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Érica Rivas: «El goce femenino está poco explorado en el cine» (+Video)

Erica Rivas, actriz argentina

Por Oscar Ranzani

Una película en la que no se sabe qué es realidad y qué sueño: así puede definirse a El prófugo, opus dos de Natalia Meta, inspirado libremente en la novela El mal menor, del autor argentino C.E. Feiling, fallecido en 1997. El film es protagonizado por Érica Rivas, quien encarna a Inés, una cantante lírica y dobladora de películas que comienza a tener pesadillas que se confunden con la realidad. A su personaje lo azotan esas terribles pesadillas y sonidos recurrentes que invaden la vida cotidiana que lleva junto a su madre (Cecilia Roth), hasta que ensayando para un concierto conoce a Alberto (Nauhel Pérez Biscayart), un joven que se acomoda a su mundo sin cuestionamientos. Pero Inés no puede evitar una sensación peligrosa: hay seres que provienen de sus sueños y que quieren quedarse para siempre. Tras su paso por importantes festivales del año pasado como la Berlinale y San Sebastián, El prófugo se estrenará el jueves 30 de septiembre en la Argentina.

A la hora de mencionar qué le interesó de la historia para aceptar el protagónico, la actriz que hizo de la novia despechada en Relatos salvajes comenta: «Es una historia que juega todo el tiempo con los límites: el límite del ensueño, de lo diurno, de lo nocturno, del dormirse, del despertarse, del enamoramiento, del estar solo. Juega todo el tiempo con el tema del deseo femenino. Y eso era algo que me interesaba mucho del guion». A Rivas también le atrajo el tono, «esto de thriller psicológico, o algo así, que me interesaba mucho para indagar en el tono de actuación que también me parecía interesante de explorar. Además, empezar a trabajar con Natalia. Ya cuando le dije que quería participar de la película, fue una delicia. Siempre fue alguien a quien me gustó mucho acompañar, como directora y como guionista».

La película está inspirada libremente en la novela El mal menor, última obra publicada del C.E. Feiling. ¿Leíste previamente la novela?

Sí. No la había leído antes, pero la leí cuando supe que la película estaba inspirada en esa novela. Me pareció muy interesante cómo Natalia extrajo una parte y la amplió. La novela es distinta; hay personajes que son similares, pero Natalia los extrajo y los amplificó. Es alucinante pensar en una película que se trate también del sonido, de algo que tiene que ver con el deseo y las fantasías de las mujeres, con el tema del goce de las mujeres que está tan poco indagado en el cine. Era un territorio a explorar que me fascinaba. Después, me traía nuevas cosas para aprender, como canto lírico y doblaje; estudiar neutro, que también me interesó muchísimo para contribuir al papel.

Si bien la película es diferente a la novela, ¿te pareció cinematográfica de por sí?

Sí, la novela me pareció muy cinematográfica. Me parece que es un poco rara de hacer porque tendría que ser casi como una película de zombies o una cosa así. Es una novela con mucha fantasía. Podía tener una forma cinematográfica pero no desde el ángulo que Natalia me dijo que la quería abordar. Y eso también me pareció interesante.

El prófugo es una especie de thriller psicológico, pero también atraviesa distintos géneros, incluso tiene humor, drama y algún elemento romántico. Natalia Meta la definió como “una película inquietante”. ¿Cómo la definirías vos?

Lo mismo que dice Nati. Es también una comedia negra. Es una película ensoñada, que se te mete en el territorio de los sueños, que es también un territorio poco frecuentado. Por lo menos, a mí no me pasa que muchas películas me queden en los sueños. Y cuando me pasa, lo celebro. Así que espero que esto también atraviese los sueños de las personas que vengan a ver la película.

¿Lo más complejo de la historia es ese cruce entre lo cotidiano y lo sobrenatural?

Para mí es ese borde entre lo sobrenatural y lo real, entre lo soñado y lo verdadero, entre la fantasía y lo real, entre el deseo y lo que se puede hacer o no. Las percepciones también. Cuestiona mucho el mundo de las percepciones, la autopercepción, la percepción de los demás hacia nosotres. Está todo el tiempo entre lo real, lo imaginario, la subjetividad, la mirada de los otros, lo familiar, lo desconocido. Y de qué forma esto también nos constituye. Para mí esto es interesante porque también aparece el sentido de las convenciones o de las clasificaciones que hacen que nos normalicen, que nos domestiquen. Y en ese límite está Inés todo el tiempo. Además, con una historia de amor que también es interesante para nombrar, porque también es una historia de amor.

Es una película en la que el miedo es también protagonista, ¿no?

También, claro, porque aparece esa cosa de thriller psicológico y la salud mental como paradigma. Es interesante para pensar cómo es esa salud mental, qué significa eso, cuándo una persona está en la realidad y cuándo no lo está, y está sufriendo o padeciendo un dolor psíquico. Además, atravesarlo todo, hilarlo todo con el sonido es de un acierto enorme. Y eso también fue algo que me llamó mucho para hacer la película: que el sonido atraviese todo.

Para el psicoanálisis, los sueños son motivo de interpretación del inconsciente. Para tu personaje, en cambio, son relatos monstruosos, ¿no?

Sí, pero por otro lado son puertas de percepciones nuevas. Nosotras estamos mirando a Inés con lupa, en una subjetividad muy cercana, muy sobre ella. Entonces, nosotros vemos este camino tortuoso que le sucede con el tema de los sueños, pero tiene que ver con un camino necesario para encontrarse como artista, para encontrar el amor, para encontrarse como persona en este mundo que no sólo tiene la realidad sino que tiene un montón de cosas más que parecería que no forman parte de la vida pero que son muchas veces más parte de la vida que todo lo demás.

¿Cómo fue la construcción de un personaje complejo?

Con Natalia nos juntamos mucho y trabajamos con Diana Szeinblum el tema de cosas físicas del personaje de Inés. Ensayamos muchísimo con los actores, con Daniel Hendler, Nahuel Pérez Biscayart, Cecilia Roth, con todos los personajes. Hasta con los chiquititos ensayamos. Lo que también tiene Natalia de interesante como directora es que ella está abierta a que una pueda preguntarle, pueda indagar, pueda aportar con preguntas sobre las cosas. Y no es que ella da respuestas, pero sí acompaña esas preguntas. Me pareció interesante su forma. Además, tuve que estudiar canto lírico. Y trabajé con Lourdes Cetrángolo, que es amiga y actriz de doblaje, y ella me ayudó a entender cómo es esto del neutro y todo eso, porque Inés también es una actriz de doblaje. Esos fueron mis pilares para atravesar este camino. Además, una de las zonas que más me interesa es la zona de los sueños, la zona de la fantasía, la zona de todas las formaciones del inconsciente, porque son puertas de percepción interesantísimas.

¿Te sirvió haber estudiado algunos años de Psicología para entender más el mundo interior del personaje?

Sí, claro. Igual, en un momento suelto la teoría hasta donde yo llegué a estudiarla. La suelto y ya me meto en caminos que no tienen teoría sino que son percepciones puras, son cosas que tienen que ver con sensaciones, con paisajes, con mi propia historia personal también puesta a favor para la película. Pero sí, me parece que el mundo de los sueños era muy interesante de pensar en este caso porque una mujer soñadora me remitía siempre a las primeras histéricas de Freud, esta cosa rayana a la locura, esa sensación de estar siempre en el borde entre la salud y la enfermedad mental, esta cosa también de la injusticia que vivimos las mujeres permanentemente y cómo tenemos que estar adaptándonos. Y si no nos adaptamos, estamos locas. Entonces, realmente me parece que había mucho que meter ahí de lo que estudié y también de lo que pienso sobre lo que estudié. También me interesaba Jung. Estuvimos atravesando este guion con personas que se dedican a otros tipos de arte o de conocimiento que nos podían contar los fenómenos de este estilo vistos desde ese lugar, cómo son estos fenómenos de los ensueños diurnos, de cómo una persona no puede dejar de sentirse en un sueño. Y esta sensación, además, de despertarse una y otra vez.

¿Y cómo se trabaja el misterio de un personaje? ¿Cuánto ayuda la intuición?

Para mí es lo mismo que todo: está adentro y hay que trabajarlo. No sé cómo trabajan otros actores, pero yo necesito trabajo en el que se me pueda ver en los ojos qué es lo que estoy pensando… En mi cuerpo, en qué lugar está mi cuerpo, que no es ese lugar solamente, en qué está mi cabeza. Necesito estar muy presente y para eso necesito llenarlo de muchas capas. Necesito que no haya mucha palabra porque la palabra, a veces, en el cine corta el misterio.

El cine tiene menos tiempo y menos espacio para crear climas que la literatura, pero también tiene otros recursos. ¿Cómo viste, en ese sentido, el trabajo con Meta para darle personalidad propia a la película?

Natalia es doctora en Filosofía, o sea que sus charlas eran súper profundas. Las charlas sobre cualquier cosita del personaje eran larguísimas, hermosas, súper suculentas, generosas. Y, además, para mí contó con una parte que, en ese sentido, ella, desde el guión, fue muy inteligente en aportar: el universo del sonido. Eso es algo muy misterioso en el cine. El universo del sonido es algo que está explorado pero hasta ahí, porque la imagen es muy fuerte. Estamos rodeados de imágenes. La imagen es muy fuerte en nuestra sociedad. Entonces, es en el sonido donde está el misterio.

¿Crees que faltan más películas de género en el cine argentino?

A mí me gustaría que haya más películas, en general, de todos los géneros. Me gustaría que haya muchas pelis y podamos seguir profundizando nuestro cine, que es buenísimo. Ahora, estoy en Europa y siempre que vengo me sorprendo sobre cómo nos ven; y no solamente los europeos, porque también estoy juntándome con gente de otros países. Se nos ve desde todas partes del mundo con mucha avidez, también porque nuestro cine es muy bueno. Estaría bueno que existieran películas de todos los géneros que se nos ocurran, que se nos ocurrieron y que se nos vayan a ocurrir. Y para esto es interesante también incorporar la mirada femenina, que ahí también tiene una apertura dentro de los géneros. Las mujeres necesitamos también más lugar para poder indagar en los géneros, que aparezcan nuevos géneros, también, y que puedan entretejerse, como hacemos nosotras y como está haciendo Natalia también en esta película.

En ese sentido, cada vez hay más directoras en el cine argentino. ¿Notás un crecimiento que llegó para quedarse?

Sí, por supuesto, y creo que es algo que lo hizo expandirse muchísimo, y espero que siga expandiéndose más y más. Que haya cada vez más mujeres le da también mucho nivel al cine argentino. No solamente mujeres directoras sino también mujeres en todas las áreas. Eso me parece muy interesante.

El prófugo tiene un gran componente femenino no sólo porque la directora y vos, la protagonista, son mujeres, sino también porque juega con el deseo femenino, como mencionabas antes. ¿Fue un aspecto importante para aceptar trabajar, teniendo en cuenta tu reivindicación y pelea por los derechos de las mujeres?

Sí, claro que sí. Ya una película que tenga como protagonista a una mujer me parece un montón y me encanta, porque no hay muchas películas que tengan protagonistas mujeres. Además, la mirada desde la dirección de una mujer hace que esa película se amplíe, se expanda. Y también hablar del deseo femenino es un temón que hay que seguir indagando desde todos los estilos, desde otros cuentos, desde distintas formas de encararlo. Y todo lo que podamos aportar nosotras como también nuestra búsqueda. Siempre que viene una película de una directora o de una guionista me interesa muchísimo porque sé lo difícil que es llegar hasta ahí. Y me parece un valor agregado.

Alzar la voz

Para que caiga el patriarcado

Erica Rivas fue una de las primeras actrices argentinas en participar de las marchas del Ni Una Menos, y tiene un compromiso fuerte para hacer visible y denunciar públicamente la violencia de género. «Siento que las actrices somos una parte de eso, una parte que, por ahí, está en un lugar que tiene los privilegios de los medios, que nos preguntan», comenta. «Yo soy una más de todas las personas que están trabajando para que el patriarcado se caiga. Soy una trabajadora más de eso. No soy ni una súper heroína ni una súper mujer porque lo digo ni nada, sino que soy una persona más de las tantas que estamos y que estuvimos. Han puesto el cuerpo y todo para que estemos acá donde estamos. O sea que no siento que yo tenga un lugar especial ni nada eso, sino que mi lugar es especial porque tengo la posibilidad de que lo que digo atraviese otras capas, pero no dejo de estar agradecida y estar en correspondencia y en relación con todas las mujeres que no tienen esta misma posibilidad que yo. Y tengo la necesidad de llevar esa lucha a todos los espacios donde pueda llevarla. Me parece que es importantísimo», describe Rivas.

Proyectos

Entre el teatro y el cine

Erica Rivas está ahora en Alemania, pero tiene proyectos para su regreso a la Argentina. “Con Martín Rechimuzzi hicimos una obra de teatro que se llama ¿Qué pasa hoy acá?, un happening teatral que lo hicimos en el Centro Cultural Konex y en un par de teatros también afuera. Mi encuentro con él como artista es algo que quiero que se expanda y se multiplique y que tenga más lugares a donde expresarse», cuenta Rivas. «Tenemos unas fechas en el Konex para el verano así que mi idea es seguir con esa obra a la que, además, estamos todo el tiempo interpelándola y cambiándole cosas. Seguimos trabajando los dos para que cada vez sea un objeto más perfecto en lo que queremos decir, en lo que queremos dejar y en lo que tenemos ganas de comunicar», afirma la actriz. También tiene dos proyectos de películas que no puede adelantar por ahora. Y, además, quiere continuar con otra obra de teatro, Matate amor, junto a Marilú Marini. «Tengo posibilidades de hacerla también en Europa y creo que vamos a traerla. Me encantaría también en algún momento poder dirigir y una de las cosas que estoy haciendo es escribir. Así que esos son mis sueños de mi propia felicidad», concluye Rivas.

Tomado de: Página/12

Tráiler del filme El prófugo (Argentina, 2020) de Natalia Meta

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Lo que queda del cine

Autor: Jacques Aumont

Con el acelerado surgimiento de tecnologías, plataformas y nuevos modos de relacionamiento social, la experiencia cinematográfica se ha ido diseminando hacia una pluralidad de nuevas variantes. Desplazarse hasta un auditorio para asistir a una proyección es ahora solo una de las tantas opciones que existen al momento de ver una película.

Jacques Aumont se pregunta si acaso estas nuevas formas de visualizar en otros dispositivos ha abierto nuevos caminos al cine, en términos de consumo cultural, o si lo está conduciendo a una inminente desaparición. Puede ser que el cine todavía esté lejos de desaparecer; sin embargo, los cambios paradigmáticos que ha sufrido en su producción, difusión y recepción, como resultado del avance de las tecnologías, han reconfigurado indudablemente su presente y futuro como práctica cultural.

Se propone una reflexión sobre lo que queda del cine en la era digital –y del aislamiento social– y ofrece un valioso aporte en un álgido debate que se actualiza día a día.

Jacques Aumont es un reconocido teórico y crítico francés de cine. Fue profesor en la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales y en la Universidad de Lyon. Actualmente, enseña en la Escuela de Bellas Artes de París.

Tomado de: La Marca Editora

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André Bretón: Surrealismo y Marxismo

André Breton fue un escritor, poeta, ensayista y teórico del surrealismo, reconocido como el fundador y principal exponente de este movimiento. (Francia, 1896-1966)

Por Fernando Buen Abad Domínguez @FBuenAbad

Para despejar toda duda, André Breton en el Segundo Manifiesto del Surrealismo (1930) expuso, con todas sus letras y consecuencias: “totalmente, sin reservas, nuestra adhesión al principio del materialismo histórico”. E insistió: “el surrealismo se considera ligado indisolublemente, como consecuencia de las afinidades antes señaladas, a la trayectoria del pensamiento marxista, y sólo a esa trayectoria”. Esto bastaría para desautorizar cualquier utilización del término “surrealismo” para fines tan bobos como enmascarar las aberraciones de no pocas conductas oligarco-burguesas. Se ha oído decir “es muy surrealista la fotografía del rey de España en sus cacerías de elefantes” o “que surrealistas son las mansiones de los millonarios”… el Surrealismo es muy otra cosa: “El Surrealismo es un puro automatismo psíquico por el cual se intenta expresar, verbalmente o de cualquier otra manera, el funcionamiento real del pensamiento en ausencia de cualquier control ejercido por la razón al margen de toda preocupación estética o moral.” Primer Manifiesto del Surrealismo (1924). Algunos, incluso han creído ver en el Movimiento surrealista una contribución, en combate, hacia una Estética Marxista.

Tendría poca o ninguna importancia que Bretón hubiese declarado tal adhesión al método de Marx si no fuese porque esa definición, que molesta a tantos, contiene la idea revolucionaria de que la ética sea la estética del futuro. Que la ética norme, como pensó Adolfo Sánchez Vázquez, esa parte decisiva de las relaciones sociales en las que, el juicio del gusto sea explicable como base y producto de la lucha permanente por la igualdad entre los seres humanos y la justicia social “deseable, posible y realizable”.

Aquí se asume que de nada sirve una apología adoratriz que abone palabrerío de “culto a la personalidad” y, lejos de eso, aquí se expide una mirada crítica que no está dispuesta a rendirse ante las emboscadas del olvido hegemónico ni ante las tergiversaciones que van hundiendo toda herencia revolucionaria en los pantanos de la chabacanería ideológica al uso. Bretón fue ni será un santo artístico de establishment ni será carne de la desmemoria funcional al lavado de cerebro oficializado por el “buen gusto” académico, artístico o burocrático. Su obra es una herencia que marca horizontes indispensables para completar las revoluciones económico-políticas con revoluciones semióticas emancipadoras y eso no debe olvidarse. El pretexto de su natalicio es eso… un pretexto.

Mil cosas no se le perdonan a Breton, y acaso algunas con razón, pero las que destacan son de suyo revelaciones de una lucha de ideas que se despliegan en las honduras más significativas de los debates políticos más salientes de nuestro tiempo. No se le perdona haber interpelado la lógica monstruosa del capitalismo en el periodo de entreguerras ni sus extensiones camufladas décadas después; no se le perdona su amistad con León Trotsky de la que surgió el Manifiesto de la FIARI (Federación Internacional del Arte Revolucionario Independiente) manifiesto único en el que se dan cita las ideas de un revolucionario internacionalista y escritor como Trotsky y el más destacado militante de la vanguardia intelectual y artística europea. En ese manifiesto se encuentran de manera deslumbrante la política estética y política revolucionaria.

No se le perdona a Bretón su poesía y el lugar que le otorgó al amor como militancia humanista, única capaz de reconciliar a la especie humana consigo misma. No se le perdona la síntesis que propuso en el surrealismo para igualar al arte con los sueños, con la magia, con el azar, con lo lúdico, con el amor mismo. No se le perdona politizar la filosofía y filosofar la política desde el arte revolucionario para demoler el imperio de la esclerosis ideológica de una burguesía, ya entonces adicta al consumo de la “obra de arte” como mercancía de vanidades y de inversiones rentables.

Y desde luego no se le perdona haber quebrado los idilios de algunos artistas que se creyeron ajenos o indemnes a los estragos del debate capital-trabajo, que no se sentían trabajadores ni tenían vínculos con el proletariado bajo ninguna de sus definiciones o expresiones. No le perdonan ni le perdonarán, eso hace más crucial mantener la memoria en combate, la lista enorme de tareas que heredó a las generaciones posteriores. Legado cargado con apelaciones e interpelaciones. Legado premonitorio que vio venir la andanada de emboscadas “narrativas” en las que hacer pasar por “loquitas” ciertas formas o ciertas frases desligadas del trabajo revolucionario en los campos semióticos, se haría recurso rentable de publicistas o propagandistas serviles al engaño y las ideologías contrarrevolucionarias.

Así se apuraron muchos a dar por muerto al Surrealismo como han dado por muerto al Marxismo. Octavio Paz y sus esbirros en primer lugar. Pero los muertos que ellos matan gozan de muy buena salud y los mataron tan mal que siguieron cantando todos los himnos revolucionarios que permanecen anidados en las entrañas del arte, de la estética, de la semiótica que serán revolucionarias o serán nada… que aguardan eso que invocan muchas fuerzas rebeldes en todo el mundo: “Nada hay más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo” Víctor Hugo.

Tomado de: Telesurtv

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Cuando las diversiones de algunos contaminan el planeta de todos

El multimillonario Richard Branson en un vuelo espacial

Por François Graner, Roland Lehoucq y Emmanuelle Rio

En septiembre de 2018, el milmillonario japonés Yusaku Maezawa ya adquirió de Elon Musk los servicios del sistema Starship de su empresa SpaceX para un viaje alrededor de la Luna a partir de 2023. Se desconoce el importe de la factura, pero probablemente es desorbitado.

Entre 2001 y 2009 se vendieron ocho billetes para embarcar en compañía de astronautas a bordo de la nave rusa Soyús para ir a la Estación Espacial Internacional, la famosa ISS. Un viaje de ida y vuelta al precio de entre 20 y 35 millones de dólares por persona, el equivalente al presupuesto diario de una quincena de millones de seres humanos que se hallan en el umbral de pobreza internacional.

Más allá de la obscenidad de una actividad destinada a satisfacer el sueño de unos individuos, estas excursiones recalcan la idea de que el espacio es una mercancía. Asimismo, consumen materiales y energía y tienen consecuencias medioambientales que aumentarán notablemente si este turismo espacial llega a comercializarse más ampliamente. Intentemos por tanto especificar dichas consecuencias diferenciando entre vuelos poco contaminantes, pero muy numerosos, vuelos medianamente contaminantes y bastante numerosos, y vuelos extremadamente contaminantes, pero poco numerosos.

Probar la ingravidez en un vuelo parabólico

Por 6.000 euros, una ya puede contratar un vuelo en un avión que encadena una sucesión de parábolas y permite experimentar la gravedad reducida de Marte o de la Luna, y sobre todo flotar doce veces en plena ingravidez durante una veintena de segundos. Así, la empresa Novespace ha embarcado a 1.856 pasajeros en 217 vuelos que duran alrededor de dos horas y media cada uno, equivalente a la duración (y la contaminación) de un vuelo de París a Varsovia. En la medida en que el número de pasajeros es limitado, la contaminación total de este carrusel de lujo no deja de ser modesta en comparación con los 915 millones de toneladas de CO2 emitidas en 2019 por los 4.500 millones de pasajeros del conjunto de vuelos comerciales (más de 100.000 al día en promedio).

Ver la curvatura de la Tierra en un vuelo suborbital

Salir al espacio implica volar a una altura bastante mayor que los aviones, por encima de los 100 km de altitud. Se trata de un llamado vuelo surborbital, pues la velocidad de la nave es insuficiente para colocarla en órbita. Su vuelo balístico permite experimentar la ingravidez durante varios minutos y al mismo tiempo admirar la belleza de la curvatura de la Tierra. Con un precio anunciado de 250.000 dólares, resulta caro apreciar la redondez de nuestro planeta, pero dispensa al pasajero, provisionalmente, de la proximidad de las clases populares.

La empresa Virgin Galactic, perteneciente al milmillonario Richard Branson, anunció en julio que ya ha vendido 600 billetes para su SpaceShip Two y que está construyendo otras dos naves similares. Esto significa que realizará potencialmente cientos de vuelos regulares, pues ya son 9.000 los clientes que han manifestado su interés. La empresa Blue Origin, del milmillonario Jeff Bezos, también está en liza con su cohete reutilizable, New Shepard, concebido asimismo para lanzar una cápsula con seis turistas espaciales a bordo en una trayectoria suborbital que alcanza una altitud máxima de unos 100 km.

Según el informe de evaluación medioambiental del SpaceShip Two, podemos calcular que la emisión de CO2 de un vuelo completo es del orden de 27,2 toneladas. A razón de 6 pasajeros por vuelo, esto supone 4,5 toneladas de CO2 por persona, lo que equivale a dar la vuelta al mundo una persona sola en un automóvil mediano. Por algunos minutos de ingravidez, esto representa más del doble de la emisión individual anual (presupuesto CO2) que permitiría, según el GIEC [Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático], respetar el objetivo de +2 ºC del Acuerdo de París. En otras palabras, cada pasajero se saltará alegremente este límite y se arrogará el derecho de emitir en lugar de los demás seres humanos.

La propulsión híbrida del SpaceShipTwo no emite únicamente CO2. La nave también escupe hollín, fruto de la combustión incompleta de una mezcla de protóxido de nitrógeno (N2O) líquido y un derivado sólido de polibutadieno hidroxitelequílico. Un artículo científico de 2010 calculó que un millar de vuelos suborbitales al año generarían del orden de 600 toneladas de hollín, que, al permanecer cerca de diez años en suspensión en la atmósfera, entre 30 y 50 km de altitud, contribuirían a alterar el clima en todo el planeta, aunque las naves despegaran siempre del mismo lugar. En comparación con esto, la aviación civil parece casi limpia: emite más hollín en total, 7.200 toneladas al año, pero a una altitud del orden de 10 km, lo que reduce su permanencia en suspensión y permite que las lluvias lo arrastren al suelo.

Visitar la estación espacial internacional

Pasemos ahora al nivel superior. A partir de 2009 y desde que entraron en servicio los módulos científicos europeo y japonés, la tripulación de las expediciones a la ISS aumentó a seis astronautas de los países que la han financiado. En virtud de esta obligación, dejó de haber sitio para un pasajero particular y la agencia espacial rusa interrumpió los vuelos turísticos a la estación espacial. Sin embargo, los vuelos a la ISS para superricos van a reanudarse por iniciativa de la empresa Space Adventures (que vende asimismo vuelos de ingravidez). Después de años de ausencia, EE UU ha recuperado, en efecto, su capacidad de enviar a personas al espacio a raíz del éxito del vuelo de cualificación de la cápsula Crew Dragon lanzada por SpaceX el pasado mes de mayo. Space Adventures lo ha aprovechado para recuperar dos plazas libres en los vuelos del Soyús ruso, anunciando al mismo tiempo su asociación con la empresa Space X.

El precio de estos vuelos rondará los 100 millones de dólares. Con semejante tarifa, para realizar el sueño de Ícaro (ojo: terminó mal), hay que formar parte de las 11.000 personas que poseen una fortuna de 250 millones de dólares como mínimo o tal vez ganar un lote de cierto programa de telerrealidad. Después tendrá que pasar una prueba de aptitud física para el vuelo espacial, en particular para asegurar que el organismo del pasajero o pasajera pueda soportar la aceleración del despegue.

Las 119 toneladas de queroseno refinado consumidas en la primera etapa del cohete Falcon 9 producen, con su combustión controlada, una energía comparable a la que generó la reciente explosión que devastó el puerto de Beirut y sus alrededores: el equivalente a 1.220 toneladas de TNT. De acuerdo con el informe de evaluación medioambiental del Falcon 9, el vuelo completo, incluida la recuperación de la cápsula tripulada mediante embarcaciones especiales y un helicóptero, emitirá 1.150 toneladas de CO2, el equivalente a 638 años de emisión de un automóvil mediano que recorre 15.000 km al año. ¡Bastante más que una operación salida de vacaciones en la autopista! Con cuatro pasajeros por vuelo, esto supone cerca de 290 toneladas de CO2 por pasajero. Es decir, un turista en órbita vale tanto como 65 turistas suborbitales y casi 160 años de emisión de un automóvil…

Alrededor de la Luna

Un vuelo alrededor de la Luna como el que proyecta Maezawa también está reservado, desde luego, a los milmillonarios, que ya suman más de 2.000 y cuyo número crece constantemente. La nave Starship, a bordo de la cual se llevará a cabo el viaje, es la segunda etapa del cohete Super Heavy, el lanzador orbital superpesado y reutilizable desarrollado por SpaceX. El último informe medioambiental de este cohete señala que el conjunto Starship/Super Heavy produce la bagatela de 3.750 toneladas de CO2 en cada vuelo. El proyecto DearMoon preveía embarcar de 6 a 8 personas, lo que supone que cada una de ellas causará emisiones de 470 a 625 toneladas de CO2, superando así en un viaje de algunos días de duración el presupuesto CO2 anual de varios cientos de personas. Si bien esto es menos que las 1.630 toneladas de CO2 que emite anualmente Bill Gates con sus desplazamientos en avión privado…

No contabilizamos, sin duda equivocadamente, el coste en CO2 de la construcción de las plataformas de lanzamiento. Es hormigón, y también mucho gasto en términos de superficie ocupada. Si en Roissy el aeropuerto [Charles de Gaulle] ocupa alrededor de un tercio de la superficie de París intramuros (32 km2), lo hace para más de 470.000 movimientos de aviones al año y cerca de 70 millones de pasajeros y pasajeras. En comparación, los vuelos suborbitales previstos por Virgin Galactic partirán del Spaceport America, en Nuevo México, cuya superficie de 73 km² no servirá para más de un millar de vuelos al año.

Dejamos de lado asimismo las consecuencias medioambientales de la extracción, el transporte y la transformación de los materiales de alta calidad, como el acero y el aluminio, necesarios para fabricar los cohetes, que no se recuperarán en su totalidad.

El 1 % más rico es responsable del doble de emisiones que la mitad más pobre de la humanidad. Después de sus yates privados y sus aviones de negocios, los caprichos espaciales de esta gente (ultra)rica alimentan la ilusión de omnipotencia que se halla en el origen de los graves desarreglos de la biosfera terrestre. Si las economías de escala derivadas de las mejoras técnicas hicieran que el turismo espacial resultara accesible al conjunto de las clases superiores, estas desigualdades se amplificarían todavía más, sumándose a las degradaciones causadas por nuestras sociedades en general y por el turismo de masas en particular.

Roland Lehoucq es astrofísico, miembro del Comisariado de la Energía Atómica y Energías Alternativas (CEA); Emmanuelle Rio es profesora investigadora de la Universidad de París Saclay y François Graner es director de investigación del CNRS, Universidad de París.

Tomado de: Nodo 50

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La desigualdad en las vacunas: fracaso moral del capitalismo

En dos meses caducarán 241 millones de dosis de vacunas contra el Covid-19, sin contar los 34 millones que ya se vencieron y fueron descartadas en EEUU.

Por Pasqualina Curcio @pasquicurcio

En dos meses caducarán 241 millones de dosis de vacunas contra el Covid-19, sin contar los 34 millones que ya se vencieron y fueron descartadas en EEUU. Estos 241 millones forman parte de los 1.200 millones de dosis que les sobran a EEUU, Canadá, Reino Unido, Japón y la Unión Europea, las cuales también están próximas a vencerse e irán a parar al basurero si no son donadas y aplicadas antes de diciembre de este año (Informe de Arirfinity sobre pronóstico y caducidad de las vacunas contra el Covid-19 para 2021 y 2022).

A pesar de esto, los países ricos antes mencionados y miembros del G-7 siguen cerrando contratos con las empresas farmacéuticas para adquirir vacunas contra el Covid-19. Según la programación de compras hasta junio 2022 y considerando incluso que apliquen una tercera dosis a su población, les estarían sobrando y muy probablemente caducando 2.228 millones de vacunas para mediados del próximo año, cantidad que equivale al 41% de los 5.400 millones de dosis que se requieren para vacunar al 70% de la población de los países de bajos y medianos ingresos. De estos 2.228 millones de dosis excedentes, el 40% estará en los depósitos de EEUU, el 5% en el de Reino Unido (121 millones), el 45% en los países de la Unión Europea (999 millones de vacunas) y el 5% en Canadá (111 millones) (Airfinity).

El hecho de que 1.200 millones de vacunas se estén venciendo en los países ricos mientras más de la mitad de la población mundial espera ser inmunizada es una manifestación más de las grandes e inhumanas desigualdades que caracterizan al sistema económico que impera en más del 95% de los países del mundo. Es una señal más, entre muchas otras, del fracaso del capitalismo para dar respuesta a las mayorías, el mismo que, basado en la explotación, da prioridad a la ganancia de unos pocos por encima de la vida de muchos, ese mismo sistema económico que algunos insisten en defender y en calificar de exitoso por su supuesta “eficiencia”.

Al respecto, Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo: “Debo ser franco: el mundo está al borde de un fracaso moral catastrófico, y el precio de este fracaso se pagará con las vidas y el sustento de los países más pobres”. Denunció que incluso aun cuando defienden el acceso equitativo, algunos países y empresas continúan dando prioridad a los acuerdos bilaterales, evitando el mecanismo COVAX, lo que está provocando un aumento de los precios y mayores ganancias para la industria a costa de menor acceso para los pueblos.

A la fecha, se han producido 7.500 millones de dosis de vacunas contra el Covid-19 incluyendo la producción de China. Se están produciendo unos 1.500 millones al mes, al parecer, la industria farmacéutica ha acelerado la producción. De seguir este ritmo, para diciembre de 2021 se habrán fabricado 12.227 millones (Airfinity). Es el caso que, en el mundo se requieren 11.300 millones de dosis para inmunizar al 80% de la población mayor de 12 años. Eso significa que, si los países ricos no acumularan y concentraran las vacunas que luego se les terminan venciendo en sus depósitos y, por el contrario, hubiese habido una distribución justa, es decir, humana, de las vacunas, no solo hubiésemos podido alcanzar la meta de inmunización antes de finalizar el 2021, sino que se podría evitar 1 millón de muertes de aquí a junio 2022. Desde que comenzó la pandemia han muerto 4.757.000 personas.

Antonio Guterres, director general de Naciones Unidas informó en la reciente Cumbre de ese organismo celebrada el 22 de septiembre que, hasta el momento se han administrado más de 5.700 millones de dosis de vacunas en el mundo (se han vacunado 3.490 millones de personas, el 44% de la población mundial), pero que el 73% de ellas se aplicaron en sólo diez países. Dijo que: “los países de ingresos altos han administrado 61 veces más dosis por habitante que los países de ingresos bajos. Solo el 3% de los africanos se ha vacunado”. Los países pobres no han vacunado ni el 2% de su población.

La cada vez mayor acumulación y concentración de capital, y por lo tanto de poder, es uno de los objetivos y de las principales características del modo de producción que hoy impera en el mundo sin importar a costa de qué o, mejor dicho, a costa de quiénes y de cuántos. La humanidad ha llegado al punto que, en esta fase superior del capitalismo, la concentración y con ella la desigualdad es tan bárbara que, no solo el 1% de la población mundial se apropia del 84% de lo que produce la clase trabajadora (OXFAM), sino que 5 empresas privadas tienen hoy el monopolio y el poder de decidir quiénes viven y quiénes mueren en el mundo, nos referimos a Pfizer/BioNtech, Moderna, Astrazeneca, Johnson & Johnson y Novavax que se reparten el 45%, 24%, 12%, 12% y 6% respectivamente del mercado mundial de 100.000 millones de dólares en vacunas contra el Covid-19. Poder que, obviamente, está por encima del de los gobernantes y de la propia ONU. A los hechos nos remitimos.

La propuesta planteada esta semana por Joe Biden en la 76° Asamblea Nacional de la ONU de comprar 500 millones más de dosis de vacunas a la empresa Pfizer para donarlas a los países pobres, no solo es inmoral y descarada cuando acaban de botar 34 millones de dosis vencidas y cuando igual destino pudiesen tener 576 millones que están por vencerse de aquí a diciembre de 2021 en ese país, sino que termina siendo una trampa para seguir garantizando ventas, ganancias y poder a las farmacéuticas.

La verdadera solución a la pandemia no pasa por gotear caridad, sino por intervenir sobre la causa de la desigualdad en el acceso a las vacunas, nos referimos a eliminar el monopolio del complejo médico farmacéutico lo que, a su vez, pasa por levantar uno de los mecanismos más inhumanos que inventó el capitalismo para legalizar y legitimar la mayor concentración de capitales y con ésta dichos monopolios/poderes privados: los derechos de propiedad intelectual y las patentes.

El asunto de la concentración de los capitales que derivan en monopolios privados es tan perverso que los propios padres del monetarismo/neoliberalismo (lo más salvaje del capitalismo) lo reconocen. Friedrich von Hayek, escribió en su libro “Los fundamentos de la libertad”: “…si existe peligro de que un monopolista adquiera poder de coacción, el método más eficaz para impedirlo consiste, probablemente en exigirle que sus precios sean los mismos para todos y prohibirle toda discriminación entre sus clientes”.

Por su parte, Milton Friedman, discípulo de Von Hayek, escribió en su libro “Capitalismo y libertad”: “…la elección entre los males del monopolio privado, del monopolio público o de la regulación pública no puede hacerse de una vez para siempre independientemente de las circunstancias de los hechos. Si el monopolio técnico lo es de un servicio o artículo que se considera esencial, y si su poder monopolístico es considerable, puede ser que incluso los efectos a corto plazo de un monopolio privado, sin regulación, fueran intolerables. En este caso la regulación o la propiedad estatal sería lo más conveniente.” ¿Qué tal? Y resulta que en este mundo capitalista en el que vivimos y en medio de la peor pandemia, los inmorales gobiernos de los países ricos se oponen a la eliminación de las patentes y por el contrario, insisten en legalizar el monopolio y el poder de la industria farmacéutica privada sin importar cuántos mueran.

Tomado de: Alainet

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¿Filmicidad vs Teatralidad?

Fotograma del filme El gabinete del doctor Caligari (1919) de Robert Wene

Por Roberto Pérez León

Voy a referirme a algo que ha hecho correr primero chorros y chorros de tinta y luego ha hecho realizar millones de pulsaciones sobre teclados digitales, me refiero a la filmicidad del teatro y a la teatralidad del film.

El teatro nace con la condición humana. Sin embargo el cine es un suceso muy joven. No es axiomático decir que el cine ha alcanzado una independencia total del teatro o que el teatro tiene una ruta autónoma con relación al cine.

¿Cuándo el teatro aparece en el cine tenemos un subgénero cinematográfico? ¿Existe una jerarquía entre cine y teatro? ¿Cómo repercuten uno en el otro o entre sí? ¿La noción de performatividad pertenece solo al mundo teatral, aunque existe en el cine el fundamento deleuciano de la imagen-movimiento? ¿Qué pasa cuando en la diégesis cinematográfica entra el teatro?

Todas estas consideraciones pueden constituir un tema de autorreflexión por parte de cineastas y teatreros. El tema hasta sugiere un metadiscurso teórico que nutre al ejercicio creador en ambos medios.

Hoy por hoy las tecnologías de la información y la comunicación hacen tanto del cine como del teatro artefactos narrativos de receptividades intermediales concurrentes que se manifiestan como constructos operantes en el contexto socio-cibercultural.

Como el Festival de Teatro de La Habana 2021 será una propuesta que nos hará a todos espectadores digitales, el elemento fílmico digital será la enunciación manifiesta y tendremos que revestirnos de una mirada crítica que abarque el espacio de creación teatral en la pantalla.

El ambiente digital donde se producirá el Festival será un acicate para vincular al cine con el teatro y al teatro con el cine.

En realidad lo más cercano que tenía el cine para inspirarse en sus orígenes fue el teatro. Tal vez sería más correcto decir las artes escénicas: los musicales, el circo con todos sus números, los cafés cantantes; por supuesto, hasta la literatura folletinesca con su esquematismo dramatúrgico; y, también toda la gran literatura decimonónica intervino en los orígenes del cine.

En la medida que el cine empezó a incorporar novedades tecnológicas tuvo períodos de independencia, fueron signos de ello el desarrollo del montaje, la división de planos para mostrar la acción, la superación de lo profílmico en la imagen fílmica resultante, el raccord, la constitución de una gramática y una sintaxis para la escritura cinematográfica.

La enunciación cinematográfica primitiva, llamada modelo de representación primitivo (MRP) parte del discurso de la escena teatral de los inicios del siglo XX: frontalidad absoluta, escenografía a modo de decorados acartonados, un único espacio, sobre-expresión actoral. Entonces solo el cine tenía una cámara fija fiel al punto de vista frontal del espectador teatral, y que solo a través de una manipulación de apertura y cierre de la lente concebía la separación de los distintos actos de la “representación”.

Hay que decir que el desarrollo del montaje y las genialidades de Eisenstein y Griffith no lograron apartar aquel cine de una latente teatralidad que además fue sustentadora de la grandeza cinematográfica de muchas obras de la época.

En medio del traspaso de estrategias discursiva entre ambos medios se logran obras únicas desde los primeros años. Pienso en El gabinete del doctor Caligari (1919) donde se conservan las estructuras teatrales de manera alarmante. Un caso emblemático donde el teatro emplea al cine fue en los años veinte cuando Piscator empieza a usar los proyectores en sus montajes.

Cuando el cine pierde la frontalidad gracias al desarrollo tecnológico de las cámaras y estas pueden andar por la escena y variar el punto de vista, junto a la incorporación del sonido, se consigue una expectación más singular.

El cine se hace más narrativo y el teatro más mostrativo o viceversa. Pero tanto en la narratividad como en la mostración hay huellas de lo teatral como de lo fílmico.

Con el movimiento de cámaras y el sonido el cine adquiere una narrativa de más posibilidades, aunque sigue apegado a una teatralidad matizada por las convenciones escénicas, esto lo vemos en la retórica hollywoodense de los años 50: plano secuencia, movimiento interno, profundidad de campo; en cuanto al nivel temático recordemos que mantenían el peso del diálogo y la actuación: argumentos teatrales, como los llamó Kracauer.

Y, no obstante, con todos estos elementos que estructuraron el lenguaje cinematográfico con una estética propia, reconocida, el cine no deja de transfusionarse con el teatro, tenemos la obra de Peter Greenway o Ingmar Bergman por poner solo dos cineastas paradigmáticos para el séptimo arte y sin embargo muy maridados con el teatro.

Llegado el momento el posmodernismo emprendió una carrera de rupturas que tocó de manera simultánea tanto al teatro como al cine: fragmentaciones de la imagen, artificiosidad, narrativas despedazadas, enunciaciones sin centro, etc., etc.

Hemos llegado a una espectacularidad de la teatralidad a través de la escritura de un discurso por medio de un artefacto dialógico medial. Sería errático considerar diferencias o semejanza entre el cine y el teatro. Se trata de interacciones que sustancian procesos creativos que pueden fundirse y el texto resultante escapa de lo meramente fílmico marcado por lo teatral o sencillamente de lo teatral marcado por lo fílmico.

Los sistemas significantes tanto del cine como del teatro disfrutan de categorías formales y estéticas propias; cuando se articulan se singularizan en el nuevo contexto que ya no es el de origen, lo que no quiere decir que se conviertan en metacinematográficas o metateatrales; crean en sus conjunciones y propósitos sémicos un universo de expresiones que se manifiesta no en contrapunto sino como puesta en forma artística portadora de un evento de logicidad particular en sus aspectos estéticos y narrativos.

Hoy, en un ambiente posdrámático en pleno desarrollo, el escenario no es el único marco para el teatro, por otro lado el presupuesto dramático-literaria cada vez es menos significativo para la teatralidad.

Si nos guiamos por la historia del cine podemos pensar en estos momentos en una reteatralización del cine. No son pocos los ejemplos, tenemos a Lars von Trier cuando hace en 2003 Dogville y Manderley en 2007.

Para muestra de la fruición que provoca lo fílmico en lo teatral está la casi milagrosa y ritual vivencia teatral, en vivo y en directo siempre, de La Fura dels Baus, paradigma del experimentalismo donde hasta a veces se atropellan videografía, audiovisualidad, representación escénica, realidad aumentada, espectáculo-instalación.

Las tecnologías de la información y la comunicación han producido una consolidación tal del lenguaje cinematográfico que podría provocar posiciones extremas que bogarían a favor o en contra de las consideraciones sobre la teatralidad en la filmicidad o contrariamente.

Ni rompe el cine con el teatro ni el teatro deja de hacerles marcas al cine.

Tomado de: Cubarte

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Galaxia K puede ser un punto de partida para la educación en el arte de la animación”

Ivette Ávila, cineasta cubana

Por Rubén Ricardo Infante @RRdoInfante

Desde finales de junio del presente año conozco del proceso creativo de la realizadora Ivette Ávila y su equipo en la concepción de la serie de diez cápsulas sobre el arte de la animación que actualmente se transmiten por el canal Cubavisión. Lo que comenzó siendo un proyecto que incluía sus propias experiencias en talleres se convirtió en un programa de televisión, sobre el cual asegura su directora y guionista que no es “un producto perfecto, pero sí un punto de partida”.

El equipo de trabajo de Galaxia K cuenta con dos productores, Elaine del Valle y Aramís Acosta; en la fotografía Jorge Ramírez y Alain Pérez; Omar Batista en la dirección de arte; mientras que Jean Alex Noa se encarga de la edición y efectos visuales y Ramiro Zardoya de la animación 2D.

Ivette, me gustaría comenzar por el principio, ¿cómo surge la idea de hacer el programa?

Producciones Cucurucho es un grupo creativo que integramos Ramiro Zardoya y yo, junto a otros animadores y colaboradores que entran y salen de los talleres y eventos que organizamos; llevamos más de diez años haciendo talleres, hemos hecho más de 60 por toda Cuba. A través de estos talleres creamos una metodología que queríamos compartir con otros; en un primer momento pensamos en escribir un manual…, pero con todo esto de la pandemia provocada por la COVID-19 y la imposibilidad de hacer talleres presenciales, surge esta idea de Minerva Rodríguez, directora del British Council Cuba, de hacer unos videos para enseñar el ABC de la animación, orientados al proyecto nacional Cámara Chica.

Cámara Chica es un proyecto del Consejo Nacional de Casas de Cultura con un apoyo importante del British Council, con el cual hemos mantenido un vínculo importante. Hemos impartido talleres en sus sedes de Villa Clara, Granma, Pinar del Río y en los dos festivales nacionales que se han hecho allí. Estos talleres han sido muy breves, pero han generado una gran expectativa. El proyecto Cámara Chica tiene niños de todo el país y realmente cuesta mucho trabajo aglutinarlos en un espacio para que reciban estos talleres y más aún, en tiempos de pandemia.

Entonces Minerva se acercó a nosotros, nos planteó su idea sobre las cápsulas y pensamos en hacer algo sencillo, filmado en casa. Pero le comentamos la idea a Ester Hirzel, la directora de Animados Icaic y ella se motivó muchísimo y decidió colaborar también con el proyecto. Con la entrada de Animados Icaic vimos la oportunidad de hacer algo más complejo siempre pensando en las redes, que pasara de mano en mano o que se pudiera divulgar mediante las Casas de Cultura. La posibilidad de producir con un poco más de comodidad nos hizo repensarnos el proyecto y es cuando entra la idea de incluir secciones que hablaran de la historia, de curiosidades, de personalidades y diferentes modos de hacer dentro del arte de la animación.

Así es como surge el programa, tal como está concebido hoy. Siempre en las clases me gusta decir que la animación es un universo infinito y queríamos que el programa fuera ese universo. Nos empezamos a debatir en el nombre, teníamos la palabra galaxia, un viaje por la galaxia de la animación, pero finalmente pusimos la letra K, por la palabra Kino (prefijo en griego que significa movimiento y palabra que en alemán significa cine), y es que la animación es movimiento. Los animadores estamos obsesionados con dibujar, con reflejar el movimiento, la animación es ilusión de movimiento. Por eso la letra K en la Galaxia, y después lo usamos en los nombres de las secciones: Expedientes K (jugando con esto de expedientes desclasificados), AnímateK, anímate en la Galaxia K, o sea anímate a animar.

Una vez que filmamos comenzamos a editar, a desarrollar las cápsulas, a completar el programa, y Rafael Pérez Ynsúa, director de Cubavisión, conoció de Galaxia K y habló con nosotros para valorar la posibilidad de estrenarlo en la Televisión Cubana. Todas las partes estuvimos de acuerdo y gracias a ello Galaxia K está saliendo los miércoles a las 5 de la tarde por Cubavisión para todo el país.

¿Cuáles han sido tus motivaciones profesionales a la hora de concebirlo?

Creemos que Galaxia K puede ser un punto de partida para la educación en el arte de la animación. La idea de incluir las secciones complejizó la producción, hemos tenido que investigar muchísimo y buscar gran cantidad de imágenes y videos para graficarlas, pero era vital que aprovecháramos esta posibilidad espectacular de divulgar peculiaridades sobre la animación que mucha gente ignora. Creo que la concepción general que tienen las personas es que la animación son “muñequitos”, que la animación es un qué…, un género. La animación es un cómo, es un medio de expresión de infinitas posibilidades, que puede funcionar lo mismo para un documental o una ficción. Desde que estoy en el ámbito profesional de la animación, porque provengo del mundo de la ciencia, estoy tratando de reivindicar de cierta forma conceptos que tienen que ver con el mundo animado. Yo veía la posibilidad de transmitir eso que estaba enseñando en la Facultad de las Artes de los Medios de Comunicación Audiovisual (FAMCA) o en los talleres, de crear una expectativa en un público mayor, que los espectadores sientan eso de que la creación es infinita, que la animación lo hace todo posible y que todo lo que existe se puede animar.

En el caso de las clases me propuse ofrecer consejos prácticos de técnicas que los niños pudieran reproducir en sus casas con los elementos que tienen, con objetos, con juguetes, con recortes de cartulina o collage, etc.

De hecho, para este tipo de animación, porque nos centramos en la animación artesanal es vital tener un trípode, que puede ser caro o difícil de conseguir, entonces una de las clases es cómo hacer un trípode de papel y otra de las clases es como descargar y usar un software libre que está en internet que se llama Stopmotion Studio y cómo usarlo para capturar, editar, poner el sonido. De modo tal que después que los niños vean la temporada completa puedan tener un cúmulo de conocimientos, de ideas prácticas para hacer sus primeras películas animadas.

En Cuba la animación no se estudia como especialidad en ningún medio de enseñanza, ni media, ni superior, no existe como carrera y es una solicitud que hemos hecho en muchos espacios. Creo que el programa puede ser un punto de partida para que la demanda de que se establezcan esas carreras se haga viable. Porque es una oportunidad de divulgar, de generar un interés, y de crear también una necesidad.

Como espacio propicia la creatividad y el desarrollo de habilidades en los niños, ¿crees que estamos necesitados de programas de este tipo en la televisión cubana? ¿Qué hacer para remediar esta problemática?

Estamos en una era donde los niños no son simples consumidores, ni siquiera somos los padres los que diseñamos los contenidos que los niños ven, en la mayoría de los casos. Los niños pueden diseñar sus propias parrillas televisivas, con lo que tienen en las computadoras, en los teléfonos, grabado en memorias, cada vez son más activos en la forma en que consumen y para eso lo ideal es que estén educados, que sepan determinar lo que está bien o lo que está mal, lo que es más valioso desde el punto de vista estético y qué contenidos son más adecuados para ellos.

Ahora mismo los niños y los adolescentes no son solo consumidores, ellos con sus teléfonos son generadores de contenido, filman su realidad inmediata y a veces filman cosas inadecuadas, por eso llevamos años hablando de la necesidad de una alfabetización audiovisual, sea desde la escuela, sea desde los medios de comunicación, pero lo ideal es ofrecer herramientas para que, si van a producir contenido lo hagan de forma valiosa; porque además ellos observan el mundo de forma muy aguda, muchas veces ven lo que los adultos no vemos. En ese sentido creo que Galaxia K puede ser un aporte a esa alfabetización audiovisual. Nosotros queremos que el programa pase de mano en mano, que se socialice a través de las Casas de Cultura, que se ponga a disposición del Ministerio de Educación, que se pueda copiar y dejar en los departamentos de arte de las escuelas.

Creo que no es producto perfecto, pero sí un punto de partida.

Cuáles han sido tus referentes, o proyectos que te han servido de base en la concepción del diseño del programa.

En realidad, no hemos tenido un referente, más bien nos hemos guiado por nuestras experiencias en los talleres que hemos impartido con niños de todas las edades. Es un programa bastante genuino en ese sentido de la forma en que ha nacido. Hace años vi una serie argentina que se llamaba Caloi en su tinta, que estaba enfocada en los dibujos animados como tales, y Caloi los comentaba y se ponían los materiales completos, ese programa me encantó. Siempre sentí que sería tan bueno tener un programa así en la Televisión Cubana, para que la gente aprendiera de animación, desarrollara una sensibilidad y sacara la animación de ese encasillamiento que habita en el imaginario del público e incluso de los académicos.

Entonces se puede decir que Caloi en su tinta, se convirtió en una inspiración para Galaxia K. Porque realmente la forma en que lo hemos armado y construido ha sido desde nuestra experiencia práctica, desde lo que hemos experimentado en la enseñanza.

¿Cómo articulas las tres secciones que integran el programa de acuerdo a la temática de cada capítulo?

La primera idea era que todas las secciones y la clase práctica estuvieran conectadas en cuanto a contenido en cada capítulo, pero cuando armamos los temas que íbamos a impartir, en ocasiones resultaba complejo encontrar una personalidad asociada a un contenido particular o un dato histórico. Entonces en algunos capítulos se imbrica muy bien, pero en otros sencillamente lo que tratamos de dar es una conexión entre la personalidad y el tema histórico que estamos tratando. Por ejemplo, en un capítulo Expedientes K habla del gran animador de los monstruos del cine (antes de la era digital) Ray Harryhausen y luego en El agujero del tiempo tratamos sobre películas muy famosas de la Historia del cine, de la ciencia ficción, que utilizaron animación artesanal para sus efectos visuales.

Pero realmente el objetivo principal de cada programa es el aspecto práctico y que el niño lo pueda llevar a cabo, y a veces no tenemos una conexión directa entre la clase y las secciones. También el propósito de las secciones es que el programa sea más atractivo, más vistoso, más abarcador…

En las secciones hemos tratado de hablar del surgimiento de muchas artes dentro de la animación, por ejemplo, de la animación digital, de la historia de la animación en Cuba, de cómo llegó el stop motion a la Televisión Cubana y como se desarrolló el stop motion en los Estudios de Animación Icaic…, pero también hemos hablado del primer largometraje animado, de técnicas poco conocidas como lo es la rotoscopia, tenemos una gran variedad de contenidos y una gran variedad de personalidades como son: Ray Harryhausen, Quirino Cristiani, Lotte Reiniger, Jan Svankmajer, Ladislaw Starevich, Norman McLaren…

Es una Galaxia llena de luces y colores, y como equipo trabajamos con la ilusión de que nos acompañen en este viaje maravilloso por el mundo de la animación.

Tomado de: La Jiribilla

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Cinexcusas: Sofía 87

Sofía Loren, actriz italiana

Por Luis Tovar @luistovars

Usted lo sabe, señora Sofía: cuando se habla de alguien que, como es el caso, se ha ganado todos los elogios y reconocimientos posibles, suele ser el ocaso vital quien ayunta la memoria, de cuya nobleza no cabe dudar, con lo que muchas veces sólo es oportunismo. Estas líneas quieren ir a contrapelo de ese hábito, no aguardar guadañas indeseables y aprovechar que apenas el pasado lunes 20 usted alcanzó la edad de ochenta y siete años, tan bien vividos, tan pletóricos de luz, celebridad y gloria que no tendría caso intentar, en un espacio así de breve, un recuento pretendidamente completo, sin olvidar que la intención de este irredento admirador suyo no es sino festejar su nueva vuelta al sol. Por lo demás, se antoja imposible la exhaustividad: ¿cómo, si hace siete décadas y un año, en un 1950 ya lejano, en su debut no firmó Loren sino Scicolone, apellido que de inmediato cambió por Lazzaro? No sólo eso sino, por ejemplo, su participación sin crédito en Quo Vadis?, complican otro poco la tarea.

Más valioso que la enumeración sería ponderar, a lo largo de un periplo que comenzó cuando tenía usted apenas dieciséis años y sigue hasta el presente –apenas en 2020 protagonizó La vida por delante, de Edoardo Ponti–, la transformación a la que usted misma sometió su presencia en las pantallas: que suene lo menos obvio posible pero su belleza física, insoslayable hasta lo paradigmático –la rebautizaron como Princesa del Mar, Sirena del Adriático, Señorita elegancia…–, habría bastado para garantizarle fortuna y fama cinematográficas, y sin embargo, en compañía de Carlo Ponti, a su tremendo impacto icónico y su simpatía irresistible amalgamó a partes iguales lo que tuvo desde siempre: talento, sensibilidad y vocación por el arte, no por el mero espectáculo.

Digo lo último porque Hollywood, esa máquina trituradora de personalidades, quiso considerarla suya y todavía hoy se ufana de ser su demiurgo, vaya falsedad: antes, durante y después de la Paramount, Cary Grant, Frank Sinatra, George Cukor, Sidney Lumet y Michael Curtis, estuvieron Vittorio de Sica, Claudia Cardinale, Gina Lollobrigida, Ettore Scola… y deliberadamente dejo hasta el final a Marcello Mastroianni, por razones que sin duda sabe de antemano pero, antes de aludir a ellas, querría dejar dicho y redicho que salvo De Sica, Scola y Mastroianni, con quienes me atrevo a decir usted se sabe indisoluble –y nada importa que la muerte los alcanzó a ellos antes–, el resto pueden considerarse honrados por Fortuna, por haber tenido el privilegio de compartir guión, set y créditos con una diva que sí merece ser llamada así, y más: una que antes y después de serlo ha sabido ser ella misma, sin los andamios de la pose ni la lejanía que mistifica, no obstante haber ganado todo lo ganable en materia de premios y reconocimientos –Palma, César, Concha, Oscar, BAFTA, Globo, David de Donatello…– y ser, desde un principio constatado hasta la fecha, El Rostro del mejor cine hecho en Italia.

Desde luego están o, mejor dicho ustedes son, Filomena y Domenico del Matrimonio a la italiana; la vendedora de cigarros, la enjoyada y la prostituta de Ayer, hoy y mañana; Giovanna y Antonio amorosísimos de Los girasoles, todas bajo el genio de De Sica, más las otras siete u ocho que protagonizó al lado de Marcello, pero es difícil no decirlo con la frase recurrente: para la inmortalidad les habría bastado con ser la Antonietta y el Gabriele de Una jornada particular, esa obra maestra de Ettore Scola, por mil razones: el entendimiento histriónico absoluto entre ustedes, desde luego, pero sobre todo lo que encarnan en sus personajes: el sufrimiento que infligen intolerancia, autoritarismo, tradicionalismo, y la protesta sutil e insospechada en contra de esos males, resumidos en la palabra fascismo, ejerciendo las virtudes más humanas: solidaridad, empatía, compasión…

Se termina el espacio, señora Loren, y bien sé que rozo apenas las orillas de su biografía. Terminaré deseándole larga vida; en este mundo, porque el de la posteridad ya le pertenece.

Tomado de: La Jornada Semanal

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El racismo: una sombra que recorre Bolivia

La alcaldesa de Vinto por el MAS, Patricia Arce, sufrió los vejámenes de los jóvenes de la Resistencia Juvenil Cochala. Foto Página/12

Por Orietta Hernández Bermúdez @orietta82

En octubre de 2019, la derecha boliviana acusó sin pruebas al Movimiento al Socialismo (MAS) de cometer un fraude monumental en las elecciones generales. Como consecuencia, campesinos, originarios, militantes de ese partido, sufrieron los ataques de hordas racistas que, bajo el argumento de la defensa de la democracia y la libertad, cundieron de pánico las calles, apaleando y amenazando a todos los por su apariencia vinculaban con el masismo.

La aparición de grupos irregulares, sus vínculos con los líderes de la derecha, y la protección ofrecida por el gobierno de facto de Jeanine Añez, no son un hecho menor y pusieron al descubierto uno de los flagelos que afecta al país: el racismo, que se manifestó como una de las verdaderas causas del golpe de estado al gobierno de Evo Morales.

Sería oportuno entonces preguntarse ¿es el racismo un fenómeno nuevo que ha afectado al país a partir de los acontecimientos del 2019? La respuesta desafortunadamente es no. El racismo y la discriminación constituyeron prácticas habituales desde la etapa colonial en Bolivia, que fueron configurando las estructuras y relaciones de poder, haciendo uso de la violencia y condenando a algunos sectores a la invisibilización.

De acuerdo con la opinión de los investigadores Andrés Calla y Khantuta Muruchi: “En Bolivia el racismo fue silencioso pues no precisó expresarse abiertamente, ya que sus víctimas solían internalizarlo y se situaban mansamente en los espacios que les asigna la estructura. En cambio, para los sectores excluidos mayoritarios, indígenas, campesinos y sectores populares, los cambios significan la posibilidad de acceder y posesionarse en espacios de poder político que hasta ahora les fueron negados”. i

Es por eso, que el triunfo del MAS y la llegada al gobierno de Evo Morales, el primer presidente indígena en Bolivia, el año 2006, significó un duro golpe que quebró el imaginario de la élite económica-política que hasta ese momento había monopolizado el poder del Estado, tal y como lo resume Álvaro García Linera: “Para la historia racializada del país, fue como si el cielo se hubiera caído, como si los acerados desprecios de inferiorización escalonada con los que la sociedad colonial ordenó el mundo a partir de los colores de piel y apellidos, se convirtieran en polvo ante la insolencia de un campesino entrando al Palacio de Gobierno”.ii

Es que el racismo, opera en la subjetividad y la representación social de los individuos y es consecuencia de la colonización interna. El odio y desprecio al indio, está asociado también a su estigmatización como un ser inferior, ignorante, representante de la pobreza y el atraso cultural.

La aprobación de la nueva constitución en el año 2009, dio paso al nacimiento del Estado Plurinacional de Bolivia, que reconoció y dignificó la existencia de las 36 etnias que habitan en el país. A partir de entonces, fueron notables los esfuerzos por eliminar la discriminación y el racismo. Uno de los logros más significativos fue la promulgación de la Ley contra el racismo y toda forma de discriminación en el año 2010, que de acuerdo con lo expresado en su artículo I, “persigue el objetivo de establecer mecanismos y procedimientos para la prevención y sanción de actos de racismo y toda forma de discriminación en el marco de la Constitución Política del Estado y Tratados Internacionales de Derechos Humanos”.iii

Sin lugar a dudas, el proceso de cambio liderado por Evo Morales influyó positivamente en la autopercepción de los indígenas, originarios y campesinos que, como resultado de las políticas públicas de redistribución de las riquezas, llevada a cabo por el MAS, no sólo salieron de la pobreza extrema, sino que se incorporaron a la vida económica y social como una clase media emergente con la autoestima fortalecida. Por primera vez en la historia de Bolivia, apellidos como Quispe, Mamani, Condori, Pary, Choquehuanca, por solo citar algunos ejemplos figuraron en las listas de altos cargos públicos y políticos.

Sin embargo, la clase media, los comités cívicos, así como políticos conservadores, aun cuando se beneficiaron del indiscutible crecimiento económico del país, durante el proceso de cambio, jamás lo aceptaron y lo percibieron además como una invasión de “sus espacios naturales”. No fue suficiente la normativa legal para desmontar el racismo del imaginario social, se mantuvo como adormecido pero presente, hasta el golpe de estado de 2019.

A propósito de estos acontecimientos, el pasado mes de agosto, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (GIEI), llegó a Bolivia para hacer entrega de un informe sobre la violación de los derechos humanos en el país andino durante el último trimestre de 2019. Entre los problemas estructurales señalados en el capítulo IV del documento se encuentra el racismo y el irrespeto a los símbolos indígenas. Es por eso que de las 36 recomendaciones que hace el GIEI, al menos 6 tienen que ver con el racismo y la discriminación.

Entre ellas destaca: «Que los líderes políticos y sociales se abstengan de utilizar la problemática del racismo para generar discursos de odio, estigmatización o violencia”. En esta misma línea de pensamiento, más adelante en el propio informe se enfatiza que “El clima de polarización ideológica en la población creció en la medida en que los líderes políticos incentivaron o toleraron la violencia que ejercían sus respectivos simpatizantes, a lo que se sumó la ineficaz intervención de las autoridades del Estado».iv

Esta afirmación interesante y oportuna nos permite reflexionar sobre el papel de los principales líderes de la derecha que incitaron situaciones de violencia, a lo que resulta necesario añadir el rol desestabilizador y cómplice de los medios de comunicación y redes sociales.

No hay que olvidar que fue Carlos Mesa, el líder de Comunidad Ciudadana, quien el 20 de octubre de 2019, en la noche, cuando aún no se conocían los resultados finales para elegir al presidente del país, anunció una segunda vuelta electoral y llamó a sus seguidores a defender el voto en las calles. Este fue el inicio de una escalada de violencia que devino en la quema de Tribunales Electorales Departamentales y propiedades privadas de diputados y gobernadores del MAS, así como agresiones físicas a campesinos e indígenas en varias ciudades bolivianas.

Estas movilizaciones y luego el establecimiento del gobierno de facto encabezado por la autoproclamada presidenta Jeanine Añez, coinciden con el surgimiento en la región de una derecha radical con rasgos fascistoides que enlaza en varios puntos con un fenómeno que ha ido abriéndose paso en América Latina en los últimos años: el populismo de derecha.

El auge de esta corriente podríamos ubicarla a partir del 2015, unida a la emergencia a escala internacional de fenómenos similares, como el representado por Donald Trump en Estados Unidos, Jair Bolsonaro en Brasil, Mauricio Macri en Argentina y Lenin Moreno en Ecuador. Este es un populismo que se manifiesta como gestor de la restauración conservadora y de la acción golpista.

Al respecto, las investigadoras Bárzaga y Hernández, destacan: «El discurso populista de derecha en la región, tiene como centro las emociones y como escenario fundamental los medios de comunicación y redes sociales. Todo es válido en la lucha contra el progresismo y otras fuerzas políticas y populares. De acuerdo con la narrativa de los gobiernos de derecha, una victoria electoral de la izquierda es sin dudas un fraude monumental, un mandato extendido y autoritario de la derecha es cuando menos necesario para mantener la democracia y por supuesto un mandato prolongado de la izquierda es una “dictadura corrupta”».v

El discurso de los líderes populistas de derecha, en el caso de Bolivia, tiene un profundo sentido racista y de fanatismo religioso, camuflado tras una supuesta lucha contra la corrupción. El golpe de estado al presidente Morales en el año 2019, no fue una acción democrática de las masas enardecidas ante la supuesta corrupción del gobierno del MAS, fue un linchamiento por parte de la derecha contra los indígenas, campesinos y originarios, que se atrevieron a incorporarse a la vida política, económica y social del país a la par de la ya establecida clase media. De esta forma, todo lo relacionado con el MAS, era identificado con la corrupción, el fraude y debía ser eliminado.

Si analizamos el tema desde el punto de vista simbólico, debemos detenernos en la entrada de los golpistas al Palacio Presidencial con la Biblia, el rosario y la bandera tricolor boliviana, cumpliendo la promesa hecha ante el cabildo de Santa Cruz de hacer que Dios regresara al Palacio. A propósito de este hecho, uno de los líderes golpistas Luis Fernando Camacho, el 10 de noviembre de 2019, publicó en sus redes sociales: “¡Dios volvió al palacio y 15 min después empezaron las renuncias de todos los delincuentes de este país! ¡A quienes no creyeron… les digo que Dios existe y ahora va a gobernar Bolivia para todos los bolivianos! Mañana iniciamos procesos a los senadores, diputados, ministros, viceministros y todos los que humillaron a nuestro pueblo… no es odio ni venganza, ¡es justicia! ¡Dios bendiga Bolivia! ¡Dios bendiga nuestra juventud!”.

En una primera lectura de esta declaración de Camacho, se pueden identificar dos elementos preocupantes, que corroboran el efecto negativo de la incitación a la violencia de algunos líderes políticos, señalado por los expertos del GIEI. En primer lugar, la utilización de la religión como bandera, señalando como infieles y herejes a los indígenas y sus creencias tradicionales.

En segundo lugar, la manera en que involucra y convoca a la juventud, específicamente a aquellos que protagonizaron acciones “en defensa de la democracia y la libertad”, antes del golpe de estado de noviembre de 2019, que devinieron en actos violentos y racistas que causaron daños físicos y morales a todos aquellos que identificaban con el Movimiento al Socialismo.

No es posible destacar estos hechos sin mencionar dos organizaciones cuyo accionar antes del golpe y durante el gobierno de facto de Jeanine Añez denota un marcado carácter racista, nos referimos a la Unión Juvenil Cruceñista (UJC) y la Resistencia Juvenil Cochala (RJC).

El primero de estos grupos, la Unión Juvenil Cruceñista, creada en 1957, es considerada el brazo armado del Comité Cívico de Santa Cruz. Este grupo se autodefine como cívico y autonomista, pero la Federación Internacional de Derechos Humanos lo ha descrito como “grupo paramilitar fascista”.

Los unionistas abiertamente expresan su admiración por grupos como los Ustachas de Croacia y las SS de la Alemania nazi e incluso adoptan frecuentemente en sus reuniones el saludo fascista con el brazo extendido. Sus miembros, menores de treinta años tienen una tendencia violenta y racista, muchos de ellos han sido procesados judicialmente por estos delitos.

La UJC, que casualmente tuvo como vice presidente a Luis Fernando Camacho, el golpista, se destaca por su profundo odio hacia los “indios”, mujeres que visten polleras y cualquier otra persona que no comulgue con sus intereses políticos. Por ese motivo desde la llegada al gobierno de Evo Morales, se declararon abiertamente opositores y protagonizaron acciones violentas y desestabilizadoras, con fines separatistas.

Días antes de las elecciones de 2019, durante el cierre de campaña del Movimiento al Socialismo, en Santa Cruz, miembros de la UJC, agredieron verbal y físicamente a varios de los asistentes. Era el preludio de una ola de violencia en la que los unionistas usurparon funciones de la policía, patrullando la ciudad y violando varios derechos humanos elementales. Sobre este tema el presidente Luis Arce Catacora, refiriéndose a lo señalado por el GIEI, comentó:

“El informe refiere de manera directa la conducta asumida por el Comité Cívico pro Santa Cruz, en el establecimiento de prácticas no amparadas en el derecho a protesta, al extremo de suspender derechos, creando situaciones de excepción, que dependen únicamente de decisiones estatales. Una organización privada no puede limitar y controlar la libre circulación de personas y mucho menos emitir permisos de circulación, arrogándose funciones que no le competen”vi

Todas estas acciones de la Unión Juvenil Cruceñista, contra los militantes y simpatizantes del MAS, contaron con el apoyo de los cívicos de Santa Cruz e inspiraron la aparición de un grupo irregular en Cochabamba; la autodenominada Resistencia Juvenil Cochala (RJC), quienes se autodefinen como una fuerza pacífica, una plataforma ciudadana sin lideres formada para combatir la tiranía y luchar por la democracia en Bolivia.

Pese a que algunos lo catalogan como un grupo espontáneo los hechos demuestran que se trata de una construcción fascista y paramilitar, que se distingue por su profundo odio hacia Evo Morales y su rechazo por los campesinos, indígenas y mujeres de pollera.

Los miembros de la RJC operaban encapuchados, montados en sus motocicletas y portando armas caseras. De esta forma atacaban en grupo a personas vulnerables y aisladas, así consta en un video que circuló en las redes sociales, donde integrantes de la Resistencia golpearon a dos mujeres de pollera.

Agredieron además a la alcaldesa de Vinto en Cochabamba, Patricia Arce, la obligaron a caminar descalza, le arrojaron pintura, la ofendieron, humillaron, maltrataron y le cortaron el cabello, solo por ser miembro del MAS, por ser mujer, por ser indígena.

Una vez instalado el gobierno de facto se comprobó que la Resistencia Juvenil Cochala contaba con el apoyo explícito del gobierno. El ministro Arturo Murillo dijo que la RJC fue «muy útil» durante los días del conflicto. «Los cochabambinos estamos muy agradecidos por toda su labor que realizaron anteriormente. Si quieren ser un grupo de seguridad, pueden presentar sus papeles al ministerio de Gobierno, todo tiene que ser documentado. Necesitamos orden», señaló Murillo en conferencia de prensa.vii

La impunidad acompañó a estos grupos irregulares durante el gobierno de facto de Jeanine Añez. La Unión Juvenil Cruceñista y la Resistencia Juvenil Cochala continuaron alentando la violencia, la discriminación y la polarización del país.

Esa realidad cambió con el triunfo del MAS en las elecciones generales del 2020, cuando el 55,1% de los bolivianos decidió en las urnas, recuperar la democracia. Sin embargo, aún existen tensiones, que obstaculizan el camino a la unidad del país. La más reciente manifestación de racismo y discriminación tuvo lugar el 24 de septiembre durante los actos conmemorativos por el 211 Aniversario del grito libertario de Santa Cruz.

La celebración transcurrió en un ambiente de tensión, promovida principalmente por el vergonzoso y ofensivo comportamiento de autoridades locales. Es el caso de Rómulo Calvo, presidente del Comité Cívico pro Santa Cruz, quien, como una clara señal de desprecio, dio la espalda a los asambleístas departamentales del Movimiento al Socialismo y como si no fuera suficiente la afrenta, desinfectó con un atomizador de alcohol su entorno, así como las manos de algunos que saludaron a las autoridades del partido de gobierno.

El golpista Luis Fernando Camacho, ahora gobernador de ese departamento, inició su discurso sin saludar al vicepresidente David Choquehuanca, quien se encontraba allí como presidente en ejercicio del Estado Plurinacional. Durante su intervención, utilizó frases provocativas y despectivas contra el Movimiento al Socialismo y sus seguidores. Aprovechó el espacio para acusar a las autoridades del gobierno central de intentar desestabilizar Santa Cruz e impidió el uso de la palabra al presidente en ejercicio al concluir:” Esta es fiesta cruceña y quienes vienen a agredir a Santa Cruz no lo van a hacer. Con mi discurso, el acto se da por cerrado”viii

Nuevamente el racismo, la sombra que recorre Bolivia se hizo presente. No fueron solamente las autoridades masistas y algunos líderes de movimientos sociales las víctimas de discriminación y en algunos casos agresiones verbales y físicas. Al final del acto en medio de insultos la Whipala fue retirada, desconociendo y discriminando uno de los símbolos nacionales que representa a los indígenas y originarios.

Estos actos racistas y discriminatorios causan descontento, enfrentamientos y división. Son la expresión del pensamiento de la derecha radical, que continúa saboteando al gobierno del MAS.

Conclusiones

El auge del racismo en Bolivia, como preludio del golpe de estado del 2019, coincide con la presencia del populismo de derecha en el continente americano. Los discursos de los líderes golpistas bolivianos utilizaron la religión como bandera, para esconder sus profundos sentimientos de odio y de racismo.

El papel de líderes políticos de derecha como Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho promovieron la violencia y la actuación de grupos con tendencias fascistas como la Resistencia Juvenil Cochala y la Unión Juvenil Cruceñista que incurrieron en graves violaciones de los derechos humanos, documentadas en el Informe del GIEI. Sus ataques a los indígenas, campesinos y originarios demuestran que aún está latente el racismo en la sociedad boliviana.

Actualmente varios de sus miembros están siendo procesados por la justicia en el marco de las investigaciones del Caso Golpe de Estado. Por su parte, el presidente Luis Arce Catacora, ha anunciado que se trabajará en la desarticulación de estos grupos irregulares. Sin embargo, estas acciones no serán suficientes para eliminar esta sombra que recorre Bolivia. Será necesario continuar la labor iniciada por el gobierno de Evo Morales e insistir en el ámbito educativo y familiar en el fomento del respeto y la igualdad.

Teniendo en cuenta que el racismo fue una de las verdaderas causas del golpe de estado del 2019, cabe decir que urge su eliminación, para garantizar la estabilidad del nuevo gobierno del MAS que a diario debe sortear los intentos golpistas y separatistas de la derecha.

i Calla, Andrés , Muruchi, Khantuta:“Transgresiones y racismo “ en la Revista:” Observando el racismo. Racismo y regionalismo en el proceso constituyente”. Defensor del Pueblo. La Paz.2008.

ii García Lineras, Álvaro :”Las Tensiones creativas de la Revolución. Quinta Fase del Proceso de cambio”.Disponible en: https://www.bivica.org/files/tensiones-creativas.pdf

iii Véase el texto completo de la Ley en https://www.cancilleria.gob.bo/webmre/sites/default/files/LEY%20%20045CONTRA%20EL%20RACISMOY%20TODA%20%20

FORMA%20DE%20DISCRIMINACION.pdf

iv El informe completo está disponible en https://cancilleria.gob.bo/webmre/system/files/pdf_banner/2021-GIEI-Bolivia-informe-final.pdf

v Bárzaga, Mayra, Hernández, Orietta: “El Populismo como estilo Comunicativo en América Latina”. Centro de Investigaciones de Política Internacional. La Habana. Cuba.2021.

vi El discurso completo está disponible en: https://www.listennotes.com/podcasts/red-patria-nueva/discurso-presidente-luis-elXI6GWZqRh/

vii Ver más en https://www.pagina12.com.ar/246636-que-es-la-resistencia-juvenil-cochala

viii “El racismo y la discriminación empañan el aniversario de Santa Cruz” disponible en file:///C:/Users/Cuba/Downloads/PERIO%CC%81DICO%20AHORA%20EL%20PUEBLO%20-%20EDICIO%CC%81N%20148.pdf

Tomado de: CIPI

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¿Pueden las ciudades seguir creciendo de forma ilimitada?

Foto La Vanguardia

Por Juan Manuel Ros García @rosjuanma

«La contención coordinada y sostenible del sistema representa una oportunidad global de revisión urgente del modelo actual de crecimiento desmedido que haga posible vivir de forma segura en nuestras ciudades», reflexiona el profesor e investigador Juan Manuel Ros García.

Como un presagio, hace ya cincuenta años (en 1971), el libro Los Angeles: The Architecture of Four Ecologies del crítico inglés Reyner Banham analizaba de forma innovadora las relaciones que se establecían entre los habitantes y la ciudad como un lugar de complejas interconexiones.

Contra la ortodoxia establecida del Movimiento Moderno, en dicho libro, la ciudad se estudiaba de acuerdo a cuatro subsistemas topográficos:

– La zona de las playas (surfurbia),

– La red de autopistas (autopía),

– Las llanuras,

– Y las colinas con sus grandes mansiones.

Sobre cada uno de ellos actuaban las variables de geografía, clima, economía, demografía, técnica y cultura.

Sólo un año más tarde, en 1972, el mítico informe Los límites del crecimiento hablaba también de evitar riesgos ecológicos previsibles si no se coordinaban urgentemente todos los factores de crecimiento de las ciudades según la densificación residencial. El objetivo era no romper el equilibrio y así buscar una proporcionalidad sostenible. Así se evitaría el consumo impulsivo del suelo. Casualmente, en su versión actualizada del 2004, el informe pronosticaría un fatal desenlace para el año 2020. Las predicciones llevan tiempo cumpliéndose.

Hacia el colapso de las ciudades

Según recientes informaciones del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, se espera que para el año 2050 casi el 70 % de la población mundial viva en las ciudades.

El aumento de las poblaciones en busca de nuevas oportunidades ejerce una enorme presión sobre la ciudad. Es de tal magnitud que el gran reto global se plantea actualmente en términos de evitar el colapso ‘multiorgánico’ del sistema con medidas eficaces que permitan la interacción responsable de los habitantes con el medio ambiente y su conservación.

La realidad es que tan solo el 13% de las ciudades del mundo cuentan con viviendas asequibles. Algo más de 800 millones de personas habitan precariamente en barrios marginales. Las cifras no paran de alarmar y ponen aún más en peligro el ya difícil equilibrio actual del ser humano sobre el planeta Tierra.

El problema se agudiza de manera progresiva e inexorable con la colmatación del medio urbano, cada vez más hipertrofiado respecto al resto del territorio, que lo disuelve en regiones urbanas. Se estima que a mediados de siglo los migrantes internacionales en el mundo hacia las grandes ciudades alcanzarán la cifra de 230 millones de personas.

Será un avance desigual, acentuado en los países en desarrollo o de menor renta. Estos verán incrementadas sus ciudades, especialmente las que tienen menos de un millón de habitantes. El crecimiento urbano acelerado viene asociado a un empeoramiento en las desigualdades sociales contempladas en el Índice de Pobreza Multidimensional Global.

El ecosistema urbano

Desde hace ya un tiempo, hablar con propiedad de las ciudades significa apoyarse en el modelo interdisciplinar de la llamada ecología urbana.

Por un lado, es necesario establecer los límites de crecimiento del hábitat acotando el número máximo de viviendas en coordinación con las infraestructuras viarias o de equipamiento urbano que la ciudad pueda proporcionar. Por otro lado, el modelo urbanizador tradicional de los grandes suburbios periféricos va en contra de la sostenibilidad funcional, reconocida por el contrario en los procesos de densificación y compactación.

En esta dirección apunta la Agenda Urbana Española al pedir que las ciudades sean convivientes, saludables y concienciadas. Concretamente, en su objetivo estratégico 2, aconseja evitar la dispersión urbana y revitalizar la ciudad existente. Para ello parece conveniente operar con unidades básicas escalables de crecimiento urbano, capaces de definir y proporcionar la transformación urbana en nuevas centralidades, sin excesivos consumos de suelo difuso, proporcionando cohesión social.

Al mismo tiempo, al abandonarse las áreas rurales de mayor biocapacidad productiva, y congestionándose las zonas urbanas, que tienen menos, se está contribuyendo al aumento insostenible del déficit ecológico, incluyendo recursos hídricos y gestión de residuos. En el caso de España, el 85 % de su población vive tan sólo en el 30 % de su territorio.

Tal y como puede desprenderse de la ecuación de sostenibilidad urbana, un desarrollo viable exige el impulso de una economía verde, instrumentada por energías renovables con la implantación de comunidades energéticas locales y el fomento de soluciones de autoconsumo en red. Conviene recordar que actualmente más del 70% de la energía producida en el mundo se consume en las ciudades. Será allí donde haya que actuar contra la emergencia climática, mitigando el riesgo y adaptándose al daño.

En 2014, el sociólogo Jeremy Rifkin, presidente de la Fundación de Tendencias Económicas de Washington, proponía como parte de la solución el desarrollo de un nuevo tipo de economía basada en la denominada sociedad colaborativa de coste marginal casi nulo. Ésta favorecería un crecimiento sostenible ecológico compartido. La gestión del tiempo colaborativo como nueva unidad relativa condicionará el crecimiento y competitividad de las ciudades en el futuro.

Salud urbana

Recientemente se ha constatado, debido a la pandemia, que las ciudades constituyen una cuestión de salud pública. La Organización Mundial de la Salud (OMS) a través de ONU-Hábitat acaba de publicar el manual de referencia para la salud urbana llamado Integrar la salud en la planificación urbana y territorial. Se trata de una extensión del Global report on urban health: equitable healthier cities for sustainable development (Informe mundial sobre la salud urbana: ciudades más sanas y equitativas para un desarrollo sostenible).

Más allá del conocido urbanismo táctico y de iniciativas de concienciación como la Baukultur, cada vez es más urgente la necesidad de ofrecer ámbitos suficientes de naturalización urbana, atenuación de ruido y adecuada calidad del aire en las grandes ciudades. Allí se producen más de 7 millones de muertes prematuras anuales por disfunciones ambientales. Ello podría suponer un regreso feliz para muchas personas a los supuestos del medio rural, actualmente desocupado y disponible.

El segundo objetivo estratégico de la Agenda Urbana Española también defiende “perseguir no solo que la ciudad se adapte a la naturaleza, sino que la naturaleza entre en las ciudades. Se trata de fomentar infraestructuras verdes y azules que garanticen la biodiversidad y que conecten las tradicionales zonas verdes urbanas con la propia naturaleza, para acercarla al ciudadano de manera accesible y saludable”.

Según la OMS, por cada habitante son necesarios entre 10 y 15 m² de área verde que debe distribuirse en el hábitat. Parece pertinente proponer un nuevo factor de evaluación medioambiental de calidad de vida urbana, que mida la relación que se produce entre la superficie de espacio público urbano naturalizado –es decir, caracterizado medioambientalmente por su cobertura arbórea, peatonalización, calidad del aire…– y la densidad de población.

Dicho factor podría denominarse índice de activación del espacio público (IAEP). Permitiría establecer un nuevo marcador de calidad de vida y un indicador global de sostenibilidad, para ayudar a evaluar el efecto devastador de las ciudades.

Con esta perspectiva, podemos seleccionar las cinco áreas en términos de consumo de recursos naturales necesarios para hacer posible el desarrollo de la vida urbana. También se pueden entender como los cinco vectores para medir actualmente el problema del crecimiento distópico de las ciudades. Estos son:

  1. Los flujos migratorios de descompensación territorial y la explosión demográfica, como riesgo de vulnerabilidad urbana y acelerador postindustrial del cambio climático.
  2. El mantenimiento energético sostenible y eficiente de los cada vez mayores niveles de exigencia social de calidad de vida.
  3. La logística de abastecimiento de bienes y servicios que no comprometa la huella ecológica en origen, ni el ciclo de vida completo del producto final.
  4. La gestión oportuna de la nueva revolución tecnológica aplicada al orden expansivo de las ciudades (información, transporte y energía).
  5. La ciudad entendida como espacio urbano alternativo agregador de actividades, garante de la salud humana positiva, que fortalezca sus capacidades a favor de la comunidad.

La contención coordinada y sostenible del sistema representa una oportunidad global de revisión urgente del modelo actual de crecimiento desmedido que haga posible vivir de forma segura en nuestras ciudades.

Juan Manuel Ros García, Profesor Titular del Área de Proyectos Arquitectónicos, Universidad CEU San Pablo

Tomado de: Theconversation

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