El doble rasero de Estados Unidos. Por: Pedro Díaz Arcia.

Muchos caminos conducen a Washington. Casi siempre los peores.

Puede esperarse cualquier cosa de Estados Unidos, donde la fuerza y el poder suelen estar por encima de cualquier precepto legal.

Un interesante artículo del investigador Jean-Guy Allard destaca cómo Washington ofrece y garantiza asilo a connotados criminales, terroristas, torturadores, violadores de los derechos humanos y a otros personajes envueltos en oscuras tramas de corrupción y conspiraciones contra gobiernos soberanos.

El texto recuerda que el Departamento de Estado norteamericano dio asilo al terrorista Luis Posada Carriles en su embajada de la República de Sierra Leona, cuando se encontraba envuelto en una operación de tráfico de armas en el país africano.

El autor intelectual de la voladura de una aeronave de Cubana de Aviación que costó la vida a 73 personas en 1976, entre ellas al equipo juvenil de esgrima que regresaba victorioso de una competencia en Venezuela, fue sorprendido por un golpe de Estado el 25 de mayo de 1997 en la nación africana. Asustado, corrió a pedir asilo a la Embajada de Estados Unidos, la que abrió condescendiente sus puertas y los grifos del whisky para el privilegiado agente de la CIA.

En su falso pasaporte salvadoreño, a nombre de Franco Rodríguez Mena, utilizado por Posada, aparece la visa de Sierra Leona junto a cuños que muestran su entrada al país a través de Liberia. En ese propio año, confesó a un diario estadounidense haber organizado actos de sabotaje contra hoteles y restaurantes en La Habana. Antes, en 1998, admitió a una reportera del diario The New York Times que había recibido dinero de la Fundación Nacional Cubano-Americana para la ejecución de acciones terroristas en Cuba. Además reconoció su responsabilidad en el denominado “Crimen de Barbados” y dijo con cinismo impar que “De ser necesario, lo haría nuevamente”.

En marzo de 2005, Posada entró de manera clandestina a Estados Unidos a bordo del barco Santrina, junto a otros compinches, lo que fue negado de manera reiterada por la administración de George W. Bush. Pero el diario POR ESTO!, primero en denunciar internacionalmente la ilegal acción, quebró la trama tejida por el Departamento de Estado en contubernio con el adocenado gobierno de Vicente Fox.

Posada Carriles, quien se fugó de una cárcel venezolana en 1985, es reclamado por la justicia venezolana desde 2005. Legalmente, Estados Unidos tiene la obligación de extraditarlo a Venezuela, sin embargo, eso nunca sucederá. Según la legislación interna de Estados Unidos existe la denominada Ley Patriótica; además de las disposiciones externas contra el terrorismo internacional y el Tratado de Extradición entre Washington y Caracas.

Entonces, ¿de qué moral y de cuáles leyes internacionales hablamos?

Tomado del blog: www.miradasencontradas.wordpress.com

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