el exterior. Defendemos el criterio de que se debe escuchar a Celia Cruz.

Una prueba importante para esta política fue el ascenso de importantes promociones de jóvenes escritores y artistas a finales de los años 80. Pocas veces resultó tan amenazado el capital simbólico de la Revolución, sin ella misma saberlo: se trataba de la amenaza a lo que de ella había absorbido una buena parte de sus mejores hijos. Una demostración de lo difícil que resultó superar el lastre de los 70 fue la incapacidad que manifestaron inicialmente las instituciones para relacionarse con esos jóvenes, -gran parte de los cuales conformaban las primeras promociones significativas del sistema de la enseñanza artística fundado por la Revolución-, que habían recibido todo el enorme caudal de conocimientos y herramientas consustanciales a la política cultural de “Palabras a los Intelectuales”.

Los desencuentros institucionales con esta importante hornada de creadores cubanos se expresaron en incomprensiones estéticas, en carencias de una legitimación reclamada con justicia a gritos por el propio nivel de las obras producidas y en una politización innecesaria de hechos artísticos y literarios de vanguardia. El saldo negativo más importante fue la salida del país de un grupo de esos jóvenes, en su mayoría artistas de la plástica. Sin embargo, hoy sus obras se exhiben en Cuba, son conocidas por el público y analizadas por la crítica, forman parte del patrimonio nacional y se muestran, por sólo citar un ejemplo, en las salas del Museo Nacional de Bellas Artes.

La conclusión más importante de este proceso es que a fines de los 80 y principios de los 90 se cancelan definitivamente las consecuencias para la promoción de la cultura cubana del llamado “quinquenio o decenio gris”. La capacidad que demostraron instituciones y creadores para difundir la obra de la generación intelectual de los 80, con independencia del credo ideo estético, del lastre de los recientes desencuentros y del lugar en que residieran los escritores y artistas, se consagró como parte de la política cultural. La promoción de la obra de cualquier joven artista o escritor cubano ha corrido desde entonces esa misma suerte. Como ya se ha afirmado por no pocos estudiosos y críticos, vivimos desde principios de los 90 una explosión creativa en todas las manifestaciones del arte y la literatura.

Los vestigios del pensamiento dogmático se atrincheraron en los sectores burocráticos, en un tipo de sensibilidad consustancial al funcionariado, más que en actos concretos contra la creación, que desde entonces ya resultaban imposibles. Se expresaron actitudes insensibles, propensas a promover lo mediocre y lo foráneo, refractarias a la influencia del mercado en el contexto de la crisis de los 90 y la penetración de aquel -por primera vez en muchos años- en la realidad económica cubana. Aquellos cambios de los 90, que hoy parecen a veces cosméticos ante las demandas de la realidad presente, fueron suficientes para generar nuevos tipos de desigualdades que reprodujeron lo peor de los prejuicios raciales de épocas anteriores y, frente a ellos un repuntar de las culturas y las creencias religiosas populares entre la masa de la población.

Para enfatizar el rechazo a cualquier tipo de dogma en la aplicación de la política cultural y en respuesta al intento de reivindicar a algunas personas responsables de los grandes errores de los 70, durante 2007 y 2008 las instituciones culturales y especialmente los escritores y artistas cubanos debatieron a fondo aquellas nefastas experiencias y sus consecuencias. Los resultados de ese debate son ampliamente conocidos. Se necesita que debates como ese se produzcan más a menudo y sin que estén dictados por razones coyunturales.

Los niveles educacionales y el acceso a la cultura alcanzados por los cubanos deberán preservarse y desarrollarse. La cultura es percibida como un derecho y esa percepción forma parte del legado revolucionario y del mundo simbólico de los cubanos de hoy, rico y digno, aún en la pobreza y amenazado por ella misma, por la insensibilidad burocrática, por el mercado y los modelos culturales hegemónicos a él asociados y por la contrarrevolución inescrupulosa e insaciable.

Habrá que preservar y enriquecer la cultura, además, porque de ella tendrá que nutrirse el imprescindible capital ideológico que sustente y enjuicie los cambios en curso. En la inevitable relación con el mercado, herramienta que el gobierno de la Revolución intenta usar contra las carencias de todo tipo, la actitud cultural ante el perseverante fetichismo de la mercancía será esencial para que aquel no nos consuma.

Los “incorregiblemente contrarrevolucionarios” son una exigua minoría, en Cuba y fuera de ella. Se puede pasar rápidamente por encima de la hilarante colección de referencias a la Cuba paralizada y miserable que nadie ve cuando la visita y de la masa opositora sólo existente en la prensa internacional. Se verá entonces que el aporte de estos “intelectuales” se reduce a pretender organizar manifestaciones callejeras, siempre fracasadas, en sintonía total con la lógica de la política norteamericana contra Cuba que pretende por la presión combinada del bloqueo, las campañas mediáticas y la relación “pueblo a pueblo”, hasta hoy desventajosa para esa política, crear un escenario más mediático que real de revuelta callejera, -como está de moda- que permita a los poderes constituidos y a las leyes norteamericanas establecidas organizar la intervención militar “humanitaria” contra Cuba.

Por supuesto, nada de esto es automático. No se trata del clásico agente de la CIA, embozado en una gabardina y armado de dos pistolas y cuatro cuchillos. Si así fuera, no haría ninguna falta dotar de un perfil “intelectual” a los alabarderos imperiales del presente. Se necesita que sean creíbles, que se comporten como voceros del cambio necesario. Sin embargo, cualquier lectura de sus cánticos demuestra fácilmente que son adversarios de cualquier cambio desde la Revolución y de su mundo simbólico en peligro. En su “obra” es evidente la satisfacción con los fracasos y las desgracias, camuflada por la profusión divulgativa de sus textos breves y elementales que se presentan por los medios controlados por las transnacionales como la verdad sobre Cuba.

Las mejores representaciones de la cultura y la Revolución, de uno y otro lado del quehacer político ineluctable, hace unos veinte años, ponían en solfa, desde cualquier signo ideológico, la relación entre lo nacional y lo revolucionario-socialista. La misma idea de Fidel de que en Cuba independencia, socialismo y Revolución están indisolublemente unidos fue cuestionada desde las múltiples orillas del pensamiento. Cuando la cuestión parecía zanjada, en tanto la Revolución venció la prueba de los 90, la crisis reciente y la apuesta decidida de Raúl por el cambio parecieron otra vez poner la misma cuestión sobre el tapete. Pero, -¿cosa extraña?- ya no resulta tan natural discutirla. En tanto en Cuba comienza a debatirse el reto que plantean a la cultura las transformaciones imprescindibles en la economía, en la inmensa mayoría de la producción intelectual de analistas y comunicadores en el extranjero y entre la minúscula contrarrevolución interna organizada, tanto la tradicional como la reformada, prevalece la idea del fracaso absoluto, le perspectiva de no dar el menor chance al gobierno de Raúl.

Una vez más nos encontramos ante un gigantesco desafío cultural, que compartimos con el mundo conocido y especialmente con los pobres de la tierra. Ahora, en medio de la crisis y en el inédito escenario de las extraordinarias tecnologías de la comunicación. La política cultural de la Revolución, las ideas de Palabras a los intelectuales, enriquecidas por una práctica de decenios y prevenidas contra la repetición de los errores de antaño, conservan vigencia. Para los tiempos que corren, nada mejor que una sentencia reciente de Fidel:
“Lo mejor de la cultura y los conocimientos deberá universalizarse y las identidades nacionales, el arte, las costumbres, hábitos, creencias, incluidos los dialectos de la más pequeña comunidad, frutos todos del talento y el trabajo laborioso de cada pueblo, han de preservarse como los más valiosos tesoros de la humanidad”.

Tomado del blog: www.eladversariocubano.wordpress.com

*Ha sido Presidente la “Asociación Hermanos Saíz”. Director de la revista cultural “El Caimán Barbudo” y la Editorial Abril. Actualmente es Viceministro de Cultura de Cuba.

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¿Un shock del pueblo? Por: Naomi Klein*

A partir de este lunes los damnificados por el huracán Sandy en Cuba podrán comprar los materiales de construcción a mitad de precio y aquellos que aún así no puedan pagarlos podrán solicitar el subsidio total o parcial con cargo al presupuesto del Estado. En caso de solicitar un crédito bancario, el gobierno cubrirá los intereses para quienes sufrieron la pérdida total de su hogar o del techo del mismo. Para reponer la afectación de bienes imprescindibles del hogar también se puede optar por créditos bancarios y en caso de comprobarse incapacidad de pago de la familia, aplicar bonificaciones. En Estados Unidos la solución podría ser algo distinta, según cuenta la activista y escritora Naomi Klein, autora de dos libros ya clásicos como la Doctrina del Shock y No logo

Menos de tres días después de que Sandy tocó tierra en la costa este de Estados Unidos, Iain Murria, del Competitive Enterprise Institute (Instituto de Competitividad Empresarial), dijo que la miseria que los neoyorquinos estaban a punto de sufrir era por culpa de su oposición a los grandes almacenes comerciales. En Forbes.com explicó que el hecho de que la ciudad rehúsa acoger a Walmart probablemente hará que la recuperación sea más difícil: Las tienditas simplemente no pueden hacer lo que los grandes almacenes sí pueden en estas circunstancias, escribió. También advirtió que si el ritmo de la reconstrucción resultaba ser lento (como a menudo sucede), entonces las reglas en favor de los sindicatos, como la ley Davis-Bacon, tendrían la culpa. Se refiere al estatuto que exige que a los trabajadores en proyectos de obras públicas se les pague no el salario mínimo, sino el que impera en la región.

Ese mismo día, Frank Rapoport, abogado que representa a varios contratistas de bienes raíces y de la construcción que manejan miles de millones de dólares, rápidamente sugirió que muchos de esos proyectos de obras públicas no deberían ser públicos. En vez, los gobiernos, cortos de dinero, deberían voltear hacia las sociedades pública-privadas, conocidas como P3. Esto implica puentes y túneles reconstruido por compañías privadas, que podrían, por ejemplo, instalar casetas de cobro y quedarse con las ganancias. Estos acuerdos no son legales en Nueva York o Nueva Jersey, pero Rapoport cree que eso puede cambiar. Las estructuras de algunos de los puentes en Nueva Jersey que fueron destruidos necesitan ser remplazadas, y va a ser muy costoso, dijo a The NationAsí que el gobierno podría no tener el dinero necesario para construirlos de manera correcta. Y ahí es cuando recurres a un P3.

El premio al sinvergüenza capitalismo de los desastres seguramente se lo lleva el economista de derecha Russell S. Sobel, quien escribió en un foro en línea de The New York Times. Sobel sugiere que en áreas muy golpeadas la FEMA (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias) debería crear “zonas de libre comercio –en las cuales todas las regulaciones normales, licencias e impuestos (sean) suspendidas”. Al parecer, este alboroto empresarial proveería mejor los bienes y servicios que las víctimas necesitan.

Sí, claro: esta catástrofe muy probablemente creada por el cambio climático –crisis nacida del colosal fracaso regulatorio para prevenir que las empresas traten el medio ambiente como una cloaca abierta– es simplemente una nueva oportunidad de mayor desregulación. Y el hecho de que esta tormenta ha demostrado que la gente pobre y de la clase trabajadora es mucho más vulnerable a la crisis climática demuestra que esto es claramente el momento para despojar a esa gente de las pocas protecciones laborales que aún tiene, así como de privatizar los escasos servicios públicos a los que aún tienen acceso. Sobre todo, al enfrentar una extraordinariamente costosa crisis nacida del egoísmo empresarial, dar vacaciones fiscales a las empresas.

La oleada de intentos de usar el poder destructivo de Sandy para hacerse de dinero es sólo el más reciente capítulo de la muy larga historia que he llamado la “doctrina del shock”. Y es un pequeñísimo vistazo a las maneras en que las grandes empresas buscan cosechar enormes ganancias a partir del caos climático.

Un ejemplo: entre 2008 y 2010 fueron presentadas o expedidas al menos 261 patentes relacionadas con cultivos listos para el clima –semillas supuestamente capaces de soportar condiciones extremas, como sequías e inundaciones; de estas patentes, cerca de 80 por ciento estaba controlada por sólo seis gigantes de los agronegocios, incluyendo a Monsanto y Syngenta. Con la historia como nuestra maestra, sabemos que los pequeños agricultores se endeudarán intentando comprar estas nuevas semillas milagrosas y que muchos perderán su tierra.

En noviembre de 2010, The Economist publicó un texto, el de portada, acerca del cambio climático, que sirve como un útil (aunque desgarrador) anteproyecto de cómo el cambio climático podría servir como el pretexto para el último gran arrebato de tierra, un último despeje colonial de los bosques, las granjas y los litorales, a manos de un puñado de multinacionales. Los editores explican que las sequías y los cultivos sometidos a calores extremos son tal amenaza para los agricultores, que sólo los grandes jugadores pueden sobrevivir el desbarajuste y que puede ser que muchos agricultores abandonen la granja como forma de adaptarse. Tenían el mismo mensaje para los pescadores que ocupaban valiosas tierras frente al mar: ¿no sería mucho más seguro, tomando en cuenta los cada vez más elevados mares y todo lo demás, si se unieran con sus compañeros agricultores en los barrios bajos urbanos? Es más fácil proteger de las inundaciones a un puerto que a una población similarmente distribuida a lo largo de una costa de pueblos pesqueros.

Pero, se podría preguntar, ¿no hay un problema de desempleo en la mayoría de estas ciudades? Nada que un poco de reforma a los mercados laborales y libre comercio no puedan remediar. Además, las ciudades, explican, tienen estrategias sociales, formales o informales. Estoy bastante segura de que esto quiere decir que la gente cuyas estrategias sociales antes implicaban sembrar y atrapar sus propios alimentos, ahora pueden aferrarse a la vida vendiendo plumas rotas en los cruces o quizá traficando drogas. Aún no se menciona cuál debería ser la estrategia social informal cuando los vientos de una súper tormenta aúllen a través de aquellos precarios barrios bajos.

Durante mucho tiempo los ambientalistas consideraron que el cambio climático era un gran igualador, el asunto que afectaba a todos, ricos o pobres. No pensaron en la miríada de maneras en las que los súper ricos se protegerían de los efectos menos aceptables del modelo económico que los hizo tan ricos. En los pasados seis años hemos visto el surgimiento de bomberos privados, contratados por compañías de seguros para ofrecer un servicio de conserjería a sus clientes más ricos; además del Helpjet, que duró poco, una aerolínea chárter en Florida que ofrecía servicios de evacuación de cinco estrellas, de las zonas de huracanes. Ahora, después de Sandy, hay exclusivos agentes de bienes raíces que predicen que los generadores de energía serán el nuevo símbolo de estatus, con el juego del penthouse y la mansión. Al parecer algunos imaginan el cambio climático no tanto como un peligro claro y presente, sino más como una especie de vacaciones de spa; nada que la correcta combinación de servicios hechos a la medida y accesorios con buena curaduría no puedan vencer. Al menos esa fue la impresión que dejó la venta pre Sandy de Barney’s en Nueva York: ofrecía descuentos en el té verde sencha, juegos de backgammon y mantas de 500 dólares para que sus clientes de lujo pudieran instalarse con estilo.

Así que sabemos cómo los doctores del shock se están preparando para explotar la crisis climática, y, por el pasado, sabemos cómo termina esa historia. Pero aquí está la verdadera pregunta: ¿podría esta crisis ofrecer una oportunidad diferente, una que disperse el poder a las manos de muchos en vez de consolidarlo en las de pocos; una que expanda radicalmente lo colectivo en vez de subastarlo en pedazos? En pocas palabras, ¿podría Sandy ser el inicio de un shock del pueblo?

Creo que sí. Como bosquejé el año pasado (www.thenation.com/article/164497/capitalism-vs-climate?page=0,0#), podemos hacer cambios que posibiliten bajar nuestras emisiones al nivel que la ciencia demanda. Éstos incluyen trasladar nuestras economías (así que vamos a necesitar a esos granjeros donde están); expandir enormemente y reimaginar la esfera pública para no sólo detener la siguiente tormenta, sino también prevenir peores trastornos en el futuro; regular a morir las empresas y reducir su venenoso poder político, y reinventar la economía para que ya no defina el éxito como una expansión sinfín del consumo.

De la misma manera en que los movimientos que nacieron a raíz de la Gran Depresión y de la Segunda Guerra Mundial hicieron suyos el orgulloso legado de las redes de bienestar social en el mundo industrializado, así, el cambio climático puede ser una ocasión histórica para engendrar a la siguiente gran ola de cambio progresista. Además, ninguna de las artimañas antidemocráticas que describí en La doctina del shock son necesarias para hacer avanzar esta agenda. Lejos de aprovechar la crisis climática para hacer que se aprueben políticas no populares, nuestra tarea es aprovecharla para demandar una agenda verdaderamente popular.

La reconstrucción tras Sandy es un gran lugar para comenzar a probar estas ideas. A diferencia de los capitalistas del desastre, que usan la crisis para evadir la democracia, una recuperación del pueblo (como muchos del movimiento Ocupa ya demandan) implicaría nuevos procesos democráticos, incluyendo asambleas barriales, para decidir cómo deberían ser reconstruidas las comunidades fuertemente golpeadas. El principio primordial debe ser el de tratar al mismo tiempo las crisis gemelas de la desigualdad y el cambio climático. Para empezar, eso quiere decir una reconstrucción que no sólo cree empleos, sino trabajos con sueldo digno. Implica no sólo más transporte público, sino vivienda económica, energéticamente eficiente, al lado de esas vías de transporte. También no sólo más energía renovable, sino control comunitario democrático de esos proyectos.

Pero al mismo tiempo que se redoblan las alternativas, necesitamos incrementar la lucha contra las fuerzas que activamente hacen que la crisis climática empeore. Eso implica mantenernos firmes contra la expansión continua del sector de las energías fósiles hacia territorios nuevos y de alto riesgo, ya sea en arenas bituminosas, con fractura hidráulica, exportaciones de carbón a China o taladrando en el Ártico. También implica reconocer los límites de la presión política e ir directamente tras las empresas de energías fósiles, como hacemos en 350.org con nuestro tourHaz las cuentas. Estas compañías han mostrado que están dispuestas a quemar cinco veces más carbón de lo que los cálculos conservadores dicen que es compatible con un planeta habitable. Nosotros hicimos las cuentas, y simplemente no podemos dejarlos hacerlas.

Esta crisis, o se vuelve una oportunidad para un salto evolucionario, un reajuste holístico de nuestra relación con el mundo natural, o se convertirá en una oportunidad para el mayor alboroto del capitalismo del desastre en la historia de la humanidad, dejando al mundo aún más brutalmente separado entre ganadores y perdedores.

Cuando escribí La doctina del shock documentaba crímenes del pasado. La buena noticia es que éste es un crimen que está ocurriendo; aún está dentro de nuestro poder frenarlo. Asegurémonos de que esta vez los chicos buenos ganen.

Traducción: Tania Molina Ramírez para La Jornada. Copyright Naomi Klein 2012. Publicado en The Nation(thenation.com).

Tomado del blog: www.lapupilainsomne.wordpress.com

*Periodista, escritora y columnista del New York Times, es la autora del best seller La Doctrina del Shock: el Auge del Capitalismo del Desastre, publicado en 2007 y traducido a más de 25 idiomas. En 2009 fue galardonada con el premio Warwick del Reino Unido. Su primer libro No Logo: el Poder de las Marcas, fue otro best seller del que se vendieron más de un millón de ejemplares y ha sido calificado como «La Biblia de todo un movimiento». Actualmente Naomi Klein publica frecuentemente en la revista Harper´s, es periodista para el Rolling Stone y colaboradora habitual en los periódicos The Nation y The Guardian. Klein ha sido titular de la cátedra Miliband en la London School of Economics y es Doctora Honoris Causa en Derechos Civiles por la Universidad de King´s College de Nueva Escocia.

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Manifiesto íntegro de la plataforma “No sin cultura”

Los recortes en la inversión pública y las medidas antisociales que el Gobierno ha adoptado en su política cultural son la consecuencia de tres planteamientos muy corrosivos: la conformidad estratégica con la destrucción de puestos de trabajo, una idea insustancial de la cultura y un menosprecio alarmante por la ciudadanía española.

El desempleo es sin duda el problema fundamental de nuestra sociedad. No se entiende que todas las medidas adoptadas para combatir la crisis económica que padecemos estén más preocupadas por controlar el déficit y solucionar los problemas de los bancos que por la creación de puestos de trabajo.

Las reformas laborales impuestas por los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy sólo han servido para facilitar el despido y dañar la dignidad laboral de los que todavía tienen la suerte de encontrar o conservar un empleo.

Porque el paro, desde la reforma laboral de Zapatero, en Junio de 2010, que era de 3.892.000 personas, ha aumentado en 1.800.000 parados más, a día de hoy. A los que hay que añadir los cientos de miles de jóvenes licenciados que la política de recortes de nuestro gobierno ha empujado al exilio económico en otros países de Europa.

El sector de la cultura supone el 4% del Producto Interior Bruto de España y da empleo directo a más de 600.000 personas. El desmantelamiento de la inversión pública y la subida del IVA del 8% al 21 % para los espectáculos culturales está provocando la paralización del sector, el cierre de empresas y el despido de muchos trabajadores.

Las ayudas económicas a la producción cultural se han reducido, entre los años 2011 y 2013, un 75 % por parte del gobierno central y se han suprimido totalmente en la mayoría de ayuntamientos y autonomías. Los daños se proyectan de manera irreversible hacia el futuro porque afectan a la formación y las posibilidades de los artistas más jóvenes.

Confundir la cultura con el rostro de algunos nombres famosos significa desconocer de un modo demagógico la realidad humana, económica y laboral de la música, el cine, el teatro, la literatura y el arte.

La confusión de la cultura con una idea insustancial del entretenimiento es una operación neoliberal para separar a los ciudadanos de la educación intelectual y sentimental, un derecho imprescindible para la formación de las conciencias críticas.

Educación y cultura son el fundamento de un contrato social de carácter democrático. La Constitución Española, en su artículo 44.1, defiende la cultura como un bien público que debe ser protegido por el Estado. La operación de considerar los productos culturales como objetos de lujo y su abandono posterior a los mecanismo exclusivos del mercado y de los intereses privados supone un intento elitista de rebajar la educación de la ciudadanía, impedir su formación colectiva y facilitar un panorama en el que triunfen la demagogia, los instintos bajos y las manipulaciones mediáticas de los poderes financieros.

Sin la educación de las sensibilidades individuales resultan imposibles el respeto y las voluntades solidarias que crean los vínculos de una comunidad.

El desprecio a la cultura provoca la incapacidad de comprensión mutua, porque implica el desmantelamiento del pasado común, la falta de diálogo en el presente y la cancelación del futuro.

Madrid, Noviembre de 2012.

Tomado de la publicación: www.tercerainformacion.org

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La noticia número 12 más censurada en los Estados Unidos. “EEUU une sus fuerzas a Al-Qaeda en Siria”. Por: Ernesto Carmona*

EEUU, Gran Bretaña, Francia y algunos aliados árabes conservadores financiaron y armaron la rebelión siria desde comienzos de 2011. En la práctica, EEUU viene alentando y financiando a los grupos anti Bashar al-Assad desde mediados de la década de 1990. Sin embargo, las filas anti-Assad ahora incluyen a miembros de Al-Qaeda, la Hermandad Musulmana Sunita y otros grupos que en las listas de EEUU aparecen como organizaciones terroristas.

“Curiosamente, EEUU, Francia y Gran Bretaña ahora comparten la cama con las mismas fuerzas jihadistas que profesan aborrecer, y que –por supuesto– ya utilizaron en Afganistán en la década de 1980 y, recientemente, en Libia”, escribió Eric Margolis, columnista de “Information Clearing House”, el 25 de marzo 2012.

Esta es la traducción del artículo que Margolis escribió hace seis meses:

“El turbio conflicto multi-nivel de Siria sigue empeorando. Igual ocurre con la confusión del público aquí en occidente, donde algunos medios de comunicación de EEUU, Gran Bretaña y Europa representan la guerra civil en Siria como un simple juego apasionado que en Damasco enfrenta al régimen ‘malvado’ de Asad contra manifestantes democráticos, en su mayoría desarmados. Recientemente vimos en Libia esta misma información engañosa, unidimensional, que fue diseñado para apoyar la intervención extranjera”.

“Mi evaluación, basada en fuentes primarias confiables de Washington, Turquía, Jordania y El Líbano: El soporte del régimen de la familia Asad-Baath (Partido del Renacimiento Árabe Socialista), en el poder durante 41 años, está escabulléndose claramente. Sin embargo, todavía respaldan a Asad importantes sectores de las fuerzas armadas, las 17 agencias de inteligencia y seguridad, la poderosa minoría Alawai, los cristianos sirios, elementos tribales y gran parte del centro comercial y de la clase alta. A pesar de los intensos esfuerzos occidentales para derrocar a este ex especialista en oftalmología de modales suaves, Bashar Asad sigue aguantando.

EEUU, Gran Bretaña, Francia y algunos aliados árabes conservadores financiaron y armaron la rebelión siria desde su inicio, hace un año. De hecho, EEUU viene financiando grupos anti-Asad desde mediados de la década de 1990. Se dice que armas y municiones están fluyendo a los rebeldes de Siria a través de Jordania y el Líbano. Grupos de extrema derecha del Líbano, financiados por las potencias occidentales, árabes conservadores e Israel, están jugando un papel clave en la infiltración de hombres armados y de armas por el norte de Siria.

La Hermandad Musulmana Sunita se ha levantado una vez más en Damasco contra el régimen de dominación alawi. En 1982, este autor estaba en las afueras de la ciudad siria de Hama cuando las fuerzas del gobierno aplastaron una sublevación de la Hermandad, matando a unas 10.000 personas y arrasando parte de la ciudad con artillería pesada.

Entrada de los yihadistas. Recientemente, entró en Siria un número reducido de veteranos de Irak y Afganistán pertenecientes a al-Qaida, quienes están utilizando coches bomba para tratar de desestabilizar al gobierno. El actual líder de Al Qaeda, Ayman al-Zawahiri, llamó a una guerra total contra el régimen de Asad. Lo interesante es que EEUU, Francia y Gran Bretaña ahora comparten la cama con las mismas fuerzas jihadistas que declaran aborrecer, y que por supuesto ya utilizaron en Afganistán en la década de 1980 y, recientemente, en Libia.

A esta mezcla peligrosa se añade el número cada vez mayor de milicias locales en Siria que están luchando entre ellos y cometen muchas atrocidades contra civiles, recordándonos las sangrientas guerras civiles de Irak y el Líbano.

El objetivo clave de Washington en Siria es derrocar el régimen de Asad con el fin de perjudicar a su más cercano aliado, Irán. Ahora en EEUU hay tanta histeria anti-iraní que cualquier golpe contra la república islámica es visto como bueno. Los antiguos temores estadounidenses de una Siria post-Asad caótica están ahora olvidados por la prisa por debilitar a Irán desestabilizando a su aliado, Siria. Los republicanos, encabezados por el senador John McCain, están ladrando por la guerra contra Siria y el presidente Barak Obama trataría de contener a los halcones de la guerra.

Israel, cuya influencia sobre Washington en este año electoral no tiene precedentes, está avivando la fiebre de la guerra contra Siria e Irán. Israel está encantado de que las crisis con las dos naciones haya eclipsado la cuestión de Palestina y de las Alturas del Golán sirio, que fueron ilegalmente anexadas por Israel en 1981. Golán suministra la tercera parte de total de agua de Israel, cuyo objetivo es ver a Siria divida en cantones en pugna, como Irak hoy.

El ala derecha francesa, encabezada por el partido UMP (Union pour un Mouvement Populaire) del presidente Nicolás Sarkozy (cuando esto fue escrito aún no se había elegido en Francia a François Gérard Georges Hollande), ha deseado durante mucho tiempo volver a establecer la antigua influencia colonial de Francia en el Líbano y Siria. Por cuatro décadas, el régimen de Asad en Siria ha sido una espina en el costado de Francia, particularmente por el Líbano, que Siria sigue insistiendo en que es parte histórica de Siria. Francia espera duplicar en Siria su éxito en remover y sacar provecho de la revuelta en Libia.

Rusia ha estado defendiendo el régimen de Asad, y está determinada a impedir la astucia de una falsa intervención «humanitaria» en Siria, como lo fue en Libia. China es igualmente cautelosa. Pero ambos están disminuyendo lentamente su antiguo apoyo incondicional a Damasco, como se ve por el llamado del Consejo de Seguridad de la ONU de la semana pasada por un nuevo plan de paz en Siria.

Un alto el fuego es urgente. Siria debe dejar de usar armas pesadas en zonas urbanas. Pero las potencias extranjeras también deben dejar de apoyar a los grupos violentos armados que Damasco califica de «terroristas». No hay manos limpias en Siria.

Enfoque de Global Research

Michel Chossudovsky y Cunningham Finian informaron en Global Research, el 27 de febrero 2012, que la secretaria de Estado Hillary Clinton reconoció que Al Qaeda y otras organizaciones en la «lista de terroristas» de EEUU están apoyando a la oposición siria. Clinton dijo: «Tenemos un conjunto muy peligroso de actores en la región, al-Qaeda [sic], Hamas, y los que están en nuestra lista de terroristas…, es seguro el apoyo…, que afirman apoyar a la oposición [en Siria]»[2].

Al mismo tiempo, en la anterior entrevista con la BBC la Secretaria de Estado de EEUU repitió la raída declaración occidental de que la situación en Siria es la de una población indefensa que es objeto del «ataque implacable» de las fuerzas del gobierno sirio. Hay amplia evidencia de que los equipos de francotiradores que han estado matando a civiles durante el año pasado en Siria pertenecen a las formaciones terroristas que aludió Clinton, dijo Global Research.

En un artículo reciente, Michel Chossudovsky señaló: «Desde mediados de marzo de 2011, los grupos armados islamistas -secretamente apoyados por servicios de inteligencia occidentales e israelíes- han llevado a cabo ataques terroristas dirigidos contra edificios del gobierno, incluidos incendios premeditados. Está ampliamente documentado que hombres armados entrenados y francotiradores, incluidos los mercenarios, han apuntado a la policía, fuerzas armadas, así como a civiles inocentes. Existe una amplia evidencia, como se indica en el informe de la Misión de Observadores de la Liga Árabe, que estos grupos armados mercenarios son responsables del asesinato de civiles. Mientras el gobierno sirio y los militares llevan una pesada carga de responsabilidad, es importante subrayar que estos actos terroristas -incluyendo la matanza indiscriminada de hombres, mujeres y niños- son parte de una iniciativa de EEUU-OTAN-Israel, que consiste es apoyar, capacitar y financiar operativamente a una entidad armada «dentro de Siria». [3]

Fuentes y referencias:

1) Eric S. Margolis es un galardonado columnista sindicado a nivel internacional. Entre otros medios, sus artículos han aparecido en el New York Times, International Herald Tribune, Los Angeles Times, Times de Londres, Times del Golfo, Khaleej Times, Nation – Pakistán, Hurriyet – Turquía, Malasia Sun Times. www.ericmargolis.com.

2) Transcripción de la entrevista de Clinton en la BBC, 26 de febrero de 2012:

http://www.scoop.co.nz/stories/WO1202/S00690/interview-with-kim-ghattas-of-bbc.htm

2) http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=29234

● Michel Chossudovsky and Finian Cunningham, “Syria: Clinton Admits US on Same Side as Al-Qaeda to Destabilize Assad Government,” Global Research, February 27, 2012,

http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=29524

● Eric Margolis, “The Dangerous Mess in Syria Grows Murkier,” Information Clearing House, March 25,

2012, http://www.informationclearinghouse.info/article30908.htm.

● Alex Lantier, “U.S. Violates Syrian Air Space: Drones Over Syria As Fighting Spreads,” Global

Research, February 20, 2012, http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=29395.

http://www.mediafreedominternational.org/2012/03/08/us-allies-with-al-qaeda-in-syria/

http://www.mediafreedominternational.org/2012/03/25/outside-forces-fund-syrian-rebels/

http://www.mediafreedominternational.org/2012/03/26/us-violates-syrian-air-space-drones-over-syria/

Estudiantes investigadores: Rachel Miller-Hee, Dane Steffy y Lisa Pollack (Sonoma State University)

Evaluadores académicos: Noel Byrne, Peter Phillips, Robert Switky yGlenn Wallace (Sonoma State University)

Tomado de la publicación: www.rebelion.org

*Periodista y escritor chileno. Autor de Los Dueños de Chile, Los Dueños de Venezuela, Chile Desclasificado, ¿Qué es el Anarquismo?, Morir es la Noticia y numerosos otros libros, se desempeñó en medios de comunicación de Argentina, Chile y Venezuela, ejerció la docencia en la Universidad Central de Caracas, se desempeña como consejero nacional del Colegio de Periodistas de Chile, elegido por sus pares en un segundo periodo consecutivo, fue designado secretario ejecutivo de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (CIAP) de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP), colaborador de la Red Voltaire, de Argenpress.info, Alia2 y de numerosas otras publicaciones progresistas de todo el mundo.

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Se precisan canciones para amanecer. Por: Pako González

Victor Jara (San Ignacio 1932 – Santiago de Chile 1973)

Si fuera cantautor no dejaría de componer, de hacer música contra la mafia gobernante testaferra de la delincuencia financiera. Cambiaría cuerdas por sacos de balas con acordes y arpegios de claridad, para enfrentar esta desolación, la brutal tristeza que invade las calles, las plazas y los bulevares inundados de rostros desesperados. Una oscuridad aderezada con recortes sociales, privatizaciones, suicidios, desahucios y esbirros uniformados reprimiendo y torturando a quien se sale del rebaño.

¿Qué cantan los poetas? Decía la canción. ¿Qué cantan los cantautores en estos tiempos terribles? Preguntan las millones de personas que sufren las consecuencias de las políticas fascistas de los responsables de esta estafa de crisis. Son necesarias hoy más que nunca guerrilleras, guerrilleros alzados con guitarras y poemas de luz en cada plaza, conciertos y coros combativos para terminar de una vez con este sistema asesino.

No queremos Sabinas que componen himnos para partidos ultraderechistas, ni parásitos mentirosos que nos trasmitieron una imagen y unas canciones falsas para luego venderse al poder. Se precisan voces nuevas, comprometidas como las de Víctor Jara, Silvio Rodríguez, el genio Zitarrosa, el canto esdrújulo de Viglietti o la inmensa voz de la negra Sosa. Cantores rebeldes y no entregados a las órdenes de sus amos, que se juntan para pedir “democracia” en países que están a miles de kilómetros y no para exigir el fin de esta dictadura, de este régimen que genera tres suicidios diarios en el país de las maravillas de monarcas, principitos, señoronas de peineta, lideresas fascistas y un presidente títere de los usureros de la banca.

Son momentos donde la creatividad está en cada esquina esperando sola, buscando colores y esperanza, motivos para que la conviertan en canciones, que recorran como pájaros encantados cada rincón de las conciencias, mover el mundo como en otras épocas de luchas a muerte por un mundo mejor. No hay nada que perder y todo que ganar y son necesarias esas guitarras que no se duerman esperando el alba, guitarras jóvenes y viejas, con las cuerdas arrugadas pero sonoras como los gritos de guerra del Che en la Quebrada del Yuro, como Paco Ibáñez en el Olimpia de París acogiendo a parte del exilio antifranquista, la voz limpia de Raimon cantando “Al vent” y levantando del asiento a centenares de estudiantes en la Complutense de aquel mayo del 68.

Se precisan canciones para amanecer. No permitamos que la oscuridad nos domine y nos oprima la vida condenándonos al abismo. Tiene que llover, tiene que llover a cantaros, todos y todas lo sabemos y en esa lluvia los ríos y barrancos crecerán hasta inundar los palacios donde habitan los tiranos. Esos seres indignos que no podrán jamás vencer la poesía, el libre pensamiento, derrotar esos trazos mágicos que flotan eternos en nuestros corazones libertarios, las notas perdidas que esperan ser compuestas y convertidas en simientes y trovas en el claro de la luna.

http://viajandoentrelatormenta.blogspot.com.es

Tomado de la publicación: www.kaosenlared.net

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