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(VIDEO) Vamos a celebrar los 25 años de SODePAZ

E irás a la fiesta a partir de las 20.00 horas el día 30 de Junio en el Teatro Replika de Madrid

Programa

«A ver si podemos» Academia del Actor Replika teatro

Los hijos del Pisto Comedia de Sketch

Espectáculo «Fronteras» marionetas con hilos

Badi ña Danza africana y percusiones

DJ Xabi y abu Izai.

ENTRADAS A LA VENTA EN LA TIENDA DE SODEPAZ (C/Palma, 69 de Madrid)

Y EN EL PROPIO TEATRO EL DIA 30 de JUNIO, el 30 en Madrid…

y Por la tarde…a partir de las ocho…

TEATRO REPLIKA

Calle Justo Dorado, 8. Madrid.

Metro.: Guzmán El Bueno (Líneas 6 y 7), Cuatro Caminos (Líneas 1, 2 y 6)

Bus.: C1, C2, F, 2, 11, 44, 45, 64, 66, 124, 127, 128, 132, 202

www.sodepaz.org

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Icaria Editorial publica un libro en favor de la banca pública

Con prólogo de Vicenç Navarro Plataforma por la Nacionalización de las Cajas de Ahorros y por una Banca Pública.

España es el cuarto país de la zona euro que se acoge a un rescate para salvar sus cuentas. El desastre financiero de Bankia ha mostrado el agujero de la banca española. El gobierno insiste que no estamos ante un rescate, si no ante un préstamo, pero más allá de cómo lo llamemos la realidad es tal y como han definido desde la UE, que habrá exigencias no solo sobre las entidades financieras. El estado español perderá parte de su soberanía con condiciones explícitas o implícitas.

La privatización de las cajas de ahorro, un saqueo que favorece a los intereses especulativos de la banca privada, ha puesto en manos de poderes antidemocráticos miles de millones de euros de ahorradores e impositores.

Con el objetivo de denunciar este expolio y consolidar propuestas que ofrezcan alternativas viables a la crisis económica, la Plataforma por la Nacionalización de las Cajas de Ahorros y por una Banca Pública expone en este libro cómo, mediante la nacionalización de las cajas de ahorro, es posible dar el primer paso para crear una banca pública democrática, transparente, ética, con control social y al servicio de los ciudadanos que sirva como instrumento para dejar de ser rehenes del sistema bancario.

Plataforma por la Nacionalización de las Cajas de Ahorros y por una Banca Pública, surgida en junio de 2011, ha reunido a distintos colectivos que están denunciando el proceso de privatización de las cajas de ahorro y divulgando la necesidad de crear una banca pública, una reivindicación que también están adoptando otros movimientos sociales por todo el país. Entre sus miembros se encuentran economistas, antiguos consejeros de Caja Madrid por la candidatura progresista de los impositores y activistas de ATTAC-Madrid, de las Asambleas de Izquierda Unida, de las Asociaciones de Vecinos y de las Asambleas del 15-M en la Comunidad de Madrid.

Autores del libro: Carlos Sánchez, Juan Sotres, Jordi Escuer, Rubén Moreno, Ana Martín, Aurora Martínez, Francisca Ruiz y Eva Cruz.

Tomado de: www.tercerainformacion.es

www.icariaeditorial.com

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Virgilio Piñera: Discutido, marginal y adelantado. Por: Norge Espinosa*

Por encima de cualquier consideración, dictada por sus fieles o sus enemigos, Virgilio Piñera aparece en la memoria y en las actas de la literatura cubana como un hombre de destino teatral. Un carácter que traslada a todo lo que toca una percepción histriónica, una noción dramática, para demostrarnos, por encima de todo, el ridículo que somos cotidianamente, y cómo los actos rutinarios nos van condicionando, nos van llevando a ser ese ridículo que nos dice que vivir puede carecer de sentido.

Me gustaría que Piñera en esta intervención, se dejara ver no como un gran escritor, sino como dos cosas esenciales que fue: un marginal y un adelantado. Al final de su vida, se reveló como la esencia que era: un escritor solitario que, a pesar de haber formado parte de algún grupo literario, como Orígenes y su célebre revista, o el grupo Ciclón al cual alentó más tarde para justamente enfrentarse a Orígenes, y crear un ejército de jóvenes autores a los que empujó a entrar en la batalla, era consciente de su destino, de la idea que él mismo en tanto negador, francotirador, opositor per se, se hizo como destino, a sabiendas de que ello lo condenaba a una inevitable carga de soledad. Esa soledad que se va volviendo un tema recurrente y reaparece con golpes y ráfagas devastadoras en su poesía final, en la cual, como Lezama, trata de llenar con palabras la ausencia y la espera que lo acosan. En tal estado supo reconocerse como una figura que sabe llevar la carga de quien sopesa la culpa o la gracia de haber estado en el mundo para decirnos algo diferente sobre lo que somos, y eso conlleva un estado de apartamiento, una condición de marginalidad que tarde o temprano deja su marca de ceniza en quien se atreve a tanto.

Supo que como artista, como escritor, como persona de una sensibilidad y una agudeza tan singulares, no podía escapar de esa suerte y desgracia: la de no saberse un rostro en la masa de lo común.

A diferencia de lo que podrían ensayar otros autores, tal demarcación no opera en él como un acto de soberbia, antes bien, lo obliga a regresar pesarosamente a su oficio, a sabiendas de que cada pena, decepción, alegría, anécdota o anhelo tendrá que convertirse en una página, en un puñado de palabras que justifica su existencia ante los demás rostros de su tiempo.

Por ello, si recorremos lo que escribió desde sus primeros esbozos hasta los manuscritos editados póstumamente, puede comprobarse de qué modo se va difuminando lo literario en lo vivencial. Piñera es un autor que se confiesa constantemente, que quiere ser “él”, Piñera, en tanto persona y personaje, el centro de lo que percibimos al leer sus párrafos o sus versos. Pero no hay que ser ingenuo: lo hace a través de un constante juego de máscaras, de la búsqueda de un doble al que hacer padecer en efigie lo que su cuerpo sueña o desprecia, lo convierte y nos convierte en un espejo que tendrá que reaccionar ante sus pesadillas más sublimes o macabras. Y más, supo que desde la amargura y el escepticismo podía extraer de tal fatalidad un signo provechoso para el futuro en que imaginaba a sus lectores. A los lectores de Piñera que somos, ahora, nosotros.

En ese apartamiento, Piñera encuentra las fórmulas de su marginalidad. Lo hace desde el arranque mismo de su obra, y al final de su existencia, el Destino se habrá cumplido en un ciclo cerrado, a la manera de los que él imponía a los personajes de sus mejores cuentos y obras teatrales. Si en esos momentos iniciales ser diferente es una decisión de estilo, una norma a la que se apega para convertirse en el crítico implacable, dueño de un verbo frío y filoso, como lo ve Cintio Vitier; la década de los 70 lo despide como sombra en vida, muerto civil que bajo los recelos de ese instante, se ha afantasmado del mismo modo que algunas de sus propias invenciones. Va perdiendo partes (su rol como figura pública, su voz en tanto intelectual, su poderío como dramaturgo representado), y acaba reducido a un oscuro traductor que tiene que hablar con la garganta e idiomas de otros: un húngaro, un vietnamita, un escritor africano.

Puede decirse que toda su existencia fue una especie de training para esa suerte de nirvana à rebours, pasando por períodos en los que fue también discutido, negado, censurado, alejado del canon por aquellos que se creían en la misión o la capacidad de establecerlo.

Se impuso a tales cosas desde una conciencia ética, lo cual en esos mismos ámbitos lo destacaba aún más. La honestidad fue el espejo en el que se miró para hallar las muecas y los estertores que sacuden de vez en vez a quien lo lee, porque como pocos escritores cubanos supo encontrar en esos juegos de silenciamiento una mayor razón para su terquedad, para ejercitar sus resistencias.

Alzó broncas literarias con la misma intensidad con la que proclamó chismes, enredos, bretes y chanchullos desde ese papel de agitador, “loca negadora” dirían algunos con el máximo desdén. Pagó tales arrebatos con prohibiciones, estampidas, salidas teatrales a tono con el aria di bravura que fue para él la defensa de lo literario como una verdad intachable y que entonaba ante ese pequeño mundo literario cubano al que miró siempre con escepticismo, listo para asestar un golpe de sarcasmo allí donde creía ver laureles dormidos, pompas fáciles: la oreja de lo provinciano asomando en festines de juego floral, en los que un poema como “La isla en peso” no obtendría el premio nunca por atreverse a recordarnos la elementalidad que somos, aun, en este país que tantas décadas y conflictos y traumas posteriores a aquel 1943 en el que vio la luz ese poema extraordinario, seguimos dependiendo de un concepto demasiado romántico de lo que creemos ser, y faltan aún proyectos de suficiente solidez como para que, despertando de ese sueño, hallemos el País que tras esa ilusión verdaderamente nos corresponde fundar y asegurar en términos progresivos.

Oponiéndose a ese ideal de Nación que imaginaban nuestros próceres, nuestras figuras patrias: Varela, Martí, los pensadores del XIX y los polemistas y pedagogos de inicios del siglo XX, Piñera despliega su maniobra desacralizadora, porque intuía, para decirlo rápido y mal, que el cubano aún piensa más con el cuerpo que con sus ideas o sus ideales, y que las urgencias primarias son todavía entre nosotros más poderosas que las grandes proclamas que en tono mesiánico pretenden guiarnos a ser un ejemplo tan cristalizado. Esa tensión entre el espíritu y las fuerzas del cuerpo se dejan ver a lo largo de toda su obra, sostiene La carne de René, su más lograda novela, o en numerosas piezas teatrales donde los personajes luchan físicamente entre sí, como en Una caja de zapatos vacía, o niegan ser el que han dicho ser, como en Falsa alarma o Los siervos para acabar convirtiéndose en los opuestos que negaban, como en El flaco y el gordo o La niñita querida. O se fingen muertos, en Dos viejos pánicos, para pretender burlar la vida y sobre todo las consecuencias del hecho siempre complicado de actuar la Vida.

Piñera nos dice que es imposible eludir las consecuencias, nos recuerda que vamos cometiendo un acto tras otro y que eso desencadenará otros, contaminándonos, haciéndonos prisioneros de tales consecuencias. Y si esos actos han sido dictados por la hipocresía y la doble moral, terminaremos siendo víctimas de nuestras propias convicciones y cobardías, siendo responsables de un Destino en el que ningún Dios interviene. Porque tal vez no haya Dios, dice Piñera. Aunque lo dice desde la cultura, lo cual es siempre una posibilidad engañosa.

En cuanto a su condición de adelantado, no hay que olvidar que para Piñera ese privilegio también era entendido como fatalidad. Lo reconoció en el prólogo a su Teatro completo, reconociendo que de poco le había valido, en estas tierras caribeñas, imaginar diálogos del teatro del absurdo poco antes de que Ionesco lo hiciera en París. Sin embargo, a la agudeza con la cual pergeñó páginas que sonaban estridentemente según el gusto de sus contemporáneos, debemos la señal de alerta que nos es todavía útil para identificar el yeso que se disimula como mármol, el vacío de ciertos gestos que aún abundan en nuestra literatura, en todo nuestro ámbito, no solo el cultural.

Su capacidad para recibir los síntomas no solo estéticos, sino el temblor que podía ganar temperatura en la calle, se multiplicará cuando se publiquen las crónicas que bajo el seudónimo de El Escriba redactó para Lunes de Revolución: son un capítulo esencial de ese Piñera al que hay que ver con ojos menos cercanos a los del estereotipo, y que nos revelará la velocidad de su pensamiento, en plenitud, en lo mejor de su época más reactiva. Se adelantó al absurdo, al teatro de la crueldad, para que sus lectores futuros lo reconocieran como extraño profeta en el trópico. Un profeta acaso venido a menos, pero de revelaciones deslumbrantes.

Léanse ciertas escenas de obras como Los siervos, o su delirante relato “Concilio y discurso” para que se entienda de qué manera Piñera nos imaginó en una Cuba que es escenario y a la que quiso aportar no pocos golpes de efecto. Eso, insisto, también lo coloca en un plano marginal. Su habilidad en términos de progresión le hizo siempre dudar de la posteridad. Juró, poco antes de morir, que alcanzaría los cien años de existencia. Lo ha logrado de un modo más sutil para seguir diciéndonos revelaciones tremendas.

Nada de ello lo ha librado de ser eternamente discutido. Lo fue prácticamente desde su irrupción, y esas furias van a perseguirlo sin misericordia. El estreno de Electra Garrigó le costó diez años de silenciamiento: la prensa oficial de la época se negó a mencionarlo, cobrándole en mutismo la altura de sus atrevimientos. Aún hoy he escuchado a jóvenes dramaturgos confesar que detestan a Piñera, que anhelan dejarlo muerto ya como modelo, aunque sus propios esfuerzos no consigan siquiera la mitad del impacto que Virgilio provocó con sus piezas más endebles. O se le intenta arrebatar el espacio de poder e influencia que dejó precisado en la dramaturgia mediante argumentos que más que un criterio sólido, anhelan desterrarlo desde una negación vacía, como pretende el autor de un artículo aparecido en un número de la revista Unión fechado en 2009, aduciendo que en toda su producción hay solo dos obras de “alcance y verdadera dimensión: Electra Garrigó y Aire frío tiene puntos a objetar”. La ingenuidad de tal ataque, que propone estimar de mejor modo, convirtiendo en dispositivos antipiñerianos a Carlos Felipe y José Triana, olvida la manera en que Piñera mismo engloba y discute los modelos de esos y otros dramaturgos, y que él, autor siempre en movimiento, rechazaba la idea de una helada perfección, para saberse más interesante como fenómeno inquietante. Por no recordar que también esos otros autores, dueños de piezas de indudable interés, no carecen de “puntos que objetar”1. Una pieza de Piñera vale por dos o más de muchas de las que firmaron sus contemporáneos porque no se limita a ser simplemente teatro: son provocaciones que el escritor, desde un ejemplar trabajo crítico hacia sí mismo, lanza a sus rivales vivos, muertos y por venir, devorando lo mismo a Sófocles que a los riesgos del happening, replanteando la tradición que él mismo construye desde la perspectiva de una sucesiva destrucción desde la cual nos seguirá retando.

Varios directores han demostrado que aun las obras menores de Piñera, llevadas a las tablas con soltura e imaginación, son mucho más intensas que las más logradas de aquellos a los que algunos querrían oponerle. La lectura cabal de su Teatro completo debiera incitarnos a pronunciar algo más que gustos personales. Recordemos de qué manera tan enfática insistía en que lo leyéramos dentro de sus propias claves, y no en vana oposición a otros nombres reverenciados, en un tú a tú que ya el tiempo ha negado a Shakespeare o a Ibsen, pero que él, en tanto autor (casi autor teatral se identifica, se margina para no saberse parte de una corte ya congelada), exige como respuesta inmediata. En ese desafío estaba él emplazado ya desde 1948, cuando firmaba sus artículos en la revista Prometeo. Y aún esas páginas no se han releído lo suficiente.

A las seis de la mañana, cuando la ciudad que podía entrever desde su balcón apenas comenzaba a despertar, Virgilio Piñera se levantaba para escribir. Los vecinos de su apartamento, en 25 y N, deben haberlo detestado por esa insistencia en teclear a hora tan impropia, sin saber que ese hombre viejo, flaco, desgarbado escribía para los lectores que hoy procuran los tomos de su obra completa. Pocos tocaban a la puerta, el timbre del teléfono anunciaba breves conversaciones. La llamada que lo devolvería de nuevo a la vida pública nunca le llegó, mientras otros veían abrirse los escenarios de los cuales habían sido expulsados. Concebirse como Hombre Problema, homosexual, pobre y artista fue una divisa que le servía de estímulo rabioso en esa Nada. Sobrevivió a la muerte de Lezama para reafirmarse en su soledad y, desde el punto marginal en el que vio descender su cadáver, nos entregó, con un soneto como “El hechizado”, una de las lecciones más estremecedoras de la literatura cubana, a veces tan escasa de humildad y confraternidad. Hizo de ese estoicismo una prueba de fe, y solo a la Literatura rendía su culto. Halló en la marginalidad de la página en blanco su prueba de Sísifo, y escaló mañana tras mañana el monte cargando la piedra que acabaría estallando en palabras. A eso le llamamos hoy Destino. Lo cumplió, hombre teatral, con excelencia de gran histrión. Lo leemos hoy, cien años más tarde, para aplaudirlo en el teatro de una Cuba cuyo calor nos arranca varios de los mejores parlamentos que firmó. Seis de la mañana. Se levanta a escribir. El teclear impertinente de la máquina se va volviendo, en nuestros oídos, en los suyos, eco de una ovación estruendosa.

Notas:

1. En “¿Surrealismo trasnochado o surrealismo dramático?”, texto de Rubén Sicilia publicado en el número 66 de la revista Unión, pp. 84-89, 2009.

Versión ampliada de varias intervenciones públicas, desarrolladas en La Habana y Santa Clara para acompañar la presentación de los primeros títulos de las Obras Completas, de Virgilio Piñera, editadas por su Centenario en este 2012.

Tomado de: www.lajiribilla.cu

*Santa Clara, 22 de mayo de 1971. Graduado de la Escuela Nacional de Teatro en 1992. Desde adolescente se vinculó a grupos teatrales y talleres literarios, obteniendo premios y menciones en concursos provinciales y nacionales. En 1989 obtiene el Premio de poesía de El Caimán Barbudo con su primer cuaderno: Las breves tribulaciones, que será editado en 1993 por Ediciones Capiro, y será saludado por la crítica con notas elogiosas. En 1990 gana el Premio Único de Ediciones Vigía, con su poema Cartas a Theo, que es publicado por este sello matancero. Durante los tres años de su carrera se vincula a distintos maestros, entre ellos Roberto Blanco, quien imparte en 1991 un taller sobre dirección teatral. Bajo la guía de José Oriol González, funda el Teatro de los Elementos, que se propone indagar en experiencias comunitarias a través de intervenciones en localidades marginales o periféricas. Para este colectivo escribe varias piezas que participan del teatro callejero y se estrenan en La Habana, la Isla de la Juventud y Santiago de Cuba. En 1992 se integra por breve tiempo al efímero Teatro del Centro, en Santa Clara, donde asesora una versión de Dos viejos pánicos, alentado por la información que sobre Virgilio Piñera obtiene de su amistad con el poeta y dramaturgo Abilio Estévez. En 1993 regresa a La Habana y comienza a trabajar en la sede nacional de la Asociación Hermanos Saíz, donde llegará a desempeñarse como Especialista de Literatura y Artes Escénicas, coordinando diversos eventos, como Las palabras compartidas (Holguín, 1995) y las tres ediciones del Yorick (1996, 1998, 2000), de cuya primera convocatoria se publican las memorias por la editora Abril. En 1995, Teatro El Público estrena Sarah´s, unipersonal protagonizado por Mónica Guffanti que se presenta, además, en Ecuador. Su poemario para niños Los pequeños prodigios es editado por Gente Nueva como parte de la colección cubano-argentina Pinos Nuevos en 1996. En 1997 entra a dirigir la librería El Ateneo, que se convertirá en un espacio de confrontación no solo de temas literarios, sino también escénicos, sociales, etc. Es jurado del premio David de Poesía y del Encuentro Nacional de Talleres Literarios. Entra como asesor al Teatro Pálpito, para el cual escribe Sácame del apuro, versión en tiempo de teatro bufo de “El camarón encantado”, que conquista los más importantes lauros en la categoría de teatro para niños y jóvenes en los festivales más renombrados del país. Viaja a España como parte de una amplia delegación cubana al Festival de Cádiz. Dirige en 1998 y hasta el 2000 las tres convocatorias anuales de la Jornada de Arte Homoerótico, bajo los auspicios de la AHS desde las cuales aglutina a los artistas cubanos que indagan en los márgenes de la sexualidad desde cualquier perspectiva creadora. Recoge lo más logrado de su poesía en Las estrategias del páramo, que imprime Ediciones Unión en el 2000, y comienza a laborar como jefe de redacción de la revista tablas en su tercera época. Gana en ese año el Premio Prometeo de La Gaceta de Cuba, y obtiene en el 2001 el premio Calendario de ensayo con su libro Carlos Díaz: Teatro El Público: la trilogía interminable, que será editado en el 2002. En octubre de 2001, trabajando ya como asesor de Teatro El Público, viaja a los Estados Unidos de América para participar en el Programa Internacional de Escritores de la Universidad de Iowa, y permanece en ese país durante siete meses, viajando a distintas ciudades: Nueva York, Washington, Chicago, Atlanta, Portland Maine, Miami, etc. A su regreso se incorpora al equipo de redacción de la revista Extramuros y participa en la temporada de La Celestina, que alcanza 150 funciones en Teatro El Público, y prepara una versión del ballet La caja de los juguetes, destinada a Teatro de las Estaciones, agrupación que ya había estrenado su texto-homenaje En un retablo viejo, tributo al núcleo fundacional del títere cubano: los hermanos Camejo. La mayor parte de los espectáculos que asesora para Teatro El Público merece el premio de la Crítica a los mejores espectáculos del año. Participa en el taller para dramaturgos emergentes que el Royal Court Theatre desarrolla en Cuba, acudiendo a la Residencia Internacional de dicha compañía en el 2003 y regresando a su sede inglesa en el 2004 para coordinar una lectura dramatizada de su pieza, junto a otros cuatro miembros de dicha experiencia de intercambio. Se edita en forma de libro su pieza Romanza del lirio, que la revista tablas había publicado como libreto en el año 2000.  El sello Alarcos de la revista tablas acaba de publicar La virgencita de bronce, versión de Cecilia Valdés para títeres y público adulto que estrenará el Teatro de las Estaciones.

Sus poemas se incluyen en las antologías de poesía cubana más completas de los últimos años en Cuba, España, México, EUA, etc. Sus ensayos y poemas han sido traducidos al francés y al inglés. Obtuvo la Orden por la Cultura Nacional y el premio Abril. Ha viajado a Rusia, México, España, EUA e Inglaterra.

ALGUNOS TEXTOS ESTRENADOS:

Los músicos volantes, Teatro de los Elementos, 1992.

Sarah´s, Teatro El Público, 1995.

Sácame del apuro, Teatro Pálpito, 1997.

En un retablo viejo, Teatro de las Estaciones, 2001.

Ícaros, Teatro El Público, 2003.

LIBROS PUBLICADOS:

Las breves tribulaciones, Premio El Caimán Barbudo 1989, Ediciones Capiro 1993. Nominado al premio de la Crítica.

Cartas a Theo, Premio Único del Primer Festival de Ediciones Vigía, 1990.  Los pequeños prodigios, Colección Pinos Nuevos, Editorial Gente Nueva, 1996 Las estrategias del páramo, Ediciones Unión, 2000.  Carlos Díaz: Teatro El Público: la trilogía interminable, Premio Calendario de Ensayo, Editorial Abril, 2001.

Romanza del Lirio, Ediciones Sed de Belleza, 2003.

La virgencita de bronce, Ediciones Alarcos, 2004.

Notas biográficas tomadas de: www.cniae.cult.cu

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Consecuencias de la ficción. Por: Belén Gopegui*

La escritura es tiempo y es máscara, una voz que se construye con distancia y se distingue del cuerpo que actúa. En el espacio que media entre lo vivido y lo narrado la materia se hace transparente, los cuerpos no son ásperos, la inteligencia no desfallece y, aunque sea sólo durante unos momentos, la vida parece reversible, nada se cierra en falso, todo puede volver a empezar.

La ciencia ficción imaginó los videoteléfonos pero apenas supo, como tampoco la industria, predecir la expansión del SMS, esas primeras imprentas portátiles. ¿Por qué, pudiendo hablar, tantas personas preferían enviar mensajes? No sólo por el precio: el SMS era tiempo para frenar lo obvio, lo incompleto, «la manera de estar presente siendo invisible», la máscara para inventarse, protegerse y danzar como si los días no se jugaran en el instante fugitivo.

Con Gutenberg se imprimían libros y ahora se imprimen imprentas, móviles y ordenadores que pueden publicar y difundir mensajes desde cualquier sitio. No olvido la brecha digital, ni la precaria y amenazada neutralidad de la red, ni la desigualdad, pero aun con ellas aquel título de Umbral, la escritura perpetua, se parece mucho a la red donde vamos viéndonos vivir. De la escritura perpetua se sigue la lectura perpetua y de este modo vamos, también, viendo cómo nos vemos vivir.

¿Escribir y leer son sólo acciones recurrentes, pensamientos circulares que retroalimentan un circuito paralelo de palabras mientras el mundo sigue en manos de quienes tienen la violencia y el poder? ¿O pueden ser acciones transitivas, por así decir, acciones que pasan de un sujeto a otro sujeto o a un objeto, tal como decía Fogwill hablando de los textos que le importaban: «cuando los lees pasa algo, pero no en el sentido de que suceda sino de que algo del libro pasa a ti»?

Admitámoslo: la ficción siempre tuvo consecuencias. Una imagen mental mueve la sangre y excita un cuerpo, otra imagen produce lágrimas, y una idea, valor en forma de adrenalina. La ficción literaria viaja por las células convertida en impulso eléctrico y si es cierto que la pared real ofrece resistencia mientras que la pared imaginaria la atraviesas como un fantasma, no lo es menos que la máscara ofrece, a su manera, resistencia, y que cuando la realidad nos golpea la evocación de determinadas palabras puede crear una armadura con su dureza particular.

Hoy que la literatura ya no es un recinto separado de la escritura perpetua, sino que ocupa un sitio en ella, sin solución de continuidad, la pregunta vale para cada texto como sirvió para la filosofía: ¿justifica el mundo o lo transforma? Dicen que entre justificar y transformar hay un término medio, dicen que ese término medio es explicar. Pero ya es tarde para que nadie crea que, en un mundo dividido como el nuestro, se puede ser neutral cuando se trata de contar una historia.

Apenas un ejemplo: Estados Unidos en la década de 1930, un suburbio de clase media de Kansas; Mrs Brige, Mr. Bridge , novela de Evan Connell donde, se diría, sólo ocurre lo cotidiano, un peine en una papelera, un beso en el jardín. Sin hacer ruido, al volver la página, dos gestos cuentan de pronto la tragedia de una mujer que ha sido educada para no pensar, frente a la libertad despreocupada, en apariencia gratuita, en apariencia innata, de un niño quien, desde otro género, nunca conoció esa presión: «Pero entonces, en lugar de contestar, su hijo se quedó pensativo y Mrs. Bridge se sintió desfallecer por dentro. Durante toda su vida ella había respondido inmediatamente cuando alguien le hablaba. Si le hacían un cumplido, en seguida daba las gracias, muy modosa, o si por casualidad le pedían opinión sobre algo, ya fuera el precio de la mantequilla o la situación de Italia, ella contestaba rápidamente. Ahora, al ver a su hijo con la boca cerrada como la tortuga que ha pillado una semilla y la cara contraída con gesto pensativo, no sabía qué hacer». La integración de los distintos componentes de la novela hace que un enlace se active acaso de este modo: nunca más dejaremos que esa indefensión aprendida y el temor de miles de mujeres educadas para evitar la deliberación vuelvan a suceder.

Frente a la supuesta descripción neutral, objetiva, surge lo que Tolstoi llamaba arte: expresar algo con la voluntad de unir a otra u otras personas en un sentimiento común. Aunque esa palabra, común, esté todavía por hacer; esa palabra hoy requiere, como la vida, capacidad de establecer enlaces y formar estructuras en un ambiente hostil. Pero si no es para construir un nuevo sentido común, entonces sólo escribiríamos para justificar el -falso- sentido común existente.

Fuente: www.madrid15m.org/quiosco.html

Tomado de: www.rebelion.org

*Belén Gopegui (Madrid, 1963). Novelista y guionista española galardonada por su opera prima La escala de los mapas en 1993. Su tercera obra, La conquista del aire, fue adaptada al cine por Gerardo Herrero. Esta novelista ha sido descrita como la mejor de su generación por Francisco Umbral.

Tras licenciarse en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid inició su carrera profesional colaborando en las secciones literarias de diversos medios de prensa, entre ellos el diario El Sol, para el que realizó entrevistas.

En 1993 la editorial Anagrama publicó con gran éxito su primera novela La escala de los mapas, que recibió los premios Tigre Juan y el Iberoamericano Santiago del Nuevo Extremo para autores noveles.

Su segunda novela, Tocarnos la cara, se publicó en 1995, también con gran acogida de público y crítica. Su tercera novela, La conquista del aire, se publicó en 1998 y fue adaptada al cine en 2000 con el título Las razones de mis amigos por Gerardo Herrero.

En 2004 publicó El lado frío de la almohada novela que trata sobre la relación entre un diplomático estadounidense destinado en Madrid e intermediario en un trato con agentes de la seguridad del Estado de Cuba y su contrapartida Laura Bahía, joven agente española de origen cubano.

En 2005 aparece su primera y única obra teatral Coloquio en el libro coral Cuba 2005, en defensa de la Revolución Cubana.

En 2007 publicó la novela El padre de Blancanieves también en la editorial Anagrama.

En 2009 aparece Deseo de ser punk, una novela donde retrata, con la música rock, que adquiere un rol protagonista en la historia, como telón de fondo, el inconformismo de la adolescencia a partir de la voz de Martina, una joven de 16 años. Un año después de su publicación esta novela gana el VII Premio de Narrativa Española Dulce Chacón otorgado por el Ayuntamiento de Zafra imponiéndose, entre otras, a una obra de Antonio Muñoz Molina.

En 2011 publica Acceso no autorizado en la editorial Mondadori un thriller político-informático con un hacker y una vicepresidenta de gobierno como protagonistas con redes personales que se establecen en el mundo digital.

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(VIDEO) Un padre nuestro latinoamericano. De Mario Benedetti

Para el pueblo Paraguayo

Padre nuestro que estás en los cielos,
con las golondrinas y con los misiles,
quiero que vuelvas antes que olvides
cómo se llega al sur de Río Grande.

Padre nuestro que estás en el exilio,
casi nunca te acuerdas de los míos,
de todos modos, dondequiera que estés,
santificado sea tu nombre
no quienes santifican en tu nombre
cerrando un ojo para no ver las uñas sucias de la miseria.

En el siglo XXI
ya no sirve pedirte venga a nos el tu reino,
porque tu reino también está aquí abajo,
metido en los rencores y en el miedo,
en las vacilaciones y en la mugre,
en la desilusión y en la modorra,
en este ansia de verte, pese a todo.

Cuando hablaste del rico, la aguja y el camello
y te votamos todos, por unanimidad, para la gloria,
también alzó su mano el indio silencioso
que te respetaba pero se resistía a pensar… hágase tu voluntad.
Sin embargo una vez cada tanto
tu voluntad se mezcla con la mía,
la domina, la enciende, la duplica,
más arduo es conocer cuál es tu voluntad
cuando creo de veras lo que digo creer,
así en tu omnipresencia como en mi soledad,
así en la tierra como en el cielo,
siempre estaré más seguro de la tierra que piso
que del cielo intratable que me ignora.

Pero, quién sabe?, no voy a decidir
que tu poder se haga o se deshaga.
Tu voluntad igual se está haciendo en el viento,
en el Ande de nieve,
en el pájaro que fecunda a su pájara,
en los cancilleres que murmuran «Yes sir»,
en cada mano que se convierte en puño.

Claro, no estoy muy seguro si me gusta el estilo
que tu voluntad elige para hacerse;
lo digo con irreverencia y gratitud,
dos emblemas que pronto serán la misma cosa.
Lo digo, sobre todo, pensando en el pan nuestro de cada día
y de cada pedacito de día.
Ayer nos lo quitaste, dánosle hoy.
O al menos el derecho de darnos nuestro pan,
no sólo el que era símbolo de algo,
sino el de miga y cáscara,
el pan nuestro.

Ya que nos quedan pocas esperanzas y deudas
perdónanos, si puedes, nuestras deudas,
pero no nos perdones la esperanza;
no nos perdones nunca nuestros créditos.
A más tardar mañana saldremos a cobrar a los fallutos,
tangibles y sonrientes forajidos.
A los que tienen garras para el arpa
y un panamericano temblor con que se incuba
la última escupida que cuelga de su rostro
Poco importa que nuestros acreedores perdonen
así como nosotros, una vez, por error,
perdonamos a nuestros deudores.
Todavía nos deben como un siglo de insomnios y garrote,
como diez mil kilómetros de injurias,
como veinte medallas a Somoza,
como una sola Guatemala muerta.

No nos dejes caer en la tentación
de olvidar o vender este pasado,
o arrendar una sola hectárea de su olvido,
ahora que es la hora de saber quiénes somos
y han de cruzar el río el dólar y su amor contra-reembolso
arráncanos del alma el último mendigo
y líbranos de todo mal de conciencia.

Amén.

Este «Padre Nuestro Latinoamericano», fue interpretado en la base del Memorial José Martí en la Plaza de la Revolución de La Habana, el 22 de julio de 2004. Esta versión fue musicalizada por el argentino Favero y orquestada por el maestro Leo Brouwer en compañía de 200 músicos de la Orquesta Sinfónica de Cuba. Esta presentación formó parte del Concierto de clausura del Primer Encuentro Nacional de Orquestas Sinfónicas de Cuba, y un fue regalo de la cultura cubana al aniversario 51 del Asalto al Cuartel Moncada (26 de julio de 1953).

Mario Benedetti

(Paso de los Toros, 1920 – Montevideo, 2009) Escritor uruguayo. Mario Benedetti fue un destacado poeta, novelista, dramaturgo, cuentista y crítico, y, junto con Juan Carlos Onetti, la figura más relevante de la literatura uruguaya de la segunda mitad del siglo XX. En marzo de 2001 recibió el Premio Iberoamericano José Martí en reconocimiento a toda su obra. Fue Director del Departamento de Literatura Hispanoamericana de la Facultad de Humanidades y Director del Centro de Investigación Literaria en La Habana.

En la obra de Mario Benedetti pueden diferenciarse al menos dos periodos marcados por sus circunstancias vitales, así como por los cambios sociales y políticos de Uruguay y el resto de América Latina. En el primero, Benedetti desarrolló una literatura realista de escasa experimentación formal, sobre el tema de la burocracia pública, a la cual él mismo pertenecía, y el espíritu pequeño-burgués que la anima.

Realizó varios trabajos antes de 1945, año en que inició su oficio de periodista en La Mañana, El Diario y Tribuna Popular, entre otros. El gran éxito de sus libros poéticos y narrativos, desde Poemas de la oficina, 1956 y Montevideanos, 1959, se debió al reconocimiento de los lectores en el retrato social y en la crítica, en gran medida de índole ética, que el escritor formulaba. Esta actitud tuvo como resultado un ensayo ácido y polémico: El país de la cola de paja (1960), y su consolidación literaria en dos novelas importantes: La tregua (1960), historia amorosa de fin trágico entre dos oficinistas, y Gracias por el fuego (1965), que constituye una crítica más amplia de la sociedad nacional, con la denuncia de la corrupción del periodismo como aparato de poder.

En el segundo periodo de este autor, sus obras se hicieron eco de la angustia y la esperanza de amplios sectores sociales por encontrar salidas socialistas a una América Latina subyugada por represiones militares. Durante más de diez años, Mario Benedetti vivió en Cuba, Perú y España como consecuencia de esta represión. Su literatura se hizo formalmente más audaz. Escribió una novela en verso: El cumpleaños de Juan Ángel (1971), así como cuentos fantásticos: La muerte y otras sorpresas (1968). Trató el tema del exilio en la novela, Primavera con una esquina rota (1982).

En su obra poética se vieron igualmente reflejadas las circunstancias políticas y vivenciales del exilio uruguayo y el regreso a casa: La casa y el ladrillo, 1977; Vientos del exilio, 1982; Geografías, 1984; Las soledades de Babel, 1991. En teatro denunció la institución de la tortura con Pedro y el capitán (1979), y en el ensayo ha hecho comentarios de literatura contemporánea en libros como Crítica cómplice (1988). Reflexionó sobre problemas culturales y políticos en El desexilio y otras conjeturas (1984), libro que recoge su labor periodística desplegada en Madrid.

Leo Brouwer

Nace en La Habana, el 1ro de marzo de 1939, en el seno de una familia de músicos. Nieto de Ernestina Lecuona y sobrino nieto de Ernesto Lecuona. Reconocido mundialmente como un gran guitarrista, comenzó sus estudios con el maestro Isaac Nicola, aunque es autodidacta en otras disciplinas musicales. Director General de la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba, es desde 1981 Director General de la Institución Filarmónica Nacional.

Guitarrista, compositor, director orquestal, investigador, pedagogo y promotor cultural, es de los más reconocidos músicos del momento. Toca, además, violonchelo, clarinete, percusión y piano. De importante significación es el trabajo realizado por él, en el asesoramiento de la radio y la televisión en Cuba; en la dirección y organización de los primeros departamentos de música del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos y del Teatro Musical de La Habana; en la renovación de los planes de estudio de las asignaturas de Armonía, Contrapunto y Composición; en la fundación y dirección en el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC; en la participación como jurado en diversos festivales nacionales y extranjeros; y en la conducción de más de 80 orquestas sinfónicas y agrupaciones de cámara de todo el mundo.

Director Titular de la Orquesta de Córdoba, España, Miembro de Honor de la UNESCO, la SGAE, el Instituto Italo-Latinoamericano y la Real Academia de Bellas Artes de Granada, es, además, compositor huésped de la Academia de Ciencias y Artes de Berlín.

Ha sido reconocido con: La Chitarra con amore 1997 (Milán, Italia); Manuel de Falla 1998 (España); Hijo Adoptivo de la ciudad de Córdoba por extensión a Andalucía y Músico UNESCO del año 2001 y Doctor Honoris Causa del Instituto Superior de Arte (La Habana). En el año 2010 ganó el Premio SGAE Tomás Luis de Victoria. el mayor reconocimiento para autores vivos en el ámbito hispanoamericano y lusófono y el premio Grammy Latino en la categoría mejor álbum música clásica con el CD Integral Cuartetos de La Habana.

Tomado de: www.cubarte.cult.cu

Héctor Quintero Viera

Dramaturgo, actor y director teatral. Premio Nacional de Teatro 2004. Nace en La Habana el 1ro de octubre de 1942 y fallece en esta ciudad el 6 de abril de 2011. Inicia sus labores artísticas desde la infancia en la radio, la televisión y, posteriormente, el teatro.

Realizas estudios de contaduría en la Escuela de Comercio, aprendizaje que alterna con los entrenamientos de actuación escénica en la Escuela Municipal de Artes Dramáticas. Con Posterioridad, se gradúa como Licenciado en Lenguas y Literatura Hispánicas por la Universidad de La Habana.

Como actor ha sido integrante de los colectivos teatrales Milanés, Conjunto Dramático Nacional y Teatro Estudio.

Entre 1962 y 1969 se desempeña como libretista de espacios radiales y televisivos en calidad de adaptador o versionista de novelas, cuentos y piezas teatrales de la literatura universal. En 1962 escribe para el teatro su primera pieza larga: “Contigo pan y cebolla”, que un año más tarde obtiene mención en el Premio Casa de las Américas y es estrenada en febrero de 1964 por el grupo Teatro Estudio. A partir de entonces esta pieza se ha mantenido en las carteleras nacionales y estrenado en numerosos países de América, incluido los Estados Unidos, en versión bilingüe, bajo el título de “Rice and beans”.

En 1964 escribe “El premio flaco” con la que obtiene otra mención en el Premio Casa de las Américas; así como el Premio del Centro Cubano del ITI (Instituto Internacional de Teatro), el primer Premio del ILAT (Filial del ITI para América Latina) y el Primer Premio del ITI (París, 1968). Debido a esto, la pieza es traducida y distribuida en todo el mundo por lo que hasta la fecha ha conseguido para sí más de una docena de traducciones y ha sido publicada y representada en decenas de países de América y de Europa incluso en versiones para teatro musical para el teatro Massoviet de Moscú y la ópera de Plovdiv, Bulgaria.

Posteriormente, Quintero escribe, dirige y estrena la comedia musical “Los 7 pecados capitales” para el Teatro Musical de La Habana (1968) con la que inicia su carrera como director de escena.

Siguen a ella una versión personal de seis de los cuentos del “Decamerón”, de Giovanni Boccaccio, para el grupo Teatro Estudio (1969), que alcanza más de 300 representaciones y cuenta también con una amplia difusión internacional; la comedia de tema contemporáneo “Mambrú se fue a la guerra” (1970), “Si llueve te mojas como los demás” (1972), “Paisaje blanco” (versiones teatrales de los cuentos rusos «La dama de pique», de Pushkin, «El abrigo», de Gogol, y «La obra de arte», de Chéjov (1974); el espectáculo satírico-musical “Algo muy serio” (1976); la comedia sentimental “La última carta de la baraja” (1978) y la versión musical de esta misma pieza, titulada “El caballero de Pogollotti” (1982), ambas también publicadas y representadas en Alemania.

Su producción de espectáculos musicales que van desde la comedia hasta la revista es muy amplia e incluye títulos significativos como «Los muñecones» (1971), “Esto no tiene nombre” (1980) o “Estoy aquí” (1990).

En cuanto al teatro dramático, su listado como autor-director se completa con el monólogo “Aquello está buenísimo” (1986), “Sábado corto” Premio «Santiago Pita de la UNEAC, escrita y estrenada en 1986; Te sigo esperando (1996) y “El lugar ideal” (1998). Todo su teatro ha sido publicado y estrenado en Cuba y el extranjero en varias ediciones que en todos los casos se encuentran hoy día agotadas.

Los estrenos de Quintero han contado con un extraordinario éxito de público y quizás sea éste el motivo por el cual Rine Leal, el más prestigioso de los críticos e investigadores de la isla, haya expresado en su libro Breve historia del teatro cubano: «se trata del más popular de los dramaturgos cubanos».

«Sus obras – según opinión de otra destacada crítica cubana, Rosa Ileana Boudet – han tenido una gran aceptación al abordar temas y conflictos actuales de la vida cotidiana con una óptica y perspectivas trascendentes.»

En su polifacético quehacer, además de escribir, dirigir, actuar y cantar, Quintero ha compuesto la música de todos sus espectáculos, se ha desempeñado como narrador de cine, TV y video en cerca de doscientos documentales, medio o largometrajes.

Ha ejercido en la prensa la crítica teatral; se ha proyectado como comediante musical (interpretó a Henry Higgins de “My fair lady”, en 1989) y protagonizado espectáculos de poemas y canciones como “Con cierto tipo” (1992) o el unipersonal “A prima noche”.

Además ha desplegado una amplia labor como narrador de obras sinfónicas con la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba con obras como “Guía orquestal para jóvenes”, de Britten, y entre otras muchas “Pedro y el lobo”, con la que obtiene en 1985 uno de los premios otorgados ese año por la casa discográfica EGREM a las mejores producciones. También ha ocupado espacios en la televisión cubana como intérprete de poesía hispanoamericana y conductor de programas estelares y eventos especiales.

Fundó y lidereó durante doce años el Teatro Musical de La Habana; se desempeñó por tres años como vicepresidente de la Asociación de Artistas Escénicos de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y dirigió por espacio de dos años el Centro de Teatro y Danza de La Habana, institución del Consejo Nacional de las Artes Escénicas que rectorea toda la actividad teatral y danzaria de la capital del país.

El serial dramatizado “El año que viene” — 131 capítulos –, que escribió y dirigió para la Televisión Cubana, obtuvo dos premios «Caracol» (por guión y dirección) en el concurso anual de la Asociación de Cine, Radio y TV de la UNEAC.

Quintero es miembro del Consejo Nacional de la UNEAC y en 1981 integró el primer grupo de intelectuales y artistas cubanos condecorados con la Distinción por la Cultura Nacional.

También ha sido distinguido con la medalla «Alejo Carpentier» que otorgan el Consejo de Estado y el Ministerio de Cultura de Cuba a las más relevantes figuras de la cultura nacional, así como la Réplica del Machete de Máximo Gómez que confieren las FAR y el Ministerio de Cultura.

Fue durante más de una década director artístico del Complejo Artístico Cultural «Dos Gardenias». Dirigió hasta su deceso la Compañía Teatral que lleva su nombre.

Tomado de: www.cubaescena.cult.cu

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Declaración de “Canto de todos” de apoyo a Paraguay

Los cantores iberoamericanos que compartimos Canto de Todos denunciamos resueltamente el intento de golpe de estado parlamentario contra el presidente electo democráticamente de Paraguay, Fernando Lugo.

Por estos días hace tres años denunciamos otro zarpazo, en aquella ocasión contra el hermano pueblo hondureño y su presidente también electo democráticamente, Manuel Zelaya.

Hoy tenemos otras instancias sin tutela que están apoyando la unidad de Nuestra América. No debemos permitir que el imperio siga destruyendo nuestras esperanzas. Con toda su fuerza, nuestro canto estará como siempre del lado de nuestros pueblos.

21 de junio de 2012.

Vicente Feliú. Cuba

Ricardo Flecha. Paraguay

Techi Cusmanich. Paraguay

Gabriel Sequeira. Argentin

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(VIDEO) Obama arremete contra la holandesa INH Bank

Sr: Barack Obama

Presidente

Gobierno de los Estados Unidos

 

Sr: Obama

 

Al principio de su mandato como presidente del ejecutivo del gobierno de su país, el mundo se llenaba de ilusión. Era la primera vez en la historia de los Estados Unidos que un hombre de raza negra ocuparía tan alto cargo. Nada más y nada menos que, en “la primera potencia económica y militar del planeta”.

Su palabrería y su “carisma” engatusaron a millones de hombres y mujeres del mundo. La humanidad estaba –y está- necesitada de “paz, luz y futuro”. Su condición racial y sus “cualidades” con la oratoria, deslumbraron al más rancio de los mortales. No faltaron los que le compararon –craso error-, con el pastor Martin Luther King, Jr.

La copa que colmó el vaso fue el otorgamiento a usted del “Premio Nobel de la Paz”, por parte de la Academia Sueca. Su accionar guerrerista contra el pueblo y el gobierno Libio. Su declarada intervención en Afganistán para eliminar a Al Quaeda, un engendró que ustedes inventaron. O el asesinato de Osama Bin Laden, que merecía –como todo ser humano-, un juicio con todas las garantías que exige la jurisprudencia y el derecho internacional, son algunas de sus “hazañas” en materia de derechos humanos.

Por estos días, el pueblo palestino sufre –una vez más-, los ataques indiscriminados del ejército genocida israelí, que usted ampara y apoya. Tropas que –según las noticias-, han asesinado a varios niños en la región de Gaza.

No deja de amenazar al pueblo y al gobierno de Siria, o a sus vecinos iraníes. Sus palabras y las de sus colaboradores en torno a estos temas y a los “conflictos” que acechan a la humanidad, son la expresión de una falta de voluntad para resolver los problemas del mundo.

En su diccionario presidencial el término dialogo está ausente. Sus recursos y estrategias en torno a los interminables problemas del mundo, son –en definitivita-, continuidad del espíritu guerrerista de su antecesor George W. Bush.

Su desfachatez no tiene límites. Ha trascendido la noticia de que la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos (OFAC, por sus siglas en inglés), anunció la imposición de una multa por 619 millones de dólares a la institución bancaria holandesa “ING Bank”, por tramitar, de conjunto con sus subsidiarias en Francia, Bélgica, Holanda y Curazao, transacciones financieras y comerciales de entidades cubanas.

Esta “nueva noticia” confirma la política hostil y criminal de bloqueo contra Cuba, que aspira a debilitar la fortaleza del pueblo cubano y su Revolución.

Permítame decirle que usted está rodeado de asesores incompetentes, ineptos y desconocedores de la tradición de lucha del pueblo cubano. Los que le acompañan en su labor para destruir cincuenta y tres años de resistencia y victoria, son personas que –como usted-, responden a los mandatos del Capitalismo.

Usted y su equipo de gobierno son los ejecutores de una estrategia global, que aspira a materializar el aniquilamiento de todo el pensamiento progresista. A desterrar de la faz de la tierra, un modelo de sociedad que –desde la paz-, se empeña en construir el bienestar de todos los hombres y mujeres de este herido planeta.

Ven a Cuba como un “peligro para la humanidad”. En eso tienen razón. Nos declaramos en contra del modelo que usted impulsa. Compartimos lo poco que tenemos. Hacemos de la cultura y la educación el centro y el eje de nuestras miradas y de nuestros esfuerzos. Nos enfrentamos con dignidad y entereza a su gobierno desde las ideas. No aceptamos ni aceptaremos ninguna intromisión en los asuntos internos de nuestro país. Ni por parte de su gobierno, ni por ninguna otra potencia extranjera.

Cuba vibra y persiste desde la unidad de todo un pueblo, que sigue empeñado en hacer una Revolución Marxista y Martiana.

Ya sé que usted no entiende de lo que debe permear al ser humano. Dignidad, soberanía, independencia, humildad, sentido de la responsabilidad y el deber. Reitero: Cultura y Educación.

Son palabras que usted no entendió en su vida académica. Son vivencias que no pude tener. Para nutrirse de lo que realmente es esencial para el ser humano. Desde mi punto de vista, el ser graduado en la Universidad de Columbia y de la Escuela de Derecho Harvard Law School, no le ha servido de nada.

Esta “nueva” medida contra una entidad bancaria extranjera, de la que usted y su gobierno se sienten con la potestad de sancionar, es otra clara señal de sus “buenas intenciones”, para con el pueblo y el gobierno cubano.

Tras los escrito, me surgen tan solo dos preguntas.

¿Tendrán la desfachatez y el cinismo, de continuar afirmando los mercenarios cubanos que usted financia, que las políticas de su gobierno son a favor de pueblo cubano?

¿No se ha preguntado que su cinismo enfermizo y prepotente, es bien conocido por el pueblo cubano como para pretender continuar engañándonos?

 

Octavio Fraga Guerra

 

Madrid, 21 de junio de 2012

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Marca récord multa de Estados Unidos a banco holandés por transacciones con Cuba

Las autoridades cubanas han denunciado la aplicación por parte de Estados Unidos de una multa millonaria contra el banco holandés ING, bajo el argumento de operar con entidades de la isla.

En una declaración emitida este miércoles, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba se refirió a la más reciente acción de Washington en la materia, realizada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento norteamericano del Tesoro.

La OFAC (por sus siglas en inglés), anunció la imposición de una multa por 619 millones de dólares a la institución bancaria ING Bank.

El Gobierno de Estados Unidos sancionó unilateralmente a la entidad por tramitar, de conjunto con sus subsidiarias en Francia, Bélgica, Holanda y Curazao, transacciones financieras y comerciales de entidades cubanas, prohibidas por la criminal política de bloqueo.

Esta es la mayor multa impuesta por la OFAC en toda su historia, por alegadas violaciones de los regímenes de sanciones unilaterales vigentes contra diversos países, añadió la cancillería.

Al anunciar esta medida, el director de la OFAC, Adam Szubin, utilizó un lenguaje amenazante e irrespetuoso, y puso en evidencia, una vez más, el carácter extraterritorial e injerencista de la política estadounidense, agregó la declaración.

El funcionario señaló en su momento que “nuestras sanciones reflejan los principales intereses de seguridad nacional y de política exterior de Estados Unidos, y la OFAC las aplica agresivamente”.

Por ello, “el anuncio histórico de hoy debería servir como una clara advertencia a cualquiera que considere aprovecharse de evadir las sanciones de los Estados Unidos”.

Bajo esas circunstancias, expresó la cancillería, el Gobierno de Cuba denuncia ante el mundo este nuevo atropello, que constituye una burla al reclamo universal para que los Estados Unidos pongan fin a su política de bloqueo contra la isla.

Tomado del blog: www.lasantamambisa.wordpress.com

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Google responde: Los cubanos deben abstenerse de usar servicios de Internet si EEUU así lo decide

A pesar de que Google Analyticses un producto gratuito que funciona desde la red y no necesita ser descargado por los usuarios, un vocero de la transnacional de Internet dijo que el bloqueo en Internet para los cubanos está definido en las sanciones que por más de 50 años ha impuesto Estados Unidos a la Isla.

Google afirmó que la instalación de esta nueva traba técnica que impide el uso de Google Analytics dentro de Cuba “se basa en las reglas definidas anteriormente con la isla” y sostuvo que los usuarios cubanos “no debían haber utilizado el servicio de monitoreo de tráfico en línea porque estaban violando las disposiciones del embargo comercial de los Estados Unidos”.

“Lo teníamos escrito en nuestros términos y condiciones. No se puede usar Google Analytics en los países sometidos a embargos”, dijo Christine Chen, gerente de Comunicaciones Globales y Asuntos Públicos de Google a The Miami Herald, como si una ley injusta debiera ser seguida a pie juntillas por las víctimas.

“La nueva traba técnica es sólo una manera de hacer que se cumplan esos términos”, añadió el vocero, que sin embargo no pudo explicar por qué incluyeron en los servicios censurados para Cuba a Google Analytics, un producto gratuito -como el buscador y el correo electrónico de esa compañía-, que funciona desde la internet, sin tener que ser descargado en la computadora del usuario, por lo que en teoría no hay intercambio o entrega de productos.

“La compañía no ofreció una razón concreta para la traba del servicio”, asegura The Miami Herald. ”Intentamos ofrecer lo más posible a los usuarios en todos lados”, fue la respuesta de Chen. “Pero tenemos que cumplir con las políticas del Departamento del Tesoro“.

En otras palabras, cualquier usuario cubano que estaba usando Google Analytics, una herramienta diseñada para recolectar información estadística sobre los visitantes de un sitio web, estaba violando los términos de uso del servicio.

Las regulaciones del bloqueo persiguen con saña cualquier servicio que ofrezca una compañía norteamericana a la Isla y que la pueda beneficiar económicamente, como el comercio electrónico, pero no parecía ser el caso de Google Analytics, que solo provee estadísticas de los sitios web, sean grandes o pequeños, de emporios mediáticos o de blogs personales.

Esta decisión demuestra que EEUU está interesado en aislar a todos los cubanos del uso de la Internet, salvo a aquellos que respondan a intereses de Washington para el “cambio de régimen”, por lo cual destina cada año fondos millonarios aportados por el contribuyente norteamericano.

El martes, Cubadebate denunció la escandalosa censura del cierre del acceso a Google Analytics, ni a Google Earth, Google Destktop Search, Google Toolbar y Google Code Search, que supuestamente promueve las bondades del software libre, aplicaciones que ya estaban vedadas para los cubanos.

El bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, establecido en 1962, restringe la mayoría de las actividades comerciales, económicas o financieras entre los dos países, e impone sanciones extraterritorialmente. En el área de tecnología, esto se ha traducido en una prohibición de oferta de productos descargables y servicios pagados por internet a los usuarios cubanos por parte de compañías estadounidenses.

Google Earth, un servicio de mapas, y Google Toolbar, que permite hacer búsquedas directas desde la parte superior del navegador sin visitar la página principal de Google, son softwares descargables. Google AdSense y Google AdWords son servicios que implican el intercambio de dinero. Por eso Google supuestamente ya había bloqueado el acceso desde Cuba a estos productos, si bien permite el uso de sus servicios de chats, mensajes instantáneos y otros instrumentos de comunicación, que están autorizados en la sección 515.578 de las regulaciones del bloqueo.

John Sullivan, vocero del Departamento del Tesoro, indicó que “la decisión de Google de bloquear el programa de información analítica parece estar en cumplimiento de las regulaciones de la OFAC [Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro]“, pero resaltó que solamente la compañía puede dar información acerca de sus acciones, afirmó The Miami Herald.

Tomado del blog: www.miradasencontradas.wordpress.com

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(VIDEO) Notinews Capítulo 5: Total Informant Manipulator

Juan Margallo (Actor)

Total Informant Manipulator, el traductor que convierte tus opiniones incómodas en el mensaje que la gente quiere oír. ¿Te gustaría adaptar tu opinión a la de los medios de comunicación? Pues basta de preocupaciones. Ha llegado Total Informant Manipulator.

Tomado de: www.cubainformacion.tv

cubainformacion.tv
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