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Instigar una “primavera cubana”

Por Manuel Hevia Frasquieri

Amplios reportajes fílmicos sobre las gigantescas revueltas populares en Túnez, Egipto y Libia a lo largo de 2011 describían el uso masivo por los manifestantes de plataformas de Internet en las redes sociales. Aquellos jóvenes intercambiaban mediante sus celulares todo tipo de consignas, denuncias o recibían indicaciones de las organizaciones que lideraban aquellas revueltas, mantenían una interacción con otros manifestantes con los que se reunían en parques y avenidas, trasladaban imágenes en vivo a los medios de prensa o mensajes en la red sobre lo que estaba ocurriendo.

Las nuevas herramientas permitían visibilizar en todo el mundo, de acuerdo a patrones dictados por Washington en las plataformas y reses sociales, la intensidad y la violencia de las protestas antigubernamentales y su represión policial. Un destacado asesor de la política yanqui comentaría años después sobre aquellos sucesos y lo que significó para el accionar político de su país integrar estas redes en sus herramientas diplomáticas, convertidas en “aceleradores de un supuesto cambio democrático en el Medio Oriente”.

Mientras tenían lugar aquellos eventos en 2011 algunas operaciones encubiertas patrocinadas por la USAID y la NED, visiblemente relacionadas a los servicios especiales norteamericanos, venían ejecutándose desde tres años antes para instigar lo que los propios norteamericanos denominaron como una “Primavera Cubana” al estilo del Medio Oriente.

Nuevos programas sediciosos en marcha

Un documento informativo elaborado por la USAID sobre el programa secreto “Apoyo a la sociedad civil cubana” fechado el 28 de enero de 2009 en San José, Costa Rica, constituye una prueba irrefutable de la naturaleza sediciosa e injerencista de estos proyectos. El programa fue promovido por la USAID a través de su “Oficina de Iniciativa para la Transición» (OTI), con participación de otras instituciones como Creative Associates International de Costa Rica y Communications, Control Systems and Signal Processing, y otras entidades que se incorporarían sucesivamente o actuarían en estrecha coordinación desde otros proyectos paralelos en curso.

Este programa se extendería por un periodo inicial entre 2008 y 2011 siguiendo la norma de la mayoría de sus proyectos, los que renuevan sus asignaciones monetarias en posteriores años fiscales.

El programa develaba el dominio de un alto nivel de datos e informaciones sobre la realidad interna cubana, resultado de estudios previos de situación operativa propios de la actividad de inteligencia.

Este documento reflejaba con cinismo sus preocupaciones sobre los obstáculos y el riesgo que enfrentaban al realizar estas acciones dentro de Cuba dada la hostilidad existente contra sus programas. Esto podría explicar la aplicación por la USAID de fuertes protocolos de seguridad para sus subcontratistas como se aprecia en sus documentos de trabajo.

Valoraban con cinismo la crisis económica existente en el país como una oportunidad estratégica para sus objetivos, que facilitaba en gran medida el desenvolvimiento de sus programas subversivos a lo interno.

Con total desfachatez expresaban en sus documentos originales que la crítica situación de la economía cubana “le resta legitimidad al gobierno cubano e incrementa la motivación de los ciudadanos al cambio”.

El mega proyecto “Apoyo a la sociedad civil cubana instituyó sin dudas un novedoso modelo subversivo que ha mantenido su vitalidad hasta nuestros días.

Esbozó como “Misión” promover “la transición en Cuba, sacar el país del estancamiento a través de iniciativas tácticas y poner en movimiento el proceso de transición hacia el cambio democrático”.

Al definir el éxito final al que aspiraban sus promotores expresaron: 1) “Una variedad de plataformas ciudadanas están establecidas sólidamente como organizadores comunitarios legítimos (las consideraban como vehículos para el involucramiento comunitario).”  2) “Las plataformas comunitarias están activamente involucradas en los procesos de cambio (las concebían como Iniciativas de terreno promoviendo la eficacia de la base hacia arriba)”.

La última afirmación del documento remataba un enfoque retrógrado y confuso al postular: “En última instancia, el éxito significa que cuando aparezca la oportunidad de posibles reformas sociopolíticas la sociedad cubana esté preparada para ser parte de la conversación”.

El enemigo pretendía desconocer la capacidad del pueblo cubano para decidir su futuro. Nuestra sociedad ha demostrado con creces estar preparada para asumir los cambios socioeconómicos que necesita la nación. La aprobación mayoritaria de su nueva Constitución de la República es evidencia de ello.

De acuerdo a este programa la USAID estableció sólidos puntos de vista para un trabajo sedicioso y conspirativo de largo alcance al concebir en una primera fase la construcción de “plataformas ciudadanas”, estructuradas, preparadas y con variados propósitos; las “plataformas de comunicaciones masivas alternativas” con “un acceso masivo, contenido inteligente y no censuradas”, y los denominados “espacios para reuniones masivas, no amenazantes para el estado”.

Tras la apariencia externa de estas formulaciones que poseen una identidad social reconocida en el mundo, subyace el trasfondo engañoso del enemigo que aspira a utilizar estos mecanismos sociales como un artilugio de hostilidad y odio contra la Revolución en un renovado intento de restauración de un sistema abolido por nuestro pueblo desde 1959.

El enemigo intenta engañar al mundo negando la legitimidad de las plataformas ciudadanas surgidas al calor de la Revolución cubana durante más de sesenta años, mientras intenta fabricar y proclamar otras que brinden cabida a los intereses de mercenarios, traidores y anexionistas al servicio del imperio yanqui.

Estas formulaciones no eran letra muerta o un ejercicio teórico pues se ejecutaban a toda marcha contra Cuba como fue la operación encubierta Zunzuneo, una plataforma comunicacional alternativa que se desplazó entre 2009 y 2011 enmascarada tras una red social de mensajería que alcanzó más de 45 mil usuarios, principalmente jóvenes y la organización de unos 1 331 grupos,

El programa “Apoyo a la sociedad civil cubana” se atribuyó un “logro significativo sin precedentes” con la creación de Zunzuneo, el que estaba dirigido a promover comunicaciones independientes “que brindarían un acceso futuro a los móviles de más de 400 mil cubanos”.

Este programa se atribuyó también “un crecimiento significativo en el movimiento contracultural” de la juventud en la capital, atribuyéndose como logro una supuesta “marcha contra la violencia celebrada en noviembre 2009”. Un incidente como este había tenido lugar en esa fecha  como parte de una provocación organizada por elementos contrarrevolucionarios internos, en la que algunos jóvenes instigados por estos habían desfilado entre las calles G y J en la barriada del Vedado, lo que no tuvo mayor trascendencia en la población.

Una segunda fase del trabajo subversivo de este programa estaba referido “al apoyo de iniciativas para la rendición de cuentas de abajo hacia arriba”, las que perseguían trasladar preocupaciones que ellos catalogaban como “legítimas” a los líderes de las comunidades, para que se convirtieran en “presiones públicas, viables y exitosas”, como una forma más de presión contra las autoridades locales.

Esto último no era algo nuevo. Es un componente básico de la doctrina del golpe suave recogidas en los manuales de “lucha noviolenta” del politólogo norteamericano Gene Sharp, que sirvieron de marco doctrinal de las acciones subversivas durante el derrumbe del socialismo en Europa Oriental y más tarde en las denominadas revoluciones de colores y la Primavera Árabe. Actualmente es enaltecida en el discurso político de la derecha cubano- americana y por organizaciones terroristas de Miami.

Esta metodología es el componente principal del “Modelo para el cambio social” que propone este programa enemigo.

El mismo aboga por el fortalecimiento de un liderazgo y una estructura comunitaria a nivel de base, la sucesión de “pequeñas victorias” que incrementen la motivación y la participación de la comunidad y las presiones de abajo hacia arriba a favor de reformas socio económicas; según este programa esto haría posible nuevas presiones reformistas internacionales sobre el país y finalmente presuntas negociaciones con el gobierno a favor de reformas que incluirían la participación de la sociedad civil.

Pero el modelo de sociedad civil en Cuba que concibe el enemigo es contrario a la participación mayoritaria de organizaciones sociales, políticas y de masas inspiradas en un rumbo revolucionario que define el carácter de nuestro modelo socialista. Obviamente, el enemigo excluye también de este “modelo para el cambio social” a la guerra económica que ejecuta contra Cuba y a las millonarias asignaciones de la propia USAID y a la guerra mediática y de influencia subversiva que actúan permanentemente sobre el entorno social cubano.

Estas son precisamente sus palancas para tratar de forzar ese supuesto “cambio” y constituyen el principal arsenal subversivo para empujar al país a la desestabilización y el caos interno.

Un elemento novedoso de este programa subversivo es el trabajo dirigido contra “personas claves” dentro  la población a los que segmenta o divide no por su edad, nivel económico, cultural o  posición social sino por su supuesta “lealtad al régimen”.

Lo anterior introducía un nuevo criterio de selección del “potencial” en el país a trabajar por el enemigo, sin duda voluble y arbitrario, copiada según sus propias fuentes de las experiencias del movimiento de oposición serbio OTPOR en las denominadas revoluciones de colores, el que segmenta la población en cinco grupos.

Obviando cualquier análisis sobre la inconsecuencia de esta fórmula introducida en este programa de la USAID me limitaré simplemente a explicarla a los lectores.

El grupo 1 es considerado por el enemigo como el “activamente leal”.  Pero el énfasis principal de su trabajo futuro de influencia recaería sobre los ciudadanos a los que catalogaba supuestamente como “pasivamente leales” (grupo 2) y los llamados “neutrales” (grupo 3).

Entre los “pasivamente leales” el enemigo ubicaba a los “ciudadanos escépticos pero simpatizantes del régimen”. Entre los “neutrales” situaba caprichosamente a los cuentapropistas, agricultores pequeños y a los operadores del mercado negro, considerándolos como parte de la “ecuación para un cambio sociopolítico”.

Consideraban que el desafío fundamental de trabajar sobre estos dos grupos era psicosocial, para contrarrestar su apatía y desesperanza y lograr finalmente su deseo “a favor del cambio”.

El objetivo mediato de este programa era incorporar respectivamente los grupos 2 y 3 a las categorías de “desleales pasivos” (grupo 4) y “desleales activos” (grupo 5), convirtiendo según sus palabras, “lo latente en acción”, lo que significaba dotar esta acción de una naturaleza ofensiva y abiertamente contrarrevolucionaria.

Dentro de los “desleales pasivos” el enemigo catalogaba por igual a personas religiosas católicas, jóvenes des-socializados y blogueros en las redes a los que consideraba cada vez más confrontacionales, así como a los ciudadanos de la “cultura subterránea que negocian espacios para la libre expresión”.

Entre los “desleales activos” incluía a los elementos contrarrevolucionarios, los que evaluaba como “carentes de estrategia, coordinación y mensajes tangibles, desconectados del ciudadano promedio, que habían perdido estatura y relevancia internacional, aunque mantenían cualidades como el coraje y poder de permanencia”.

Al margen de la superficialidad o incongruencia de semejante segmentación,  el enemigo aspiraba en esencia a empujar a supuestos ciudadanos pasivos a “un proceso de cambio de régimen”. Para ello promovió un diseño metodológico  dirigido a identificarlos, ganar su confianza, estimularlos a la acción con metas y agendas para el cambio, desarrollarle habilidades de liderazgo, estructurarlos, apoyar sus acciones y conformarlos en redes ciudadanas. Estos componentes mantienen su vigencia en la actuación del enemigo en estos momentos.

Entre los sectores sociales considerados como estratégicos, la USAID y su gobierno incluyeron en este programa a los estudiantes universitarios, la juventud y los que denominan “la contracultura”, los ciudadanos católicos de base, los pequeños agricultores, los afrocubanos, los cuentapropistas, la comunidad LGBT y las víctimas afectadas en esos momentos por un huracán en tres provincias, prioridades que aún mantienen.

Los logros del programa considerados por la USAID

El programa reconocía haber obtenido hasta esos momentos distintos “logros” en su administración e implementación dentro de Cuba lo que demostraba su carácter ilegal e injerencista. Al margen de una posible falsedad o exageración en los datos aportados en este informe, la USAID declaraba con desfachatez haber logrado asociar en estos planes a más de 30 ONGs de quince países latinoamericanos, establecer “relaciones de trabajo” con una red de más de cien jóvenes católicos, mantener relaciones de confianza con ciento veinte cuentapropistas y estudiantes de universidades de cuatro ciudades en el país.

Reconocía también una relación inicial con más de 120 jóvenes que constituían figuras de la “contracultura” y una posible relación futura con más de quinientos “beneficiarios” potenciales de otros sectores. Por último refirieron la “puesta en marcha de una iniciativa para establecer un centro de entrenamiento local para activistas sociales”, cuya existencia no fue posible determinar en esta investigación histórica.

Finalmente, el programa reconoció más de 47 donaciones aprobadas por su gobierno con una cifra superior a los $ 2,32 millones, con $ 1 millón de gastos ejecutados hasta ese momento. Admitió el acceso a una asistencia material que les permitió entregar directamente a sus “beneficiarios” captados unas 70 laptops, 40 celulares y 220 USBs y discos duros externos, así como la “presencia” del programa en seis provincias cubanas como Pinar del Río, La Habana, Villa Clara, Camagüey, Holguín y Santiago de Cuba, en una primera etapa.

La evaluación de los “logros” obtenidos hasta esos momentos reflejaba el optimismo de la USAID y su confianza de que en 2011 habrían alcanzado los objetivos planteados en aquel programa. Pero una vez más subestimaba a la Revolución cubana.

Los casos de Allan Gross y Zunzuneo tributaban a los objetivos del programa “Apoyo a la sociedad civil cubana”,

En momentos que se desplegaba con fuerza el programa analizado en este ensayo histórico el subcontratista norteamericano encubierto de la USAID Allan Gross había arribado al país en 2009 como empleado de la Development Alternative, Inc (DAI) introduciendo ilegalmente medios de infocomunicaciones con los que abasteció y entrenó a redes internas independientes para garantizar una futura interacción entre las pequeñas células creadas y el libre acceso satelital a Internet.

Se trataba de otro proyecto secreto de la USAID operado por un experto en tecnologías de comunicación que había laborado en más de cincuenta países. Según medios de prensa había elaborado sistemas satelitales de este carácter durante las intervenciones militares norteamericanas en Iraq y Afganistán. Alan Gross fue encarcelado y juzgado más tarde por los tribunales cubanos.

En la sentencia dictada por los tribunales quedaba probada su intención de crear condiciones para la difusión de informaciones distorsionadas de la realidad cubana y la promoción de acciones de desobediencia civil cuya fuente de información no pudiese ser detectada por las autoridades.

En esos momentos se desplegaba también otra peligrosa operación encubierta de la USAID conocida con el nombre de “Zunzuneo” que se desplazaba en el sector de las telecomunicaciones, la que promovió a modo de disfraz una gigantesca red social de mensajería para personas jóvenes con temáticas amenas y despolitizadas relacionadas con el arte, el deporte, la música u otras curiosidades. Zunzuneo” fue diseñada especialmente para Cuba por el enemigo a un costo millonario e instaló de forma encubierta una plataforma comunicacional horizontal entre teléfonos celulares de jóvenes usuarios cubanos ajenos a esta nueva patraña.

Por su trascendencia, esta investigación histórica brindará  al lector en el próximo ensayo la forma en que fue articulada internacionalmente esta operación a partir de documentos inéditos de la USAID y sus mercenarios a sueldo.

Muchos lectores coincidirán conmigo que los casos de Allan Gross y Zunzuneo fueron dos operaciones encubiertas dirigidas por la CIA y pagadas por la USAID a un costo millonario.

Fueron sin duda proyectos novedosos de alta tecnología organizados minuciosamente pero inspirados y puestos al servicio de la maldad y el odio hacia Cuba, en momentos que el acceso a Internet se iba desarrollando a pesar de los obstáculos del bloqueo económico estadounidense y que pretendían crear plataformas de mensajería grupal fortaleciendo una relación a todas luces inocente y despolitizada de jóvenes usuarios para crear la simiente de pequeños células dentro de la red social, fuera de todo control de nuestras autoridades.

Era parte también de un trabajo gradual, por etapas, diseñado desde un programa global y estratégico de la USAID buscando escalar en un futuro a la confrontación de mensajes con puntos de vista más confrontacionales, aprovechando cualquier coyuntura favorable para seguir abonando el terreno hacia el proyectado cambio de régimen.

Tras el fracaso de las operaciones de Allan Gross y Zunzuneo, la Radio y TV Martí anunciaron en 2013 la operación «Piramideo», con propósitos similares: crear una red social de “amigos” con fondos de la USAID y estructurar una nueva plataforma de mensajería contra Cuba.

Al año siguiente quedaría al descubierto también el programa «Commotion», pagado por el Gobierno de Estados Unidos, que proyectó fallidamente establecer ilegalmente una conexión inalámbrica WI-FI dentro de Cuba.

La falacia de una Primavera Cubana se derrumbó estrepitosamente.

Todos estos proyectos formaban parte de un vasto plan subversivo abarcador como el de “Apoyo a la sociedad civil cubana”, entre otros 479 programas,  que marcharon desde entonces hasta la actualidad contra Cuba con el beneplácito del Gobierno de Estados Unidos, mediante aportes monetarios calculados en ciento cuarenta y ocho millones, ciento veintiún mil, trescientos cincuenta dólares[1] ($148, 121,350).

No quiero terminar sin brindar nuevos elementos a nuestros lectores sobre la conducta sinuosa de la USAID en la aplicación de sus programas Democracia contra Cuba, las que realiza como agencia federal independiente bajo el control del Departamento de Estado estadounidense.

Los estrictos protocolos de seguridad que la USAID suministra a sus espías

Si alguien tuviera alguna duda sobre el carácter conspirativo de estos proyectos lo invito a leer fragmentos textuales de un protocolo de seguridad entregado por la institución CREA CR, precisamente una de las promotoras del programa USAID analizado, suministrado a sus emisarios que viajaban a Cuba en esos años.

El texto alude a algunos lineamientos de un “plan de emergencia” a seguir en caso de detención o interrogatorio del visitante —entiéndase subcontratista de la USAID— por las autoridades cubanas.

Podría resultar algo inusual en el mundo que una ONG extranjera instruya a un simple turista que visite un país para veranear cual debe ser el comportamiento que debe mantener en caso de ser detenido o interrogado por hechos de carácter político.

En la narrativa de estas indicaciones resalta el interés de la USAID de no divulgar dato alguno sobre la organización que lo envía, el contenido del programa o sus contrapartes, el objetivo de su viaje y mucho menos admitir contactos con “elementos contrarrevolucionarios o contrarias al gobierno” durante su estancia, todo lo cual evidencia el ambiente conspirativo de estas visitas a Cuba. Les ofrezco algunos fragmentos originales de estas orientaciones.

“Relato acerca de la razón de estar en Cuba

“[…] El interrogatorio puede ocurrir informalmente en la calle y ser llevado a la estación de policía o al centro de detención, en su cuarto de hotel o en el aeropuerto a su llegada o salida de Cuba.

Durante cualquier interrogatorio (o cualquier otra conversación sobre el tema), no mencione a CREA, el programa de CREA, ni a sus contrapartes en Cuba.

“Durante la detención o el interrogatorio, el procedimiento usual para operar de las autoridades cubanas es el de asustarle, confundirle y usar cualquier poder psicológico que pudieran utilizar en su contra.

“Su objetivo primordial durante el interrogatorio es mantener la calma, hacerlos entender que no van a conseguir nada con ese cuestionamiento y seguir manifestando que no comprende qué es lo que piensan que ha hecho mal.

“A pesar de que nunca hay certeza total, confíe en que las autoridades no intentan hacerle daño físico, sino asustarlo/a. Cometer daño físico a los extranjeros por parte de las autoridades es extremadamente raro. Recuerde que el gobierno cubano prefiere evitar malos reportajes de prensa en el exterior por lo que un extranjero golpeado no les conviene.

“Como regla general, un recurso que suele ser útil es continuar actuando como cualquier turista, hacerse el tonto y hacerse el/la que no comprende por qué se le está cuestionando.

“Aún si los que lo cuestionan insisten en que usted hizo algo malo o en que usted habló con alguien no grato para ellos, como regla general usted debe seguir haciéndose el/la que no entiende por qué hacen tanto lío.

“Nunca admita haber hecho algo malo, mucho menos si no tiene a un representante de su Embajada a su lado.

“Siempre tenga en mente que nada de lo que usted ha hecho durante su viaje es ilegal, de ninguna manera, en ninguna sociedad democrática y abierta. De esa manera, logrará mantener una apariencia calmada durante el interrogatorio.

“Si el interrogatorio se prolongara o se formalizara llevándole a una estación de policía, exija su derecho de contactar directamente a su Embajada. Continúe haciéndose el/la que no entiende cuál es el problema que tienen con usted.

“Habrá preguntas sobre las personas con las que se ha reunido, las razones por las cuales ha conversado o se ha reunido con personas específicas, el verdadero propósito de su viaje, sus objetivos al estar en Cuba, sus relaciones con organizaciones extranjeras que se oponen al gobierno cubano y temas similares.

“Durante el interrogatorio, recuerde siempre que a menudo esas personas no tienen detalles acerca de lo que usted ha hecho o haya dejado de hacer, aun cuando actúen como si estuvieran enterados de todo.

“Si se le preguntara sobre personas específicas con las que se hubiera reunido o con las que hubiera conversado, puede negar la reunión o puede reconocerla en caso de que no tuviera sentido negarlo en ese momento.

“Si decide admitir siempre explique que usted se ha reunido y conversado con docenas de personas y que es algo que siempre le gusta hacer con las personas del lugar al cual usted viaja. No es su intención hacerle daño a nadie y que usted no sabía que en Cuba hubiera personas con las que puede hablar y otras con las que no.

“Las autoridades cubanas utilizan la etiqueta ‘contrarrevolucionario’ libremente contra cualquier persona que no les sea grata. No admita haber tenido contactos con alguna persona ‘contrarrevolucionaria’ o que esté en contra del gobierno.

“Recuerde que sus reuniones han sido con actores de la sociedad civil y no con activistas políticos de ninguna índole. Cualquier contacto con individuos a quienes el gobierno considere problemáticos deberá explicarse como una casualidad o por curiosidad a causa de lo que ha leído en los periódicos”.

Sobran los comentarios.

Tomado de: Razones de Cuba

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La larga sombra de la marcha

Por Rosa Miriam Elizalde

Estos son los hechos. El 20 de septiembre comenzaron a llegar cartas a ocho sedes de los gobiernos municipales o provinciales de Cuba, en las que se anunciaba la celebración de marchas “pacíficas”. No era una petición formal para ocupar las calles más concurridas de algunas ciudades, sino la notificación de que lo harían y el reclamo de protección de las autoridades. Los firmantes, un pequeño grupo de personas con residencia actual en la isla; la motivación, “el cambio” sin apellidos. En virtud de la ley y del obsesivo apoyo estadunidense, el gobierno dijo no.

Han trascurrido casi dos meses y son escasos los indicios de que la marcha ocurrirá en algún espacio físico en Cuba. La maquinaria propagandística de Florida asegura todo lo contrario y añade que se replicará este fin de semana en un centenar de ciudades, la tercera parte en territorio estadunidense.

Ayer, el canciller cubano Bruno Rodríguez intervino ante el cuerpo diplomático acreditado en La Habana y repasó el itinerario de lo que llamó “el libreto ya en ejecución” de Estados Unidos contra Cuba. La provocación sigue la trama muchas veces vista, pero ¿qué no es esta marcha señalada para el 15 de noviembre?

  1. No es autónoma.

Dos días después de la entrega de la primera carta a las autoridades, comenzó el carrusel de declaraciones de funcionarios y congresistas estadunidenses. Hasta este miércoles, se habían producido 29 intervenciones públicas desde Washington o Florida con todo tipo de demandas y amenazas a las autoridades de la isla. No se ha visto obsesión semejante con ningún otro tema de la política interna estadunidense en las últimas semanas.

El vocero del Departamento de Estado, Ned Price, ha explicado con pelos y señales las supuestas causas, objetivos, contenidos y demandas que tendría la marcha. El senador Marco Rubio celebró la operación en menos de 24 horas de circular la noticia, mientras un par de asesores principales de Biden han amenazado con más sanciones al gobierno de La Habana.

Por si fuera poco, el dinero llueve. En septiembre de 2021, el gobierno demócrata entregó casi 7 millones de dólares a 12 organizaciones que publicitan a diario la “marcha cívica por el cambio” en Cuba, en lo que analistas ven la mano peluda de las “revoluciones de colores” exportadas por Occidente a la periferia rusa.

Además de apoyo “moral”, político y financiero, los diplomáticos estadunidenses ofrecen soporte logístico, dan palmaditas en la espalda y de vez en cuando hacen de chofer de los “opositores”. Lo único que falta en términos de injerencia es un espectáculo como el de la subsecretaria de Estado estadunidense, Victoria Nuland, que repartió galletas y bocaditos a los manifestantes antigubernamentales en plena Plaza Maidan, de Ucrania, en 2014.

  1. No está desconectada de otros procesos.

La marcha es sólo un episodio de una estrategia más integral y abarcadora. El gobierno de Biden ha interpretado que el efecto combinado de la pandemia, la crisis global y el bloqueo económico, más las 243 medidas adicionales impuestas por Donald Trump, ofrecen condiciones excepcionales para golpear a Cuba. No necesita a sus espías para darse cuenta de que hay más colas, inflación y desabastecimiento en un país que lleva 60 años gestionando la escasez, pero debe saber también que la marcha no tiene acompañamiento popular. Cuba está regresando a la normalidad y con ello, a la apertura de los vuelos, al encuentro de familias que no se han visto en dos años, al regreso de los estudiantes a las escuelas y a la reanimación de la economía nacional y doméstica.

  1. No es pacífica.

El grupo privado de Facebook que aparece como organizador de la marcha es cualquier cosa menos moderado. De cada 10 publicaciones, ocho recurren a la violencia simbólica y a la descalificación política de quienes defienden el proyecto socialista o celebran algún éxito social en Cuba. El debate en estos espacios no es para modificar opiniones, sino para agitar prejuicios, instalar el odio entre los cubanos como fuente excluyente de legitimidad de un gobierno que ha conducido al país en condiciones muy difíciles.

El repertorio es un macartismo desenfrenado y un desmesurado impulso a la estigmatización que son prácticas comunicativas muy comunes en el clima político actual de EU, pero ajenas al escenario político, cultural e idiosincrático de los cubanos. Bruno Rodríguez aseguró ayer que Facebook podría ser demandada por estas prácticas contra Cuba.

  1. No es sincrónica.

Se habla de la sincronización de las marchas dentro y fuera de Cuba para promover el cambio. Pero no hay tal cosa. En Cuba, definitivamente no hay ambiente de marcha, mientras los organizadores de Florida hablan de la participación de un centenar de ciudades convocadas para el fin de semana, sin precisar la cantidad de personas que lo hará.

En realidad, los dispuestos a este tipo de zafarrancho anticastrista suelen ser pocos numéricamente, pero eso no importa. Un solo individuo, el 30 de abril de 2020, atacó a tiros con un arma de asalto a la embajada de Cuba en Washington, en una calle céntrica de esa ciudad, recordaba el canciller. En la noche del 26 de julio otro llanero solitario lanzó un coctel molotov contra la embajada de Cuba en París.

  1. No es lo que dicen.

El fantasma conservador que recorre el mundo y llega a Cuba no es lo que parece ni lo que se ve a simple vista. Detrás del mantra de la “marcha no violenta” está la larga sombra del reaccionario de toda la vida que combina ahora el ultraliberalismo económico, la moral conservadora, los conceptos vacíos y el uso creativo de las redes sociales. Sueña con merendarse la Revolución cubana a más tardar el próximo 15 de noviembre, al tiempo que deja en suspenso un interrogante moral. ¿Cómo es posible que se hable de protesta cívica, pacífica e independiente, con Washington lubricando el camino de amenazas y dólares?

Tomado de: La Jornada

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Consejo de Kari Krenn para Yunior García: “Más vale permanecer callado y que sospechen tu necedad que hablar y quitarles toda duda de ello”

Por Karina Silvina Krenn

Te leí Yunior.

Te leí con detenimiento, tratando de descubrir detrás de tus palabras, tus motivaciones, tus mensajes implícitos…

Tal vez esto de navegar a diario entre océanos de letras, nos vuelve de algún modo dúctiles en descifrar las cosas que trascienden, al solo amontonamiento de las mismas…

¡De verdad que son inmensas las contradicciones que transmites!

Eres un hombre formado, con estudios académicos según cuentas, colijo que siendo dramaturgo posees una elevada comprensión de textos, por lo cual que expreses que “no conocemos el motivo de las citaciones”, es algo que un niño de 5 años en etapa preescolar, sería capaz de inferir con solo haber escuchado las noticias…Mmm… Primera mentira…

Insistes en tu “derecho a tener derechos”. Sí, toda persona nace con el instinto de procurar lo mejor para sí y, en la evolución de nuestra especie, estas ansias nos impulsaron a intentar alcanzar esa meta.

Donde hay una necesidad, nace un derecho… algo que todo ser humano lleva intrínseco. Pero a veces, puede producirse una superposición de derechos, entre tanta gente que habita el mundo, imagina.

Frente a eso, los consensos civilizatorios indican que se procure beneficiar a la mayoría; por ello se limitan nuestros propios derechos, hasta donde comienzan los derechos de los otros…

Tienes razón en que descalificar al otro no está bueno… y no te hablo solo de expresiones verbales sino de acciones: ¿Acaso tú no has descalificado a tu propio pueblo con tu accionar temerario?

Insistes en pedir por democracia: ¿Qué parte de la democracia no estarías aceptando, cuando más del 80% de tus coterráneos, eligió este tipo de vida político-social?

Hablas de pluralismo… pero arremetes contra la decisión de la mayoría solo porque tú no acuerdas con ello.

¡Sí!, es cierto que las guaguas y las colas para comprar pollo son un problema en Cuba y asocias esa circunstancia con “la muela oficialista de continuismos obedientes y dogmas irrevocables”.

O sea que, en tu elemental análisis, el bloqueo y la guerra disfrazada del imperialismo contra Cuba, ¿Es algo inexistente e inocuo?

¿Acaso desconoces Yunior, hombre estudiado gracias a la Revolución, que la vida de cualquier sociedad lleva implícita la obediencia a las leyes que las fundan?

El enemigo número uno de cualquier sociedad humana, es el individualismo.

Y tú y el resto del accidente geográfico archipié-lo-qué, patalean como individuos:

MI DERECHO… MI CRITERIO… MI IDEA… MI… MI… MI…

(Esta necesidad constante de la afirmación de tu yo, le haría un picnic a Freud y sus amigos…)

Usas la palabra “Cambio”… palabra que ya conocemos en América latina, pues ha sido usada como eslogan por todos aquellos que vinieron a avasallar a nuestros pueblos.

Como pasó acá en mi patria cuando el neoliberalismo vino para destruirnos, tras el disfraz de globos amarillos y la misma perorata…

De seguro ya conoces esas cosas que acontecieron en mi Argentina. Estuviste aquí, así que de primera mano lo sabes.

Hablando de eso…

Esperaba encontrar en tu escrito algo sobre tu cursada en la Universidad Torcuato Di Tella…

Sácame de una duda: ¿Cómo cubriste los costos, tú cubano de a pie, dramaturgo manipulador de mejoras sociales, emancipador en la lucha contra el arroz moro y el boniato, que te quejas de lo difícil que es hasta comprar pollo en Cuba?

Te lo pregunto porque a mí, escritora de nivel internacional, ampliamente viajada y reconocida, se me dificultaría abonar la costosísima cuota mensual en ese bastión de los ricos…

Suenas como una paradoja entonces: O no existe tal carencia material en Cuba y tú puedes asumir los costos…

O alguien paga por ti…

Sé sincero Yunior:

¿Quién te lo paga?

¿Le has contado eso a tus hermanos cubanos, a los cuales dices defender?

Con la mano en el corazón todos sabemos que en el mundo capitalista se cobran precios.

Nadie regala nada.

Pueden facilitarte algo, a cambio de…

Si no pagaste con dinero Yunior…

¿Cómo pagaste?

¿Qué debes?

¿Qué diste a cambio en esta selva de ofertas y demandas?

No me digas que por lindo te lo obsequiaron. Como dices tú:

¡A otro con esa muela!…

Te identificas también en tu escrito con una película yankee: “Matrix”.

Yo podría haberte sugerido el cine francés al caso, pero hasta en tu elección para proyectarte, implicas una mirada hacia algún lado.

Al leerte pienso antes, en el concepto de la Modernidad Líquida, tan bien elaborado por el sociólogo polaco Zygmunt Bauman. Cuando plantea cómo se han desvanecido las realidades sólidas de nuestros abuelos y se han dado paso a un mundo más precario, provisional, ansioso de novedades y, con frecuencia, agotador. Esa necesidad de cambio constante, transitorio… la liquidez como el agua escurriéndose entre los dedos… el consumismo… la globalización… el mundo descartable… donde “todas las cosas fluyen, se desplazan, se desbordan, se filtran y gotean, siempre por un periodo de tiempo limitado y sin ocupar un espacio concreto y definido”.

Bauman plantea la disolución del sentido de pertenencia social y la primacía del individualismo y es como si te describiera a tí:

Tus derechos Yunior… Tus derechos…. Y otra vez… Tus derechos…

Y la idea de que alcanzar a comprar cosas materiales exorciza tus fantasmas, en una sociedad sinóptica de la cual te piensas e imaginas el paladín de la justicia… en esos lugares émicos, fágicos o los no lugares, donde se comienza a situar la gente que razona como tú.

Te preguntaras a estas alturas, por qué yo siendo extranjera opino sobre ti…

Opino, porque observo que tu lucha no te es propia.

Opino, porque es evidente de que has recibido apoyo desde el imperio, el mismo que amenaza con recrudecer la sanciones contra la patria que dices defender…

Opino, porque la gente que recorre el mundo como yo, advertimos la mentira y el engaño a varios cientos de miles de kilómetros de distancia.

Si esta lucha te perteneciera realmente, si tú no tuvieras obligadas servidumbres con nadie, en el acto y frente a la inminencia de esa acción foránea que asfixiaría más a tu pueblo, tú como persona con códigos y ética (si los tuvieras), habrías detenido la marcha del 15N ¡¡¡De inmediato!!!

Habrías evaluado que el enemigo se intenta asir de tu reclamo para perjudicar aún más a tu gente.

Tu connivencia e inercia frente a ello, corrobora que tú eres un títere más de su dominio.

Y no lo haces. No te les opones a los buitres que sobrevuelan ávidos por la soberanía de tu patria, deseosos de carroñar hasta el último vestigio de cubanía.

Esperas ese apoyo extranjero.

Eso me habilita a mí entonces, extranjera, a salir al cruce para defender a mis amigos y a los seres que amo allí.

Si tú permites extranjeros de tu lado, se bien hombre y con las gónadas bien puestas de dejar que del otro lado pase lo mismo.

Eso es jugar un juego limpio y justo: ¿No te parece?

La diferencia entre tus amigos extranjeros y yo, son las motivaciones: a mí me mueve el amor hacia esa Patria que habita mi corazón.

Nada pido de Cuba.

Nada espero de ella.

Solo el amor engendra la maravilla… como dice la canción.

Y aquí estoy yo, defendiendo a la Cuba que amo, a la que elijo como mía, donde están los cubanos que se mantienen fieles a sus principios y ganan mi admiración y respeto.

Tú… tú elegiste mal a tus amigos extranjeros… es una pena que por ellos, hayas arrojado tu trayectoria por el abismo de la traición.

¿Te has puesto a pensar cuando ya no les seas de utilidad a los carroñeros del norte, que pedregoso será el camino del escarnio y el rechazo de tu pueblo?

Mira que Roma paga a los traidores, pero los aborrece luego.

Hablas de que en Cuba no se respetan los derechos humanos y te apichonas bajo las alas del imperio. Justo los indicados…para adolecer de respeto a cualquier derecho humano que se nombre.

Explícame Yunior… ¿Por qué EEUU no ratificó el Pacto de San José de Costa Rica? ¿O pensabas decir que solo eso pasaba en Cuba?

Cuéntame Yunior… ¿Cómo me explicas el caso de Russell Bucklew? Cuando EEUU lo ejecutó a pesar de la intervención de la CIDH y según la

Comisión Interamericana, cometiendo una grave violación a los derechos fundamentales de vida. Protegidos por los artículos I y XXVI de la Declaración Americana y violando las obligaciones internacionales que tiene EEUU como miembro de la OEA.

De hecho, la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, concluyó en que no tenía derecho a una muerte sin dolor, desestimando los recursos interpuestos y con un accionar de castigo cruel el estado de Missouri ejecutó a un preso que tenía una enfermedad terminal y que había sido un prisionero modelo durante 23 años, con un historial ejemplar de prisión.

¿A dónde fue el respeto de la vida humana, de nuestra sociedad, si no se le dio el derecho de vivir su vida en prisión? ¿Qué diferencia hay entonces entre el propio EEUU y Russel Bucklew?

¿Ese es tu modelo de país a imitar Yunior?

De hecho, la misma Comisión Americana de Derechos Humanos, nota que EEUU es actualmente el único país de la región que lleva a cabo ejecuciones con la pena de muerte, no lo digo yo… lo dicen ellos…

Háblame Yunior… sobre los niños migrantes detenidos en el centro de detención de Donna en USA… ¿Qué opinas?

¿Sabes por qué te lo pregunto?

Porque si permites el apoyo yankee a tus luchas, cuando ellos cometen a diario estos atropellos a los derechos humanos, voy a pensar Yunior que a ti te “lobotomizaron” la moral y el intelecto, que eres un zombi funcional, un alma en pena disfuncional y un analfabeto disidente hasta del lenguaje oral y el balbuceo…

O lo más probable y evidente: te cargaron muy bien los bolsillos…

Si yo estuviera equivocada en mi apreciación podrías demostrármelo:

EXIGIÉNDOLE A USA QUE NO SE SUME A TU MARCHA CON SANCIONES PARA TU PUEBLO.

No lo harás… no puedes…

¿Ves que es tan simple como eso, para derribar tu máscara y mostrar tu indignidad?

¿Sabes algo? Cuando uno que se dice defensor de los derechos humanos, lo es en verdad, los defiende en cualquier rincón del planeta.

Mírame si no a mí: salto de defender a Cuba, a Mozambique, a India, a Nyanmar, a Bosnia o a donde vea que la dignidad humana así me lo pide.

¿Qué en Cuba no se respetan los derechos humanos? ¿Qué voz autorizada tienes? Los que dicen eso ¿A qué intereses ocultos responden?

He viajado a lugares de la tierra donde es flagrante el irrespeto a los derechos humanos.

No es el caso de Cuba.

Sería extenso en este texto mencionar los sitios de los que hablo o escribir mi extenso CV, o mi trabajo durante casi 30 años defendiéndolos y que me da la autoridad para aseverar esto.

No entiendo tu capacidad selectiva y tu doble vara Yunior…

Te sugeriría leer sobre la Conferencia de Yalta, aprender sobre Rooselvet y Churchill, para que entiendas eso de las raíces del injerencismo yankee… Truman y su decisión de arrojar las bombas en Hiroshima y Nagasaki… la Doctrina Truman… el plan Marshall…

De verdad Yunior: ¿Desconoces sobre eso? Tus amigos del norte son los vecinos mal llevados del planeta tierra. Los violadores compulsivos de los derechos humanos. Los generadores de guerras, hambre, muerte, desolación y destrucción.

Ya oí tus audios pergeñando tu «marchita marchanta» junto a algunas joyas de la corona del mercenarismo.

¿Tanto pesa tu angurria material, que pones en la cuerda floja la paz de tu pueblo?

¿No te gusta lo que eligió la mayoría?…

¡¡¡¡Pues bienvenido a la democracia!!!!

Así funciona: vale lo que quiere la mayoría y créeme que si en Cuba, la mayoría hubiera elegido por NO, al sistema de gobierno que tienen, yo sería la primera en apoyar al pueblo.

Hay un dicho que reza: Si usted no da una solución al problema, usted es parte del problema.

¿Qué modelo de país imaginas tú?

Disneyworld es fantasía y Narnia no existe… recorre el mundo y mira la otra cara de la moneda neoliberal.

¿Qué te hace pensar que tú y los tuyos, quedarán del lado de los ricos, en esta cara y cruz del capitalismo?

Sí que eres ignorante.

¡¡¡Sueña Yunior… sueña!!!

Sueña pertenecer a esa élite que te miente tanto.

Mientras, tú hueles: hueles a traición…

Esto que te digo no es un agravio, sino es la evidencia que tus propias acciones sacan a la luz; es lo que tú exudas, como la adrenalina con el miedo.

Se te nota: tú sabes sobre derechos humanos como yo sobre la constante de Planck y la física cuántica…

En derechos humanos te aventajo: sé, de hecho me diplomo en ellos, en Seguridad Ciudadana.

Así que ve a otro huerto a sembrar cizaña, que mientras esta amiga de Cuba esté en pie, alzará la voz para desenmascarar a farsantes como tú.

Ojalá tuvieras argumentos para debatir…

Ojalá no funcionaras con el chip de la conveniencia…

Ojalá lograras la Green Card, ya que todas tus acciones nos muestran tus aspiraciones.

Ejercer derechos es saber en primer lugar respetar las obligaciones.

RESPETO.

RES-PE-TO.

Algo que no aprendiste.

El 15 N-Cuba, será tu versión local de la payasada de Otaola en el 24 O-Vaticano.

Al igual que tus amos del norte, llegarás al punto en que están los yankees: que no pueden ganar, no quieren perder y no saben negociar…

Si amas a tu pueblo, en verdad, esa marcha del 15 N deberías abortarla; recoge las migajas de dignidad que te quedan, y entiende que ser digno muchas veces implica retrocesos y ajustes.

Antes bien construye y elévate con la altivez de los hombres justos y muestra que sí eres capaz de hacer cosas grandes, realmente grandes.

La humildad de reconocer los desaciertos, es una de ellas.

¡¡Si marchas, ir preso por contravencionar la ley, sería el menor de tus problemas!!

¿El peor?

Que inscribirás tu nombre, para toda la eternidad en el inconsciente colectivo de tu pueblo como un triste fantoche y traidor más que pasó con pena… y sin gloria…

A estas alturas… Se te nota mucho que eres como el felpudo de la puerta de entrada, donde los yankees limpian sus pies…

Ningún Robin Hood de nada eres.

¡¡¡¡Ya no fantasees tanto dramaturgo, que a gente como tú en mi barrio le llamamos traidores!!!!

Recuerda: UNO ES AMO DE SUS SILENCIOS Y ESCLAVO DE SUS PALABRAS.

El mundo te observa

Yo entre ellos,

Karina Silvina Krenn (Kari Krenn) escritora argentina,  especializada en poesía contemporánea, autora del libro Poémame, entre angustias y esperanzas, publicado en 2019, también  doctora Honoris Causa en Creatividad, Humanidad y Cultura Internacional, título otorgado por IFCH y Mil Mentes por México en su perfil de Facebook, compartió con sus lectores palabras dirigidas a Yunior García, quien se presenta como un “patriota preocupado” por los derechos de todos los cubanos, utilizando un discurso cargado de hipocresía y de mensajes dirigidos a confundir y movilizar sentimientos de solidaridad con sus posiciones, pretendiendo ocultar los sórdidos intereses que lo mueven.

Tomado de: Cuba en Resumen

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Cuba como trastorno obsesivo compulsivo

Por Rosa Miriam Elizalde

La alcancía volvió a sonar. Hace menos de un mes, en septiembre de 2021, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) otorgó 6 millones 669 mil dólares en subvenciones para proyectos destinados a un “cambio de régimen” en Cuba, eufemismo para evitar decir “intervención directa de una potencia extranjera”.

La administración demócrata ha favorecido especialmente al Instituto Republicano Internacional (IRI) con una generosidad bipartidista que jamás tuvo Donald Trump. También han recibido espléndidas partidas otros grupos de Florida, Washington y Madrid que han pedido la invasión a la isla y pintan un panorama apocalíptico en La Habana, con lo que aseguran más dinero el próximo año.

Las arcas públicas de Estados Unidos parecen inagotables para la industria anticastrista. En el último año, al menos 54 organizaciones han sido beneficiadas con los programas para Cuba del Departamento de Estado, la National Endowment for Democracy (NED) y la Usaid. Esta agencia ha otorgado en los últimos 20 años a Creative Associates International, una tapadera de la CIA, más de mil 800 millones de dólares para el espionaje, la propaganda y el reclutamiento de agentes de “cambio” en la isla. Uno de sus proyectos más conocidos, el llamado “Twitter cubano” o ZunZuneo, resultó en un soberbio fracaso que develó una trama de corrupción y violaciones flagrantes de la ley estadunidense. El ZunZuneo le costó el puesto al director de la Usaid, pero las operaciones de Creative Associates International se mantienen a toda vela, ahora de manera encubierta.

El investigador estadunidense Tracey Eaton, que durante años ha seguido la ruta de estos fondos, comentó en entrevista reciente que muchos de los programas de financiamiento para el “cambio de régimen” en Cuba son tan furtivos que probablemente jamás sabremos quiénes son todos los destinatarios ni el monto total, y a juzgar por los milloncejos conocidos, la subvención debe alcanzar una cifra faraónica. Las estrategias de “construcción de la democracia” se consideran “secretos de oficio” y están exentas de divulgación en virtud de la Ley de Libertad de Información estadunidense, según cartas que Eaton ha recibido del Departamento de Estado y de la Usaid.

Estados Unidos se vuelve loco ante el supuesto indicio de intrusión rusa, china o islámica en la política local y en las plataformas en línea. Sin embargo, no duda ni por un minuto en intervenir groseramente en Cuba, como ha expuesto el diario digital MintPress News, que documentó cómo grupos privados de Facebook instigaron los disturbios del 11 de julio en varias ciudades cubanas. “La participación de ciudadanos extranjeros en los asuntos internos de Cuba está en un nivel que difícilmente se puede concebir en Estados Unidos”, dice la publicación y añade: “Las personas que provocaron las protestas del 11 de julio en Cuba siguen planeando acciones similares para octubre y noviembre”.

Los planes de subversión política de la superpotencia militar son una vergüenza y un escándalo, pero nada indica que Washington alcanzará ahora lo que no pudo en 60 años. De hecho, esta obsesión del gobierno estadunidense tiene dos siglos, como ha demostrado Louis A. Pérez, investigador de la Universidad de Carolina del Norte, en un brillante ensayo titulado Cuba como trastorno obsesivo compulsivo.

“El tema de Cuba rara vez ha sido un tema de disquisición razonada. Desafía una explicación fácil, y ciertamente no puede entenderse única –o incluso principalmente– dentro de la lógica del cálculo de políticas que dan cuerpo a las relaciones exteriores de Estados Unidos, principalmente porque no hay lógica”, escribe el historiador.

Lo que sí tiene lógica es la permanencia en el tiempo de la “intransigencia” cubana. Ernesto Che Guevara solía repetir en sus discursos de los primeros años de la revolución de 1959 que “Cuba no será otra Guatemala”. Es decir, su independencia del imperio estadunidense no sería boicoteada con bombardeos mediáticos primero, movilizaciones inducidas y ataques militares después.

La costumbre de derrocar alternativas independentistas es tan larga y la arrogancia por una abrumadora fuerza militar y mediática tan ciega, que el gobierno estadunidense no ha logrado prever sus continuas derrotas ni ha superado el trauma de tener una isla levantisca “casi a la vista de nuestras costas”, como decía John Quincy Adams, y para colmo, sin el más mínimo interés de ser “el estado que nos falta entre la entrada al Golfo y la salida del vasto valle del Misisipi”.

La gran verdad de todo esto, comenta sabiamente Louis A. Pérez, es que los cubanos han aprendido de la historia, pero Washington no.

Tomado de: La Jornada

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Creative Associates International (CAI): No exactamente la CIA, pero suficientemente cerca

Por Alan Macleod

Probablemente no haya oído hablar de ellos, pero Creative Associates International (CAI) es una de las organizaciones no gubernamentales más grandes y poderosas que operan en cualquier parte del mundo. Un pilar del poder blando de Estados Unidos, el grupo ha sido un arquitecto en la privatización del sistema educativo iraquí, diseñó aplicaciones de mensajería destinadas a derrocar al Gobierno de Cuba, sirvió como un grupo de fachada para la infame fuerza mercenaria de Blackwater (ahora rebautizada como Academi) y se relacionó con los escuadrones de la muerte de la Contra en Nicaragua.

Como tal, ha funcionado “tanto como un instrumento de política exterior como una manifestación de un proyecto imperial más amplio”, en palabras del profesor Kenneth Saltman, de la Universidad de Illinois, Chicago.

Una organización gubernamental haciéndose pasar por un ONG

Una persona común que llega al sitio web de Creative Associates, adornado como está con imágenes de niños africanos sonrientes, niños asiáticos a los que se les enseña a leer y agricultores latinos felices que cosechan sus campos, probablemente concluiría que el atuendo es una especie de organización benéfica progresista que trabaja incansablemente para empoderar a las personas vulnerables en todo el mundo.

Sin embargo, al someter a la organización a un poco más de escrutinio, inmediatamente comienzan a surgir algunas señales de alerta. Primero está la indescifrable ensalada de palabras que usa cuando describe lo que realmente es en su sección “Nosotros de un vistazo”.

“Creative Associates International ofrece excelentes servicios de desarrollo en el terreno y forja asociaciones para ofrecer soluciones sostenibles a los desafíos globales”, dice, como si esta fuera una especie de respuesta a la pregunta “¿Quién es usted?”. Continúa presumiendo de que “Creative es reconocida por su capacidad para adaptarse rápidamente y sobresalir en entornos de conflicto y posconflicto” (énfasis agregado), una declaración que suena preocupantemente como una que usan los ejércitos mercenarios privados para anunciar sus servicios.

En el mundo actual, el Gobierno de Estados Unidos no solo usa métodos abiertamente violentos (guerras, invasiones, golpes de Estado, entrenamiento de escuadrones de la muerte nacionales, etc.) para lograr cambios de régimen. También utiliza las llamadas técnicas de “poder blando” —la formación de líderes, la educación, la coerción económica, etc— para mantener un control hegemónico sobre el mundo. Y Creative Associates International es una parte crucial de ese sistema.

La empresa fue fundada en 1979 por M. Charito Kruvant, el vástago de una rica familia terrateniente boliviana que huyó del país después de la revolución progresista en 1952. Hoy en día, se ha convertido en un gigante masivo con fines de lucro que trabaja en al menos 85 países con una plantilla a tiempo completo de alrededor de mil empleados (e incontables contratistas).

Y aunque técnicamente es una institución privada, la gran mayoría de su financiación proviene directamente de Washington. En los últimos 20 años, el Gobierno ha otorgado a Creative Associates 1 998 138 515 dólares en contratos, según Tracey Eaton, una periodista que ha estudiado las actividades de la empresa en Cuba. De esto, la USAID ha proporcionado más de 1 800 millones.

El consejo asesor global de la organización subraya que esta no es exactamente una organización benéfica de artes progresistas, como su nombre y marca a menudo implican. De los siete miembros de su junta, seis son altos funcionarios estadounidenses. Estos incluyen al subsecretario de Estado de Barack Obama para Asia Central y del Sur, un general de cuatro estrellas y el exsubsecretario de Estado de Seguridad Civil, Democracia y Derechos Humanos.

“Creative Associates se encuentra entre los principales contratistas del Gobierno de EE.UU. encargados de tratar de ayudar a diseñar las transiciones políticas. La compañía es parte de esa lucrativa empresa apodada el ‘complejo industrial de la democracia’, dijo Eaton a Mintpress.

De una manera indirecta, el exdirector de USAID Andrew Natsios (otro miembro de la junta de CAI) parecía estar de acuerdo con Eaton. Cuando la Administración Trump estaba considerando recortar el presupuesto de ayuda exterior, Natsios se opuso con vehemencia. “Lo que usted está haciendo básicamente es destripar la herramienta más importante de influencia estadounidense en el mundo en desarrollo, que es nuestro programa de desarrollo”, dijo. “No creo que entiendan cuál es el papel de USAID, cuáles son los directores de misión de USAID. Los directores de misión de USAID se encuentran entre los extranjeros más influyentes del país”, agregó, aparentemente confirmando que el enfoque de la organización es menos ayudar a otros y más promover los intereses de Washington a través del poder social y económico estadounidense.

“Incluso perder guerras genera dinero”

Afganistán es, de lejos, el país donde los proyectos de Creative Associates han obtenido la mayor financiación. Combinado con su empresa en Irak, la compañía ha recaudado más de 500 millones de dólares en contratos gubernamentales.

“Incluso perder guerras genera dinero. Si vas a la zona de DC, en los suburbios de Virginia y Maryland, hay todo este tipo de empresas que existen debido a la guerra. Y la industria del desarrollo se enriqueció mucho con eso”, dijo Matthew Hoh, excapitán de la Infantería de Marina y funcionario del Departamento de Defensa y del Departamento de Estado.

“Todo el enredo fue simplemente impresionante”, agregó. En 2009, Hoh renunció a su puesto en Afganistán con el Departamento de Estado en protesta por la escalada de la guerra por parte de Estados Unidos.

Creative Associates ha obtenido una serie de contratos lucrativos en la reconstrucción de ambos países, particularmente en lo que respecta a sus sistemas educativos, incluida la construcción de escuelas, la redacción e impresión de libros de texto, la formación de profesores y la administración y gestión de los sistemas educativos.

Contratar a una empresa estadounidense para hacer este trabajo, en lugar de otorgar a los Gobiernos locales el financiamiento y el poder para planificar su propio futuro, cumple una función muy importante, según Saltman, quien señaló que esto permite a EE.UU. esencialmente retener el control completo sobre la sociedad iraquí y afgana.

Etiquetándolo como un ejemplo clásico de “capitalismo de desastre”, Saltman describe la remodelación de la sociedad iraquí como “un experimento radical de libre mercado empeñado en demoler el sector público y transferir el control de la sociedad civil casi por completo al sector privado” y “un intento de entregar esencialmente una nación a las corporaciones”.

Los libros de texto de Creative Associates en Afganistán han eliminado cualquier mención de las últimas décadas de la historia afgana o de los talibanes de sus libros de texto. “No se puede comprar ese tipo de control del pensamiento, a menos que se tengan algunos cientos de millones”, escribió un educador estadounidense.

Saltman también señaló que trabajar en zonas de guerra requiere un alto grado de seguridad, y que empresas como CAI probablemente estaban dando decenas de millones de dólares de sus contratos directamente a grupos mercenarios privados como Blackwater.

Hoh quería enfatizar que muchas personas que trabajaban en los niveles inferiores de programas como estos tenían buenas intenciones, pero que a medida que uno ascendía, el compromiso en beneficio de los demás disminuía significativamente. “Grupos como CAI hacían el trabajo genuino pero también eran una fachada. Es una forma de que la CIA y otros servicios de seguridad lleven gente a los países”, dijo. En 2009, se informó que la sede de Creative Associates en Peshawar, Pakistán, estaba siendo utilizada como un frente de Blackwater para organizar operaciones militares a lo largo de la frontera entre Afganistán y Pakistán.

Creative Associates también ha obtenido lucrativos contratos para trabajar en otras zonas de guerra, como Libia y Yemen.

Yotuel es recibido en el Capitolio con el Senador estadounidense Bob Menéndez

Cuba: raperos y cambio de régimen

Durante años, Creative Associates International trabajó en estrecha colaboración con la CIA y otras agencias gubernamentales, operando y supervisando un complejo conjunto de proyectos dirigidos a Cuba, todos con un objetivo específico: el derrocamiento del Gobierno comunista (o “el cambio sociopolítico que está tomando lugar en Cuba”, como prefiere describir su misión en sus propios documentos).

El proyecto más infame de Creative Associates fue quizás la creación de una aplicación similar a Twitter llamada Zunzuneo. Zunzuneo primero operó como una herramienta de comunicación muy útil pero, lentamente, sus creadores le inyectaron mensajes de cambio de régimen, con el plan de eventualmente dirigir a todos los usuarios para que asistieran a manifestaciones y fomentaran una revolución de color caribeña.

La base de usuarios de la aplicación creció rápidamente, atrayendo a 55 000 personas en 2012, un número enorme para un país pobre con poco acceso a internet. El Gobierno de Estados Unidos intentó ocultar su propio papel en la creación de la aplicación, intentando en secreto convencer al director ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey, de invertir en la empresa como testaferro.

No está claro cuál fue el resultado de estas negociaciones. Sin embargo, el proyecto Zunzuneo fue abandonado abruptamente, dejando a los cubanos preguntándose por qué su proveedor de servicios dejó de funcionar repentinamente. Solo dos años después, a través de una investigación de Associated Press, se supo la verdad.

Sin embargo, eso estuvo lejos de ser el último proyecto nefasto en el que Creative Associates estuvo íntimamente involucrado. Entre 2009 y 2014, se encargó de reclutar agentes de cambio de régimen en la Isla. Creative Associates trajo a Cuba a jóvenes activistas de toda América Latina bajo el disfraz de una campaña falsa de concientización sobre el VIH/sida, que memorandos internos describen como la “excusa perfecta” para transportar a su gente dentro y fuera del país.

Creative Associates también ha intentado utilizar la comunidad cubana de hip hop como vehículo para impulsar un cambio de régimen en la nación caribeña. En 2009, envió al promotor musical serbio y experto en revolución de colores Rajko Bozic a la Isla, donde intentó identificar y sobornar a los raperos para que se unieran a su proyecto.

El rap había explotado como género en Cuba en las décadas anteriores, en parte por su nuevo sonido y en parte porque los raperos afrocubanos estaban utilizando el medio para llamar la atención sobre temas tabú como el racismo. Los de Creative Associates, imperialistas interseccionales por excelencia, olieron la oportunidad de usarlo como tema de polémica y división.

Bozic encontró un puñado de artistas dispuestos a participar en el proyecto e inmediatamente comenzó a promocionarlos agresivamente y a hacer que su música se escuchara en las estaciones de radio occidentales.

También sobornó a grandes estrellas de la música latina para que permitieran que los raperos abrieran sus conciertos, lo que les dio más credibilidad y exposición. Zunzuneo ayudó en este esfuerzo, enviando a los usuarios enlaces a esta nueva y emocionante música por la que, al parecer, toda la isla estaba entusiasmada.

Si bien se expuso el papel de Creative Associates en esto, la táctica general de utilizar raperos para el cambio de régimen sigue estando claramente activa. Las publicaciones sobre subvenciones de USAID y su organización hermana, National Endowment for Democracy (NED), muestran que ambos grupos están utilizando el hip hop como vehículo para alcanzar sus objetivos. Por ejemplo, un proyecto de las últimas publicaciones de la NED, titulado “Empowering Cuban Hip-Hop Artists as Leaders in Society”, afirma que su objetivo es “promover la participación ciudadana y el cambio social” y “crear conciencia sobre el papel que tienen los artistas de hip-hop en el fortalecimiento de la democracia en la región”. Por supuesto, para Estados Unidos, “democracia” en Cuba es sinónimo de “cambio de régimen”.

En julio de este año, los raperos cubanos lideraron una insurrección fallida. El rostro del movimiento era el cubano expatriado Yotuel, un artista que trabaja abiertamente con el Gobierno de Estados Unidos y cuya canción Patria y vida fue promocionada inmediatamente después de su lanzamiento por políticos estadounidenses y altos funcionarios en Washington. El tema es aludido constantemente en reportes en EE.UU. como una historia de éxito entre actividades de “promoción de la democracia”.

No está claro si Creative Associates estuvo directamente involucrada en las protestas de julio en Cuba. Parecen estar relativamente avergonzados por la prensa que han recibido; de hecho, no se menciona ninguna actividad cubana, histórica o actual, en el sitio web de la empresa.

América Latina: imperialistas interseccionales

Estados Unidos invadió Nicaragua en 1933, instalando la dictadura de Somoza para velar por sus intereses. Con la revolución sandinista de 1979, Estados Unidos perdió el control sobre el pequeño país centroamericano. En un esfuerzo por hacer retroceder el tiempo, Washington financió, armó, entrenó y apoyó a los escuadrones de la muerte de la Contra de extrema derecha, conocidos por su brutalidad.

El apoyo directo a la Contras terminó en 1989. Pero exactamente al mismo tiempo, Estados Unidos comenzó a emplear a Creative Associates para llevar a cabo todo tipo de operaciones que involucren a la organización paramilitar, esfuerzos que ayudaron a la candidata respaldada por Estados Unidos, Violetta Chamorro, a ganar las elecciones de 1990.

Las leyes locales que prohíben la financiación extranjera de partidos políticos fueron eludidas por el establecimiento de una amplia gama de organizaciones no gubernamentales que se centran en el registro de votantes y la educación política, incluidos programas destinados a unir a la oposición antisandinista (incluidos los contras) en apoyo a Chamorro. Luego de que los sandinistas regresaran al poder, Creative Associates regresó por venganza. Como dijo a MintPress el periodista Ben Norton, radicado en Nicaragua:

“Creative Associates ha estado muy activo en operaciones de desestabilización dirigidas contra el Gobierno sandinista. Con abundante financiamiento de USAID, ese recorte de la CIA ha explotado cínicamente temas delicados para aumentar las divisiones sociales, creando intencionalmente una brecha entre los nicaragüenses y su Gobierno sandinista con programas dirigidos a minorías raciales y étnicas, personas con discapacidades, la comunidad LGBT y la juventud en riesgo”.

Norton señaló que, si bien Creative Associates afirma estar trabajando puramente para mejorar la sociedad nicaragüense, colabora exclusivamente con grupos alineados con la oposición, subsidiando así efectivamente a la derecha del país.

“Uno de varios programas de USAID administrados por Creative Associates en Nicaragua se ha dirigido a grupos vulnerables en la costa caribeña del país. La empresa tapadera de la CIA juega con las diferencias allí, en la comunidad indígena Miskito y la población afronicaragüense”, agregó.

Del mismo modo, en El Salvador los esfuerzos de Estados Unidos se califican como no partidistas. Pero en lugar de ayudar al partido izquierdista FMLN, Washington inyecta millones en el país a través de una miríada de ONG que promueven soluciones neoliberales y del sector privado a los problemas.

“Detrás de las conmovedoras fotografías, los proyectos de USAID en El Salvador están avanzando sigilosamente los intereses de la clase empresarial salvadoreña”, escribió la revista Jacobin.

Creative Associates ha estado en el corazón de este esfuerzo: desde 2001, la organización ha recibido 51 millones de dólares para proyectos en El Salvador. También ha estado a la vanguardia en el apoyo a la dictadura respaldada por Estados Unidos en Honduras, ayudando al Gobierno a militarizar su respuesta a los disturbios y otros problemas sociales allí.

Y si bien la organización se describe a sí misma como una que está en el negocio de la promoción de la democracia, a menudo está involucrada en todo lo contrario.

Saltman señala que la empresa estuvo involucrada en el golpe de Estado de 1991 en Haití, que destituyó del poder al presidente elegido democráticamente Jean-Bertrand Aristide. Cuando Aristide regresó al poder con aplastante triunfo electoral en 2000, Creative Associates volvió a trabajar, intentando remodelar el sistema de medios haitiano basado en el modelo estadounidense corporativo con fines de lucro.

Como era de esperar, en Venezuela Creative Associates también apoya al líder de la oposición respaldado por Estados Unidos, Juan Guaidó. Su asesor principal, Jeff Fischer, pidió al “régimen” de Nicolás Maduro que acceda a una elección organizada por la OEA, un grupo con sede en Washington que jugó un papel clave en el derrocamiento del presidente izquierdista boliviano Evo Morales en 2019. En sus recomendaciones, Fischer sugirió que una fuerza “internacional” tendría que ser enviada por aire para brindar seguridad en cualquier elección, y que el proceso debe ser diseñado por personas ajenas y no sujetas a las leyes venezolanas.

Soluciones creativas

Creative Associates International actúa esencialmente como un Gobierno semiprivatizado en muchos países, supervisando los sistemas de educación y salud, los servicios de seguridad y la gestión local. También proporciona una amplia gama de servicios clandestinos: espionaje, inteligencia y operaciones de cambio de régimen. Antes solo dominio de la CIA y otras agencias de tres letras, este tipo de trabajo ahora lo realiza en gran parte el sector privado.

Como dijo el cofundador de National Endowment for Democracy, Allen Weinstein, a The Washington Post, “mucho de lo que hacemos hoy fue hecho de forma encubierta hace 25 años por la CIA”. La utilidad de esto es múltiple. Primero, subcontratar el trabajo de construcción de la nación a terceros con base en EE.UU. Permite a Washington mantener el control sobre un país sin una ocupación formal. En otras naciones, capacita a toda una clase de personas para que vean el mundo de una manera que favorezca los intereses corporativos y estatales de Estados Unidos. Además, hay muchas oportunidades para ganar enormes (y privados) beneficios de estos proyectos. La subcontratación de actividades sucias a empresas privadas también permite al Gobierno de Estados Unidos distanciarse de cualquier escándalo. Quizás lo más importante, sin embargo, es que no hay supervisión pública a las empresas privadas.

Como explicó Hoh, “puedes ocultar cosas utilizando estas empresas privadas. Las empresas privadas no se rigen por las solicitudes de la Ley de Libertad de Información. Si estás trabajando en Nicaragua con USAID, en teoría, todo tu trabajo debería estar disponible para los ciudadanos estadounidenses a través de la Ley de Libertad de Información y otros mecanismos. Pero si eres una empresa privada, no tienes eso en ningún grado. Así que hay mucho que se puede hacer con estas empresas privadas que el Gobierno no puede hacer, en particular con respecto a la negación plausible”.

En última instancia, Creative Associates International se ha convertido en una parte importante del complejo industrial militar-think tank estadounidense. Aunque técnicamente es una empresa privada, el hecho de que prácticamente la totalidad de su financiación provenga de Washington y que su directorio esté lleno de altos funcionarios estadounidenses demuestra que la organización es una parte integral de la estrategia global de Washington.

Sin embargo, el barniz de la privatización lo ayuda a evitar el escrutinio público que recibiría un departamento del Gobierno. Si bien los ejércitos mercenarios como Blackwater al menos han sido objeto de investigación, lo que ha hecho que el nombre de la empresa sea infame en todo el mundo, Creative Associates International ha pasado prácticamente desapercibida, exactamente como la directiva de la organización quiere que esté.

Tomado de: MintPress Newss

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La contrarrevolución cultural cubana: Los raperos y artistas respaldados por EE.UU. ganan fama como catalizadores de los disturbios actuales

Yotuel y Gente de Zona. Foto. Cuba rapper.

Por Max Blumenthal

El Movimiento de San Isidro, que se presenta como un colectivo popular de artistas que luchan por la libertad de expresión, se ha convertido en un arma clave en el asalto del Gobierno estadounidense a la Revolución cubana.

“Mi pueblo necesita a Europa, mi pueblo necesita que Europa señale al maltratador”, proclamó Yotuel, un rapero cubano afincado en España, en un acto del Parlamento de la UE convocado por legisladores de derechas antes de ceder el micrófono al golpista venezolano Juan Guaidó. Días después, Yotuel mantuvo una llamada de Zoom con funcionarios del Departamento de Estado para hablar de “Patria y Vida”, el himno rapero anticomunista del que fue autor.

Mientras se despeja el polvo de un día de protestas en las ciudades cubanas, el Wall Street Journal ha calificado a “Patria y Vida” como el “grito de guerra común” de los opositores al Gobierno de Cuba, mientras que Rolling Stone la ha calificado como “el himno de las protestas en Cuba”.

Además de Yotuel, los dos raperos que colaboraron en la canción forman parte de un conjunto de artistas, músicos y escritores llamado Movimiento San Isidro. Los medios de comunicación estadounidenses han atribuido a este colectivo el mérito de “ser el catalizador de los actuales disturbios”.

A lo largo de los últimos tres años, a medida que las condiciones económicas empeoraban bajo la escalada de la guerra económica de Estados Unidos, mientras el acceso a Internet se ampliaba como resultado de los esfuerzos de la Administración Obama por normalizar las relaciones con Cuba, el Movimiento San Isidro ha invitado a un conflicto abierto con el Estado.

Con actuaciones provocadoras en las que sus figuras más destacadas han desfilado por La Habana Vieja ondeando banderas estadounidenses, y con flagrantes muestras de desprecio por los símbolos nacionales cubanos, San Isidro se ha enemistado con las autoridades, provocando frecuentes detenciones de sus miembros y campañas internacionales para liberarlos.

Al establecerse en una zona mayoritariamente afrocubana de La Habana Vieja y trabajar a través de medios como el hip-hop, San Isidro también ha maniobrado para poner en entredicho la imagen racialmente progresista que el gobierno cubano de izquierdas se ganó con su histórica campaña militar contra la Sudáfrica del apartheid y el asilo que ofreció a los disidentes negros estadounidenses. En este caso, el Movimiento de San Isidro parece seguir un modelo articulado por el grupo de presión estadounidense para el cambio de régimen.

Durante la última década, el Gobierno de Estados Unidos ha gastado millones de dólares para cultivar raperos, músicos de rock, artistas y periodistas cubanos antigubernamentales en un intento explícito de convertir en un arma a la “juventud desocializada y marginada.” La estrategia implementada por Estados Unidos en Cuba es una versión en la vida real de las fantasías que los demócratas anti-Trump entretenían cuando se preocupaban de que Rusia estuviera patrocinando encubiertamente a Black Lives Matter y Antifa para sembrar el caos en la sociedad norteamericana.

El golpista venezolano Juan Guaidó, apoyado por EE.UU., apareció junto a Yotuel para celebrar el estreno de “Patria y Vida” en el Parlamento de la UE. Foto Captura de pantalla

Tal y como revelará esta investigación, los principales miembros del Movimiento San Isidro han recibido financiación de organizaciones para el cambio de régimen como la Fundación Nacional para la Democracia y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, al tiempo que se han reunido con funcionarios del Departamento de Estado, con personal de la embajada de Estados Unidos en La Habana, con parlamentarios europeos de derechas y con golpistas latinoamericanos, desde el venezolano Guaidó hasta el secretario general de la OEA, Luis Almagro.

San Isidro también ha recibido el apoyo de una red de think tanks fundamentalistas del libre mercado que no ocultan su plan de transformar Cuba en una colonia para las corporaciones multinacionales. Días después de que estallaran las protestas en Cuba, la dirección de San Isidro aceptó un premio de la Fundación Memorial de las Víctimas del Comunismo, un think tank republicano de derechas de Washington que incluye a los soldados alemanes nazis en su recuento de muertes históricas a manos del comunismo.

Detrás de su marca como intelectuales cosmopolitas, raperos renegados y artistas de vanguardia, San Isidro ha abrazado abiertamente la política extremista del lobby cubano de Miami. De hecho, sus miembros más prominentes han expresado un efusivo apoyo a Donald Trump, han respaldado las sanciones estadounidenses y han clamado por una invasión militar de Cuba.

No obstante, el colectivo cultural ha hecho incursiones en los círculos progresistas de la intelectualidad norteamericana, trabajando para debilitar los tradicionales lazos de solidaridad entre la Revolución cubana y la izquierda estadounidense. Como veremos, el ascenso del Movimiento San Isidro es el último capítulo del libro de jugadas emergente del imperialismo interseccional.

Un “grupo de personas olvidadas”: La participación de los afrocubanos en las protestas cautiva a los medios de comunicación estadounidenses

Las escenas de un coche de policía volcado en el barrio de 10 de Octubre de La Habana, las turbas lanzando cócteles molotov a los agentes de policía y el saqueo de los centros comerciales este 11 de julio arrancaron el resentimiento de una clase de ciudadanos que ha caído en las grietas de la asediada economía especial de Cuba.

Tras años de profundización de las privaciones económicas, los cubanos han sufrido apagones y racionamiento de alimentos provocados por la intensificación del bloqueo económico de 60 años de Estados Unidos a Cuba por parte del expresidente Donald Trump. Un repentino colapso del turismo debido a la pandemia de COVID-19 junto con la eliminación por parte del gobierno del sistema de doble moneda de Cuba exacerbó el caos económico.

Cristina Escobar, periodista afincada en La Habana y una de las personalidades informativas más seguidas en el canal estatal cubano, describió a The Grayzone las filas de la protesta como el subproducto de una marginación sostenida.

“Hay un grupo de personas en lugares urbanos como La Habana que tienen las siguientes características”, explicó Escobar. “Suelen proceder de zonas rurales pobres y se han trasladado a la ciudad en busca de mejores oportunidades; por lo general, no son blancos con todos los gradientes que hay, y viven en los márgenes, recibiendo cualquier prestación estatal que esté disponible. Suelen trabajar en la economía sumergida, se sienten desafectados y no se implican en empresas patrióticas porque son víctimas del periodo especial de pobreza”.

Aunque la red de seguridad social de Cuba ha evitado que este grupo demográfico caiga en la miseria que conocen las barriadas de Estados gestionados por el FMI, como Haití u Honduras, Escobar afirma que “son un grupo de personas olvidadas, desintegradas, sin raíces en la sociedad. Están expresando la desigualdad que experimentan y, por desgracia, ya no lo hacen de forma pacífica”.

Los medios de comunicación corporativos estadounidenses han aprovechado las imágenes de los manifestantes afrocubanos para pintar las manifestaciones como una expresión de descontento explícitamente racializado. En un artículo titulado “Afrocubanos al frente de los disturbios [en Cuba]”, el Washington Post citó a ONGs antigubernamentales y a activistas asociados al Movimiento de San Isidro denunciando a Black Lives Matter por su declaración de solidaridad con la revolución cubana.

El Washington Post no mencionó el papel del Gobierno de EE.UU. en el apoyo a muchas de estas mismas ONGs y activistas en un intento de armar a la clase baja de Cuba. Al frente de la estrategia de Washington se encuentran dos frentes tradicionales de la CIA: la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Fundación Nacional para la Democracia (NED).

A lo largo de la Guerra Fría, la USAID trabajó junto a la CIA para liquidar los movimientos socialistas en todo el Sur Global. Más recientemente, ayudó a poner en marcha un falso programa de vacunación de la CIA en Pakistán para localizar a Osama bin Laden, y en su lugar acabó generando un brote masivo de polio. En toda América Latina, la USAID ha financiado y formado a figuras de la oposición de derechas, incluido el seudopresidente de Venezuela nombrado por Estados Unidos, Juan Guaidó.

Por su parte, la NED se creó bajo la supervisión del ex director de la CIA William Casey para proporcionar apoyo a los activistas de la oposición y a los medios de comunicación en todos los lugares en los que Estados Unidos ha buscado un cambio de régimen. “Mucho de lo que hacemos hoy fue hecho de forma encubierta hace 25 años por la CIA”, dijo el cofundador de la NED, Allen Weinstein, al periodista David Ignatius, quien celebró a la organización como “el padre del azúcar de las operaciones encubiertas”.

A lo largo de su historia, la USAID y la NED han trabajado para explotar los agravios de los grupos étnicos minoritarios contra los gobiernos socialistas y no alineados. Su apoyo financiero y logístico a los uigures contra China, a los tártaros contra Rusia y a los indígenas miskitos contra Nicaragua son algunos de los muchos ejemplos.

En los últimos años en Cuba, los especialistas en cambio de régimen de Washington se han centrado en los afrocubanos y los jóvenes marginados, aprovechando la cultura para convertir el resentimiento social en una acción contrarrevolucionaria.

Convirtiendo en un arma a la “juventud desocializada y marginada” contra el socialismo cubano

Un artículo publicado en 2009 en el Journal of Democracy, el órgano oficial de la National Endowment for Democracy (NED), esbozaba un ambicioso plan para cultivar la clase baja cubana de la posguerra fría como vanguardia antigubernamental.

“Utilizar los principios de la democracia y los derechos humanos para unir y movilizar a esta vasta mayoría desposeída frente a un régimen altamente represivo es la clave del cambio pacífico”, escribieron Carl Gershman y Orlando Gutiérrez.

Gershman y Gutiérrez son figuras influyentes en el mundo de los operadores del cambio de régimen. Director fundador de la NED, Gershman presidió durante cuatro décadas los esfuerzos de Estados Unidos para desestabilizar gobiernos desde Managua hasta Moscú. Gutiérrez, por su parte, es un franco defensor de una invasión militar estadounidense de Cuba que ejerce como secretario nacional del Directorio Democrático Cubano financiado por la USAID y la NED.

Gershman y Gutiérrez aconsejaron una estrategia que fomentara la “no cooperación” con las instituciones revolucionarias de Cuba entre los que describieron como “jóvenes desocializados y marginales: los que abandonan los estudios, los jóvenes sin trabajo que constituyen casi las tres cuartas partes de los desempleados de Cuba y los que se sienten atraídos por las drogas, la delincuencia y la prostitución”.

Los dos especialistas en cambio de régimen señalaron la música y los medios de comunicación online como vehículos ideales para aprovechar las frustraciones de la juventud cubana: “La alienación de los jóvenes llega a la corriente principal y se expresa en las letras airadas de los músicos de rock; las representaciones de los blogueros de las frustraciones y la chabacanería de la vida cotidiana; la frecuente evasión del trabajo agrícola, el servicio voluntario y las reuniones de los comités de vecinos; y la desvinculación general de la política que es el fruto de medio siglo de participación coaccionada y propaganda política alimentada a la fuerza”, escribieron.

El año en que se publicó el influyente documento de Gershman y Gutiérrez, Washington puso en marcha una audaz operación encubierta basada en la estrategia que habían esbozado.

“El rap es la guerra”: La USAID recluta de forma encubierta a artistas de hip-hop cubanos como propagandistas del cambio de régimen

En 2009, la USAID puso en marcha un programa para desencadenar un movimiento juvenil contra el gobierno de Cuba mediante el cultivo y la promoción de artistas locales de hip-hop.

Debido a su larga historia como fachada de la CIA, USAID subcontrató la operación a Creative Associates International, una empresa con sede en Washington DC con su propio historial de acciones encubiertas.

Creative Associates encontró a su hombre clave en Rajko Bozic, un veterano del grupo Otpor! respaldado por la CIA, que ayudó a derrocar al líder nacionalista Slobodan Milosevic, y cuyos miembros pasaron a formar un “grupo de exportación de una revolución” que sembró las semillas de varias revoluciones de color”.

Haciéndose pasar por promotor musical, Bozic se acercó a un grupo de rap cubano llamado Los Aldeanos, conocido por su himno ferozmente antigubernamental, “Rap is War”. El agente serbio nunca dijo a Los Aldeanos que era un activo de la inteligencia estadounidense; en cambio, afirmó que era un profesional del marketing y prometió convertir al líder del grupo en una estrella internacional.

Para llevar a cabo el plan, Creative Associates puso en marcha ZunZuneo, una plataforma de redes sociales al estilo de Twitter que enviaba miles de mensajes automáticos para promocionar a Los Aldeanos entre los jóvenes cubanos sin que el grupo de rap lo supiera.

Al cabo de un año, cuando Los Aldeanos intensificaron su retórica, burlándose de la policía cubana como zánganos descerebrados durante un festival local de música indie, la inteligencia cubana descubrió contratos que vinculaban a Bozic con la USAID y puso fin a la operación.

La vergüenza sobrevino en Washington, con el senador Patrick Leahy refunfuñando: “La USAID nunca informó al Congreso sobre esto y nunca debería haber sido asociada con algo tan incompetente y temerario”.

Danny Shaw, profesor asociado de Estudios Latinoamericanos y del Caribe en la City University de Nueva York, conoció a Los Aldeanos durante varias visitas prolongadas a Cuba. También conoció a Omni Zona Franca, un colectivo de poetas y artistas de performance de orientación rastafari con sede en el barrio de Alamar, en La Habana, que sirvió de inspiración para el Movimiento de San Isidro.

Shaw dijo que la hostilidad de los artistas hacia el sistema socialista de Cuba era tan intensa que muchos de ellos negaban la existencia del bloqueo estadounidense. “Intenté explicarles mi forma de entender la guerra económica, y me dijeron: ‘Puedes ir y venir como quieras, no vives aquí, así que es fácil que seas marxista’. Y tenían razón, si descontextualizabas completamente la situación”, dijo a The Grayzone.

Según Shaw, algunos miembros de Omni Zona Franca empezaron a visitar Estados Unidos y Europa para participar en festivales de arte y en entrevistas con medios de comunicación corporativos en español. “Cuando salieron a la luz las historias sobre el apoyo de la USAID a los raperos y artistas cubanos, entonces todo cobró sentido para mí”, reflexionó.

En 2014, la USAID volvió a quedar al descubierto cuando recurrió a Creative Associates para organizar una serie de falsos talleres de prevención del VIH que, en realidad, eran seminarios de reclutamiento político.

Un documento interno de Creative Associates filtrado a los medios de comunicación en 2014 se refería a los falsos talleres sobre el VIH como la “excusa perfecta” para alistar a los jóvenes en actividades de cambio de régimen en la isla.

El presidente Barack Obama presentó su plan para normalizar las relaciones con el gobierno de Cuba justo cuando se expuso la última operación de USAID. Como condición para el reconocimiento diplomático, Obama insistió en que Cuba ampliara el acceso a Internet.

El sitio web de investigación venezolano Misión Verdad advirtió entonces: “Estamos asistiendo a una actualización de los mecanismos, métodos y modos de intervención. Toda la armonía en este momento es totalmente ilusoria. Lo que ya se coloca bajo la etiqueta de ‘normalización’ en el entorno sociopolítico cubano proporciona las condiciones mínimas de funcionamiento para facilitar la idea de una ‘primavera cubana’, una revolución de probeta…”

La expansión de Internet abre la puerta a la infiltración estadounidense

La red de internet 3G llegó a Cuba en 2018, permitiendo a los jóvenes cubanos acceder a las redes sociales en sus teléfonos. Ahora, en lugar de hacer girar la plataforma de medios sociales como ZunZuneo, la inteligencia estadounidense se centró en desarrollar tecnología como Psiphon para que los cubanos pudieran acceder a Facebook y YouTube a pesar de los cortes de Internet.

La NED y la USAID aprovecharon esta oportunidad para construir un potente aparato mediático antigubernamental en línea. La nueva hornada de medios respaldados por Estados Unidos, como CubaNet, Cibercuba y ADN Cuba, representaron una cámara de eco de insurrección tóxica, burlándose del presidente Miguel Díaz-Canel con memes insultantes y pidiendo su procesamiento por altos crímenes, incluido el genocidio.

El Ministerio de Asuntos Exteriores holandés ha impulsado los esfuerzos de Estados Unidos, ayudando a crear y financiar el blog antigubernamental El Toque, a través de una ONG llamada RNW Media.

Ted Henken, académico estadounidense y autor de “Cuba’s Digital Revolution”, señaló a Reuters que los dirigentes cubanos “calcularon mal al no darse cuenta de que la ampliación del acceso a Internet les iba a estallar en la cara muy rápidamente, en dos años y medio”.

“Nada de [las protestas] habría sido posible sin la naciente red 3G que ha permitido a millones de cubanos acceder a internet a través de dispositivos móviles desde 2018”, declaró el medio corporativo online Quartz.

A medida que crecía el acceso de los cubanos a los medios de comunicación antigubernamentales, la administración Trump aumentó el presupuesto de la NED en un 22% en 2018.

Ese año, el presupuesto de la NED para Cuba destinó cerca de 500.000 dólares para el reclutamiento y la formación de periodistas antigubernamentales, y para establecer nuevos medios de comunicación.

Otra subvención de la NED presupuestó fondos para “promover la inclusión de las poblaciones marginadas en la sociedad cubana y fortalecer una red de socios en la isla”, lo que implica la focalización en los afrocubanos.

La NED ha puesto un gran énfasis en infiltrarse en la escena del hip-hop de Cuba. En 2018, la entidad gubernamental estadounidense aportó 80.000 dólares a la Fundación Alma Cubana para “empoderar a los artistas independientes para producir, actuar y exhibir su trabajo en eventos comunitarios sin censura”, y 70.000 dólares a una ONG con sede en Colombia llamada Fundación Cartel Urbano para “empoderar a los artistas de hip-hop cubanos como líderes en la sociedad.”

Cartel Urbano publica una revista online claramente inspirada en Vice, el principal vehículo del imperialismo hipster. Además de mantener a los lectores informados sobre los últimos lanzamientos de los artistas de rap cubanos contrarios al Gobierno, la revista financiada por el gobierno estadounidense dedica secciones enteras en su sitio web al consumo de drogas, la cultura trans y el estilo de vida vegano y ecológico.

Al atender la sensibilidad de los autodenominados radicales de orientación académica, los escritores del medio utilizan habitualmente la letra “x” para borrar las distinciones de género, lo que da lugar a pasajes como el siguiente: “cuerpxs trans, marikonas, no binarixs, racializadxs, monstruosxs…”

El Cartel Urbano está patrocinado por el gobierno de Estados Unidos para formar y promover a los artistas cubanos de hip-hop.

La sorprendente proliferación de medios de comunicación de la oposición en línea, la vitriólica propaganda antigubernamental y la infiltración de Estados Unidos en la escena cultural de Cuba, que acompañaron a la expansión de los servicios de Internet del país, provocaron una represión sin precedentes por parte de los dirigentes del país.

“Los años en los que se produjo el descongelamiento de las relaciones con Estados Unidos, tuvimos mucha tolerancia a nivel interno”, reflexionó la periodista cubana Cristina Escobar. “Eso es porque el Gobierno no se veía asediado. Pero luego ganó Trump. Y ahora la dirigencia siente que nunca debió confiar en Obama”.

Pocas horas después de tomar posesión en abril de 2018, el presidente Díaz-Canel propuso el Decreto 349. La nueva medida obligaría a todos los artistas, músicos e intérpretes a obtener la aprobación previa del Ministerio de Cultura antes de publicitar su trabajo.

Planteado como respuesta directa al reclutamiento de artistas de rap y otras figuras culturales por parte de la inteligencia estadounidense, el Decreto 349 prohibía explícitamente la difusión de materiales audiovisuales que contengan “lenguaje sexista, vulgar u obsceno.” Aunque la ley nunca se aplicaría formalmente, la oposición cubana consideró la disposición como un ataque directo a la subcultura del reggaetón que se filtraba en el paisaje urbano del país.

Casi de la noche a la mañana, un colectivo de artistas y músicos se movilizó para protestar contra el decreto. Con el nombre del barrio de San Isidro, en La Habana Vieja, donde vivían varios de sus miembros, el nuevo movimiento se dirigió directamente a los influyentes culturales del Norte Global, presentándose como una colección diversa de creadores visuales y raperos independientes que luchaban por nada más que la libertad artística.

Quizá por primera vez, la oposición de derechas cubana disponía de un vehículo para introducirse en los círculos progresistas del extranjero.

Con banderas de EE.UU. en la mano, enfrentándose al Estado y cortejando a los famosos

El 6 de noviembre de 2020, un agente de policía se presentó en la casa de Denis Solís, un rapero abiertamente antigubernamental afiliado al Movimiento San Isidro. Solís no tardó en apuntar con la cámara de su teléfono móvil al policía y retransmitió en directo su desafiante encuentro en Facebook.

Tras burlarse del agente con insultos antigay, Solís proclamó: “¡Trump 2020! Trump es mi presidente”.

La visita de la policía fue desencadenada por la excitada cobertura que Solís recibió del Diario de Cuba, una publicación financiada por la NED, y de otros medios antigubernamentales, por un tatuaje estampado en su pecho que decía “Cambio; Cuba Libre”. También había acudido a Facebook para jactarse: “Comunistas, ahora van a tener que arrancarme la piel del pecho”.

La condena de ocho meses de prisión que recibió Solís por desacato -un castigo claramente inspirado por el espectáculo que generó con su livestream- fue la chispa que dio origen a la huelga de hambre de noviembre de 2020, que lanzó al Movimiento de San Isidro a la escena mundial.

La huelga se llevó a cabo dentro de la casa de La Habana Vieja del coordinador del Movimiento San Isidro, Luis Manuel Otero Alcántara. Otero, artista afrocubano, ha provocado la ira del gobierno al profanar la bandera cubana, envolviéndola con su torso desnudo en el inodoro y mientras se cepilla los dientes, o extendiéndose sobre ella en ropa interior con la bandera de Estados Unidos.

En otra provocación, Otero reunió a niños para que corrieran por su barrio ondeando una bandera estadounidense gigante, lo que provocó una respuesta policial inmediata y su propia detención durante cuatro días.

El «arte» del coordinador del Movimiento San Isidro, Luis Manuel Otero Alcántara

La huelga de hambre de una semana de duración en la casa de Otero generó un espectáculo mediático internacional sin precedentes, y generó declaraciones de apoyo de Jake Sullivan, el asesor de seguridad nacional entrante de la administración Biden, y del entonces secretario de Estado Mike Pompeo.

Una visita hábilmente escenificada al lugar de la huelga de hambre por parte de Carlos Manuel Álvarez, un periodista y literato cubano de alto nivel afincado en México, había contribuido a galvanizar el interés de los medios de comunicación internacionales.

Vestido con un cuello de tortuga negro y procedente de las filas de la élite educada de Cuba, Álvarez, con gafas, presentaba un marcado contraste con Otero y su rudo compañero, el rapero antigubernamental Maykel Osorbo. Para los funcionarios del gobierno, tentados de descartar a los líderes de la protesta como un grupo de vulgares vagabundos, la figura del gentil escriba presentaba serias complicaciones.

Álvarez no tardó en encontrar un espacio en la sección de opinión del New York Times para promocionar San Isidro entre el público liberal de Estados Unidos, al tiempo que desgranaba metáforas literarias sobre cómo caminar sobre el adoquín con zapatos de tacón alto para denigrar a la burocracia comunista cubana.

“El movimiento San Isidro se ha convertido en el grupo más representativo de la sociedad civil nacional, reuniendo a cubanos de diferentes clases sociales, razas, creencias ideológicas y generaciones, tanto de la comunidad de exiliados como de la isla”, afirmó el escritor.

El 27 de noviembre de 2020, al profundizarse el enfrentamiento entre los artistas cubanos y el Estado, un grupo de artistas inició una sentada frente al Ministerio de Cultura de Cuba. Los manifestantes originales estaban formados en su mayoría por artistas cuyo trabajo había sido patrocinado por el Estado cubano. Y a diferencia de San Isidro, muchos de ellos rechazaron la retórica del cambio de régimen, optando en cambio por un diálogo con el ministro de cultura para resolver el conflicto sobre la libertad de expresión.

Como explica el sociólogo Rafael Hernández en un estudio detallado de la sentada, el diálogo se derrumbó cuando el Movimiento San Isidro y otros elementos respaldados por Estados Unidos impusieron su agenda maximalista a la entidad organizadora, que llegó a conocerse como N27. El New York Times y otros medios anglosajones centraron su cobertura directamente en la chusma anticomunista de San Isidro, mientras que los artistas cubanos de izquierdas “permanecieron invisibles para la prensa extranjera, que no los considera noticia, al igual que a los veteranos y jóvenes disidentes”, observó Hernández.

La intensa cobertura mediática de la sentada situó al Movimiento de San Isidro en la escena internacional, lo que les valió la atención de artistas y escritores célebres de Estados Unidos y Europa. En mayo de 2021, después de que Otero volviera a ser detenido por la seguridad cubana, se publicó una carta abierta al presidente Díaz-Canel en la New York Review of Books, una de las principales revistas de los literatos liberales de Estados Unidos, en la que se exigía su liberación.

Firmada por un elenco de prominentes figuras culturales negras y afrolatinas, entre ellas Henry Louis-Gates, Edwidge Danticat y Junot Díaz, la misiva ilustraba el éxito que estaba teniendo San Isidro en la erosión del apoyo de la intelectualidad negra estadounidense a la Revolución cubana.

Con acceso a los principales órganos liberales de los medios de comunicación estadounidenses y con el apoyo de los departamentos de estudios latinoamericanos de todo el país, el colectivo cultural estaba sacando a la oposición anticomunista de Cuba de su base tradicional de derecha en Miami.

Pero su éxito no fue un fenómeno orgánico. De hecho, San Isidro había sido propulsado a la escena internacional gracias al importante apoyo del Departamento de Estado de Estados Unidos, sus filiales para el cambio de régimen y los grupos de presión empresariales de derechas, deseosos de que Cuba se abriera a los negocios.

“Viva la anexión”: El Departamento de Estado, la OEA y los lobbies empresariales se asocian con San Isidro

Cada día, en la revista El Estornudo que fundó, Carlos Manuel Álvarez y sus colegas presentan las malas noticias de Cuba. Mientras pintan el país como un infierno comunista dirigido de forma catastrófica e invadido por las víctimas de Covid-19, comercializa su medio como “independiente”.

En realidad, El Estornudo parece ser uno de los muchos proyectos mediáticos incubados por la National Endowment for Democracy (NED).

“Los colaboradores que hacen la revista son pagados por trabajo producido, con un salario fijo de 400 CUC. Hasta que me fui, El Estornudo era financiado por la NED y la Fundación Open Society”, dijo Abraham Jiménez Enoa, antiguo redactor de la revista, refiriéndose respectivamente al brazo del gobierno estadounidense para el cambio de régimen y a la fundación de George Soros.

El Estornudo forma parte de una constelación de medios delegados para criticar la respuesta cubana de Covid por el Institute for War and Peace Reporting (IWPR), una ONG que recibió 145.230 dólares de la NED en 2020 para “fortalecer la colaboración entre los periodistas independientes cubanos” y capacitarlos en los medios sociales.

Los medios antigubernamentales que operan bajo los auspicios de IWPR también incluyen a Tremenda Nota, un sitio de temática LGBTQ que acusa rutinariamente al Gobierno cubano de homofobia y transfobia, incluso cuando el gobierno de Díaz-Canel ha avanzado en la legalización del matrimonio gay, ha abierto el ejército a los soldados homosexuales y ha iniciado eventos oficiales del orgullo.

La junta directiva del IWPR está formada por antiguos funcionarios de la OTAN y figuras de los medios de comunicación corporativos, incluido el antiguo presidente del Financial Times. Aunque la ONG ha borrado desde entonces su lista de patrocinadores de su sitio web, una página archivada revela asociaciones con la NED y sus filiales del gobierno estadounidense, así como con contratistas confirmados de la inteligencia británica como Albany Associates y la Fundación Thomson Reuters.

Carlos Manuel Álvarez no es ni mucho menos el único miembro de San Isidro cercano a las entidades estadounidenses de cambio de régimen. Además de él, está Yaima Pardo, una cineasta cubana y especialista en tecnología cuyo documental de 2015, “Offline”, hizo hincapié en la necesidad de la expansión de Internet para fomentar la disidencia.

Pardo es actualmente la directora multimedia de ADN Cuba, un medio antigubernamental con sede en Florida que recibió 410.710 dólares de USAID sólo en 2020.

Esteban Rodríguez, de San Isidro, reportero de ADN Cuba, ha celebrado como “perfecta” la prohibición de remesas familiares a Cuba impuesta por Trump, que debilita económicamente. “Si estuviera en Estados Unidos, habría votado a Trump”, dijo Rodríguez a The Guardian.

Cuando San Isidro lanzó su campaña internacional contra el Decreto 349, eligió hacerlo en la Organización de Estados Americanos (OEA) – la organización regional con sede en Washington DC burlada por Fidel Castro como “el ministerio yanqui de las colonias.”

Allí, el cofundador de San Isidro, Amaury Pacheco, fue recibido por Luis Almagro, el Secretario General de la OEA que ayudaría a orquestar el golpe militar de la derecha en Bolivia ese mismo año. También estuvieron presentes para dar la bienvenida a los artistas cubanos funcionarios del Departamento de Estado y Carlos Trujillo, un leal a la derecha de Trump que se desempeña como representante de Estados Unidos ante la OEA.

“El arte en Cuba es más necesario que nunca”, proclamó Almagro. “Es necesario exponer los desafíos de la represión” del Estado cubano.

El Secretario General de la OEA, Luis Almagro, con el cofundador del Movimiento San Isidro, Amaury Pacheco (segundo por la derecha), y otros artistas afiliados al colectivo

Como informó el Instituto Samuel Robinson, con sede en Venezuela, San Isidro ha estrechado sus lazos con la derecha internacional a través de la fundación CADAL, que lo nominó para el Premio Freemuse a la Expresión Artística, patrocinado por el Estado de la OTAN. CADAL está en el centro de una red de organizaciones libertarias que aprovechan el dinero de las empresas para impulsar el fundamentalismo del libre mercado en toda América Latina.

Entre los socios más cercanos de CADAL se encuentra la Red Atlas, un frente de cabildeo corporativo establecido con la ayuda de los Hermanos Koch para promover la economía libertaria y socavar los gobiernos socialistas en todo el mundo.

El think tank también está patrocinado por el Departamento de Estado de EE.UU., la NED y sus filiales, incluyendo el Centro para la Empresa Privada Internacional, que se dedica a “fortalecer la democracia en todo el mundo a través de la empresa privada y la reforma orientada al mercado”.

En enero de 2021, los principales miembros de San Isidro, incluidos Otero y Pardo, participaron en un seminario web organizado por otro grupo de expertos de derechas respaldado por las empresas. Esta vez, fueron invitados por el Centro Latinoamericano de Federalismo y la Fundación para la Libertad.

Patrocinada por empresas multinacionales decididas a transformar Cuba en un paraíso del libre mercado, e inspirada en la filosofía de Ayn Rand, la fundación con sede en Argentina también está directamente afiliada a la Red Atlas.

Entre los participantes en el seminario web estaba Iliana Hernández, reportera de Cibercuba, uno de los muchos medios antigubernamentales que han surgido en los últimos años tras la expansión de los servicios de Internet.

En un debate sobre las elecciones de noviembre de 2020 en su página de Facebook, Hernández argumentó que como Trump “iba a tomar medidas más duras contra la tiranía… creo que, por la libertad de Cuba, debería ganar Trump”.

También detalló la amplia coordinación entre el Movimiento de San Isidro y los funcionarios del Departamento de Estado que prestan servicios en la Embajada de Estados Unidos en La Habana.

Refiriéndose a sus conversaciones con los encargados de negocios de línea dura de EE.UU., Timothy Zúñiga-Brown, y su predecesora, Mara Tekach, Hernández comentó: “En esta última conversación con el Sr. Tim [Zúñiga] Brown, lo que me dijo fue, ‘¿cómo podemos ser de ayuda? Es decir, ¿qué podemos hacer? Porque, quiero decir, él quería recibir órdenes de mí y no al revés. Le dije cómo podía ayudar”.

Otero también ha cultivado estrechas relaciones con funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos. En julio de 2019, él y otros miembros de San Isidro se pavonearon con orgullo por el recinto de la embajada estadounidense en La Habana durante un acto de conmemoración del Día de la Independencia de Estados Unidos.

Adonis Milan, un director de teatro de La Habana afiliado a San Isidro, publicó fotos en Facebook de él mismo, un artista de reggae y miembro de San Isidro llamado Sandor Pérez Pita, y Otero “disfrutando de unas horas de libertad dentro de Cuba” mientras se tomaban selfies con marines estadounidenses.

“Viva la anexión”, escribió Milan en un post en el que expresaba su “ferviente pasión por la bella gringa”.

Preguntado por un periodista sobre el encuentro que mantuvo en una calle de La Habana con la ex encargada de negocios de EE.UU. Tekach, Otero respondió: “Es una diplomática. Yo puedo reunirme con Mara Tekach o con el embajador de Francia; con mi amigo, el embajador de Holanda, o con el de la UE. Incluso con el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, si algún día quiere hablar conmigo”.

En abril de 2021, el gobierno cubano afirmó haber descubierto documentos que revelaban pagos de 1.000 dólares al mes a Otero por parte del Instituto Nacional Demócrata, una filial de la NED. Las acusaciones salieron a la luz justo cuando el artista planeaba exponer cuadros de envoltorios de caramelos en su casa e invitar a los niños de la zona a verlos, burlándose de la dulce vida que el socialismo les había negado. Otero negó rotundamente haber recibido pagos de los equipos de cambio de régimen del gobierno estadounidense.

Para entonces, Otero se había convertido en una estrella de un himno viral colaborativo que había proporcionado a la contrarrevolución cubana un eslogan unificador y una banda sonora de protesta.

Los miembros de San Isidro Maykel Osorbo (izquierda) y El Funky (derecha) flanquean a Otero Alcántara en el vídeo de “Patria y Vida”

Presentamos “Patria y Vida”, el himno de rap favorito del Departamento de Estado de EE.UU.

La primera canción a la que se atribuye directamente la movilización de los cubanos para protestar contra su gobierno fue grabada por un grupo de raperos y artistas de reggaetón que incluía a dos miembros del Movimiento de San Isidro.

Aclamada por el medio de comunicación estatal estadounidense NPR como “la canción que ha definido el levantamiento en Cuba”, “Patria y Vida” ha acumulado más de 7 millones de visitas desde que se estrenó en YouTube el 16 de febrero de 2021.

Grabada en Miami, la canción cuenta con tres intérpretes cubanos autoexiliados: Yotuel, del grupo de hip-hop Orishas, el dúo de reggaeton Gente de Zona y el cantautor Descemer Bueno. Los complementan dos miembros del Movimiento San Isidro, radicados en La Habana: los artistas de hip-hop El Funky y Maykel “Osorbo” Castillo.

Osorbo ha proclamado que “daría su vida por Trump” si el presidente estadounidense impusiera un bloqueo total a Cuba con “las costas bloqueadas, que no entre nada, ni salga nada… como hicieron en Venezuela.”

El vídeo de “Patria y Vida” se abre con la curiosa imagen del héroe cubano José Martí fundiéndose con la del padre fundador de Estados Unidos y esclavista colono George Washington.

En el clímax de la canción, los raperos Osorbo y El Funky aparecen en pantalla flanqueados por Otero, de San Isidro. Afirmando haber filmado su actuación subrepticiamente, los raperos aparecen sin embargo en un vídeo de alta calidad coreando “¡Patria y Vida!”.

Este eslogan era un giro abierto del mantra revolucionario cubano, “Patria o Muerte”, que fue pronunciado por primera vez por Fidel Castro en un acto en memoria de los estibadores muertos por el sabotaje mortal de la CIA al carguero La Coubre en el puerto de La Habana en 1960. Al invertir el voto de Castro de defender la soberanía de Cuba con su vida, los autores de la canción apuntan a la cultura política antiimperialista inculcada a los cubanos a lo largo de seis décadas.

Los versos de Osorbo y El Funky mezclan ataques lacerantes al gobierno socialista con homenajes a San Isidro:

“Seguimos dando vueltas, seguridad, desviando con prisma

Estas cosas me indignan, se acabó el enigma

Ya está bien de tu malvada revolución…”.

Apenas una semana después del lanzamiento de la canción, la directora entrante de la USAID, Samantha Power, se dirigió a Twitter para proclamar “Patria y Vida” como un reflejo de una “nueva generación de jóvenes en Cuba y de cómo están luchando contra la represión del gobierno”.

Aunque Power no es especialmente conocida como conocedora del hip-hop, se ha ganado la reputación de crear estados fallidos en lugares como Libia orquestando campañas militares intervencionistas humanitarias. Es difícil imaginar que su repentino interés por un himno viral del rap cubano no estuviera guiado por una dedicación al cambio de régimen en la isla.

El Grupo del Partido Popular Europeo del Parlamento Europeo, de centro-derecha, también se movilizó para promover “Patria y Vida” apenas una semana después de su lanzamiento. En Bruselas, el parlamentario europeo Leopoldo López-Gil -el oligarca español padre del golpista derechista venezolano Leopoldo López- ayudó a recibir a Otero, Yotuel, del Movimiento San Isidro, y a varias otras figuras detrás de la creación de “Patria y Vida”.

“Hoy les pido que condenen al gobierno cubano, para que mi isla tenga la fuerza de levantarse…” declaró Yotuel. “Mi pueblo necesita a Europa, mi pueblo necesita que Europa señale al abusador”.

También estuvo presente en el acto del Parlamento de la UE Juan Guaidó, el falso “presidente” de Venezuela designado por Estados Unidos que lanzó un fallido golpe militar junto a su mentor, Leopoldo López Jr.

En los días siguientes, los intérpretes de “Patria y Vida” siguieron haciendo las rondas de cambio de régimen. El 12 de marzo, Yotuel y Gente de Zona mantuvieron una llamada de Zoom con funcionarios del Departamento de Estado, informándoles sobre el éxito de la canción y las demandas del Movimiento de San Isidro.

Tres meses más tarde, como informó el periodista Alan MacLeod, la USAID de Power publicó un anuncio de 2 millones de dólares en oportunidades de subvención para las organizaciones de la “sociedad civil” que buscan promover el cambio de régimen en Cuba.

Destacando la estrategia de larga data de la agencia de explotar los grupos demográficos más afectados por las sanciones de Estados Unidos, el documento hizo hincapié en la necesidad de programas que “apoyen a las poblaciones marginadas y vulnerables, incluyendo pero no limitado a los jóvenes, las mujeres, LGBTQI +, líderes religiosos, artistas, músicos, y las personas de ascendencia afro-cubana”.

En el documento, la USAID señaló a “Patria y Vida” como una victoria propagandística que ayudó a producir un “momento decisivo”, y que presagiaba las protestas que estaban por venir.

Un llamamiento de USAID de junio de 2021 para la presentación de propuestas de subvención en Cuba destaca “Patria y Vida” como una importante victoria propagandística.

Menos de un mes después, el 11 de julio, Otero hizo un llamamiento para salir a las calles de La Habana en nombre del Movimiento de San Isidro. Pronto, cientos de manifestantes se reunieron en el malecón de la ciudad, algunos con carteles que decían “Patria y Vida”. La visión de la oposición de un levantamiento nacional capaz de arrasar con el socialismo parecía estar cobrando forma.

Detrás de las protestas había una serie de factores, desde el colapso de una central eléctrica en la ciudad de Holguín, hasta los intentos vacilantes del gobierno de unificar la moneda, pasando por las heridas económicas abiertas por el bloqueo estadounidense y que siguen supurando por el periodo especial de privaciones.

Pero a través de los guerreros de la cultura de San Isidro, ahora delegados por Washington como rostros y voces oficiales de la oposición cubana, las demandas de los manifestantes fueron interpretadas como un grito maximalista para que Washington intensifique sus esfuerzos de cambio de régimen.

El Movimiento de San Isidro va a Washington

Aunque las protestas se desvanecieron rápidamente, los comentarios del presidente Joe Biden denigrando a la Cuba sometida al embargo de EEUU como un “estado fallido”, y prometiendo añadir nuevas sanciones aplastantes a las impuestas por Trump, sugirieron que la administración demócrata no volvería al proceso de normalización de Obama. Por lo tanto, se logró un objetivo clave a corto plazo del lobby del cambio de régimen de Miami.

Las audiencias del 20 de julio en el Congreso sobre Cuba en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes destacaron el papel fundamental que ha desempeñado San Isidro en el renovado impulso para derrocar al gobierno de Cuba.

Allí, la representante Debbie Wasserman-Schultz, demócrata de derechas del sur de Florida, citó un comentario de la académica liberal Amalia Dache en el que atacaba a Black Lives Matter por su declaración de solidaridad con la revolución cubana. Luego señaló a los afrocubanos como una base emergente del fermento anticomunista en la isla.

A varios metros de distancia estaba sentado el representante Mark Green, un republicano pro-Trump, luciendo una camisa con el lema “Patria y Vida” debajo de su chaqueta.

Ese mismo día, en el Capitolio, la derechista Victims of Communism Memorial Foundation honró al Movimiento de San Isidro durante su Cumbre de la Semana de las Naciones Cautivas.

En su discurso de presentación del premio a los Derechos Humanos de los Disidentes al Movimiento de San Isidro, el fundador de Víctimas del Comunismo y veterano operativo del movimiento conservador, Lee Edwards, declaró: “no siempre es la política, sino la cultura, lo que es tan importante en la batalla que estamos librando en este momento.”

Maykel Osorbo, el artista de hip-hop que protagonizó “Patria y Vida”, aceptó el premio en nombre de San Isidro. “Hermano mío, quiero darte las gracias de todo corazón”, exclamó en un mensaje pregrabado a la multitud de republicanos plateados de derechas.

Como veremos en la segunda parte de esta investigación, los agentes patrocinados por el Gobierno de Estados Unidos y afiliados al Movimiento de San Isidro ayudaron a sentar las bases de las protestas de julio en Cuba desde suelo estadounidense. Trabajando desde Florida, lanzaron el hashtag #SOSCuba pidiendo la intervención de Estados Unidos en Cuba meses antes de que inundara las redes sociales.

Max Blumenthal, editor en jefe de The Grayzone, es un periodista galardonado y autor de varios libros, incluidos los más vendidos Republican Gomorrah, Goliath, The Fifty One Day War y The Management of Savagery. Ha producido artículos impresos para una variedad de publicaciones, muchos reportajes en video y varios documentales, incluido Killing Gaza. Blumenthal fundó The Grayzone en 2015 para arrojar luz periodística sobre el estado de guerra perpetua de Estados Unidos y sus peligrosas repercusiones internas.

Tomado de: The Grayzone

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