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(VIDEO) La mano invisible en el cine invisibilizado: “¡Despierta, imbécil!”. Por: Iroel Sánchez*

La utilización de un fragmento de la película española El concursante por la periodista Enma Calderín para ilustrar, en la revista Buenos Días de la Televisión cubana, un comentario sobre la inviabilidad del modo en que operan los bancos en el capitalismo me ha recordado que ese filme español del año 2007 se adelantó a la crisis para plantear -con ironía, emoción e ingenio- el carácter inviable de lo que estaba ocurriendo pero ha pasado inadvertido para muchos, incluyendo nosotros los cubanos.

La película cuenta la historia de un exitoso profesor argentino de economía en una Universidad española que en sus clases se manifiesta antikeynesiano y tiene un golpe de suerte al ganar, en un concurso televisivo, bienes por valor de tres millones de euros entre los que se cuentan un yate, un auto de lujo, una avioneta y una gran residencia. Ahí comienza la fatídica relación entre Martín Circo -el nombre no es gratuito- y el dinero, que en un viaje a los infiernos lo lleva ante un profesor disidente, defenestrado de las aulas por su oposición al neoliberalismo,  quien le explica ante un tablero de ajedrez -es el fragmento trasmitido en la Televisión cubana y que pongo acá por haberlo encontrado en YouTube- la inviabilidad de lo que está ocurriendo.

No cuento más con la esperanza de que se animen a buscar la película y ayuden a que se difunda como se merece este filme que, a pesar de haber ganado el Premio de la crítica en el Festival de Cine de Málaga, no llamó la atención de la prensa española, tan presta en cambio a buscar relaciones entre arte, economía y política cuando de Cuba se trata.

Talento hay en El Concursante, porque su director, Rodrigo Cortés, ha seguido haciendo cine y le ha ido muy bien:  Después de éste -su primer largometraje- hizo el trhiller Buried (Enterrado), que fue muy reconocida en el Festival de Sundance y estrenada comercialmente en más de cincuenta países a finales de 2010. Cortés acaba de estrenar en 2012 su tercera película, esta de tema parasicológico, con Sigourney Weaver y Robert de Niro, entre otras estrellas. Ambas obras -a diferencia de El concursante- han contado con toda la maquinaria de crítica y reconocimientos que no tuvo el visionario filme de 2007.

Cuenta Cortés sobre su primer trabajo de ficción: “Hace unos años hice una película que casi nadie vio. A mí me gusta llamarla CONCURSANTE, pero la gente suele añadirle un artículo que, por lo visto, le hacía falta. Como parte de su estrategia de marketing (o ausencia de ella) se diseñó una campaña viral con el nombre de «¡DESPIERTA, IMBÉCIL!», y un servidor elaboró varios teasers, pequeñas cápsulas protagonizados por Leonardo Sbaraglia, en que Martín Circo Martín, el personaje que habitó durante varios meses, lanzaba píldoras en forma de bala sobre su particular manera de procesar la realidad. En su momento, y me refiero a hace cuatro años, poco se hablaba de lo que hablaba Martín, y CONCURSANTE fue calificada por algunos de ingenua, estúpida, vacía, o, como mínimo, innecesaria, adjetivos que, a fuer de sinceros, calzan a la perfección con mi propia existencia.”

Aunque en política, como puso en boca del emperador Adriano Margarite Yourcenar, puede que tener razón antes de tiempo sea otra forma de equivocarse, los artistas, cuando lo son de verdad, suelen adelantarse a la realidad. DESPIERTA IMBÉCIL se parece mucho a las consignas que cuatro años después lanzaría el Movimiento 15M contra lo que Adam Smith llamó “la mano invisible del mercado” y que graciosamente desaparece el cine incómodo para el sistema que prefiere pagar mucho por la promoción de producciones para durmientes mientras hace invisibles los llamados a despertarse. Lo inquietante sería que entre quienes queremos ser alternativa ocurra lo mismo. (Publicado en CubAhora)

Tomado del blog: www.lapupilainsomne.wordpress.com

*(Santa Clara, Cuba, 1964). Editor del blog “La pupila insomne”

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Caminos y preocupaciones de la literatura latinoamericana. Por: Astrid Barnet

Entrevista a Jorge Fornet, director del Centro de Investigaciones Literarias de la Casa de las Américas, quien imparte hasta el viernes 13 de julio el curso La nueva narrativa latinoamericana: de los manifiestos al espacio virtual

“Durante los años noventa del pasado siglo la Casa de las Américas preparó y realizó varios cursos de verano cuyos temas estuvieron referidos, en su mayoría, a la Literatura; cursos que decidimos retomar ―hace apenas un mes―, teniendo en cuenta la participación de públicos interesados en dedicar parte del verano no sólo a actividades de ocio, sino también al aprendizaje”.

“Así decidimos dedicar esta entrega al curso titulado La nueva narrativa latinoamericana: de los manifiestos al espacio virtual”, expresó en esta capital y en entrevista especial para el Periódico Cubarte, el profesor Jorge Fornet, director del Centro de Investigaciones Literarias de la Casa de las Américas.

“Supusimos que La nueva narrativa latinoamericana… ―que se extenderá hasta el próximo viernes trece de julio― no iba a tener una gran afluencia de público, debido a la brevedad de su convocatoria; sin embargo, ha sido todo lo contrario. Contamos con una gran cantidad de público ―entre profesores, especialistas y personas interesadas por lo general en los temas literarios del continente, entre otras―, algo que demuestra la avidez y necesidad de continuar realizándolos en los años siguientes”, subrayó.

Fornet apuntó, seguidamente, que los cursos de verano de la Casa de las Américas no se limitarían tan solo a la esfera de la narrativa, sino que igualmente “se podrían extender a géneros como teatro, poesía, música y artes plásticas en los que se incluiría un amplio abanico de temas y autores”.

A una interrogante relacionada con las perspectivas de la nueva narrativa latinoamericana, opinó que “Aunque es un tema acerca del cual podríamos estar hablando durante horas ―y es el relacionado con el presente curso―, siempre nos quedaríamos ‘cortos’. Pero, de lo que no cabe la menor duda, es que en la narrativa ya contamos con dos generaciones de autores latinoamericanos (incluidos cubanos y caribeños), nacidos después de los años sesenta del pasado siglo y, en especial de los noventa, que presentan en sus obras nuevas propuestas que intentan ‘desmarcarse’ de los antiguos y grandes maestros pero, con una marcada veneración. Al respecto apuntaría que existe una cierta ambigüedad pues, al mismo tiempo que los veneran, se oponen a ser identificados como ellos”.

En relación con la salud de la literatura cubana actual, Fornet expresó que lo más importante a destacar en ella es “que existe una explosión de autores, en especial de mujeres; muchos, incluso, están a la altura de lo mejor que se está creando a nivel continental… Mas, no quisiera dar nombres”.

El curso de verano La nueva narrativa latinoamericana… pretende indagar ―siguiendo algunos rastros dejados por los nuevos escritores―, en los caminos y preocupaciones de la literatura latinoamericana de los últimos años. Sin eludir el riesgo de centrarse en autores cuya obra apenas comienza, se concentra en algunos ejes, títulos y tendencias sobresalientes. Constituye, en suma, una muestra representativa de una época extremadamente intensa en todos los órdenes de la vida, desde la perspectiva de una generación nacida a la Literatura continental en la última década del pasado siglo.

Así una vez más, nuestra Casa continental, Casa de las Américas, nos convoca a otro encuentro cultural e identitario. Pero en esta ocasión, un curso convocado al calor del verano, al calor del derecho de cada uno de los escritores/narradores de este lado del mundo a continuar preservando y desarrollando los valores autóctonos de nuestra área geográfica, y de esta forma poder acceder con ellos al fondo común de la cultura universal.

Tomado de la web: www.cubarte.cult.cu

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(VIDEO) Ya regresó Arte en la Rampa. Por: José Luis Estrada Betancourt*

Desde el pasado sábado, el Pabellón Cuba, sede nacional de la Asociación Hermanos Saíz, acoge la feria Arte en la Rampa, que permanecerá en dicho recinto también en agosto.

Con opciones interesantes para toda la familia, desde las 10:30 a.m., en la Sala de Video, iniciarán las proyecciones de películas infantiles, con títulos como Y sin embargo, Las aventuras de Samy y Érase una vez un cuento al revés, aunque también habrá filmes para adultos (2:00 p.m.) al estilo de El imperio de los lobos y Dinero fácil.

Los jueves (5:00 p.m.) seguirán siendo los días de los Encuentro con…, espacio que comenzará con la coreógrafa y directora Lizt Alfonso, y anuncia invitados de lujo como: José María Vitier, Digna Guerra, Abelardo Estorino, Carilda Oliver, Alfredo Sosabravo, Luis Carbonell, Aurora Basnuevo y Mirta Ibarra.

Asimismo, La Pérgola recibirá en cada jornada (2:00 p.m.) a diferentes géneros en los cuales sobresale la música. Igualmente se mantendrán los conciertos de fin de semana, como los que ofrecerán Osdalgia y su grupo (13), Frank Delgado (14) y Ray Fernández (15).

Diego Gutiérrez (20), Isis Flores (21), Habana Compás (22), Moncada (26), Lynn Milanés (27), Yoyo Ibarra (28) y Tony Ávila (29) integran la lista de los protagonistas de las presentaciones de las 7:00 p.m., previstas para este julio.

Por otra parte, especialistas de Casa de las Américas estarán impartiendo diversos talleres para niños, como el dedicado a la confección de libros con cartón y al diseño.

Tomado del Blog: www.miradasencontradas.wordpress.com

*Periodista del Diario Juventud Rebelde

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Celebrarán II Encuentro de Cineastas de África, el Caribe y sus Diásporas en República Dominicana. Por: Ailyn Martín Pastrana

En el 2011 tuvo lugar en La Habana un hecho sin precedentes: el I Encuentro de Cineastas de África, el Caribe y sus Diásporas, organizado por la Muestra Itinerante de Cine del Caribe. Por primera vez realizadores y estudiosos de África, América Latina, Norteamérica y el Caribe analizaron presente y futuro de sus cinematografías, además de las posibilidades de cooperación.

Cumpliendo uno de los acuerdos finales del evento, la Oficina de la Muestra -radicada en Cuba-, en coordinación con Festival de Cine Global Dominicano (FCGD) y la Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE) celebrarán del 15 al 18 de julio de 2012 el II Encuentro de Cineastas de África, el Caribe y sus Diásporas, en República Dominicana.

Hasta el momento han confirmado su participación grandes figuras del cine africano como Mansour Sora Wade, cineasta y Presidente de la Unión de Cineastas de Senegal; Michel Ouedraogo, Delegado General de FESPACO -Burkina Fasso-; Souleyman Cisse, cineasta y productor -Mali- y Charles Peter Asiba, Director General del Festival Internacional de Kenya.

La región caribeña estará representada por Omar González, Presidente Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC); Rigoberto López, cineasta y Presidente de la Muestra Itinerante de Cine del Caribe; Jhonatan Vieira, Director del Aruba International Film Festival; Abdul-Karim Ahmed, Director de la Comisión de Cine de Nevis; Frantz Voltaire, cineasta y Director del Centro de Estudios África, Haití y Caribe -Haití/Canadá-; Arnold Antonin, cineasta haitiano; Carla Foderingham, Directora Ejecutiva de Trinidad & Tobago Film Company; Omar de la Cruz, Director Festival Internacional de Cine Global Dominicano y Ellis Pérez, Director de Cinematografía de República Dominicana.

El programa del Encuentro incluye debates sobre los más relevantes aspectos relacionados con el séptimo arte en África, Brasil, el Caribe y sus Diásporas. Algunos de ellos serán Espacios de cooperación en materia de producción y exhibición, Cine nacional e identidades culturales en tiempos de hegemonía mediática, Conquistas de audiencias. Festivales y otras alternativas de exhibición, Alternativas de distribución y de mercado. Desafíos, Cine en Internet. Nuevos espacios de exhibición y La producción y la exhibición cinematográfica para la niñez y la adolescencia. Experiencias de creación audiovisual realizadas por niños y jóvenes.

Tomado de la web: www.cubacine.cult.cu

*Periodista cubana

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(VIDEO) La dignidad de los mineros y la cobardía de los cobardes. Por: Octavio Fraga Guerra

Hoy en la mañana estuve en la manifestación de los mineros arropada por el pueblo de Madrid. Había quedado con una amiga cineasta para hablar de proyectos y sueños. Para construir historias y testimonios desde los saberes del documental. Desde la metáfora de la verdad. Desde la simbiosis del discurso fílmico y el texto hecho voz. Que se juntan para hacer del arte una verdad consumada y verás.

La cita era para fundar un sueño compartido, donde las ideas y los ingenios se tuercen para hacer de la voz un verso vivo. Estaba emocionado. Francamente feliz. Desbordado ante entre tanta gente que –como yo-, aplaudieron a los dignos mineros del carbón. Que son referentes y ejemplo de la dignidad del pueblo español.

Dignos hombres y mujeres, en tiempos donde el miedo y la zozobra se adueñan del este hermoso país. Una nación que pide paz, humanidad y derechos, que han sido arrebatados por los “políticos” incultos, corruptos y vendidos al mejor postor: el mercado. Se han bajado los pantalones ante la voluntad del dinero y las grandes fortunas.

Cuanta gente hermosa y noble aplaudieron a estos héroes que ya son historia. Cuantas ganas de seguirlos, besarlos y abrazarlos, tras una fatigosa marcha de días por las carreteras de España. Era otra manera de reivindicar lo que es derecho universal y definitivo: el derecho a ser hombres y mujeres dignos de este agrietado planeta.

Las voces, los gritos, las consignas y los petardos fueron parte de ese discurso. Son –en definitiva- esa “danza humana” engrandecida y viril. No faltaron lágrimas. Era una “carretera” de emociones y sabores, traídos para hacerlos ver que no están solos. Son la voz y el ejemplo de toda una nación que exige un cambio de ruta, de este barco que anda sin capitán.

Un “capitán” que no tiene velas, remos ni muelles para atracar. Tan solo una pandilla de mercenarios pagados para complacer -sin medias tintas-, a ese mercado que es la parte visible y “ejemplar” del capitalismo que anda desesperado y dando aletazos.

La marcha era compacta e “interminable”. Las voces de los que allí estuvimos trascendieron los altos edificios que por ambos lados se erigen, como símbolos de lo que hoy es una agrietada verdad: la crisis de los valores, de la cultura mediocre y banal. La decadencia del consumismo y el mercado voraz. La muerte súbita y necesaria de un modelo de sociedad, que es antihumana, excluyente, elitista y enemiga de las clases sociales que estos obreros representan.

La cita no se dio. Las circunstancias hicieron imposible encontrarnos para hablar de sueños e ideas. Me fui horondo, sabiendo que esos hombres y mujeres seguían arropados  por los que creen que: “Un mundo mejor es posible”. La felicidad estaba a mi lado y tenía ganas de escribir sobre esta experiencia que ha quedado en mí, como algo irrepetible.

Al final de la tarde, mi felicidad se vio truncada por la barbarie, la incultura y el ejercicio del terror. Los agentes “del orden” que defienden y protegen a estos maleantes con corbata, sacaron su parte “de gloria” y arremetieron contra ese pueblo, erguido, feliz y digno que seguirá dando la pelea.

Un pueblo que seguirá crecido, contra las injusticias que se hacen en este país, en nombre de la libertad y la “democracia representativa”, de los partidos del capital y el mercado.

Mi abrazo comprometido y sincero para todos los que allí estuvieron. Acompaño esta crónica, con un video que me ha hecho llegar un amigo, gracias a las bondades de las redes sociales. Este es el testimonio de la cobardía y el miedo de los que arremeten contra el pueblo.

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(VIDEO) “¡Madrid obrero saluda a los mineros!” Por: Mario Amorós*

Miles de personas acompañan a los trabajadores de la Marcha Negra hasta la Puerta del Sol

Madrid ha vuelto a ser esta noche, esta madrugada, “la capital de la gloria”. Desde las inmediaciones de la Ciudad Universitaria hasta la Puerta del Sol decenas de miles de personas han acompañado y abrazado a los mineros de Asturias, León, Palencia y Aragón que desde el 22 de junio han marchado en dos columnas hacia la capital del estado. Sus compañeros y ellos ya llevan en huelga indefinida casi seis semanas y han hecho frente a la brutal represión policial con ejemplar unidad y combatividad.

Caída ya la noche, cerca de las once y media, las decenas de trabajadores de la minería con sus banderas y sus puños, con sus cascos con las luces encendidas y con sus monos azules de faena, llegaban desde la Universidad Complutense a la calle Princesa, por el estrecho pasillo abierto entre quienes con el puño alzado coreaban consignas como: “¡Viva la lucha de la clase obrera!”, “¡Madrid obrero saluda a los mineros!”, “¡La lucha es el único camino!”, “¡Crear, crear, poder popular!”, “¡Sí se puede!”, “¡No son recortes, es lucha de clases!” o “¡El pueblo unido jamás será vencido!”.

Todos los colores del rojo y del negro se fundieron anoche en Madrid en un crisol que debiera cuajar en algo nuevo. Militantes de Izquierda Unida y del Partido Comunista de España, sindicalistas de CCOO, UGT, CGT y de distintos colectivos obreros de base, banderas del PCPE y de Izquierda Anticapitalista, enseñas republicanas, jóvenes de la UJCE y de los CJC, ciudadanos de todas las mareas, trabajadores de la sanidad con sus batas blancas, jubilados combativos y combatientes, activistas del 15-M, inmigrantes de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, luchadores de todas las batallas perdidas y por ganar, confluyeron desde mediada la tarde en torno a la plaza de Moncloa y a lo largo de todo el recorrido hasta el centro mismo de la ciudad que quiso ser “la tumba del fascismo”. Jamás se vieron tantas banderas revolucionarias junto al “arco de la victoria” erigido por el general que reprimió a sangre y fuego el Octubre asturiano de 1934, por el tirano que tuvo que hacer frente a la valentía de los luchadores de la “huelgona” de la primavera de 1962.

Fueron unas horas de impaciente espera para recibir a quienes laboran en las entrañas de la tierra jugándose la vida, a quienes durante una historia ya centenaria han tejido ahí abajo, en la oscuridad, unos vínculos indestructibles de fraternidad y de orgullosa solidaridad de clase que han sabido transmitir de padres a hijos.

La calle Princesa, la plaza de España, la Gran Vía, la plaza de Callao, la calle Preciados y la Puerta del Sol se han llenado de personas que a lo largo de la madrugada han acompañado a los mineros por todo el corazón de Madrid, que han vuelto a cantar esa hermosa canción que tantos y tantas que jamás hemos bajado a los pozos hemos hecho nuestra en innumerables ocasiones: “En el Pozo María Luisa”.

Hay días que nos acompañan para siempre, que quedan grabados en la historia y en la memoria de las gentes de abajo. Los mineros, con sus rostros demacrados después de 400 kilómetros a pie, con su agradecimiento por el caluroso recibimiento y, sobre todo, con su lucha nos han regalado uno de esos días inmensos, algunos de esos instantes, algunas de esas miradas que sirven para alimentar la esperanza de que aún podemos construir la alternativa necesaria, imprescindible ya, a la barbarie del capitalismo y el inmenso sufrimiento que provoca entre los millones de parados, entre los trabajadores precarizados hasta lo inimaginable, entre quienes les arrebatan su hogar, entre quienes pierden su derecho a la sanidad o a una educación de calidad.

Hoy miércoles, a partir de las 11 de la mañana, recorrerán el centro de Madrid, desde la plaza de Colón hasta el Ministerio de Industria, para advertir a la derecha de que no se van a rendir, para recordarles que la derrota de octubre de 1934 alumbró pese a todo la consigna “Uníos, hermanos proletarios” y abrió paso al Frente Popular, que las huelgas de 1962 impulsaron las Comisiones Obreras y fueron decisivas para la vigorización de la lucha antifascista y para señalarles que junto a ellos caminamos la inmensa mayoría de los trabajadores de un país hundido por un modelo económico y social (asumido por el PP y también –no lo olvidemos nunca- por el PSOE), que ahora amenaza con destruir para siempre las cuencas mineras.

Como han repetido hasta la saciedad, sólo exigen al Ejecutivo que cumpla los compromisos suscritos con el sector, que anule los recortes anunciados porque supondrían el cierre definitivo de las minas y la negación de un futuro de trabajo y dignidad a varias comarcas. Ayer por la tarde, a su paso ante el Palacio de La Moncloa advirtieron al presidente del Gobierno: “Si esto no se arregla: ¡Guerra! ¡Guerra! ¡Guerra!”.

Tomado de la publicación: www.rebelion.org

*Nacido en Novelda (España) el 11 de agosto de 1973, es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y licenciado y Doctor en Historia, especialidad de América, por la Universidad de Barcelona, con la investigación Antonio Llidó, un sacerdote revolucionario, dirigida por el Dr. Miquel Izard.

Ha trabajado en los diarios Información de Alicante y El Mundo y ha colaborado y colabora con numerosos medios de comunicación: Público, La Jornada (México), Le Monde Diplomatique, Radio Cooperativa (Chile), Telesur, Diagonal, Tiempo, Cambio 16, Diario 16, Levante, Información, La Voz de Galicia, Noticias Obreras, Historia 16, La Aventura de la Historia, Utopías/Nuestra Bandera, La Clave y El Siglo y Punto Final (Chile). También ha publicado en revistas científicas como Pasajes. Revista de Pensamiento Contemporáneo de la Universidad de Valencia. Fue fundador y redactor jefe del periódico quincenal Voces de la Izquierda, editado en 1999 y 2000 por la dirección federal de Izquierda Unida, y desde 1996 es miembro del consejo de redacción de Mundo Obrero, periódico mensual del PCE.

Es especialista en historia de Chile, país sobre el que ha publicado seis libros:

Chile, la herida abierta. Paz con Dignidad. Madrid, 2001. 98 págs. Disponible en Rebelión: http://www.rebelion.org/docs/5297.pdf

– Después de la lluvia. Chile, la memoria herida. Cuarto Propio. Santiago de Chile, 2004. 450 págs. Ofrece los testimonios de 86 familiares y compañeros de las víctimas de la dictadura militar (entrevistados por el autor) y se apoya en una bibliografía de 333 títulos. Disponible en Rebelión: http://www.rebelion.org/docs/55782.pdf

Antonio Llidó, un sacerdote revolucionario. Publicaciones de la Universidad de Valencia. Valencia, 2007. 360 págs.

La memoria rebelde. Testimonios sobre el exterminio del MIR. De Pisagua a Malloco. 1973-1975. Escaparate Ediciones. Santiago de Chile, 2008. 208 págs. Disponible en Rebelión: http://www.rebelion.org/docs/83451.pdf

Compañero Presidente. Salvador Allende, una vida por la democracia y el socialismo. Publicaciones de la Universidad de Valencia. Valencia, 2008. 376 págs.

Sombras sobre Isla Negra. La misteriosa muerte de Pablo Neruda. Ediciones B-Chile. Santiago de Chile, 2012. 248 páginas.

Ha participado en varias obras colectivas. Entre ellas, con un artículo sobre el movimiento Cristianos por el Socialismo, en un libro sobre el gobierno de Salvador Allende: Pinto Vallejos, Julio (coord.-ed.): Cuando hicimos historia. La experiencia de la Unidad Popular (LOM Ediciones. Santiago de Chile, 2005). Este artículo está disponible en Rebelión: http://www.rebelion.org/docs/75701.pdf Y, junto con el historiador Amadeu Sanchis i Labiós, ha coordinado en 2009 el número 219 de Utopías / Nuestra Bandera (revista teórica del PCE), monográfico sobre Salvador Allende.

Es autor del libro Novelda: la Transición en la memoria (publicado por el Ayuntamiento de Novelda en mayo de 2009), que analiza a partir de los testimonios de quince personas entrevistadas por el autor la década de los años 70 en esta localidad alicantina. Disponible en Rebelión: http://www.rebelion.org/docs/130365.pdf

En 2011, ha publicado el libro Conversaciones con Marga Sanz. Esquerra Unida, el valor de la alternativa (Institut d’Estudis Polítics), disponible en Rebelión: http://www.rebelion.org/autores.php?tipo=5&id=9&inicio=0 y prologado por Cayo Lara.

Y ha coordinado el primer volumen de la Colección Los Papeles de la Memoria de IEPALA: Argentina en el Archivo de IEPALA (1976-1983), prologado por Eduardo Luis Duhalde, secretario de Estado de Derechos Humanos de la República Argentina.

Es investigador del Institut d’Estudis Polítics de Valencia y de la Fundación Domingo Malagón de Madrid.

Sus artículos, en particular los referidos a Chile, han sido traducidos a más de diez idiomas (portugués, italiano, alemán, gallego, ruso, francés, checo, catalán…) y reproducidos en publicaciones de muchos países.

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(VIDEO) Entrevista con Visitante, de Calle 13: Romper con lo establecido, ser auténticos. Por: Yuliat Danay Acosta y Enrique Ubieta Gómez*.

Él, Visitante. Su hermano, Residente. Los seudónimos provienen de la rutina de identificación que solía pedir un guardia de seguridad que custodiaba la calle 13. “¿Visitante o residente?”, acostumbraba a preguntar a todos los que accedían al barrio donde se ubicaba la casa del padre, en San Juan, Puerto Rico. De ahí también proviene de la banda.  Esta vez, encontramos al músico Eduardo Cabra en su otra casa, Cuba, donde estuvo conversando con La Calle del Medio, por más de dos horas.

¿Se puede decir que Calle 13 es una agrupación musical familiar, donde han participado contigo tu hermana PG13, tu madrasta y tu hermanastro?

Lo que pasa es que tengo una familia compleja, con muchos divorcios, pero al final para bien. Primero mi papá y mi mamá me tuvieron a mí y se divorciaron. Luego, mi papá conoció a mi madrastra y tuvieron retoños. Ya mi madrastra tenía un grupo de chamaquitos. ¡Entonces se formó la familia! Mi papá y mi madrasta (que es como mi mamá también) han sido responsables de que todos nos llevemos bien, por el bien de los hijos. Se fue construyendo ese amor familiar pero grande, porque son muchas familias que componen la familia. Mi mamá desde chamaquito comenzó a ponerme en clases de música, de piano. Mi papá es músico, es guitarrista, es bajista, pianista, cantante y todavía anda tocando por ahí. Flor (que es la mamá de mi hermano) es actriz, igual que mi hermana mayor. Entonces en la casa el arte se convirtió en una posibilidad, en un país en que el arte no es una posibilidad. Aquí en  Cuba el arte se ve como una posibilidad, pero yo creo que allá se ve como un hobby.

¿Qué importancia tuvo en tu formación el tránsito por Bayanga, una banda que fusionaba rock con batucada brasileña?

Agarré mucho golpe ahí por inexperiencia, aprendí par de trucos, lo que es montar un show en vivo, aprendí lo que es que te roben el dinero. Hubo gente que nos robó dinero. Los managers nos decían que íbamos a cobrar una cantidad cuando en realidad ellos cobraban una cantidad superior, y además de eso, los cabrones nos cobraban un porcentaje. Encima de todo nos multaban. Estuve cinco años ahí, pero eso fue de la nada. Los dos proyectos en los que estuve  nacieron de cero, era como sacarlos de la tierra, conceptualizarlos y hacerlos. No era algo que existía y yo me sumé. Estoy acostumbrado a eso, a conceptualizar un proyecto y sacarlo. Es lo que más me place en la música.

Calle 13 de pronto dio un salto del anonimato hasta convertirse, en menos de un año, en un grupo muy conocido, hecho que dio nombre a uno de sus temas, “La fokin’ moda”. ¿A qué crees que se haya debido?

Se aprovecharon un par de cosas. Internet fue una vía por la que se regó la música. También era una propuesta que tenía una estética diferente. Quizás cuando salió, la gente no le veía mucho futuro. Siempre se pensó que era una propuesta que subsistía por la moda y que estaba condenada a desaparecer, pero nosotros teníamos el hambre de sentir que estábamos haciendo algo por una razón.

¿Cuál es la razón de ser de esa propuesta?

Desde afuera tiene como dos miradas. Está la primera, que es la de “Atrévete” y está la otra donde ya había una causa social, había sustancia, pero yo creo que desde un principio la cuestión era ser genuino. Desde “Atrévete”, ya se estaban proponiendo sustancias. La música estaba incluyendo instrumentación, orgánica, y eso es lo que rige la propuesta sonora.

Se podría decir que “Atrévete” ha sido el tema más exitoso del grupo. ¿Qué hay detrás de esta canción pegajosa?

Yo creo que está súper claro, es romper con lo establecido, ser genuinos… es eso. Yo creo que no es muy difícil romper con lo establecido, porque ya todo está demasiado establecido. En la música hay una tendencia a irse por la vía fácil. Algunos músicos dicen: “Si a ustedes les funcionó a mí también me funcionará”. Esto es otra forma de trabajar la música, es como decir: “vamos a llevarles la contraria, pero también manteniendo la esencia.” Por ejemplo, está “Atrévete”, pero está “Querido FBI”, que salieron más o menos para el mismo momento. El tema de “Latinoamérica” no hubiese podido llegar a la gente si no se hubiera hecho “Atrévete” seis años atrás.  A mí me gusta el folclor, es una raíz, y de ahí es de donde sale todo, después mezclo cosas que sean amables al oído de la gente ahora, y ahí tú le vas llevando pues.

Te referiste a «Querido FBI», una canción lanzada a sólo 30 horas del asesinato del líder machetero Filiberto Ojeda Ríos. ¿Cuándo Calle 13 toma una conciencia social realmente? ¿Se definirían hoy como un grupo musical defensor de causas sociales?

La conciencia social siempre estuvo. Yo creo que es algo familiar, que proviene de la forma en que nos criaron, eso estaba ya corriendo por las venas. “Querido FBI” salió antes del primer disco, para que tú veas que esa preocupación venía desde antes de que saliera la propuesta. Ya en el segundo disco está “Pal Norte”, que habla sobre el problema de la emigración, y después, en el tercer disco, el tema social está en “La Perla”. Las canciones hablan siempre de diferentes problemáticas. En este último disco está “Latinoamérica”, que también ha sido súper importante. Yo creo que es un grupo que habla sobre las cosas que nos rodean. Si nosotros nos identificamos con una causa, muy bien nos pueden usar como tablón de expresión pública y nos pueden sumar a una causa que verdaderamente haga falta, y que socialmente sirva de ayuda. Siempre tratamos de mantener los costos bajos de los conciertos, porque a veces se pasan de la raya y quieren ponerlos bien altos.

En presentaciones en vivo, Eduardo Cabra puede ser visto tocando una gran variedad de instrumentos. ¿Cómo has logrado esa versatilidad artística?

El piano fue muy buena base. Pero me impulsó también la necesidad. Cada vez que nos hacía falta alguien que tocara algún instrumento y no lo encontrábamos, lo pedía prestado o me compraba el instrumento, y de esa manera tengo un montón en casa. Fíjate, yo trato de interpretarlos a mi manera. Hay muchos temas en los discos de nosotros, como por ejemplo “Latinoamérica”, donde hay cuatros venezolanos y yo no soy cuatrista, pero lo interpreto a mi manera. Es cuestión de sonoridad. Hay sonidos que están en la cabeza de uno, y uno trata de sacarlos. Yo empiezo a probar esto y lo otro. Entonces, así uno va buscándole el sonido a las cosas.

Visitante, se dice que estás influenciado fuertemente por la electrónica, la música global, y particularmente, por el folclor latinoamericano y la música popular. ¿En qué género se inscribe Calle 13?

Lo que nosotros hacemos no entra dentro de ningún género, lo que nosotros hacemos es mezclar géneros. Calle 13 pretende estimular otro discurso, lo auténtico. Es mezclar, como la “ropa vieja” que tú la desmenuzas, de eso se trata. Así van evolucionando los idiomas. Eso está súper probado. De repente entras en la historia de la humanidad y te das cuenta que venían unos tipos y se metían acá y la jerga de esos se mezclaba con esta y del latín, salieron todos estos idiomas. La música es como los idiomas y cuando va pasando el tiempo se va mezclando esto con aquello y se van haciendo nuevas músicas.

Podríamos decir que Residente y Visitante son la combinación perfecta. Uno aporta la sonoridad que cautiva, y el otro, las letras que llegan al corazón del público. ¿Cómo lidian estos dos hermanos con la diversidad de criterios en el trabajo?

Bueno, mi hermano es un poquito más eufórico, yo soy un poquito más analítico, por eso nos complementamos bien. Él es el que le echa el carbón al grupo. Yo soy más pausado, más cauteloso y quizás puedo pensar un poquito más las cosas. A la hora de trabajar, lo hacemos con la misma pasión, con la misma química. El momento creativo es muy importante y ahí se crean unos debates sobre lo que debe y no debe ser. Siempre llegamos a un acuerdo y tratamos de salir satisfechos.

Residente reconoció que el reguetón fue el que le abrió las puertas, y de no haber sido por este género nunca habría llegado a ser músico. Sin embargo, aquí en Cuba se ha abierto un debate sobre la legitimación del género. ¿Qué opinas del reguetón cubano? ¿Lo conoces?

Sí, sí lo conozco. ¿Qué opino? Ahora mismo aquí esta súper fuerte, es en el lugar donde más fuerte está, porque en el resto del mundo ya se escucha más como música de discoteca, y está bien que se mantenga eso, pero si le dieran una nueva vuelta puede ser mejor. Yo no estoy en contra del movimiento del reguetón ni nada, pero me parece que cada propuesta puede tener un lenguaje diferente, y me parece gracioso de que se parezca tanto y traten de imitar tanto al reguetón portorriqueño. Sale cualquier reguetonero y tiene los mismos gestos, el mismo lenguaje, el mismo tono. Yo creo que es bueno que se mezclen, que de repente agarren una cosa de un lugar y lo interpreten de otra manera en otro, como se ha hecho con la Cumbia y como nosotros, que hemos interpretado el reguetón a nuestra manera. Meterle una timba a un reguetón no significa que estés revolucionando el género, ni que uno es mejor que otro. Estamos hablando de propuestas, yo creo que el reguetón más que un ritmo es una propuesta, es un estilo de vida, es un estilo de hacer los videos también, las letras son las mismas, en las temáticas hablan de lo mismo. Con todo lo que está pasando en el planeta, y no solo en el planeta, en el barrio de tu casa hay un montón de cosas de las que hablar que están chéveres. Tampoco es irnos totalmente a lo social, no, es un balance, porque yo creo que de eso se trata la vida de todos nosotros. Nos reímos, nos encojonamos, la pasamos cabrón, hay tristezas. Yo creo en ese tipo de propuestas que reflejen lo que siente el creador del tema. Lo que sí estoy en contra es de la censura, y pienso que deberían de ponerlos en la radio, que lo pongan súper a fuego. ¿Tú sabes por qué? Porque eso de que estén censurados le da a la gente como un hambre de escuchar. Te lo digo por experiencia, porque nosotros no lo hacemos para que nos censuren, pero ahora mismo en San Juan estamos censurados totalmente, y precisamente ahora, cuando estamos siendo censurados, es cuando la gente esta poniéndose a entender la propuesta y a escucharnos. La censura lo que hace es levantar la audiencia, lo vuelve más atractivo, lo prohibido siempre llama la atención.

Tú decías que el reguetón es un estilo de vida. Me llama la atención que la inmensa mayoría de los reguetoneros portorriqueños a los que imitan los cubanos exhiben un estilo de vida ostentoso, o tratan de aparentarlo, que es exactamente lo contrario de lo que hacen ustedes. ¿A qué piensas que se debe esto?

Sí,  pero eso es parte de la propuesta también. Nosotros no somos unas personas de estar en la especuladera, como se dice aquí. Lo curioso de todo esto, ahora que tú me haces la comparación, es que hubo una época así en mi país, pero ya no es como antes. Yo creo que ya se trascendió esa época del reguetón excesivamente ostentoso, siempre queda algo, pero ya no es como antes que salían en los vídeos con un Ferrari del año.  Realmente no sé a qué se debe esto. Pienso que quizás puede ser imitando a los videos de los Estados Unidos, como los de “50 cents”. Esa es la película de los gringos. Esto no es en tono de crítica, son observaciones. Estaría chévere que el reguetón cubano tuviera un poquito de más variedad. Ya se convirtió en una fórmula que se ha regado. Sería bueno romper con eso, desarrollarlo para bien y que hubiese otro discurso. Lo bueno de eso es que este es un género con que se le llega al pueblo, que es lo que nosotros agarramos.

Sin embargo, ustedes forman parte del star-system (sistema de estrellas) y tienen numerosos premios Grammy. ¿Cómo lidian con eso, y al mismo tiempo el intento de defender un proyecto alternativo?

Bueno, los Grammys son importantes porque de repente le puedes llegar a más gente y de alguna manera validas la propuesta y la calidad del producto, pero tampoco es que la vida de nosotros gire alrededor de un Grammy. Bien que nos los den, pero normal también.

¿No se consideran estrellas?

Yo soy un músico que está en la lucha, yo me siento así. Un músico que está ahí en la lucha haciendo música, tratando de curarme, de presionarme también con mi trabajo. Eso es lo que yo trato de ser. Me paro igual en las esquinas, no le doy mucha importancia a eso y súper a fuego si la gente se acerca. Hay veces que uno quiere estar tranquilo, pero siempre uno encuentra una esquinita donde reposar. Ahora mismo estoy tranquilo aquí.

Ahora estás tranquilo aquí con la cantante Diana Fuentes, tu esposa, que es cubana. ¿Cómo convive un portorriqueño con una cubana?, ¿cómo es el entendimiento cultural?

Hay muchas cosas similares, y yo se lo he adjudicado a la cuestión de ser isleños. A nosotros como isleños nos rodea agua. Por más pequeños que seamos –y Puerto Rico yo creo que cabe como cincuenta veces en el espacio de Cuba–, siempre pensamos que somos un continente, que somos lo más grande. Todo es lejos para nosotros, yo creo que para ustedes también. Creo que nos parecemos. El tema del clima, la gente también, que es súper chévere, la forma de bregar. Imagínate, en otros países tú dejas el refrigerador abierto, que se le salga el aire y no pasa nada. No, nosotros enseguida decimos: ciérralo rápido, que se va el aire y se jode. Son creencias culturales como esas las que nos hacen parecidos.

¿Y no sientes que hay influencias norteamericanas que los distancian un poco de los cubanos?

En Puerto Rico existen, por supuesto. No sé si nos distancian tanto, porque de alguna manera aquí llegan esas influencias norteamericanas por la música y los vídeos. Nosotros, obviamente, tenemos un poquito más, porque de repente prendes el televisor y está MTV bombardeándote de información, pero yo creo que todo el mundo está expuesto a eso. Vas a España y ves un concierto de música norteamericana. En Puerto Rico eso es lo que más abunda, como colonia que somos, no tenemos otras posibilidades. Yo estaba hablando con Diana de lo complicado que es para Puerto Rico la condición de colonia, porque ahora mismo, en la CELAC nosotros no teníamos representación como país latinoamericano. Yo me siento latinoamericano, yo hablo español, yo tengo la influencia del tambor igual que la tienen ustedes, con otra vuelta, con otra onda, pero está ahí. Yo me siento más cerca de abajo que de ningún otro lugar. Entonces tampoco tenemos representación en el Congreso de los Estados Unidos porque somos un territorio no afiliado, somos una finca, una finquita ahí… tierra de nadie.

¿Cuál debiera ser la solución?

Yo pienso que deberíamos tener la independencia. Es algo para lo que la educación es súper importante. En Puerto Rico hay que invertir en la educación, hay que meterle a eso. La mayoría no ve la independencia como una opción. De alguna manera uno se siente abandonado. No somos parte de ningún gremio latinoamericano, pero tampoco en los Estados Unidos te quieren. Uno se siente como que nadie te quiere.

¿Te sientes bien en Cuba?

Siempre me he sentido súper bien aquí. Es que la familia es importante. La que me adoptó ahora es tremenda, son buenísimos. Y mi esposa brilla de otra manera cuando está en su tierra. Nosotros estamos en constante movimiento todo el tiempo, pero no hay un lugar donde ella brille más que aquí. Para nosotros es súper importante mantener el vínculo acá y mantener todo lo que ella ha vivido y su vida futura también. Y cuando tengamos hijos también queremos mantener todo eso. Además de que siempre la historia para mí ha sido como algo supremo. Y la de Cuba me ha parecido fascinante. Puerto Rico y Cuba anduvieron de forma paralela en la historia; es como si separasen a dos hermanos y a uno lo pusieran en un lugar y al otro en otro.

Ya lo dijo Lola Rodríguez de Tió: “Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas”.

Sí, Lola Rodríguez. La gente dice que la frase es de Martí, pero no es de Martí. Lola Rodríguez fue una portorriqueña que está enterrada aquí en Cuba. Ella dijo que no quería que la enterraran en Puerto Rico, porque quería estar enterrada en tierra libre. Puerto Rico y Cuba siempre fueron dos hermanitos creciendo juntos, hasta que al final uno agarró para un lado y otro para otro. Estaría bueno hacer un programa de televisión de estos donde se reencuentra a la familia, y que Puerto Rico y Cuba sean la primera emisión. En mi país hay mucha desinformación, hay mucha gente que ha perdido la educación. En la escuela de allá no se enseña Historia Latinoamericana. Creo que la comunicación entre los latinoamericanos es muy importante, podemos aprovechar mejor los valiosos recursos que tenemos. Puerto Rico pudiese ser de los más beneficiados con eso, de que se unan y de alguna manera nos sirvan de apoyo, porque la verdad es que no tenemos ninguna ayuda. Hace unos meses atrás la presidente de Argentina dijo que la única colonia en Latinoamérica eran las islas Malvinas, o sea, desconocía que Puerto Rico también es una colonia. Quizás, si hubiera habido una Latinoamérica unida, ella no se hubiera confundido de esa manera.

¿Cuánto ha aportado Diana a tu manera de ver la música?

Diana me ha acercado a la música. Imagínate, compartir con la persona que amas  también la música, que es algo con lo que yo siempre fui súper celoso. A ella le regalé todo, le regalé mi vida entera, le regalé la música, y entonces eso me ha acercado más a la música. Ella respeta la música tanto como yo. Entonces se convirtió en eso, en entender más la música y en entenderla a ella que es música viva. Para hacer este disco pasamos tanto tiempo juntos, que de alguna manera ella sabe en lo que yo estoy, cuando escucho algo. Yo sé que ella entiende lo que yo estoy tratando de lograr, y lo que estoy pensando. Es otra forma de comunicarnos.

¿Cómo es Eduardo Cabra?

Un tipo tranquilo que cuando está molesto no se le nota. Me gustan las cosas sencillas, no complicarme la vida, ni complicársela a la gente tampoco. Me gusta también luchar por las cosas, aunque no sean reconocidas, hacer boberías y hacerme la idea de que en algún momento en la historia serán reconocidas, aunque al final me da igual.

¿Qué mensaje enviarías a los músicos de América Latina? 

Que la música de verdad, la música que sale del corazón y que se está haciendo sin ningún interés al final triunfa sola, aunque tome cinco años, diez años, veinte años, treinta años, cuarenta años… eso solo va a salir para arriba. Pero si tú estás pensando en la música como un medio para lograr algo y te desgastas en pensar en cosas que no son importantes, si estas pensando desde el principio en el dinero, no brother, puede que tengas un golpe de suerte y en un momento te vaya bien, pero eso no va a durar para siempre. Yo como compositor me imagino haciendo música hasta que me muera, esa es mi meta, que lo que esté haciendo ahora también sea motivo para que cuando yo sea viejo me sienta orgulloso de lo que hice, que cuando yo sea viejo pueda tocar mi propios temas y curarme. Yo creo que de eso se trata la música.

Tomado de la publicación: www.cubasi.cu

* Ensayista y periodista. Es autor de los libros Ensayos de identidad (1993), De la historia, los mitos y los hombres (1999), La utopía rearmada (2002), Venezuela rebelde (2006) y Cuba, ¿revolución o reforma? (2012), entre otros. Integró el equipo de redacción de la Historia de la literatura cubana en tres tomos, que preparó el Instituto de Literatura y Lingüística. Fundó y dirigió la revista Contracorriente (1995 – 2004) y la Videoteca Contracorriente del ICAIC (2003 – 2007). Actualmente dirige La Calle del Medio, publicación de opinión y debate. Recibió en 2002 la Distinción por la Cultura Nacional y en el 2011 la Orden Félix Elmuza.

Nota: No dispongo de información e imagen de la coautora de esta entrevista.

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Cortázar y el nacimiento del boom. Por: Alina Diaconú*

El libro del escritor argentino    ̶junto a otros tres de García Márquez, Vargas Llosa y Fuentes  ̶ probablemente inauguró, hace medio siglo, el movimiento literario más relevante de América latina. Lo que estrenó, sin dudas, fue una nueva forma de hacer literatura.

Quizás Historias de cronopios y de famas, publicado por Cortázar en 1962, inaugure a la par de otros títulos, la década que, literariamente fuera definida como el boom latinoamericano y que según la visión de casi todos los exégetas y críticos, reunió, junto al escritor argentino, al colombiano Gabriel García Márquez (La Hojarasca, 1961) al mexicano Carlos Fuentes (La muerte de Artemio Cruz, 1962) y al peruano Mario Vargas Llosa (La ciudad y los perros, 1963).

Hay quienes agregan a los ya mencionados, al cubano Lezama Lima, al chileno José Donoso y al paraguayo Roa Bastos, entre otros.

Y hay quienes también consideran que Cortázar edifica la antesala del boom con su anterior libro de cuentos, Bestiario (1957).

De todos modos, Historias de cronopios y de famas estrena un modo diferente de hacer literatura, basado en amalgamar cuentos breves, fragmentos, tiempos y espacios diferentes, teniendo como hilo conductor a los personajes principales    ̶que son siempre los mismos  ̶ y a la invención de un lenguaje propio, con sus juegos, con sus propios neologismos, que se advierten ya desde el título. Este aspecto anti-lineal y coloquial culminaría al año siguiente (1963) en su novela Rayuela.

En Historias de cronopios y de famas el lector participa activamente en la construcción imaginaria de los protagonistas y de los hechos reflejados en los 26 micro-cuentos que componen la serie de dicha obra.

Tres tipos de personas

El libro es una reflexión meta-realista e irónica sobre distintos temas y, en su último segmento, aparece una composición de índole fantástica de la sociedad, dividida según el autor en tres tipos universales de personas: los cronopios, seres creativos, idealistas, soñadores, sentimentales, sencillos y generosos. Los famas, quienes, por el contrario, serían formales, ostentadores de poder, los que se consideran personas importantes (en los gobiernos, serían los altos funcionarios, por ejemplo) y a través de los cuales se podría interpretar una metáfora de la alta burguesía argentina de aquellos tiempos. En la mitología que Cortázar crea con ellos en el final del libro, los famas aparecen como ex seres alados cuya función era la de divulgar malas noticias. Los terceros personajes de esta lúdica y a la vez fantasiosa clasificación son las esperanzas, quienes conformarían, en el texto, la realidad de un país aparte.

Las tres clases de personajes se distinguen     ̶según el autor  ̶  por su tipología física y por la clase de baile que cada uno practica y cuyo nombre también es inventado por el escritor («catala» y «tregua» bailan los cronopios, «espera» los famas y las esperanzas).

«Cuando los cronopios cantan sus canciones preferidas   ̶escribe Cortázar  ̶ se entusiasman de tal manera que con frecuencia se dejan atropellar por camiones y ciclistas, se caen por la ventana, y pierden lo que llevaban en los bolsillos y hasta la cuenta de los días». Según el autor, los cronopios en el fondo son buenos, los famas son también buenos y las esperanzas, bobas.

¿Alegoría de una sociedad siempre dividida como la argentina que Cortázar hace extensiva a todo el planeta, pero donde no hay malos? ¿Un juego literario que se permite libertades, coloquios, planteos e imágenes surrealistas que hasta entonces no aparecían en los textos de los autores nacionales? ¿Una visión escéptica del mundo, donde sólo los artistas o los espíritus creativos se redimirían? Eso y mucho más, desde luego.

Nuevas lecturas

El boom inaugura una nueva manera de escribir, un quiebre con lo tradicional y, asimismo, una nueva manera de leer, que nacen desde tierras latinoamericanas y que llevan a una identificación que trasciende lo localista, abarcando dimensiones de universalidad.

Por su ruptura con esquemas formales y realistas, estas obras comienzan a editarse en Europa y por su originalidad se vuelven interesantes también para los profesores de las universidades de los Estados Unidos y así, de la mano de éstos llegarán a ser traducidos a diferentes idiomas, expandiendo su repercusión.

El boom significa, a la vez, una explosión editorial de ventas, antes desconocida, y un acontecimiento ligado a la política, teniendo en cuenta el eco que tuvo en esos autores la revolución cubana en 1959 y el acercamiento de algunos, al menos en los inicios, a Fidel Castro.

«Lo que se llama boom    ̶manifestó Vargas Llosa en 1962  ̶  es un conjunto de escritores, tampoco se sabe exactamente quiénes, pues cada uno tiene su propia lista, que adquirieron de manera más o menos simultánea en el tiempo, cierta difusión, cierto reconocimiento por parte del público y de la crítica».

El propio Cortázar, tan identificado con este fenómeno literario y extraliterario, dijo: «El boom no lo hicieron los editores, sino los lectores y ¿quiénes son los lectores sino el pueblo de América Latina que tomó conciencia de una parte de su propia identidad?».

Opinión de colegas

Sobre Cortázar tanto se ha escrito, tanto se ha dicho. Lo que nos interesa aquí es ver qué opinaban de él sus propios compañeros del boom, y esto se vio muy bien después de producirse su desaparición física en 1984.

En el Suplemento Literario de La Nación, el recientemente fallecido Carlos Fuentes escribió en 2002 un largo y sentido artículo sobre Cortázar. En él recuerda con un gran afecto sus encuentros en México, en París, el viaje a Praga junto al argentino y a García Márquez, invitados por Milan Kundera, las posturas políticas de ambos, coincidentes y a veces disidentes, y loas a Rayuela:

«Por eso eran tan largos los ojos de Cortázar; miraban la realidad paralela, a la vuelta de la esquina; el vasto universo latente y sus pacientes tesoros, la contigüidad de los seres, la inminencia de formas que esperan ser convocadas por una palabra, un trazo de pincel, una melodía tarareada, un sueño (…) Cortázar era un surrealista en su interior, tenaz de mantener unidas lo que él llamaba  «la revolución de afuera y la revolución de adentro»(…) Lo recuerdo: la mirada inocente en espera del regalo visual inconmensurable. Lo llamé un día el Bolívar de la novela latinoamericana. Nos liberó liberándose, con un lenguaje nuevo, airoso, capaz de todas las aventuras: Rayuela es uno de los grandes manifiestos de la modernidad latinoamericana, en ella vemos todas nuestras grandezas y todas nuestras miserias, nuestras deudas y nuestras oportunidades. Diálogo de humores, añadiría yo, pues sin el sentido del humor no es posible entender a Julio Cortázar.

Le dio sentido a nuestra modernidad porque la hizo crítica e inclusiva, jamás satisfecha o exclusiva, permitiéndonos pervivir en la aventura de lo nuevo (…). Cuando Julio murió, una parte de nuestro espejo se quebró y todos vimos la noche boca arriba. Ahora, en Guadalajara, donde hemos instituido la Cátedra Julio Cortázar, García Márquez y yo queremos que el Gran Cronopio compruebe, como lo dijo entonces Gabo, que su muerte fue sólo una invención increíble de los periódicos y que el escritor que nos enseñó a ver nuestra civilización, a decirla y vivirla, está aquí hoy, invisible sólo para los que no tienen fe en los cronopios».

Mario Vargas Llosa es el autor del prólogo a los Cuentos completos de Cortázar, editados por Alfaguara, y en ese sentido el texto titulado «La Trompeta de Deyá» habla de su cofrade, también a instancias de su muerte. Rememora los momentos pasados con él y su mujer de entonces, Aurora Bernárdez, (fines de los años 50 en París y, muchos años más tarde, en Grecia) el increíble diálogo, casi una comunión, que había entre ambos anfitriones: «La perfecta complicidad, la secreta inteligencia que parecía unirlos».

En cuanto a su escritura, Vargas Llosa reflexiona así: «Desde Rayuela, los locos ocupan un lugar central en la obra de Cortázar; pero la locura asoma en ella de manera engañosa, sin las acostumbradas reverberaciones de amenaza o tragedia, más bien como un desfuerzo risueño y algo tierno, manifestación de la absurdidad esencial que anida en el mundo detrás de sus máscaras de racionalidad y sensatez. Los piantados de Cortázar son entrañables y casi siempre benignos, seres obsesionados con disparatados proyectos lingüísticos, literarios, sociales, políticos, éticos, para   ̶como Ceferino Pérez- ̶  reordenar y reclasificar la existencia de acuerdo con delirantes nomenclaturas. (…) Juego, locura, poesía, humor, se alían como mezclas alquímicas en esas misceláneas, La vuelta al día en ochenta mundos. Último round y el testimonio de ese disparatado peregrinaje final por una autopista francesa, Los autonautas de la cosmopista, en los que volcó sus aficiones, manías, obsesiones, simpatías y fobias con un alegre impudor de adolescente».

Vargas Llosa resume la manera de concebir y practicar la literatura para Cortázar como «una jocosa irreverencia».

Julio según Gabo

Pero acaso los elogios más admirativos le pertenezcan a García Márquez, creador del «realismo mágico», amigo y compañero de ruta de Cortázar, donde se ve que ambos estaban estrechamente unidos por el afecto y por la ideología, pero donde también García Márquez reconocía el fervor que le despertaban su personalidad y su talento. En un artículo publicado en el diario El País, de Madrid (1984), lo define como «el argentino que se hizo querer por todos».  Se acordaba el autor de Cien años de soledad (1967), en aquella nota, de dos momentos junto a Cortázar: uno, el mismo que relatara Fuentes, en un tren yendo hacia Praga, donde Cortázar les dio cátedra sobre cómo fue que se había introducido el piano en la orquesta de jazz. «No sólo hablaba con una profunda voz de órgano de erres arrastradas, sino también con sus manos de huesos grandes como no recuerdo otras más expresivas», cuenta Gabo.

El otro episodio que rememora es en un parque de Managua, leyendo su cuento «La noche de Mantequilla Nápoles», donde la gente seguía fascinada el relato a pesar del lunfardo y de no entender muchas de las palabras del cuento. «Cortázar había logrado una comunicación tan entrañable con su auditorio que ya no importaba a nadie lo que querían decir o no decir las palabras, sino que la muchedumbre sentada en la hierba parecía levitar en estado de gracia por el hechizo de una voz que no parecía de este mundo».

La descripción física que hace García Márquez de Cortázar   ̶la primera vez que lo ve en París, escribiendo en la mesa del café Old Navy, donde no se atrevió a acercársele  ̶ es más que ilustrativa: «Era el hombre más alto que se podía imaginar, con una cara de niño perverso dentro de un interminable abrigo negro que más bien parecía la sotana de un viudo y tenía los ojos muy separados, como los de un novillo, y tan oblicuos y diáfanos que habrían podido ser los del diablo, si no hubieran estado sometidos al dominio del corazón».

Con el tiempo se hicieron muy amigos y, escribe García Márquez, «en privado, como en el tren de Praga, lograba seducir por su elocuencia, por su erudición viva, por su memoria milimétrica, por su humor peligroso, por todo lo que hizo de él un intelectual de los grandes (…) En público, a pesar de su reticencia a convertirse en un espectáculo, fascinaba al auditorio con una presencia ineludible que tenía algo de sobrenatural, al mismo tiempo tierna y extraña. En ambos casos, fue el ser humano más impresionante que he tenido la suerte de conocer».

Sabemos que la memoria le está jugando malas pasadas a García Márquez en la actualidad y que casi no reconoce a las personas. En estas condiciones, impresiona aún más leer esos recuerdos sobre Cortázar, puestos sobre el papel, hechos públicos a través de un diario y donde, en el párrafo final agrega: «Los ídolos infunden respeto, admiración, cariño y, por supuesto, grandes envidias. Cortázar inspiraba todos esos sentimientos como muy pocos escritores, pero inspiraba además, otro menos frecuente: la devoción».

Qué interesante es observar el lazo que vinculó a estos escritores del así llamado boom y que los unió más allá de los diversos caminos seguidos luego por cada uno de ellos o de las ulteriores y notorias divergencias y rencillas de todo tipo (García Márquez y Vargas Llosa, por ejemplo).

De los cuatro, dos recibieron el Nobel de Literatura y tres se fueron a vivir a otros países, por razones personales o políticas. Cortázar se fue de Buenos Aires a París, en 1951, en oposición al gobierno peronista; y allí residió hasta su muerte. García Márquez se estableció en la ciudad de México a comienzos de los 60 (aunque poseyera otras casas en París, Bogotá y Cartagena de Indias). Vargas Llosa, ex candidato a presidente del Perú, se afincó en Madrid después de que Fujimori ganara las elecciones. De padres mexicanos, Carlos Fuentes nació en Panamá, vivió en México a partir de la adolescencia, pero tuvo distintas estadías en Chile, Argentina, Brasil, EE.UU y Europa. El 15 de Mayo de este año se produjo su muerte y, dicen, que pidió que sus cenizas fuesen llevadas al cementerio de Montparnasse (París) donde descansan sus dos hijos. Allí se reencontrará con el Gran Cronopio, cuyos restos descansan en el mismo campo santo.

Se calcula que el boom latinoamericano duró unos diez años (desde los 60 hasta los 70) y según algunos críticos fue el movimiento más revolucionario    ̶ el único  ̶  de la literatura de Hispanoamérica.

El Gran Cronopio

Personalmente, tuve la dicha de verlo a Cortázar un día, en París, sorpresivamente, a punto de subirse a un taxi cerca de la entrada del subte de Odéon. Me animé a acercarme a su figura enorme, imponente y pude darle la mano mientras lo saludaba simplemente como alguien recién llegado de Buenos Aires, contento de encontrarlo. Me impresionaron su naturalidad, su cordialidad y la alegría que se esbozó en su cara barbuda, en una expresión sincera y muy abierta.

Con Mario Vargas Llosa también tuve el privilegio de intercambiar algunas palabras, el año pasado (frente a una vitrina que exhibía un pequeño objeto, representando el Aleph del cuento) en el Museo de la Fundación Internacional Borges de Buenos Aires, y hasta tuve una breve charla con su hijo escritor, Alvaro, acerca de Machu Picchu.

En esa visita, el escritor peruano mostró una gran devoción por Borges y todo lo que le concerniera (sus libros, sus fotos, la hemeroteca, la reproducción de su cuarto, etc.). Se lo veía sonriente, amable, formal, con notables gestos de caballerosidad.

No siempre es así. En ciertas ocasiones, uno sufre decepciones. Pero, a veces, conocer personalmente al escritor que admiramos es un verdadero regalo, aunque sea por unos instantes. Uno siente que en ese contacto directo roza su alma. Esa fue, al menos, mi experiencia con estos dos escritores del boom latinoamericano, Cortázar y Vargas Llosa.

Acaso, quién dice que no fueran esos emotivos momentos que viví los que originaron esta reflexión que estoy esbozando. De todos modos, vaya este sencillo homenaje a algo tan trascendente como lo fue ese movimiento literario surgido hace 50 años. En él, Cortázar tuvo su lugar de honor, con sus libros tan singulares, inventando un mundo fantástico de cronopios y de famas, seres imaginarios, pero que, gracias a él, siempre reconoceremos en la vida real.

*Nació en Bucarest, Rumania. En 1959 se exilió con sus padres en Buenos Aires, donde tomó la ciudadanía argentina. Entre 1968 y 1970 vivió en París. Además de escribir ficción, fue columnista de la revista Cultura y colaboradora de los principales diarios del país (Clarín, La Nación, La Prensa, La Gaceta) Ha recibido numerosos premios, entre los cuales la beca Fullbright que la llevó a vivir en los Estados Unidos en 1985, y el premio 1994 de la «American Romanian Academy of Arts And Sciences» de U.S.A.

Varios de sus libros han sido traducidos en el exterior y sus textos figuran en antologías argentinas y extranjeras. Algunas de sus obras fueron motivo de tesis doctorales en los EE.UU. En 1993 apareció un libro de crítica sobre su novelística, titulado Utopías, ojos azules y bocas suicidas: la narrativa de Alina Diaconú, compilado por Ester Gimbernat González y Cynthia Tompkins (U.S.A).

Sus siete novelas anteriores son: La señora (1975), Buenas noches Profesor (1978), Enamorada del muro (1981), Cama de ángeles (1983), Los ojos azules (1986), El Penúltimo viaje (1989), Los Devorados(1992). ¿Qué nos pasa, Nicolás? fue su primer libro de cuentos publicado en 1995 por Editorial Atlántida.

En 1998 publicó: «Preguntas con Respuestas» (Entrevistas a Borges, Cioran, Girri, Ionesco y Sarduy) y «Calidoscopio» (Notas acerca del amor, el poder, el tiempo y otros espejismos. En el año 2002 se editó su novela «Una mujer secreta» (Fundación Internacional Jorge Luis Borges), y en el 2005 «Intimidades del Ser» libro que reúne poemas y aforismos.

Tomado de la publicación: www.lagaceta.com.ar

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Se edita en castellano el libro de Ben White «Apartheid Israelí»

Esta obra analiza los mecanismos que Israel ha ido creando a lo largo de los años para hacerse con los territorios palestinos

Se publica en castellano el libro de Ben White «Apartheid Israelí». Los encargados son Bósforo Libros, editorial que tiene como premisa posibilitar la lectura de obras necesarias para un buen conocimiento del llamado ‘conflicto’ palestino-israelí, esto es, de la limpieza étnica de Palestina a manos del sionismo.

Mientras los palestinos que viven entre el Mediterráneo y el Jordán experimentan a diario las políticas segregadoras, liberticidas y etnocráticas del Estado de Israel, una parte significativa de la opinión pública occidental aún considera exagerada la aplicación del término ‘apartheid’ para describir dicha realidad. Aunque las relaciones de Israel con la Sudáfrica blanca fueron en extremo cordiales, fruto de una conciencia compartida de ser baluartes civilizatorios en medio de pueblos salvajes, el delito de ‘apartheid’ trasciende la analogía sudafricana y representa por sí mismo, como bien explica el autor de este libro, una vulneración flagrante del derecho internacional susceptible de ser cometida en cualquier lugar del mundo y en cualquier momento de la historia.

El presente trabajo es una excelente presentación de los mecanismos delictivos puestos en marcha por Israel para apropiarse del territorio y sus recursos a expensas de otro pueblo, todo ello con la complicidad internacional. Asimismo, el autor dedica espacio a reflejar las consecuencias de las dinámicas supremacistas sobre la vida cotidiana de la población autóctona, que en los Territorios Ocupados se ve arrinconada en cantones cada vez más aislados entre sí y sometida a la violencia permanente del ejército, de los colonos y de las regulaciones militares, mientras que en el interior de Israel la nutrida minoría palestina lucha por conseguir igualdad de derechos en un entorno social y legislativo cada vez más hostil y abiertamente racista.

Ben White (Birkenhead, 1983) es un escritor y periodista independiente especializado en el conflicto que azota Palestina/Israel, adonde viaja con asiduidad. Sus artículos han aparecido regularmente en tribunas como The Guardian, Aljazeera, Electronic Intifada, Palestine Chronicle o Middle East International. Su último libro es Palestinians in Israel: Segregation, Discrimination and Democracy (Pluto Press, 2012), un estudio sobre el racismo institucionalizado que sufre la minoría árabe palestina dentro de Israel.

Tomado de la publicación: www.tercerainformacion.es

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Pluripartidismo, ¿para qué sirve? Por Lázaro Fariñas*

Los defensores de la llamada democracia representativa afirman que la economía de mercado, la libertad de prensa y el pluripartidismo son esenciales para que exista una verdadera democracia.

Hay que darle libertad al mercado para que este sea el que se autorregule, afirman. El mercado, alegan, es algo así como un súper ser que sabe lo que tiene que hacer para mantener estable la economía. La oferta y la demanda tienen su propio control interno. Según estas personas, funcionan como un reloj suizo.

Para este tipo de pensamiento, el mercado es casi mágico, saca las soluciones a los problemas económicos como un mago saca palomas de un sombrero y la famosa afirmación de Adam Smith, el dejar pasar, dejar hacer, es como un dogma religioso.

Así es que el libre mercado es un pilar fundamental de la democracia representativa. También lo es la libertad de prensa, esa misma libertad de prensa que no es más que la libertad de empresa, ya que son los dueños de los medios de comunicación los que deciden lo que se dice o no, y lo que se publica o no en los grandes medios. ¿Libertad de prensa? Eso no existe, sencillamente, porque quienes controlan los medios controlan las informaciones que salen a la luz pública, por lo tanto, la información no sale libremente y los periodistas se encuentran limitados en sus opiniones.

No es nada extraño que eso suceda en cualquier país, lo extraño es que alguien se dé golpes de pecho defendiendo la tan cacareada libertad de prensa. Ahí está la «famosa» Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que no es más que un club en donde, de vez en cuando, se reúnen los dueños de los grandes medios y sus principales empleados para pontificar sobre esa libertad de prensa.

Mucho se habla de que únicamente puede existir democracia si existe pluripartidismo. El solo hecho de que en un país exista más de un partido político no quiere necesariamente decir que hay democracia. En muchos países donde se dice que existe el sistema multipartidista, lo que en realidad existe en el fondo es un partido con diferentes alas. Los distintos partidos que se forman para ir a las elecciones piensan, actúan y gobiernan de la misma forma, apenas con una mínima discrepancia. Por ejemplo, en España, lo mismo da un partido socialista que un partido popular. Cuando están en el poder, gobiernan igual, lo mismo que cuando están en la oposición.

En Estados Unidos no hay nada más parecido a un demócrata que un republicano. Se pueden decir mil cosas diferentes durante las campañas electorales, pero cuando llegan al poder gobiernan de igual forma. Cuadran la caja de la misma manera.

Bush le dio 700 000 millones de dólares a los banqueros republicanos para supuestamente resolver la crisis económica -ya sabemos adónde fue a parar esa enorme cantidad de dinero-, y poco tiempo después Obama les dio 800 000.

En política internacional los republicanos llevaron la guerra a Iraq y Afganistán, llegaron los demócratas y no solo la mantuvieron sino que abrieron otros frentes. Como decían en mi pueblo, lo mismo da Juana que su hermana. ¿Se puede uno imaginar la cantidad de dinero que se ahorraría el país si solo hubiera una convención nacional del partido para escoger entre las diferentes tendencias dentro del mismo? Por lo pronto, no habría que hacer esas largas campañas para las nominaciones, ni gastar esas cantidades tan inmensas de dinero. Así fue al principio de la Nación.

Ni George Washington, ni John Adams hicieron campañas políticas para ser elegidos presidentes del país. Ahora, no se acaba una campaña electoral para la presidencia cuando ya está empezando la siguiente.

Aquí los presidentes siempre están haciendo política. Cuando no están aspirando al cargo, están haciendo campaña por su sucesor. El hecho es que, la mayor parte del tiempo de su primera administración, la pasan los presidentes recaudando dinero para la reelección. ¿No sería mejor que, en vez de solo cuatro años, los presidentes tuvieran más tiempo en sus cargos? Y como la mayor parte de la población no vota en las elecciones, ¿no sería más conveniente y más barato que un solo partido internamente escogiera dos candidatos y los presentaran a los electores para que estos escogiesen? Para la leche que da la vaca, que se la tome el ternero.

Tomado de la publicación: www.juventudrebelde.cu

*Periodista cubano radicado en Miami

 

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