Archives for

Miradas en contexto: Aproximaciones desde la universidad a la Cuba actual (+PDF)

Compilador: Abel Enrique González Santamaría

¿Qué pasó el 11 de julio de 2021 en Cuba? ¿Cuáles fueron los factores internos y externos que influyeron en los disturbios y actos vandálicos perpetrados en algunas localidades de la nación? ¿Quiénes pedían una «intervención humanitaria»? ¿Qué resultados se esperaban de la operación político-comunicacional? ¿Cuál es el proyecto de la Cuba actual?

Para responder estas y otras interrogantes presentamos esta compilación de reflexiones, vivencias, análisis y artículos de 31 profesores universitarios de las tres regiones del país. La mayoría de ellos han sido protagonistas en la formación de varias generaciones de profesionales, muchos escribieron al calor de los acontecimientos y todos lo hicieron desde la pasión, el compromiso por la obra social que construyen los cubanos y conscientes de la importancia de la educación y la formación integral de la juventud.

Miradas en contexto: Aproximaciones desde la universidad a la Cuba actual, integro en PDF

Leer más

Caturla posee el encanto de los más hermosos fantasmas

Alejandro García Caturla, instrumentista y compositor cubano (1906-1940)

Por Mauricio Escuela

La estatua de Alejandro García Caturla aún no se ha erigido, es solo una ilusión entre tantas en la mente de los remedianos. A 115 años del nacimiento del genio, las leyendas rondan la plaza y las calles de la villa hasta volverse parte indisoluble de la historia. Hay quien lo ha visto tocando el piano por las tardes, otros lo presienten en las salas de la casa familiar. La tarja que marca el sitio donde cayera asesinado en 1940 tiene siempre una ofrenda, llevada ahí por personas comunes, artistas, admiradores. No obstante, el sueño de un monumento de bronce, de un gesto mayor, desvela a la ciudad, coloca a los hijos en la encrucijada y trae hasta el presente los dolores del tiempo.

Caturla posee para todos un misterio, una trágica sombra. Hace años conversé con Eduardo Heras León sobre el carácter dramático de la muerte del genio y de cómo nadie ha podido narrar, en clave de obra maestra, dicho suceso. Todo queda sepulto entre el polvo de las calles de Remedios, el silencio de familiares, el susto de los habitantes de una ciudad acostumbrada a lo sobrenatural. Y es que hasta pareciera que una entidad mayor gobierna todo lo relacionado con Caturla. La casa de sus hijos y esposa yace en el olvido, sin que se defina qué pudiera hacerse con ese solar yermo. El valor museable de las piezas en dicho sitio desapareció, dando paso a unas paredes derruidas, el piso de tierra y las rejas desvencijadas. Allí vivió Catalina, su viuda, madre y abuela de inmensos instrumentistas y autores de la música cubana.

De Caturla se conserva la casa familiar y eso nos trae un aire de detenimiento, de sosiego, de tranquilidad en medio de tanto legado. El patio respira aquellos años de la república cuando entre saraos y tertulias se criticaba el estado de la política, de las costumbres y se escuchaba la última pieza del genio interpretada al piano. Las habitaciones tienen un espíritu de acecho, de presencia de almas e incluso en la cocina se intuye la estampa humana y carnal de la familia. La casona frente a la plaza conforma un escenario ideal, el marco propicio para que la gente conozca y ame, se empape de la historia y la lleve más allá de los límites y comarcas de Remedios.

En los estudios que se hacen sobre Caturla, el genio aparece como una persona “atravesada” y fuera de tiempo, que intentó una rectitud en el derecho y una libertad en el arte. La república era por entonces hipócrita. En el parque, negros y blancos no podían compartir los mismos paseos ni rutas. Todo estaba dirimido de antemano en clases, colores, clasificaciones. Para aquel que viajara desde joven hasta los confines del territorio a la caza de los bailes africanos y los panteones yorubas, la prohibición pacata y formal, racista, era un insulto. Caturla amó a dos mujeres negras a la vez, quienes eran hermanas. La moral saltaba todas las alarmas y amenazó de muerte al joven que daba los primeros pasos de una brillante carrera.

Atrás quedaron La Habana y París, Caturla debía hacerse cargo de la familia, de los hijos, y trabajar como abogado de pueblo. La recién nacida Constitución prometía la igualdad ante la ley y él se juró llevarla a la práctica. El padre y más de un amigo le dijeron que eso no era posible en la Remedios de la esclavitud y los ingenios, de la clase adinerada blanca y los abusos. El genio siguió componiendo partituras mientras escribía cartas a Carpentier y el resto de los amigos de la vanguardia. Una noche, en el teatro Miguel Bru de la ciudad, fue abucheado por la chusma presente, lo cual provocó que Caturla mudara sus sueños hacia Caibarién, donde fundó una sinfónica. Era la capacidad de hacer lo que lo guiaba y mantuvo vivo. Las amenazas de muerte no se detenían, por lo cual comenzó a salir con un revólver, para defenderse.

En Remedios han pasado grandes hechos, muchos trágicos, otros a medio camino entre la comedia y lo triste. Las calles Independencia y Maceo se interceptan en el sur, a una cuadra de la Plaza José Martí. Ambas vías forman un viacrucis simbólico, pues antes se nombraban Nazareno y San Juan Bautista. Todo en la ciudad tiene ese aliento de otro mundo. Caturla atravesaba la encrucijada, caminando como cada día, a la luz del sol, cuando fue baleado por un matón local. El crimen no quedó impune, pero sí quienes estaban detrás del suceso, los rostros ocultos del poder. El músico, moribundo, exhaló unos pasos apenas y cayó desangrado. Nadie ese día esbozaba una sonrisa. Silvino, el padre, se transformó en una sombra humana.

En solo unas décadas Caturla le cambió el rostro a la cultura cubana, sus piezas eran interpretadas en los mayores conciertos y ambientes del mundo. Devino uno de los símbolos de la Isla, una voz poética y raigal imprescindible. Desde aquel fatídico día de noviembre de 1940, todos hablan de la necesaria estatua. Unos la imaginan de pie, como un gran maestro, en un pedestal; otros la quieren cercana, en un gesto de familia, junto a la puerta de la casa.

En aquella conversación que sostuve con Heras León, el escritor me recordó que la literatura se beneficia con las sombras, con aquello que resulta oscuro y triste, de ahí salieron grandes obras maestras. Pienso en el famoso pasaje de la muerte de Caturla y en las muchas leyendas que se desprenden. Remedios pareciera hablar en una clave misteriosa que atraviesa el tiempo, trayéndonos luces y tonos de lo que fuera una época. Quizá ello explique la ausencia de una obra, ya sea una novela o estatua, que narre o describa a Caturla: la ciudad quiere ser ella su propia protagonista y gestora eterna.

En los destellos de la tarde que atraviesan la casona familiar ubicada frente a la plaza están los colores del vitral de la sala, unos rayos que caen sobre el piano y que le regalan al visitante la mejor silueta viviente del genio. Cuentan que unas horas más tarde, si prestamos atención, los acordes se oyen, en la suavidad de la noche, con el encanto de los más hermosos fantasmas.

Tomado de: La Jiribilla

Leer más

Ruy Guerra: el que más filmó al Gabo

Ruy Guerra, cineasta brasileño

Por Luciano Castillo @LucioC812

Por estos días festejó sus noventa años el realizador brasileño Ruy Guerra, nacido en Mozambique, el 22 de agosto de 1931, e integrante imprescindible de la historia del cine latinoamericano no solo por su contribución al cinema novo, sino por ser el más empecinado traductor al cine del universo de Gabriel García Márquez. Por cuarta vez en su trayectoria —iniciada con Os Cafajestes (1962)— se obstinó con O veneno da madrugada (2005) en transponer la prosa del demiurgo de Aracataca, en este caso, de La mala hora.

Atrás quedaron su versión de “La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada” y su crónica del amor arrogante y difícil de Orestes hacia Fulvia, la bella palomera. Convirtió en locaciones habaneras a la actriz alemana Hanna Schygulla, la otrora musa de Fassbinder, en la enigmática Alma de la miniserie televisiva Me alquilo para soñar (1992). A su juicio, la profunda amistad y el conocimiento del escritor colombiano, cimentados a lo largo de muchos años, le proporcionó una visión parecida o similar del mundo, además de la entera libertad otorgada por el autor a quienes osaban aproximarse a su literatura para interpretarla en el cine.

Ruy Guerra asistió a los directores Jean Delannoy y Georges Rouquier, fue consejero artístico de Abel Gance en Valmy (1967) y actor a las órdenes de Serge Roullet (Benito Cereno) y Werner Herzog (Aguirre, la cólera de Dios). Los fusiles (1964) le bastó para ser definido por el crítico francés Marcel Martin como “un maestro en el arte de evitar las trampas del esteticismo y de lo pintoresco, y con un temperamento de argumentista y de director que le aseguran un lugar privilegiado entre los grandes «jóvenes» del cine brasileño”.

En 1980, Guerra regresó a Mozambique, donde dirigió el instituto de cine durante un corto tiempo y escribió canciones. Ese año filmó en solo tres días, en 16 mm y blanco y negro, Mueda, memoria y masacre, experiencia que conceptuó como uno de los ejemplos más perfectos de la teoría del cine imperfecto de Julio García Espinosa.

La ruptura con los géneros y su tiranía le condujo a La ópera del malandro (1986), versión fílmica de una exitosa obra, un atrevido musical “pensado todo al revés”, por cuanto casi todo transcurre de noche, es sombrío, con decorados neutros, en un intento por “retomar la herencia del cine y, a la vez, desmitificarlo, devorarlo antropofágicamente, digerirlo y concebir un producto nuestro”, precisó. Sería su primer contacto en pantalla con la impronta del compositor Chico Buarque, de quien adaptó en 2000 la pesadilla existencialista de ese personaje anónimo que vaga por una gran urbe, descrito en su novela Estorvo.

La literatura espolea constantemente a alguien que en Kuarup (1989), acercamiento a un texto de Antonio Callado, retoma el aliento épico de Los fusiles en forma distinta por no significar un discurso político y didáctico. Narra la saga de un hombre que al ser apresado rememora los diez años de su peregrinaje en una suerte de fresco del ayer.

Admite que nunca realizó películas sin voluntad de hacerlas y cita Sweet Hunters (1969), rodada con mucho sufrimiento personal en un momento de su vida en que llevaba sin filmar cinco o seis años. “Era una historia pensada originalmente para ser filmada en Brasil, en un clima caliente, y por su tema central. La realicé con bastante dinero de mi producción, me permitió una gran depuración estilística y técnica, hablada en inglés, con intérpretes que quería trabajar desde hace mucho tiempo. […] Sin embargo, durante el rodaje tuve una gran dificultad: fue la única vez en mi vida en que me despertaba por la mañana sin ganas de filmar”. Para ciertos críticos es un título mítico; otros, opinan que quizás sea su obra más acabada.

(De Cartelera Cine y Video, nro. 190)

Tomado de: Cubacine

Leer más

«El amor a los veinte años», una película en episodios

Por Fernando Martín Peña

Las películas en episodios rara vez gustan a los críticos y siempre hay alguno que las desestima con el término “desparejas”, que a esta altura es un lugar común. Como si se preparase para actuar de jurado en un festival de cine, el crítico se enfrenta con la película en episodios dispuesto a elegir el mejor en lugar de atender a la totalidad. En este caso fue nada menos que François Truffaut quien ideó el proyecto a pedido del productor Pierre Roustang y seleccionó a dos de sus directores, Renzo Rossellini y Marcel Ophüls, a cuyos padres veneraba. Los otros dos (Andrzej Wajda, Shintaro Ishihara) fueron elegidos por Roustang. El tema del amor juvenil importaba a Truffaut porque ansiaba volver sobre el personaje de Antoine Doinel, protagonista de su ópera prima Los 400 golpes (1959), y trabajar de nuevo con el actor Jean-Pierre Léaud antes de que se hiciera adulto.

Antoine y Colette fue la segunda entrega de una saga que se prolongó en otras tres películas. Hay un nexo directo con Los 400 golpes por vía de un fragmento que aparece a manera de flashback y también porque reaparece el personaje de René (Patrick Auffray), único amigo del protagonista. Lo que describe el film es una historia de amor no correspondido, en la que el joven Doinel, que ahora es un adolescente independiente y formal, queda cautivado por la belleza esquiva de una muchacha. Como mucha gente a su edad, Antoine nunca sabrá si su fracaso se debe a que ha hecho demasiado o a que ha hecho demasiado poco.

Truffaut logró que, pasado el período de explotación inicial, el productor Roustang le devolviera los derechos de Antoine y Colette, por lo que es el único episodio del film que sigue siendo accesible hoy en día. Los otros episodios quedaron suspendidos en el limbo legal de la distribución que suele ensañarse con las coproducciones internacionales. Lo cierto es que El amor a los veinte años, en su versión integral, no ha vuelto a verse salvo en algunas exhibiciones ocasionales programadas por cinematecas que tuvieron la prudencia de conservar una copia original de 1962.

El episodio de Renzo Rossellini es un pequeño melodrama, género nacional italiano, jugado entre tres personajes: una muchacha y un muchacho se enamoran a pesar de la bella señora que mantiene al joven. En sólo dos secuencias unidas por una escena breve, Rossellini describe un mundo que colapsa (el de la señora, notablemente interpretada por Eleonora Rossi Drago) y para hacerlo mejor saca al muchacho de escena y se concentra en el enfrentamiento entre las dos mujeres.

El episodio de Shintaro Ishihara es de una densidad que contrasta con todos los otros. Su protagonista es un joven obrero que resulta ser un asesino en serie. Ishihara revela gradualmente las características de su personaje y transmite sus obsesiones al espectador mediante la estilización casi expresionista de la imagen y el desarrollo de un relato en tiempos indefinidos, con elipsis imprecisas, hasta concentrar la acción principal en una noche de horror. El realizador utiliza el formato de pantalla ancha mucho mejor que todos sus colegas y por única vez en todo el film lo hace sentir imprescindible.

El episodio de Marcel Ophüls es sobre un fotógrafo y una chica que deben enfrentar un embarazo después de una relación ocasional. El realizador utiliza imágenes fijas y brevísimos flashbacks para completar la información necesaria sobre el pasado de la pareja, caracteriza luego los muy distintos universos a los que pertenecen ambos jóvenes y después elabora el vínculo entre ellos con un tono que evita la gravedad sin dejar de reconocer la complejidad de la situación. Junto al de Truffaut, es el episodio más auténticamente romántico y termina de un modo que es a la vez realista y promisorio.

El episodio de Wajda empieza con el desencuentro de una joven pareja. Ante una situación de crisis el muchacho no hace lo que ella espera y por lo tanto es sumariamente reemplazado por otro, un señor mayor que en la emergencia se ha comportado heroicamente. El señor en cuestión es interpretado por Zbigniew Cybulski, protagonista de Cenizas y diamantes (1958) y este pequeño film puede pensarse como la forma que Wajda encontró para deshacerse de los héroes trágicos que habían marcado una y otra vez sus películas bélicas de la década previa. Todas esas obras tratan sobre los conflictos de una generación que no había conocido más que el combate, pero esta vez Wajda confronta a uno de ellos con una nueva generación que no ha conocido más que la paz. El personaje de Cybulski tendrá que arreglarse solo con sus fantasmas, porque es evidente que los jóvenes tienen otras preocupaciones y les importa poco el heroísmo del pasado.

Más allá del tema propuesto y de la espléndida música de Georges Delerue, lo que une a los distintos episodios es también lo que los separa: cada uno toca ciertas fibras de la idiosincrasia de su respectivo país, sin inventar ni perpetuar arquetipos. En ese momento particular de la historia del cine, la idea de Truffaut fue correcta: el film representó perfectamente a cinco de las cinematografías más dinámicas del período, como podía verificarlo el espectador argentino de entonces recorriendo la calle Lavalle. Una revisión contemporánea demuestra más bien que los distintos episodios de este compendio multicultural y diverso se enriquecen entre sí en lugar de opacarse.

También fue diverso el destino de los diferentes realizadores. Wajda y Truffaut continuaron sus ya afirmadas carreras en el cine hasta sus respectivas muertes. Con el tiempo Marcel Ophüls también logró una filmografía personal y se especializó en el terreno del documental, donde produjo al menos dos obras maestras: Le changrin et la pitie (1969), monumental investigación sobre el colaboracionismo francés durante la segunda guerra mundial, y Hotel Terminus (1988), sobre Klaus Barbie. Renzo Rossellini abandonó la dirección para dedicarse a la producción y su nombre aparece en los créditos de Historia do Brasil de Glauber Rocha, La ciudad de las mujeres de Fellini, Fanny & Alexander de Bergman y Nostalghia de Tarkovski, entre otros muchos títulos ilustres. Shintaro Ishihara había realizado un único film antes de El amor a los veinte años y nunca volvió a hacer otro, pero ya tenía una reputación como escritor, retratando en particular a la generación formada después de la guerra mundial. Siguió escribiendo, hizo teatro, se interesó en el nacionalismo, influyó sobre Yukio Mishima y finalmente se dedicó a la política con éxito. En 1999 ganó la gobernación de Tokio y fue reelegido tres veces hasta que renunció en 2012.

Este artículo forma parte del flamante libro Cine maldito (La Tercera editora), en el que Fernando Martín Peña reúne artículos publicados previamente en la revista Film, el suplemento cultural del diario uruguayo El País y Radar, junto con otros escritos especialmente para la ocasión, completando una particular antología que incluye películas molestas, prohibidas, sin distribución, inhallables o a la vista de todos pero que nadie los mira, entre muchas de las opciones de una suerte de revisión del malditismo cinematográfico según Peña.

Tomado de: Página/12

Leer más

Las consecuencias del capitalismo. La fábrica de descontento y resistencia

Autores: Noam Chomsky y Marv Waterstone

Escalada de guerras aparentemente sin fin, catástrofe medioambiental, niveles sin precedentes de desigualdad tanto de riqueza mundial como de rentas. Y, como respuesta a estos y otros síntomas de derrumbe del sistema, regímenes autoritarios más y más represivos.

Este libro busca reflexionar y entender el funcionamiento del sistema capitalista en todas sus facetas y encontrar las conexiones teóricas, históricas y prácticas entre este modo de producción y las consecuencias sociales y humanas que genera. En los principales medios que modelan las visiones del mundo más difundidas, estos fenómenos casi siempre aparecen como si fueran del todo independientes los unos de los otros. Esta caracterización predominante la dan por cierta hasta las personas involucradas en las luchas y por eso muy pocas veces suscita el tipo de cohesión o coalición política necesaria para obtener respuestas efectivas, coherentes y rompedoras.

Las generaciones más jóvenes de los lectores de este libro, se encuentra ante unos problemas que nunca se habían planteado en la historia de la humanidad, en toda la historia. ¿Sobrevivirá nuestra especie? ¿La vida humana, tal como la conocemos, sobrevivirá? Son preguntas que no se pueden eludir. No es posible quedarse al margen. Tomar la opción de no actuar es, esencialmente, elegir la peor opción que podamos esperar. Este libro articula, según la visión de los autores, cuáles podrían ser las acciones más eficaces y como se podrían llevar a cabo.

Además, la COVID-19 ha revelado errores flagrantes y brutalidades monstruosas del actual sistema capitalista, y esto abre una ventana para los movimientos sociales. Las luchas por el control del relato sobre el significado de la pandemia serán el campo de batalla o por un nuevo sentido común y una sociedad más humana o por un retorno al statu quo anterior. El resultado de esta confrontación es incierto; todo dependerá de las acciones que pongamos en marcha.

Noam Chomsky (Filadelfia, 1928) Es profesor de Lingüística y Filosofía en el Massachusetts Institute of Technology, es autor de más de 85 libros y un sinfín de artículos. Además de infatigable conferenciante, está considerado por muchos como el lingüista más importante de todos los tiempos, un filósofo fundamental y el analista más brillante de los asuntos contemporáneos. De entre su ingente obra, cabe destacar también en Siglo XXI Problemas actuales de la teoría lingüística (1977) y Sintáctica y semántica en la gramática generativa (1979), Lo que realmente quiere el tío Sam (1994), Pocos prósperos, muchos descontentos (1997), Secretos, mentiras y democracia (1997), Cartas de Lexington (2000), Cómo mantener a raya a la plebe (2001), El bien común (2001) y El nuevo humanismo militar (2002).

Tomado de: Txalaparta

Leer más

La solidaridad de México ha despertado en nuestro pueblo el agradecimiento más profundo

Miguel Díaz-Canel Bermúdez. Primer Secretario del PCC. Presidente de la República de Cuba

Por Miguel Díaz-Canel Bermúdez @DiazCanelB

Intervención del Presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez en el desfile cívico-militar en ocasión de los festejos por el aniversario del Grito de Dolores.

México, 16 de septiembre de 2021.

Estimado Andrés Manuel López Obrador, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos:

Distinguidas invitadas e invitados:

Querido México:

Gracias por la oportunidad que nos das de traer el abrazo agradecido de Cuba a tus hermosas celebraciones patrias por aquel Grito de Dolores que tanto afán libertario despertó en nuestra región hace más de 200 años.

Entre todos los hermanos que nos dio Nuestra América, México cuenta, por muchas razones, como uno de los más entrañables para Cuba.

Ese afecto que une a nuestras tierras comienza con el deslumbramiento que nos provocan sus huellas profundas y diversas en la Literatura y la Historia de América:

“Cuánto es bella la tierra que habitaban los aztecas valientes”, dice en el “Teocalli de Cholula”, el cubano José María Heredia, abriendo una fascinante puerta a ese Mundo Nuestro, muy anterior al de la terrible conquista que iniciarían siglos después, con matanza y destrucción sin freno, las tropas españolas que venían de Santiago de Cuba, al mando de Hernán Cortes.

Pero nadie nos dirá más de México que José Martí. Cito fragmentos de su memorable discurso pronunciado en la velada en honor a este país en la Sociedad Literaria Hispanoamericana en 1891: “(…) hoy nos reunimos a tributar honor a la nación ceñida de palmeros y azahares que alza, como un florón de gloria, al cielo azul, las cumbres libres donde el silbato del ferrocarril despierta, coronada de rosas como ayer, con la salud del trabajo en la mejilla, el alma indómita que chispeaba al rescoldo en las cenizas de Cuauhtémoc, nunca apagadas. ¡Saludamos a un pueblo que funde, en crisol de su propio metal, las civilizaciones que se echaron sobre él para destruirlo!”.

Más adelante, refiriéndose a la significativa fecha que conmemoramos hoy expresa: “…Trescientos años después, un cura (…) citó su aldea a guerra contra los padres que negaban la vida de alma a sus propios hijos; era la hora del Sol, cuando clareaban por entre las moreras las chozas de adobe de la pobre indiada; ¡y nunca, aunque velado cien veces por la sangre, ha dejado desde entonces el sol de Hidalgo de lucir! Colgaron en jaulas de hierro las cabezas de los héroes; mordieron los héroes el polvo de un balazo en el corazón; pero el 16 de septiembre de cada año, a la hora de la madrugada, el Presidente de la República de México vitorea, ante el pueblo, la patria libre, ondeando la bandera de Dolores”. Fin de la cita.

Por sus características, el proceso independentista mexicano, que iniciara con el Grito de Dolores, protagonizado por el Padre Miguel Hidalgo un día como hoy de 1810, y se consumara 11 años después con la entrada del Ejército Trigarante en la Ciudad de México, tuvo un notorio componente de reivindicaciones sociales e indigenistas que lo diferenció de otros procesos que tipificaron a la época de las independencias. Su impacto fue, sin dudas, extraordinario en la lucha libertaria y anticolonialista de nuestra región y particularmente en Cuba.

Recogía aspiraciones ancestrales de pueblos enteros que habitaban el territorio, no sólo mexicano, sino también de centro y sur América y de las Antillas; reivindicaba a todos los sectores criollos pobres –blancos negros y mestizos- sumidos en la miseria, el hambre y la explotación y se oponía a la esclavitud del negro.

La amplia presencia popular influyó de forma decisiva en su radicalización y en la concreción de importantes demandas sociales y políticas, lo que constituyó una inmensa inspiración y aliento para nuestro movimiento independentista.

No son pocos los notables cubanos que dejaron su sangre y sus nombres en la Historia de México. Sobresale especialmente la solidaridad cubana en el enfrentamiento de México a las invasiones texanas en 1835-1836 y la invasión norteamericana de 1846 al 48, se destacan los generales Pedro Ampudia, Juan Valentín Amador, Jerónimo Cardona, Manuel Fernández Castrillón, Antonio Gaona, Pedro Lemus y Anastasio Parrodi.

Los cubanos Florencio Villareal y José María Pérez Hernández, lanzaron en marzo de 1854 el histórico plan de Ayutla, determinante en el rompimiento del ejército y la sociedad mexicana con el gobierno dictatorial del General Santa Anna.

Como ha confirmado el prestigioso investigador René González Barrios, varios de aquellos hombres ocuparon puestos claves en la vida político-militar mexicana y fueron gobernadores o comandantes militares en importantes plazas del país.

Dos de ellos, los generales de división Anastasio Parrodi y Pedro Ampudia Grimarest fueron ministros de Guerra y Marina en el gobierno de Benito Juárez durante la Guerra de Reforma.

En el Congreso, el Gobierno, el exilio o la Guerra al lado de Juárez hubo siempre cubanos. Elogian su obra magnífica compatriotas prominentes como el General Domingo Goicuría y Cabrera y los poetas Juan Clemente Zenea y Pedro Santacilia, quien fuera su yerno, secretario y agente de la República de Cuba en Armas ante el gobierno mexicano.

En la guerra contra los franceses, sirvieron al ejército mexicano los hermanos Manuel y Rafael de Quesada y Loynaz, general y coronel respectivamente; los coroneles Luis Eduardo del Cristo, Rafael Bobadilla y Francisco León Tamayo Viedman; el médico comandante Rafael Argilagos Gimferrer y el capitán Félix Aguirre. Todos regresarían a Cuba, al comenzar la Guerra de los Diez Años.

Fue México el primer país en reconocer nuestra lucha armada y en abrir sus puertos a los barcos con la bandera de la estrella solitaria. Lo aprobó el Congreso, lo sentenció Juárez y lo agradeció Carlos Manuel de Céspedes, el Presidente de la República en Armas, en carta memorable a su par mexicano y cito: “…altamente satisfactorio que México haya sido la primera nación de América que hubiese manifestado así sus generosas simpatías a la causa de la independencia y la libertad de Cuba…”.

Una de las principales tareas que entonces cumpliría Pedro Santacilia, con el consentimiento de Juárez, fue enviar a Cuba a un selecto grupo de militares mexicanos para contribuir a la formación y entrenamiento del naciente Ejército Libertador. Los mexicanos brillaron en los campos de Cuba y sus proezas inspiraron a la tropa y a cuantos oyeron hablar de ellas.

Otra vez dejó el Padre de la Patria cubana, constancia de aquella entrega, en carta al “Benemérito de las Américas”. Escribe Céspedes: “…algunos caballeros mexicanos han venido aquí y han derramado su generosa sangre en nuestro suelo y por nuestra causa, y todo el país ha mostrado su gratitud por su heroica acción…”.

Dos de aquellos bravos militares mexicanos, veteranos de la Guerra de la Reforma y la contienda contra el imperio francés, llegaron a ostentar los grados de General de brigada del Ejército libertador cubano y formaron parte del cuadro de sus principales jefes: José Inclán Risco y Gabriel González Galbán.

Queridas amigas y amigos:

Por esa memoria entrañable que compartimos, nos estremecen e inspiran estos actos que reverencian la historia y volvemos una y otra vez sobre cada línea escrita para México por José Martí, quien enlaza para siempre a nuestras dos naciones en toda su obra, pero especialmente en las cartas a su gran amigo mexicano Manuel Mercado.

Es también a ese amigo del alma a quien deja en carta inconclusa, su rotundo testamento político: la voluntad consagrada al objetivo de “impedir a tiempo, con la independencia de Cuba, que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América”.

Años antes, en camino a Veracruz deja escrito: “¡Oh México querido! ¡Oh México adorado, ve los peligros que te cercan! ¡Oye el clamor de un hijo tuyo que no nació de ti! Por el Norte, un vecino avieso se cuaja (…) Tú te ordenarás: tú entenderás; tú te guiarás: yo habré muerto, ¡Oh México por defenderte y amarte!”.

Aquí murió por la Revolución, el joven comunista Julio Antonio Mella, asesinado en una calle de esta misma ciudad en la que se conocerían, años después, Ernesto Che Guevara y Fidel Castro, por intermedio de su hermano Raúl.

Aquí se entrenaron y organizaron su expedición los jóvenes de la Generación del Centenario. Aquí forjaron amistades y afectos que aún perduran y que se inmortalizaron en una canción que es como un himno de aquellos tiempos épicos: “La Lupe” de Juan Almeida Bosque.

De ese período mexicano quedaron para siempre en la historia cubana, entre muchos otros, los nombres de María Antonia González, Antonio del Conde, el Cuate, clave en la adquisición del yate Granma, Arsacio Venegas y Kid Medrano, luchadores profesionales que dieron entrenamiento físico a la tropa, Irma y Joaquina Vanegas, que ofrecieron su casa como campamento.

El paso de Fidel y sus compañeros por México dejó profunda impresión en los futuros expedicionarios del Granma y un cúmulo de leyendas por todas partes de las que todavía se habla con admiración y respeto.

No olvidaremos nunca que gracias al apoyo de muchos amigos mexicanos, zarpó el yate Granma de Tuxpan, Veracruz, el 25 de noviembre de 1956. De esa histórica embarcación, descendió siete días después, el 2 de diciembre, el recién nacido Ejército Rebelde, que venía a libertar a Cuba.

Tampoco olvidamos que a solo unos meses del histórico triunfo de la Revolución en 1959, nos visitó el general Lázaro Cárdenas. Su voluntad de estar junto a nuestro pueblo a raíz de la invasión mercenaria por Playa Girón en 1961, marca sensiblemente el carácter de nuestras relaciones.

Fiel a sus mejores tradiciones, México fue el único país de América Latina que no rompió relaciones con la Cuba revolucionaria cuando fuimos expulsados de la OEA por mandato imperial.

A lo largo de los años jamás se ha quebrado lo que la historia unió indisolublemente. Nuestros dos países han honrado sus políticas soberanas, al margen de cercanías o distancias entre los gobiernos. Impera lo que preconiza un principio muy mexicano: el respeto al derecho ajeno es la paz.

Hay un mérito indiscutible en quienes han dedicado vida y energías, alma y corazón, a alimentar esa hermandad con la ternura de los pueblos. Rindo tributo aquí a la solidaridad sostenida, invariable, apasionada y firme que siempre encontramos en esta tierra, que todos los cubanos debemos amar como a la nuestra.

Lo dijo el Apóstol cubano, quien además dibujó con su prosa colorida un retrato fiel de este pueblo generoso al afirmar: “Como de la raíz de la tierra le viene al mexicano aquel carácter suyo, sagaz y señorial, pegado al país que adora, donde por la obra doble de la magnífica Naturaleza y el dejo brillante de la leyenda y la epopeya, se juntan en su rara medida el orden de lo real y el sentimiento romántico”.

Desde aquellas palabras hasta hoy, no ha dejado de crecer el patrimonio común levantado por una infinita lista de prestigiosos intelectuales y artistas de ambas naciones. Nos unen la literatura, el cine, las artes visuales, el bolero y el mambo.

Podría decirse que el significativo intercambio cultural entre México y Cuba alcanza todas las manifestaciones de la cultura en su más amplia acepción, por cuanto no es menos influyente la relación en el deporte, especialmente el béisbol y el boxeo, donde la conexión se da tan natural y profunda que por momentos se pierde el origen exacto de obras y hechos y hay que concluir que proviene de ambos.

Amigas y amigos:

Por esas y otras razones que no caben en un discurso necesariamente breve, es un gran honor participar en el desfile militar que conmemora el inicio de la lucha por la independencia de México y expresar nuestros sentimientos ante su gobierno y su pueblo.

Lo hago consciente de que es un reconocimiento a los lazos históricos y de hermandad existentes entre México y Cuba, una muestra genuina de aprecio, cariño y respeto que agradezco profundamente en nombre de mi pueblo.

La decisión de invitarnos tiene un valor inconmensurablemente mayor, en momentos en que sufrimos los embates de una guerra multidimensional, con un bloqueo criminal, recrudecido oportunistamente, con más de 240 medidas, en medio de la pandemia de la COVID 19 que tan dramáticos costos tiene para todos, pero en particular para los países de menor desarrollo.

Estamos enfrentando, paralelamente, una agresiva campaña de odio, desinformación, manipulación y mentiras, montada sobre las más diversas e influyentes plataformas digitales, que desconoce todos los límites éticos.

Bajo el fuego de esa guerra total, la solidaridad de México con Cuba ha despertado en nuestro pueblo una mayor admiración y el agradecimiento más profundo.

Permítame decirle, Presidente, que Cuba recordará siempre sus expresiones de apoyo, su permanente reclamo por el levantamiento del bloqueo y porque se convierta el voto anual de Naciones Unidas en hechos concretos, algo que su país ha cumplido de forma ejemplar para con nuestro pueblo.

Agradecemos profundamente la ayuda recibida en insumos médicos y alimentos para paliar los efectos combinados del acoso económico y la pandemia.

Hermanas y hermanos:

Ante la compleja situación epidemiológica que enfrenta el mundo, la solidaridad y la cooperación entre nuestros pueblos adquiere mayor trascendencia.

Por esa razón, nuestros profesionales y técnicos de la salud, no dudaron en acompañar, en cuanto fue necesario, al pueblo mexicano. Y volveremos a hacerlo siempre que lo precisen.

Reconocemos el excelente trabajo desempeñado por México al frente de la Presidencia Pro Témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, mecanismo de genuina vocación latinoamericana y caribeña destinado a defender la unidad en la diversidad de Nuestra América, frente al proyecto de recolonización neoliberal que se nos intenta imponer.

Como expresara Fidel en un Acto de Amistad Cubano-Mexicana celebrado el 2 de agosto de 1980: “¡Nada soportaremos contra México! lo sentiremos como propio. ¡Sabremos ser fieles a la amistad que han forjado siglos de historia y de hermosos principios comunes!”.

¡Viva México

¡Viva la amistad entre Cuba y México!

Tomado de: Cubadebate

Leer más

La Unión Europea: dos miradas ante la desvergüenza

Sede del Parlamento Europeo

La Unión Europea tira su dignidad por la borda en Cuba

Las organizaciones del MESC, Movimiento de Solidaridad con Cuba del Estado español, condenamos rotundamente la nueva maniobra anticubana que los gobiernos capitalistas de la Unión Europea se disponen a perpetrar este 16 de septiembre en el Europarlamento.

La excusa nuevamente son los Derechos Humanos, la represión y en esta ocasión han añadido el derecho a Internet. En realidad se trata de insuflar vida al motín contrarrevolucionario del 11 de julio pasado, que nació cadáver, por falta de apoyo real entre la población cubana, pese a la ingente ayuda que las multinacionales de la información vertieron en su favor en medios y redes sociales.

La intentona injerencista se basa en falsas acusaciones sustentadas en pruebas falsas también. No existe ni una sola persona desaparecida, torturada o ejecutada extrajudicialmente en la isla revolucionaria, por más que ha sido examinada con lupa para encontrarla.

La operación contará de nuevo con el respaldo mediático multinacional de siempre, cuyo fin último es forzar una intervención de cobertura humanitaria y objetivos reaccionarios, única baza real con que cuenta la contrarrevolución para actuar en Cuba.

Este respaldo mediático y político contrasta brutalmente con el silencio atronador que utiliza el establishment para encubrir la principal violación que sufre el pueblo de Cuba, que es el criminal bloqueo norteamericano. Los cubanos resisten, por más de sesenta años, con ejemplar entereza y dignidad tan atroz agresión por parte de Estados Unidos, la potencia imperialista más poderosa y despiadada de la historia.

También es escandaloso el silencio que perpetran medios y gobiernos capitalistas acerca de la represión policial y paramilitar en países como Honduras, Ecuador, Chile y, especialmente Colombia. Hasta la fecha, esta represión atroz arroja un resultado de cientos de personas asesinadas y otras cientos más mutiladas gravemente por la actuación policial.

Está claro que el nuevo ataque contra Cuba no tiene nada que ver con la defensa de los Derechos Humanos, la protección de los cubanos y cubanas frente a una inexistente represión política o la libertad de acceso a Internet.

El objetivo es manipular a la Opinión Pública mundial para que, asustada por la propaganda contrarrevolucionaria, se vuelque en favor de una intervención extranjera cuyo fin último sea la restauración neocolonial en Cuba.

Los imperialistas de ambas orillas del Atlántico están condenados a fracasar en tan siniestros propósitos, pero en la intentona los gobiernos europeos se convertirán en cómplices de la criminal política anticubana de los gobiernos de Estados Unidos, perdiendo con ello otra gran porción que de dignidad e independencia les pudiera quedar. Más les valdría establecer un diálogo respetuoso con la soberanía cubana reafirmándose con firmeza en la denuncia del bloqueo y la exigencia de su desaparición.

¡Basta de injerencia imperialista! ¡Basta de agresiones anticubanas! ¡Abajo el bloqueo ya!

¡Viva Cuba Socialista! ¡Hasta la victoria siempre, Venceremos!

Comunicado del Movimiento de Solidaridad con Cuba del Estado español

El MESC es el movimiento de solidaridad con la Revolución cubana en el Estado español. Está compuesto por:

  1. Asociación Almeriense solidaria con el pueblo Cubano
  2. Asociación Andalucía – Cuba (puente de cooperación para el Desarrollo Sostenible)
  3. Asociación Camilo Cienfuegos Cuba-Aragón
  4. Asociación de amistad con Cuba Camilo Cienfuegos de Dénia
  5. Asociación de Amistad con Cuba Miguel Hernández de Alicante
  6. Asociación de Amistad Hispano Cubana Bartolomé de las Casas de Madrid
  7. Asociación de Amistad Hispano Cubana Bartolomé de las Casas de Sevilla
  8. Asociación de Amistad Hispano Cubana de Málaga
  9. Asociación de amistad hispano-cubana Julio Antonio Mella de Madrid
  10. Asociación de Amistad Rioja Cuba
  11. Asociación de amistad y cooperación con cuba La Gran Piedra de Granada
  12. Asociación de Amizade Galego-Cubana Francisco Villamil
  13. Asociación de Cultura Popular Estrella Roja
  14. Asociación de iniciativas solidarias Alhucema de Morón (Sevilla)
  15. Asociación de Solidaridad con Cuba Vilma Espín San Lúcar de Barrameda (Cádiz)
  16. Asociación de Solidaridad Toledo-Cuba «Antonio Maceo»
  17. Asociación de Solidaridad y Cooperación al Desarrollo Ernesto Guevara de Torrejón de Ardoz
  18. Asociación Hispano Cubana Paz y Amistad de Avilés
  19. Asociación Lázaro Cárdenas
  20. Asociación Maximiliano Tornet de Huelva
  21. Asociación Pablo de la Torriente Brau de Alcobendas-San Sebastián de los Reyes
  22. Asociación para la Cooperación Internacional Patrice Lumumba
  23. Asociación Provincial de Jaén Amistad con Cuba Indio Naborí
  24. Asociación Valenciana de Amistad con Cuba José Martí
  25. Associació d’amistat amb Cuba Pep Linares d’Alcoi
  26. Casa de Amistad Baleares-Cuba
  27. Casal Cubà de Sabadell
  28. Casal d’Amistat amb Cuba de Lleida
  29. Casal d’Amistat amb Cuba de Badalona
  30. Casal d’Amistat amb Cuba de Barcelona
  31. CESC de Madrid
  32. Colectivo 26 de Julio de Madrid
  33. Comité Antiimperialista de Murcia
  34. Comité de Solidaridad Internacionalista de Zaragoza
  35. Comunistes de Catalunya
  36. Cosal-Murcia y Entrepueblos Murcia
  37. Defensem Cuba
  38. Euskadi Cuba
  39. Frente Antiimperialista Internacionalista
  40. HERMANAMIENTO NOU BARRIS- EL CERRO CUBA
  41. Izquierda Unida (IU)
  42. Marx Madera
  43. MediCuba España
  44. Mollet amb Cuba
  45. O N G AWON IYAAMI
  46. Partido Comunista de España (PCE)
  47. Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE)
  48. PCE (m-l)
  49. Plataforma de Solidaridad con el Pueblo Cubano de Granada
  50. Red de Solidaridad Canario Cubana
  51. Rincón Cubano Granma de Torrelavega (Cantabria)
  52. Sociedad Cultural Cubano Andaluza José Martí de Sevilla
  53. Sodepaz
  54. Sodepaz Andalucía

Rechazamos nuevas maniobras contra Cuba desde Europa

Federación de Asociaciones de Cubanos Residentes en España

Estimados/as responsables

El pueblo de Cuba es la única víctima de una política internacional hostil de las diferentes administraciones de EE.UU, a lo largo de estas 6 décadas.

La carpeta de agresiones contempla la filtración de bandidos en las Sierras del Escambray (asesorados, entrenados y apertrechados en EE.UU, que asesinaron a familias campesinas y alfabetizadores), la invasión militar por Playa Girón en 1961, sabotajes contra objetivos económicos y sociales (incluso la explosión de un avión en Barbados, 1976), la guerra biológica (Fiebre porcina africana, Dengue hemorrágico, Sigatoka negra, Royal de la caña, Moho azul del tabaco y el Thrips palmi de la variedad Diamond, son algunos ejemplos), crear tensiones diplomáticas (cierre de la Embajada de ese país en Cuba, incumplir acuerdos migratorios o expulsar diplomáticos cubanos de EE.UU) y agresiones contra misiones diplomáticas cubanas en más de 40 países (hasta mayo de 2020, se han cometido 580 agresiones terroristas, con un saldo de 365 muertes y 721 lesionados. Recientemente, Cuba rindió recordatorio a los jóvenes diplomáticos Jesús Cejas Arias y Crescencio Galañena Hernández, de 22 y 27 años respectivamente, que fueron secuestrados, torturados y asesinados en 1976, en la dictadura militar de Rafael Videla, en Argentina, que fue apoyada por EE.UU. Pero no olvidemos que en mayo de 2020 se efectuaron disparos contra la embajada cubana en Washington y que en julio del presente año se atacó con cócteles molotov a la sede diplomática cubana en Francia).

Es imposible pasar por alto los disímiles intentos de asesinatos a nuestros principales líderes cubanos (el récord conocido es de 638 intentos de asesinato contra Fidel Castro) ni la aplicación de un genocida bloqueo económico, financiero y comercial que se recrudece cada vez más y que le impone al pueblo cubano muy duras condiciones de carencias y necesidades en estos tiempos de la pandemia de la COVID19. Un estrangulamiento económico que ha recibido por 29ª ocasión el rechazo mundial en la Asamblea de las NNUU; además de la condena de miles de organizaciones de los pueblos del mundo.

A todo lo anterior, hay que sumarle el vandalismo de grupúsculos financiados por la CIA, a través de diversas empresas y organizaciones que funcionan por medio de la USAID y la NED y que, edulcorados como «disidencia», venden sus servicios para ejecutar sus fechorías en forma de performances e incentivación al odio, la fragmentación social, la desobediencia, el enfrentamiento y el desorden público. Igualmente, ponen sus servicios como carne de cañón para la constante comparsa de feroces campañas mediáticas, donde se manipula y se miente sin cesar sobre Cuba.

La prensa sensacionalista omite intencionalmente los logros alcanzados en todos los campos de la cultura, economía, educación, científico-técnico, político, social y demás en Cuba. Los grandes medios y agentes mediáticos que se ponen al servicio de intereses imperialistas, ponen diariamente a rodar cruzadas llenas de bulos y fakenews, siguiendo un establecido guión con los viles fines de sembrar matrices de opiniones adversas y erradas sobre la realidad cubana.

Los últimos acontecimientos ocurridos en Cuba, en las fechas del 11 y 12 de julio, son el resultado de esa criminal política de estrangulamiento económico, la financiación de grupúsculos mercenarios y de una sucia propaganda que no cesa de publicar falsedades:

Es MENTIRA que el pueblo cubano se ha alzado contra su gobierno, como es MENTIRA que en Cuba hay una dictadura como la que intentan dibujar la cacareada prensa «libre».

Es MENTIRA las difundidas «listas de desapariciones y de personas asesinadas» por las autoridades policiales cubanas. Un bulo surrealista e intragable, que ni los propios acusadores o propagadores de este engaño se han atrevido a presentar pruebas, porque carecen totalmente de ellas y saben que están engañando a la opinión pública internacional.

Las personas detenidas, tras los hechos del 11J, han estado sujetas a procesos apegados a la legalidad, el respeto a la integridad humana y las garantías previstas en la legislación cubana. Los casos procesados responden, en lo fundamental, a desorden público, instigación a delinquir, desacato a las autoridades, daños físicos y materiales generados por la violencia. Los juicios han sido públicos y con la posibilidad que asistan quienes deseen presenciarlos; incluso, con los plenos derechos a establecer recurso de apelación (proceso que no requiere asistencia letrada y que el sancionado puede realizar mediante un escrito sencillo).

Independientemente de las diferencias políticas, es bien sabido que en Cuba está en el poder el gobierno elegido por el pueblo, votado democráticamente en un proceso electoral caracterizado por su transparencia, respeto a los derechos individuales y colectivos, amplia participación popular y su estricto apego a las leyes cubanas.

Muy a pesar de los obstáculos que impone el bloqueo económico, el recrudecimiento del mismo y su mantenimiento por la actual administración del Sr. Joe Biden, Cuba sigue avanzando con grandes sacrificios y esfuerzos. Cuba sigue siendo un país que pone en práctica sus firmes principios humanistas y mantiene sobre sólidos pilares de respeto la cooperación y la ayuda solidaria a otros pueblos. Cuba, frente a los embates del bloqueo, ha logrado 3 vacunas propias contra la COVID19 y es el primer país que ha comenzado la vacunación al sector poblacional de 8 a 12 años de edad. Cuba no envía militares a invadir ningún país, sino brigadas formadas por especialistas de la salud para salvar vidas, incluyendo la de aquellas poblaciones más desfavorecidas por la pobreza.

Es por todo lo anterior, que vemos con gran decepción como la Unión Europea se ha visto arrastrada por representantes de grupos políticos, para ser usada como instrumento de agresión contra Cuba.

Fue la Unión Europea la que, siguiendo dictados de injerencia imperialistas, adoptó la política de «Posición Común», como brazo extensor del criminal bloqueo económico que se mantiene como palanca para forzar un cambio de régimen político en Cuba, acto que se ejecuta contra la voluntad expresada por el pueblo cubano de seguir construyendo el Socialismo; lo cual es una violación de los derechos del pueblo cubano.

El Parlamento Europeo, una vez más, es usado por representantes de intereses de poderes rancios e ideología fascista, para atacar a Cuba, cumpliendo con las exigencias orientadas por el poderoso Tío Sam y los grupúsculos de una mafia terroristas anclada en EE.UU: el objetivo es obstaculizar los pasos que se han avanzado en los Acuerdos de Diálogos y Cooperación entre la Unión Europea y Cuba.

Si realmente hay una voluntad política por esta institución, primero deberían velar por los DDHH en su espacio interno y centrarse en los serios problemas que padecen muchos de los países miembros y no seguir cometiendo un acto de injerencia al querer interferir en asuntos que solamente competen al pueblo y gobierno cubanos.

Exigimos, de forma respetuosa, que no se permita el continuo uso del Parlamento Europeo ni de sus diversos órganos, para hacer el juego a semejantes infamias contra Cuba.

Ya es hora de impedir que la inmoralidad tenga barra libre para seguir poniendo en marcha maniobras de injerencista y de agresión.

Como parte de la comunidad cubana residente en Europa, vemos con gran preocupación esta oleada de ataques a nuestra Patria natal y expresamos nuestra entera voluntad de establecer una ronda de conversaciones sobre estos temas con ustedes, de ser posible.

¡No más bloqueo! ¡No más injerencia! ¡No más agresiones! ¡No más sucias campañas mediáticas!

Saludos cordiales

Federación de Asociaciones de Cubanos Residentes en España

Carta de la Directiva de la FACRE José Martí enviada a diversos departamentos del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España y oficinas del Parlamento Europeo en Madrid y Barcelona.

Nota: El título de esta nota es autoría del editor del blog.

Tomado de: Cubainformación

Leer más

López Obrador: Esa isla debe ser considerada como la nueva Numancia por su ejemplo de resistencia

Andrés Manuel López Obrador. Presidente de México

Por Andrés Manuel López Obrador @lopezobrador_

Por esas singularidades de nuestra historia, la fecha que más celebra el pueblo de México es la del inicio, la del Grito y no la de la consumación de la Independencia nacional.

A los mexicanos nos importa más el iniciador, Hidalgo, que Iturbide, el consumador, porque el cura era defensor del pueblo raso y el general realista representaba a los de arriba y solo buscaba ponerse la diadema imperial.

Hidalgo fue otra cosa. A él le tocó con Allende, Aldama, Jiménez y otros dirigentes populares enfrentar a la oligarquía dominante y proclamar la abolición de la esclavitud.

El pensamiento de Hidalgo era subversivo. Nada en su personalidad lo distanciaba de ser un revolucionario y no se andaba por las ramas. Por ejemplo, en una de sus cartas al intendente Juan Antonio Riaño, escribía: “No hay remedio, señor intendente: el movimiento actual es grande, y mucho más cuando se trata de recobrar derechos santos, concedidos por Dios a los mexicanos, usurpados por unos conquistadores crueles, bastardos e injustos, que auxiliados de la ignorancia de los naturales, y acumulando pretextos santos y venerables, pasaron a usurparles sus costumbres y propiedad y vilmente, de hombres libres, convertirlos a la degradante condición de esclavos.”

Al mismo tiempo, Hidalgo era un hombre profundamente humano, un auténtico cristiano. Así lo demuestra el hecho de que, para evitar el degüello de miles de oponentes realistas, pero también de inocentes, prefirió quedarse en el cerro de Las Cruces y no tomar la Ciudad de México que estaba prácticamente rendida.

Sin embargo, sus adversarios nunca le perdonaron la osadía de querer igualar a los pobres con las clases más favorecidas. Baste recordar el juicio en que lo excomulgan y la manera en que lo asesinan, le cortan la cabeza y la exhiben como escarmiento por más de diez años en la plaza principal de Guanajuato.

Ningún dirigente en la historia de México ha recibido más insultos que el cura Hidalgo. Paco Ignacio Taibo hace un recuento de todos los improperios: “endurecida alma, escolástico sombrío, monstruo, taimado, corazón fementido, rencoroso, padre de gentes feroces, Cura Sila, entraña sin entrañas, villano, hipócrita, refinado, tirano de tu tierra, señor septembrizador, pachá máximo, lo-cura, imprudentísimo bachiller, caco, malo, malísimo, perversísimo, ignorantísimo bachiller Costilla, excelentísimo pícaro, homicida, execrable majadero, badulaque, borriquísimo, primogénito de Satanás, malditísimo ladrón, liberticida, insecto venenoso, energúmeno, archiloco americano”.

Por si fuese poco, en el juicio de excomunión lo llaman demagogo, “desnaturalizado y frenético”.

Él se defendía respondiendo que actuaba con apego a su conciencia y es célebre la frase que dirige a sus acusadores: “Abrid los ojos americanos, no os dejéis seducir de nuestros enemigos: ellos no son católicos sino por política: su Dios es el dinero y las conminaciones solo tienen por objeto la opresión. ¿Creéis acaso que no puede ser verdadero católico el que no esté sujeto al déspota español?”. En fin, si Hidalgo no hubiese sido auténtico, no lo hubiesen sacrificado con tanta saña como a Cristo.

Sin embargo, Hidalgo, en sus últimas horas, dio muestra de un temple excepcional y de una serenidad conmovedora, y hasta tuvo el gesto de una insólita amabilidad de componer unas décimas de agradecimiento a sus carceleros por el buen trato que le brindaron. Una de ellas dedicada al cabo Manuel Ortega, dice así:

Ortega, tu crianza fina,

tu índole y estilo amable

siempre te harán apreciable

aún con gente peregrina.

Tiene protección divina

La piedad que has ejercido

Con un pobre desvalido

Que mañana va a morir,

Y no puede retribuir

ningún favor recibido.

Lo que le permitió al Padre de la Patria enfrentar la muerte con aplomo y tranquilidad fue la paz con su conciencia, la certeza de que, con fidelidad a sus principios y valores, había hecho lo correcto y lo que era necesario para el bien del pueblo al que se debía.

Cuando lo iban a fusilar, a cuatro metros de distancia, los soldados temblaban, le dieron varios tiros sin matarlo y el sargento del pelotón tuvo que ordenar a dos de ellos que le pusieran las bocas de los fusiles directamente en el corazón. Después de matarlo le cortaron la cabeza y junto con las de Allende, Aldama y Jiménez, las colocaron en cada esquina del edificio de la Alhóndiga de Granaditas.

Nosotros, los mexicanos, nos sentimos orgullosos por este héroe y de muchos más, porque aquí, como en ninguna otra parte, el movimiento independentista no se inició por simples reacomodos en las cúpulas del poder ni se gestó únicamente por un sentimiento nacionalista, sino que fue fruto de un anhelo de justicia y de libertad.

Por ello, el grito de libertad y justicia va antes que el de la independencia política.

No obstante, este ideal profundo representó todo un desafío para los potentados, quienes lograron contenerlo y postergar su realización durante cien años, porque es hasta un siglo después de consumada la Independencia, que otro grito, el de la Revolución Mexicana de 1910, empezara a convertir en realidad los sueños y los ideales de los curas Miguel Hidalgo y José María Morelos, de Josefa Ortiz de Domínguez, de Leona Vicario, de Juan Aldama, de Ignacio Allende, de José Mariano Jiménez y de muchos otros dirigentes, mujeres y hombres, que comenzaron la lucha por la emancipación auténtica del pueblo de México.

El día de hoy recordamos esa gran gesta histórica y la celebramos con la participación del presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel, quien representa a un pueblo que ha sabido, como pocos en el mundo, defender con dignidad su derecho a vivir libres e independientes, sin permitir la injerencia en sus asuntos internos de ninguna potencia extranjera. Ya he dicho y repito: podemos estar de acuerdo o no con la Revolución Cubana y con su gobierno, pero el haber resistido 62 años sin sometimiento, es una indiscutible hazaña histórica.

En consecuencia, creo que, por su lucha en defensa de la soberanía de su país, el pueblo de Cuba, merece el premio de la dignidad y esa isla debe ser considerada como la nueva Numancia por su ejemplo de resistencia, y pienso que por esa misma razón debiera ser declarada patrimonio de la humanidad.

Ahora solo agrego que el gobierno que represento llama respetuosamente al gobierno de Estados Unidos a levantar el bloqueo contra Cuba, porque ningún Estado tiene derecho a someter a otro pueblo, a otro país. Es preciso recordar lo que decía George Washington: “las naciones no deben aprovecharse del infortunio de otros pueblos”.

Dicho con toda franqueza, se ve mal que el gobierno de Estados Unidos utilice el bloqueo para impedir el bienestar del pueblo de Cuba con el propósito de que éste, obligado por la necesidad, tenga que enfrentar a su propio gobierno. Si esta perversa estrategia lograse tener éxito –algo que no parece probable por la dignidad a que nos hemos referido–, repito, si tuviera éxito, se convertiría en un triunfo pírrico, vil y canallesco. En una mancha de esas que no se borran ni con toda el agua de los océanos.

Es mejor el entendimiento, el respeto mutuo y la libertad sin condiciones ni prepotencia. Todavía vive el presidente Jimmy Carter, quien supo entenderse con el general Omar Torrijos para devolverle a Panamá el Canal y su soberanía.

Ojalá el presidente Biden, quien posee mucha sensibilidad política, actúe con esa grandeza y ponga fin, para siempre, a la política de agravios hacia Cuba.

En la búsqueda de la reconciliación también debe ayudar la comunidad cubano estadounidense, haciendo a un lado los intereses electorales o partidistas. Hay que dejar atrás resentimientos, entender las nuevas circunstancias y buscar la reconciliación. Es tiempo de la hermandad y no de la confrontación. Como lo señalaba José Martí, el choque puede evitarse, “con el exquisito tacto político que viene de la majestad del desinterés y de la soberanía del amor”.

Tomado de: Cubadebate

Leer más

Imagen Cuba (I): Dialéctica de una realidad

Tras el primero de enero de 1959 se inició también el proceso de transformación del perfil del cubano con un significativo proceso de elevación de su autoestima. Alegre, valiente, solidario, inteligente, emprendedor, así se autopercibe.

Por Roger Ricardo Luis

No se equivoca quien piensa que la prensa es la expresión de la nación representada en sus espacios cotidianamente.

De ahí la existencia de una relación estrecha entre los medios informativos y el concepto de marca país reducida o confundida muchas veces con campañas de marketing y/o publicidad, aunque ambas disciplinas desempeñen un importante rol en su concepción y ejecución.

En esencia, la Imagen Cuba ha de entenderse como un hecho cultural y,  por tanto, simbólico, cuya magnitud y alcance abarca un heterogéneo campo de actores, intereses y expectativas. Hasta ahora, se ha visibilizado de manera puntual o intermitente por algunas entidades gubernamentales desde el limitado abordaje de campañas reactivas ante el accionar del vecino poderoso y adversario político, y, en otros casos, como operación de mercadeo para vender una postal turística.

Camino por andar en este campo, la concreción de tal proceso precisa tanto de un abordaje contextual como de enfoques y ejes de análisis contemporáneos para situar al tema en la justa perspectiva de su necesidad e importancia.

Uno de los soportes estratégicos destinado a sustentar ese relato multifacético de la nación por su valor directriz y metodológico es la Política de Comunicación del Estado y del Gobierno aprobada en 2018, cuya más reciente señal de vida desde entonces la encontramos en la creación del Instituto de Información y Comunicación  Social, anunciada en la Gaceta Oficial el pasado 24 de agosto.

Vale entonces subrayar lo expresado por el periodista, escritor y notable teórico de la comunicación boliviano, Luis Ramiro Beltrán (1930-2015), quien define la política nacional de comunicación como “(…) el conjunto integrado, explícito y duradero de políticas parciales, organizadas en un conjunto coherente de principios de actuación y normas aplicables a los procesos o actividades de comunicación de un país (1)”.

Es así como la imagen país deviene entidad donde se pone en juego la percepción de cómo una nación, una sociedad  en su conjunto quiere ser vista, fenómeno, por demás, requerido de consenso y capacidad para manifestarlo. Se trata también de la asociación de ideas que de modo reflejo provoquen el distingo de lo nacional en el ámbito foráneo y, de manera muy concreta, en la mente del receptor de otro país.

Asimismo, no puede obviarse que esa manifestación de lo nacional es un prerrequisito, en el ámbito interno, para la gobernabilidad, y, en el exterior, para la reputación. También persigue dar cuenta de la diversidad, planteándose lo distinto como indispensable en tanto forma de convivencia en la llamada aldea global.

De ella puede decirse, además, su condición de territorio simbólico donde se pone de relieve el valor intangible del prestigio de una nación. Como señala el sociólogo francés Pierre Bourdeau: “Los símbolos constituyen elementos de integración por excelencia, cuya aceptación contribuye a generar consenso en torno a una legitimidad de determinado orden sobre la base de valores, normas y principios morales socialmente compartidos” (2).

Por tanto, la marca país deviene visibilidad y comunicación del rostro nacional dibujado con los trazos precisos del ejercicio de la política, la economía, la cultura y el quehacer social, como también de la huella de su historia e identidad.

En esa dirección existe convergencia entre los investigadores al identificar la comunicación estratégica como la política pública aprobada e implementada por la autoridad gubernamental con el interés de posesionar con primacía al país a partir del accionar proactivo y constante de mensajes con audiencias seleccionadas a través de diversos medios y canales. Tanto la marca país y la comunicación estratégica tienen sólido asidero en el ámbito de la Comunicación Política desde la representación de su creciente mediatización.

Desde esa perspectiva, la información de interés público se ha convertido en espacio decisivo de disputa simbólica y cultural, por tanto, escenario político e ideológico de batalla de ideas. Es decir, la dimensión simbólica de la comunicación mediática (y dentro de ella la comunicación periodística, en tanto narración de hechos verdaderos, actuales y de interés humano) se traduce en comunicación pública destinada a proporcionar y poner a circular relatos con sus versiones de la realidad insertos en modelos de interpretación del acontecer que, una vez reconocidos por la sociedad, adquieren rango de movilización social.

Como miembro de la comunidad internacional, Cuba interactúa en ese escenario y busca marcar su espacio de influencia desde las coordenadas simbólicas de sus principios y presupuestos identitarios.

Rostros antagónicos en contexto de disputa

El triunfo de la Revolución el primero de enero de 1959 se erigió también en un parteaguas en la percepción que se tenía hasta entonces de Cuba en el extranjero. Para entonces, el concepto de marca país no existía en el mundo, pero estaba ahí, de hecho, en las acciones como acto de dominación cultural.

Antes de esa fecha, la nación quedó caricaturizada como la tierra de la rumba y el ron, poblada por una raza de vagos y pícaros. Así nos tipificaban, pues era pertinente como esquema de representación acorde con la vieja doctrina de la “Fruta madura”. Basta remitirse a todo cuanto publicó sobre los cubanos William Randolph Hearst en su cadena de diarios para movilizar la opinión pública estadounidense a favor de coartar militarmente la independencia de Cuba en las postrimerías del siglo XIX.

Esa condición de subalternos mediocres requerida de “mentes y manos superiores” para llegar a ser “alguien” en la vida, la industria cultural de la época, liderada por la estadounidense, se encargó de martillarlo con premeditación y alevosía.

Con la victoria revolucionaria y el inmediato enfrentamiento frontal con el vecino norteño afloraron dos maneras de mostrar la isla desde trincheras opuestas. La gramática de lo acontecido en Cuba devino vertiginosamente campo de disputa simbólica con base en la controversia política, pues no puede soslayarse la naturaleza clasista e ideológica de los medios de comunicación.

Esa situación adquirió rango de guerra mediática a partir del hábil aprovechamiento hecho por EE.UU. desde entonces de su extensa red de poder simbólico, pues como apunta Ignacio Ramonet: “Estados Unidos se las arregló para obtener el control de las palabras, de los conceptos y del sentido; exige enunciar los problemas que crea con las frases que propone; ofrece códigos que permiten descifrar los misterios que la misma superpotencia impone y dispone, apuntalándose como “un destacamento especial” que ha sabido muy bien arropar el dominio del imperio apoyándose en el poder de la información, del saber y de las tecnologías” (3).

Con su colosal capacidad de construcción y fijación de la agenda de los medios, la llamada gran prensa estadounidense y las trasnacionales de la comunicación de masas se hicieron eco del discurso político anticubano. Fueron abanderados en promover en la opinión pública local e internacional una narrativa hostil hacia Cuba: la de ínsula-cárcel, una suerte de metáfora macabra de la Isla del Diablo de donde huyó Papillon en la famosa novela homónima de Henri Charriere (4).

Matrices de opinión resumidas en expresiones como régimen totalitario, derechos humanos violados, falta de libertades de todo tipo han servido a lo largo de un sexenio para tejer el mito de “la isla de gobierno comunista” o “almacén del pasado” con el objetivo de posesionar la idea en la opinión pública internacional y en la mente de los cubanos que la Revolución es un modelo fallido, obsoleto y, por tanto, debe cambiarse por cualquier vía.

Aún con una colosal desventaja de visibilidad mediática en su contra, comenzó a emerger desde 1959 el perfil de isla heroica capaz de desafiar al imperio más poderoso. Palabras como dignidad, solidaridad, valentía, identifican a Cuba en crecientes sectores de la opinión pública internacional.

Tras el primero de enero de 1959 se inició también el proceso de transformación del perfil del cubano con un significativo proceso de elevación de su autoestima. Alegre, valiente, solidario, inteligente, emprendedor, así se autopercibe. Ello ha sido posible desde la compresión de la solvencia proveniente del reencuentro crítico hecho con su cultura, identidad, historia e ideología, como también de saberse actor de la transformación social de la cual  ha emergido como agente del cambio.

Cuba es también la expresión de lo singular en el mundo de hoy. Por ello deviene foco de atención de visiones polarizadas. Es muy difícil encontrar en ese ámbito, al menos, un perfil aproximativo al fiel de la balanza que merece la realidad de la isla.

De ahí la urgencia, valor y trascendencia de la imagen país.

Notas:

(1) Luis Ramiro Beltrán, “Comunicación para el desarrollo en Latinoamérica. Una evaluación sucinta al cabo de cuarenta años”, Red de Cátedras de Comunicación de UNESCO, (Orbicom), 2002.

(2) Pierre Bourdieu, “Language and symbolic power”, Cambridge, Editorial Polity Press, 1991.

(3) Ignacio Ramonet, “Propaganda silenciosa. Masas, televisión y cine”, Fondo Editorial del ALBA, La Habana, 2006, p. 30.

(4) Henri Charriere, “Papillon”, Editorial RBA, Barcelona, 2011. La novela vio la luz en 1969 y en 1973 fue llevada al cine por Franklin J. Schaffner, con Steve McQueen como protagonista y Dustin Hoffman como actor secundario.

Tomado de: Cubaperiodistas

Leer más

Los medios de información y la guerra perpetua

Vilma Vargas (Ecuador)

Por Raúl Zibechi

“La información es a la vez nuestro producto básico y el factor más desestabilizador de nuestro tiempo”, escribe el teniente coronel retirado Ralph Peters, en un artículo titulado “Constant Conflict”, publicado en 1997 en la revisa militar Parameters (https://bit.ly/3h6nUID), portavoz de la política del Pentágono.

Nunca pensé que la información fuera capaz de modelar sociedades, sectores y clases, quizá por una deformación iluminista que me llevó a confiar en la autonomía de criterio de los seres humanos. Nada más alejado de la realidad, como nos enseña el panorama de sumisión de una parte de la humanidad al poder de los poderosos.

Peters razona como la minoría privilegiada que se siente ganadora. “Para las masas del mundo, devastadas por información que no pueden manejar o interpretar con eficacia, la vida es desagradable, brutal y en cortocircuito.” Sostiene que el ritmo del cambio es capaz de abrumar, o sea de paralizar la capacidad de pensar.

Menciona que “una de las bifurcaciones definitorias del futuro será el conflicto entre los maestros de la información y las víctimas de la información”. Escribe poco después de que Estados Unidos liberará la Internet, que rápidamente se convirtió en medio hegemónico para las comunicaciones con un volumen de información imposible de digerir.

“La imagen triunfa sobre el texto en la sique de masas”, afirma Peters, explicando la potencia de la cultura popular estadunidense. “Si la religión es el opio de los pueblos, el video es su crack”, sentencia parafraseando a Carlos Marx.

El militar comprende las razones profundas del éxito de la cultura yanqui, sin concesiones a la ética, ni al buen gusto. “Las películas más despreciadas por la élite intelectual, las que presentan violencia extrema y sexo para los vencedores, son nuestra arma cultural más popular, comprada o pirateada en casi todas partes.”

Ese poder estriba en que narrativas visuales, como las que practica Chuck Norris, no requieren del diálogo para su comprensión, ya que se asientan en impulsos básicos, como motor de una cultura a la que define como “vulgar” y a la vez “maravillosa”.

La “guerra de la información” es parte central de la guerra perpetua de la superpotencia para “sobrevivir en medio del desorden”. Es evidente que aquí no hay ética sino poder y violencia, sin más, para la sobrevivencia del más fuerte sin la menor concesión a cualquier tipo de humanismo. “Sólo los necios pelearán limpio”, sentencia el militar.

Creo que es necesario comprender para actuar acertadamente. Sin juzgar, sobre todo porque cierta intelectualidad abusa de conceptos como “fascismo” o “democracia”, que obturan la comprensión al abusar de adjetivos. El mundo está siendo modelado por la violencia bruta, que no irracional, de los de arriba, y ante ello sólo nos valen la organización y la acción colectiva.

Sobre la guerra de información y la concentración monopólica de los grandes medios es necesario detenernos a debatir. Se han tomado varios caminos. La izquierda y el progresismo en el gobierno han intentado regular los monopolios de la información, con escaso éxito. La Unión Europea viene perdiendo su intento de regular mínimamente a megaempresas como Google y Amazon. Es casi imposible, dado el enorme poder que ostentan.

La segunda opción es fortalecer la comunicación comunitaria, alternativa o popular. Existe una enorme variedad de medios de este tipo, en todos los países del mundo. En algunos, como en Argentina, han conseguido una audiencia importante, que puede alcanzar 15 por ciento de la población, lo que no es nada menor.

Sin embargo, aún estamos lejos de emitir mensajes potentes como hace la industria audiovisual estadunidense, capaces de atrapar corazones y mentes de las poblaciones. Uno de los casos más exitosos es la serie colombiana Matarife (https://bit.ly/38NpeM3), que denuncia la alianza entre el ex presidente Álvaro Uribe y los narcoparamilitares que lo llevaron al gobierno.

Daniel Mendoza Leal, autor de la serie, la define como “subversión creativa”, desde su exilio en España por amenazas de la ultraderecha (https://bit.ly/3hdk0xG). Su objetivo es llegar a los jóvenes de los sectores populares, que “no tienen acceso a plataformas como Netflix y Amazon”, por eso la serie se difunde en las redes sociales.

La tercera es que no podremos crear imaginarios potentes si no formamos parte de realidades en resistencia. Matarife se retroalimenta con la lucha social: mostró la brutalidad de las mafias estatales, siendo un factor importante en la protesta en curso porque alumbró zonas de la política casi inaccesibles.

Finalmente, decir que “la mente piensa con ideas, no con información”, como destaca Fritjof Capra con base en los trabajos de Theodore Roszak. En la información no hay ideas: “Las ideas son patrones integradores que no derivan de la información, sino de a experiencia”*.

Tenemos mucho trabajo por delante.

*Fritjof Capra, La trama de la vida, Anagrama, 1998, p. 88.

Tomado de: La Jornada

Leer más