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Trump: enfermedad o síntoma

Osama Hajjaj (Jordania)

Por La Jornada @LaJornada

A un año de que una turba azuzada por el ex presidente Donald Trump asaltó el Capitolio estadunidense, el actual mandatario, Joe Biden, pronunció un discurso en el que acusó a su predecesor de haber intentado impedir un traspaso pacífico del poder. En la óptica de que dentro y fuera de Estados Unidos se vive una lucha entre la democracia y la autocracia; entre las aspiraciones de la mayoría y la avaricia de unos pocos, el demócrata denunció la red de mentiras sobre las elecciones de 2020 que el magnate ha creado porque valora el poder por encima de los principios y antepone su propio interés al de su país.

El desprecio de Trump hacia la legalidad, las formas democráticas y las mínimas normas del decoro institucional son un hecho patente desde su irrupción en la vida política; pero sería erróneo suponer que la crisis moral en la que se encuentra sumergida la sociedad estadunidense inició en 2015 –cuando el ex presentador de televisión anunció su intención de contender por la presidencia– o que fue gestada en su periodo al frente de la Casa Blanca. Por el contrario, el trumpismo es la consecuencia más dramática de la disfuncionalidad de larga data del sistema político estadunidense, y de la creciente incapacidad del mismo para responder a las demandas de la sociedad.

Dicho sistema se ha vaciado de contenidos verdaderamente democráticos hasta quedar reducido a un espectáculo, una simulación del gobierno del pueblo. Así lo reflejan la inamovilidad de su oligarquía bipartidista y de su clase política hermética, impermeable a la realidad, o la continuidad de un modelo de votación indirecta en el cual es factible (como fue el caso del mismo Trump, pero ya había ocurrido con su correligionario George W. Bush) ganar la elección, pese a perder la mayoría de los sufragios.

Más allá de esos problemas obvios, hay una palpable discordancia entre los principios políticos declarados y la realidad social e institucional. El enorme poder de los dueños de los grandes capitales y de los medios de información dominantes para influir sobre las decisiones políticas e imponer su agenda por encima de la voluntad popular anula en la práctica la pretendida igualdad de derechos de los ciudadanos y a ello se suma un racismo estructural que mantiene a millones de personas fuera del cuerpo político. Todo ello redunda en un divorcio de tal magnitud entre clase política y sociedad que desacredita por completo al sistema y abona al surgimiento de expresiones radicales como el propio trumpismo.

No es baladí recordar que la figura de Donald Trump es producto de la crisis económica crónica en amplios sectores de la población estadunidense y de instituciones que no han estado a la altura de las necesidades sociales: sólo reconociendo en el magnate al fruto de un descontento profundo y legítimo podrá desactivarse el riesgo de que él u otro personaje usen la ira de las mayorías empobrecidas para minar los fundamentos de la democracia. En este sentido, es preciso entender que las fuerzas sociales aglutinadas por el trumpismo no serán derrotadas en la arena política, sino únicamente a través de un cambio social y político profundo, en el cual se incluya tanto el rescate de las víctimas del neoliberalismo como la revisión de valores que larvan la urgente solidaridad social, entre los que se cuentan algunos tan preciados por los estadunidenses como el individualismo.

Tomado de: La Jornada

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Las remesas que no llegan

Por Rosa Miriam Elizalde

Con el dinero que gana limpiando casas en la mañana y una oficina en la noche, Virgen Elena Pupo, migrante cubana de 47 años, ha logrado sacar adelante a su familia en Washington DC, pero no ha podido ayudar a sus padres en Holguín, separada de ellos por más de 2 mil kilómetros. A la ciudad del noroeste de Cuba, golpeada en estos días con el incremento de casos de Covid-19, no llegan ni vuelos ni remesas de Estados Unidos por las políticas de Donald Trump que ha mantenido Joe Biden.

Una semana antes de las elecciones en Estados Unidos, el 27 de octubre de 2020, Trump emitió su última medida contra la isla. Incluyó entonces en la Lista Restringida de Cuba a la empresa financiera cubana Fincimex, contraparte de Western Union, con el pretexto ridículo de que pertenece a la corporación empresarial cubana Gaesa.

La medida cortó de golpe los canales para remesas, y los ancianos padres de Virgen Elena, en medio de la epidemia, no han podido recibir ninguna ayuda.

Este lunes, Fincimex anunció en un comunicado retrasos en las entregas de remesas que llegan a Cuba por terceros países, debido a la dificultad de encontrar instituciones financieras que autoricen las operaciones. La inclusión de esta empresa en la lista de entidades restringidas por el Departamento del Tesoro estadunidense, “sigue generando en el sector bancario internacional temores a aceptar operaciones dirigidas a la entidad y tendencias a limitar su alcance”.

Es una situación contra toda lógica. Las remesas han salido al rescate de las familias castigadas por el coronavirus en todo el mundo. Según el Banco Mundial, el envío de dinero de los emigrados a sus familiares superó en 2020 la suma de la inversión extranjera directa (259 mil millones de dólares) y la ayuda oficial al desarrollo (179 mil millones) de los países en desarrollo. Por ejemplo, en los primeros seis meses de 2021, las remesas tuvieron un crecimiento histórico en México, como dio cuenta recientemente La Jornada. Alcanzaron 23 mil 681 millones de dólares, 22.4 por ciento más que igual periodo del año anterior.

“Mientras el Covid-19 sigue devastando a las familias de todo el mundo, las remesas siguen siendo un salvavidas fundamental para los más pobres y vulnerables”, comentó a propósito Michal Rutkowski, director mundial de Protección Social y Empleo del Banco Mundial. Esto pasa en México y en todas partes. Los envíos regulares que hacen los migrantes latinoamericanos pobres a sus familias se han convertido en vitales para muchas de las economías de la región. Generalmente son los trabajadores pobres quienes mandan hasta ocho veces por año sumas pequeñas sacándolas de donde no tienen. Han sido el segundo ingreso de México durante años y cerca o más de 20 por ciento del producto interno bruto de Honduras, El Salvador, Guatemala y otros países. Protegen a millones de personas. ¿Por qué lo hacen, por qué tanto sacrificio? Las encuestas dicen que la explicación de este gran gesto solidario de enorme impacto macroeconómico está ante todo en la familia. Lo hacen por inspiración moral, por lealtad a sus padres, hermanos, hijos y sobrinos.

En un estudio realizado en 2006 sobre las remesas y su impronta en la familia cubana, el investigador Edel Fresneda Camacho reconocía que esta ayuda no se destina a la inversión productiva. “Constituye una fuente importante de ingresos para las familias receptoras, de su capacidad de consumo y ahorro e implican un mejoramiento en las condiciones de vida”, que en el caso de Cuba incluye la posibilidad de invertir en un pequeño negocio particular.

Él y otros investigadores han dado cuenta de los escarceos manipuladores de Washington en este frente. En los años 90, durante la crisis conocida en Cuba como el Periodo Especial, Estados Unidos reforzó el cerco económico. Bill Clinton prohibió de agosto de 1994 a 1998 las remesas excepto bajo condiciones estrictamente humanitarias: enfermedad o en casos de personas con permiso oficial de inmigración. Bush impuso restricciones aún más crueles, al permitir sólo visitas a la isla, una vez cada tres años, si se trataba de familiares muy cercanos –los tíos y primos no eran considerados “familia”–.

Aun así, la remesa se las ingenió para continuar llegando a la isla. Hasta ahora. Sin oficinas de Western Union, sin posibilidad de envíos por DHL, con bancos bajo intimidación y vuelos suspendidos a todas las provincias –salvo los muy limitados a La Habana–, a Virgen Elena sólo le queda esperar que sus ancianos padres resistan la pandemia. Y ruega cada día para que el sentido común tome posesión en la Casa Blanca, ubicada a sólo dos cuadras de la oficina que ella limpia en las noches con la terca voluntad de seguir sacando a flote a sus seres queridos.

Tomado de: La Jornada

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Del ejercicio intimidatorio a la cortada mordaz

Por Octavio Fraga Guerra @CineReverso

Estos datos no son una aritmética vacía o un par de cifras —desamarradas en números miles— que tan solo ocupan el “imperceptible espacio” de una cuartilla de nada. Tampoco resultan un collage artístico dispuesto a colmar respuestas, muchas veces anulada, despreciada, escondidas en algún cajón archivístico, pues resultan incomodas, inoportunas, imposibles de justificar por los mass media, por los que construyen las Fake News de “nueva generación”. Es la ofensiva semántica, la calculada escritura de letras y símbolos que pretende anular la verdad, los hechos, la historia.

Sobre los pliegues de estos números, en cada una de sus dispares formas habitan historias inconclusas, verdades imperturbables, sueños truncados. También vidas anuladas por la praxis del terrorismo. Bajo los pilares de estos números habita una detallada cronología, debidamente contrastada, que documenta la filosofía y la práctica del terror, materializada por el gobierno de los Estados Unidos contra una nación libre, soberana, independiente. Se trata de aplastar la voluntad de un pueblo, que en el ejercicio del escrutinio, votó por una constitución marxista y martiana.

En más de sesenta años, en Cuba, 3478 compatriotas han perdido la vida víctimas de actos terroristas. Otras 2099 resultaron discapacitadas de por vida. Son las huellas de embestidas cobardes, de actos hostiles opuestos al signo civilizatorio de la humanidad.

¿Tenemos que aceptar sumisos, cabizbajos, en silencio, dispares agresiones pensadas para anular nuestra soberana voluntad? ¿Han de ser perdonados los que arremeten contra la vida y la integridad de los cubanos? Se impone aplicar el ejercicio de la ley con el debido proceso.

El Canciller Bruno Rodríguez Parrilla reveló ayer, en su cuenta de twitter, otro pasaje de terrorismo contra la nación: “Denunciamos ataque terrorista con cocteles molotov contra nuestra Embajada en París”. Y añadió el Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Cuba: “Responsabilizo al Gobierno de EEUU por sus continuas campañas contra nuestro país que alientan estas conductas y por llamados a la violencia, con impunidad, desde su territorio”.

Atacar a nuestras sedes diplomáticas, es atacar a Cuba. Ningún gobierno y pueblo que se respete puede aceptar semejantes actos de terrorismo, que responde a una creciente hostilidad construida desde Miami, con la oportuna “ceguera” y complicidad de la administración del expresidente de los EE.UU. Donald Trump, heredara, “cual sin nada” por el actual inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden.

Desde mediados del año pasado, quizás mucho antes, los cubanoamericanos de siempre, radicados en Miami, han estimulado de manera explícita incitaciones al ejercicio del terror en Cuba, a subvertir la tranquilidad y la estabilidad de nuestro país. Algunos, de manera obscena y desfachatada, han exhibido armas de fuego, obviamente desde Miami.

Son señales manifiestas de hostilidad que responden a un guion calculado, diseñado con escritura de relojería, donde la aritmética juega un rol predominante. Ni la administración de Trump, tampoco la de Biden, ha condenado —como era de esperar— dichas acciones intimidatorias.

El gobierno de los Estados Unidos dispone —es sabido— de una gama de agencias para truncar estos actos, ahora simbólicos, que son en verdad, pensados pastos para la consumación del terrorismo.

¿No revelan acaso una mirada cómplice del gobierno de los Estados Unidos estos comportamientos? Tildan a Cuba de país promotor del terrorismo, la ubican en una lista espuria, mientras en territorio estadounidense se gestan acciones que son un claro atentado a la tranquilidad de nuestro país.

¿Debe aceptarse con pasividad a quienes en Cuba o en otras naciones estimulan una intervención militar en la isla? ¿Hay que plegarse al ejercicio intimidatorio, a la cortada mordaz para anular nuestra voluntad de seguir construyendo una sociedad humanista, que es la voluntad de millones de cubanos?

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La extrema derecha anticubana, Biden y la sombra de Trump

Por Rafael González Morales

Joseph Biden afirmó durante la campaña electoral que eliminaría las políticas fallidas de Trump hacia Cuba y con posterioridad se reflejó en la Plataforma del Partido Demócrata que ese cambio de política sería “rápido” porque se interpretaba que existía consenso y no generaría costos políticos. A partir de que Biden se convirtió en el presidente electo, se creó la expectativa en varios sectores en Estados Unidos favorables a un acercamiento bilateral que el nuevo gobierno retomaría un enfoque similar a la denominada era de Obama.

En ese momento, muchos consideraron que Biden a partir del 20 de enero de 2021 anunciaría en pocas semanas, como mínimo, medidas de flexibilización asociadas a las áreas de las remesas y los viajes, así como permitiría que la parte cubana accediera a determinados insumos que son imprescindibles para enfrentar la COVID–19. Esto último, tendría un enfoque estrictamente humanitario y marcaría una diferencia notable con la crueldad con que la Administración Trump aplicó medidas contra el pueblo cubano en medio de la pandemia. Es decir, se anticipaba una ruptura clara con un marco político que resultaba insostenible con el discurso que acompañaba al nuevo mandatario.

Han pasado más de 90 días desde la toma de posesión y el gobierno de Biden ha mantenido inalterable la política de Trump que comprende un sistema de pretextos, disposiciones ejecutivas y la aplicación de más de 200 medidas coercitivas unilaterales que han provocado un nivel de deterioro profundo de las relaciones. Por lo tanto, en términos prácticos el nuevo gobierno demócrata ha continuado esa política que ellos mismos calificado como fallida y que no es consistente con sus prioridades en el escenario internacional.

Altos funcionarios de la Administración Biden han declarado sistemáticamente que la política hacia Cuba está en proceso de revisión y el tema no constituye una prioridad. Al parecer, el gobierno no tiene apuro en modificar el estado actual de los vínculos bilaterales y de esta forma está satisfaciendo los intereses de un sector en Estados Unidos que se alimenta, vive y se enriquece de las políticas hostiles: la extrema derecha cubanoamericana.

Los representantes más visibles de este sector que fueron los artífices y promotores principales de la política de Trump hacia Cuba, desde que Biden se convirtió en presidente electo han llevado a cabo una especia de “cruzada política” con el objetivo declarado de preservar todas las medidas anticubanas adoptadas e implementadas por la Administración republicana. Hasta el momento, su propósito se ha cumplido con éxito, lo que constituye una muestra de su capacidad de influencia.

La extrema derecha logró que desde el primer día de gestión de la Administración Biden, este gobierno tuviera que lidiar con un ambiente bilateral muy complejo que implicaba definir su posición con relación a cinco aspectos que constituyen el núcleo fundamental de los pretextos manejados por el gobierno de Trump. Estos temas que pueden considerarse como “contaminantes”, han sido formulados en los siguientes términos: la situación de los derechos humanos en la Isla; los “ataques” acústicos; el rol de Cuba en Venezuela; el papel de los militares en la economía cubana y más recientemente la reincorporación en la lista de países patrocinadores del terrorismo.

Durante el denominado proceso de revisión de la política que está en curso, todos estos temas están siendo sometidos a debate en las diferentes agencias de la actual Administración demócrata. Cada uno de ellos están siendo manipulados y amplificados por la extrema derecha y la administración Biden está obligada a evaluar el costo político que tendría romper definitivamente con todos ellos, con algunos o reconocerlos. La decisión que adopten sobre cómo manejar cada pretexto resultará vital para crear el ambiente propicio que permita retomar el proceso hacia la normalización de las relaciones.

La evidencia histórica ha demostrado que el impacto de los sectores que promueven la confrontación está determinado, esencialmente, por el espacio y acceso que le confiera o no el gobierno estadounidense atendiendo a sus intereses de política interna y exterior. En un contexto de baja prioridad del tema Cuba y de poca determinación para avanzar con celeridad en el acercamiento bilateral, estos grupos adquieren mayor capacidad para incidir en la toma de decisiones e imponer obstáculos siempre y cuando la Casa Blanca se lo permita.

El posicionamiento en el Congreso Federal de varios legisladores cubanoamericanos en puestos de liderazgo como son los casos de los senadores Bob Menéndez y Marco Rubio en los influyentes Comités de Relaciones Exteriores y Selecto de Inteligencia, constituye una variable de peso por su capacidad para emplear el tema Cuba como una “carta de cambio” y arrancarle compromisos al gobierno estadounidense. En la práctica, están empleando el chantaje político a partir de las debilidades que ha proyectado este gobierno en cuanto a determinación y voluntad política.

En las circunstancias actuales, siete congresistas y tres senadores de origen cubano que defienden la línea dura forman parte del órgano legislativo a nivel federal. Desde principios de enero, comenzaron a desplegar una ofensiva que se ha centrado en los siguientes ejes: exigir al gobierno de Biden que continúe el enfoque confrontacional; demandar que cualquier cambio esté supeditado a concesiones de la parte cubana; presentar a Cuba como una amenaza a la seguridad nacional estadounidense y hemisférica, así como promover iniciativas legislativas que entorpezcan los vínculos.

Uno de los más activos ha sido Marco Rubio, quien ha presionado directamente a altos funcionarios como el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, y al secretario de Estado, Anthony Blinken. También ha realizado varios pronunciamientos, ha escrito artículos de prensa y sistemáticamente promueve acciones en las redes sociales estimulando a que se produzca un estallido social en Cuba. En el caso del senador Menéndez, también ha realizado acciones de presión contra altos funcionarios gubernamentales y ha presentados varios proyectos y resoluciones en el Senado.

En la Cámara de Representantes, el mayor protagonismo lo ha tenido la congresista María Elvira Salazar, quien introdujo desde el 13 de enero una iniciativa para impedir la exclusión de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo hasta que no cumpla determinados condicionamientos. Este proyecto fue copatrocinado por los legisladores de origen cubano Mario Díaz-Balart, Nicole Malliotakis, Carlos Giménez y Alexander Mooney. Salazar casi a diario emplea las redes sociales para incentivar y respaldar acciones desestabilizadoras del orden social en Cuba y recientemente introdujo un proyecto, con claros propósitos políticos-electorales, que propone que en la Base Naval de Guantánamo se brinden servicios consulares a los cubanos que se encuentran el proceso de emigrar hacia Estados Unidos por motivos de reunificación familiar.

Por su parte, la organización anticubana Inspire America Foundation, continúa articulando en la comunidad cubanoamericana a las fuerzas de extrema derecha. El 18 de febrero, coordinó un evento con el propósito de solicitarle al presidente Biden que mantuviera la política de línea dura y se enfocara en presionar al gobierno cubano en el área de los derechos humanos. Esta actividad en la que participaron Rubio, Menéndez y otros legisladores anticubanos, fue concebida como respuesta a las múltiples iniciativas que se han presentado dirigidas a retomar la llamada “política del engagement” y trataba de enviar un mensaje de movilización y consenso dentro de este sector.

La capacidad de influencia de la derecha cubanoamericana va a estar condicionada por el tipo de relación que se configure entre ambos gobiernos. De cara al futuro, si se configura un ambiente de poca determinación, pasos limitados y exigencias de la parte estadounidense, los intereses de este sector serán contemplados en la conformación de la política. Una modificación sustancial en esta ecuación orientada a generar una dinámica que aproveche todas las oportunidades y potencialidades de una relación constructiva, los colocaría en una posición muy debilitada prácticamente sin opciones.

Está en las manos de Biden silenciar a este sector como mismo lo hizo Obama. Solo se requiere voluntad política, determinación y poner por encima del odio que promueve la extrema derecha cubanoamericana todas las potencialidades que podrían aprovecharse de una relación entre Cuba y Estados Unidos sustentada en los intereses comunes. Ese es un camino que ya se comenzó a transitar con buenos resultados.

Por lo tanto, no hay que empezar de cero, solo resta quitar determinados obstáculos y el sector anticubano no tendrá más remedio que resignarse y patalear como ya sucedió a partir del 17 de diciembre del 2014. En esencia, resulta inconsistente para esta Administración continuar proyectando la política hacia Cuba bajo la sombra de Trump.

Tomado de: Contexto Latinoamericano

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El legado de Joker

Luc Descheemaeker (Bélgica)

Por Rosa Miriam Elizalde @elizalderosa

En sus últimas horas en la Casa Blanca, Donald Trump publicó los logros de su administración, una lista jactanciosa de supuestos éxitos políticos, económicos y diplomáticos, que escandaliza tanto por lo que dice como por lo que omite.

Olvida mencionar, por ejemplo, los 400 mil muertos por coronavirus en Estados Unidos, los dos históricos procesos de destitución y el plan de autogolpe del 6 de enero, cuando sus partidarios intentaron tomar la sede del Congreso en Washington. Quien lee hasta el final tiene la sensación de que la lista ha sido redactada con la impunidad tragicómica de Joker, porque al igual que el villano del cómic, antes de desaparecer de Ciudad Gótica en helicóptero se esfuerza en regalar una última payasada siniestra.

Por cierto, el Joker que me recuerda Trump no es el que encarna el actor Joaquin Phoenix, sino el de la película El caballero oscuro (2008) que le dice a Batman: Tú creías que podíamos ser decentes en tiempos indecentes. En esta obra radicalmente alejada de las películas de superhéroes al uso, hay una fina línea que separa al héroe del antihéroe y a éste del villano que siempre está al acecho: “Es el héroe que Ciudad Gótica se merece, pero no el que necesita ahora […]. No es un héroe, sino un guardián silencioso, un protector vigilante, un caballero oscuro”.

Joker Trump admite, al mejor estilo macartista, que su administración se levantó contra el comunismo y el socialismo en el hemisferio occidental. A partir de este subtítulo, la lista de sus logros se enfoca en Cuba: revirtió la política de la administración de Barack Obama, se comprometió a mantener intacto el bloqueo, promulgó nuevas políticas para perseguir las finanzas, cortó las remesas, impidió los viajes, permitió demandas en tribunales estadunidenses contra empresas extranjeras que supuestamente trafican con bienes expropiados en la isla después de 1959…

Josefina Vidal, quien fue la principal negociadora con el gobierno de Barack Obama en el proceso de restablecimiento de las relaciones entre los dos países, reaccionó a estos logros de la administración Trump: Legado nefasto y vergonzoso de crueldad gratuita contra todo un pueblo, a cambio del apoyo político de una minoría enferma de venganza, fracasada y mil veces derrotada.

La embajadora se refiere a los políticos de Florida que pactaron con Trump para arrasar con Cuba y, de paso, nos recuerda que la actitud del Joker de la Casa Blanca es la del individuo indecente como metonimia de la indecencia social que lo llevó a la presidencia. Nadie es tan desagradable, cruel, perturbador y siniestro sin un coro de adulones y una circunstancia que lo propicien.

El acápite de la lista de logros que dedica a Cuba es la prueba de que el último propósito identificable de Trump era dejar un sembrado de minas en los jardines de la Casa Blanca para recibir a Joseph Biden. La cadena de sanciones contra la isla –las últimas emitidas ya con un pie en el estribo–, intenta abortar la intención del nuevo presidente de retomar la peculiar política de distensión que inició en 2014 el gobierno de Barack Obama con La Habana. Un editorial de The New York Times, firmado por la junta directiva del rotativo, asegura que la administración Trump no deja puentes sin quemar y lanza un bocado a los exiliados cubanos que arroparán a Joker y a sus hijos naturales o putativos con intenciones presidenciables.

La podredumbre moral que lleva a Joker a ser visto como un héroe por millones de ciudadanos en EU habita en esa masa embriagada de furia que intentó tomar el Capitolio, y que sigue adorando a Trump, como vimos ayer durante el espectáculo final con el que se despidió de su presidencia. La conjura de la ira que conocemos muy bien los cubanos, desemboca siempre en la irracionalidad. Es la complicación moral de esta película retorcida que hemos visto, una y otra vez, en los últimos cuatro años. Esperemos que Biden la corrija y que, aun en tiempos indecentes con el trumpismo vivo y coleando en Estados Unidos, él pueda ser el presidente decente que le ha prometido a su país y al mundo.

Tomado de: La Jornada

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Las más de 240 medidas de Trump contra Cuba

Expresidente de los EE.UU. Donald Trump

La política de hostilidad del gobierno de Donald Trump contra Cuba registró medidas y acciones sin precedentes, las cuales sobresalieron por su sistematicidad. Todas las esferas de nuestra sociedad y la vida cotidiana de los ciudadanos sufrieron el impacto de este diseño, acentuado en el contexto de la pandemia.

Se contabilizaron más de 240 medidas. En su mayoría, constituyeron acciones de recrudecimiento del bloqueo con el objetivo de asfixiar económicamente al país, subvertir el orden interno, crear una situación de ingobernabilidad y derrocar a la Revolución.

El énfasis en obstaculizar las principales fuentes de ingresos y entorpecer nuestras relaciones comerciales tuvo un alcance notorio.

Las principales afectaciones que generó la política hacia Cuba durante el gobierno de Trump presentaron el siguiente comportamiento:

Título III de la Ley Helms-Burton

La decisión de permitir demandas en los tribunales estadounidenses al amparo del Título III de la Ley Helms-Burton fue una acción sin precedentes, tras 23 años de sucesivas suspensiones de esta posibilidad. Ello ha tenido un impacto indiscutible en las perspectivas de atracción de inversión extranjera, pues constituye un desincentivo que se suma a las trabas ya existentes debido al marco regulatorio del bloqueo. Hasta el momento suman 28 los procesos legales iniciados en cortes de EE.UU. en virtud de la Ley.

Viajes

El sector de los viajes constituyó un blanco de ataque recurrente durante el gobierno de Trump.

Las alertas de viajes hacia ciudadanos bajo el pretexto de los supuestos incidentes de salud, fueron sucedidas por la prohibición de viajes de cruceros, la suspensión de la sub categoría de viajes educacionales “pueblo a pueblo” y la modificación de dos de las licencias que permitían las visitas de ciudadanos estadounidenses a Cuba.

La creación de la Lista de Alojamientos Prohibidos en Cuba, que incluyó 422 hoteles y casas de renta, constituyó un desestímulo adicional a los viajes.

Se cancelaron los vuelos regulares y chárter a todo el país, excepto a La Habana, cuyas frecuencias también fueron limitadas. Los efectos de este anuncio alcanzaron tanto a ciudadanos estadounidenses como a las familias cubanas.

Remesas

La decisión de limitar el monto de las remesas a 1 000 USD por trimestre, la suspensión de las remesas no familiares y la prohibición de envíos desde terceros países a través de Western Union, impusieron mayores dificultades a los ingresos de muchos cubanos.

La imposibilidad de tramitar remesas mediante las empresas Fincimex y AIS eliminó los principales canales formales para efectuar los envíos.

Cooperación médica

En el marco de la campaña de descrédito a la cooperación médica internacional de Cuba y un escenario regional favorable a la derecha, EE.UU. impulsó el fin de los convenios con varios países del área e incrementó las presiones hacia organizaciones multilaterales y terceros países. Además del innegable costo humano de estas acciones, el impacto económico para Cuba ha sido considerable.

Comercio y negocios

Los cambios regulatorios emitidos por los Departamentos del Comercio y el Tesoro desmontaron disposiciones ya existentes y crearon nuevos instrumentos coercitivos. Se reimpuso a Cuba la medida que impide la importación de productos de cualquier país que contengan más de un 10% de componentes estadounidenses. En una economía globalizada, ello constituye un obstáculo real para adquirir insumos necesarios, independientemente del mercado de origen.

Con el interés de coartar uno de los principales rubros exportables, se prohibió la importación en EE.UU. de ron y tabaco de origen cubano, anuncio que se combinó con una retórica dirigida a desacreditar esos productos.

La creación de la Lista de Entidades Cubanas Restringidas por el Departamento de Estado, con las cuales personas sujetas a la jurisdicción estadounidense tienen prohibido realizar transacciones financieras directas, persiguió obstaculizar el comercio exterior y la exportación de bienes y servicios. Suman 231 las empresas incluidas en el listado.

Destacó la decisión de no renovar la licencia de operaciones en Cuba de la compañía hotelera Marriot International, con el fin de sembrar un clima de incertidumbre en la comunidad de negocios.

Las afectaciones para la actividad del sistema empresarial y las operaciones comerciales del país fueron considerables, en tanto contrapartes extranjeras en ocasiones interpretaron que no podían relacionarse con Cuba o seguir operando con entidades sujetas a medidas coercitivas.

Sector bancario-financiero

Durante el gobierno de Trump tuvo lugar una minuciosa persecución a las operaciones bancario-financieras de Cuba. De las 22 penalizaciones monetarias impuestas por la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) a compañías que violaron las leyes del bloqueo, 9 fueron contra entidades de este sector. Se apreció un notable incremento en los reportes de cierre de cuentas bancarias, denegación de transacciones y otros obstáculos que enfrentan representaciones diplomáticas y de negocios en el exterior, como resultado de las presiones de EE.UU. y debido al carácter extraterritorial del bloqueo.

Combustible

En paralelo a la estrategia contra Venezuela y bajo el pretexto de la supuesta injerencia de Cuba en ese país, se adoptaron medidas contra buques, navieras, compañías aseguradoras y reaseguradoras vinculados al transporte de combustibles. Solo en 2019 fueron penalizadas 53 embarcaciones y 27 compañías. Las presiones contra los gobiernos de registro o bandera de las embarcaciones también fueron notables.

Medidas adicionales

El esquema de la política hacia Cuba combinó las severas medidas de bloqueo con acciones adicionales, que tributaron a sostener en el tiempo la sistematicidad de los anuncios y a crear un clima de agresividad permanente. A ese objetivo respondieron las restricciones de visa y otras disposiciones contra altos dirigentes cubanos.

Los informes del Departamento de Estado sobre Derechos Humanos, Libertad Religiosa, Trata de Personas y Terrorismo reforzaron la retórica contra Cuba y el descrédito en estos ámbitos.

La inclusión en listados arbitrarios y unilaterales persiguió el mismo objetivo de demonizar y satisfacer las demandas de los sectores anticubanos. La designación de Cuba como estado patrocinador del terrorismo representó el punto culminante en el empeño de impedir cualquier proceso de avance y eventual mejora de las relaciones bilaterales.

2017

Bloqueo

8 de junio: La Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro (OFAC) impuso una sanción contra la compañía American Honda Finance Corporation (AHFC) por un valor de 87 255 USD, porque una de sus subsidiarias en Canadá, la Honda Canada Finance Inc., aprobó y financió 13 acuerdos de arrendamiento de autos entre la embajada de Cuba en Canadá y un concesionario de Honda en Ottawa entre febrero de 2011 y marzo de 2014. Esa misma compañía ya había rechazado, el 30 de marzo de 2015, una transferencia de la Embajada de Cuba en Canadá por concepto del cambio del parque automotor que correspondía ser sustituido por la firma.

26 de junio: La Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro (OFAC) impuso una sanción contra la compañía estadounidense American Internacional Group (AIG) por un valor de 148 698 dólares por la supuesta violación de varios programas de sanciones del gobierno de EE.UU., incluyendo el bloqueo contra Cuba. Según el texto de la sanción, entre 2007 y 2012, AIG se involucró en 29 aparentes violaciones del bloqueo al proveer de cobertura de seguro, varios envíos de mercancías hacia o desde Cuba o relacionados con una entidad cubana, incluyendo el procesamiento de primas o reclamaciones derivadas de ese servicio.

8 de septiembre: El presidente de EE.UU., Donald Trump, firmó un memorando dirigido a los secretarios de Estado y Tesoro en el que extendió por 1 año la aplicación de las sanciones económicas a Cuba bajo el marco legal establecido en la Ley de Comercio con el Enemigo de 1917.

26 de septiembre: La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de EE.UU. prohibió una donación a una ONG en Cuba debido a que el barco que transportaba la carga pertenecía a la compañía estadounidense Norwegian Cruise Line Holdings Ltd.

8 de noviembre: El Departamento de Estado anunció la creación de la Lista de Entidades Cubanas Restringidas, en la que incluyó a 179 empresas cubanas con las cuales ciudadanos estadounidenses no pueden realizar transacciones financieras directas.

8 de noviembre: La OFAC anunció cambios regulatorios al programa de sanciones contra Cuba. Se eliminaron los viajes educativos individuales “pueblo a pueblo”.

8 de noviembre: La OFAC modificó la categoría de viajes educativos y de apoyo al pueblo cubano. Estableció que cada viajero debe participar en un programa de actividades de tiempo completo que impliquen una interacción genuina con individuos en Cuba. Estas actividades deben además incrementar el contacto con el pueblo cubano, apoyar a la sociedad civil en Cuba o promover la independencia del pueblo cubano respecto de las autoridades cubanas.

8 de noviembre: El BIS estableció una política general de denegación de solicitudes de licencias para artículos de exportación que puedan ser usadas por entidades y subentidades en la Lista de Entidades Cubanas Restringidas, entre otras medidas. (4 medidas específicas)

17 de noviembre: La OFAC impuso una sanción por 291 825 USD a la compañía BCC Corporate S.A. (BCC), subsidiaria belga de la compañía estadounidense de tarjetas de crédito Alpha Card Group, por vender, entre 2009 y 2014, tarjetas de crédito que fueron utilizadas para realizar compras en Cuba. El 50% de las acciones de Alpha Card Group pertenece a la compañía estadounidense American Express.

Adicionales

Septiembre: Alerta de viajes para Cuba – nivel 4

29 septiembre: Suspensión de la emisión de visas en consulado en La Habana.

23 mayo: Expulsión 2 funcionarios de Embajada de Cuba en Washington.

3 octubre: Expulsión 15 funcionarios de Embajada de Cuba en Washington.

2018

Bloqueo

22 de febrero: El presidente Donald Trump emitió una Proclama Presidencial para extender el estado de Emergencia Nacional declarado por el presidente William Clinton el 1ro de marzo de 1996 a raíz del derribo de dos avionetas pertenecientes al grupo c/r “Hermanos al Rescate”. La proclama extiende hasta el 2019 la capacidad del gobierno estadounidense de regular el movimiento y el fondeo de las embarcaciones que, dentro de sus aguas territoriales, vayan a viajar o sean susceptibles de viajar a Cuba.

10 de septiembre: El presidente de EE.UU., Donald Trump, firmó un memorando dirigido a los secretarios de Estado y Tesoro en el que extendió por 1 año la aplicación de las sanciones económicas a Cuba bajo el marco legal establecido en la Ley de Comercio con el Enemigo de 1917.

5 de octubre: La oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro (OFAC) impuso una sanción de $ 5 263 171 a la entidad bancaria J.P. Morgan Chase por realizar transacciones y prestar servicios no autorizados a clientes incluidos en la Lista de Personas Especialmente Designadas y Bloqueadas entre el 2008 y el 2012.

15 de noviembre: El Departamento de Estado actualizó la Lista de Entidades Cubanas Restringidas, a partir de la incorporación de 27 nuevas empresas, para un total de 206.

19 de noviembre: La entidad bancario-financiera Société Générale S.A. con sede en París, Francia, acordó un pago total de 1 340 231 916.05 dólares a la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de EE.UU., la Oficina del Fiscal General del Distrito Sur de Nueva York, la Oficina del Fiscal del Distrito del Condado de Nueva York, la Reserva Federal y el Departamento de Servicios Financieros del Estado de Nueva York por la violación de las Regulaciones para el Control de Activos Cubanos, las Regulaciones sobre Sanciones y Transacciones de Irán y las Regulaciones sobre Sanciones de Sudán. Según la OFAC, Société Générale S.A. procesó 796 transacciones que involucraban a Cuba por un total de más de 5 500 millones de dólares entre el 11 de julio de 2007 y el 26 de octubre de 2010. Esta es la quinta sanción aplicada por el gobierno de Donald Trump y la segunda que se impone en 2018.

2019

Bloqueo

16 de enero: El Departamento de Estado de EE.UU. anunció mediante un comunicado oficial su decisión de suspender por 45 días la aplicación del Título III de la Ley Helms-Burton a partir del 1ro de febrero. El texto de la nota señala que en este plazo el gobierno de EE.UU. estudiará en detalle la posibilidad de implementar o no el Capítulo III en lo adelante, decisión que responderá a los objetivos de “seguridad nacional de EE.UU. y a su compromiso con impulsar la transición a la democracia en Cuba”. Asimismo, el comunicado del Departamento de Estado hace mención a la supuesta falta de libertades y violaciones de los derechos humanos en Cuba, toda vez que enfatiza en el apoyo a “los regímenes corruptos y autoritarios de Nicaragua y Venezuela”. La nota concluye advirtiendo a quienes mantienen negocios con Cuba, en particular a aquellos que “trafiquen con propiedades confiscadas y sean cómplices de la dictadura”, sobre la reconsideración de sus vínculos con nuestro país.

14 de febrero: La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de EE.UU. impuso una sanción de 5 millones 512 564 dólares a la empresa AppliChem GmbH, con sede en Darmstadt, Alemania por 304 aparentes violaciones de las Regulaciones para el Control de Activos Cubanos. AppliChem, entidad que fabrica sustancias de laboratorio y productos químicos para uso industrial y opera como subsidiaria de la estadounidense Illinois Tool Works Inc., vendió sus productos a Cuba entre mayo de 2012 y febrero de 2016 en violación de las leyes del bloqueo, según la OFAC.

19 de febrero: El presidente Donald Trump emitió una Proclama Presidencial para extender el estado de Emergencia Nacional declarado por el presidente William Clinton el 1ro de marzo de 1996 a raíz del derribo de dos avionetas pertenecientes al grupo c/r “Hermanos al Rescate”. La proclama extiende hasta el 2019 la capacidad del gobierno estadounidense de regular el movimiento y el fondeo de las embarcaciones que, dentro de sus aguas territoriales, vayan a viajar o sean susceptibles de viajar a Cuba.

4 de marzo: El Departamento de Estado anunció mediante comunicado oficial una suspensión adicional por 30 días, hasta el 17 de abril de 2019, del derecho a presentar acciones legales conforme al Título III de la Ley Helms Burton. No obstante, comunicó que a partir del 19 de marzo la suspensión de estas acciones no se aplicará a las empresas de la Lista de Entidades Cubanas Restringidas.

11 de marzo: El Departamento de Estado anunció mediante comunicado oficial una actualización de la Lista de Entidades Cubanas Restringidas, prevista para entrar en efecto a partir del 12 de marzo de 2019. El texto de la nota señala la incorporación de 5 nuevas sub-entidades (Gaviota Hoteles Cuba, Hoteles Habaguanex, Hoteles Playa Gaviota, Marinas Gaviota Cuba) y una entidad perteneciente a Gaviota (Fiesta Club Adults Only, de Blau Marina Varadero). Con ello sumaron 211 entidades.

3 de marzo: El Departamento de Estado anuncia la suspensión del Título III de la Ley Helms-Burton durante solo 15 días.

5 de abril: La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro incluyó en su lista de sancionados a 34 embarcaciones propiedad de la petrolera venezolana PDVSA, así como a otras dos compañías extranjeras (Ballito Shipping Incorporated, con sede en Liberia y ProPer In Management Incorporated, con base en Grecia), alegando que prestan servicio a Caracas para el envío de crudo a Cuba.  De acuerdo con el Departamento del Tesoro, las sanciones incluyen la congelación de los activos financieros que puedan tener bajo jurisdicción estadounidense y la prohibición de transacciones financieras con las entidades y embarcaciones incluidas en el listado.

9 de abril: La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro impuso una sanción a Standard Chartered Bank, entidad del sector bancario-financiero con sede en Inglaterra, ante aparentes violaciones de las Regulaciones para el Control de Activos Cubanos y de otros programas de sanciones aplicables a Irán, Siria, Sudán y Myanmar. A fin de evitar un pleito legal, la compañía británica acordó el pago de 639 023 750 USD a la OFAC y de 2 715 100 479 USD a otras instituciones gubernamentales y estaduales estadounidenses.

11 de abril: La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro impuso una sanción a Acteon Group Ltd. (Acteon) compañía con sede en Inglaterra, por el monto de 227 500 USD.

11 de abril: La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro impuso una sanción a 2H Offshore (2H Offshore), entidad con sede en Inglaterra, ante violaciones de las Regulaciones para el Control de Activos Cubanos. El monto a pagar por las compañías es de 213 866 USD.

12 de abril: La Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro (OFAC) sancionó a 4 empresas que operan en el sector petrolero de Venezuela y 9 buques que se destinan a la transportación del crudo venezolano, algunos de los cuales, en el presente año, habrían transportado petróleo a Cuba.

15 de abril: La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro impuso una sanción a la compañía alemana UniCredit Bank AG.

15 de abril: La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro impuso una sanción a la compañía UniCredit Bank Austria.

15 de abril: La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro impuso una sanción a la compañía italiana UniCredit Bank SpA.

17 de abril: El secretario de Estado de EE.UU. Mike Pompeo ofreció declaraciones a la prensa anunciando la activación total del Título III de la Ley Helms-Burton a partir del 2 de mayo de 2019.

24 de abril: El Departamento de Estado actualizó la Lista de Entidades Cubanas Restringidas, mediante la inclusión de 5 nuevas entidades, para un total de 216.

4 de junio: La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro y el Buró de Industria y Seguridad (BIS) del Departamento del Comercio anunciaron cambios regulatorios en la política hacia Cuba, fundamentalmente dirigidas al sector de los viajes. Las medidas incluyeron la eliminación de los viajes “pueblo a pueblo”.

4 de junio: La OFAC anunció una política de denegación de licencias para los viajes de transporte de pasajeros (cruceros), las embarcaciones recreativas y las aeronaves privadas.

4 de junio: La OFAC dispuso que los viajeros estadounidenses que lleguen a Cuba bajo cualquiera de las 12 categorías no puedan realizar transacciones financieras directas con empresas cubanas incluidas en la Lista de Entidades Cubanas Restringidas. (3 medidas específicas).

13 de junio: La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos impuso sanciones a la compañía estadounidense Expedia Group Inc.

13 de junio: La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos impuso sanciones a la compañía estadounidense Hotelbeds USA Inc.

13 de junio: La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos impuso sanciones a la compañía estadounidense Cubasphere Inc. ante violaciones a las Regulaciones para el Control de Activos Cubanos. Las tres penalidades correspondieron a transacciones relacionadas con viajes o servicios de viaje a Cuba.

3 de julio: El Departamento del Tesoro incluyó a la empresa CUBAMETALES en la Lista de Nacionales Especialmente Designados (SDN) aduciendo involucramiento de la entidad cubana en la importación de petróleo proveniente de Venezuela.

25 de julio: El Departamento de Estado anunció mediante comunicado oficial una actualización de la Lista de Entidades Cubanas Restringidas, prevista para entrar en efecto a partir del 26 de julio de 2019, mediante la inclusión de 2 nuevas entidades, para un total de 218.

6 de septiembre: La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro actualizó las Regulaciones para el Control de Activos Cubanos al imponer un límite de hasta 1000 USD por trimestre a las remesas familiares.

6 de septiembre: La OFAC suspendió las remesas de donación (no familiares)

6 de septiembre: La OFAC suspendió las transferencias relacionadas con Cuba que tengan su origen y destino fuera de EE.UU. (U-Turn). (3 medidas específicas)

13 de septiembre: El presidente Donald Trump prorrogó por un año más la vigencia de la Ley de Comercio con el Enemigo para Cuba.

17 de septiembre: La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro incluyó en la Lista de Nacionales Especialmente Designados (SDN) a 3 individuos (2 de nacionalidad colombiana y 1 italiana) y 17 compañías (12 basadas en Colombia, 4 en Panamá y 1 en Italia), al alegar que estuvieron involucradas en el transporte de petróleo a Cuba.

24 de septiembre: La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro incluyó en la Lista de Nacionales Especialmente Designados (SDN) a 4 compañías (3 panameñas y una chipriota) y 4 buques relacionados con el transporte de petróleo venezolano. Las compañías añadidas fueron: Bluelane Overseas SA, Caroil Transport Marine LTD, Tovase Development Corp y Trocana World INC; mientras que los buques fueron: Carlota, Giralt, Petion y Sandino; los cuatro con bandera panameña.

1 de octubre: La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de EE.UU. impuso una sanción de 2 718 581 dólares a la compañía General Electric (GE), con sede en  Boston, Massachusetts, por 289 aparentes violaciones de las Regulaciones para el Control de Activos Cubanos. El comunicado oficial emitido por el Tesoro refirió que tres subsidiarias de GE (Getsco Technical Services Inc., Bentley Nevada y GE Betz) aceptaron pagos que realizó la compañía The Cobalt Refinery Company (Cobalt) por bienes y servicios prestados a un cliente de GE en Canadá. Cobalt está incluida en la Lista de Nacionales Especialmente Designados.

18 de octubre: El Buró de Industria y Seguridad (BIS) del Departamento del Comercio anunció nuevas enmiendas a las Regulaciones para la Administración de Exportaciones (EAR), previstas para entrar en vigor el 21 de octubre. Las nuevas medidas incluyeron una política general de denegación de licencias para el arrendamiento de aeronaves a aerolíneas estatales cubanas.

18 de octubre: El BIS dispuso el impedimento de reexportación a Cuba de artículos extranjeros que contengan más de un 10% de componentes estadounidenses.

18 de octubre: El BIS anunció la revisión de la Excepción de Licencia “Apoyo al Pueblo Cubano” para que no se puedan realizar determinadas donaciones al gobierno de Cuba y el Partido Comunista de Cuba.

18 de octubre: El BIS anunció la eliminación de la autorización para la exportación de artículos promocionales que “benefician generalmente al gobierno de Cuba”.

18 de octubre: El BIS estableció que las aeronaves y embarcaciones no son elegibles para la excepción de licencias si son utilizadas en modalidad de chárter por nacionales cubanos o un de Estado Patrocinador del Terrorismo, o si son arrendados por estos.

18 de octubre: El BIS limitó la exportación de bienes destinados a mejorar la infraestructura de telecomunicaciones a aquellos que faciliten el ¨libre flujo de información¨ entre el pueblo cubano. (6 medidas específicas)

25 de octubre: El Departamento de Transporte de EE.UU. (DOT) anunció la suspensión de todos los vuelos de aerolíneas estadounidenses desde EE.UU. a Cuba, con excepción de los dirigidos al Aeropuerto Internacional José Martí de la Habana. Con la medida, que entró en vigor el 10 de diciembre, se suspendieron todos los vuelos estadounidenses hacia nueve aeropuertos cubanos. Según la nota del DOT, esta decisión fue tomada a petición del Departamento de Estado y manifestada en una carta enviada por el Secretario de Estado Mike Pompeo.

Octubre: Los más importantes dirigentes de la cadena hotelera española Meliá Hotels International S.A., incluyendo su CEO, recibieron notificaciones del Departamento de Estado en la que se les informa la prohibición de entrada a EE.UU., como consecuencia de la aplicación del Título IV de la Ley Helms Burton.

15 de noviembre: El Departamento de Estado anunció mediante comunicado oficial una actualización de la Lista de Entidades Cubanas Restringidas, mediante la adición de 5 nuevas entidades, prevista para entrar en efecto a partir del 19 de noviembre de 2019, para un total de 223.

26 de noviembre: La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, anunció la inclusión de la empresa Corporación Panamericana S.A. en la Lista de Nacionales Especialmente Designados (SDN).

3 de diciembre: La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro anunció mediante comunicado oficial la inclusión de 6 buques (uno de bandera panameña y el resto venezolana) en la Lista de Nacionales Especialmente Designados (SDN) por transportar crudo a Cuba. Además, se identificó que el buque “Nevas”, sancionado desde abril de 2019, había sido renombrado como “Esperanza”, por lo que se actualizó su entrada en la lista SDN de acuerdo con la nueva denominación.

9 de diciembre: La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro anunció el arreglo para evitar un pleito civil, con la compañía Allianz Global Risks US Insurance Company, con sede en Chicago, por el monto de $170,535.00 USD.

9 de diciembre: La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro anunció el arreglo para evitar un pleito civil, con la compañía Chubb Limited, con sede en Suiza por el monto de $66 212.00.  Las sanciones se deben a aparentes violaciones a las Regulaciones para el Control de Activos Cubanos (CACR) por realizar transacciones y otras operaciones relacionadas con los seguros de viajes a Cuba.

Adicionales

Enero: Cancelación acuerdo MLB y Federación Cubana de Beisbol

15 marzo: Reducción validez de la visa B2 a tres meses y con una sola entrada.

20 junio: Inclusión Cuba Nivel 3 Informe de Trata.

26 de julio: Restricciones de visa a funcionarios cubanos y familiares relacionados con servicios de cooperación médica cubana, bajo la Sección 212 (a)(3)(C) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad.

19 septiembre: Expulsión de 2 funcionarios de la misión cubana en ONU.

26 de septiembre: Inclusión General de Ejército y su familia en la lista de sancionados en virtud de la sección 7031 (c) de la Ley de Asignaciones del Departamento de Estado, Operaciones Extranjeras y Programas Relacionados, lo que prohíbe su entrada en EE.UU.

30 de septiembre: Restricciones de visa a funcionarios cubanos asociados a programas de cooperación médica internacional, bajo la Sección 212 (a)(3)(C) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad.

1 noviembre: Inclusión de Cuba en Memorándum Presidencial anual sobre Trata de Personas y consiguiente prohibición de otorgación de fondos federales para intercambios culturales y educacionales, entre otras medidas.

16 de noviembre: Inclusión ministro del Interior Julio Cesar Gandarilla Bermejo y sus hijos en la lista de sancionados en virtud de la sección 7031 (c) de la Ley de Asignaciones del Departamento de Estado, Operaciones Extranjeras y Programas Relacionados, lo que prohíbe su entrada en EE.UU.

20 de diciembre: Inclusión de Cuba en una Lista Especial de Vigilancia, en virtud de la Ley de Libertad Religiosa Internacional de 1998.

31 de diciembre: La Confederación de Béisbol Profesional del Caribe (CBPC) informó a la Federación Cubana de Béisbol (FCB) que no podrá garantizar la presencia de Cuba en la Serie del Caribe, convocada del 1 al 7 de febrero en San Juan, Puerto Rico, tras ceder a presiones de EE.UU.

2020

Bloqueo

10 de enero: El Departamento del Transporte de EE.UU. suspendió hasta nuevo aviso todos los vuelos chárteres entre EE.UU. y Cuba, excepto los dirigidos al Aeropuerto Internacional “José Martí” de La Habana. En nota firmada por el Secretario de Estado Mike Pompeo, se señala que 9 aeropuertos que actualmente reciben este servicio se verán afectados y que los operadores de chárter tendrán un tiempo de 60 días para discontinuar dichos vuelos.

10 de enero: El texto agrega que, a petición de Pompeo, el Departamento de Transporte impondrá un límite al número de vuelos chárter dirigidos al aeropuerto “José Martí”. Por último, el comunicado apunta que en “el futuro cercano”, el Departamento de Transporte presentará una orden con los procedimientos para implementar dicho límite.

25 de febrero: El presidente Donald Trump emitió una notificación que extiende por un año el Estado de Emergencia Nacional relacionado con Cuba, declarado por el presidente William Clinton el 1ro de marzo de 1996, a raíz del derribo de las avionetas de “Hermanos al Rescate”.

26 de febrero: Entró en vigor la nueva normativa de la compañía estadounidense Western Union, que elimina la posibilidad de enviar remesas a Cuba desde terceros países.

6 de mayo: La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de EE.UU. anunció un arreglo para evitar un pleito civil con la entidad BIOMIN America, debido a aparentes violaciones de las Regulaciones para el Control de Activos Cubanos (CACR). El monto a pagar por BIOMIN America, compañía de nutrición animal con sede en Overland Park, Kansas, es de 257 862 USD. Según el documento de la OFAC, entre julio de 2012 y septiembre de 2017, BIOMIN America y sus entidades extranjeras participaron sin autorización en un total de 30 ventas de insumos agrícolas producidos fuera de EE.UU. a Alfarma S.A. en Cuba, lo que resultó en 44 supuestas violaciones de las CACR.

3 de junio: El Departamento de Estado anunció la inclusión de siete entidades a la Lista de Entidades Cubanas Restringidas, entre ellas la compañía FINCIMEX. Uno de los hoteles ya estaba incorporado y solo se actualizó su denominación, por lo que en la práctica se agregaron seis entidades, para un total de 229.

5 de junio: El Departamento del Tesoro denegó la renovación de la licencia que permitía a Marriott International operar un hotel en Cuba, al tiempo que prohibió a la compañía desarrollar futuros negocios en el país.

8 de julio: La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro anunció que había llegado a un arreglo para evitar un pleito civil, con la compañía estadounidense Amazon Inc. La compañía debe pagar 134 523 dólares por violar múltiples programas de sanciones que mantiene el gobierno estadounidense, incluido el de Cuba. Con respecto a nuestro país, solo se detalla que “Amazon aceptó y procesó pedidos ​​en sus sitios web para personas ubicadas o empleadas por misiones extranjeras de Cuba, Irán, Corea del Norte, Sudán y Siria”, aparentemente entre 2011 y 2018.

13 de agosto: El Departamento del Transporte de EE.UU. anunció la suspensión de todos los vuelos chárter privados entre ese país y Cuba, excepto los autorizados a La Habana y otros con fines médicos de emergencia, búsqueda y rescate y los considerados de interés para EE.UU.

9 de septiembre: El presidente Donald Trump extendió por un año más de las restricciones del bloqueo contra Cuba bajo la Ley de Comercio con el Enemigo. La decisión se hizo pública mediante un comunicado de la Casa Blanca.

24 de septiembre: Entraron en vigor nuevas enmiendas de la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) a las Regulaciones para el Control de Activos Cubanos (CACR). Las medidas incluyen: Creación de la Lista de Alojamientos Prohibidos en Cuba (Cuba Prohibited Accomodations List, CPA) en las que se incorporarán entidades bajo la propiedad o el control del gobierno de Cuba, de un funcionario “prohibido” del gobierno de Cuba, de un miembro “prohibido” del Partido Comunista de Cuba, o de los familiares cercanos de estos.

24 de septiembre: Se restringió la importación hacia EE.UU. de productos de alcohol y tabaco de origen cubano.

24 de septiembre: Se eliminó la autorización a personas sujetas a la jurisdicción estadounidense a asistir u organizar reuniones o conferencias profesionales en Cuba, lo que afecta una de las 12 categorías de viaje aprobadas durante el gobierno de Obama.

24 de septiembre: Se eliminó la autorización mediante licencia general para las transacciones relacionadas con actuaciones públicas, clínicas, talleres, competiciones deportivas y de otro tipo y exposiciones, lo que dejó prácticamente sin efecto otra de las 12 categorías de viaje aprobadas durante el gobierno de Obama.

28 de septiembre: Fue anunciada una nueva actualización de la Lista de Entidades Cubanas Restringidas del Departamento de Estado, mediante la adición de American International Services (alias AIS Remesas), que entró en vigor el 29 del propio mes. Se trató de la séptima actualización del referido listado y la segunda durante 2020, con la que sumó un total de 230 entidades.

30 de septiembre: La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro incluyó a Luis Alberto Rodríguez López-Calleja en la Lista de Nacionales Especialmente Designados. Con la inclusión suman 112 las entradas relacionadas con Cuba en el referido listado.

1 de octubre: La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, hizo público un acuerdo para evitar un pleito civil con la empresa de servicios de viaje registrada en Nueva York, Generali Global Assistance, Inc (GGA). El monto a pagar por la entidad es de 5 864 860 USD. GGA habría violado el bloqueo por realizar transferencias relacionadas con viajes a Cuba a través de una filial en Canadá, entre 2010 y 2015.

23 de octubre: La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro enmendó las Regulaciones para el Control de Activos Cubanos, para impedir a personas sujetas a la jurisdicción de EE.UU., procesar remesas desde y hacia Cuba que involucren a empresas incluidas en la Lista de Entidades Cubanas Restringidas del Departamento de Estado. En virtud de estos cambios, quedarían imposibilitados los envíos a través de FINCIMEX y American International Services (AIS).

18 de noviembre: El Departamento de Transporte denegó, por indicación del Departamento de Estado, una solicitud de las charteadoras Skyway Enterprises, Inc. y IBC para operar vuelos a Cuba con carga humanitaria.

El 21 de diciembre, la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro incluyó en la Lista de Nacionales Especialmente Designados a las entidades FINCIMEX, GAESA y KAVE COFFEE.

El 31 de diciembre: La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro impuso una sanción a la compañía estadounidense BitGo.

Adicionales

2 de enero: Inclusión del Ministro de las FAR Leopoldo Cintra Frías y sus hijos en la lista de sancionados en virtud de la sección 7031 (c) de la Ley de Asignaciones del Departamento de Estado, Operaciones Extranjeras y Programas Relacionados, lo que prohíbe su entrada en EE.UU.

13 de mayo: Notificación del Departamento de Estado al Congreso estadounidense sobre certificación de Cuba y otros países (Irán, Corea del Norte, Siria y Venezuela) bajo la Sección 40A (a) de la Ley de Control de Exportación de Armas, como países que “no cooperan plenamente” con los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos.

8 de julio: Inclusión de Cuba en listado de “adversarios extranjeros”, supuestamente involucrados en conductas adversas para la seguridad nacional de EE.UU.

6 de agosto: Inclusión de Cuba en el Nivel 4 del Sistema de Alerta de Viajes del Departamento de Estado.

1 de octubre: Directiva presidencial que extendió por un año las restricciones de otorgar fondos federales para intercambios culturales y educacionales a Cuba. Acción derivada de la permanencia de Cuba en el Nivel 3 del Informe Anual sobre Trata de Personas del Departamento de Estado.

7 diciembre: Mantenimiento en la Lista Especial de Vigilancia en virtud de la Ley de Libertad Religiosa Internacional de 1998, según la cual el Secretario de Estado designa anualmente a los gobiernos que han “participado o tolerado violaciones sistemáticas, continuas y atroces de la libertad religiosa”.

2021

Bloqueo

El 1ro de enero, el Departamento de Estado incluyó al Banco Financiero Internacional en la Lista de Entidades Cubanas Restringidas. La medida se haría efectiva el 8 de enero.

El 14 de enero, el Departamento del Comercio de EE.UU. anunció nuevos controles a la exportación de tecnologías y actividades específicas que puedan servir a la inteligencia militar en China, Cuba, Rusia, Venezuela y otros países que supuestamente apoyan el terrorismo y están sujetos a medidas unilaterales de EE.UU.

El 14 de enero, en virtud de la designación de Cuba como “adversario extranjero” por el Departamento de Comercio, se modificaron las Regulaciones para el Control de las Exportaciones (EAR, por sus siglas en inglés) con el objetivo de prohibir ciertas transacciones que planteen un riesgo indebido o inaceptable para la seguridad nacional de EE.UU. en materia de tecnología de la información y comunicaciones.

El 15 de enero de 2021, la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro anunció la inclusión del Ministerio del Interior de Cuba y del ministro GB Lázaro Alberto Álvarez Casas en la Lista de Nacionales Especialmente Designados.

Adicionales

11 enero Inclusión de Cuba en la Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo.

14 enero Inclusión de Cuba en lista de Adversarios Extranjeros del Departamento de Comercio, en virtud de orden ejecutiva firmada por Trump.

Fuente: Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Cuba

Tomado de: Cubadebate

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La hostilidad histórica de Estados Unidos hacia el pueblo cubano

Por Keith Bolender* @Bolo1955

La Revolución cubana produjo grandes cambios en la estructura social del país, la relación entre sus ciudadanos y gobierno, la economía nacional y el desarrollo de las relaciones internacionales. Sin embargo, lo que no alteró fue la complicada relación histórica de la Isla con el gigante del norte, como tampoco el juicio negativo de Estados Unidos hacia el pueblo cubano, establecido desde muchas décadas antes.

A pesar de la percepción generalizada de que la hostilidad de Estados Unidos contra Cuba se inició después del movimiento de Fidel Castro, que barrió con la hegemonía estadounidense, la animosidad contra los ciudadanos de la Isla estaba bien desarrollada desde mucho antes del 1 de enero de 1959. Este antagonismo tiene sus raíces en las actitudes imperiales, que han impedido el desarrollo de la sociedad cubana antes y después de la Revolución. Su daño, sin embargo, nunca se ha sentido más agudamente que en los últimos 60 años de políticas de cambio de régimen.

Esas políticas han abarcado múltiples facetas: el bloqueo económico, la propaganda contrarrevolucionaria, la aplicación de leyes extraterritoriales y una historia de terrorismo casi desconocida internacionalmente que ha costado la vida a miles de cubanos. La implacable hostilidad ha sido un componente importante generador de esfuerzos legislativos por parte del gobierno por garantizar la seguridad de los ciudadanos, y que Estados Unidos ha criticado falsamente acusándolos como restricción de los derechos civiles. La estrategia de Washington de empeorar la situación a un nivel tan alto como para que el pueblo cubano trate de derrocar a su propio gobierno, ha impuesto trastornos sociales, tensiones interpersonales casi irreparables junto a divisiones migratorias, devastación económica y una serie de otros problemas colectivos que el gobierno cubano y sus ciudadanos continúan enfrentando a diario. El resultado ha sido la creación de una mentalidad de asedio, cuya característica definitoria es la obstaculización de los programas sociales y el empleo de vastos recursos en la lucha contra el bloqueo que, de otro modo, habrían sido utilizados para hacer avanzar la sociedad.

Desde los primeros años de la Revolución, Fidel Castro reconoció el daño social que estaba causando el asedio, y le dijo en 1964 al reportero del New York Times, Dick Eder, que el alivio de las tensiones le permitiría relajar algunas de las medidas internas más duras y necesarias debido a la lucha de vida o muerte con los Estados Unidos. Décadas más tarde, en la Cumbre Iberoamericana de 2005 en España, el canciller cubano Felipe Pérez Roque lo expresó sin rodeos: “El bloqueo es el principal obstáculo para nuestro desarrollo económico y social”. El obstáculo al avance es la consecuencia obvia de las presiones creadas por fuerzas externas hostiles, pero el proceso de interiorización del asedio por parte de los nacidos después de la Revolución tiene además un efecto determinante sobre el grado de agudeza en la percepción en cuanto a las insuficiencias del gobierno, el asedio “a veces pasa a un segundo plano y se convierte en solo un aspecto más de la realidad del país, desprovisto de una explicación clara”, observaba el escritor cubano Andrés Zaldívar. Poco se necesita entonces para que la sociedad se cierre sobre sí misma, caiga en el letargo; y su capacidad para expresar las deficiencias se pierda en la aceptación no reconocida de la condición debilitante.

Si bien no todos los problemas sociales o económicos de Cuba pueden atribuirse a la política estadounidense, y el gobierno a menudo ha expresado públicamente esa idea, los implacables intentos de destruir la Revolución han dado lugar a tensiones sistémicas que se manifiestan de diversas formas. La imposibilidad de comprar ciertos medicamentos que provocan la muerte de niños o que restringen el acceso de Cuba a diversas tecnologías modernas son solo dos claros indicios de los efectos de la política de cambio de régimen. Menos obvias resultan las molestias de la vida diaria, como la infraestructura en mal estado o la falta de disponibilidad de bienes básicos, que a menudo se atribuyen únicamente a la incompetencia del gobierno. Las deficiencias presupuestarias, como resultado de la guerra económica de Estados Unidos, a menudo no son reconocidas. Las presiones por un cambio de régimen funcionan tanto de forma abierta como encubierta, afectando gran parte de la vida cubana de forma continuamente negativa.

Cuba, bajo la Revolución, no es ni el paraíso socialista que algunos quisieran que fuera, ni el infierno comunista que otros describen. Es compleja, llena de fallas, basada en un modelo económico ideal que nunca recibió la oportunidad para funcionar como se pretendía, y un sistema político que sirve a un nivel de funcionamiento, pero está bajo constante presión para validarse a los ojos de un poderoso adversario externo. Es, como la mayoría de las sociedades, defectuosa pero basada en una cultura, historia y expectativas específicas, si no en las realidades de grandes segmentos de la población. La sociedad cubana es única en la posición defensiva predeterminada que se ha visto obligada a asumir como resultado de la constante resistencia al avance económico y el progreso social derivados de 60 años de hostilidad estadounidense. El hecho de que la sociedad se haya mantenido intacta y aún pueda emprender una reforma tan esperada es un testimonio del espíritu y la adaptabilidad de los cubanos. Y de su paciencia.

La agresión estadounidense contra la Revolución no debe considerarse, en su totalidad, resultado solo de la confrontación ideológica, a pesar de todas las afirmaciones de Washington en este sentido desde principios de la década de 1960. Se basa en gran parte en percepciones históricas, y la Revolución es solo la manifestación actual de la obsesión histórica de Washington por controlar el destino de la Isla a través de la denigración de su gente. Desde el 1 de enero de 1959, Estados Unidos ha focalizado su intención, desplegando una hostilidad implacable sobre la base de una serie de justificaciones espurias que son inconsistentes, hipócritas y contraproducentes. Solo hay que mirar el trato de Estados Unidos hacia Vietnam o Arabia Saudita para descubrir la duplicidad de su conducta. Entonces, la pregunta es ¿por qué Cuba?, y la respuesta está en los objetivos auto-engañosos de propiedad y expectativas imperialistas que han dominado la política estadounidense desde el siglo XIX.

Los medios de comunicación y las élites políticas estadounidenses crearon narrativas sesgadas contra el pueblo cubano desde mucho antes de la Revolución, todo al servicio de los objetivos de la política exterior. Durante la Segunda Guerra de Independencia de Cuba contra España, en 1895, la prensa dominante en los Estados Unidos trabajó incesantemente para convencer a sus lectores de que los rebeldes eran completamente incapaces de autogobernarse, con argumentos basados en el temperamento, las deficiencias raciales y educativas. La única solución sería que Estados Unidos controlara la Isla, por el bien de sus ciudadanos.

La cobertura de los medios apoyó incondicionalmente dicha narrativa de que los cubanos eran incompetentes, y el Philadelphia Manufacturer informó en 1898:

Son indefensos, ociosos, de moralidad defectuosa y no están capacitados por naturaleza y experiencia para cumplir con las obligaciones de ciudadanía en una república grande y libre. Su falta de fuerza viril y autoestima queda demostrada por la indolencia con la que se han sometido durante tanto tiempo a la opresión española, e incluso sus intentos de rebelión han sido tan lamentablemente ineficaces que se han elevado poco por encima de la dignidad de la farsa. Investir a esos hombres con las responsabilidades de dirigir un autogobierno sería convocarlos para el desempeño de funciones para las que no tienen la menor capacidad.

No hubo una demostración más clara del desdén de Estados Unidos por los lugareños que la del corresponsal del New York Times, Stanhope Sams, quien informó después de que los españoles fueron derrotados en la batalla de Santiago en 1898: “No hay Cuba. No hay tal pueblo cubano. Aquí no hay hombres libres a quienes podamos entregar esta maravillosa isla. Hemos luchado por una república espectral… Si queremos salvar a Cuba, debemos mantenerla. Si se la dejamos a los cubanos, se la entregamos a un reino de terror”.

Cuando EE. UU. impuso una “república” de creación propia en la Isla que estableció la preeminencia de los intereses políticos y comerciales estadounidenses, los medios corporativos en ese momento informaron sin vergüenza cuán felices estaban los habitantes locales, independientemente de la verdad. El resultado fue la hegemonía estadounidense. Esto se reveló en la aceptación forzosa de la Enmienda Platt, el marco legislativo que legalizó el predominio de Estados Unidos sobre la sociedad cubana, manteniendo la ficción de que los cubanos eran un pueblo fundamentalmente inadecuado, no digno ni capaz de autogobernarse.

La versión moderna de Platt es la Ley Helms-Burton, aprobada en 1996, que obviamente coloca el control del embargo en manos del Congreso. La Ley es simplemente una exigencia de entregar incondicionalmente la soberanía nacional como condición para poner fin al bloqueo. Dicha demanda recibe el beneplácito en esa instancia ya que Estados Unidos nunca ha respetado la capacidad del pueblo cubano para construir su propia sociedad sin la supervisión estadounidense. Es el colmo de una arrogancia paternalista. Es también una traición a sus propios principios fundamentales. El gran constitucionalista estadounidense Thomas Jefferson dejó en claro que Estados Unidos no tiene derecho a interferir en los asuntos de otros países. “Toda nación tiene, por derecho natural, total y exclusivamente, toda la jurisdicción que legítimamente pueda ejercer en el territorio que ocupa”. Pero ese es un concepto olvidado hace mucho tiempo cuando se trata de Cuba.

Convencidos de la opinión de que los cubanos eran incompetentes sin capacidad para la autodeterminación, la prensa estadounidense y los políticos de los años cuarenta y cincuenta afirmaron que los lugareños deberían estar eternamente agradecidos por la benevolencia estadounidense. Y que los ciudadanos de la Isla no tenían la madurez suficiente para que Estados Unidos renunciara al control. Tras las protestas de 1947, los periódicos citaron ampliamente al diplomático estadounidense Ellis Briggs; “Es hora de que Cuba crezca”. La narrativa de que los cubanos eran niños continuó como un método de larga data para justificar la hostilidad contra la Revolución. Los medios describieron constantemente a Fidel Castro como un niño mimado. Era mucho más fácil denigrar al líder del movimiento y a sus partidarios que hacer un examen honesto de los argumentos de la Revolución. Hasta el día de hoy, la hostilidad estadounidense, expresada en las políticas de cambio de régimen, constituye un síntoma de ese principio histórico de “los cubanos ineptos que necesitan ser salvados por la benevolencia estadounidense”. Durante 60 años, Washington ha creído que, para lograr ese objetivo, estos “rebeldes obstinados” deben ser castigados (un reflejo de su falta de inteligencia y madurez) para que así destituyan a su gobierno. Para ocultar esa perspectiva racista y despectiva, Estados Unidos afirma constantemente que el embargo y otras políticas de cambio de régimen están dirigidas al gobierno. No es así; el daño siempre ha estado dirigido a los ciudadanos que apoyan a la Revolución.

Cuando triunfó la Revolución, Estados Unidos estaba bien afirmado en su oposición a una sociedad cubana independiente. Desde entonces, esa transformación social ha sido el pararrayos contra la agresión estadounidense. La creación de atención médica universal, el establecimiento de la educación gratuita, el ofrecimiento de viviendas asequibles, trabajar por una sociedad que disminuya los prejuicios raciales y de género, todos han sido esfuerzos loables, especialmente para un país en desarrollo. Más aún para uno que está bajo el constante antagonismo de la nación más poderosa de la tierra, precisamente por implementar esos programas de justicia social. La base fundamental de la Revolución siempre ha sido poner fin al control extranjero, establecer una verdadera independencia y lograr cambios sociales para el mejoramiento de todos sus ciudadanos. Aspiraciones loables que merecen elogios, no su destrucción.

Por lo tanto, la oposición de Estados Unidos a la Revolución no se basa en diferencias ideológicas, excusas transitorias de legalidad con respecto a cuestiones de propiedad o incluso críticas poco sinceras sobre los derechos civiles. Se fundamenta en la histórica oposición a la soberanía cubana, expresada en los falsos relatos de las insuficiencias de las personas que allí habitan, y la incredulidad de que exista una mayoría honesta e inteligente que apoye a sus líderes. La política estadounidense es la arrogancia de los poderosos que no están dispuestos a respetar las decisiones de aquellos a quienes consideran inferiores. Es un eco de la narrativa de que el cubano es un niño, al que hay que reprimir hasta que acceda a la voluntad de sus padres.

Esas actitudes sesgadas han conducido constantemente a una mala interpretación de los acontecimientos sobre el terreno. Esto se hizo claro y evidente durante el movimiento de la Primavera Árabe en 2011. Los críticos miraban expectantes hacia una reacción cubana similar. La exsecretaria de Estado Condoleezza Rice habló sobre esta previsión en una universidad de Dallas en 2011:

Sí, bueno, si yo fuera Hugo Chávez, que ha destrozado su país, o los Castro que ni de lejos han ayudado a su país, estaría preocupada por lo que está sucediendo en el Medio Oriente, porque, incluso aunque los pueblos de Cuba o Venezuela no puedan actuar de la misma manera, sabemos que hay una agitación dentro de ellos por ser parte de este gran movimiento por la libertad.

Rice y otros se equivocaron en gran medida porque la mayoría en Cuba apoya al gobierno. La sociedad del Medio Oriente estaba predominantemente controlada por un liderazgo percibido como influenciado por el extranjero (Egipto) desconectada y despreocupada por las masas (Túnez) hasta el punto de un conflicto activo con intereses populares (Libia), o donde la población sentía que tenía poca salida para sus quejas y pocas organizaciones que las abordaran; fuera de la opción religiosa extrema. Se puede ver que la sociedad cubana opera en función de quienes están dispuestos a participar dentro de los parámetros organizados socialistas.

Los cubanos que participan activamente en las organizaciones de masas o en el creciente número de ONGs (organizaciones no gubernamentales) respaldan la percepción de tener un interés en la Revolución y la capacidad de contribuir a la política del gobierno. La participación funciona como un derecho social, lo que hace poco probable un movimiento para derrocar al gobierno a nivel de base, independientemente del daño que inflijan los programas de cambio de régimen. Las organizaciones de masas operan además para dar confirmación a las declaraciones de participación democrática del gobierno. Estos medios para la voz del público ayudaron a mantener el sentido de mérito revolucionario durante las peores perturbaciones del Período Especial tras el colapso de la Unión Soviética, hace más de 30 años, y la defensa contra las agresiones actuales de Estados Unidos.

Desde el Período Especial, el gobierno cubano ha intentado expandir el interés del individuo hacia el bienestar económico y social de la nación. Sigue habiendo profundidad en la lógica de la Revolución, que vale la pena salvar, y esto, combinado con el sentimiento aún válido de proteger al nacionalismo cubano del regreso a la hegemonía estadounidense, facilita el movimiento en la dirección de la reforma a través del compromiso y no de la confrontación violenta o la agitación social como se vio a lo largo de las tierras árabes. Las acciones acaecidas en el Medio Oriente apuntaron a la toma del control del poder nacional por parte de las masas, las reformas de Cuba son para refinarlo pues ya existe.

Más recientemente, la última década ha sido testigo de la apertura y el cierre de la estrategia de cambio de régimen de EE. UU. En 2014, el presidente Obama tendió la mano de Estados Unidos, convencido de que la Revolución terminaría bajo la oferta de amistad estadounidense en lugar de continuar la estrategia de hostilidad. El proceso de normalización, con su afluencia de turistas estadounidenses, cultura, perspicacia comercial y conceptos de democracia al estilo estadounidense, tenía como objetivo convencer finalmente a los cubanos de que pusieran fin al experimento socialista. Si bien la política era nueva, el objetivo seguía siendo el mismo: cambio de régimen. Al menos eso es lo que Obama declaró públicamente. Lo que sucedió fue que los estadounidenses aprendieron más de los cubanos y de la sociedad revolucionaria que, al contrario. Con la elección de Donald Trump, el proceso terminó en 2016; los últimos dos años han sido escenario de un regreso significativo y enérgico a la hostilidad estadounidense.

La expectativa es que el nuevo presidente Joe Biden regrese al enfoque de Obama; si eso sucede y cuándo sucederá, sigue siendo un tema especulativo. La posibilidad de una verdadera normalización puede provenir de la creciente cantidad de opiniones legales que indican que un presidente aún conserva la autoridad exclusiva para poner fin al embargo, independientemente de la percepción del control del Congreso en virtud de la Ley Helms-Burton.

El año recién transcurrido ha sido particularmente difícil para la sociedad cubana, no solo en el enfrentamiento a la agresión de Trump, sino para lidiar con el daño económico adicional impuesto por la COVID.

Aun así, la sociedad cubana sobrevive y trabaja para mejorar. La nación está abordando ahora un nuevo plan económico: el programa de conversión monetaria. Como ocurre con cualquier cambio de esta importancia, se identificarán ganadores y perdedores. La esperanza y la expectativa es que el gobierno mejorará aquellos elementos más perjudiciales.

Independientemente del resultado, la Revolución seguirá evolucionando, cometiendo errores, mejorando y comprometiéndose con quienes la apoyan y desean una sociedad mejor. Y luchando para acabar con la injerencia extranjera en sus asuntos internos.

Cuando Estados Unidos respete finalmente la determinación del pueblo cubano de mantener la soberanía nacional a través de la Revolución, sólo entonces terminará la hostilidad. Sólo entonces la sociedad cubana será libre de trabajar en pos de sus anhelados objetivos. Hasta ese momento, la Revolución seguirá obteniendo grandes logros en condiciones particularmente adversas.

*Periodista independiente ha escrito sobre asuntos cubanos para una variedad de publicaciones como Toronto Star, The Guardian, Florida Sun Sentinel, el Council for Hemispheric Affairs, North American Council on Latin America, Monthly Review, Progresso Weekly y otros. Es miembro del Instituto de Exactitud Pública (IPA) en su lista de expertos para Asuntos Cubanos. Conferencista sobre Cuba en varios países, incluso en las Naciones Unidas, en Nueva York. Autor de los libros Voces del otro lado: una historia oral del terrorismo contra Cuba y Cuba sitiada: política estadounidense, la revolución y su gente. Su último libro, Manufacturing the Enemy (Fabricando el Enemigo), Pluto Press 2019, examina la cobertura sesgada de los medios corporativos sobre la Revolución Cubana.

Tomado de: La Jiribilla

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El Club Antinglobalista: Consideraciones sobre un golpe de Estado vikingo en Washington

Foto Europa Press

Por Mauricio Escuela @MauricioEscuela

Los bárbaros llegaron hasta el Capitolio. Nada pudieron hacer la guardia pretoriana, ni las leyes ni políticos de uno y otro partido. El aluvión vino desde las calles disfrazado de animal salvaje, con el aullido de los rabiosos y la fuerza de los impotentes. Personas de clase media baja y pobres en su mayoría, conspiranoicos de Internet, asaltaban las sillas del poder, sentándose en el sitial del líder del Congreso o entrando en las oficinas de las dependencias, como si hubiese caído para siempre la civilización. La correría vikinga enarbolaba las banderas del sur norteamericano y el nombre de Donald Trump, los símbolos de la Norteamérica blanca y supremacista. Casi diríamos que estos bárbaros, sin nombre ni batallas, eran los sucesores posmodernos de Jefferson Davis y las huestes que en el siglo antepasado reivindicaran la separación y el caos.

¿Qué ha sucedido en el Congreso norteamericano?, por más que se lancen análisis, teorías de la conspiración y series televisivas, el fenómeno tuvo dos dimensiones. La primera, hechológica, con su origen en el discurso que realizara Trump, llamando a desconocer una vez más las elecciones y su certificación en la cámara legislativa, lo cual generó en sus seguidores envalentonamiento y determinación al asalto. La segunda causa se hunde en un país que no ha logrado saldar deudas de desigualdad, racismo y xenofobia, con el consiguiente golpe que ello acarrea hacia un sistema político cuya estructura es federativa. O sea, una unión de estados o países no debiera, por fuerza de la lógica, poseer un único paradigma cultural legítimo a nivel de política ni de discurso social. Con el asalto de los bárbaros, representantes de los setenta millones de votantes de Trump, la Norteamérica blanca volvió a dejar claro que no entiende la derrota y que sacará su rifle, como en los viejos tiempos del salvaje oeste, o el hacha en la lejana era de Erick el Rojo.

Crisis estructural

Ambos partidos, demócrata y republicano, azuzan los odios y las divisiones, segmentando a los votantes a su favor, en un rejuego político. Más hacia el espectro liberal de izquierdas, personas como el electo Joe Biden usan el discurso de la inclusión y la diversidad para promover una imagen de respeto a los derechos humanos. Sin embargo, recordemos que esa treta, durante la administración Obama, no solo sirvió para fines electorales, sino para echar abajo otros gobiernos, justificando así invasiones y genocidios donde bien poco se respetó el derecho elemental a la vida y la soberanía.

El Partido Demócrata, fuertemente financiado por pesos pesados del globalismo como George Soros, se apega a una estrategia que, apuesta por la implosión desde adentro, utilizando la segmentación diversa y de apariencia emancipatoria. En cuanto a sus contrarios republicanos, conocen etnográficamente la Norteamérica profunda, con el legado de supremacismo blanco que ello conlleva, y saben azuzar las frustraciones y las rabias a partir de la creación de corrientes racistas de acción y pensamiento.

¿Adónde van a llevar ambos partidos esta polarización?, quizás a una guerra civil o el desmembramiento del país. La manera de hacer política en este sistema ha abandonado los cauces democráticos burgueses y asumió hace tiempo el discurso del vale todo, de la post democracia y la post verdad. Poco importan los hechos, lo que interesa es conservar el poder, aunque ello implique el desconocimiento de las reglas. Por eso Trump apeló a las masas y la lucha de calle cuando se vio perdido. La caída en picada de los mecanismos y del prestigio de una manera de gobernar poco importa, cuando se tiene una visión de élite de la política. Aunque los medios globalistas se encarguen de decir mentiras, negándolo, tanto Antifa como Black Lives Matter cumplieron una función electorera y de caos, financiada por los demócratas. La violencia y el odio, desatados en los últimos meses, pudieran no tener vuelta atrás, pero dicho impacto sociológico poco les importa a los políticos y al establishment. Los supremacistas blancos, enarbolados en las redes sociales por Trump, promueven un movimiento cuyo callejón sin salida se hace evidente en un país donde cualquiera tiene armas de fuego.

Vistos estos factores, es casi comprensible la invasión bárbara al Capitolio, el primer intento de golpe de Estado que se conozca en Norteamérica. El terror ante las consecuencias de lo sucedido se vio de inmediato en el rostro de los congresistas, que salieron huyendo por los túneles del recinto. Ni ellos mismos, miembros de la cúpula del sistema, escaparían a un linchamiento de esas tropas de asalto facinerosas y sin límites, que llevaban una versión 3.0 del Destino Manifiesto.

Paralelismos

Los errores de algunos analistas situados a la izquierda están en colocar a los seguidores de Trump dentro de una élite o clase media alta, que se confabula contra negros y emigrantes. En realidad, los votantes del saliente presidente son en su mayoría pobres, lo que en el argot clasista se conoce como White trash, norteamericanos blancos con problemas económicos, a los cuales la derecha les ofrece una explicación alternativa y falsa de la crisis. Estos ciudadanos están entendiendo, a su manera básica de pensar, que el sistema les ha dado una puñalada trapera y que es hora de actuar por fuera de las reglas, colocando a un hombre fuerte en el poder, que les devuelva la grandeza y seguridad perdidas. Si bien es cierto que la élite globalista mundial se confabula para destruir y someter al resto del 99 por ciento de la humanidad, ello tiene una explicación clasista y de supervivencia del régimen más que desde las historias alternativas echadas a rodar por la derecha nacionalista tipo Trump.

El paralelismo con la Alemania posterior a la Primera Guerra Mundial es inevitable, si analizamos la presencia de la misma idea común en germanos y estadounidenses blancos: los de afuera, los extranjeros, los conspiradores, nos quitaron lo que somos y que antes poseíamos. Entonces, ¿para qué respetar las reglas? ¡Al ataque! El nazismo alemán fue más un producto sociológico del odio del pueblo llano que un fenómeno de millonarios, si bien hay que apuntar la participación de los banqueros, industriales y la élite internacional en el rearme alemán de entreguerras. Con el mayor ejército del mundo aún y con una población que dispone de rifles al por mayor, Estados Unidos pudiera ser el escenario de un movimiento antisistema en el mal sentido, o sea en el de las historias alternativas de la derecha racista. Ya de hecho Trump habla de continuar la lucha política en las calles y de una tercera fuerza para regresar en el 2024. Ello, de concretarse y tener pujanza, quebraría también el bipartidismo norteamericano.

En cuanto al uso de los medios de prensa, hay una semejanza entre el papel de la radio en el ascenso de Hitler y la función que, en las redes sociales, juega Trump. No podrá analizarse a esta Alt Rigth (derecha alternativa, como se la conoce), sin que se tengan en cuenta los foros y sitios de discusión donde se cuecen teorías conspiranoicas, todas en torno a la leyenda de la puñalada trapera y la llegada del mesías salvador. Las masas siguen esperando un caudillo, un populista, que las lleve a un estadio de restauración del paraíso perdido o de la utopía o el sueño americano en este caso. Hitler y la radio en su momento, con los discursos electrizantes y dramáticos. Trump y las redes, con el impacto de ideas sin base, pero que ruedan hasta volverse “verdades”.

Fuera de control

Lo peor es que los globalistas plantean acelerar lo que llaman el Gran Reseteo de la Economía, que incluye, entre tantas otras metas, la abolición del dinero y el ascenso de una cripto moneda única. Para hacer esto, solo deben ponerse de acuerdo las reservas de divisas mayores del mundo, incluyendo a la federal norteamericana. Bajo el gobierno nacionalista de Trump tal acuerdo era imposible, pero probablemente Biden sí le dé el visto bueno. El Partido Demócrata tiene una proyección mucho más sistémica y funcional dentro de la maquinaria de reciclaje del capitalismo.

¿Qué implica dicho acuerdo financiero?, el fin de las reglas impuestas durante la Conferencia de Breton Woods, cuando el dólar se erigió como divisa universal. Con ello, la artificiosa economía norteamericana experimentará una caída en picada, ya que dejará de pagar con papel, impreso sin costo alguno, la adquisición de bienes de consumo y servicio. Se calcula que el descenso en el nivel de vida del ciudadano medio será hasta un 22 por ciento, con lo cual Estados Unidos deberá vivir de su propia fuerza como país, y no más de una economía inflacionaria. La relación entre desempleo, pobreza y caída del nivel adquisitivo y el ascenso del ultranacionalismo de Trump pudiera volverse una espiral recurrente, en la cual queden abolidas las reglas democráticas formales y se le dé paso a un populismo fuerte, apoyado por millones, con la falsa ilusión de “hacer a América grande otra vez”. El ciudadano medio de aquel país, difícilmente aceptará con tranquilidad y resignación las consecuencias de un nuevo Breton Woods.

El cambio que desean los globalistas está provocando, sobre todo desde que inició la pandemia, que muchos propietarios cambien sus fortunas por bienes raíces, oro y plata, así como que Rusia y China hagan lo mismo, dado el efecto dominó que ello tendría sobre sus economías. De hecho, el gigante asiático posee las mayores reservas de dólares, por lo que se vería afectado. La agenda globalista, con la cripto moneda, haría pues una jugada perfecta contra sus enemigos proteccionistas de derecha e izquierda. Estamos hablando de familias a las cuales poco les interesa otra ideología que no sea la autoconservación de su poderío, el cual se basa en la banca. Ante el peligro de que la burbuja de dólar los llegue a afectar, el Club Bilderberg y el Foro de Davos prefieren hundir a Estados Unidos en el caos y la decadencia. El capitalismo no tiene patria.

Fuera de control, el odio de las masas podrá sobrepasar cualquier predicción. Este desenlace ya se veía venir desde que Trump, invitado de honor a Davos en 2018, dejara claro que no entraría en el reseteo económico y que sería proteccionista con los fondos y privilegios de imprenta de la Reserva Federal, último reducto a fin de cuentas del poder norteamericano sobre el resto del mundo. Aquella postura marcó el resultado de las elecciones del 2020, los globalistas buscaron la manera de una transición, al precio que fuese. La respuesta será más caos, violencia, confusión y, por supuesto, la continuidad de la lógica de la muerte y el saqueo.

Lo visto en Washington es solo el principio, la masa será utilizada como lo fue en Alemania, porque los medios están dispuestos para eso de uno y otro bando dentro de las pugnas del poder. La primera víctima, como en toda guerra, es la verdad.

Tomado de: Cuba Sí

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“Un país de maricones”

Vilma Vargas (Ecuador)

Por Miguel Lorente Acosta @Miguel__Lorente

El machismo tiene dos grandes vías de hacerse presente, una es el refuerzo de su modelo a través de la potenciación de sus elementos (ideas, valores, mitos, estereotipos, costumbres, tradición, creencias…) y otra, por medio de personas que actúan como referente y “portaltavoces”, una combinación de “portavoz” y “altavoz” que lleva sus palabras a todas las esquinas de la sociedad, y sube el volumen de su mensaje para que todo el mundo lo escuche.

Desde que con el cambio de milenio las políticas de Igualdad comenzaron a hacerse realidad de una manera más coordinada, profunda en cuestiones esenciales y transversal, las posiciones tradicionales del machismo entraron en una especie de silencio decidido que, desde el punto de vista estratégico, se tradujo en una resistencia general y en una crítica puntual, en gran parte basada en la generación de confusión sobre los elementos que definen la realidad, para así crear la sensación de amenaza y ataque. Es lo que hemos denominado como “posmachismo”. Pero nadie defendía públicamente los postulados más tradicionales ni cuestionaba los derechos de las mujeres, tampoco la necesidad de actuar contra la violencia que sufrían. Se resistían, pero no atacaban de forma directa y explícita, al menos desde posiciones institucionales y de representación.

Todo ello cambió con la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos con su machismo exhibicionista. De repente, todo el temor a plantear en voz alta lo que en verdad se pensaba desapareció, y la política, las tertulias y las columnas se llenaron de palabras que unieron por primera vez en su mensaje la crítica a la igualdad y sus políticas y el ataque a quien las promovía, especialmente al feminismo y a los partidos de izquierdas por desarrollarlas. La derecha se llenó de “conservadurachismo”, una combinación de conservadurismo al uso y de machismo explícito, y los líderes se dieron cuenta de que jugar con ese mensaje daba puntos y votos. Así ocurrió con la ultraderecha, que aprovechó lo que ella misma considera la “derechita cobarde” y su posición, para plantear estos temas “negacionistas” de la desigualdad y la violencia de género de forma directa y vociferante.

Ahora, uno de los discípulos más avanzados de Trump, Jahir Bolsonaro, ante la dramática evolución de la pandemia en Brasil ha intentado reforzar sus ideas y modelo al manifestar hace unas semanas que, “todos vamos a morir algún día. Tenemos que dejar de ser un país de maricones”.

Al margen de las responsabilidades que emanan de unas declaraciones de este tipo en quien tiene la posición para evitar que el impacto de la pandemia alcance la dimensión catastrófica que ya tiene en su país, sus palabras reflejan el modelo de sociedad que quiere y defiende. Para Bolsonaro y el machismo todo lo relacionado con las mujeres es negativo, puede ser bueno si lo hacen ellas, pero es malo si lo hacen los hombres.

De manera que los cuidados y una actitud temerosa ante la realidad, al ser elementos históricamente asociados a las mujeres, cuando se relacionan con los hombres hace que estos pierdan su condición, y se conviertan en una especie de quimera. Un ser con una doble estructura, la de “hombre-mujer” en la que lo femenino desvirtúa la condición masculina y la convierte, directamente, en lo que él considera que es un “maricón”. Un hombre que no es hombre, porque ser hombre es un pack que incluye la heterosexualidad junto a la fuerza, ser duro, no necesitar cuidado ni cuidar, esconder las emociones, no expresar afectos…

Y todo lo que no sea de ese modo es un desorden social, no una opción individual, porque el machismo ha definido una cultura que interpreta la naturaleza bajo una referencia antropocéntrica, y al antropocentrismo desde una visión androcéntrica.

De ese modo la realidad social es la que viene definida por la cultura a partir de esa concepción antropocéntrica de la vida que toma a los hombres como referencia. De manera que esta creación sitúa a los hombres como reyes de la creación, y a su creación (la cultura y la sociedad) como reino para su reinado.

Y en ese reino los hombres son los reyes y todas las demás personas sus súbditos, tanto más sometidas cuanto más se alejen del modelo dado y de las funciones, roles, tiempos y espacios definidos para ellas.

Para el machismo es preferible que la gente muera por cientos de miles que faltar a las referencias del modelo. Y no solo ocurre ahora con la pandemia y el COVID-19, ha sucedido siempre, como demuestra el hecho de que la identidad masculina esté en la base de conductas como la violencia homicida, el suicidio, los accidentes de tráfico y laborales, la mortalidad por enfermedades que necesitan de una detección precoz y un cuidado personal… en las que los hombres aparecen sobrerrepresentados.

Pero al machismo y a sus líderes parece darle igual todo ello, para ellos y su modelo, más vale un machista muerto en el ejercicio de sus funciones que un “maricón” en la calle.

Tomado de: Blog del autor

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El hombre hueco

Foto The New York Times

Por Rosa Miriam Elizalde

El último episodio de Trump contra Cuba es casi divertido. Después de más de 140 sanciones desde 2017, sin casi nada más que arrebatar a los cubanos e incumplida la promesa de disciplinar a la Isla comunista, se despide de la Casa Blanca con el acto ridículo de meter en su lista negra a la empresa que comercializa el café Cubita.

¿Ha habido alguna vez en la historia algún líder en el que la discrepancia entre el alcance global de su poder y la ridiculez de su persona haya sido más patética? Quizá algún emperador romano. Nerón, por ejemplo, quien, además de déspota, machista y pirómano, mandó asesinar a su madre, Agripina, parece que envenenó a su hermanastro, Británico, ejecutó a su primera esposa, Claudia, y mató de un puntapié a la segunda, Popea, en pleno embarazo. Pero tocaba la lira, y en el gusto por la música aventajó a Trump, aparte de que no se le habría ocurrido decretar el incendio de Roma y, a la vez, prohibir la circulación del vinagre, una bebida que mezclada con miel era tan popular en el Siglo I como el café ahora.

Los cubanos estamos tan hartos de Trump que el eco de lo que hace en estas últimas semanas de su presidencia nos llega amortiguado, rondando ya la ladera de la indiferencia. Después de haber cortado las remesas, los viajes de los norteamericanos y de los barcos petroleros, después de la persecución a empresas de terceros países y de las multas mil millonarias a los bancos que operaban con Cuba, casi nadie le ha dado importancia a esta ocurrencia contra la distribuidora de café. Y los que se enteraron, pusieron la anécdota al final de la larga cola de fracasos del Nerón gringo.

Acá la vida cotidiana convive con otros sones. El próximo 1 de enero sale de circulación el peso convertible (CUC) y Cuba iniciará su proceso de unificación monetaria, que ha tardado siete años en concretarse. Quedará una única moneda oficial, el peso cubano (CUP), con una tasa de conversión de 24 pesos por dólar, lo que han dejado mal parados los pronósticos de una severa devaluación de la moneda nacional. La llamada “Tarea Ordenamiento” viene acompañada a su vez por una reforma de salarios, pensiones y subsidios para las personas más vulnerables.

El presidente Miguel Díaz-Canel reconoció que el fin de la doble moneda no será “la solución mágica a todos los problemas” de la economía, pero “permitirá avanzar de manera más sólida”, en un contexto marcado por la crisis económica internacional, la Covid-19 y los efectos del bloqueo de Estados Unidos.

En este punto, los que se esfuerzan en ignorar las sanciones unilaterales del poderoso vecino contra la isla y sus operaciones abiertas y encubiertas, le dan la exclusiva del drama económico cubano a la burocracia y a la ineficiencia gubernamental, mientras que un capitalista de tomo y lomo como Patrick Chovanec, profesor de la Universidad de Columbia, ha recordado este martes que “no se niega la ayuda médica y humanitaria a una población debido a desacuerdos políticos, aun en la guerra”. (Por cierto, el ex Secretario de Comercio de la administración Bush, Carlos Gutiérrez, reaccionó instantáneamente al tuit de Chovanec: “¡Esto es lo que le hemos hecho a Cuba durante 60 años! Es hora de un cambio de política.”)

El desabastecimiento y la incertidumbre han disparado las colas y los precios en el mercado negro, al tiempo que el gobierno enfrenta la especulación y a los acaparadores, y reconoce la impopularidad de las tiendas que operan solo con divisas, una medida que intenta reorientar a la economía interna el dinero que se escurría fuera del país. Se hacen malabares para que las familias reciban su inalterable canasta básica de alimentos, mientras las autoridades aseguran una y otra vez que “nadie quedará desamparado”.

Pero el año más duro que han vivido los cubanos en mucho tiempo termina con una formidable noticia: la “Soberana 02”, el candidato nacional de vacuna contra la Covid 19, ya comenzó la fase dos de ensayos clínicos y es el primer fármaco de su tipo en América Latina en avanzar a esa etapa. De los más de 200 proyectos de vacunas que se gestionan en el mundo, “Soberana” es la número 30 de 14 países que han recibido autorización de la entidad regulatoria correspondiente para avanzar a los ensayos con seres humanos.

En medio de todo esto, imagínese el drama de los que intentan interpretar las últimas horas de la política internacional estadounidense bajo Trump y descubren que la empresa Kave Coffee recibió toda la atención del presidente en la agonía final de su mandato, por el pecado de vender café Cubita. Es un insulto hasta para la memoria de Nerón. Recuerda la letanía final del poema de T.S. Eliot “Los hombres huecos”: “Así es como el mundo acaba/ Así es como el mundo acaba/ Así es como el mundo acaba/ No con un estallido sino con un gemido.”

Tomado de: La Jornada

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