Archives for

(VIDEO) Yusa: “Cada canción representa una época”. Por: Cristian Vitale

La cantante y multiinstrumentista cubana grabó por primera vez un álbum con canciones de otros autores, entre los que están Charly García y Liliana Herrero. Y aunque dice que no puede vivir sin el rock, también advierte que su música “es mucho más que eso”

Preguntarle si su power trío suena a Divididos es correrla totalmente de eje. Desenfocarla. Yusa no lo entiende bajo tal categoría. Lo entiende por lo que es. Y lo que ella es, es lo que siente en cada momento. Yusa es rock, y de hecho se le ha atrevido al “Kashmir” de Led Zeppelin alguna vez. Pero también es lo que sintetiza como una “melange a la cubana”. Su suma ontológica, entonces, da rock, sí, pero también un sinfín de etcéteras: da bolero, guajira, funk, rumba, trova, bossa nova y jazz, entre ellos. Da un power trío que lo es por poderoso y versátil, pero no por aplanadora.

“Todo bien con Divididos, pero lo mío va por otro lado”, despeja, y el entre eléctrico de Libro de cabecera, en tardes de café ―su nueva criatura― ahora sí rota en su eje. Se monta sobre un trío power (Quique Ferrari en bajo y Cris Faiad en batería forman la base) que sostiene el infinito universo de matices que esta cubana mágica, primera “tresera” que parió al mundo la academia cubana, propone cada vez.

Pasadas en blanco, su idea y praxis de power trío se reorienta en función de quienes la nutrieron: Noel Nicola, Charly García, Gilberto Gil, Kelvis Ochoa, Sara González y The Carpenters, entre ellos. Y de quienes, entre amigos, colaboran en el disco: Hugo Fattoruso, Hilda Lizarazu, Raly Barrionuevo y Liliana Herrero, por nombrar algunos.

“Es el primer disco en que hago temas de otros. Antes de seguir haciendo mis propias canciones, quería agradecer a los compositores que me han acompañado en las buenas y en las malas. De ahí lo de ‘libro de cabecera’: amo la literatura, y el disco está estructurado de esa manera. Cada canción representa una época y toda una literatura que leía en tal época, algo que tiene que ver con la persona que soy hoy. El discurso que quiero dar es sobre lo que nos ha precedido en la historia, porque para ser presente y futuro, uno tiene que agradecer al pasado, festejarlo. Siempre he sido deudora de los músicos que me han precedido”, explica en la previa del show presentación del disco que dio la noche del pasado 14 de mayo en La Trastienda (Balcarce 460).

De ahí, entonces, lo del libro de cabecera. ¿Y las tardes de café?

―Tiene que ver con el tiempo en que una suele compartir esas canciones mientras toma café: los momentos en que una está tranquila. Yo tomo mucho café, es parte de mi diario. Como verá, no hay tanto en misterio en el título (risas).

Libro de cabecera… es el quinto disco de la cosecha solista de esta inspirada multiinstrumentista de rulos mota y risa permanente. Le sigue a Yusa (2002), Breathe (2004), Haiku (2008) y Vivo (2010), pero su historia no se restringe a lo que eterniza en soportes. Yusimil ―tal su nombre real― nació frente al mar, en La Habana, el 24 de septiembre de 1973.

Estudió música entre los 9 y los 23 años. Se graduó en tres y música clásica en el Instituto Superior de Arte, pero lo suyo no fue academia pelada: se trenzó con grupos de rock en el Patio de María ―lugar clave para el género en la isla―, entre clase y clase se “mataba” sacando temas de Chick Corea, fue bajista de un quinteto de jazz, mamó a Silvio y a Pablo de su padre marino mercante, hizo música para teatro, fue trovadora en las peñas de la Casa de la Amistad de La Habana, grabó con Lenine, giró por Europa con Lila Downs y Susana Baca, tocó en el Maracaná con Jorge Drexler, Paulinho Moska y Ramiro Musotto, y cien mil personas la vieron junto a León Gieco y la Bomba de Tiempo, durante los festejos por el aniversario de la ciudad de La Plata.

“Siempre, en Cuba y desde que me radiqué en Buenos Aires, fui muy inquieta. Me encanta el roce que te dan las giras y los toques con todo tipo de músicas y músicos”, resume.

Otra forma de entrarle a Libro de cabecera…, tal vez.

―O de sintetizarlo, porque estas son canciones-paradigma para mí, que vienen conmigo desde diferentes etapas de mi vida. Charly, por ejemplo, tiene que ver totalmente con mi adolescencia: lo escuchaba mientras estudiaba en el conservatorio. Fue muy difícil elegir una canción suya, pero tuve que dejarme llevar por el momento que estaba viviendo y recalé en “Buscando un símbolo de paz”, porque si no, iba a volverme loca. Las canciones fueron viniendo a mí, de a poco: “Tardes de café”, el tema de Kelvis Ochoa que nombra al Flaco Spinetta, me llevó a esos inquietos ’90 en Cuba, en los que escuchábamos mucho rock argentino; “Oración del remanso” tuvo mucho que ver con mi llegada a este país y mi contacto con Liliana Herrero… En fin, son como diferentes capítulos de mi vida, contados desde hoy.

En el disco, usted toca bajo, guitarra eléctrica, piano y tres, pero en vivo se le ha visto meter mano en teclados, tumbadoras, chimes, claves. ¿Es el tres su instrumento de cabecera o se incorpora, digamos, a una horizontalidad de gustos y recursos?

―Ocupa el mismo rol que los demás instrumentos. La diferencia es que en este disco lo uso más que en otros. En el primero ni siquiera lo usé porque lo tenía roto y no encontraba quién me lo arreglara (risas). Además, mi música estaba yendo por otros lugares: empecé a tocar el bajo, el piano, hasta que en Haiku conseguí uno y recomencé, lo nutrí de otros colores, y en este disco las mismas canciones me hicieron buscar ese color. Para “Alguien siempre me espera” u “Oración del remanso” siempre pensé en el tres, porque había elementos análogos a la guajira, a cosas de la música cubana.

«A ver, si tuviera que diferenciar Haiku de Libro de cabecera… diría que aquel es más introvertido, minimalista, y este es más extrovertido, rockero. Y lo mágico del tres es que puede brindarles colores distintos a los dos».

De la música rural cubana al rock…

―(Risas.) No puedo vivir sin el rock, es vital. Pero mi música es más que eso: tiene que ver con mi necesidad en cada momento. No premeditarla es la única constante en mi vida.

Tomado de www.casa.cult.cu

Leer más

Guerra de imaginarios: A vuelo de cóndor Por: Beatriz Rosales Vicente.

Cuba: ¿revolución o reforma? Aunque habla de literatura, de cine o de movimientos culturales, el libro Cuba: ¿revolución o reforma? de Enrique Ubieta Gómez, no se trata de crítica artística, sino de una mirada sociocultural en un sentido amplio y un enfoque en torno a la guerra de imaginarios culturales. Tampoco está declarado como un libro de historia, aunque buena parte de las conexiones y análisis que establece partan de un conocimiento exhaustivo de condicionantes y contextos históricos, como los que dan pie a los conceptos de revolución o reforma, sacados de nuestras propias tradiciones históricas.

— ¿Por qué escribir de estos temas?

—Porque me parece que es un tema que hay que atender con mucho cuidado en el momento en que estamos haciendo ciertas transformaciones económicas, que son imprescindibles pero que al mismo tiempo promueven cambios en la conciencia y el imaginario social. De hecho, yo creo que el socialismo sólo se puede construir con una buena economía, pero sólo triunfa como proyecto cultural. Es decir, el socialismo es un proyecto cultural alternativo al capitalismo, o no es nada.

El libro comienza precisamente abordando esas tradiciones y su influencia determinante en lo que aceptamos como Historia, en lo que sabemos nuestra historia. Formación de la nacionalidad, corrientes que llevaron al independentismo, el pensamiento martiano, la crítica y la creación, son temas abordados en el primer capítulo, con una “anormalidad” que se agradece, porque Enrique Ubieta logra textos de una profundidad meritoria, aún más meritoria por escapar a la estructura del “bloque” y del texto “ladrillo”, de altos quilates cognoscitivos pero de aburrida lectura. En Cuba…, la lectura es más sugerente que estática, y más ágil, provocadora, de lo que augurarían tales temas en cualquier otro caso. La prosa va desde una época a cien años más tarde, de un personaje a lo que de él otros dijeron, con una capacidad de síntesis y representación que exige, por lo menos, claridad en el “qué quiero decir” del autor, sin hablar de pericia en el manejo de la palabra escrita.

—Y sobre los conceptos de “revolución” y “reforma”….

—Yo le tengo miedo a los enjutos análisis sociológicos, análisis que se quedan en la información estadística, que no es lo que hacen ni deben hacer los buenos sociólogos, los sociólogos marxistas, y le tengo miedo a un análisis de la sociedad que no levante vuelo, que no tenga alas de cóndor.

“Cuando en la sociedad del siglo XIX, los positivistas decían que hay razas diferentes, razas superiores, Martí decía: no hay razas. Y no se estaba basando en ningún dato empírico, sino que estaba uniendo la experiencia, las vivencias, con una amplia cultura y una amplia sensibilidad, los conocimientos racionales con los vivenciales. Por ahí va la cosa en torno a los conceptos de ‘revolución’ y ‘reforma’ que aparecen en el libro, y que parten de nuestras propias tradiciones porque la reforma en Cuba viene del autonomismo y se imbrica también con el anexionismo. Hay de esos aspectos que siguen vigentes en el pensamiento contemporáneo cubano, no vamos a pensar que eso desapareció ni que ese discurso forma parte del siglo XIX”.

Los ejemplos y escenarios descritos en el libro evidencian la extensión del trabajo de campo que exigió el libro, que su autor nos cuenta conformado a través de textos escritos durante muchos años y publicados luego, entretejidos sin perder nunca la organicidad temática. Una organicidad que no se pierde ni siquiera cuando se traslada al Muro de Berlín, a Miami y la intelectualidad contrarrevolucionaria o a la Avenida de los Presidentes, en La Habana. Son espacios o contextos históricos que sirven al lector de ejemplos —motivadores— sobre la guerra de imaginarios y la alternativa cultural y económica que supone la sociedad socialista frente a la capitalista.

Del filme Los dioses rotos (Ernesto Daranas, 2008), por ejemplo, Ubieta extrae un análisis sobre los conceptos de modernidad que se aplican a la realidad cubana, en un intento de emparentar avances y retrocesos con un antes y después del triunfo de la Revolución Cubana, respectivamente. Pinceladas críticas sobre el filme van dirigiendo este análisis de forma que la película catapulte a un sentido más amplio, donde “los dioses” son pretexto o una imagen visual de lo que se escribe. El autor describe entonces cómo el imaginario cultural se utiliza para negar a un país —el nuestro— lo que en otros países se acepta o pasa inadvertido, y tal distinción no es otra cosa que el manejo, desde la cultura, de intereses económicos, políticos, o ambos. Otras catapultas para Ubieta, como Los dioses…, es Suite Habana (Fernando Pérez, 2003), o la novela Los pasos perdidos de Alejo Carpentier, donde de un personaje a raíces y épocas más remotas no significan necesariamente una pérdida de comodidades y progresos, sino el reconocimiento de que cada tiempo aporta sus propios valores.

—¿Guerra de imaginarios?

—Realmente el gran problema de este país hoy es —o uno de los grandes problemas— es que la mayoría debemos construir una sociedad alternativa a una sociedad que no conocimos y no vivimos. Es casi un disparate lógico, y un desafío, porque esa sociedad que no conocimos es la que existe en el mundo. Eso lleva la guerra del imaginario hacia la memoria histórica, hacia el lugar donde vuelven a reconstruirse, trabajosamente pero con mucha sutileza, el pasado del país. Por ejemplo, hay todo un movimiento de reivindicación de Batista. Parece absurdo pero no lo es tanto si nos damos cuenta de que, en estas campañas, la puerta no se abre nunca de un golpe, sino que lentamente aparecen escritos, comentarios, que inoculan esa percepción, esa nueva construcción sin que uno se de cuenta.

El libro constituye también una especie de mapa, cosa que no se había hecho antes, del pensamiento intelectual contrarrevolucionario. Y se hace no a través de terceras interpretaciones, sino de la exposición textual de ese pensamiento, que no por contrario deja de ser necesario, como la contradicción al desarrollo, porque a partir de ellos Ubieta analiza los códigos pulsados para construir una nostalgia de tiempos anteriores a la Revolución. Y esa nostalgia —fabricada expresamente para los que no la conocieron— es la que adorna de falsos destellos entrañables a la mafia en Cuba antes del 59, al juego ilícito y hasta a las más profundas desigualdades sociales. Con un análisis sociológico y cultural, Ubieta desnuda esas intenciones que subyacen en esa aparentemente inofensiva nostalgia.

—Otros temas abordados en Cuba: revolución o reforma…

—En un segundo capítulo el libro se detiene en la guerra cultural, pero en el ámbito de las emociones, que es uno de los más difíciles. El socialismo, o es una alternativa al capitalismo, al consumismo, o es nada. Si algo trabaja el capitalismo es el sistema de imágenes, no trabaja con ideas. Por eso el capitalismo no necesita tener una sociedad altamente educada desde el punto de vista humanístico, necesita profesionales calificados pero en ramas técnicas. El capitalismo necesita una sociedad que ceda su pensamiento a los actores políticos, a los periodistas. Personas que se levanten por las mañanas y se enteren por el periódico de quiénes son los buenos y los malos de ese día, y que salgan entonces dispuestos a apoyar a unos y a estar en contra de los otros. El capitalismo necesita analfabetos virtuales, aunque sepan leer y escribir.

—¿Cómo maneja la relación economía y cultura en el libro?

—Yo creo que, en última instancia, lo que decide una guerra es la cultura. Es imposible construir el socialismo desde la pobreza, tenemos que ser eficientes económicamente. Es difícil construir una sociedad alternativa si no tenemos una economía eficiente, pero también, sin una cultura socialista no existe sociedad socialista.

Opiniones de jóvenes cubanos, rockeros, frikis o trabajadores sociales, ilustran aleatoriamente varios de los ejemplos de esa guerra de imaginarios, cuya incidencia difumina los límites aparentes entre economía y cultura, y es a través de esas entrevistas que el autor articula sus análisis. Es de destacar entonces el énfasis que hace en la juventud y en la defensa de sus rebeldías naturales, como paso indispensable —aunque no privativo ni único— de su conversión en verdaderos revolucionarios.

—En el libro hace énfasis en los jóvenes y en el proceso cultural según el cual forman su personalidad y sus opiniones. ¿Por qué?

—¿Qué fuentes de información tienen las generaciones de hoy para conocer esa sociedad? El saber consagrado, es decir, los libros, etc., y lo que nos cuentan padres, abuelos… Es decir, todo aquello contra lo que se rebelan siempre los jóvenes. Y es justo y necesario que pase así, yo creo en la rebeldía de los jóvenes. No creo en un revolucionario que nunca haya sido rebelde. A veces tenemos la idea equivocada de que el mejor dirigente, el mejor cuadro que vamos a formar para el futuro es ese niño que siempre se portó bien, que siempre cumplió con todo, que jamás faltó a clases. Y no, ese será de un partido conservador. Claro, ser rebelde no es ser revolucionario, y no todos los rebeldes llegan a ser revolucionarios. El socialismo trata de que la inmensa mayoría de esos jóvenes lleguen a ser revolucionarios, mientras que el capitalismo trata de hacer sostenible esa rebeldía y enlazarla al mercado.

Enrique Ubieta Gómez prometió el último número de La Calle del Medio gratis a quien comprara su libro, Cuba: revolución o reforma, y hay que reconocer que quienes efectuaron finalmente la compra no lo hicieron seducidos por el añadido, la ñapa, o cualquier otra plusvalía. Motivados, eso sí, salieron los compradores de la presentación que hizo el autor del libro durante el evento Memoria Nuestra de las recién finalizadas Romerías de Mayo. Enrique Ubieta es ensayista, periodista e investigador, y presumiblemente esa conjugación le facilitó hacer, de la presentación de su libro, un acto interesante más allá de los necesarios protocolos.

Tomado de la Revista El Caimán Barbudo www.caimanbarbudo.cu

 

Sobre el autor. Ensayista y periodista. Es autor de los libros Ensayos de identidad (1993), De la historia, los mitos y los hombres (1999), La utopía rearmada (2002), Venezuela rebelde (2006) y Cuba, ¿revolución o reforma? (2012), entre otros. Integró el equipo de redacción de la Historia de la literatura cubana en tres tomos, que preparó el Instituto de Literatura y Lingüística. Fundó y dirigió la revista Contracorriente (1995 – 2004) y la Videoteca Contracorriente del ICAIC (2003 – 2007). Actualmente dirige La Calle del Medio, publicación de opinión y debate. Recibió en 2002 la Distinción por la Cultura Nacional y en el 2011 la Orden Félix Elmuza.

Leer más

La muerte del ruiseñor. Por: Álvaro Cuadra*

Libros y Revistas Intervención en la presentación del libro Sombras sobre Isla Negra. La misteriosa muerte de Pablo Neruda, de Mario Amorós

No es tarea fácil actualizar la historia reciente, mucho menos si se trata de un gran personaje sobre el cual todo parece ya dicho. Esto es, precisamente, lo que nos propone el escritor español Mario Amorós en su libro Sombras sobre Isla Negra, una apasionante investigación histórica y periodística en torno a la muerte de Neruda, el poeta de América.

A partir de una reconstrucción pormenorizada de Chile en aquellos tristes días de septiembre de 1973, conocemos, en palabras de testigos, los tenebrosos detalles de la muerte del premio Nobel de Literatura que llevan al autor a plantear una abismante interrogante: ¿pudo ser asesinado Pablo Neruda?

A través de nueve capítulos plagados de antecedentes y testimonios, el autor va recreando las circunstancias que llevaron al fatídico desenlace un 23 de septiembre de 1973 en una clínica privada de Santiago, pocos días después del bombardeo de La Moneda.

Chile vive las primeras semanas de un cruento golpe de estado que entroniza en el poder a una Junta Militar encabezada por el general Augusto Pinochet que ha derrocado al presidente constitucional Salvador Allende, dando inicio a uno de los periodos más oscuros de nuestra historia: torturas, desapariciones, asesinatos dentro y fuera del país.

Este libro narra algunos episodios de las últimas horas del poeta en medio de la catástrofe que se cernía sobre el país. Al abandonar Isla Negra en una ambulancia, junto a Matilde, y ya próximos a Melipilla se tropiezan con un control de carabineros… ella debe descender. Al volver al interior del vehículo vio, por primera vez en su vida, lágrimas en los ojos del poeta. “Pensé que no lloraba por él ni por mí, lloraba por Chile. Su instinto profético no lo engañaba: se acercaban días negros, muy negros, para este pueblo”

Desde su lecho de enfermo, en la habitación de la Clínica Santa María, Pablo le increpa a Matilde:

Están matando gente, entregan cadáveres despedazados. La morgue está llena de muertos, la gente está afuera por cientos, reclamando cadáveres. ¿Usted no sabía lo que le pasó a Víctor Jara? Es uno de los despedazados, le destrozaron sus manos… ¿Usted no sabía esto? ¡Oh dios mío! Si esto es como matar un ruiseñor, y dicen que él cantaba y cantaba y que esto los enardecía.

Horas más tarde, el corazón de Neruda dejaba de latir mientras patrullas militares quemaban sus libros en las esquinas de un país ultrajado y ocupado.

La pregunta planteada por el autor va adquiriendo consistencia a medida que avanzamos en el libro. Hoy sabemos que la policía secreta de la dictadura, primero la DINA y luego la CNI, utilizó formas encubiertas para cometer asesinatos políticos, sea bajo formas violentas como en el caso del general Prats en Buenos Aires o el de Orlando Letelier en Washington, pero también mediante envenenamientos según se desprende de las investigaciones en torno a la muerte del ex presidente Eduardo Frei Montalva.

La muerte de Pablo Neruda acontece en la Clínica Santa María, la misma en que Frei habría sido envenenado años más tarde. Según testigos calificados, incluido su chofer Manuel Araya, el poeta estaba lúcido y relativamente estable antes de ser inyectado con medicamentos en dicha clínica.

La cuestión planteada encuentra asidero al ser contextualizada en un país en que la violencia homicida de los golpistas no reconocía límite alguno. Recordemos que la Junta Militar se había propuesto “extirpar el cáncer marxista”, lo que se tradujo en varios miles de muertos a lo largo de todo Chile. Lejos de ser una mera especulación, estamos ante una posibilidad cierta, tan cierta que ha dado pie a una querella criminal interpuesta por el Partido Comunista de Chile que la Corte de Apelaciones de Santiago ha aceptado a trámite.

A más de treinta años del golpe militar, los chilenos todavía no conocemos toda la vergonzante historia que rodea lo acontecido. Hasta el presente, se ha querido mantener bajo un manto de olvido los muchos crímenes cometidos. Como se sabe, cuando una sociedad reclama el olvido, como el Chile de hoy, es porque los culpables todavía andan sueltos e impunes.

En este sentido, el libro de Mario Amorós es un aporte que nos ayuda a recordar la inmensa tristeza, el luto y el dolor de las víctimas, pero, al mismo tiempo, nos trae a la memoria la figura apasionada del poeta de Isla Negra que con su canto y su lucha llenó nuestro cielo de sueños, utopías y versos.

Al igual que Federico García Lorca, el “príncipe de los gitanos”, el destino de Pablo Neruda se abraza y se entrelaza con la tragedia de su pueblo en aquello días aciagos. Su cuerpo inerte fue despedido en La Chascona, su residencia destruida y saqueada por la barbarie, como espeluznante imagen de un país en que los poderosos, por la fuerza de las armas y del crimen, recuperaban sus privilegios. Lo que no pudieron aniquilar es lo invisible, ese barro inefable del que está hecha la poesía y que cristaliza en versos… Un “decir” para siempre, verdaderas nupcias entre un pueblo y su palabra fraguada en sufrimientos y luchas, sentimientos y risas… otro modo de nombrar la poesía.

Aunque los pasos toquen mil años este sitio

no borrarán la sangre de los que aquí cayeron.

Y no se extinguirá la hora en que caísteis,

aunque miles de voces crucen este silencio.

La lluvia empapará las piedras de la plaza,

pero no apagará vuestros nombres de fuego.

 

“Siempre”. Canto General

Pablo Neruda

Intervención en la presentación del libro Sombras sobre Isla Negra. La misteriosa muerte de Pablo Neruda, de Mario Amorós en la Universidad ARCIS, Santiago de Chile, el pasado 24 de mayo.

Tomado de la publicación La Ventana. www.casa.cult.cu

*(Santiago 1956). Licenciado y Magister en Letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Doctor de La Sorbona en semiología y letras. Profesor en las cátedras de Comunicación Social y Teoría de la Cultura en diversas universidades públicas y privadas. Ha publicado tres libros: “De la ciudad letrada a la ciudad virtual” (2003), “Paisajes virtuales” (2005) e «Hiperindustia Cultural» (2008). Asimismo, sus artículos han sido publicados en numerosas revistas académicas en Chile y otros países, Argentina, México, así como traducciones al portugués (Brasil). Su investigación se ha orientado estos últimos años a las transformaciones culturales en Chile, derivadas tanto de diseños socioculturales inéditos, como de la expansión tecnológica y massmediática. Su mirada se abre a la imaginación teórica para ofrecer un horizonte de comprensión hacia la América Latina en un mundo global.

Leer más

“Cuando se implanta la desculturización, los tertulianos histéricos triunfan”. Por: Elvira de Miguel

Entrevista a Pascual Serrano, autor de «Traficantes de información»

Elvira de Miguel. Dicen los “grandes analistas” de la comunicación españoles que es necesario buscar nuevos modelos de negocio y que sobran muchos medios de comunicación y periodistas. Pero Juan Luis Cebrián se llevó el año pasado, sólo en bonos, 8.22 millones de euros del grupo PRISA, una empresa en bancarrota que está a punto de hacer un nuevo recorte en la plantilla del diario El País. Otro tanto ocurre en El Mundo, donde hay un nuevo ERE para echar en torno a 200 profesionales. En ABC acaban de pasar por lo mismo. Y el diario Público ha tenido que cerrar. ¿De verdad sobran tantos periodistas?

Pascual Serrano. Si se trata de hacer el periodismo que están haciendo las grandes empresas con sus grandes medios, probablemente sobren periodistas. Un ejemplo: para la entrega de los premios Príncipe de Asturias había acreditados mil informadores. Evidentemente sobraban los mil porque la única cosa a informar in situ era del acto de la entrega, y se estaba emitiendo en directo por TVE2. Sin embargo, yo echo de menos periodistas en otros lugares donde suceden muchas cosas pero que, quizás, no quieren informarnos. El 80% de las noticias que se difunden son promovidas por algún actor interesado: un gobierno, la oposición, una firma comercial, un sindicato, una ONG, un club deportivo… Evidentemente, para incluirlas en los medios de comunicación  no hacen falta periodistas. Los despidos de profesionales de la información son la consecuencia de un modelo de periodismo vacío y servil.

E. M. En su opinión, ¿está hoy la sociedad española mejor o peor informada respecto a otros periodos recientes, como la Transición española? ¿Son demasiadas las 54 facultades que hay en España para expender títulos de periodismo, relaciones públicas o publicidad?

P. S. Para empezar, en las facultades no se aprende periodismo. Pero eso no es lo más grave, sucedió siempre. Lo peor es que en los medios, tampoco. Aprenden a ensamblar declaraciones e incorporarlas y difundirlas en los correspondientes soportes técnicos. Hoy nadie busca noticias, solo seleccionan entre la paja que llega a las redacciones. Sin duda estamos peor informados. No sólo porque los medios y las sociedades se han hecho más etnocéntricos y no se interesan ni comprenden lo que sucede lejos o en otras culturas, sino porque la dinámica y el culto a la inmediatez y la brevedad están terminando con la posibilidad de comprender el mundo.

E. M. En su libro Traficantes de información explicaba los atropellos laborales que sufren los trabajadores de los medios de comunicación mientras los altos directivos disfrutan de sueldos millonarios y contratos blindados. ¿A qué obedece esta situación? ¿Es un reflejo de lo que está pasando en la sociedad?

P. S. Es un reflejo del funcionamiento de las empresas en el turbocapitalismo. El consejero delegado de la planta de la Fiat en Turín cobra tanto como los cinco mil trabajadores de la fábrica juntos. Pues en el periodismo sucede igual. Al fin y al cabo, nuestros medios han sido convertidos en empresas comerciales como si fueran fábricas de lavadoras o de coches. Creo que el libro Traficantes de información lo muestra con claridad.

E. M. Sin embargo, muchos ciudadanos no sienten ninguna solidaridad con las condiciones que padecen en este momento los periodistas. Piensan de ellos lo mismo que de los políticos, que no les representan. Parece que están hartos de la doble moral y de la reproducción constante en los medios de los discursos dominantes del poder. Aumentan los que ya no creen en la posibilidad de que haya periodistas que luchan por encontrar la verdad y la justicia. ¿Qué responsabilidad tienen los profesionales en esta situación? ¿Cómo podrían organizarse para tener algún tipo de control sobre las juntas directivas para las que trabajan?

P. S. La solución es difícil. El periodista es como el albañil más humilde que trabaja en un edificio. Le encargan que se limite a poner ladrillos conforme los planos que le han dejado y con el presupuesto que se ha establecido. Alguna vez hasta he pensado que es como el último empleado administrativo del ministerio de un régimen dictatorial: forma parte del sistema represivo pero tampoco puede derrocarlo desde su posición. Lo más urgente es que los periodistas vayan tomando conciencia crítica del sistema en que están viviendo. Es triste, pero tengo la impresión de que, a pesar de disponer de más información que la media de los ciudadanos sobre lo que sucede, no son más críticos que otros sectores menos formados académicamente y con menos acceso a la información. Me temo que el periodismo es uno de los gremios más alienados y sumisos.

E. M. ¿Cree que un ciudadano puede suplir en Internet la labor informativa de un periodista profesional?

P. S. Sinceramente, no. No quiero parecer corporativista, mi respuesta anterior creo que demuestra que no lo soy, pero sigo creyendo que en el buen periodismo hay técnicas, conocimientos teóricos, una vasta cultura, prácticas de trabajo, actitudes ante la vida que se aprenden estudiando y ejerciendo la profesión, que no se tienen por el mero hecho de ser ciudadano. Otra cosa es que se pueda ser un buen periodista sin haber pasado por la facultad de periodismo. Eso sí, sin duda.

E. M. ¿Ayudan las redes sociales realmente a mantener más informada a la ciudadanía o pueden suponer, por el exceso de información, una mayor desubicación para el que busca saber lo que ocurre en realidad?

P. S. Las redes han aportado elementos positivos y elementos negativos. No sabría decir cuál es el balance final, pero en cualquier caso, están ahí, debemos operar con ellas y utilizarlas lo mejor posible. Entre lo negativo que han traído las redes está la falta de rigor y contraste en lo que se difunde, la jibarización del contenido informativo, la frivolidad, la destrucción de las jerarquías de las noticias, la desaparición de un proyecto colectivo de periodismo… Entre lo positivo, que han colaborado en la democratización de la distribución de la información y que han minado el oligopolio de los grandes medios.

E. M. El 3 de Mayo acabamos de celebrar el Día Internacional de la Libertad de Prensa con manifestaciones del gremio y declaraciones grandilocuentes y, como decía Groucho Marx, “partiendo de la nada, hemos alcanzado las cotas más altas de la miseria”. Los profesionales sabemos que conseguir buena información suele ser muy caro: viajes, meses de investigación, fuentes… ¿Cómo se puede poner en práctica la libertad de prensa sin ser un traficante de información con inmensa capacidad para endeudarse, conseguir dinero y poder?

P. S. Aceptando que se trata de un interés público y un servicio público, y, por tanto, con la implicación de los poderes públicos. Si se deja en manos del ámbito privado, quedará a merced de la rentabilidad o de otros intereses que no sean los de informar a la ciudadanía.

E. M. ¿Afectará también a los usuarios de Internet la desigualdad económica para obtener contenidos de calidad en la red?

P. S. Seremos víctimas de la desigualdad económica y de la desigualdad cultural. Hoy ya tenemos una información destinada a una población iletrada formada en el culto a la espectacularidad, la frivolidad o el chismorreo; y otra, menos numerosa, que maneja las claves de comprensión de los acontecimientos. Esta última yo la dividiría en dos: la que utiliza esa comprensión en su propio interés personal, profesional o económico; y la que, desesperadamente, intenta abrir los ojos al resto de los ciudadanos.

E. M. Las radios y las televisiones públicas también están en el punto de mira de los políticos. Las señoras Aguirre y Cospedal mantienen sus promesas electorales de privatizar o ceder las gestiones de las cadenas autonómicas. ¿Son “un gasto que no nos podemos permitir” como ellas insisten?

P. S. Sin duda suponen un gasto, pero esa afirmación política “no nos podemos permitir” es una manipulación miserable. Habría que compararlo con lo que “sí nos podemos permitir”. Creo que si nos podemos permitir financiar a la Iglesia y a la familia real, bombardear Libia u ocupar Afganistán, no deberíamos aceptar que no podemos tener una televisión pública autonómica.

E. M. Desde terrenos ideológicos completamente dispares hay otras muchas voces que critican la gestión de estos medios que se han usado por los distintos partidos en el poder como canonjías para pagar favores y servicios prestados. Además, a muchos todavía les rechinan las prejubilaciones en RTVE a los trabajadores de esa cadena pública que apenas habían superado los 50 años y se encontraban en su mejor momento profesional. Van a estar cobrando su salario por estar tranquilamente en casa, hasta que les llegue la jubilación a los 65. ¿Es posible organizar un modelo estatal rentable y útil para la ciudadanía?

P. S. Es verdad que muchas televisiones autonómicas se han convertido en correas de transmisión de gobiernos y partidos en el poder, y que su nivel de manipulación resulta detestable. Es verdad también que han podido derrochar dinero mediante subcontratas a productoras de amigos o al pago de estrellas mediáticas que no lo merecían. Pero eso no es una razón para privatizar o cerrar nada. Si pensásemos que los jueces del Tribunal Supremo no fuesen independientes y actuaran al servicio del Gobierno, no propondríamos cerrar ni privatizar el máximo tribunal, sino crear los mecanismos para terminar con esos problemas. Por otra parte, debemos dejar claro que una televisión, o cualquier otro medio público, no tiene por qué ser rentable. Debe estar bien gestionada, pero no necesariamente ser rentable, como no lo es un hospital o una escuela. Garantizar el derecho de los ciudadanos a estar informados, garantizar la pluralidad, garantizar el acceso democrático a los medios, no lo va a hacer el mercado privado. Lo deberá hacer el Estado y eso puede costar dinero.

E. M. Para acabar, muchos “tertulianos” y columnistas ofrecen una imagen de la profesión que dista mucho de la realidad diaria de los periodistas. Son especialistas en embrollar a la gente con sus opiniones sobre lo divino y lo humano. Actúan al servicio de quienes les pagan y están ahí (porque si no, no estarían), por decir lo que dicen y callar lo que callan. ¿Cómo evitar que sus opiniones superficiales sustituyan al verdadero periodismo?

P. S. Se trata de un problema bastante generalizado en muchos países, no sólo en España. En Estados Unidos algunos comentaristas enloquecidos de la Fox tienen una audiencia escalofriante. Se trata del fenómeno de una especie de predicadores de extrema derecha que han descubierto un nicho de audiencias entre un sector fundamentalista de la ciudadanía que, a medio camino entre el pensamiento fascista y el analfabetismo social, encuentran en esas voces la reafirmación de sus limitadas ideas mentales. No es que sea mal periodismo, es que no tiene nada que ver con el periodismo. Cuando en una sociedad se implanta la desculturización, el individualismo, la ausencia de valores y solidaridad colectiva, fenómenos como el fascismo, las sectas o los tertulianos histéricos triunfan.

Tomado del blog: www.pascualserrano.net  

 

Leer más

(VIDEO) Todo por la patria (estadounidense). Por: Javier Couso*

Hace unos días escuché con atención las palabras del Almirante Fernando García Sánchez, Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) [1], en la entrevista que le hizo un medio de ámbito nacional. Como exponente de los mandos modernos del ejército español, su discurso es medido, cercano, aparentemente exento de estridencias.

Los ejércitos actuales son conscientes del teatro de operaciones en el que se mueven y adecúan su actuación acorde con él.

La comunicación no deja de ser otro campo de batalla, quizás uno de los más importantes. Las derrotas por mala imagen son difíciles de levantar.

Por eso la máxima dirigencia de los ejércitos, los llamados jefes superiores, se entrenan en la forma de comunicar de la misma manera que lo hacen los que se dedican a la alta política, sea de empresa o de partido. Hay que crear y vender imagen, modelar la forma en la que quieres que te vean. Acotar el discurso para quedarse en los titulares, tus titulares.

Pasar de puntillas sin profundizar es una táctica para no asustar. Si no te mojas no salpicas. Pareces estar en el centro, equidistante ante unos y otros. Balanceado y comedido, irradias seguridad. Has construido tu relato, has acomodado al oyente en la platea para empezar la representación.

Pero a pesar de los corsés autoimpuestos, las costuras se resquebrajan cuando se toca el tema de Siria. Aquí habla la OTAN y el deseo de intervenir, aún sabiendo la complejidad de un escenario donde se juega una nueva guerra fría con la irrupción de un “este” ruso-chino que pone las líneas rojas en Siria.

Fernando García nos habla con terminología de Estado Mayor posmoderno cuando relata que la “comunidad internacional” (léase OTAN) ya está actuando en Siria por medio de las tres d: diplomacia, desarrollo y defensa.

No hay nada en su discurso sobre el terrorismo yihadista, hoy aliado de la OTAN, o sobre el profuso suministro de armas de los países del golfo a una de las partes contendientes, ni por supuesto acerca de un plan de paz equilibrado, solo palabrería bien medida que conduce a un deseo mal disimulado: la intervención pura y dura en el marco de la guerra de baja intensidad con coartada humanitaria. Otra vez la guerra “humanitaria”, diseñada para romper el principio de no injerencia surgido en el marco del Derecho Internacional como cortafuegos de las acciones unilaterales del imperialismo.

Nada es extraño en el discurso de estas promociones de mandos y jefes de nuestras Fuerzas Armadas formados en la esfera de influencia estadounidense desde que Franco, por pura supervivencia, abandonara el EJE y se dejara querer, como baluarte antisoviético, por un EEUU en plena guerra fría.

Hoy, muchos años después y casi totalmente limpio de rebabas franquistas, las jefaturas de las tres armas que componen el Ejército Español no solo son pro-OTAN sino que su pensamiento está formado en la defensa de la influencia estadounidense como garantía de un imaginario colectivo libre que forman las naciones occidentales asociadas en la “unidad atlántica de destino universal”.

Más que simpatizantes deberíamos hablar de mandos cooptados o de una estructura de mando penetrada por una especie de hipnosis colectiva. Ganada la batalla ideológica y cultural, nuestros jefes y oficiales confunden muchas veces la defensa de su nación con la defensa de los intereses geoestratégicos estadounidenses.

No hay pensamiento soberano, ni siquiera una estrategia de defensa independiente de una potencia media en el marco de, por ejemplo, un Ejército Europeo ¿Alguien se acuerda ya de este proyecto dinamitado por EEUU en el marco de la OTAN y por Gran Bretaña en el de la UE? Los intereses angloamericanos no se podrían permitir una Europa con un ejército independiente.

Hoy, el supuesto Ejército Europeo es un grupo de tarea más, adscrito a los planes OTAN, planes que, no olvidemos, priman la supremacía de los intereses estadounidenses por encima de los de cualquier otra nación. Es la coartada Atlántica: Un mismo mar que baña una misma visión occidental del mundo, la angloamericana, off course.

Si el Ejército Europeo es un apéndice, nuestro ejército se queda en mera cohorte en cuanto a la independencia y soberanía de sus decisiones. Somos mano de obra barata en las operaciones que se diseñan al calor de las decisiones tomadas en Washington y que se trasladan a los ejércitos subalternos por medio de la OTAN.

Los ejemplos afgano o libanés son muy ilustrativos de donde desplegamos nuestras fuerzas y sobre todo para qué. En Afganistán, pura y dura intervención surgida al calor del 11-S que bajo el disfraz de lucha contra el terrorismo busca controlar este país enclave de autopistas del transporte de energía y centro de la elaboración mundial de opio, además de quitar profundidad estratégica a Irán y Rusia. En Líbano, protegiendo a Israel de Hezbollah, única formación árabe que consiguió fijar sobre el terreno, sostener un combate en el tiempo, e infringir tremendas bajas, materiales y personales, al ejército de Israel, rompiendo de facto la supuesta invulnerabilidad de este.

Resulta bochornoso leer la información que desvelaron los cables de la embajada de EEUU en Madrid sobre los mandos de las Fuerzas Armadas [2], a los se llega a calificar de «fans» de Estados Unidos. No puedo imaginar algo menos leal a un país que un militar «fan» de una potencia extranjera. Curioso concepto de patriotismo que es más cercano al doble agente en el ámbito del espionaje o al delito de traición por colaboración con una nación extranjera.

Lamentablemente esto no es nada novedoso, está muy bien explicado en trabajos como «Diario de la CIA» del ex-agente Phillip Agee, donde se da cuenta de esas labores de penetración en varios países y no solo en el ámbito castrense sino en el periodístico y cultural, en el imprescindible libro de Joan Garces «Soberanos o Intervenidos», o en cualquiera de las investigaciones realizadas por Eva Gollinger sobre la intromisión estadounidense en Venezuela. País donde incluso se tuvo que desmontar, en alguna instalación castrense, células al servicio de la inteligencia militar de los EEUU.

En nuestro país, las acciones de cooptación no son, normalmente, tan agresivas. Como se apuntó antes, la batalla ideológica y cultural está ganada de antemano, aderezada con premios en forma de viajes de formación a EEUU en diferentes materias de especialización militar o la golosina que supone el acceso a la alta tecnología bélica y la posibilidad de poner en práctica teoría y materiales en conflictos con una superioridad logística apabullante.

Cualquier país que aspire a ser soberano no puede tener unas Fuerzas Armadas cuyos jefes y mandos sean «fans» de otro país. Esto que parece propio de una película de Berlanga es la realidad del alto mando español.

Un ejército al servicio de la patria,… estadounidense.

Tomado del blog: www.hablandorepublica.blogspot.com.es

*Documentalista y camarógrafo. Activista social. Promotor de la justicia por la muerte de José Couso (su hermano), asesinado por las tropas genocidas norteamericanas en la guerra de Irak.

Entrevista a Daniele Ganser, autor del libro: «Los ejercitos secretos de la OTAN. La operación Gladio y el terrorismo en Europa Occidental» (fragmento).

Leer más

(VIDEO) Jornada de presentación y homenaje «Ojos que no ven»

Victimas del fascismo desde la transición

Más de 100 asesinatos… Unas 4.000 agresiones anuales… ¿Se ha hecho justicia? ¿Se investigan las agresiones? ¿Se persigue a las tramas organizadas? ¿Se persigue a los culpables? ¿Se reconoce a las víctimas?

El próximo sábado 9 de junio se presentara en Alkorcón el documental «Ojos que no ven».

Un documental que da la palabra a las víctimas de las agresiones y asesinatos ultraderechistas. Formado por entrevistas a las víctimas de estas agresiones y por testimonios recogidos por familiares y amigos.

Un periodo de más de 35 años, desde el inicio de la transición, en el que no se pretende ahondar en el drama o en el dolor, porque a raíz de estas tragedias se han producido una serie de reflexiones entre los familiares y amigos sumamente interesantes para entender la sociedad en la que vivimos y conectar con una realidad social que no es producto de la casualidad o de la mala suerte, sino que está directamente relacionado con el modelo social y económico en el que vivimos y con la pervivencia de grupos racistas y fascistas que tienen su origen en la dictadura franquista.

Se trata de un periodo de más de 35 años, por lo que las situaciones son necesariamente distintas, pero también presentan elementos en común.  De estas semejanzas y diferencias, del papel de la policía, de la administración de justicia, de los medios de comunicación, de los representantes políticos… nos hablan las víctimas.

Con este acto de presentación queremos aportar nuestro granito de arena en la difusión de «Ojos que no ven», también rendir homenaje a tod@s las víctimas del fascismo, y a toda la gente que ha trabajado y/o participado en este documental, a tod@s y cada un@ de los que se han implicado en esta película, toda la gente que ha cedido su tiempo y su trabajo desinteresadamente, a Luis, a Gonzalo, a todo el equipo de Iria Producciones, y en definitiva, a toda la gente que de una u otra manera ha contribuido a que «Ojos que no ven» pueda ver la luz.

La programación prevista para dicha jornada será:

A las 12:00 Acto de presentación «Ojos que no ven»:

De 12:00 a 13:00 Proyección del documental.

A las 13:00 Presentación a cargo de Luis Moles (el director)

Posteriormente Rueda de preguntas y debate, Intervienen:

-Luis Moles (Director)

-Gonzalo Wilhelmi (guionista)

-Mavi Muñoz (Madre de Carlos Palomino, Asesinado el 11/11/2007 en Madrid, a los 16 años, Asociación de víctimas de la violencia fascista, racista y homofobia)

-Diego Fernández (amigo de Richard, asesinado en Alkorcón el 21/05/1995, a los 21 años)

-Mikel Martin (Agredido en Donosti el 13/01/2005)

-Iris Ixchel (Agredida en Valladolid el 16/12/2005)

-Eugeni Rodríguez (Portavoz del Front d´Alliberament Gai de Catalunya. Organización personada en el juicio por el asesinato de Sonia Rescalvo, el 5/11/1991 en Barcelona)

-Alberto Madrazo (Miembro de la Asociación Cultural Estrella Roja (Madrid). El local sufrió un atentado el 29/11/2006)

A las 15:00 Comedor popular (Paella, ensalada, fruta)

A las 20:30 Concierto solidario

-Txulapos Muertos (Punk Alkorcón)

-Atrako (Punk-Rock Alkorcón)

-Grupo por confirmar

Si vienes con tus hij@s!! Habrá un espacio con ludoteca (espectáculo de clown, taller de malabares, lleva tu camiseta para serigrafíar…)

CSO ESKUELA TALLER

www.alkorconrebelde.org

Pl.Sta.María Ortigueira s/n. (Alkorcón) Madrid.

Renfe: San José Valderas (C-5).

Buses (Desde P. Pío): 511, 513 y 514.

(Desde Móstoles): 520

Organizan:

DISTRIBUIDORA MALA VIDA

distrimalavida@gmail.com-

Leer más

(VIDEO) ¡Stop Madrid 2020!

El proyecto olímpico de Madrid se enmarca dentro de los mega proyectos, que en España han esquilmado las arcas públicas en beneficio de las constructoras, entidades financieras y comisionistas de diversa especie. Es necesario construir una verdadera alternativa a la degradación sufrida por Madrid en tres décadas de modelo de desarrollo neoliberal. Difunde el vídeo de Tele K contra la candidatura de Madrid 2020.

Leer más

(VIDEO) La gira de Silvio Rodríguez por los barrios de La Habana. Por: Víctor Casaus

La iniciativa de Silvio ronda la treintena de conciertos llevados a los barrios más complejos, menos favorecidos de La Habana, desde finales del año 2010. Los dos más recientes –el viernes y el domingo pasados– tuvieron como escenario los paisajes cotidianos de Moro-Portocarrero en Mantilla y de Pocitos-Palmar en Marianao.

En cada uno de ellos –en el cruce de calles asfaltadas o no; frente a la escuela primaria del lugar; en el terreno que el concierto convierte, momentáneamente, en plaza adornada, en sitio de reunión– Silvio y sus músicos han compartido las excelencias de sus sonidos, la complejidad de sus palabras. “Es un momento mágico”, me dijo un amigo latinoamericano, en uno de esos barrios, a principios de este año.

Creo que esa magia terrenal y cotidiana viene desde la raíz de esta idea y la transita a lo largo de los meses, hasta llegar a esos rostros que observan los trajines preparatorios del concierto, la instalación de la tarima y de las luces, las pruebas del sonido en los altavoces a los lados de la calle. “Me dijeron que venía, y yo dije: na. ¿Va a venir aquí?”, y el que me lo dice, en medio de uno de los primeros barrios, señala con un gesto entre cómplice y todavía asombrado a los músicos que han subido a la tarima para comenzar un concierto diferente.

La diferencia está, sin dudas, en la esencia de esta iniciativa. Se trata de una presentación que no es anunciada por los medios, no se convoca a la gente de la ciudad para que asista: es el concierto de la gente de ese barrio, familiar y único.

Por ello, todo tiene una dinámica propia, también diferente. El público no está ahí, esperando en su luneta a que aparezcan los artistas cuando se descorra el telón. De hecho, no hay telón, y lo que domina el fondo del escenario improvisado es la bandera cubana, que a veces se reproduce en alguna ventana vecina o en la gorra de un espectador. Tampoco hay lunetas: está la calle, que se irá poblando de vecinos en la medida en que la música los llame desde los altavoces. Y están los palcos del día, instalados en los balcones colindantes o en las azoteas precarias.

Las primeras filas tienen destinatarios naturales: los niños y las niñas del lugar, testigos y participantes de esta fiesta sorpresiva y sorprendente. Desde allí van a corear las canciones que conocen, a pedir que se cante alguna que falta, a regalar los aplausos más fuertes y las risas más amplias. Ellos están en la línea delantera de una conversación que se producirá durante unas dos horas, entre las canciones que bajan desde la tarima y las voces y los cuerpos que las replican a lo largo de la calle.

“Silvio, gracias por existir”, grita alguien que participa en ese diálogo ayer en Pocitos-Palmar, en esa fracción de silencio que media, a duras penas, entre canción y canción. “Gracias porque existimos todos”, devuelve el trovador, antes de iniciar los acordes de la canción que sigue, que puede ser declaración de principios o desgarradura del amor o ternura de algún enanito feliz o indagación sincera sobre los avatares –entusiasmados o angustiosos– de la Isla a la que pertenece este barrio.

El trovador ha traído invitados a cada uno de estos conciertos: intérpretes exquisitos de la llamada música culta, percusionistas que suenan desde la tradición de la rumba o “hermanos de oficio” que suben, guitarra en mano, a compartir lo que traen con la gente del lugar. En Moro-Portocarrero es Santiago Feliú, que anda cumpliendo sus cincuenta años en estos días y que recuerda desde ahí algún momento de su infancia por aquellos territorios.

Este recorrido, acompañando los conciertos de Silvio por  los barrios, ha servido también de aprendizaje –o al menos, de sugerencia– para algunos trovadictos reincidentes. “Además de disfrutar las canciones de Silvio en estos escenarios distintos, he encontrado lugares desconocidos de la ciudad donde vivo hace más de treinta años”, me dice la hija de una amiga querida, cuando regresábamos de un concierto en el oeste de la capital. Y muchos aprenden –aprendemos– en estas tardes-noches, mientras más barrios visitamos.

Por suerte, no he estado al margen de esos aprendizajes, de aquellas nostalgias, en estos escenarios/territorios –físicamente precarios, humanamente deslumbrantes–  que he tenido la suerte de recorrer acompañando a las gentes que traían sus canciones, sus músicas, sus palabras.

A veces ha sido descubrir la maravilla en la contradicción: vecinos hoscos repentinamente conmovidos por una melodía clasificada como infantil; vecinas en chancletas acompañando con sus voces canciones de complejas metáforas. Otras, como en Mantilla: levantar la vista del escenario y encontrar la fachada de la escuela primaria donde dejaríamos esa tarde la donación de libros y publicaciones que este proyecto también trae a los barrios. “Gerardo Abreu (Fontán)” se lee en la fachada de ese edificio que yo vi proyectarse, varias décadas atrás, en mi primer empleo de mecanógrafo incesante, en el recién estrenado departamento de educación de la ciudad, y ahora está ahí, retando a su manera al tiempo y trayendo aprendizajes y nostalgias.

“Mientras más barrios visitamos, más me alegra haber emprendido este trabajo”, escribe el trovador la mañana de este domingo que pasó, después de Mantilla y al borde de Pocitos-Palmar.

“Mientras más duras realidades, más buena la cultura. Mientras más necesidad, más gratitud”, nos dice. Sí, la cultura pensada de esta forma, traída de esta forma, sentida de esta forma. Como un acto complejo, irreverente, humanísimo de amor.

*Nació en La Habana en 1944. Licenciado en Lengua y Literatura Hispánicas en la Universidad de La Habana. Ha colaborado en las principales publicaciones periodísticas nacionales y en publicaciones culturales como: Revista Casa de las Américas, Cine Cubano, Unión, Revolución y Cultura, entre otras. Fue uno de los fundadores de El Caimán Barbudo.

En el terreno literario, ha trabajado el género testimonial, al que ha aportado algunos de los más importantes libros publicados en el país. También ha escrito trabajos ensayísticos sobre el género testimonial que aparecen en su libro Defensa del testimonio.

Pertenece a la generación poética que se dio a conocer a mediados de la década del 60 en las páginas de El Caimán Barbudo. En 1982 recibió el Premio Latinoamericano de poesía Rubén Darío, otorgado por el Ministerio de Cultura de Nicaragua, por su libro Los ojos sobre el pañuelo.

Su labor como cineasta incluye los guiones de importantes filmes cubanos como El hombre de Maisinicú y la dirección de 15 documentales, a partir de 1975. En 1985 realizó su primer largometraje de ficción, Como la vida misma.

En 1988, recibió la Distinción por la Cultura Nacional, otorgada por el Consejo de Estado de la República de Cuba.

Principales libros publicados

Poesía: Todos los días del mundo (1967), De una isla a otra (1971), Entre nosotros (1978), Amar sin papeles (1980), Los ojos sobre el pañuelo (1982), De un tiempo a otra parte -antología de su obra poética (1985), Carta de longe -trad. al portugués (1986), Maravilla del mundo (1989)

Cuento: Sobre la marcha (1978), Testimonios, Girón en la memoria (1971), Pablo: con el filo de la hoja (1983), Otro tiempo, otro vivir (1984), Que levante la mano la guitarra -en colaboración con Luis R. Nogueras (1984)

Literatura para niños: Para que este pueblo se levantara –conjuntamente con Alquimia Peña (1986). Ensayo: Defensa del mundo (1990)

Ha realizado casi una veintena de filmes entre documentales y obras de ficción

Tomado del blog: www.aucaencayohueso.wordpress.com

Leer más

(VIDEO) Cinco décadas de estupidez, y todavía sigue. Por: Saúl Landau*

En 1991 la Unión Soviética desapareció. Washington cambió su retórica anticubana de la Guerra Fría a la de los derechos humanos. Pero un tema permanece: una colonia económica norteamericana que se liberó en 1959 aún se niega a rendirse.

La política de “castigar a Cuba”, que ya tiene 53 años, está llena de canas y se convirtió en una verdadera estupidez en la década de 1980, cuando Reagan transfirió la política diría hacia Cuba a los cubano-americanos derechistas de Miami –excepto, por supuesto, cuando hacían erupción las crisis periódicas. Pero debajo de esta aparente idiotez hay una absurdidad perniciosa.

En mayo, por ejemplo, el Departamento de Estado rechazó solicitudes de visa de once académicos cubanos que también defienden el mejoramiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Decenas de otros cubanos obtuvieron visas para asistir a la reunión en San Francisco de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA)

Simultáneamente, Mariela Castro, directora del Centro de Educación Sexual de Cuba (CENESEX), e hija de Raúl Castro, recibió su visa para gran beneplácito de los líderes de las comunidades gay, lesbiana, bisexual y transexual de San Francisco y Nueva York, las cuales ella visitó. Ellos admiran su heroico trabajo en pro de los derechos de los LBGT.

Ese extraño mensaje mezclado produjo rumores de que la negativa de las visas era la demostración de un acuerdo entre senadores cubano-americanos y un frustrado –y mediocre– Departamento de Estado. Marco Rubio (republicano por la Florida) y Bob Menéndez (demócrata por Nueva Jersey) habían retenido la aprobación de Roberta Jackson como secretaria asistente del Departamento de Estado para Asuntos Interamericanos. Al negar algunas visas y hacer más estrictas las reglas de viajes a Cuba, el Departamento de Estado calmó (un poco) a los dos cubano-americanos émulos de Solón. ¿Tiene esperanzas la Casa Blanca de que la visita de Mariela fortalecerá el apoyo gay (votos y dinero) para Obama?

Mientras tanto, los adversarios de Washington y La Habana no han desarrollado ni siquiera un mínimo plan de “remiendo de las relaciones”. Es más, el Departamento de Estado ha rechazado o no ha respondido a las propuestas de Cuba acerca del tema migratorio –pero solo durante dos años. La Casa Blanca no tiene tiempo para Cuba mientras busca la reelección del presidente.

En mayo, la política EE.UU.-Cuba encontró su camino hacia el programa “The Situation Room”, de CNN. Wolf Blitzer entrevistó a Alan Gross (norteamericano condenado a prisión en Cuba) y a Josefina Vidal (jefa del buró de Estados Unidos en el Ministerio cubano de Relaciones Exteriores). Esa semana, la secretaria de prensa del Departamento de Estado Victoria Nuland aseguró a los periodistas y la secretaria de Estado Hillary Clinton insistió que Alan es inocente, a pesar de la declaración de la esposa, Judith Gross: “Sabemos ahora que [Alan] violó las leyes cubanas”.

Hilary también ignoró el despacho de Desmond Butler, de la Associated Press, acerca de las fechorías de Gross. En Cuba, Gross desempeñó su papel en una política de “cambio de régimen” apoyada por el gobierno. Gross estaba a sueldo de Development Alternatives Incorporated, que tenía un contrato con USAID.

Al igual que Clinton y Nuland. Blitzer reflejó su ignorancia –o no aceptación– del reporte de Butler acerca de los “informes de viaje” a Cuba de Gross en 2009. Butler describe a partir del propio informe escrito por Gross la manera en que Alan pasó de contrabando materiales ilícitos y montó una impenetrable red de comunicaciones en Cuba.

Blitzer también reintrodujo el tema de los Cinco de Cuba. En la década de 1990, Cuba envió a agentes de inteligencia a Miami para penetrar a grupos del exilio que preparaban acciones violentas contra instalaciones turísticas cubanas. Cuba recicló para el FBI los descubrimientos de los agentes acerca de alijos de explosivos y armas en la zona. En 1998, después de usar la información de los agentes para ocupar los alijos de explosivos en Miami, el FBI arrestó a los agentes cubanos –sus propios informantes. En un  juicio del 2001 un intimidado jurado los declaró culpables de graves delitos y una jueza los condenó a sentencias draconianas.

¿Podría el presidente Obama ponerlos en libertad –después de las elecciones, por supuesto–, a cambio de Alan Gross? “De ninguna manera”, dijo el Departamento de Estado. Gross es inocente. Los Cinco fueron condenados por graves delitos. Este tipo de pobre mendacidad ha llegado a niveles vergonzosos. Gross admitió que violó leyes cubanas y la noticia de la AP confirma su culpabilidad.

Luego ocurrió otro extraño hecho. Carlos García-Pérez, director de la Oficina de Transmisiones Cubanas financiada por el gobierno (Radio y TV Martí), “calificó al arzobispo de La Habana de lacayo que está en colusión con un régimen opresor” (William Booth, Washington Post, 5 de mayo).

¿Cree el presidente Obama que el cardenal, el cual favorece un diálogo, se sencillamente un mensajero del presidente cubano Raúl Castro?  ¿O es que esa estupidez surge de raíces estúpidas más profundas?

Hace cincuenta y dos años, cuando mi primer viaje a Cuba, presencié los cambios sociales, la felicidad emanaba de los pobres, la indignación de los que habían perdido riqueza, privilegio, status y prestigio. También fui testigo de la violencia cuando los exiliados apoyados por la CIA bombardeaban la isla desde Miami.

Durante más de cinco décadas EE.UU. ha realizado un embargo contra Cuba. La CIA apoyó una invasión de exiliados por Bahía de Cochinos en 1961 y patrocinó miles de ataques armados a la isla –terrorismo.

Después de más de medio siglo, Cuba ha exportado a más de un millón de cubanos a la Florida, y ellos han hecho cambios en ese estado –y en el destino de EE.UU. En el 2000 ayudaron a George W. Bush convertirse en presidente de EE.UU. La contrarrevolución de Cuba actuó para alterar el destino de EE.UU., no el cubano.

Aunque los embriagadores días revolucionarios de Cuba han pasado, Latinoamérica ha seguido su camino de independencia.

En marzo, la ignorancia imperial y la arrogancia caracterizaron el papel de Obama en la Cumbre de las Américas de Abril en Cartagena, Washington continuó negándose a que Cuba participe en futuras discusiones hemisféricas. Hasta el gobierno títere de Honduras votó junto con 30 otros estados a favor de incluir a Cuba en reuniones futuras. Solamente Canadá votó con la línea de EE.UU. Cincuenta y tres años de rencor acumulado.

¿La respuesta de Obama a sus críticos aquí y en Cuba? “Ellos saben que podemos hacerlo mejor”.

Tomado de: www.rebelion.org

*Escritor, periodista, realizador de documentales y académico estadounidense. Profesor de la American University. Ha trabajado como director del departamento de Conocimientos Interdisciplinarios Aplicados del Instituto Politécnico de California (Cal Poly Ponoma) y como comentarista de Pacifica Radio.

Es conocido internacionalmente por sus documentales y escritos sobre políticas estadounidenses y cuestiones culturales. Ha obtenido varios galardones entre los que se contaría un Emmy, por la película Paul Jacobs and the Nuclear Gang (1980); el premio Edgar Allen Poe por Assassination on Embassy Row (con John Dinges; Pantheon, 1980), sobre el asesinato del entonces director del Transnational Institute, Orlando Letelier; y el premio Letelier-Moffitt Human Rights Award por su trayectoria vital en la defensa de los derechos humanos.

Ha desarrollado durante décadas un perfil académico colaborando durante más de veinte años como investigador con el Institute for Policy Studies (IPS) de Washington, D.C. También es investigador sénior y ex director del Transnational Institute de Ámsterdam.

www.cubavsbloqueo.cu

Leer más

(VIDEO) Conciertazo del Santi por sus 50 y una gran sorpresa. Por: Fidel Díaz Castro*

Acabo de llegar de Casa de las Américas donde Santiago Feliú acaba de ofrecer un megaconcierto por sus 50 años de vida. Todo un día de torrencial aguacero no impidió que se llenara la Sala Che Guevara del sagrado hogar de Yeyé y que el Santi —zurdo rebelde como siempre—, echará un vistazo profundo a su vida recorriéndola como mejor la pueda recorrer un trovador buscándose en sus canciones.

Poco después de las 7 de la noche salió a escena, ante el árbol de la vida, se sentó al piano y lanzó su primer beso poético a su la Cuba de las palomas que se juntan en Enero con “Ayer y hoy enamorado”. La segunda canción fue su clásica “Para Bárbara” y ya se le incorporó el joven y talentoso guitarrista Roberto Luis Gómez Rodríguez. Tras ese canto de todos la gran sorpresa de la noche, se sentó en pleno escenario, ante el asombro general la mismísima Xiomara Laugart. Antes que el Santi la anunciara el público se puso de pié ovacionándola, lo cual emocionó mucho a esa voz grande de la trova cubana, que en aquellos inicios de los 80 empezó a tejer la leyenda de esa generación cantando con Gerardo Alfonso y Alberto Tosca, y dejando versiones inolvidables de “Ni un ya no estás”, “Canción a un viejo trovador” y “Hoy mi Habana” entre muchas otras. Xiomara y Santiaguito recordaron aquellos tiempos cantando juntos “Solo arcoíris”. Un fuerte abrazo al final selló este reencuentro de Xiomara con los que  le hemos extrañado durante tantos años, y con los que ahora vieron por vez primera (mucho público joven) a esa ya leyenda de aquellas trovadas de esa segunda generación de la Nueva Trova.

Acabo de llegar, mojado de ida y vuelta, y aunque quiera no puedo detenerme a reseñar todo el concierto, pues aun me queda labor y fueron 3 horas, 36 canciones cantó Santiago Feliú, con alguna que otra repetida “da capo” por quedar inconforme y se estaba grabando el concierto con vistas a un DVD.

Quizás más adelante mejora esta versión del texto, solo quiero añadir que fue recorriendo su discografía por Vida, Nauseas de fin de siglo, Futuro inmediato, Sin Julieta, y Ay, la vida, a veces al piano, pero especialmente a dos guitarras con Roberto Luis; con mucha energía en escena, con momentos de fuerza roquera en su guitarrear y con un público que le acompañó cantando y coreando en casi todos los temas, así como ovacionando esos momentos de las canciones que cobran especial connotación ética o social en estos momentos.

Buen aniversario 50 el de Santiaguito y qué bueno haber estado invitado al cumpleaños de un trovador como él, que nos une, nos limpia el alma del lodo de los tiempos, nos invita a buscarnos entre la ilusión y la desesperanza, abriendo caminos hacia nuestro Planeta Cuba, que no es más que el humano, el de la libertad, el de la poesía.

De manera que fui apuntando, te dejo el listado de lo que cantó Santiago Feliú en esta Casa trovada del viernes 1ro de junio de 2012. (Cuando alguno de los fotoreporteros me envíe imágenes sustituyo esta de archivo).

AL PIANO

1.    Ayer y hoy enamorado.

2.    Para Bárbara (piano y armónica) y guitarra de

3.    Solo arcoíris con XIOMARA LAUGART

4.    Carta y suerte de tener a Gunilla

A GUITARRA EL SANTI Y LUIS

5.    Batallas sobre mí

6.    Vida

7.    Nauseas de fin se siglo

8.    Sedante

9.    De escudo

10.    Búscame

11.    Para ti

12.    (Comienzo del fin)

13.    Mi mujer está muy sensible

BREVE INTERMEDIO

14.    Ansias del alba

15.    Micky and Malory

16.    Generación

17.    La ilusión

18.    Futuro inmediato

19.    Era

20.    Iceberg (2 veces)

21.    Sin Julieta

22.    Advertencia

23.    Buenos días

24.    Alto al fuego

25.    Despojo

26.    Ay la vida  (a guitarras más fuerte que el disco)

27.    Sostener mi amor

28.    De lo nunca más

29.    La canción y yo

VUELVE AL PIANO

30.    Ella y él

31.    Demasiado amar

32.    Descerebrándome el corazón

33.    Sin tanta soledad

34.    Planeta Cuba

35.    Bolero

36.    Rock and rollito de fulanito y menganito

*(La Habana, julio de 1961). Licenciado en Artes de la Comunicación Audiovisual, especialidad Dirección, Facultad de Medios Audiovisuales del ISA. Trovador, Escritor, Realizador radial, Guionista de TV, Periodista,  Director de Publicaciones. Fundador de la Asociación Hermanos Saíz, en 1986. Fue especialista en medios Audiovisuales, Vicepresidente y Presidente de la AHS en provincia La Habana. Miembro de la Dirección Nacional de la AHS en los años 90.

Autor de los libros: “El Diablo Ilustrado” Casa Editora Abril 2003 (seis ediciones) “Confesiones de El Diablo Ilustrado” Casa Editora Abril 2005, “Cualquier flor de la trova tradicional cubana” Antología de los clásicos trovadorescos en coautoría con Bladimir Zamora. Casa Editora Abril 2006 (dos ediciones), “Una guitarra, un buen amor: 100 canciones de Silvio, Pablo y Noel” En coautoría con Bladimir Zamora. Casa Editora Abril 2007, “Trovadores de la herejía: Santiago, Gerardo Frank y Varela” En coautoría con Bladimir Zamora. Casa Editora Abril 2011. Antología de canciones de Gerardo Alfonso, Santiago Feliú, Frank Delgado y Carlos Varela.

CD La voz del Diablo Ilustrado. EGREM 2007, 14 canciones de Fidel Díaz interpretadas por trovadores y músicos de todo el país: Adriano Rodríguez, Eduardo Sosa, Roly Berrio, Yamira Díaz, Diego Cano, Samuel Águila y el grupo foklórico Columbia del puerto. Fidelito canta con Adriano Rodríguez uno de sus temas.

Trovador anfitrión de “La Utopía” espacio de 4 horas los sábados en el Piano Bar Tun Tun de la Casa de la Música de Miramar. Desde 2010 hasta la actualidad. Espacio por el que han pasado como invitados trovadores de varias generaciones y figuras internacionales, tales como Pedro Luis Ferrer, Pablo Milanés, Raúl Torres, Gerardo Alfonso, Santiago Feliú, José Luis Barba, Alejandro Gutiérrez y Barbería (de Habana abierta) Trovarroco, entre muchos otros, de la Argentina Liliana Herrero, Arbolito, Raly Barrionuevo y Sures, de Venezuela Ángel Balam, de España Mikel Inunciaga, entre otros.

Ha participado en múltiples conciertos, presentaciones y eventos como el “Longina” de la AHS en Santa Clara, “Trovándote” AHS Ciego de Ávila, “Romerías de Mayo” AHS, “Festival Carlos Puebla” en Manzanillo, peña “Suerte de Cangrejos” en Cárdenas. Con trovadores de varia generaciones incluyendo a Adriano Rodríguez, Voces del Caney, David Torrens, Gerardo Alfonso, Frank Delgado, Carlos Varela, Santiago Feliú, Augutos Blanca, Lázaro García y de las generaciones más cercanas.

Actualmente guionista, conductor y director del programa “Cantautores” de una hora de duración en Radio Cadena Habana sobre la trova cubana.

Desde 2000 hasta la actualidad director de la revista El Caimán Barbudo que tiene su edición impresa y un sitio digital.

Ha colaborado en periódicos como El Habanero, Juventud Rebelde, Granma, revistas Temas, Dédalo, Somos Jóvenes, El Caimán Barbudo, sitios web como La Jiribilla.

Tomado del blog: www.eldiablo-ilustrado.blogspot.com.es

Leer más