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Instigar una “primavera cubana”

Por Manuel Hevia Frasquieri

Amplios reportajes fílmicos sobre las gigantescas revueltas populares en Túnez, Egipto y Libia a lo largo de 2011 describían el uso masivo por los manifestantes de plataformas de Internet en las redes sociales. Aquellos jóvenes intercambiaban mediante sus celulares todo tipo de consignas, denuncias o recibían indicaciones de las organizaciones que lideraban aquellas revueltas, mantenían una interacción con otros manifestantes con los que se reunían en parques y avenidas, trasladaban imágenes en vivo a los medios de prensa o mensajes en la red sobre lo que estaba ocurriendo.

Las nuevas herramientas permitían visibilizar en todo el mundo, de acuerdo a patrones dictados por Washington en las plataformas y reses sociales, la intensidad y la violencia de las protestas antigubernamentales y su represión policial. Un destacado asesor de la política yanqui comentaría años después sobre aquellos sucesos y lo que significó para el accionar político de su país integrar estas redes en sus herramientas diplomáticas, convertidas en “aceleradores de un supuesto cambio democrático en el Medio Oriente”.

Mientras tenían lugar aquellos eventos en 2011 algunas operaciones encubiertas patrocinadas por la USAID y la NED, visiblemente relacionadas a los servicios especiales norteamericanos, venían ejecutándose desde tres años antes para instigar lo que los propios norteamericanos denominaron como una “Primavera Cubana” al estilo del Medio Oriente.

Nuevos programas sediciosos en marcha

Un documento informativo elaborado por la USAID sobre el programa secreto “Apoyo a la sociedad civil cubana” fechado el 28 de enero de 2009 en San José, Costa Rica, constituye una prueba irrefutable de la naturaleza sediciosa e injerencista de estos proyectos. El programa fue promovido por la USAID a través de su “Oficina de Iniciativa para la Transición» (OTI), con participación de otras instituciones como Creative Associates International de Costa Rica y Communications, Control Systems and Signal Processing, y otras entidades que se incorporarían sucesivamente o actuarían en estrecha coordinación desde otros proyectos paralelos en curso.

Este programa se extendería por un periodo inicial entre 2008 y 2011 siguiendo la norma de la mayoría de sus proyectos, los que renuevan sus asignaciones monetarias en posteriores años fiscales.

El programa develaba el dominio de un alto nivel de datos e informaciones sobre la realidad interna cubana, resultado de estudios previos de situación operativa propios de la actividad de inteligencia.

Este documento reflejaba con cinismo sus preocupaciones sobre los obstáculos y el riesgo que enfrentaban al realizar estas acciones dentro de Cuba dada la hostilidad existente contra sus programas. Esto podría explicar la aplicación por la USAID de fuertes protocolos de seguridad para sus subcontratistas como se aprecia en sus documentos de trabajo.

Valoraban con cinismo la crisis económica existente en el país como una oportunidad estratégica para sus objetivos, que facilitaba en gran medida el desenvolvimiento de sus programas subversivos a lo interno.

Con total desfachatez expresaban en sus documentos originales que la crítica situación de la economía cubana “le resta legitimidad al gobierno cubano e incrementa la motivación de los ciudadanos al cambio”.

El mega proyecto “Apoyo a la sociedad civil cubana instituyó sin dudas un novedoso modelo subversivo que ha mantenido su vitalidad hasta nuestros días.

Esbozó como “Misión” promover “la transición en Cuba, sacar el país del estancamiento a través de iniciativas tácticas y poner en movimiento el proceso de transición hacia el cambio democrático”.

Al definir el éxito final al que aspiraban sus promotores expresaron: 1) “Una variedad de plataformas ciudadanas están establecidas sólidamente como organizadores comunitarios legítimos (las consideraban como vehículos para el involucramiento comunitario).”  2) “Las plataformas comunitarias están activamente involucradas en los procesos de cambio (las concebían como Iniciativas de terreno promoviendo la eficacia de la base hacia arriba)”.

La última afirmación del documento remataba un enfoque retrógrado y confuso al postular: “En última instancia, el éxito significa que cuando aparezca la oportunidad de posibles reformas sociopolíticas la sociedad cubana esté preparada para ser parte de la conversación”.

El enemigo pretendía desconocer la capacidad del pueblo cubano para decidir su futuro. Nuestra sociedad ha demostrado con creces estar preparada para asumir los cambios socioeconómicos que necesita la nación. La aprobación mayoritaria de su nueva Constitución de la República es evidencia de ello.

De acuerdo a este programa la USAID estableció sólidos puntos de vista para un trabajo sedicioso y conspirativo de largo alcance al concebir en una primera fase la construcción de “plataformas ciudadanas”, estructuradas, preparadas y con variados propósitos; las “plataformas de comunicaciones masivas alternativas” con “un acceso masivo, contenido inteligente y no censuradas”, y los denominados “espacios para reuniones masivas, no amenazantes para el estado”.

Tras la apariencia externa de estas formulaciones que poseen una identidad social reconocida en el mundo, subyace el trasfondo engañoso del enemigo que aspira a utilizar estos mecanismos sociales como un artilugio de hostilidad y odio contra la Revolución en un renovado intento de restauración de un sistema abolido por nuestro pueblo desde 1959.

El enemigo intenta engañar al mundo negando la legitimidad de las plataformas ciudadanas surgidas al calor de la Revolución cubana durante más de sesenta años, mientras intenta fabricar y proclamar otras que brinden cabida a los intereses de mercenarios, traidores y anexionistas al servicio del imperio yanqui.

Estas formulaciones no eran letra muerta o un ejercicio teórico pues se ejecutaban a toda marcha contra Cuba como fue la operación encubierta Zunzuneo, una plataforma comunicacional alternativa que se desplazó entre 2009 y 2011 enmascarada tras una red social de mensajería que alcanzó más de 45 mil usuarios, principalmente jóvenes y la organización de unos 1 331 grupos,

El programa “Apoyo a la sociedad civil cubana” se atribuyó un “logro significativo sin precedentes” con la creación de Zunzuneo, el que estaba dirigido a promover comunicaciones independientes “que brindarían un acceso futuro a los móviles de más de 400 mil cubanos”.

Este programa se atribuyó también “un crecimiento significativo en el movimiento contracultural” de la juventud en la capital, atribuyéndose como logro una supuesta “marcha contra la violencia celebrada en noviembre 2009”. Un incidente como este había tenido lugar en esa fecha  como parte de una provocación organizada por elementos contrarrevolucionarios internos, en la que algunos jóvenes instigados por estos habían desfilado entre las calles G y J en la barriada del Vedado, lo que no tuvo mayor trascendencia en la población.

Una segunda fase del trabajo subversivo de este programa estaba referido “al apoyo de iniciativas para la rendición de cuentas de abajo hacia arriba”, las que perseguían trasladar preocupaciones que ellos catalogaban como “legítimas” a los líderes de las comunidades, para que se convirtieran en “presiones públicas, viables y exitosas”, como una forma más de presión contra las autoridades locales.

Esto último no era algo nuevo. Es un componente básico de la doctrina del golpe suave recogidas en los manuales de “lucha noviolenta” del politólogo norteamericano Gene Sharp, que sirvieron de marco doctrinal de las acciones subversivas durante el derrumbe del socialismo en Europa Oriental y más tarde en las denominadas revoluciones de colores y la Primavera Árabe. Actualmente es enaltecida en el discurso político de la derecha cubano- americana y por organizaciones terroristas de Miami.

Esta metodología es el componente principal del “Modelo para el cambio social” que propone este programa enemigo.

El mismo aboga por el fortalecimiento de un liderazgo y una estructura comunitaria a nivel de base, la sucesión de “pequeñas victorias” que incrementen la motivación y la participación de la comunidad y las presiones de abajo hacia arriba a favor de reformas socio económicas; según este programa esto haría posible nuevas presiones reformistas internacionales sobre el país y finalmente presuntas negociaciones con el gobierno a favor de reformas que incluirían la participación de la sociedad civil.

Pero el modelo de sociedad civil en Cuba que concibe el enemigo es contrario a la participación mayoritaria de organizaciones sociales, políticas y de masas inspiradas en un rumbo revolucionario que define el carácter de nuestro modelo socialista. Obviamente, el enemigo excluye también de este “modelo para el cambio social” a la guerra económica que ejecuta contra Cuba y a las millonarias asignaciones de la propia USAID y a la guerra mediática y de influencia subversiva que actúan permanentemente sobre el entorno social cubano.

Estas son precisamente sus palancas para tratar de forzar ese supuesto “cambio” y constituyen el principal arsenal subversivo para empujar al país a la desestabilización y el caos interno.

Un elemento novedoso de este programa subversivo es el trabajo dirigido contra “personas claves” dentro  la población a los que segmenta o divide no por su edad, nivel económico, cultural o  posición social sino por su supuesta “lealtad al régimen”.

Lo anterior introducía un nuevo criterio de selección del “potencial” en el país a trabajar por el enemigo, sin duda voluble y arbitrario, copiada según sus propias fuentes de las experiencias del movimiento de oposición serbio OTPOR en las denominadas revoluciones de colores, el que segmenta la población en cinco grupos.

Obviando cualquier análisis sobre la inconsecuencia de esta fórmula introducida en este programa de la USAID me limitaré simplemente a explicarla a los lectores.

El grupo 1 es considerado por el enemigo como el “activamente leal”.  Pero el énfasis principal de su trabajo futuro de influencia recaería sobre los ciudadanos a los que catalogaba supuestamente como “pasivamente leales” (grupo 2) y los llamados “neutrales” (grupo 3).

Entre los “pasivamente leales” el enemigo ubicaba a los “ciudadanos escépticos pero simpatizantes del régimen”. Entre los “neutrales” situaba caprichosamente a los cuentapropistas, agricultores pequeños y a los operadores del mercado negro, considerándolos como parte de la “ecuación para un cambio sociopolítico”.

Consideraban que el desafío fundamental de trabajar sobre estos dos grupos era psicosocial, para contrarrestar su apatía y desesperanza y lograr finalmente su deseo “a favor del cambio”.

El objetivo mediato de este programa era incorporar respectivamente los grupos 2 y 3 a las categorías de “desleales pasivos” (grupo 4) y “desleales activos” (grupo 5), convirtiendo según sus palabras, “lo latente en acción”, lo que significaba dotar esta acción de una naturaleza ofensiva y abiertamente contrarrevolucionaria.

Dentro de los “desleales pasivos” el enemigo catalogaba por igual a personas religiosas católicas, jóvenes des-socializados y blogueros en las redes a los que consideraba cada vez más confrontacionales, así como a los ciudadanos de la “cultura subterránea que negocian espacios para la libre expresión”.

Entre los “desleales activos” incluía a los elementos contrarrevolucionarios, los que evaluaba como “carentes de estrategia, coordinación y mensajes tangibles, desconectados del ciudadano promedio, que habían perdido estatura y relevancia internacional, aunque mantenían cualidades como el coraje y poder de permanencia”.

Al margen de la superficialidad o incongruencia de semejante segmentación,  el enemigo aspiraba en esencia a empujar a supuestos ciudadanos pasivos a “un proceso de cambio de régimen”. Para ello promovió un diseño metodológico  dirigido a identificarlos, ganar su confianza, estimularlos a la acción con metas y agendas para el cambio, desarrollarle habilidades de liderazgo, estructurarlos, apoyar sus acciones y conformarlos en redes ciudadanas. Estos componentes mantienen su vigencia en la actuación del enemigo en estos momentos.

Entre los sectores sociales considerados como estratégicos, la USAID y su gobierno incluyeron en este programa a los estudiantes universitarios, la juventud y los que denominan “la contracultura”, los ciudadanos católicos de base, los pequeños agricultores, los afrocubanos, los cuentapropistas, la comunidad LGBT y las víctimas afectadas en esos momentos por un huracán en tres provincias, prioridades que aún mantienen.

Los logros del programa considerados por la USAID

El programa reconocía haber obtenido hasta esos momentos distintos “logros” en su administración e implementación dentro de Cuba lo que demostraba su carácter ilegal e injerencista. Al margen de una posible falsedad o exageración en los datos aportados en este informe, la USAID declaraba con desfachatez haber logrado asociar en estos planes a más de 30 ONGs de quince países latinoamericanos, establecer “relaciones de trabajo” con una red de más de cien jóvenes católicos, mantener relaciones de confianza con ciento veinte cuentapropistas y estudiantes de universidades de cuatro ciudades en el país.

Reconocía también una relación inicial con más de 120 jóvenes que constituían figuras de la “contracultura” y una posible relación futura con más de quinientos “beneficiarios” potenciales de otros sectores. Por último refirieron la “puesta en marcha de una iniciativa para establecer un centro de entrenamiento local para activistas sociales”, cuya existencia no fue posible determinar en esta investigación histórica.

Finalmente, el programa reconoció más de 47 donaciones aprobadas por su gobierno con una cifra superior a los $ 2,32 millones, con $ 1 millón de gastos ejecutados hasta ese momento. Admitió el acceso a una asistencia material que les permitió entregar directamente a sus “beneficiarios” captados unas 70 laptops, 40 celulares y 220 USBs y discos duros externos, así como la “presencia” del programa en seis provincias cubanas como Pinar del Río, La Habana, Villa Clara, Camagüey, Holguín y Santiago de Cuba, en una primera etapa.

La evaluación de los “logros” obtenidos hasta esos momentos reflejaba el optimismo de la USAID y su confianza de que en 2011 habrían alcanzado los objetivos planteados en aquel programa. Pero una vez más subestimaba a la Revolución cubana.

Los casos de Allan Gross y Zunzuneo tributaban a los objetivos del programa “Apoyo a la sociedad civil cubana”,

En momentos que se desplegaba con fuerza el programa analizado en este ensayo histórico el subcontratista norteamericano encubierto de la USAID Allan Gross había arribado al país en 2009 como empleado de la Development Alternative, Inc (DAI) introduciendo ilegalmente medios de infocomunicaciones con los que abasteció y entrenó a redes internas independientes para garantizar una futura interacción entre las pequeñas células creadas y el libre acceso satelital a Internet.

Se trataba de otro proyecto secreto de la USAID operado por un experto en tecnologías de comunicación que había laborado en más de cincuenta países. Según medios de prensa había elaborado sistemas satelitales de este carácter durante las intervenciones militares norteamericanas en Iraq y Afganistán. Alan Gross fue encarcelado y juzgado más tarde por los tribunales cubanos.

En la sentencia dictada por los tribunales quedaba probada su intención de crear condiciones para la difusión de informaciones distorsionadas de la realidad cubana y la promoción de acciones de desobediencia civil cuya fuente de información no pudiese ser detectada por las autoridades.

En esos momentos se desplegaba también otra peligrosa operación encubierta de la USAID conocida con el nombre de “Zunzuneo” que se desplazaba en el sector de las telecomunicaciones, la que promovió a modo de disfraz una gigantesca red social de mensajería para personas jóvenes con temáticas amenas y despolitizadas relacionadas con el arte, el deporte, la música u otras curiosidades. Zunzuneo” fue diseñada especialmente para Cuba por el enemigo a un costo millonario e instaló de forma encubierta una plataforma comunicacional horizontal entre teléfonos celulares de jóvenes usuarios cubanos ajenos a esta nueva patraña.

Por su trascendencia, esta investigación histórica brindará  al lector en el próximo ensayo la forma en que fue articulada internacionalmente esta operación a partir de documentos inéditos de la USAID y sus mercenarios a sueldo.

Muchos lectores coincidirán conmigo que los casos de Allan Gross y Zunzuneo fueron dos operaciones encubiertas dirigidas por la CIA y pagadas por la USAID a un costo millonario.

Fueron sin duda proyectos novedosos de alta tecnología organizados minuciosamente pero inspirados y puestos al servicio de la maldad y el odio hacia Cuba, en momentos que el acceso a Internet se iba desarrollando a pesar de los obstáculos del bloqueo económico estadounidense y que pretendían crear plataformas de mensajería grupal fortaleciendo una relación a todas luces inocente y despolitizada de jóvenes usuarios para crear la simiente de pequeños células dentro de la red social, fuera de todo control de nuestras autoridades.

Era parte también de un trabajo gradual, por etapas, diseñado desde un programa global y estratégico de la USAID buscando escalar en un futuro a la confrontación de mensajes con puntos de vista más confrontacionales, aprovechando cualquier coyuntura favorable para seguir abonando el terreno hacia el proyectado cambio de régimen.

Tras el fracaso de las operaciones de Allan Gross y Zunzuneo, la Radio y TV Martí anunciaron en 2013 la operación «Piramideo», con propósitos similares: crear una red social de “amigos” con fondos de la USAID y estructurar una nueva plataforma de mensajería contra Cuba.

Al año siguiente quedaría al descubierto también el programa «Commotion», pagado por el Gobierno de Estados Unidos, que proyectó fallidamente establecer ilegalmente una conexión inalámbrica WI-FI dentro de Cuba.

La falacia de una Primavera Cubana se derrumbó estrepitosamente.

Todos estos proyectos formaban parte de un vasto plan subversivo abarcador como el de “Apoyo a la sociedad civil cubana”, entre otros 479 programas,  que marcharon desde entonces hasta la actualidad contra Cuba con el beneplácito del Gobierno de Estados Unidos, mediante aportes monetarios calculados en ciento cuarenta y ocho millones, ciento veintiún mil, trescientos cincuenta dólares[1] ($148, 121,350).

No quiero terminar sin brindar nuevos elementos a nuestros lectores sobre la conducta sinuosa de la USAID en la aplicación de sus programas Democracia contra Cuba, las que realiza como agencia federal independiente bajo el control del Departamento de Estado estadounidense.

Los estrictos protocolos de seguridad que la USAID suministra a sus espías

Si alguien tuviera alguna duda sobre el carácter conspirativo de estos proyectos lo invito a leer fragmentos textuales de un protocolo de seguridad entregado por la institución CREA CR, precisamente una de las promotoras del programa USAID analizado, suministrado a sus emisarios que viajaban a Cuba en esos años.

El texto alude a algunos lineamientos de un “plan de emergencia” a seguir en caso de detención o interrogatorio del visitante —entiéndase subcontratista de la USAID— por las autoridades cubanas.

Podría resultar algo inusual en el mundo que una ONG extranjera instruya a un simple turista que visite un país para veranear cual debe ser el comportamiento que debe mantener en caso de ser detenido o interrogado por hechos de carácter político.

En la narrativa de estas indicaciones resalta el interés de la USAID de no divulgar dato alguno sobre la organización que lo envía, el contenido del programa o sus contrapartes, el objetivo de su viaje y mucho menos admitir contactos con “elementos contrarrevolucionarios o contrarias al gobierno” durante su estancia, todo lo cual evidencia el ambiente conspirativo de estas visitas a Cuba. Les ofrezco algunos fragmentos originales de estas orientaciones.

“Relato acerca de la razón de estar en Cuba

“[…] El interrogatorio puede ocurrir informalmente en la calle y ser llevado a la estación de policía o al centro de detención, en su cuarto de hotel o en el aeropuerto a su llegada o salida de Cuba.

Durante cualquier interrogatorio (o cualquier otra conversación sobre el tema), no mencione a CREA, el programa de CREA, ni a sus contrapartes en Cuba.

“Durante la detención o el interrogatorio, el procedimiento usual para operar de las autoridades cubanas es el de asustarle, confundirle y usar cualquier poder psicológico que pudieran utilizar en su contra.

“Su objetivo primordial durante el interrogatorio es mantener la calma, hacerlos entender que no van a conseguir nada con ese cuestionamiento y seguir manifestando que no comprende qué es lo que piensan que ha hecho mal.

“A pesar de que nunca hay certeza total, confíe en que las autoridades no intentan hacerle daño físico, sino asustarlo/a. Cometer daño físico a los extranjeros por parte de las autoridades es extremadamente raro. Recuerde que el gobierno cubano prefiere evitar malos reportajes de prensa en el exterior por lo que un extranjero golpeado no les conviene.

“Como regla general, un recurso que suele ser útil es continuar actuando como cualquier turista, hacerse el tonto y hacerse el/la que no comprende por qué se le está cuestionando.

“Aún si los que lo cuestionan insisten en que usted hizo algo malo o en que usted habló con alguien no grato para ellos, como regla general usted debe seguir haciéndose el/la que no entiende por qué hacen tanto lío.

“Nunca admita haber hecho algo malo, mucho menos si no tiene a un representante de su Embajada a su lado.

“Siempre tenga en mente que nada de lo que usted ha hecho durante su viaje es ilegal, de ninguna manera, en ninguna sociedad democrática y abierta. De esa manera, logrará mantener una apariencia calmada durante el interrogatorio.

“Si el interrogatorio se prolongara o se formalizara llevándole a una estación de policía, exija su derecho de contactar directamente a su Embajada. Continúe haciéndose el/la que no entiende cuál es el problema que tienen con usted.

“Habrá preguntas sobre las personas con las que se ha reunido, las razones por las cuales ha conversado o se ha reunido con personas específicas, el verdadero propósito de su viaje, sus objetivos al estar en Cuba, sus relaciones con organizaciones extranjeras que se oponen al gobierno cubano y temas similares.

“Durante el interrogatorio, recuerde siempre que a menudo esas personas no tienen detalles acerca de lo que usted ha hecho o haya dejado de hacer, aun cuando actúen como si estuvieran enterados de todo.

“Si se le preguntara sobre personas específicas con las que se hubiera reunido o con las que hubiera conversado, puede negar la reunión o puede reconocerla en caso de que no tuviera sentido negarlo en ese momento.

“Si decide admitir siempre explique que usted se ha reunido y conversado con docenas de personas y que es algo que siempre le gusta hacer con las personas del lugar al cual usted viaja. No es su intención hacerle daño a nadie y que usted no sabía que en Cuba hubiera personas con las que puede hablar y otras con las que no.

“Las autoridades cubanas utilizan la etiqueta ‘contrarrevolucionario’ libremente contra cualquier persona que no les sea grata. No admita haber tenido contactos con alguna persona ‘contrarrevolucionaria’ o que esté en contra del gobierno.

“Recuerde que sus reuniones han sido con actores de la sociedad civil y no con activistas políticos de ninguna índole. Cualquier contacto con individuos a quienes el gobierno considere problemáticos deberá explicarse como una casualidad o por curiosidad a causa de lo que ha leído en los periódicos”.

Sobran los comentarios.

Tomado de: Razones de Cuba

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Las guerras gemelas: cultural y simbólica. “Caballos de Troya” de la subversión político-ideológica contra el socialismo cubano

Por Alberni Poulot Cumbá

Introducción

En su carta-testamento político, el Héroe Nacional de Cuba, José Martí, le confesó a su queridísimo hermano, el intelectual mexicano Manuel Mercado, que el fin de su lucha era independizar a Cuba de España y con ella, coadyuvar la independencia de Puerto Rico e impedir a tiempo que los Estados Unidos, cayeran “con esa fuerza más sobre nuestras tierras de América”[1]. Pero aún proclamó, que esa misma independencia contribuiría al “equilibrio aún vacilante del mundo”[2]. ¿Son conocedores los imperialistas yanquis de estos designios martianos?, ¿verán en la Revolución socialista cubana la alternativa al modelo neoliberal impuesto al mundo?, ¿por qué intentan destruir al Socialismo cubano?, ¿por qué combinan el secular Bloqueo económico, financiero y comercial con las guerras gemelas?

El profundo intelectual argentino Néstor Kohan, en las palabras introductorias de su hereje libro “Hegemonía y cultura en tiempos de contrainsurgencia «soft»”[3], nos refiere:

“Las mejores guerras se ganan sin combatir. Con la zorra y el león. Fabricar hegemonía. Cooptar conciencias. Mercantilizar la cultura. Erosionar la autoestima popular. «La Providencia y el Destino Manifiesto» reclaman esa isla maldita y hereje. Pero el 99% del mundo rechaza el bloqueo de Estados Unidos contra la Revolución Cubana. Patrañas. El Big Brother imperial te convencerá que «el bloqueo no existe». ¡Todo es un cuento comunista y totalitario! Arrogante y amenazador, con su casa en llamas, te observa y controla tus comunicaciones. Se mete en tus sueños, emociones y fantasías. Manipula lo que se ve, se oye y «se habla». Marca agenda. ¡Hay que aplastar a la madre de las insurgencias! Monroe y Adams deben, por fin, borrar a Martí y Fidel. Para que aprenda «el patio trasero». Puerto Rico llegará hasta la Patagonia y la Antártida.

¿Y si se hacen públicas las fotos de torturas en Guantánamo y Abu Ghraib? La «democracia republicana» y su liberalismo solo «interrogan de manera fuerte». ¿Y si se descubre el dinero sucio de la inteligencia norteamericana en ONGs, blogs y sitios webs? ¡Negar todo! ¡Son iniciativas de «la sociedad civil»!

¿Se puede entonces resistir? Sí, se puede. Baraguá. Moncada. Girón. Goliat no es invencible”.

Además del agradecimiento a tan valiente postura moral y coherencia académica e intelectual. Kohan nos revela dos dimensiones ideopolíticas a considerar:

La combinación del “garrote y la zanahoria” en la secular y obcecada geopolítica yanqui hacia Cuba.

La resiliente y digna intransigencia cubana, que encontró en su cultura e identidad nacional, los escudos y las espadas para permanecer como nación independiente, libre y soberana.

“…A un plan obedece nuestro enemigo: el de enconarnos, dispersamos, dividirnos, ahogarnos. Por eso obedecemos nosotros a otro plan: enseñarnos en toda nuestra altura, apretarnos, juntarnos, burlarlo, hacer por fin a nuestra patria libre. Plan contra plan. Sin plan de resistencia no se puede vencer un plan de ataque…”[4]

Similar objetivo contra el mundo y posteriormente contra Cuba, 58 años después diseñó la administración norteamericana de turno, como parte de la Guerra Fría y el macartismo. La esfera cultural se identificó como la mejor de las armas de dominación; no implicaba los riesgos, costos y gastos de las masacres mundiales por repartos territoriales y expansiones económicas, tampoco el apuro moral por desenmascararse las pérfidas intenciones: se apelaría a la manipulación de los instintos humanos, los reflejos psíquicos y las percepciones y representaciones mentales de lo bello, atractivo, simbólico y glamoroso, que desde las artes y el mundo de la diversión, el naciente imperio global impondría al mundo.

La cultura y su manipulación tuvo un antecedente en 1950 con la creación por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) del Congreso por la Libertad de la Cultura, institución anticomunista con sede en París, tenía como objetivo final manipular la mente y los sentimientos de la intelectualidad mundial, cooptándolos hacia las doctrinas macartistas, la “cacería de brujas” del anti comunismo y la exaltación de los valores del modo de vida occidental (american way of life), así como deslustrar los avances del socialismo, especialmente los logros de la URSS y de los movimientos progresistas y descolonizadores.

Para ese fin establecieron sucursales del Congreso en 35 países, contrataron, compraron o reclutaron a miles de personas, incluyendo artistas, intelectuales y periodistas para organizar casas editoras, conferencias y exposiciones de arte, al tiempo que publicaron artículos de opinión en decenas de revistas y formaron su propio servicio informativo para replicar en formato cultural los intereses geopolíticos de Estados Unidos. Además se consolidó un sistema de premios en metálico, de becas y se utilizó a intelectuales conscientes o no de los verdaderos fines de la institución que acompañaban.

La experiencia de la nefasta institución conforma el parque metodológico y simbólico de esta forma de manifestación de violencia política, toda vez que ha quedado demostrado que en los terrenos político, militar, económico, diplomático ni comercial; los imperialismos no han podido derrotar las ideologías, las culturas, las identidades nacionales ni las utopías. Ante tan histórico y estrepitoso fracaso del sistema capitalista mundial, les ha quedado la opción, que en nuestra opinión si han logrado hegemonizar y homogeneizar su pensamiento imperial. En los terrenos cultural y semiótico.

“…necesitan recrear, cotidianamente, su hegemonía. Desmoralizar, fragmentar y dispersar a sus enemigos. «Meterse en el bolsillo», si es posible, sus categorías, sus símbolos y sus banderas, resignificadas, por supuesto, para volverlas funcionales a la dominación capitalista y la vigilancia imperial. Crear no solo ideas y programas, pulidos en un escritorio de oficina del Pentágono, la CIA o el Departamento de Estado, sino estructuras flexibles de sentimientos, sensibilidades e identificaciones (colectivas e individuales) afines a la dominación del mercado, el dinero y el capital. Es decir, convencer a mucha gente que es imposible vivir de una manera distinta al capitalismo y, al mismo tiempo, generalizar el triste y patético american way of life para todo el orbe; ubicando en la Florida la tierra prometida para la comunidad latinoamericana. Allí donde se puede ser «norteamericano» sin saber hablar inglés, jugando al dominó en camiseta y escuchando música de salsa o reguetón”[5].

Con esas pírricas victorias obtenidas en el mundo colonizado culturalmente, unida a las de las “primaveras coloridas” en países incómodos, se lanzan “con esa fuerza más” sobre Cuba: ¿por qué contra el socialismo cubano?, ¿cuál es el impacto de las guerras gemelas en Cuba socialista?, ¿cuál es la nueva contrarrevolución cultural, quién las financia, adoctrina y manda?; esas y otras interrogantes despejaremos en lo delante de este trabajo.

Desarrollo

¿Por qué la guerra gemela contra el socialismo cubano?

Las razones están en la lógica geopolítica y en la naturaleza expansionista del imperialismo mundial. Cuando Lenin definió y caracterizó los rasgos económicos del imperialismo (antes, sin darle ese nombre, Martí lo “retrató” y anticipó), nos brindó un método científico (marxista) para “entenderlo”: El imperialismo está liderado por una Oligarquía financiera, industrial, militar, tecnológica y cultural; que se “unen” en oligopolios, muchos de ellos supranacionales, que exportan y especulan capitales y que propician y participan en la repartición y expansión económica de territorios físicos y ahora virtuales.

¿Quién puede impedir su “esencia” geófaga?… ¡La conciencia de los pueblos!, tanto los que están dentro de los “estómagos imperialistas”, como los que están al alcance de sus vistas y garras.

China es el mayor obstáculo financiero, económico y comercial; pero es incapaz de despertar conciencia de rechazo hacia el capitalismo o el imperialismo en los obnubilados pueblos del mundo; Rusia, es freno militar, diplomático y nuclear; pero no cuenta con la autoridad soviética de antaño para hacer girar sobre sí influencias políticas o morales de las tres cuartas partes de los países pobres del mundo.

Los otros países que incomodan y “picotean” la cabeza del Águila calva imperial, son Venezuela, Irán, Nicaragua, Corea del Norte y Siria; pero sus capitales políticos, éticos, y económicos sufren el desgaste de las potencias imperialistas; excepto los casos de Venezuela e Irán, que en sus respectivas áreas geográficas conservan fuertes nexos políticos y algún que otro económico; sin embargo no llegan a erigirse en paradigmas del llamado Tercer Mundo.

En cambio Cuba, su digna resistencia a la potencia imperialista más poderosa de la historia, sus probados y reconocidos logros sociales y una mítica y enigmática economía, que no solo ha resistido 62 años de férreo, recrudecido y genocida bloqueo; sino que ha sido capaz de sostener la obra humana y de justicia social que le ha dado al pueblo cubano y que ha compartido desinteresadamente con más de 100 países del mundo; es ese ejemplo y el proyecto político, económico, social y cultural, probadamente disyuntivo al capitalismo, el que ofrece una viable alternativa al modelo neoliberal con que los poderosos de la tierra, han vestido a la fuerza y por engaño a la humanidad.

Una visión aproximada de lo anteriormente dicho lo corroboran estas ideas del Presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, cuando en franco diálogo con la vanguardia artística y cultural cubana les expresó:

“Entre ustedes nos sentimos cómodos, entusiastas, optimistas, conscientes de que como nos enseña Raúl: “Sí se puede” cuando se quiere. Y ustedes y nosotros, es decir, la Revolución, queremos lo mismo: Un país libre, independiente y soberano; Fiel a nuestra historia; Que garantice justicia social y justa distribución de la riqueza; Con respeto a la dignidad plena del ser humano, mujer y hombre; Con una sólida identidad cultural; Donde se preserve el acceso gratuito y universal a la educación; Que avance hacia un desarrollo económico equilibrado y sostenible; Próspero, inclusivo, participativo; Invulnerable militar, ideológica, social y económicamente; Con servicios de salud gratuitos y de la mayor calidad para todos; Solidario, generoso, humanista; Que repudie todas las formas de discriminación; Donde no prosperen nunca el crimen organizado, la trata de personas o el terrorismo; Defensor de los derechos humanos de todos, no de segmentos exclusivos o privilegiados; Libre de toda forma de violencia, esclavitud, explotación humana; Con un ejercicio ejemplar de la democracia del pueblo y no del poder antidemocrático del capital; Capaz de vivir en paz y desarrollarse en armonía con la naturaleza y cuidando las fuentes de las que depende la vida en el planeta…”[6]

¿Acaso no es esto, unido a los logros del país en materia de vivienda (más del 97% no es propiedad del Estado), acceso al agua potable (más del 98% de la población), a la energía eléctrica subsidiada (el 99% de la población), etc., reclamos y justas aspiraciones de la casi totalidad mundial? Si a ello les sumamos que el 100% de la población se beneficia de los resultados y productos científico-técnicos, incluidos los de su reconocida industria farmacéutica y biotecnológica, capaz de crear productos únicos en el mundo: vacuna contra el cáncer de pulmón, contra meningitis meningocócica B, contra la hepatitis B y C, contra la covid 19 (tres vacunas y dos candidatos vacunales); el Heberprot P, empleado en la terapia de la úlcera del pie diabético, o el Policosanol (PPG), efectivo en la reducción del colesterol en sangre, entre otros medicamentos de alto impacto, entonces es comprensible, por qué el empeño de “destruir” a la revolución cubana y su ejemplo.

También constituyen motivo de “estudio” por parte de organizaciones sociales, políticas de izquierda y fuerzas progresistas en general, la particularidad cubana de dirigir un país con un solo Partido; la organización y gobierno popular; la democracia sustentada en una experiencia autóctona y alejada de los modelos de la democracia burguesa. Los resultados efectivos en esos terrenos preocupan y enfurecen a los dueños del planeta, porque es una disidente propuesta de ser y existir en nuestro mundo sin sometimiento ni subordinación extranjera.

¿Cuál es el impacto de las guerras gemelas en Cuba socialista?

El socialismo no es un punto de llegada, es un camino a transitar, con un pasado capitalista, en un entorno capitalista y con caminantes capitalistas.

Cuando hablamos de guerras gemelas, estamos incluyendo las dimensiones ideológica, política, artística, filosófica, religiosa, psicológica y otras más que abarcan la conciencia social. Por el modo en que estas impactan en Cuba, empiezan a vislumbrarse antagonismos de clases; por un lado, las tradicionales, en heterogéneo, pero unitario apoyo al Socialismo y la Revolución. En el otro lado, se encuentra un tipo de clase (burgués) que se “fabrica” desde los EE.UU., con la militancia activa de la “Mafia” anticubana con asiento en Miami, en el Congreso norteamericano y en una pequeña parte de la “última” emigración cubana, que siembra sentimientos de clases opuestas a las proletarias y a las “pobretarias” (como define Frei Beto). Esta nueva clase burguesa se conecta con un sector de la sociedad cubana desde lo sentimental e instintivo.

El objetivo final es la lucha por el poder político. El método es desencantar a la población cubana, llenarla de desesperanza, dividirla. A través de una fuerte y sostenida campaña de desinformación, manipulación, noticias falsas y distorsión de la realidad cubana, los grandes emporios generadores de opinión pública mundial, reproducen la matriz de opinión de que Cuba es un Estado fallido, de que la experiencia socialista cubana está agotada, desgastada y fracasada, que el Gobierno revolucionario es incapaz e ineficiente, que existe una casta de funcionarios y dirigentes corruptos y burócratas y que estamos sumidos en una sempiterna pobreza y precariedad económico-social, y del otro lado, de manera cínica, desconocen todos los logros y altos resultados de una nación, que no solo sobrevive frente a una genocida guerra económica y terrorismo de Estado, sino que se mantiene vital, solidaria, humana y sin renunciar a proporcionar la mayor suma posible de justicia social y prosperidad económica a su población.

Coincido con el notable intelectual cubano Enrique Ubieta en su planteamiento de que no es una “…guerra entre personas que apoyan o no un gobierno, sino entre individuos que están a favor o no de un sistema, que implica también una percepción cultural del mundo, una manera de entender el concepto de felicidad, tanto en la vida personal como colectiva. Entonces, lo que quieren es cambiarnos la mente. Desean que la sociedad cubana modifique su manera de pensar, sus ideales, sus expectativas, ansían construir un proceso de cambios paulatinos en la mentalidad de los cubanos que nos conduzca, sin necesidad de que ocurra la caída del Gobierno, al capitalismo”[7].

Es llamativo el método de “sembrar” esos reflejos y esos sentimientos procapitalistas en una parte de la población cubana. Se pudiera decir que es un método rudimentario y primitivo, pero efectivo. Sin saberlo, están empleando el mismo que usaron los primeros cristianos para inculcar el nuevo evangelio: el intercambio persona a persona.

La parte de la emigración que no comulga con el socialismo cubano, que es políticamente ignorante o se “desconecta de saber” sobre las verdaderas causas de los problemas económicos de su familia en Cuba, “recluta y coopta” a otro familiar, este a otro, llegando a conocidos y desconocidos y de ese modo van tejiendo una no despreciable cadena de “admiradores” del sistema capitalista. Los argumentos más sólidos son la supuesta “prosperidad” y el “éxito” de  que disfrutan en el exterior (aunque vivan reventados y explotados por el Sistema), las remesas que envían, pocas muchas veces, pero que en Cuba adquieren un alto valor al no tenerse que emplear en la canasta básica subsidiada, ni en la Educación, ni en la Salud, por ejemplo, y algunas son empleadas en el desarrollo de iniciativas privadas y en el consumismo en las llamadas tiendas recaudadoras de divisas, que desafortunada y circunstancialmente, tienen que existir, generando una reconocida e indeseable desigualdad.

“Existen dos maneras de entender las relaciones entre las personas y los objetos: la cultura del tener y la cultura del ser. ¿Qué es lo que predomina hoy en Cuba, la cultura del capitalismo o la del socialismo? En el mundo lo que predomina es la cultura del capitalismo. La del socialismo es un proyecto en construcción y eso implica, obviamente, que seamos consumidores de la cultura capitalista y que además la reproduzcamos.

La corrupción nos duele, nos sorprende y nos hace creer que es un grave problema nuestro, y lo es, porque constituye un cáncer para el socialismo; la corrupción no se nota en el capitalismo, porque es inherente a él; no destruye al capitalismo, a nosotros sí. La corrupción no es resultado del socialismo, es la evidencia de que el capitalismo todavía se reproduce en nuestra sociedad. El socialismo presupone una ética social e individual superior, e implica un nivel mayor de exigencia particular”[8].

La construcción socialista en Cuba ha tenido, tiene y tendrá errores; “está hecha de mujeres y hombres”, como dijo un renegado poeta. Sin embargo, en mi opinión, los tres más grandes errores cometidos han sido: creer que sabíamos qué era el Socialismo y cómo se construía (palabras de Fidel Castro Ruz), el segundo, construirlo (por varios funcionarios) con las “armas melladas del capitalismo” (palabras del Che Guevara) y tercero, reproducir, conscientes o inconscientemente el modo de vida de la sociedad capitalista, como sinónimo de modernidad, desarrollo o prosperidad.

Son grandes los desafíos que imponen los impactos de las guerras gemelas en el país. Nadie mejor que el General de Ejército Raúl Castro Ruz, para ofrecernos una radiografía de la misma:

“… una parte de la sociedad ha pasado a ver normal el robo al Estado… la comercialización ilícita de bienes y servicios, el incumplimiento en los horarios en los centros laborales, el hurto y sacrificio de ganado…, el acaparamiento de productos deficitarios y su reventa a precios superiores, la participación en juegos al margen de la ley, las violaciones de precios, la aceptación de sobornos y prebendas… Conductas, antes propias de la marginalidad, como gritar a viva voz en plena calle, el uso indiscriminado de palabras obscenas y la chabacanería al hablar, han venido incorporándose al actuar de no pocos ciudadanos, con independencia de su nivel educacional o edad”.

“Se ha afectado la percepción respecto al deber ciudadano ante lo mal hecho y se tolera como algo natural botar desechos en la vía; hacer necesidades fisiológicas en calles y parques; marcar y afear paredes…; ingerir bebidas alcohólicas en lugares públicos inapropiados y conducir vehículos en estado de embriaguez; el irrespeto al derecho de los vecinos no se enfrenta, florece la música lata que perjudica el descanso de las personas…; grupos de muchachos lanzan piedras a trenes y vehículos automotores…; se ignoran las más elementales normas de caballerosidad y respeto hacia los ancianos, mujeres embarazadas, madres con niños pequeños, impedidos físicos…todo esto sucede  ante nuestras narices… no puede aceptarse identificar vulgaridad con modernidad, ni chabacanería ni desfachatez con el progreso…”[9]

La fortuna y el acierto cubano es que tiene los antídotos: una Constitución Socialista, debatida, consultada, reformulada, refrendada y aprobada por más del 86% de los cubanos con derecho al voto; la Conceptualización del modelo de sociedad socialista que quiere el pueblo cubano, la dirección económica a través de un Plan de Desarrollo económico-social hasta el 2030, en concordancia con los Objetivos del Milenio de la ONU, los Lineamientos Económicos, aprobados y actualizados en los últimos tres congresos del PCC y un amplio proceso de poder, participación y control popular, alrededor de los principales procesos económico-sociales del país y en las principales decisiones de su destino como nación, entre otras reformas e iniciativas democráticas.

¿Cuál es la nueva contrarrevolución cultural, quién las financia, adoctrina y manda?

El acrisolamiento de la nación cubana está indisolublemente ligado al proceso de lucha armada por la independencia de Cuba. A finales del siglo XVIII y mediados del XIX, se acentuaron las contradicciones económico-político y sociales de los nacidos en Cuba (criollos), los esclavos (llegó a representar alrededor del 40% del total de la población de Cuba en ese periodo y el poder despótico español.

Para dar solución a esa contradicción (los nacidos en la Isla no eran dueño de tierra ni de su destino, sino un agente exterior: el colonialismo español), se formaron tres corrientes político-ideológicas: el reformismo, asumido por el criollismo terrateniente y burgués, abogaba por mantener el estatus quo establecido (la Colonia), aunque demandaba a España la “garantía” de algunas migajas políticas y económicas; el anexionismo, abrazado por otros criollos, con raíces fuertemente esclavistas, hastiados y resentidos por el olvido y subestimación de España hacia sus intereses de clase, solicitaban que Estados Unidos, sobre todo el sur esclavista, asumiera a Cuba como una “estrella” más de la Unión. Y el independentismo-abolicionismo, el ala más radical de lo más destacado de la intelectualidad de la época y de un núcleo revolucionario de terratenientes y letrados de las partes, central y oriental de Cuba.

Lo significativo de este proceso, que en Cuba y el mundo se conoce como “Revolución cubana”, es que la pensaron, idearon, difundieron sus ideas y la encabezaron a través de la lucha armada, intelectuales (abogados, literatos, poetas, músicos, periodistas, etc.). Por tanto, la vanguardia revolucionaria, convertida luego en vanguardia política, fue a la vez la vanguardia intelectual del país, que se funde en lo inmediato con las masas populares, acentuándose y radicalizándose como proceso emancipador.

A lo largo de los 153 años de la Revolución cubana (inició el 10 de octubre de 1868 y tiene 62 años como revolución triunfante: 1 de enero de 1959), la intelectualidad, con artistas de renombre, encabezando el proceso ha prestigiado y dotado de gran autoridad moral y política a sus principales protagonistas, asegurándoles un liderazgo y reconocimiento destacado en el imaginario popular.

De esa singularidad, es que las guerras gemelas buscan un doble efecto: desde lo cultural desmontar las significaciones, significados e identidades de la Cultura cubana, y desde lo simbólico, apropiarse descarada y sesgadamente de lo paradigmático y genuino de ella para de manera oportunista travestirla y presentarla como “propia y original” de la nueva contrarrevolución. Sencillamente, es la búsqueda desenfrenada y seudo cultural de legitimar ante el pueblo, la opinión pública internacional y la Historia, un proyecto político-cultural, fracasado desde su concepción y nacimiento.

Para “imitar” el éxito y arraigo en el pueblo cubano de la vanguardia intelectual y artística, los estrategas de la guerra no convencional y del golpe blando han estado “fabricando” agentes para el cambio del sistema y “restablecer” la libertad, la democracia y los derechos humanos en Cuba: (destrucción de la Revolución cubana y el Socialismo).

El periodista, escritor y bloguero estadounidense Max Blumenthal, el pasado 25 de julio publicó un importante artículo[10], de cual extraemos algunas notas que sirven para colocar en contexto al lector de la esencia y métodos de esta nueva estrategia:

“En 2009, la USAID puso en marcha un programa para desencadenar un movimiento juvenil contra el gobierno de Cuba mediante el cultivo y la promoción de artistas locales de hip-hop. Esta operación fue asumida por Creative Associates International, una empresa con sede en Washington DC con su propio historial de acciones encubiertas. Creative Associates encontró a su hombre clave en Rajko Bozic, un veterano del grupo Otpor! respaldado por la CIA, que ayudó a derrocar al líder nacionalista Slobodan Milosevic, y cuyo miembros pasaron a formar un «grupo de exportación de una revolución» que sembró las semillas de varias revoluciones de color».

“Haciéndose pasar por promotor musical, Bozic se acercó a un grupo de rap cubano llamado Los Aldeanos, conocido por su himno ferozmente antigubernamental, «Rap is War». El agente serbio nunca dijo a Los Aldeanos que era un activo de la inteligencia estadounidense; en cambio, afirmó que era un profesional del marketing y prometió convertir al líder del grupo en una estrella internacional”.

“Para llevar a cabo el plan, Creative Associates puso en marcha ZunZuneo, una plataforma de redes sociales al estilo de Twitter que enviaba miles de mensajes automáticos para promocionar a Los Aldeanos entre los jóvenes cubanos sin que el grupo de rap lo supiera.

Al cabo de un año, cuando Los Aldeanos intensificaron su retórica, burlándose de la policía cubana como zánganos descerebrados durante un festival local de música indie, la inteligencia cubana descubrió contratos que vinculaban a Bozic con la USAID y puso fin a la operación”.

“Danny Shaw, profesor asociado de Estudios Latinoamericanos y del Caribe en la City University de Nueva York, conoció a Los Aldeanos durante varias visitas prolongadas a Cuba. También conoció a Omni Zona Franca, un colectivo de poetas y artistas de performance de orientación rastafari (movimiento religioso anti eurocentrista, Bob Marley fue un exponte) con sede en el barrio de Alamar, en La Habana, que sirvió de inspiración para el Movimiento de San Isidro”.

“Shaw dijo que la hostilidad de los artistas hacia el sistema socialista de Cuba era tan intensa que muchos de ellos negaban la existencia del bloqueo estadounidense. «Intenté explicarles mi forma de entender la guerra económica, y me dijeron: ‘Puedes ir y venir como quieras, no vives aquí, así que es fácil que seas marxista’. Y tenían razón, si descontextualizabas completamente la situación», dijo a The Grayzone”.

“Según Shaw, algunos miembros de Omni Zona Franca empezaron a visitar Estados Unidos y Europa para participar en festivales de arte y en entrevistas con medios de comunicación corporativos en español. «Cuando salieron a la luz las historias sobre el apoyo de la USAID a los raperos y artistas cubanos, entonces todo cobró sentido para mí», reflexionó”.

“En 2014, la USAID volvió a quedar al descubierto cuando recurrió a Creative Associates para organizar una serie de falsos talleres de prevención del VIH que, en realidad, eran seminarios de reclutamiento político”.

“A lo largo de los últimos tres años, a medida que las condiciones económicas empeoraban bajo la escalada de la guerra económica de Estados Unidos mientras el acceso a Internet se ampliaba como resultado de los esfuerzos de la Administración Obama por normalizar las relaciones con Cuba,  el Movimiento San Isidro ha invitado a un conflicto abierto con el Estado. Con actuaciones provocadoras en las que sus figuras más destacadas han desfilado por La Habana Vieja ondeando banderas estadounidenses, y con flagrantes muestras de desprecio por los símbolos nacionales cubanos, San Isidro se ha enemistado con las autoridades, provocando frecuentes detenciones de sus miembros y campañas internacionales para liberarlos”.

“Al establecerse en una zona mayoritariamente afrocubana de La Habana Vieja y trabajar a través de medios como el hip-hop, San Isidro también ha maniobrado para poner en entredicho la imagen racialmente progresista que el gobierno cubano de izquierdas se ganó con su histórica campaña militar contra la Sudáfrica del apartheid y el asilo que ofreció a los disidentes negros estadounidenses. En este caso, el Movimiento de San Isidro parece seguir un modelo articulado por el grupo de presión estadounidense para el cambio de régimen”.

“Durante la última década, el gobierno estadounidense ha gastado millones de dólares para cultivar a raperos, músicos de rock, artistas y periodistas cubanos contrarios al gobierno, en un intento explícito de convertir en un arma a la «juventud desocializada y marginada». La estrategia implementada por Estados Unidos en Cuba es una versión en la vida real de las fantasías de los demócratas anti-Trump, distrayéndose cuando se preocupaban de que Rusia estuviera patrocinando encubiertamente a Black Lives Matter y Antifa para sembrar el caos en la sociedad norteamericana”.

Tres conclusiones sobresalen de la lectura del artículo de Max Blumenthal:

En Cuba no existe una vanguardia artístico-intelectual que canalice por sí sola y con legitimidad jurídica ni popular los intereses “inconformes” de una desorganizada y minoritaria oposición al proyecto revolucionario cubano.

De manera encubierta o abierta, el Gobierno estadounidense, a través de sus agencias de inteligencia ha reclutado, financiado y posicionado a un puñado de artistas renegados, apátridas y anexionistas.

Se apuesta a la copia, sustracción desfachatada o ataque a los símbolos culturales de la nación, como vía de legitimar la reconceptualización que le dan a los símbolos apropiados.

Los últimos acontecimientos relacionados con la contrarrevolución cultural y su triste papel de peones anexionistas del Imperio, están relacionadas con las maniobras del dramaturgo Yunior García Aguilera, mercenario y subvencionado de la Inteligencia norteamericana, autor del acoso del 27 de noviembre de 2020 al Ministerio de Cultura cubano, instigador de la ocupación del Instituto Cubano de Radio y Televisión, el pasado 11 de julio, y cara visible de la solicitud a los gobiernos locales de autorización para la realización de una marcha ilegal en contra del Pueblo cubano y su Gobierno revolucionario.

La otra iniciativa contrarrevolucioaria, es la presentada por Tania Bruguera, artista de la plástica, radicada en la ciudad de Chicago, Estados Unidos desde 1997, quien desde una supuesta nueva construcción simbólica del arte ha estado buscando beneficios y posicionamientos artísticos y políticos; avales necesarios para hacerse notar ante las agencias de inteligencia yanqui o del Departamento de Estado norteamericano, de modo que pueda ser “subvencionada” por sus abiertas acciones subversivas y contrarrevolucionarias. La iniciativa en concreto es boicotear la próxima edición de la Bienal de Arte Contemporáneo de la Habana, solicitando a artistas noveles, nacionales y extranjeros a abstenerse a participar, en protesta a los “excesos de la Dictadura” cubana durante los sucesos del 11 de julio en la Isla.

El tercer acto fue la confirmación por varios medios internacionales, de que Gabriel Abaroa, el ex presidente emérito y CEO (director ejecutivo) del grupo que otorga los Latin Grammy habría sido sobornado, por un monto de un millón de dólares, para favorecer el tema “Patria y Vida” como Canción del Año. Según la información consultada en la investigación, dicha entrega monetaria a Abaroa se canalizaría a través de varias offshore ubicadas en Islas Vírgenes[11].

El cuarto y último “acontecimiento” de la contrarrevolución cultural fue el desplante de un grupo de cubanos radicados en los EE.UU., liderados por Alexánder Otaola, conductor de programas televisivos, influencer político de varios medios de comunicación y rostro visible de una neocontrarrevolución, que desde un lenguaje agresivo, soez y chantajista, incita a la intervención armada contra Cuba, al mantenimiento y recrudecimiento de la política de bloqueo contra su país de origen y “quiebra” mediante presión política y chantaje moral a la casi totalidad de artistas que emigran a los EE.UU y buscan “fortuna” y posicionamiento en la farándula miamense. Este “circo anticubano”, el pasado 24 de octubre, sin autorización irrumpió frente a la Sede Papal en Roma, pero la Guardia del Vaticano les impidió penetrar a la Plaza San Pedro y el Santo Padre se negó a recibirlos.

Otros métodos (tradicionales) usados por oficinas gubernamentales yanquis ilustran cómo se “quiebran” a seudos revolucionarios, “centristas” y aparentemente desinteresados en la política:

“La Joven Cuba”. Blog creado en 2010 por Harold Cárdenas, Osmany Sánchez y Roberto Peralo, jóvenes profesores de la Universidad de Matanzas. Tomó su nombre inspirado en la organización revolucionaria y antimperialista Joven Cuba creada en la década del 30 por Antonio Guiteras. A pesar de que era una época en que la blogósfera cubana estaba dominada por iniciativas contrarrevolucionarias, la intención inicial de sus redactores fue realizar una defensa de la Revolución en Internet mediante art escritos por ellos mismos y posteriormente por colaboradores, al tiempo que ofrecía una perspectiva crítica sobre la realidad de la Isla”.

“En un inicio chocaron con la incomprensión de elementos más tradicionalistas en las organizaciones políticas que veían con recelo y desconocimiento el uso de Internet, y la independencia de la bitácora. En 2012, un texto en el que se criticaba el silencio en torno a la instalación y puesta en funcionamiento del cable submarino de fibra óptica que permitiría el acceso masivo a Internet en Cuba, fue la excusa para cerrar el acceso al blog en los servidores de la Universidad de Matanzas. Dadas las pocas posibilidades de navegación en ese momento el hecho equivalía a condenarlo a muerte, incluso estuvo varios meses sin actualizarse, hasta que diversas voces de defensa se levantaron y el acceso fue restablecido”.

“A partir de esto el prestigio de los integrantes aumentó considerablemente, al igual que los niveles de lectores entre los que destacaban los jóvenes universitarios y sectores afines a la Revolución. Asimismo, como muchos otros blogs cubanos cuyos contenidos contrastaban con el acartonamiento, el vacío informativo y la pobreza temática de la prensa estatal, fue seguido cada vez más por elementos interesados en una visión crítica de la realidad política, económica y social en la segunda década de los 2000. También fue ganando la atención de lectores no simpatizantes con el socialismo, el gobierno cubano o la Revolución, pero que preferían una postura menos agresiva que el anticastrismo tradicional”.

“A partir de 2013 los ejecutores de la estrategia del gobierno de Obama hacia Cuba, con el uso de Internet como herramienta de influencia política, comenzaron un proceso de contacto y acercamiento a la blogosfera cubana luego de un cuidadoso estudio de su abanico ideológico. Un análisis del perfil psicológico de cada uno de los tres editores, les hizo concentrar su trabajo de atracción hacia Harold Cárdenas”.

“Invitaciones a eventos en el extranjero, el fomento de una ambigüedad ideológica cada vez mayor, el cultivo del ego y la vanidad, una generosa retribución económica debido a la vinculación laboral con El Toque, proyecto mediático en la web financiado a través del gobierno de Holanda, fueron trabajando la personalidad de Cárdenas —quien para ese entonces se había mudado de Matanzas a La Habana—, erosionando la integridad política del grupo”.

“Además, los vínculos con otras webs creadas y mantenidas con financiamiento estadounidense comenzaron a ejercer más importancia que el objetivo inicial: la defensa de la Revolución. En 2017 Harold Cárdenas se traslada a Estados Unidos con una beca otorgada por la Universidad de Columbia. Roberto Peralo desde el 2016 reside en La Florida por motivos familiares, y a partir de ese momento se distanció casi por completo con el blog, en el cual publica de forma cada vez más esporádica Osmany Sánchez, quien reside en Matanzas y trabaja como profesor en la Universidad de esa ciudad”.

“Aunque 2017 marcó un declive en las publicaciones, en 2018 y 2019 el blog fue retomado por Harold Cárdenas, que apenas escribe y en su función como editor se apoya en los contenidos que genera un nuevo grupo de colaboradores armado durante esos años: Alina B. López Hernández, Miguel Alejandro Hayes, Mario Valdés Navia y Yassel A. Padrón Kunakbaeva, entre otros”.

“El propósito fundacional de La Joven Cuba ha cambiado cada vez más, pasando a ser de forma más expuesta otro elemento mediático en el aparato comunicacional de la neocontrarrevolución. Convertido en una marca en el mercado político ante los estadounidenses y descolocado ideológicamente en Cuba, no queda nada de aquel blog revolucionario que fue una vez. Dentro de la Revolución pudo haber sido todo, contra ella, es nada”.[12]

La antítesis de esta distorsión pseudo cultural y demostración de que si bien el Arte no tiene Patria los artistas sí, lo es la Prima Ballerina Assoluta Alicia Alonso, en una entrevista a la prestigiosa periodista, recién fallecida Marta Rojas le declaró:

“El pueblo es la meta principal. En el pueblo hay que pensar primero que en nosotros mismos y esa es la única actitud verdaderamente revolucionaria” (como dijo) Lenin: “El pueblo tiene derecho al gran arte” (y nosotros)… habíamos renunciado a un público por un pueblo…[13]

Conclusiones

Para la nueva “cruzada cultural”, el imperialismo cultural norteamericano y sus círculos de poder global, aprovechan la renegada actitud de individuos que una vez pertenecieron a un proyecto victorioso de nación que es más radical que el proyecto personal que se demandan para sí y que le prometen tener sus amos imperiales, por lo que no pueden abrazar ni capitalizar las banderas de la Revolución socialista, ni las aspiraciones del pueblo que la defiende y acompaña.

Como bien dijera el destacado politólogo cubano Enrique Ubieta “…las circunstancias conducen a tales individuos trascendidos hacia el extremo opuesto, a la renuncia de todo lo «aprendido»: de la solidaridad como modo de vida al individualismo más feroz; del «seremos como el Che» al desenfadado «somos yanquis»; de la guerra contra el imperialismo a la guerra del imperialismo: soldados de la pluma en la contienda universal, eterna, contra «los sesenta oscuros rincones del planeta»”.[14]

Los artistas, inmigrantes económicos, para sobrevivir y hacer carrera tiene que politizar su estatus y eso los convierte de patéticas marionetas de innombrables personajes como Alexánder Otaola a descalificados mercenarios de las agencias de inteligencia yanqui o del Departamento de Estado norteamericano.

Este nuevo “ejército” de apátridas fracasa y fracasará en su política anexionista y de subversión. Sus acciones los desenmascaran ante la nobleza y cultura política del pueblo cubano.

Notas:

[1] José Martí. “Carta a Manuel Mercado”. Obras Completas. Tomo 4. Editorial Ciencias Sociales. La Habana. 1991. Edición Digital. p. 167.

[2] José Martí. “Carta a Federico Henríquez y Carvajal”. Obras Completas. Tomo 4. Editorial Ciencias Sociales. La Habana. 1991. Edición Digital. p. 111.

[3] Néstor Kohan. “Hegemonía y cultura en tiempos de contrainsurgencia «soft». Editorial Ocean Sur. 2021. Edición digital. p. 7.

[4] José Martí. “Adelante, juntos”. Obras Completas. Tomo 3. Editorial Ciencias Sociales. La Habana. 1991. Edición Digital. p. 15.

[5] Néstor Kohan. “Hegemonía y cultura en tiempos de contrainsurgencia «soft». Editorial Ocean Sur. 2021. Edición digital. p. 10.

[6] Discurso pronunciado por Miguel M. Díaz-Canel Bermúdez, Presidente en la clausura del IX Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), en el Palacio de Convenciones, el 30 de junio de 2019, Periódico “Trabajadores”. La Habana. Cuba. p. 3

[7] Enrique Ubieta. “La Guerra cultural en Cuba”. Dentro del debate “Tendencias actuales de la Guerra cultural contra el Socialismo en Cuba”. 18 de diciembre de 2013.  Ver en libro: “Hacia una cultura del debate. (Espacio Dialogar-dialogar de la AHS). Volumen I. Selección y Notas: Elier Ramírez Cañedo. Casa Editora Abril. 2017. p. 158.

[8]  ÍDEM. p. 160

[9] Raúl Castro Ruz. “Discurso ante la  Asamblea Nacional del Poder Popular. La Habana 7 de julio de 2013. Periódico “Granma”. 8 de julio de 2013. Página 2.

[10] Max Blumenthal. “La contrarrevolución cultural cubana: Los raperos y artistas respaldados por el gobierno de EE.UU. ganan fama como «catalizadores de los disturbios actuales». Periódico Granma. 28 de julio 2021.

[11] Redacción cultural del periódico Granma. 19 de octubre de 2021.

[12] No he podido “encontrar” la fuente de donde extraje la información expuesta. Aunque falto al necesario rigor científico me niego faltar a la ética científica y humana, al dejar reconocido que no es de mi autoría el comentario mostardo y que suscribo.

[13] Marta Rojas. “Alicia Alonso. Habíamos renunciado a un público por un pueblo”. Periódico Granma. 1 de junio de 2018. p. 3.

[14] Enrique Ubieta. Artículo. “Las antítesis de la guerra: izquierda o derecha”. Publicada el 23 de junio de 2017, con notas extraídas de su libro “¿revolución o reforma?  La Habana. Casa Editora Abril. 2012. Segunda edición, a cargo de la Editorial Ocean Sur.

Tomado de: Capitulo Cubano. Red en Defensa de la Humanidad

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Consejo de Kari Krenn para Yunior García: “Más vale permanecer callado y que sospechen tu necedad que hablar y quitarles toda duda de ello”

Por Karina Silvina Krenn

Te leí Yunior.

Te leí con detenimiento, tratando de descubrir detrás de tus palabras, tus motivaciones, tus mensajes implícitos…

Tal vez esto de navegar a diario entre océanos de letras, nos vuelve de algún modo dúctiles en descifrar las cosas que trascienden, al solo amontonamiento de las mismas…

¡De verdad que son inmensas las contradicciones que transmites!

Eres un hombre formado, con estudios académicos según cuentas, colijo que siendo dramaturgo posees una elevada comprensión de textos, por lo cual que expreses que “no conocemos el motivo de las citaciones”, es algo que un niño de 5 años en etapa preescolar, sería capaz de inferir con solo haber escuchado las noticias…Mmm… Primera mentira…

Insistes en tu “derecho a tener derechos”. Sí, toda persona nace con el instinto de procurar lo mejor para sí y, en la evolución de nuestra especie, estas ansias nos impulsaron a intentar alcanzar esa meta.

Donde hay una necesidad, nace un derecho… algo que todo ser humano lleva intrínseco. Pero a veces, puede producirse una superposición de derechos, entre tanta gente que habita el mundo, imagina.

Frente a eso, los consensos civilizatorios indican que se procure beneficiar a la mayoría; por ello se limitan nuestros propios derechos, hasta donde comienzan los derechos de los otros…

Tienes razón en que descalificar al otro no está bueno… y no te hablo solo de expresiones verbales sino de acciones: ¿Acaso tú no has descalificado a tu propio pueblo con tu accionar temerario?

Insistes en pedir por democracia: ¿Qué parte de la democracia no estarías aceptando, cuando más del 80% de tus coterráneos, eligió este tipo de vida político-social?

Hablas de pluralismo… pero arremetes contra la decisión de la mayoría solo porque tú no acuerdas con ello.

¡Sí!, es cierto que las guaguas y las colas para comprar pollo son un problema en Cuba y asocias esa circunstancia con “la muela oficialista de continuismos obedientes y dogmas irrevocables”.

O sea que, en tu elemental análisis, el bloqueo y la guerra disfrazada del imperialismo contra Cuba, ¿Es algo inexistente e inocuo?

¿Acaso desconoces Yunior, hombre estudiado gracias a la Revolución, que la vida de cualquier sociedad lleva implícita la obediencia a las leyes que las fundan?

El enemigo número uno de cualquier sociedad humana, es el individualismo.

Y tú y el resto del accidente geográfico archipié-lo-qué, patalean como individuos:

MI DERECHO… MI CRITERIO… MI IDEA… MI… MI… MI…

(Esta necesidad constante de la afirmación de tu yo, le haría un picnic a Freud y sus amigos…)

Usas la palabra “Cambio”… palabra que ya conocemos en América latina, pues ha sido usada como eslogan por todos aquellos que vinieron a avasallar a nuestros pueblos.

Como pasó acá en mi patria cuando el neoliberalismo vino para destruirnos, tras el disfraz de globos amarillos y la misma perorata…

De seguro ya conoces esas cosas que acontecieron en mi Argentina. Estuviste aquí, así que de primera mano lo sabes.

Hablando de eso…

Esperaba encontrar en tu escrito algo sobre tu cursada en la Universidad Torcuato Di Tella…

Sácame de una duda: ¿Cómo cubriste los costos, tú cubano de a pie, dramaturgo manipulador de mejoras sociales, emancipador en la lucha contra el arroz moro y el boniato, que te quejas de lo difícil que es hasta comprar pollo en Cuba?

Te lo pregunto porque a mí, escritora de nivel internacional, ampliamente viajada y reconocida, se me dificultaría abonar la costosísima cuota mensual en ese bastión de los ricos…

Suenas como una paradoja entonces: O no existe tal carencia material en Cuba y tú puedes asumir los costos…

O alguien paga por ti…

Sé sincero Yunior:

¿Quién te lo paga?

¿Le has contado eso a tus hermanos cubanos, a los cuales dices defender?

Con la mano en el corazón todos sabemos que en el mundo capitalista se cobran precios.

Nadie regala nada.

Pueden facilitarte algo, a cambio de…

Si no pagaste con dinero Yunior…

¿Cómo pagaste?

¿Qué debes?

¿Qué diste a cambio en esta selva de ofertas y demandas?

No me digas que por lindo te lo obsequiaron. Como dices tú:

¡A otro con esa muela!…

Te identificas también en tu escrito con una película yankee: “Matrix”.

Yo podría haberte sugerido el cine francés al caso, pero hasta en tu elección para proyectarte, implicas una mirada hacia algún lado.

Al leerte pienso antes, en el concepto de la Modernidad Líquida, tan bien elaborado por el sociólogo polaco Zygmunt Bauman. Cuando plantea cómo se han desvanecido las realidades sólidas de nuestros abuelos y se han dado paso a un mundo más precario, provisional, ansioso de novedades y, con frecuencia, agotador. Esa necesidad de cambio constante, transitorio… la liquidez como el agua escurriéndose entre los dedos… el consumismo… la globalización… el mundo descartable… donde “todas las cosas fluyen, se desplazan, se desbordan, se filtran y gotean, siempre por un periodo de tiempo limitado y sin ocupar un espacio concreto y definido”.

Bauman plantea la disolución del sentido de pertenencia social y la primacía del individualismo y es como si te describiera a tí:

Tus derechos Yunior… Tus derechos…. Y otra vez… Tus derechos…

Y la idea de que alcanzar a comprar cosas materiales exorciza tus fantasmas, en una sociedad sinóptica de la cual te piensas e imaginas el paladín de la justicia… en esos lugares émicos, fágicos o los no lugares, donde se comienza a situar la gente que razona como tú.

Te preguntaras a estas alturas, por qué yo siendo extranjera opino sobre ti…

Opino, porque observo que tu lucha no te es propia.

Opino, porque es evidente de que has recibido apoyo desde el imperio, el mismo que amenaza con recrudecer la sanciones contra la patria que dices defender…

Opino, porque la gente que recorre el mundo como yo, advertimos la mentira y el engaño a varios cientos de miles de kilómetros de distancia.

Si esta lucha te perteneciera realmente, si tú no tuvieras obligadas servidumbres con nadie, en el acto y frente a la inminencia de esa acción foránea que asfixiaría más a tu pueblo, tú como persona con códigos y ética (si los tuvieras), habrías detenido la marcha del 15N ¡¡¡De inmediato!!!

Habrías evaluado que el enemigo se intenta asir de tu reclamo para perjudicar aún más a tu gente.

Tu connivencia e inercia frente a ello, corrobora que tú eres un títere más de su dominio.

Y no lo haces. No te les opones a los buitres que sobrevuelan ávidos por la soberanía de tu patria, deseosos de carroñar hasta el último vestigio de cubanía.

Esperas ese apoyo extranjero.

Eso me habilita a mí entonces, extranjera, a salir al cruce para defender a mis amigos y a los seres que amo allí.

Si tú permites extranjeros de tu lado, se bien hombre y con las gónadas bien puestas de dejar que del otro lado pase lo mismo.

Eso es jugar un juego limpio y justo: ¿No te parece?

La diferencia entre tus amigos extranjeros y yo, son las motivaciones: a mí me mueve el amor hacia esa Patria que habita mi corazón.

Nada pido de Cuba.

Nada espero de ella.

Solo el amor engendra la maravilla… como dice la canción.

Y aquí estoy yo, defendiendo a la Cuba que amo, a la que elijo como mía, donde están los cubanos que se mantienen fieles a sus principios y ganan mi admiración y respeto.

Tú… tú elegiste mal a tus amigos extranjeros… es una pena que por ellos, hayas arrojado tu trayectoria por el abismo de la traición.

¿Te has puesto a pensar cuando ya no les seas de utilidad a los carroñeros del norte, que pedregoso será el camino del escarnio y el rechazo de tu pueblo?

Mira que Roma paga a los traidores, pero los aborrece luego.

Hablas de que en Cuba no se respetan los derechos humanos y te apichonas bajo las alas del imperio. Justo los indicados…para adolecer de respeto a cualquier derecho humano que se nombre.

Explícame Yunior… ¿Por qué EEUU no ratificó el Pacto de San José de Costa Rica? ¿O pensabas decir que solo eso pasaba en Cuba?

Cuéntame Yunior… ¿Cómo me explicas el caso de Russell Bucklew? Cuando EEUU lo ejecutó a pesar de la intervención de la CIDH y según la

Comisión Interamericana, cometiendo una grave violación a los derechos fundamentales de vida. Protegidos por los artículos I y XXVI de la Declaración Americana y violando las obligaciones internacionales que tiene EEUU como miembro de la OEA.

De hecho, la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, concluyó en que no tenía derecho a una muerte sin dolor, desestimando los recursos interpuestos y con un accionar de castigo cruel el estado de Missouri ejecutó a un preso que tenía una enfermedad terminal y que había sido un prisionero modelo durante 23 años, con un historial ejemplar de prisión.

¿A dónde fue el respeto de la vida humana, de nuestra sociedad, si no se le dio el derecho de vivir su vida en prisión? ¿Qué diferencia hay entonces entre el propio EEUU y Russel Bucklew?

¿Ese es tu modelo de país a imitar Yunior?

De hecho, la misma Comisión Americana de Derechos Humanos, nota que EEUU es actualmente el único país de la región que lleva a cabo ejecuciones con la pena de muerte, no lo digo yo… lo dicen ellos…

Háblame Yunior… sobre los niños migrantes detenidos en el centro de detención de Donna en USA… ¿Qué opinas?

¿Sabes por qué te lo pregunto?

Porque si permites el apoyo yankee a tus luchas, cuando ellos cometen a diario estos atropellos a los derechos humanos, voy a pensar Yunior que a ti te “lobotomizaron” la moral y el intelecto, que eres un zombi funcional, un alma en pena disfuncional y un analfabeto disidente hasta del lenguaje oral y el balbuceo…

O lo más probable y evidente: te cargaron muy bien los bolsillos…

Si yo estuviera equivocada en mi apreciación podrías demostrármelo:

EXIGIÉNDOLE A USA QUE NO SE SUME A TU MARCHA CON SANCIONES PARA TU PUEBLO.

No lo harás… no puedes…

¿Ves que es tan simple como eso, para derribar tu máscara y mostrar tu indignidad?

¿Sabes algo? Cuando uno que se dice defensor de los derechos humanos, lo es en verdad, los defiende en cualquier rincón del planeta.

Mírame si no a mí: salto de defender a Cuba, a Mozambique, a India, a Nyanmar, a Bosnia o a donde vea que la dignidad humana así me lo pide.

¿Qué en Cuba no se respetan los derechos humanos? ¿Qué voz autorizada tienes? Los que dicen eso ¿A qué intereses ocultos responden?

He viajado a lugares de la tierra donde es flagrante el irrespeto a los derechos humanos.

No es el caso de Cuba.

Sería extenso en este texto mencionar los sitios de los que hablo o escribir mi extenso CV, o mi trabajo durante casi 30 años defendiéndolos y que me da la autoridad para aseverar esto.

No entiendo tu capacidad selectiva y tu doble vara Yunior…

Te sugeriría leer sobre la Conferencia de Yalta, aprender sobre Rooselvet y Churchill, para que entiendas eso de las raíces del injerencismo yankee… Truman y su decisión de arrojar las bombas en Hiroshima y Nagasaki… la Doctrina Truman… el plan Marshall…

De verdad Yunior: ¿Desconoces sobre eso? Tus amigos del norte son los vecinos mal llevados del planeta tierra. Los violadores compulsivos de los derechos humanos. Los generadores de guerras, hambre, muerte, desolación y destrucción.

Ya oí tus audios pergeñando tu «marchita marchanta» junto a algunas joyas de la corona del mercenarismo.

¿Tanto pesa tu angurria material, que pones en la cuerda floja la paz de tu pueblo?

¿No te gusta lo que eligió la mayoría?…

¡¡¡¡Pues bienvenido a la democracia!!!!

Así funciona: vale lo que quiere la mayoría y créeme que si en Cuba, la mayoría hubiera elegido por NO, al sistema de gobierno que tienen, yo sería la primera en apoyar al pueblo.

Hay un dicho que reza: Si usted no da una solución al problema, usted es parte del problema.

¿Qué modelo de país imaginas tú?

Disneyworld es fantasía y Narnia no existe… recorre el mundo y mira la otra cara de la moneda neoliberal.

¿Qué te hace pensar que tú y los tuyos, quedarán del lado de los ricos, en esta cara y cruz del capitalismo?

Sí que eres ignorante.

¡¡¡Sueña Yunior… sueña!!!

Sueña pertenecer a esa élite que te miente tanto.

Mientras, tú hueles: hueles a traición…

Esto que te digo no es un agravio, sino es la evidencia que tus propias acciones sacan a la luz; es lo que tú exudas, como la adrenalina con el miedo.

Se te nota: tú sabes sobre derechos humanos como yo sobre la constante de Planck y la física cuántica…

En derechos humanos te aventajo: sé, de hecho me diplomo en ellos, en Seguridad Ciudadana.

Así que ve a otro huerto a sembrar cizaña, que mientras esta amiga de Cuba esté en pie, alzará la voz para desenmascarar a farsantes como tú.

Ojalá tuvieras argumentos para debatir…

Ojalá no funcionaras con el chip de la conveniencia…

Ojalá lograras la Green Card, ya que todas tus acciones nos muestran tus aspiraciones.

Ejercer derechos es saber en primer lugar respetar las obligaciones.

RESPETO.

RES-PE-TO.

Algo que no aprendiste.

El 15 N-Cuba, será tu versión local de la payasada de Otaola en el 24 O-Vaticano.

Al igual que tus amos del norte, llegarás al punto en que están los yankees: que no pueden ganar, no quieren perder y no saben negociar…

Si amas a tu pueblo, en verdad, esa marcha del 15 N deberías abortarla; recoge las migajas de dignidad que te quedan, y entiende que ser digno muchas veces implica retrocesos y ajustes.

Antes bien construye y elévate con la altivez de los hombres justos y muestra que sí eres capaz de hacer cosas grandes, realmente grandes.

La humildad de reconocer los desaciertos, es una de ellas.

¡¡Si marchas, ir preso por contravencionar la ley, sería el menor de tus problemas!!

¿El peor?

Que inscribirás tu nombre, para toda la eternidad en el inconsciente colectivo de tu pueblo como un triste fantoche y traidor más que pasó con pena… y sin gloria…

A estas alturas… Se te nota mucho que eres como el felpudo de la puerta de entrada, donde los yankees limpian sus pies…

Ningún Robin Hood de nada eres.

¡¡¡¡Ya no fantasees tanto dramaturgo, que a gente como tú en mi barrio le llamamos traidores!!!!

Recuerda: UNO ES AMO DE SUS SILENCIOS Y ESCLAVO DE SUS PALABRAS.

El mundo te observa

Yo entre ellos,

Karina Silvina Krenn (Kari Krenn) escritora argentina,  especializada en poesía contemporánea, autora del libro Poémame, entre angustias y esperanzas, publicado en 2019, también  doctora Honoris Causa en Creatividad, Humanidad y Cultura Internacional, título otorgado por IFCH y Mil Mentes por México en su perfil de Facebook, compartió con sus lectores palabras dirigidas a Yunior García, quien se presenta como un “patriota preocupado” por los derechos de todos los cubanos, utilizando un discurso cargado de hipocresía y de mensajes dirigidos a confundir y movilizar sentimientos de solidaridad con sus posiciones, pretendiendo ocultar los sórdidos intereses que lo mueven.

Tomado de: Cuba en Resumen

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Cuba como trastorno obsesivo compulsivo

Por Rosa Miriam Elizalde

La alcancía volvió a sonar. Hace menos de un mes, en septiembre de 2021, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) otorgó 6 millones 669 mil dólares en subvenciones para proyectos destinados a un “cambio de régimen” en Cuba, eufemismo para evitar decir “intervención directa de una potencia extranjera”.

La administración demócrata ha favorecido especialmente al Instituto Republicano Internacional (IRI) con una generosidad bipartidista que jamás tuvo Donald Trump. También han recibido espléndidas partidas otros grupos de Florida, Washington y Madrid que han pedido la invasión a la isla y pintan un panorama apocalíptico en La Habana, con lo que aseguran más dinero el próximo año.

Las arcas públicas de Estados Unidos parecen inagotables para la industria anticastrista. En el último año, al menos 54 organizaciones han sido beneficiadas con los programas para Cuba del Departamento de Estado, la National Endowment for Democracy (NED) y la Usaid. Esta agencia ha otorgado en los últimos 20 años a Creative Associates International, una tapadera de la CIA, más de mil 800 millones de dólares para el espionaje, la propaganda y el reclutamiento de agentes de “cambio” en la isla. Uno de sus proyectos más conocidos, el llamado “Twitter cubano” o ZunZuneo, resultó en un soberbio fracaso que develó una trama de corrupción y violaciones flagrantes de la ley estadunidense. El ZunZuneo le costó el puesto al director de la Usaid, pero las operaciones de Creative Associates International se mantienen a toda vela, ahora de manera encubierta.

El investigador estadunidense Tracey Eaton, que durante años ha seguido la ruta de estos fondos, comentó en entrevista reciente que muchos de los programas de financiamiento para el “cambio de régimen” en Cuba son tan furtivos que probablemente jamás sabremos quiénes son todos los destinatarios ni el monto total, y a juzgar por los milloncejos conocidos, la subvención debe alcanzar una cifra faraónica. Las estrategias de “construcción de la democracia” se consideran “secretos de oficio” y están exentas de divulgación en virtud de la Ley de Libertad de Información estadunidense, según cartas que Eaton ha recibido del Departamento de Estado y de la Usaid.

Estados Unidos se vuelve loco ante el supuesto indicio de intrusión rusa, china o islámica en la política local y en las plataformas en línea. Sin embargo, no duda ni por un minuto en intervenir groseramente en Cuba, como ha expuesto el diario digital MintPress News, que documentó cómo grupos privados de Facebook instigaron los disturbios del 11 de julio en varias ciudades cubanas. “La participación de ciudadanos extranjeros en los asuntos internos de Cuba está en un nivel que difícilmente se puede concebir en Estados Unidos”, dice la publicación y añade: “Las personas que provocaron las protestas del 11 de julio en Cuba siguen planeando acciones similares para octubre y noviembre”.

Los planes de subversión política de la superpotencia militar son una vergüenza y un escándalo, pero nada indica que Washington alcanzará ahora lo que no pudo en 60 años. De hecho, esta obsesión del gobierno estadunidense tiene dos siglos, como ha demostrado Louis A. Pérez, investigador de la Universidad de Carolina del Norte, en un brillante ensayo titulado Cuba como trastorno obsesivo compulsivo.

“El tema de Cuba rara vez ha sido un tema de disquisición razonada. Desafía una explicación fácil, y ciertamente no puede entenderse única –o incluso principalmente– dentro de la lógica del cálculo de políticas que dan cuerpo a las relaciones exteriores de Estados Unidos, principalmente porque no hay lógica”, escribe el historiador.

Lo que sí tiene lógica es la permanencia en el tiempo de la “intransigencia” cubana. Ernesto Che Guevara solía repetir en sus discursos de los primeros años de la revolución de 1959 que “Cuba no será otra Guatemala”. Es decir, su independencia del imperio estadunidense no sería boicoteada con bombardeos mediáticos primero, movilizaciones inducidas y ataques militares después.

La costumbre de derrocar alternativas independentistas es tan larga y la arrogancia por una abrumadora fuerza militar y mediática tan ciega, que el gobierno estadunidense no ha logrado prever sus continuas derrotas ni ha superado el trauma de tener una isla levantisca “casi a la vista de nuestras costas”, como decía John Quincy Adams, y para colmo, sin el más mínimo interés de ser “el estado que nos falta entre la entrada al Golfo y la salida del vasto valle del Misisipi”.

La gran verdad de todo esto, comenta sabiamente Louis A. Pérez, es que los cubanos han aprendido de la historia, pero Washington no.

Tomado de: La Jornada

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Las máscaras caen

Por Enrique Ojito

Debió sentirse como pez en tierra. Habría que pensarlo por dos razones claves: por un lado, acudió a aquel taller en el campus de Madrid de la Universidad de Saint Louis, de Estados Unidos, en su condición de artista y joven intelectual —lo declaró el propio dramaturgo cubano— y, por otro, el encuentro, celebrado del 12 al 14 de septiembre del 2019, no se detuvo ni por un segundo en la obra de Eurípides, Shakespeare, ni en la de Calderón de la Barca.

¿Qué hacía, en la cuarta versión del taller Diálogos sobre Cuba, Yunior García Aguilera, hoy el rostro visible de la marcha anunciada para el 15 de noviembre, denegada por las autoridades locales debido a la ilegitimidad de sus propósitos? ¿Quiénes convocaron y asistieron a la cita en la capital española? ¿Es tan santo como se pinta este actor y director de teatro, nacido en Holguín?

Caballeroso como el que más, García Aguilera accedió a la invitación para intervenir en el evento que les formulara a él y a otros mercenarios la politóloga Laura Tedesco, vicedecana de Humanidades en la Universidad de Saint Louis (Campus Madrid) y directora, junto a Rut Diamint, del proyecto de investigación Tiempo de cambios y el nuevo rol de las fuerzas armadas en Cuba, de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), de Argentina.

De la comunión ideológica entre ambas académicas, obsesionadas en emitirle el certificado de defunción al proyecto político de la nación antillana, resultaron los artículos “Atrapados en Cuba”, “Gatopardismo en Cuba” y tantos otros, publicados en www.openDemocracy.net, web británica financiada por la Fundación Ford y la Open Society Foundations (OSF), uno de los instrumentos protagónicos de la agenda injerencista internacional de Washington. Fundada por el multimillonario George Soros, la OSF ha apostado por las llamadas “revoluciones de colores” para llevar a la sepultura determinados gobiernos, estrategia aplicada en países de Europa del Este, en las denominadas Primaveras Árabes y contra procesos de izquierda en Latinoamérica.

Precisamente, en uno de los textos socializados por el sitio digital, el binomio Tedesco-Diamint inquiría sobre el caso cubano: “¿Piensan los miembros del Partido Comunista y los miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias que podrán mantener la estabilidad política y la paz social en medio de un estancamiento económico que puede agravarse cuando el régimen venezolano colapse completamente?”.

A rajatabla lo preguntan en el artículo “Cuba ¿final a la deriva?” difundido en mayo del 2019; poco más de cuatro meses después, el taller madrileño, al que también asistió el profesor Richard Youngs, experto del tanque pensante Fondo Carnegie para la Paz Internacional.

Ni crean que Youngs disertó sobre el teatro contemporáneo en Estados Unidos o en el Reino Unido —podría haberle dedicado un tiempito, al menos, al Nobel de Literatura (2005) Harold Pinter—. El también experto del Global Think Tank, radicado en Washington, colocó sobre la mesa de análisis el rol de las Fuerzas Armadas en los países de América Latina y habló sobre el poder transformador del activismo político. Los asistentes conocieron de su prolífica obra y, en particular, de uno de sus libros acerca de la democracia, movimientos cívicos y procesos contrarrevolucionarios en Europa a raíz de las “revoluciones de colores”.

Pero, tamaños “profes” contaron con más de un alumno en aquel curso de formación de “agentes de cambio”. Para quien lo dude, en openDemocracy, Tedesco y Diamint subrayaron: “Miguel Díaz-Canel apuesta por el inmovilismo (…). Y, sin embargo, el cambio será inevitable. No sabemos cuándo, ni cómo, ni quién lo impulsará o lo llevará a cabo”.

No sorprende, entonces, que en la lista de invitados a Madrid aparecieran Manuel Cuesta Morúa, Reinaldo Escobar (esposo de Yoani Sánchez) y Yanelis Núñez Leyva, directora ejecutiva de un proyecto con People In Need, organización checa financiada por el Departamento de Estado para subvertir la Revolución cubana.

Contratado por la Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés) para impulsar sus proyectos subversivos en la Mayor de las Antillas, y con vínculos con la Agencia Internacional para el Desarrollo (Usaid), Cuesta Morúa integró la relación de mercenarios que usurparon el nombre de Cuba y fueron aceptados para asistir en los Foros Paralelos de la VII Cumbre de las Américas, celebrada en Panamá en abril del 2015.

Cuba demostró que Manuel Cuesta en el 2014 devino instrumento de la NED y del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (Cadal), con sede en Argentina, para realizar un foro y montar un show mediático en el contexto de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, desarrollada en enero del 2014 en La Habana.

Ese propio año, el Cadal invitó a tierra bonaerense al periodista Reinaldo Escobar, director editorial de 14ymedio —plataforma digital de la industria mediática anticubana— y asalariado de los fondos federales estadounidenses, a pesar de que no lo confesara en una entrevista con la revista Ñ, del diario Clarín, durante la visita a la nación austral.

Está demostrado que antes de ir a Madrid, Yunior García viajó a Argentina en febrero del 2018 a las sesiones del proyecto investigativo Tiempo de cambios…, auspiciado por la UTDT, a cuyo claustro pertenece Diamint, coordinadora de iniciativas en materia de la defensa, liderazgo político y la democracia, para la Fundación Ford y la OSF.

Según refiere el sitio web de la casa de altos estudios, dicho proyecto —desconocedor de que las FAR y la Revolución cubana son montaña y río de la misma sierra— “busca (e) informa a actores disidentes y críticos, con las fuerzas armadas revolucionarias de Cuba (FAR) de dos maneras diferentes. Por una parte, comunica estrategias a actores relevantes de ese campo disconforme, acerca de la necesidad de conocer el rol de las fuerzas armadas, su papel en el gobierno y su posible papel en un proceso de cambio. Por otra parte, ofrece alternativas para una futura inserción de las FAR en vistas de una apertura política”. ¿Quién niega que esta línea de pensamiento no se aviene a una versión tropical de la Revolución de Colores?

Al taller argentino asistió, además, Cuesta Morúa, de sólidos vínculos con Gabriel Salvia, director general del Cadal, quien solicitó respaldo internacional a la marcha convocada para el 15 de noviembre, no autorizada por Cuba debido a sus fines desestabilizadores y apegada a la cartilla del llamado “golpe suave”, que persiste en la agenda de la Casa Blanca contra la isla.

Aseguran que otra que anda soltando candela por la boca, ante la posición de las autoridades cubanas, es la mentora de Yunior García, la catedrática Tedesco; aunque su discípulo no la ha recriminado por ello y siga aferrado a su discurso de “civismo” y de defensa al supuesto derecho a la manifestación pacífica violentado.

Con ciertos indicios de padecer delirium tremens, la activista política (es más que la eminente doctora en Ciencias Políticas por la Universidad de Warwick, Reino Unido) se adelantó en anunciar la caída del monumento de José Martí a la sombra de la alta torre del memorial habanero al escribir, a cuatro manos con Diamint, el artículo “En Cuba, el unicornio azul se perdió, la Revolución también”, a raíz del surgimiento del denominado Movimiento San Isidro (MSI), aupado por la Embajada de Estados Unidos en La Habana, y los sucesos del 27 de noviembre del 2020 (27N), cuando personas con reclamos diversos —incluidas las empecinadas en abortar el proyecto político cubano y creadores dignos— se congregaron frente a la sede del Ministerio de Cultura (Mincult).

Justamente, el nombre de Yunior García cerraba la lista de participantes propuesta por un grupo erigido en voz de todos los reunidos en el Mincult, enviada el 3 de diciembre en un mensaje electrónico, calificado de “insolente” por ese ministerio, con la pretensión de “imponer, de modo unilateral, quiénes, con quién y para qué aceptarán dialogar”.

Luego del fallido MSI, del 27N y de las protestas del 11 de julio —García Aguilera organizó un intento de toma del Instituto Cubano de Radio y Televisión—, el director teatral se ha sumado a Archipiélago, un proyecto subversivo y de genes anexionistas, de cuyo Consejo Deliberativo forma parte, junto con el terrorista, radicado en la Florida, Orlando Gutiérrez-Boronat, quien ha solicitado a voz en cuello una intervención militar en Cuba, liderada por Estados Unidos.

Para no defraudar a sus mentores españoles y argentinos, el dramaturgo encabeza la convocatoria de la provocación del 15 de noviembre, en línea con la instrucción 167 del manual del “golpe suave”, de Gene Sharp: “‘Ataques’ no violentos: invasiones; se comienza con una marcha y se toma posesión pacífica de un lugar o un inmueble”.

En fin, este es el “Mesías” que nos convida a arrepentirnos, que nos convida a tanta mierda —como advertiría el poeta— y así darnos un rinconcito en sus altares.

Tomado de: Escambray

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Revoluciones de colores, esnobismo y música incendiaria (III)

Joseph Goebbels: “Las opiniones existentes en un auditorio pueden redireccionarse hacia nuevos objetivos mediante palabras que se asocian con criterios existentes”.

Por José Ángel Téllez Villalón @aangeltellez

Más que programas políticos, las “regresiones de colores” tienen como guías, las reglas del espectáculo. Para su triunfo, más que sujetos consientes, se necesitan muchedumbres enardecidas, ávidas de nuevos credos; los que en la “puesta en escena” se improvisan. Se demandan más que políticos (comprometidos, estrategas y elocuentes oradores), habilidosos performers; líderes capaces de borrar toda experiencia histórica y construir una imagen de la realidad, artificial y carnavalesca, donde sus seguidores canalicen sus emociones más instintivas.

La multitud inmersa en el espectáculo sale del régimen del diálogo para entrar en el del contagio, en el de la imitación compulsiva. Basta que uno pocos se sepan el guion y que lo representen convincentemente. Hay que actuar y actuar, sin que quede muy claro de qué va la obra. Generar acciones extrovertidas y jubilosas, para entrenarlos en su rol: meros “instrumentos para producir ilusiones”; para vivir un eterno presente, el que dicta el guionista. “Parte de la población sometida a la hipnosis del espectáculo se aleja de las tradiciones y normas originarias de la racionalidad de las sociedad anterior y salta a la postmodernidad”, resume Kara-Murza. La ciudadanía devenida multitud, más propensa a imitar que a tener criterios propio, salta entusiasmada al escenario de  la postverdad y  de la manipulación.

Uno de los actos más mediáticos de la “Revolución de Terciopelo” de 1989 fue el de la muerte de un joven manifestante a la cuenta del “sangriento régimen dictatorial”. La imagen del “cuerpo sin vida” en la ambulancia recorrió decenas de televisoras occidentales. ¡Oh, qué horror! En la universidad todos se alarmaron, pero se descubrió  que había dos estudiantes con el nombre y el apellido de la víctima. La noticia ya había surtido efectos cuando se aclaró que ninguno de los dos había estado en la manifestación y que el papel del muerto lo había escenificado un teniente de la KGB checa.

En 2011, durante la llamada “Primavera Árabe”, fue noticia que el “régimen de Asad” había asesinado y arrancado las cuerdas vocales de un cantante sirio famoso por las protestas en la ciudad de Hama. Según la narrativa occidental la letra, “un rabioso rosario de ataques a ritmo de tambor contra el presidente sirio llamándolo ´mentiroso´ y `burro´ fue escrita en los muros, sonaba en las radios de los minibuses y se compartía como tono de los teléfonos móviles”. El espectáculo demandaba el estatus de “sagrado” para el himno “Yalla Erhal, ya Bashar” (Vamos Bashar, hora de irse) y la muerte de su autor Ibrahim Qashush, “el ruiseñor de la revolución”.

Cinco años después, la revista británica GQ reveló que el verdadero autor del himno era Abdul Rahman Farhood, que seguían vivo y residía en una ciudad europea. Rahman declaró a la revista que el responsable de los rumores y de la falsa noticia fue uno de los miembros de los Comités de Coordinación Local, que tampoco se tomó la molestia de desmentirla para “no tener problemas”. El muerto no tenía nada que ver con las canciones y había sido asesinado por los propios grupos de oposición, porque sospecharon que era “informante del régimen”.

Las operatorias se reciclan; los más nuevos imitan a los actores precedentes, creyentes del guion de Gene Sharp. Para la “Revolución de las Rosas” en Georgia la organización juvenil Kmara (Basta) utilizó la ideología y métodos, e incluso los símbolos, de Otpor, el famoso grupo serbio. Pora en Ucrania; Kel-Kel en Kirguistán,  el movimiento Defensa en Rusia, Zubr en Bielorús, Yok en Azerbaiyán, Bolga en Uzbekistán y Gajara en Kazajstán han importado y adoptado estas tecnologías políticas. Todos creyeron que por el oeste saldría el sol.

La música, una de las expresiones de la naturaleza humana, aporta sentidos artísticos y sociales particulares cuando se constituye en prácticas colectivas. Resulta un espacio de vínculo, es un espacio relacional necesario para la acción compartida. Ese “hacer” música con otros, compartir gustos por un determinado género o estrella musical, identificarse públicamente como sus fanáticos o seguidores, se constituye en un espacio de diálogo, un tiempo de escucha y de conformación colectiva.

El aficionado a un determinado estilo musical suele dotar de significado a los sonidos que escucha, en función de las expectativas que la música le ha causado. Seguir cierto género, lo condiciona a la hora de recibir otros tipos de música porque tenderá a juzgar la novedad en función de los marcos de referencia que tiene creados como consecuencia de sus gustos y motivaciones, condicionadas por su estatus social, económico y político. Hasta en esos niveles, se libran las luchas de clases.

Cada acto musical genera procesos de significación. Y estos significados no se encuentran sólo en el texto, es decir, en la obra musical, sino en su puesta en escena, en el performance. Los acostumbrados a escuchar música en otro idioma que apenas entienden, asombrados por timbre tecnológicos, sonidos guturales, extravagantes vestimentas y exóticos comportamientos en los escenarios, terminan sobrevalorando ciertos signos, y subvalorando las palabras y los discursos. Tampoco es lo mismo compartir música “oficial” que música “prohibida”.

Además de ser un tiempo de expresarse, de interactuar y comunicarse con los de la comunidad primigenia, el “musicar” cierto género puede constituirse en un tiempo para entrar en relación con el entorno, con el “afuera”. En un tiempo  para “ex-ponerse”, ponerse “fuera” de lo tradicional y estar con “otros”. El (des)encuentro con esa música “extraña”, es también el (des)encuentro con el tejido cultural donde se produjo. Este “choque” provoca un reconocerse, un valorarse respecto a ese otro marco de significación.

Al chocar con esos canales de signos de la cultura occidental, una parte de la sociedad civil del campo socialista se sintió inferior, fuera del mundo. Y creyó que el rock los adelantaba, a una “primavera social” de Coca Cola, MacDonal´s y Pizza Hut.  Entonces repitieron,  a coro, aquella cancioncita de 1955 del polímata Boris Vian: “Je suis un snob… je suis un snob… je m`appelle Patrick mais on me dit Bob.”

Como lo definió Proust, metafóricamente pero con la sabiduría de un sociólogo, el esnob es “[Quelqu’un] dans l’imagination [duquel] fleurit tout un printemps social”. Porque eso hace el esnob, inventarse una mirada diagonal y una creencia; imaginar un lugar superior al “aquí y ahora”, donde florezca su distinción, su diferenciarse del clan que desprecia. Desprovisto de razón, sólo confía en la ceguera que lo guía, cual lazarillo. Es esclavo de ese credo que se cree convicción; se entrega apasionadamente a la novedad y a la apariencia.

Para rehuir de ese grupo “inferior”, “rezagado”, “aburrido”, el esnob busca un refugio en otro lugar, en otro tiempo o en otro cuerpo falso, aparente; en la extravagancia, en el artificio. Mientras lo distinga del vulgo, de la comunidad de origen, que desprecia. No importa cuanto tenga que fingir, cuánta simulación y disfraz tenga que asumir; cuánta jerga extranjera se tenga que aprender.

Por esa aspiración de saltar a ese otro grupo que considera superior, por aparentar el prestigio de ese mismo grupo, se convierte en un gran imitador. Para el esnob portar determinados atributos, ostentar determinados productos o estar en ambientes específicos equivale a “formar parte” del club de los elegidos, el de los nobles por la sangre y el espíritu. Teme ser como la mayoría y quedarse atrás. Lo aterra el riesgo de “quedar fuera” de lo más selecto y distinguido. Sobre todo, quedar fuera de lo que es central, de donde se dictan las pautas en el vestir, en el consumir y en el lucir, dígase Europa occidental y los EE.UU. Necesita del cosmopolitismo como del oxígeno.

Autorepresentarse como hippies en Checoslovaquia o Yugoslavia era salirse de la cultura oficial, promovida por las instituciones; saltar hasta el preciado “in”, “dentro” de otra cultura que creían superior; dejar la “oficial” donde lo “obligaban” a permanecer. A la vez, era montarse en la ola de moda, el último grito de la música, los géneros que defienden los “famosos”, los “exitosos” de las revistas y los spots.

Como planteara Goebbels, en una dimensión ideológica: “Las opiniones existentes en un auditorio pueden redireccionarse hacia nuevos objetivos mediantes palabras que se asocian con criterios existentes. Lo mismo sucede con otros signos, mediante la canalización  o sustitución de una estructura de signos, de un estereotipo, “ya listo” o asentado en el imaginario, por otro que se pretende normalizar. La tarea del propagandista, escribió H. Lasswell, “habitualmente consiste en favorecer en lugar de fabricar”.

Bastaba inundar el éter de música occidental y cercarlos con MTV, para canalizar el esnobismo ya identificado en una parte de los ciudadanos de Europa del Este. Lo que había, probado por años con el marketing comercial, lo extendieron a la confrontación geopolítica, a la Guerra Fría (Cultural).

Bastaba convidarlos, como enseñan en “Mixed Emotions” los Rolling Stones: “Life is a party/ Let’s get out and strut, yes”; Let’s go out dancing/ Let’s rock ‘n’ roll yeah; “You’re not the only one/ With mixed emotions/ You’re not the only ship/ Adrift on this ocean” (No eres el único/ Con emociones encontradas/ No eres el único barco/ A la deriva en este océano).

El goteo de los signos occidentales erosionó lenta, pero firmemente, aquel sistema. La música resultó una poderosa herramienta de seducción y para canalizar significaciones asociadas, culturales e ideo-políticas. Una gran parte de las  generaciones más jóvenes, de los que había nacido después de la guerra, no se sintieron identificados con los valores que se les transmitían desde las instituciones. Les resultaron más atractivas las propuestas mercantilizadas desde el otro lado de “La cortina de acero”. Tenían los productos, el contenido, pero no la apariencia, ni la vitrina.

El rock, como producto social, portaba ciertos significados del ambiente donde se cuajó y se enlató, incluido el espíritu de rebeldía. “Musicar” lo extranjero y lo prohibido fue como el pasto, irrigado por esas “dos aguas” del esnobismo referidas por Rouvillois: el esnobismo “mundano” y el “intelectual o de la moda”. Allí engordó la muchedumbre que hizo falta después, como actores de la regresión al capitalismo.

En el póster del espectáculo, una metáfora que fue el eslogan del primer concierto de los Rolling Stones en Praga, en 1990: Tanks are rolling out, the Stones are rolling in.

El “poder suave” de occidente había vencido.

Tomado de: Cubahora

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Revoluciones de colores, esnobismo y música incendiaria (II)

Esta fue la chispa que desencadenó el escalamiento de las demandas de la disidencia y las acciones subversivas lideradas por Václav Havel.

Por José Ángel Téllez Villalón @aangeltellez

“The Velvet Revolution” debiera considerarse la más larga y primera regresión “de colores”…

La denominación de “Revolución de Colores” tiene que ver con el más importante precedente de estas tecnologías “para el cambio de régimen”; con la “Revolución de Terciopelo” de 1989,  en Checoslovaquia. Se dice que para aludir su cualidad “no violenta” y  el fuerte componente simbólico que la caracterizó. Pero lo que no se destaca, es la marca importada que resuena en ese nombre acuñado por Rita Klímová, la traductora al inglés de los disidentes y luego embajadora en Estados Unidos. Me refiero a la maquinación del impulso esnobista que imantó el movimiento de esta acción colectiva, con raíces de más de 20 años.

Por debajo de lo aparente, de que no pasaba nada meses antes del último empujón de noviembre de 1989, con la acción sistemática de los mismos “jugadores políticos” de la década del 70, se venía  desmoronado la autoridad del Gobierno y el régimen de obediencia. La “de Terciopelo” tuvo sus orígenes en los sucesos posteriores a la llamada “Primavera de Praga”; la invasión de 1968 comandada desde Moscú y las protestas por la represión del undergraund checo en 1976.

Checoslovaquia fue considerada “la cuna de música rock en Europa central”. El rock’n’roll, conocido allí como BigBít, inundó el país en un  estado liminal de “deshielo” cultural. Praga fue incluida en varias giras  internacionales, lo que contribuyó a la popularidad y expansión del género y sus concomitantes formas estéticas. El Estado en un momento inicial respaldaba las bandas.

Desde la década del 60, “musicando” BigBít, se fue conformando una comunidad cultural admiradora de Occidente. La fiebre esnobista se alimentó en directo, en los clubes de Praga donde tocaban las bandas imitadoras de Zappa, Velvet Underground, Captain Beefheart, Fugs; por el éter, mediante las frecuencias de Radio Free Europa y Voice of America; descubriendo nuevos timbres en los LP traídos del extranjero; admirando estrellas de cine en las portadas de revistas que le trajo un familiar; tomando Kofola (cola nacional) en una reutilizada botella de Coca-Cola; modificando una moto local para que pareciera una Harley… Mediantes estas experiencias estéticas, sumergiéndose en este “alternativo” espacio cultural, nacieron y crecieron los melenudos hippies checos.

El disidente e historiador checo Čuňas contó que fue detrás una banda sonora hasta Budapest, a ver la película estadounidense Happy Motorcycle Riders. Al descubrir  en esta a los hippies gringos se dijo así mismo “esto es, esto es lo que quiero ser”. Evžen Fiala de la banda Hells Devils, mientras hacía el ademán de disparar con un arma, gritó una vez en el escenario: “¡Traeremos a Estados Unidos aquí!”. Evžen Fiala, era el gerente de The Primitives, considerada los “padres del underground”.

En la dirección artística de The Primitives, estuvo el historiador de arte y crítico cultural Ivan “Loco” Martin Jirous. En el invierno de 1965, en la Universidad Charles, había sido cautivado por el poeta beatnik norteamericano Allen Ginsberg. El responsable de los extravagentes performances de The Primitives, como admirador de Andy Warhol supo que este tenía una banda en casa, The Velvet Underground, de Lou Reed y John Cale. De ahí, la implicación de Jirous con la banda de rock psicodélico The Plastic People of the Universe.

El grupo también conocidos como PPU fue fundado en 1968 por el bajista Milan Hlavsa. Este adoraba a Frank Zappa y a la banda Velvet Underground. Vale señalar que el nombre de la agrupación se tomó de una canción de Zappa con Mothers of Invention, “Plastic People”, de su álbum Absolutely Free (1967). Como para Jirous, su letrista, el inglés era el idioma del rock, invitó a Paul Wilson, un profesor canadiense radicado en Praga, para que les enseñara las letras de sus ídolos occidentales, para hacer covers con ellas, y para que tradujera las letras originales de PPU, del checo a la lengua  anglosajona.

Según el historiador Sean Wilentz  en el año de 1967 el joven dramaturgo Vaclav Havel había viajado a New York, a razón del estreno de una obra suya, producida por el empresario teatral Neoyorkino Josep Papp. Es entonces que en una visita que hizo a la Universidad de Columbia, un amigo le recomienda escuchar la banda The Velvet Underground. Escuchar el primer disco de Velvet, con el icónico plátano diseñado por Warhol en la portada, cambió la vida de Vaclav; a tal punto que, al regresar a la Checoslovaquia, impulsó una corriente musical underground de protesta.

Havel compró una casa campestre en Hrádecek, un pequeño pueblo del noreste checo, que sirvió como centro de reuniones y como plataforma para que varias bandas clandestinas de rock interpretaran sus ácidas canciones. Años después, ya siendo Presidente, declararía que, durante esa temporada de turbulencia, absorbía de estas bandas  “un temperamento, un estado de espíritu no conformista, una orientación antisistema y un interés por los desposeídos y humillados”.

Cuentan que en marzo del ’76, en un pub de Praga, se conocieron Havel y Jirous. Este último convence al dramaturgo de que la música de Plastic People era “la articulación internamente libre de una experiencia existencial, el intento de brindar esperanza a los más excluidos”. Por ello, Jirous invita a Havel a un concierto clandestino del principal representante del “Praga Underground”, que tendría lugar dos semanas más tarde. Pero antes de la fecha son arrestados 19 miembros del underground, entre ellos los de Plastic y Jirous.

Estos acontecimientos fueron aprovechados por Havel, como la chispa que desencadenó la “Revolución de Terciopelo”. Los sucesos  protagonizados por los intelectuales disidentes, los movimientos estudiantiles de protesta; los actos extremos de los estudiantes Jan Pallach y Jan Zajic, quienes se rociaron con nafta y se prendieron fuego en la plaza de San Wenceslao; fueron parte del viento que agitó el gran incendio iniciado en 1976.

La censura y enjuiciamiento de los miembros de PPU dio lugar a La Carta 77, un manifiesto firmado por unos 300 intelectuales y científicos checoslovacos, con amplia repercusión internacional, como era de esperar. Esta fue la chispa que desencadenó el escalamiento de las demandas de la disidencia y las acciones subversivas lideradas por Václav Havel.

El rock fue parte de los recursos disponibles para un sector juvenil checo para conformar una comunidad opositora; como elemento aglutinante e identificador de este espectro de la sociedad civil checa. Al mismo tiempo sirvió como reacción y protesta ante las imposiciones de un “retado” gobierno que estigmatizó al género y lo reprimió. Hecho  que aprovecharon los “retadores”.

Al perder el apoyo institucional y convertirse en “prohibidos”, los rockeros checos, adquirieron un mayor potencial como agentes de cambio, para “desbalancear” al poder estatal, mediante la desobediencia y la postura retadora. Teniendo en cuenta, que en términos políticos esta táctica de lucha “no violenta” se basa en la no cooperación, que los gobernados no hagan lo que se les ordena, y que  hagan lo que está prohibido.

Como señaló el propio Čuňas, las acciones del gobierno contra el underground, los hicieron conocidos en todo el país y más allá. “Hubo gente que nunca llegó a escuchar la música de Plastic People of the Universe en los años 60 (debido a la falta de presentaciones), especialmente viviendo fuera de Praga. Hasta el año 1976 nosotros (los undergraounds) no éramos tan conocidos en absoluto”. Fue la “anti-propaganda” en los programas televisivos y los artículos en los medios de prensa gubernamentales, los que lo “premiaron” con mayor publicidad.

Con La Carta 77 se produjo la implicación de diferentes grupos (literarios, filosóficos, intelectuales católicos, disidentes establecidos) con los del espacio cultural subterráneo; se aunaron así una serie de actores y prácticas en la oposición política. La represión de la banda Plastic People desencadenó la fusión de diversos grupos separados hasta entonces, underground y disidentes, esferas públicas y privadas; trabajadores manuales e intelectuales. Lo reconoce el propio Havel en su libro El poder de los sin poder.

Estas protestas transformaron al underground en algo más que una molestia, amenaza o problema interno para el régimen, comenzó  a ser una “violación de los derechos humanos” y foco de la política internacional. El juicio de 1976, se convirtió en noticia para los medios globales, hegemónicamente anticomunistas. La banda llegó a simbolizan todo el mundo subterráneo y fueron presentados como héroes en la prensa extranjera. Motivaron la solidaridad de músicos  como Lou Reed y Gary Lucas. En parte, la ubicuidad de la música en todas las culturas fue el eje para desacreditar el gobierno: “¿Cómo se puede perseguir a alguien simplemente por ¿tocar música?”, fue el cuestionamiento predilecto de la prensa occidental.

Tal como se recoge en los manuales de Gene Sharp, “los actos de protestas y persuasión son actos simbólicos  de oposición pacífica o intentos de convencimientos que van más allá de la expresión verbal (…)”. “Su mensaje puede ser dirigido a influir en el adversario, el público en general, el mismo grupo quejosos o una combinación de los tres”. Para esta especie de “judo político”, se recomienda, conseguir que se “vea mal” el opresor”, que “reciba cada vez menos apoyo”, explotando el hecho de que la “la violencia contra un grupo noviolento hace que el agresor se vea mal, despreciable, antipático, a tal grado que la opinión pública y privada se puede volcar en su contra”.

De ahí la estrategia, para sancionar al “represor” ante la opinión pública, de emplear a los artistas; expertos en “actos simbólicos” y  quienes por tradición son distinguidos por su sensibilidad y  humanismo, por ejercer las actividades más alejadas de la “fuerza bruta”. Desbalance que se maximiza cuando estos gozan de popularidad o de gran prestigio.

No es como planteara el politólogo británico Timothy Garton Ash, al referirse a la duración de estas transiciones hacia el capitalismo, que para derrocar en 1989 al régimen totalitario los polacos necesitaron diez años, los húngaros diez meses, los alemanes orientales diez semanas y los checos y eslovacos diez días. “The Velvet Revolution” debiera considerarse la más larga y la primera regresión “de colores”.

Tomado de: Cubahora

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Revoluciones de colores, esnobismo y música incendiaria (I)

Srdja Popovic: Muchos actores a nivel internacional estaban interesados en hacer caer a ‘Sloba’

Por José Ángel Téllez Villalón @aangeltellez

Las “revoluciones de colores” son las versiones kitsch de las revoluciones “clásicas”. “Son las revoluciones de la postmodernidad que han tomado mucho del fascismo”, apuntó el académico ruso Serguei Kara-Murza. Las emociones cabalgando sobre una nueva tecnología para derrocar gobiernos, etiquetada con el inocente nombre de “métodos no violentos”. Lo que importa en estas fast-revoluciones es presionar, desestabilizar, tumbar, no resolver contradicciones sociales. Se copian los tips de aquellas revoluciones para el stiling del espectáculo.

Fueron diseñadas por tanques pensantes occidentales, para con menos gastos que con las guerras convencionales y con menos revuelo de la opinión pública, derrocar a sus adversarios. Resultan de la apropiación de ciertos métodos revolucionarios para subvertir, deconstruyendo, las normas de legitimidad, de valorar a los políticos. Son operatorias híbridas, lideradas por agentes entrenados, con las que las élites imperialistas cosechan los frutos de tantos años de influencia, de engatusamientos, de inoculación de su superioridad, por goteo simbólico.

Unos de los rasgos postmodernos de estas revueltas es el carácter lúdico de las operatorias, para tomar el poder, se juega con el poder. Como “todo vale”, no hay método “correcto”, “político”, “legítimo” o “ético”. Se reconoce, sin sonrojo, que se recibe financiamiento externo, de agencias y ONG extranjeras. Se recurre a la burla, al sarcasmo, al lenguaje soez. Se apropian de los símbolos del adversario para subvertirle sus significados. Se recurre a la postverdad y a las fake news, con el propósito de manipular y capitalizar reacciones.

Como se ha planteado, no se puede explicar el éxito de estas pseudorevoluciones, sin reconocer el papel que han jugado organizaciones de Estados Unidos o que estaban próximas a ellas. Sin  el apoyo del Imperio y de sus socios en Europa ninguna de estas revueltas en el entorno postsoviético habrían tenido “éxito”. No solo por la asesoría, el respaldo financiero y mediático, sino además por su hegemonía, su influencia apuntalada por las imperialistas industrias culturales.

Desde los tiempos de la Guerra Fría, la acción exterior estadounidense fue externalizada por ONG, tanques pensantes y fundaciones que se encargaron, junto a una red de emisoras y televisoras, de enganchar a una parte de la sociedad civil, con el “the american way of life”, el “the american way of thinking” y el the american way of playing”. Empeño al que se sumó una legión de intelectuales, supuestamente de izquierda o antistablisment, encargados de promover los valores de la “democracia liberal”, y una quinta columna de esnobistas disidentes.

En su mayoría, los líderes de los movimientos que empujaron el “desmerengamiento” del Socialismo existente en Europa del Este, eran fervientes adoradores de la cultura gringa y especialmente de su música. Tenían una relación directa o indirecta con instituciones académicas y culturales de Estados Unidos. Para los líderes de las revoluciones de colores avanzar era marchar al ritmo de la banda yanqui; para democratizar el país era necesario implementar las ideas y valores que dictaban las instituciones estadounidenses.

El interés geoestratégico del área postsoviética y la voluntad del Imperio resulta clave para entender el porqué de la Revolución de las Rosas (Georgia, 2003), la Revolución Naranja (Ucrania, 2004) y la Revolución de los Tulipanes (Kirguistán, 2005), la Revolución de los Melones (Kirguistán, 2010), la Revolución de los Acianos (Bielorussia, 2006), la Revolución de las Lilas (Moldavia, 2009), y la Revolución de Terciopelo (Armenia, 2018).

La de Serbia fue la primera aplicación práctica exitosa de esta novedosa tecnología para montar insurrecciones artificiosas sobre manifestaciones originalmente espontáneas. Se articuló para derrocar del poder al ejecutivo de Slobodan Milosevic. El país mantenía relaciones cordiales con Rusia y hostiles respecto a la órbita de la OTAN. Eso explica la inversión de cuantiosos recursos financieros, tecnológicos y simbólicos.

En palabras de Srdja Popovic, líder del movimiento que derrocó a Milosevic, “Muchos actores a nivel internacional estaban interesados en hacer caer a ‘Sloba’. Era gente con la que podías hablar de política y conseguir dinero, como la Fundación Nacional para la Democracia (National Endowment for Democracy, NED), el Instituto Republicano Internacional (IRI) y el Instituto Nacional Democrático (NDI), que colaboraban con partidos políticos, y Freedom House, que trabajaba con los medios de comunicación”.

Algunas fuentes estiman que el gobierno de EE. UU. y varias ONG  estadounidenses sumaron cerca de 41millones de dólares en la promoción de programas para formar y coordinar a los grupos contendientes al gobierno, poner en marcha las manifestaciones y para fabricar material propagandístico. Solo en 1999, concedieron a la oposición serbia 25 millones de dólares. “Según Paul B. McCarthy, entonces responsable regional de la NED, OTPOR recibió la mayor parte de los 3 millones de dólares gastados por la organización estadounidense en Serbia a partir de septiembre de 1998. Peter Ackerman y Jack Duvall contaron en A Force More Powerful  que Freedom House pagó la impresión de 5.000 ejemplares del libro From dictatorship to democracy: A conceptual framework for liberation, del Albert Einstein Institution, para ser repartidos entre los disidentes serbios.

“Entre el 31 de marzo y 2 de abril de 2000, el Instituto Nacional Republicano financió un taller sobre técnicas de lucha noviolenta para 30 activistas de OTPOR en Budapest, Hungría”. Así  se reconoce el  libro Cómo Librar la Lucha Noviolenta: Prácticas del Siglo XX y Potencial del Siglo XXI, de Gene Sharp, con la colaboración de Joshua Paulson y la asistencia de Christopher A. Miller y Hardy Merriman.  Participó en el taller el excoronel  estadounidenses Robert Helvey. Según Popovic, el análisis de poder descrito en “Las políticas de la acción noviolenta”, de Gene Sharp, y luego presentado por Robert Helvey en los talleres efectuados en Budapest, ejerció la mayor influencia en la planificación estratégica de OTPOR.

Bajo el lema “Está acabado”, el movimiento estudiantil OTPOR,  creado en 1998, se convirtió en la fuerza de choque contra Milošević. Para sistematizar las movilizaciones en la calle y en los grandes espacios públicos, para promover un estado de desestabilización permanente y provocar la “represión” del Estado serbio, los de OTPOR siguieron los lineamientos e instrucciones de varias agencias e institutos estadounidenses, como el Instituto Albert Einstein de Gene Sharp, el Centro Internacional para el Conflicto No Violento (ICNC) de Peter Ackerman y Jack Duvall, Freedom House, la USAID, la NED y el Instituto Republicano Internacional.

Gracias a este apoyo y a la asesoría de expertos estadounidenses, la campaña mediática contra del político serbio se desarrolló de una forma juvenil y atractiva. Pegatinas, grafitis, conciertos y otros recursos fueron usados para minar su imagen. El rociado de signos, comprendió el empleo de consignas como ¡Resistencia porque amo a  Serbia! Y “Es la hora”. Y otros, claramente importados  como ¡Ti Si Nam Potreban!, el “Te necesitamos” del Tío Sam. La ofensiva comprendió el uso de Internet y el correo electrónico. Sus principales armas fueron las simbólicas, camisetas, carteles y pegatinas con la imagen del puño, el desafío mediatizado de los arrestados, las representaciones teatrales satíricas y los conciertos musicales.

El 22 de noviembre de 1999 y el 13 de enero de 2000, fecha en que se celebra el año nuevo ortodoxo, los de OTPOR organizaron dos  megaconciertos de música rock. Eventos en los que se combinaba la significación de rebeldía y resistencia del rock, al ser un género  musical que no aprobaba el Gobierno, la oportunidad de introducir discursos subversivos. Una vez finalizado el concierto, para asentar la idea de que no había nada que celebrar se presentaron en una pantalla gigante las fotografías y los nombres de miles de yugoslavos  muertos en las distintas guerras que habían tenido lugar bajo el  mandato de Milošević.

Las acciones múltiples y ruidosas, con gran peso en lo simbólico, lúdicas y provocativas, tenían como propósito tentar al ejecutivo a tomar acciones represivas contra los participantes. De ahí las publicaciones que ridiculizaban al gobierno y los conciertos contra el régimen con música prohibida. Todas con repercusión en los medios de la prensa independiente y de las trasnacionales occidentales.

Por ello el gran respaldo a la estación de radio B92 que salió al aire en 1989, con el financiamiento de Open Society Foundations de George Soros y la USAID. En 1996, con la ayuda del proveedor de Internet holandés XS4All, RTV B92 comenzó a transmitir sus programas a través de Internet. Sus transmisiones también se reproducían a través del Servicio Mundial de la BBC, mientras que varias estaciones locales en tierra hicieron que los programas estuvieran disponibles en toda Serbia. Entre pistas y pistas de rock, y con el apoyo de Radio Liberty, se desarrolló la campaña mediática contra el ejecutivo serbio, a la vez que se alimentaba el enganche con la música occidental.

En la ceremonia de los MTV Europe Music Awards de 1998 en Assago, cerca de Milán, se le entregó el premio Free Your Mind a Radio B92. Durante la transmisión en vivo, el director de emisora, Veran Matić, salió al escenario con una camiseta de OTPOR con la inscripción “Живи Отпор!” (¡Vive la Resistencia!), sobre el logo del puño cerrado. En su discurso de aceptación, pronunciado en serbio, Matić mencionó explícitamente a los cuatro estudiantes que habían sido arrestados y condenados días antes.

El componente de la música en las actividades de OTPOR se hizo especialmente pronunciado en los días cercanos al derrocamiento de Milošević. El movimiento incluso recurrió a la promoción de conciertos  y organizó varios conciertos en Belgrado de la banda eslovena de música industrial  Laibach. Vale recordar que el líder de OTPOR era un enamorado de la cultura occidental. Srda Popovic tocaba el bajo en una banda de rock gótico llamada BAAL, liderada por Andrej Aćin quien luego se dedicó a filmar películas.

Los integrantes del movimiento estudiantil asociaban el rock con la rebeldía. “Si alguien canta ‘Le estoy tirando piedras al sistema’, eso es lo mismo que hacemos nosotros”, comentó uno de ellos. El discurso iconoclasta de las bandas de rock de los 90, contribuyó a asentar la idea -gestionada luego por OTPOR- de que no tenían que depender exclusivamente de los políticos de la oposición y de que había cierto swing en ser contestatarios. La acción colectiva del 2000 fue condicionada por la acumulación de significados culturales producidos por agrupaciones como Rambo Amadeus, Darkwood Dub, Dza ili Bu y Eyesburn. La instrumentalización de estos mensajes sirvió para que ser arrestado fuese estar en la onda; “ser llevado a la cárcel significaba que eras atrevido y valiente, lo que por supuesto significaba que eras sexy”- comentó luego Srdja Popovic.

Contó el experto en “golpes blandos” que caló el efecto de los “retos simbólicos”, del desafió protagonizado por artistas, cuando su agrupación favorita, Rimtutituki, una tarde de 1992 en la Plaza de Belgrado llena de soldados y tanques, realizó el performance “S.O.S. paz o no cuentes con nosotros” con el apoyo mediático de Radio B92. La banda de rock estaba en la parte trasera de un camión de plataforma, dando vueltas por la plaza, interpretando canciones en contra de la guerra, burlándose del militarismo y del poder. “Mientras  corría detrás del camión, animando a mis músicos favoritos, me sobrevino una serie de revelaciones. Comprendí, para empezar, que el activismo no tenía por qué ser aburrido, que quizá si adoptara la forma de un concierto punk sería mucho más efectivo que las latosas manifestaciones de toda la vida”.

El cantante y compositor, escritor, poeta y director serbio Đorđe Balašević fue uno de los participantes en las manifestaciones contra Slobodan Milošević. Desde antes se había declarado opositor. A menudo en sus conciertos criticaba y se burlaba de Milošević y de otros políticos serbios. En diciembre del 2000, ya consumado el golpe,   Balašević celebró un concierto en el Teatro Nacional de Belgrado para honrar a los miembros de OTPOR.

Estas acciones se enumeran en el libro de Sharp, De la Dictadura a la Democracia. Un Sistema Conceptual para la Liberación. Entre los  métodos de protesta y persuasión no violentas, se anuncian como Actos públicos simbólicos: el drama y la música (35. Sátira y burlas, 36. Interpretaciones teatrales y musicales y 37. Canto) y como medios para  Comunicaciones con un público más amplio: Discos, radio y televisión.

Tomado de: Cubahora

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La contrarrevolución cultural cubana: Los raperos y artistas respaldados por EE.UU. ganan fama como catalizadores de los disturbios actuales

Yotuel y Gente de Zona. Foto. Cuba rapper.

Por Max Blumenthal

El Movimiento de San Isidro, que se presenta como un colectivo popular de artistas que luchan por la libertad de expresión, se ha convertido en un arma clave en el asalto del Gobierno estadounidense a la Revolución cubana.

“Mi pueblo necesita a Europa, mi pueblo necesita que Europa señale al maltratador”, proclamó Yotuel, un rapero cubano afincado en España, en un acto del Parlamento de la UE convocado por legisladores de derechas antes de ceder el micrófono al golpista venezolano Juan Guaidó. Días después, Yotuel mantuvo una llamada de Zoom con funcionarios del Departamento de Estado para hablar de “Patria y Vida”, el himno rapero anticomunista del que fue autor.

Mientras se despeja el polvo de un día de protestas en las ciudades cubanas, el Wall Street Journal ha calificado a “Patria y Vida” como el “grito de guerra común” de los opositores al Gobierno de Cuba, mientras que Rolling Stone la ha calificado como “el himno de las protestas en Cuba”.

Además de Yotuel, los dos raperos que colaboraron en la canción forman parte de un conjunto de artistas, músicos y escritores llamado Movimiento San Isidro. Los medios de comunicación estadounidenses han atribuido a este colectivo el mérito de “ser el catalizador de los actuales disturbios”.

A lo largo de los últimos tres años, a medida que las condiciones económicas empeoraban bajo la escalada de la guerra económica de Estados Unidos, mientras el acceso a Internet se ampliaba como resultado de los esfuerzos de la Administración Obama por normalizar las relaciones con Cuba, el Movimiento San Isidro ha invitado a un conflicto abierto con el Estado.

Con actuaciones provocadoras en las que sus figuras más destacadas han desfilado por La Habana Vieja ondeando banderas estadounidenses, y con flagrantes muestras de desprecio por los símbolos nacionales cubanos, San Isidro se ha enemistado con las autoridades, provocando frecuentes detenciones de sus miembros y campañas internacionales para liberarlos.

Al establecerse en una zona mayoritariamente afrocubana de La Habana Vieja y trabajar a través de medios como el hip-hop, San Isidro también ha maniobrado para poner en entredicho la imagen racialmente progresista que el gobierno cubano de izquierdas se ganó con su histórica campaña militar contra la Sudáfrica del apartheid y el asilo que ofreció a los disidentes negros estadounidenses. En este caso, el Movimiento de San Isidro parece seguir un modelo articulado por el grupo de presión estadounidense para el cambio de régimen.

Durante la última década, el Gobierno de Estados Unidos ha gastado millones de dólares para cultivar raperos, músicos de rock, artistas y periodistas cubanos antigubernamentales en un intento explícito de convertir en un arma a la “juventud desocializada y marginada.” La estrategia implementada por Estados Unidos en Cuba es una versión en la vida real de las fantasías que los demócratas anti-Trump entretenían cuando se preocupaban de que Rusia estuviera patrocinando encubiertamente a Black Lives Matter y Antifa para sembrar el caos en la sociedad norteamericana.

El golpista venezolano Juan Guaidó, apoyado por EE.UU., apareció junto a Yotuel para celebrar el estreno de “Patria y Vida” en el Parlamento de la UE. Foto Captura de pantalla

Tal y como revelará esta investigación, los principales miembros del Movimiento San Isidro han recibido financiación de organizaciones para el cambio de régimen como la Fundación Nacional para la Democracia y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, al tiempo que se han reunido con funcionarios del Departamento de Estado, con personal de la embajada de Estados Unidos en La Habana, con parlamentarios europeos de derechas y con golpistas latinoamericanos, desde el venezolano Guaidó hasta el secretario general de la OEA, Luis Almagro.

San Isidro también ha recibido el apoyo de una red de think tanks fundamentalistas del libre mercado que no ocultan su plan de transformar Cuba en una colonia para las corporaciones multinacionales. Días después de que estallaran las protestas en Cuba, la dirección de San Isidro aceptó un premio de la Fundación Memorial de las Víctimas del Comunismo, un think tank republicano de derechas de Washington que incluye a los soldados alemanes nazis en su recuento de muertes históricas a manos del comunismo.

Detrás de su marca como intelectuales cosmopolitas, raperos renegados y artistas de vanguardia, San Isidro ha abrazado abiertamente la política extremista del lobby cubano de Miami. De hecho, sus miembros más prominentes han expresado un efusivo apoyo a Donald Trump, han respaldado las sanciones estadounidenses y han clamado por una invasión militar de Cuba.

No obstante, el colectivo cultural ha hecho incursiones en los círculos progresistas de la intelectualidad norteamericana, trabajando para debilitar los tradicionales lazos de solidaridad entre la Revolución cubana y la izquierda estadounidense. Como veremos, el ascenso del Movimiento San Isidro es el último capítulo del libro de jugadas emergente del imperialismo interseccional.

Un “grupo de personas olvidadas”: La participación de los afrocubanos en las protestas cautiva a los medios de comunicación estadounidenses

Las escenas de un coche de policía volcado en el barrio de 10 de Octubre de La Habana, las turbas lanzando cócteles molotov a los agentes de policía y el saqueo de los centros comerciales este 11 de julio arrancaron el resentimiento de una clase de ciudadanos que ha caído en las grietas de la asediada economía especial de Cuba.

Tras años de profundización de las privaciones económicas, los cubanos han sufrido apagones y racionamiento de alimentos provocados por la intensificación del bloqueo económico de 60 años de Estados Unidos a Cuba por parte del expresidente Donald Trump. Un repentino colapso del turismo debido a la pandemia de COVID-19 junto con la eliminación por parte del gobierno del sistema de doble moneda de Cuba exacerbó el caos económico.

Cristina Escobar, periodista afincada en La Habana y una de las personalidades informativas más seguidas en el canal estatal cubano, describió a The Grayzone las filas de la protesta como el subproducto de una marginación sostenida.

“Hay un grupo de personas en lugares urbanos como La Habana que tienen las siguientes características”, explicó Escobar. “Suelen proceder de zonas rurales pobres y se han trasladado a la ciudad en busca de mejores oportunidades; por lo general, no son blancos con todos los gradientes que hay, y viven en los márgenes, recibiendo cualquier prestación estatal que esté disponible. Suelen trabajar en la economía sumergida, se sienten desafectados y no se implican en empresas patrióticas porque son víctimas del periodo especial de pobreza”.

Aunque la red de seguridad social de Cuba ha evitado que este grupo demográfico caiga en la miseria que conocen las barriadas de Estados gestionados por el FMI, como Haití u Honduras, Escobar afirma que “son un grupo de personas olvidadas, desintegradas, sin raíces en la sociedad. Están expresando la desigualdad que experimentan y, por desgracia, ya no lo hacen de forma pacífica”.

Los medios de comunicación corporativos estadounidenses han aprovechado las imágenes de los manifestantes afrocubanos para pintar las manifestaciones como una expresión de descontento explícitamente racializado. En un artículo titulado “Afrocubanos al frente de los disturbios [en Cuba]”, el Washington Post citó a ONGs antigubernamentales y a activistas asociados al Movimiento de San Isidro denunciando a Black Lives Matter por su declaración de solidaridad con la revolución cubana.

El Washington Post no mencionó el papel del Gobierno de EE.UU. en el apoyo a muchas de estas mismas ONGs y activistas en un intento de armar a la clase baja de Cuba. Al frente de la estrategia de Washington se encuentran dos frentes tradicionales de la CIA: la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Fundación Nacional para la Democracia (NED).

A lo largo de la Guerra Fría, la USAID trabajó junto a la CIA para liquidar los movimientos socialistas en todo el Sur Global. Más recientemente, ayudó a poner en marcha un falso programa de vacunación de la CIA en Pakistán para localizar a Osama bin Laden, y en su lugar acabó generando un brote masivo de polio. En toda América Latina, la USAID ha financiado y formado a figuras de la oposición de derechas, incluido el seudopresidente de Venezuela nombrado por Estados Unidos, Juan Guaidó.

Por su parte, la NED se creó bajo la supervisión del ex director de la CIA William Casey para proporcionar apoyo a los activistas de la oposición y a los medios de comunicación en todos los lugares en los que Estados Unidos ha buscado un cambio de régimen. “Mucho de lo que hacemos hoy fue hecho de forma encubierta hace 25 años por la CIA”, dijo el cofundador de la NED, Allen Weinstein, al periodista David Ignatius, quien celebró a la organización como “el padre del azúcar de las operaciones encubiertas”.

A lo largo de su historia, la USAID y la NED han trabajado para explotar los agravios de los grupos étnicos minoritarios contra los gobiernos socialistas y no alineados. Su apoyo financiero y logístico a los uigures contra China, a los tártaros contra Rusia y a los indígenas miskitos contra Nicaragua son algunos de los muchos ejemplos.

En los últimos años en Cuba, los especialistas en cambio de régimen de Washington se han centrado en los afrocubanos y los jóvenes marginados, aprovechando la cultura para convertir el resentimiento social en una acción contrarrevolucionaria.

Convirtiendo en un arma a la “juventud desocializada y marginada” contra el socialismo cubano

Un artículo publicado en 2009 en el Journal of Democracy, el órgano oficial de la National Endowment for Democracy (NED), esbozaba un ambicioso plan para cultivar la clase baja cubana de la posguerra fría como vanguardia antigubernamental.

“Utilizar los principios de la democracia y los derechos humanos para unir y movilizar a esta vasta mayoría desposeída frente a un régimen altamente represivo es la clave del cambio pacífico”, escribieron Carl Gershman y Orlando Gutiérrez.

Gershman y Gutiérrez son figuras influyentes en el mundo de los operadores del cambio de régimen. Director fundador de la NED, Gershman presidió durante cuatro décadas los esfuerzos de Estados Unidos para desestabilizar gobiernos desde Managua hasta Moscú. Gutiérrez, por su parte, es un franco defensor de una invasión militar estadounidense de Cuba que ejerce como secretario nacional del Directorio Democrático Cubano financiado por la USAID y la NED.

Gershman y Gutiérrez aconsejaron una estrategia que fomentara la “no cooperación” con las instituciones revolucionarias de Cuba entre los que describieron como “jóvenes desocializados y marginales: los que abandonan los estudios, los jóvenes sin trabajo que constituyen casi las tres cuartas partes de los desempleados de Cuba y los que se sienten atraídos por las drogas, la delincuencia y la prostitución”.

Los dos especialistas en cambio de régimen señalaron la música y los medios de comunicación online como vehículos ideales para aprovechar las frustraciones de la juventud cubana: “La alienación de los jóvenes llega a la corriente principal y se expresa en las letras airadas de los músicos de rock; las representaciones de los blogueros de las frustraciones y la chabacanería de la vida cotidiana; la frecuente evasión del trabajo agrícola, el servicio voluntario y las reuniones de los comités de vecinos; y la desvinculación general de la política que es el fruto de medio siglo de participación coaccionada y propaganda política alimentada a la fuerza”, escribieron.

El año en que se publicó el influyente documento de Gershman y Gutiérrez, Washington puso en marcha una audaz operación encubierta basada en la estrategia que habían esbozado.

“El rap es la guerra”: La USAID recluta de forma encubierta a artistas de hip-hop cubanos como propagandistas del cambio de régimen

En 2009, la USAID puso en marcha un programa para desencadenar un movimiento juvenil contra el gobierno de Cuba mediante el cultivo y la promoción de artistas locales de hip-hop.

Debido a su larga historia como fachada de la CIA, USAID subcontrató la operación a Creative Associates International, una empresa con sede en Washington DC con su propio historial de acciones encubiertas.

Creative Associates encontró a su hombre clave en Rajko Bozic, un veterano del grupo Otpor! respaldado por la CIA, que ayudó a derrocar al líder nacionalista Slobodan Milosevic, y cuyos miembros pasaron a formar un “grupo de exportación de una revolución” que sembró las semillas de varias revoluciones de color”.

Haciéndose pasar por promotor musical, Bozic se acercó a un grupo de rap cubano llamado Los Aldeanos, conocido por su himno ferozmente antigubernamental, “Rap is War”. El agente serbio nunca dijo a Los Aldeanos que era un activo de la inteligencia estadounidense; en cambio, afirmó que era un profesional del marketing y prometió convertir al líder del grupo en una estrella internacional.

Para llevar a cabo el plan, Creative Associates puso en marcha ZunZuneo, una plataforma de redes sociales al estilo de Twitter que enviaba miles de mensajes automáticos para promocionar a Los Aldeanos entre los jóvenes cubanos sin que el grupo de rap lo supiera.

Al cabo de un año, cuando Los Aldeanos intensificaron su retórica, burlándose de la policía cubana como zánganos descerebrados durante un festival local de música indie, la inteligencia cubana descubrió contratos que vinculaban a Bozic con la USAID y puso fin a la operación.

La vergüenza sobrevino en Washington, con el senador Patrick Leahy refunfuñando: “La USAID nunca informó al Congreso sobre esto y nunca debería haber sido asociada con algo tan incompetente y temerario”.

Danny Shaw, profesor asociado de Estudios Latinoamericanos y del Caribe en la City University de Nueva York, conoció a Los Aldeanos durante varias visitas prolongadas a Cuba. También conoció a Omni Zona Franca, un colectivo de poetas y artistas de performance de orientación rastafari con sede en el barrio de Alamar, en La Habana, que sirvió de inspiración para el Movimiento de San Isidro.

Shaw dijo que la hostilidad de los artistas hacia el sistema socialista de Cuba era tan intensa que muchos de ellos negaban la existencia del bloqueo estadounidense. “Intenté explicarles mi forma de entender la guerra económica, y me dijeron: ‘Puedes ir y venir como quieras, no vives aquí, así que es fácil que seas marxista’. Y tenían razón, si descontextualizabas completamente la situación”, dijo a The Grayzone.

Según Shaw, algunos miembros de Omni Zona Franca empezaron a visitar Estados Unidos y Europa para participar en festivales de arte y en entrevistas con medios de comunicación corporativos en español. “Cuando salieron a la luz las historias sobre el apoyo de la USAID a los raperos y artistas cubanos, entonces todo cobró sentido para mí”, reflexionó.

En 2014, la USAID volvió a quedar al descubierto cuando recurrió a Creative Associates para organizar una serie de falsos talleres de prevención del VIH que, en realidad, eran seminarios de reclutamiento político.

Un documento interno de Creative Associates filtrado a los medios de comunicación en 2014 se refería a los falsos talleres sobre el VIH como la “excusa perfecta” para alistar a los jóvenes en actividades de cambio de régimen en la isla.

El presidente Barack Obama presentó su plan para normalizar las relaciones con el gobierno de Cuba justo cuando se expuso la última operación de USAID. Como condición para el reconocimiento diplomático, Obama insistió en que Cuba ampliara el acceso a Internet.

El sitio web de investigación venezolano Misión Verdad advirtió entonces: “Estamos asistiendo a una actualización de los mecanismos, métodos y modos de intervención. Toda la armonía en este momento es totalmente ilusoria. Lo que ya se coloca bajo la etiqueta de ‘normalización’ en el entorno sociopolítico cubano proporciona las condiciones mínimas de funcionamiento para facilitar la idea de una ‘primavera cubana’, una revolución de probeta…”

La expansión de Internet abre la puerta a la infiltración estadounidense

La red de internet 3G llegó a Cuba en 2018, permitiendo a los jóvenes cubanos acceder a las redes sociales en sus teléfonos. Ahora, en lugar de hacer girar la plataforma de medios sociales como ZunZuneo, la inteligencia estadounidense se centró en desarrollar tecnología como Psiphon para que los cubanos pudieran acceder a Facebook y YouTube a pesar de los cortes de Internet.

La NED y la USAID aprovecharon esta oportunidad para construir un potente aparato mediático antigubernamental en línea. La nueva hornada de medios respaldados por Estados Unidos, como CubaNet, Cibercuba y ADN Cuba, representaron una cámara de eco de insurrección tóxica, burlándose del presidente Miguel Díaz-Canel con memes insultantes y pidiendo su procesamiento por altos crímenes, incluido el genocidio.

El Ministerio de Asuntos Exteriores holandés ha impulsado los esfuerzos de Estados Unidos, ayudando a crear y financiar el blog antigubernamental El Toque, a través de una ONG llamada RNW Media.

Ted Henken, académico estadounidense y autor de “Cuba’s Digital Revolution”, señaló a Reuters que los dirigentes cubanos “calcularon mal al no darse cuenta de que la ampliación del acceso a Internet les iba a estallar en la cara muy rápidamente, en dos años y medio”.

“Nada de [las protestas] habría sido posible sin la naciente red 3G que ha permitido a millones de cubanos acceder a internet a través de dispositivos móviles desde 2018”, declaró el medio corporativo online Quartz.

A medida que crecía el acceso de los cubanos a los medios de comunicación antigubernamentales, la administración Trump aumentó el presupuesto de la NED en un 22% en 2018.

Ese año, el presupuesto de la NED para Cuba destinó cerca de 500.000 dólares para el reclutamiento y la formación de periodistas antigubernamentales, y para establecer nuevos medios de comunicación.

Otra subvención de la NED presupuestó fondos para “promover la inclusión de las poblaciones marginadas en la sociedad cubana y fortalecer una red de socios en la isla”, lo que implica la focalización en los afrocubanos.

La NED ha puesto un gran énfasis en infiltrarse en la escena del hip-hop de Cuba. En 2018, la entidad gubernamental estadounidense aportó 80.000 dólares a la Fundación Alma Cubana para “empoderar a los artistas independientes para producir, actuar y exhibir su trabajo en eventos comunitarios sin censura”, y 70.000 dólares a una ONG con sede en Colombia llamada Fundación Cartel Urbano para “empoderar a los artistas de hip-hop cubanos como líderes en la sociedad.”

Cartel Urbano publica una revista online claramente inspirada en Vice, el principal vehículo del imperialismo hipster. Además de mantener a los lectores informados sobre los últimos lanzamientos de los artistas de rap cubanos contrarios al Gobierno, la revista financiada por el gobierno estadounidense dedica secciones enteras en su sitio web al consumo de drogas, la cultura trans y el estilo de vida vegano y ecológico.

Al atender la sensibilidad de los autodenominados radicales de orientación académica, los escritores del medio utilizan habitualmente la letra “x” para borrar las distinciones de género, lo que da lugar a pasajes como el siguiente: “cuerpxs trans, marikonas, no binarixs, racializadxs, monstruosxs…”

El Cartel Urbano está patrocinado por el gobierno de Estados Unidos para formar y promover a los artistas cubanos de hip-hop.

La sorprendente proliferación de medios de comunicación de la oposición en línea, la vitriólica propaganda antigubernamental y la infiltración de Estados Unidos en la escena cultural de Cuba, que acompañaron a la expansión de los servicios de Internet del país, provocaron una represión sin precedentes por parte de los dirigentes del país.

“Los años en los que se produjo el descongelamiento de las relaciones con Estados Unidos, tuvimos mucha tolerancia a nivel interno”, reflexionó la periodista cubana Cristina Escobar. “Eso es porque el Gobierno no se veía asediado. Pero luego ganó Trump. Y ahora la dirigencia siente que nunca debió confiar en Obama”.

Pocas horas después de tomar posesión en abril de 2018, el presidente Díaz-Canel propuso el Decreto 349. La nueva medida obligaría a todos los artistas, músicos e intérpretes a obtener la aprobación previa del Ministerio de Cultura antes de publicitar su trabajo.

Planteado como respuesta directa al reclutamiento de artistas de rap y otras figuras culturales por parte de la inteligencia estadounidense, el Decreto 349 prohibía explícitamente la difusión de materiales audiovisuales que contengan “lenguaje sexista, vulgar u obsceno.” Aunque la ley nunca se aplicaría formalmente, la oposición cubana consideró la disposición como un ataque directo a la subcultura del reggaetón que se filtraba en el paisaje urbano del país.

Casi de la noche a la mañana, un colectivo de artistas y músicos se movilizó para protestar contra el decreto. Con el nombre del barrio de San Isidro, en La Habana Vieja, donde vivían varios de sus miembros, el nuevo movimiento se dirigió directamente a los influyentes culturales del Norte Global, presentándose como una colección diversa de creadores visuales y raperos independientes que luchaban por nada más que la libertad artística.

Quizá por primera vez, la oposición de derechas cubana disponía de un vehículo para introducirse en los círculos progresistas del extranjero.

Con banderas de EE.UU. en la mano, enfrentándose al Estado y cortejando a los famosos

El 6 de noviembre de 2020, un agente de policía se presentó en la casa de Denis Solís, un rapero abiertamente antigubernamental afiliado al Movimiento San Isidro. Solís no tardó en apuntar con la cámara de su teléfono móvil al policía y retransmitió en directo su desafiante encuentro en Facebook.

Tras burlarse del agente con insultos antigay, Solís proclamó: “¡Trump 2020! Trump es mi presidente”.

La visita de la policía fue desencadenada por la excitada cobertura que Solís recibió del Diario de Cuba, una publicación financiada por la NED, y de otros medios antigubernamentales, por un tatuaje estampado en su pecho que decía “Cambio; Cuba Libre”. También había acudido a Facebook para jactarse: “Comunistas, ahora van a tener que arrancarme la piel del pecho”.

La condena de ocho meses de prisión que recibió Solís por desacato -un castigo claramente inspirado por el espectáculo que generó con su livestream- fue la chispa que dio origen a la huelga de hambre de noviembre de 2020, que lanzó al Movimiento de San Isidro a la escena mundial.

La huelga se llevó a cabo dentro de la casa de La Habana Vieja del coordinador del Movimiento San Isidro, Luis Manuel Otero Alcántara. Otero, artista afrocubano, ha provocado la ira del gobierno al profanar la bandera cubana, envolviéndola con su torso desnudo en el inodoro y mientras se cepilla los dientes, o extendiéndose sobre ella en ropa interior con la bandera de Estados Unidos.

En otra provocación, Otero reunió a niños para que corrieran por su barrio ondeando una bandera estadounidense gigante, lo que provocó una respuesta policial inmediata y su propia detención durante cuatro días.

El “arte” del coordinador del Movimiento San Isidro, Luis Manuel Otero Alcántara

La huelga de hambre de una semana de duración en la casa de Otero generó un espectáculo mediático internacional sin precedentes, y generó declaraciones de apoyo de Jake Sullivan, el asesor de seguridad nacional entrante de la administración Biden, y del entonces secretario de Estado Mike Pompeo.

Una visita hábilmente escenificada al lugar de la huelga de hambre por parte de Carlos Manuel Álvarez, un periodista y literato cubano de alto nivel afincado en México, había contribuido a galvanizar el interés de los medios de comunicación internacionales.

Vestido con un cuello de tortuga negro y procedente de las filas de la élite educada de Cuba, Álvarez, con gafas, presentaba un marcado contraste con Otero y su rudo compañero, el rapero antigubernamental Maykel Osorbo. Para los funcionarios del gobierno, tentados de descartar a los líderes de la protesta como un grupo de vulgares vagabundos, la figura del gentil escriba presentaba serias complicaciones.

Álvarez no tardó en encontrar un espacio en la sección de opinión del New York Times para promocionar San Isidro entre el público liberal de Estados Unidos, al tiempo que desgranaba metáforas literarias sobre cómo caminar sobre el adoquín con zapatos de tacón alto para denigrar a la burocracia comunista cubana.

“El movimiento San Isidro se ha convertido en el grupo más representativo de la sociedad civil nacional, reuniendo a cubanos de diferentes clases sociales, razas, creencias ideológicas y generaciones, tanto de la comunidad de exiliados como de la isla”, afirmó el escritor.

El 27 de noviembre de 2020, al profundizarse el enfrentamiento entre los artistas cubanos y el Estado, un grupo de artistas inició una sentada frente al Ministerio de Cultura de Cuba. Los manifestantes originales estaban formados en su mayoría por artistas cuyo trabajo había sido patrocinado por el Estado cubano. Y a diferencia de San Isidro, muchos de ellos rechazaron la retórica del cambio de régimen, optando en cambio por un diálogo con el ministro de cultura para resolver el conflicto sobre la libertad de expresión.

Como explica el sociólogo Rafael Hernández en un estudio detallado de la sentada, el diálogo se derrumbó cuando el Movimiento San Isidro y otros elementos respaldados por Estados Unidos impusieron su agenda maximalista a la entidad organizadora, que llegó a conocerse como N27. El New York Times y otros medios anglosajones centraron su cobertura directamente en la chusma anticomunista de San Isidro, mientras que los artistas cubanos de izquierdas “permanecieron invisibles para la prensa extranjera, que no los considera noticia, al igual que a los veteranos y jóvenes disidentes”, observó Hernández.

La intensa cobertura mediática de la sentada situó al Movimiento de San Isidro en la escena internacional, lo que les valió la atención de artistas y escritores célebres de Estados Unidos y Europa. En mayo de 2021, después de que Otero volviera a ser detenido por la seguridad cubana, se publicó una carta abierta al presidente Díaz-Canel en la New York Review of Books, una de las principales revistas de los literatos liberales de Estados Unidos, en la que se exigía su liberación.

Firmada por un elenco de prominentes figuras culturales negras y afrolatinas, entre ellas Henry Louis-Gates, Edwidge Danticat y Junot Díaz, la misiva ilustraba el éxito que estaba teniendo San Isidro en la erosión del apoyo de la intelectualidad negra estadounidense a la Revolución cubana.

Con acceso a los principales órganos liberales de los medios de comunicación estadounidenses y con el apoyo de los departamentos de estudios latinoamericanos de todo el país, el colectivo cultural estaba sacando a la oposición anticomunista de Cuba de su base tradicional de derecha en Miami.

Pero su éxito no fue un fenómeno orgánico. De hecho, San Isidro había sido propulsado a la escena internacional gracias al importante apoyo del Departamento de Estado de Estados Unidos, sus filiales para el cambio de régimen y los grupos de presión empresariales de derechas, deseosos de que Cuba se abriera a los negocios.

“Viva la anexión”: El Departamento de Estado, la OEA y los lobbies empresariales se asocian con San Isidro

Cada día, en la revista El Estornudo que fundó, Carlos Manuel Álvarez y sus colegas presentan las malas noticias de Cuba. Mientras pintan el país como un infierno comunista dirigido de forma catastrófica e invadido por las víctimas de Covid-19, comercializa su medio como “independiente”.

En realidad, El Estornudo parece ser uno de los muchos proyectos mediáticos incubados por la National Endowment for Democracy (NED).

“Los colaboradores que hacen la revista son pagados por trabajo producido, con un salario fijo de 400 CUC. Hasta que me fui, El Estornudo era financiado por la NED y la Fundación Open Society”, dijo Abraham Jiménez Enoa, antiguo redactor de la revista, refiriéndose respectivamente al brazo del gobierno estadounidense para el cambio de régimen y a la fundación de George Soros.

El Estornudo forma parte de una constelación de medios delegados para criticar la respuesta cubana de Covid por el Institute for War and Peace Reporting (IWPR), una ONG que recibió 145.230 dólares de la NED en 2020 para “fortalecer la colaboración entre los periodistas independientes cubanos” y capacitarlos en los medios sociales.

Los medios antigubernamentales que operan bajo los auspicios de IWPR también incluyen a Tremenda Nota, un sitio de temática LGBTQ que acusa rutinariamente al Gobierno cubano de homofobia y transfobia, incluso cuando el gobierno de Díaz-Canel ha avanzado en la legalización del matrimonio gay, ha abierto el ejército a los soldados homosexuales y ha iniciado eventos oficiales del orgullo.

La junta directiva del IWPR está formada por antiguos funcionarios de la OTAN y figuras de los medios de comunicación corporativos, incluido el antiguo presidente del Financial Times. Aunque la ONG ha borrado desde entonces su lista de patrocinadores de su sitio web, una página archivada revela asociaciones con la NED y sus filiales del gobierno estadounidense, así como con contratistas confirmados de la inteligencia británica como Albany Associates y la Fundación Thomson Reuters.

Carlos Manuel Álvarez no es ni mucho menos el único miembro de San Isidro cercano a las entidades estadounidenses de cambio de régimen. Además de él, está Yaima Pardo, una cineasta cubana y especialista en tecnología cuyo documental de 2015, “Offline”, hizo hincapié en la necesidad de la expansión de Internet para fomentar la disidencia.

Pardo es actualmente la directora multimedia de ADN Cuba, un medio antigubernamental con sede en Florida que recibió 410.710 dólares de USAID sólo en 2020.

Esteban Rodríguez, de San Isidro, reportero de ADN Cuba, ha celebrado como “perfecta” la prohibición de remesas familiares a Cuba impuesta por Trump, que debilita económicamente. “Si estuviera en Estados Unidos, habría votado a Trump”, dijo Rodríguez a The Guardian.

Cuando San Isidro lanzó su campaña internacional contra el Decreto 349, eligió hacerlo en la Organización de Estados Americanos (OEA) – la organización regional con sede en Washington DC burlada por Fidel Castro como “el ministerio yanqui de las colonias.”

Allí, el cofundador de San Isidro, Amaury Pacheco, fue recibido por Luis Almagro, el Secretario General de la OEA que ayudaría a orquestar el golpe militar de la derecha en Bolivia ese mismo año. También estuvieron presentes para dar la bienvenida a los artistas cubanos funcionarios del Departamento de Estado y Carlos Trujillo, un leal a la derecha de Trump que se desempeña como representante de Estados Unidos ante la OEA.

“El arte en Cuba es más necesario que nunca”, proclamó Almagro. “Es necesario exponer los desafíos de la represión” del Estado cubano.

El Secretario General de la OEA, Luis Almagro, con el cofundador del Movimiento San Isidro, Amaury Pacheco (segundo por la derecha), y otros artistas afiliados al colectivo

Como informó el Instituto Samuel Robinson, con sede en Venezuela, San Isidro ha estrechado sus lazos con la derecha internacional a través de la fundación CADAL, que lo nominó para el Premio Freemuse a la Expresión Artística, patrocinado por el Estado de la OTAN. CADAL está en el centro de una red de organizaciones libertarias que aprovechan el dinero de las empresas para impulsar el fundamentalismo del libre mercado en toda América Latina.

Entre los socios más cercanos de CADAL se encuentra la Red Atlas, un frente de cabildeo corporativo establecido con la ayuda de los Hermanos Koch para promover la economía libertaria y socavar los gobiernos socialistas en todo el mundo.

El think tank también está patrocinado por el Departamento de Estado de EE.UU., la NED y sus filiales, incluyendo el Centro para la Empresa Privada Internacional, que se dedica a “fortalecer la democracia en todo el mundo a través de la empresa privada y la reforma orientada al mercado”.

En enero de 2021, los principales miembros de San Isidro, incluidos Otero y Pardo, participaron en un seminario web organizado por otro grupo de expertos de derechas respaldado por las empresas. Esta vez, fueron invitados por el Centro Latinoamericano de Federalismo y la Fundación para la Libertad.

Patrocinada por empresas multinacionales decididas a transformar Cuba en un paraíso del libre mercado, e inspirada en la filosofía de Ayn Rand, la fundación con sede en Argentina también está directamente afiliada a la Red Atlas.

Entre los participantes en el seminario web estaba Iliana Hernández, reportera de Cibercuba, uno de los muchos medios antigubernamentales que han surgido en los últimos años tras la expansión de los servicios de Internet.

En un debate sobre las elecciones de noviembre de 2020 en su página de Facebook, Hernández argumentó que como Trump “iba a tomar medidas más duras contra la tiranía… creo que, por la libertad de Cuba, debería ganar Trump”.

También detalló la amplia coordinación entre el Movimiento de San Isidro y los funcionarios del Departamento de Estado que prestan servicios en la Embajada de Estados Unidos en La Habana.

Refiriéndose a sus conversaciones con los encargados de negocios de línea dura de EE.UU., Timothy Zúñiga-Brown, y su predecesora, Mara Tekach, Hernández comentó: “En esta última conversación con el Sr. Tim [Zúñiga] Brown, lo que me dijo fue, ‘¿cómo podemos ser de ayuda? Es decir, ¿qué podemos hacer? Porque, quiero decir, él quería recibir órdenes de mí y no al revés. Le dije cómo podía ayudar”.

Otero también ha cultivado estrechas relaciones con funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos. En julio de 2019, él y otros miembros de San Isidro se pavonearon con orgullo por el recinto de la embajada estadounidense en La Habana durante un acto de conmemoración del Día de la Independencia de Estados Unidos.

Adonis Milan, un director de teatro de La Habana afiliado a San Isidro, publicó fotos en Facebook de él mismo, un artista de reggae y miembro de San Isidro llamado Sandor Pérez Pita, y Otero “disfrutando de unas horas de libertad dentro de Cuba” mientras se tomaban selfies con marines estadounidenses.

“Viva la anexión”, escribió Milan en un post en el que expresaba su “ferviente pasión por la bella gringa”.

Preguntado por un periodista sobre el encuentro que mantuvo en una calle de La Habana con la ex encargada de negocios de EE.UU. Tekach, Otero respondió: “Es una diplomática. Yo puedo reunirme con Mara Tekach o con el embajador de Francia; con mi amigo, el embajador de Holanda, o con el de la UE. Incluso con el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, si algún día quiere hablar conmigo”.

En abril de 2021, el gobierno cubano afirmó haber descubierto documentos que revelaban pagos de 1.000 dólares al mes a Otero por parte del Instituto Nacional Demócrata, una filial de la NED. Las acusaciones salieron a la luz justo cuando el artista planeaba exponer cuadros de envoltorios de caramelos en su casa e invitar a los niños de la zona a verlos, burlándose de la dulce vida que el socialismo les había negado. Otero negó rotundamente haber recibido pagos de los equipos de cambio de régimen del gobierno estadounidense.

Para entonces, Otero se había convertido en una estrella de un himno viral colaborativo que había proporcionado a la contrarrevolución cubana un eslogan unificador y una banda sonora de protesta.

Los miembros de San Isidro Maykel Osorbo (izquierda) y El Funky (derecha) flanquean a Otero Alcántara en el vídeo de “Patria y Vida”

Presentamos “Patria y Vida”, el himno de rap favorito del Departamento de Estado de EE.UU.

La primera canción a la que se atribuye directamente la movilización de los cubanos para protestar contra su gobierno fue grabada por un grupo de raperos y artistas de reggaetón que incluía a dos miembros del Movimiento de San Isidro.

Aclamada por el medio de comunicación estatal estadounidense NPR como “la canción que ha definido el levantamiento en Cuba”, “Patria y Vida” ha acumulado más de 7 millones de visitas desde que se estrenó en YouTube el 16 de febrero de 2021.

Grabada en Miami, la canción cuenta con tres intérpretes cubanos autoexiliados: Yotuel, del grupo de hip-hop Orishas, el dúo de reggaeton Gente de Zona y el cantautor Descemer Bueno. Los complementan dos miembros del Movimiento San Isidro, radicados en La Habana: los artistas de hip-hop El Funky y Maykel “Osorbo” Castillo.

Osorbo ha proclamado que “daría su vida por Trump” si el presidente estadounidense impusiera un bloqueo total a Cuba con “las costas bloqueadas, que no entre nada, ni salga nada… como hicieron en Venezuela.”

El vídeo de “Patria y Vida” se abre con la curiosa imagen del héroe cubano José Martí fundiéndose con la del padre fundador de Estados Unidos y esclavista colono George Washington.

En el clímax de la canción, los raperos Osorbo y El Funky aparecen en pantalla flanqueados por Otero, de San Isidro. Afirmando haber filmado su actuación subrepticiamente, los raperos aparecen sin embargo en un vídeo de alta calidad coreando “¡Patria y Vida!”.

Este eslogan era un giro abierto del mantra revolucionario cubano, “Patria o Muerte”, que fue pronunciado por primera vez por Fidel Castro en un acto en memoria de los estibadores muertos por el sabotaje mortal de la CIA al carguero La Coubre en el puerto de La Habana en 1960. Al invertir el voto de Castro de defender la soberanía de Cuba con su vida, los autores de la canción apuntan a la cultura política antiimperialista inculcada a los cubanos a lo largo de seis décadas.

Los versos de Osorbo y El Funky mezclan ataques lacerantes al gobierno socialista con homenajes a San Isidro:

“Seguimos dando vueltas, seguridad, desviando con prisma

Estas cosas me indignan, se acabó el enigma

Ya está bien de tu malvada revolución…”.

Apenas una semana después del lanzamiento de la canción, la directora entrante de la USAID, Samantha Power, se dirigió a Twitter para proclamar “Patria y Vida” como un reflejo de una “nueva generación de jóvenes en Cuba y de cómo están luchando contra la represión del gobierno”.

Aunque Power no es especialmente conocida como conocedora del hip-hop, se ha ganado la reputación de crear estados fallidos en lugares como Libia orquestando campañas militares intervencionistas humanitarias. Es difícil imaginar que su repentino interés por un himno viral del rap cubano no estuviera guiado por una dedicación al cambio de régimen en la isla.

El Grupo del Partido Popular Europeo del Parlamento Europeo, de centro-derecha, también se movilizó para promover “Patria y Vida” apenas una semana después de su lanzamiento. En Bruselas, el parlamentario europeo Leopoldo López-Gil -el oligarca español padre del golpista derechista venezolano Leopoldo López- ayudó a recibir a Otero, Yotuel, del Movimiento San Isidro, y a varias otras figuras detrás de la creación de “Patria y Vida”.

“Hoy les pido que condenen al gobierno cubano, para que mi isla tenga la fuerza de levantarse…” declaró Yotuel. “Mi pueblo necesita a Europa, mi pueblo necesita que Europa señale al abusador”.

También estuvo presente en el acto del Parlamento de la UE Juan Guaidó, el falso “presidente” de Venezuela designado por Estados Unidos que lanzó un fallido golpe militar junto a su mentor, Leopoldo López Jr.

En los días siguientes, los intérpretes de “Patria y Vida” siguieron haciendo las rondas de cambio de régimen. El 12 de marzo, Yotuel y Gente de Zona mantuvieron una llamada de Zoom con funcionarios del Departamento de Estado, informándoles sobre el éxito de la canción y las demandas del Movimiento de San Isidro.

Tres meses más tarde, como informó el periodista Alan MacLeod, la USAID de Power publicó un anuncio de 2 millones de dólares en oportunidades de subvención para las organizaciones de la “sociedad civil” que buscan promover el cambio de régimen en Cuba.

Destacando la estrategia de larga data de la agencia de explotar los grupos demográficos más afectados por las sanciones de Estados Unidos, el documento hizo hincapié en la necesidad de programas que “apoyen a las poblaciones marginadas y vulnerables, incluyendo pero no limitado a los jóvenes, las mujeres, LGBTQI +, líderes religiosos, artistas, músicos, y las personas de ascendencia afro-cubana”.

En el documento, la USAID señaló a “Patria y Vida” como una victoria propagandística que ayudó a producir un “momento decisivo”, y que presagiaba las protestas que estaban por venir.

Un llamamiento de USAID de junio de 2021 para la presentación de propuestas de subvención en Cuba destaca “Patria y Vida” como una importante victoria propagandística.

Menos de un mes después, el 11 de julio, Otero hizo un llamamiento para salir a las calles de La Habana en nombre del Movimiento de San Isidro. Pronto, cientos de manifestantes se reunieron en el malecón de la ciudad, algunos con carteles que decían “Patria y Vida”. La visión de la oposición de un levantamiento nacional capaz de arrasar con el socialismo parecía estar cobrando forma.

Detrás de las protestas había una serie de factores, desde el colapso de una central eléctrica en la ciudad de Holguín, hasta los intentos vacilantes del gobierno de unificar la moneda, pasando por las heridas económicas abiertas por el bloqueo estadounidense y que siguen supurando por el periodo especial de privaciones.

Pero a través de los guerreros de la cultura de San Isidro, ahora delegados por Washington como rostros y voces oficiales de la oposición cubana, las demandas de los manifestantes fueron interpretadas como un grito maximalista para que Washington intensifique sus esfuerzos de cambio de régimen.

El Movimiento de San Isidro va a Washington

Aunque las protestas se desvanecieron rápidamente, los comentarios del presidente Joe Biden denigrando a la Cuba sometida al embargo de EEUU como un “estado fallido”, y prometiendo añadir nuevas sanciones aplastantes a las impuestas por Trump, sugirieron que la administración demócrata no volvería al proceso de normalización de Obama. Por lo tanto, se logró un objetivo clave a corto plazo del lobby del cambio de régimen de Miami.

Las audiencias del 20 de julio en el Congreso sobre Cuba en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes destacaron el papel fundamental que ha desempeñado San Isidro en el renovado impulso para derrocar al gobierno de Cuba.

Allí, la representante Debbie Wasserman-Schultz, demócrata de derechas del sur de Florida, citó un comentario de la académica liberal Amalia Dache en el que atacaba a Black Lives Matter por su declaración de solidaridad con la revolución cubana. Luego señaló a los afrocubanos como una base emergente del fermento anticomunista en la isla.

A varios metros de distancia estaba sentado el representante Mark Green, un republicano pro-Trump, luciendo una camisa con el lema “Patria y Vida” debajo de su chaqueta.

Ese mismo día, en el Capitolio, la derechista Victims of Communism Memorial Foundation honró al Movimiento de San Isidro durante su Cumbre de la Semana de las Naciones Cautivas.

En su discurso de presentación del premio a los Derechos Humanos de los Disidentes al Movimiento de San Isidro, el fundador de Víctimas del Comunismo y veterano operativo del movimiento conservador, Lee Edwards, declaró: “no siempre es la política, sino la cultura, lo que es tan importante en la batalla que estamos librando en este momento.”

Maykel Osorbo, el artista de hip-hop que protagonizó “Patria y Vida”, aceptó el premio en nombre de San Isidro. “Hermano mío, quiero darte las gracias de todo corazón”, exclamó en un mensaje pregrabado a la multitud de republicanos plateados de derechas.

Como veremos en la segunda parte de esta investigación, los agentes patrocinados por el Gobierno de Estados Unidos y afiliados al Movimiento de San Isidro ayudaron a sentar las bases de las protestas de julio en Cuba desde suelo estadounidense. Trabajando desde Florida, lanzaron el hashtag #SOSCuba pidiendo la intervención de Estados Unidos en Cuba meses antes de que inundara las redes sociales.

Max Blumenthal, editor en jefe de The Grayzone, es un periodista galardonado y autor de varios libros, incluidos los más vendidos Republican Gomorrah, Goliath, The Fifty One Day War y The Management of Savagery. Ha producido artículos impresos para una variedad de publicaciones, muchos reportajes en video y varios documentales, incluido Killing Gaza. Blumenthal fundó The Grayzone en 2015 para arrojar luz periodística sobre el estado de guerra perpetua de Estados Unidos y sus peligrosas repercusiones internas.

Tomado de: The Grayzone

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La NED no reveló el 21 por ciento de sus subvenciones en Cuba

Por Cubaperiodistas @periodistascuba

La Fundación para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés) publicó en febrero, una lista de organizaciones que recibieron un total de 5 077 788 dólares en subvenciones para trabajar en Cuba durante 2020.

Sin embargo, en esa lista censuró los nombres de 15 organizaciones o proyectos que recibieron un total de 1 062 136 dólares en subvenciones, lo cual representa el 21 por ciento de la cantidad inicial otorgada.

De acuerdo con información publicada en el sitio Cuba Money Project, los beneficiarios no revelados desarrollaron una variedad de proyectos, que incluyeron “la promoción del acceso a la cobertura deportiva independiente, de la libertad de expresión a través de las artes, del pensamiento independiente en Cuba y del uso de datos en el periodismo nacional”, así como “el fortalecimiento del acceso a la información y mejora del pensamiento crítico en el centro de Cuba, el fomento de un espacio de información plural y cambios y nuevos roles para diferentes sectores en Cuba”.

“Promoviendo un mayor acceso a la información sin censura para los cubanos”, “Empoderar a las mujeres cubanas para reducir la violencia de género” y “Fortalecimiento del diálogo democrático sobre ideas de reformas lideradas por Cuba” fueron los tres destinatarios que recibieron la mayor financiación, con 650 000, 500 000 y 309 766 dólares asignados respectivamente.

Los detalles generales y objetivos de las subvenciones se muestran a continuación:

Promoción de un marco de derechos humanos en las relaciones UE-Cuba

Plataforma internacional de derechos humanos en Cuba

$ 87,253

Abogar por la inclusión de los derechos humanos y las perspectivas de la sociedad civil cubana como parte del compromiso de la UE con el gobierno cubano. El beneficiario supervisará la implementación del tratado bilateral UE-Cuba e involucrará a los actores relevantes en la UE para presentarles las opiniones y necesidades de la sociedad civil cubana. El grupo también promoverá una mayor comprensión de los activistas cubanos de las oportunidades que ofrece el nuevo marco de relaciones UE-Cuba para promover los derechos humanos en Cuba.

Documentar y denunciar violaciones de derechos humanos en Cuba

Cubalex

$ 150.000

Documentar y denunciar violaciones de derechos humanos en Cuba. La organización trabajará con grupos de la sociedad civil en la isla para documentar las violaciones de derechos humanos de acuerdo con los estándares internacionales. Con esta información, brindará asistencia legal a las víctimas en la isla, informará sobre el historial de derechos humanos de Cuba a organizaciones internacionales y gobiernos, y abogará por un mayor respeto de los derechos humanos y protección a las víctimas en Cuba.

Empoderando a los artistas cubanos de hip hop como líderes en la sociedad

Fundación Cartel Urbano

$ 110,000

Para empoderar a los artistas cubanos para promover la participación ciudadana y el cambio social. El grupo realizará talleres, intercambios culturales y eventos artísticos durante su Cumbre Hip Hop en Colombia. Promoverá la colaboración Sur-Sur e invitará a artistas de todo el mundo a compartir sus experiencias de transformación social. La organización asesorará a los artistas y proporcionará capacidad técnica para fortalecer su trabajo. El grupo también creará conciencia sobre el papel que tienen los artistas de hip hop en el fortalecimiento de la democracia en la región.

Empoderar a las mujeres cubanas para reducir la violencia de género

Instituto Nacional Demócrata para Asuntos Internacionales (NDI)

$ 500,000

Para aumentar el conocimiento de las mujeres cubanas sobre los derechos y temas de género, permitir que los hombres se conviertan en socios en estos esfuerzos y fortalecer la capacidad de los activistas cubanos para promover y abogar por nuevos leyes y políticas públicas que aborden y reduzcan la violencia contra las mujeres, el Instituto facilitará un observatorio de género para apoyar el monitoreo y recopilación de datos estadísticos sobre violencia de género y política, así como clínicas y laboratorios de género para apoyar a los participantes a identificar y presionar por soluciones a el problema de la violencia de género en Cuba.

Fomento de un espacio de información plural en Cuba

Libertad de información

$ 80.000

Promover la libertad de expresión y un espacio de información plural e independiente en Cuba. La organización cubrirá historias de la realidad cubana en la isla y de la diáspora cubana. Se enfocará en poner la información a disposición de una amplia audiencia en Cuba y desarrollará alianzas con medios en el exterior para llegar a un público más amplio.

Fomento del pensamiento y la escritura independientes en Cuba

Editorial Hypermedia Inc.

$ 93,941

Para promover una mayor libertad de expresión y escritura independiente entre los intelectuales cubanos. La organización recopilará y distribuirá libros censurados producidos por escritores cubanos exiliados a intelectuales de la isla. La organización llevará a cabo dos concursos de ensayos para fomentar la escritura independiente entre su público objetivo y producirá y distribuirá una revista impresa semestral en Cuba. Finalmente, la organización publicará las piezas ganadoras de sus concursos de ensayos y las presentará en ferias del libro y otros espacios relevantes.

Fomento del nuevo liderazgo democrático en Cuba

Centro Latinoamericano de Noviolencia

$ 48.597

Fortalecer las habilidades de liderazgo y capacidad organizativa de la Coalición de Trabajadores Autónomos Cubanos (C3). Con el apoyo de LACENV, C3 producirá y distribuirá un boletín organizacional, realizará una feria para autónomos y organizará un taller para mujeres emprendedoras. LACENV también ayudará a C3 a organizar capacitaciones virtuales y presenciales para trabajadores autónomos e incluir a otros sectores de la población en C3.

Libertad de expresión en Cuba e inclusión en la agenda regional de América Latina

Instituto de Comunicación y Desarrollo

$ 79,300

Promover la conciencia y la discusión sobre las violaciones a la libertad de expresión (FOE) en Cuba. La organización colaborará con socios cubanos para incorporar a Cuba en sus informes regionales sobre FOE y Acceso a la Información Pública. También trabajará con la sociedad civil cubana para preparar un informe integral que será compartido ante el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra. La organización también llevará a cabo reuniones formales e informales de promoción con sus socios cubanos mientras se encuentre en Ginebra.

Generación de conciencia sobre el papel de Cuba en la región y evaluación de desafíos para la consolidación democrática

Transparencia Electoral

$ 74,945

Promover una mayor conciencia sobre el impacto de Cuba en la democracia en la región y evaluar los desafíos más urgentes para la democracia en América Latina. La organización realizará tres conferencias en América Latina para discutir sobre Cuba en un contexto regional y evaluar el estado de la democracia en la región. La organización también producirá y difundirá una publicación final sobre los hallazgos de las conferencias y fortalecerá una red regional naciente para defender los valores democráticos.

Integración de Cuba en redes de medios regionales

Investigación e Innovación Factual AC

$ 74.000

Apoyar e integrar a jóvenes periodistas cubanos en una red regional de iniciativas de medios digitales en América Latina y destacar las historias de los cubanos como parte de los líderes emergentes en América Latina. La organización seleccionará, capacitará y asesorará a periodistas cubanos sobre cómo realizar reportajes de investigación, colaborar con pares regionales y publicar historias para los medios de comunicación digitales. El grupo también incluirá a panelistas cubanos en su conferencia anual de medios digitales y hará un perfil de los líderes emergentes cubanos en sus publicaciones.

Monitoreo y Sensibilización sobre el Estado de los Derechos Humanos en Cuba

Observatorio Cubano de Derechos Humanos

$ 150.000

Monitorear y sensibilizar internacionalmente sobre la situación de los derechos humanos en Cuba, incluyendo los efectos del COVID-19. El beneficiario presentará solicitudes urgentes para la protección de las víctimas a las agencias de la ONU y producirá informes, declaraciones y comunicados de prensa mensuales para informar sobre las violaciones a los actores nacionales e internacionales. El beneficiario ampliará sus esfuerzos de promoción internacional con las partes interesadas internacionales relevantes.

Promoción del acceso a cobertura deportiva independiente en Cuba

Libertad de información

$ 50.000

Promover la libertad de información en Cuba proporcionando acceso público a noticias y análisis deportivos independientes. La organización producirá y difundirá el periodismo a través de sus plataformas que utiliza el deporte como vehículo para narrar las realidades políticas, sociales y culturales de la sociedad cubana. Para atraer a una audiencia más amplia, se hará especial hincapié en las modalidades de reportajes creativos para representar los desafíos diarios que enfrentan los atletas cubanos.

Promoción del acceso a la información en Cuba

Agora Cuba Inc.

$ 75,860

Para mejorar el acceso a la información en Cuba. La organización ampliará una plataforma en línea existente, que permite el acceso a información basada en web sin censura a través del correo electrónico. La plataforma, que ya ofrece educación en línea, medios independientes y servicios de noticias sociales, se expandirá para incluir otros nuevos servicios y socios identificados y mejorará para ser más fácil de usar.

Promoción del acceso a información sin censura en Cuba

Asociación Diario de Cuba

$ 215.000

Promover un mayor acceso a noticias y análisis independientes sobre Cuba. Trabajando con una amplia gama de periodistas y analistas independientes, el beneficiario publicará continuamente en su plataforma digital. Los colaboradores recibirán tutoría para que produzcan contenidos de forma más independiente y profesional. La cobertura de noticias se centrará en las acciones de la sociedad civil, el impacto de las políticas gubernamentales y los desarrollos en América Latina.

Promoción del acceso a información sin censura en Cuba

Libertad de información

$ 72,000

Promover un mayor acceso a noticias y análisis independientes sobre Cuba. La organización producirá información sin censura sobre desarrollos políticos, sociales y económicos en Cuba, incluso fuera de La Habana y áreas más remotas del país. Utilizará formatos innovadores y contenido multimedia para acercar historias a sus audiencias.

Promoción de la rendición de cuentas por violaciones de derechos humanos y conflictos sociales

Fundación para los Derechos Humanos en Cuba, Inc.

$ 126.000

Para combatir la impunidad frente a las violaciones de derechos humanos y concienciar sobre los conflictos sociales en Cuba. La organización trabajará con socios en la isla para documentar las acciones y exponer públicamente a los perpetradores de violaciones de derechos humanos. El beneficiario también apoyará a los ciudadanos a documentar y resolver pacíficamente los casos de conflictos sociales en sus comunidades.

Promoción de la información comunitaria en Cuba

Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa

$ 146,360

Promover un mayor acceso a la información sin censura en las comunidades de Cuba y fortalecer la capacidad de los periodistas comunitarios. Con sede en Miami, el concesionario apoyará a seis medios de comunicación comunitarios independientes en toda la isla para producir boletines de noticias para los residentes locales. El donatario proporcionará a sus contrapartes en Cuba el equipo y la asistencia técnica necesarios para diseñar e imprimir estos boletines de noticias.

Promoción de la libertad de expresión y medios independientes en Cuba

Libertad de información

$ 56,500

Para promover la libertad de expresión y un espacio de información plural e independiente en Cuba. La organización aumentará su producción de contenidos, enfocándose en la participación social, los valores democráticos y el empoderamiento de la sociedad civil, al tiempo que cubrirá temas de interés público en Cuba. La organización utilizará varios tipos de medios, incluidos videos y fotografías, para llegar a una audiencia más amplia.

Promoción de la libertad de expresión en Cuba a través del Arts

Cultura Democrática

$ 49,106

Promover una mayor libertad de expresión en Cuba. La organización trabajará con un colectivo de artistas independientes en Cuba para ayudarlos a consolidar proyectos artísticos sobre temas relacionados con la democracia, los derechos humanos y la memoria histórica. La organización traerá artistas cubanos a Argentina para una serie de eventos públicos y privados con artistas e intelectuales argentinos para dar a conocer la realidad cubana.

Promoción de la libertad de prensa en Cuba

Libertad de información

$ 33.180

Concienciar sobre las violaciones a la libertad de prensa en Cuba y fortalecer su relación con medios independientes y periodistas. El grupo recopilará información de medios independientes sobre violaciones a la libertad de prensa que publicará en sus boletines mensuales e informará sobre ataques contra periodistas y blogueros. El grupo difundirá esta información en la isla y entre las organizaciones que promueven la libertad de prensa en el mundo. También brindará apoyo legal y financiero a periodistas y blogueros que enfrentan ataques a la libertad de prensa.

Promoviendo mayor acceso a información no censurada para los cubanos

Dirección Democrática Cubana

$ 650,000

Promover un mayor acceso a información no censurada para ciudadanos cubanos y activistas prodemocracia y facilitar una mayor comunicación entre ellos. La organización producirá programas de radio con noticias y análisis, priorizando temas como los efectos de la pandemia del covid-19 en la economía, los derechos humanos y las condiciones de los trabajadores de la salud en misiones de terceros países. Los programas de radio y la información sobre iniciativas de la sociedad civil se distribuirán en las redes sociales. El grupo también apoyará las actividades cívicas realizadas por activistas de la sociedad civil en Cuba.

Promover la inclusión de poblaciones marginalizadas en Cuba

Ideas y valores democráticos

$ 23.500

Promover la inclusión de poblaciones marginadas en la sociedad cubana y fortalecer una red de socios en la isla. El proyecto brindará un espacio para que estos sectores de la población interactúen, compartan ideas y participen en diálogos sobre los problemas que enfrentan sus comunidades. También realizará talleres para líderes sobre participación ciudadana, igualdad de género, derechos humanos y esfuerzos de incidencia.

Promoción del pensamiento independiente en Cuba

Libertad de información

$ 75.000

Promover una mayor libertad de expresión y escritura independiente entre los intelectuales cubanos. El grupo producirá su revista independiente en línea que promueve el debate sobre temas culturales y sociales en Cuba. Los periodistas, columnistas, escritores y fotógrafos que no puedan imprimir su trabajo en medios oficiales tendrán la oportunidad de publicar sus artículos de opinión en la revista.

Promoción de la rendición de cuentas local y la supervisión ciudadana

Responsabilidad y gobernanza

$ 120,267

Promover la rendición de cuentas y la interacción a nivel local entre activistas y miembros de la comunidad mientras buscan soluciones a sus problemas locales. El proyecto recopilará información, documentará los problemas que afectan a las comunidades y la demanda de soluciones ante las entidades a nivel local. El proyecto también producirá un boletín para crear conciencia sobre estos problemas y conectar a los ciudadanos con iniciativas y activistas.

Promoción del uso de datos en el periodismo en Cuba Novación de la libertad de información

$ 91,319

Promover el acceso y uso de datos públicos de Cuba. La organización agregará datos disponibles públicamente de Cuba y desarrollará conjuntos de datos para producir análisis sobre la realidad de la isla. La organización colaborará con la prensa para ayudar al público cubano a tener un mejor acceso a la información a través del periodismo basado en datos.

El poder agudo y la evolución de la política bajo una nueva Constitución en Cuba

Gobierno y Análisis Político AC Novation

$ 115,000

Promover una mayor conciencia internacional de la proyección y presencia del poder de Cuba en América Latina y fomentar una comprensión crítica de las implicaciones y la implementación de la nueva constitución en Cuba. La organización realizará una investigación sobre la influencia internacional cubana y la implementación del marco institucional transformado del Estado que estableció la nueva constitución cubana.

Periodismo situado: perspectivas innovadoras sobre Cuba

Asociación Civil Cronos

$ 80,000

Mejorar la capacidad del periodismo independiente cubano para cubrir diferentes ángulos de violencia y crisis en la pandemia Covid-19 y sus secuelas, y fomentar vínculos más fuertes entre los periodistas independientes cubanos y sus contrapartes en el resto de América Latina. La organización desarrollará una serie integral de capacitaciones en línea sobre periodismo que sean relevantes para un contexto de crisis. El programa reunirá a participantes de Cuba y otros países de América Latina para fomentar la colaboración, utilizando diferentes estilos y medios innovadores.

Fortalecimiento del acceso a la información y mejora del pensamiento crítico en el centro de Cuba

Libertad de información

$ 50.000

Para fortalecer el acceso a la información y mejorar el pensamiento crítico en Cuba. Semanalmente se producirán artículos y materiales audiovisuales para fortalecer el acceso a la información. Además, los sitios de redes sociales y otras aplicaciones de mensajería se utilizarán para aumentar la circulación en la isla de información sin censura sobre desarrollos sociales, culturales, económicos y políticos locales y nacionales.

Fortalecimiento de la capacidad de la sociedad civil en los procesos políticos democráticos

Instituto Interamericano de Derechos Humanos

$ 95.000

Fortalecer la capacidad de los activistas de la sociedad civil cubana para promover elecciones democráticas en la isla. Los participantes cubanos se unirán a misiones de observación de elecciones en América Latina y asistirán a talleres sobre temas de observación de elecciones y derechos humanos. El proyecto facilitará una discusión entre sus socios cubanos y expertos electorales latinoamericanos para crear conciencia sobre la naturaleza antidemocrática del sistema electoral cubano.

Fortalecimiento del pensamiento crítico y los valores democráticos en Cuba

Libertad de información

$ 99,980

Promover el pensamiento crítico, el libre flujo de información y los valores democráticos en Cuba. La organización consolidará el alcance y el impacto de sus publicaciones digitales. También trabajará en la publicación de documentos y materiales históricos sobre la historia de Cuba y América Latina. Difundirá esta información y sus publicaciones en Cuba y el resto de América Latina.

Fortalecimiento del Diálogo Democrático sobre Ideas de Reforma lideradas por Cuba II

Centro para la Empresa Privada Internacional (CIPE)

$ 309,766

Fortalecer la capacidad de los think tanks independientes en favor de la democracia en Cuba para desarrollar análisis económicos objetivos e ideas de reforma y ampliar las aperturas en los espacios cívicos para el mercado. organizaciones orientadas a apoyar un sector privado en crecimiento. El centro brindará apoyo a dos grupos de expertos cubanos emergentes a favor de la democracia para que asistan a talleres de gestión de programas fuera de la isla, brindarán asistencia para actividades en la isla y organizarán una conferencia internacional con otros grupos de expertos que trabajan en condiciones similares o en un campo similar. de trabajo.

Fortalecimiento del periodismo independiente en Cuba

Instituto Prensa y Sociedad

$ 70.523

Fortalecer las habilidades de periodismo e investigación de los periodistas independientes cubanos y promover una mayor interacción entre ellos y sus contrapartes latinoamericanas. La organización capacitará a los periodistas en conceptos fundamentales del periodismo y los colocará en un medio de comunicación profesional en Perú para una experiencia en el trabajo. La organización también fomentará la interacción entre periodistas cubanos y latinoamericanos a través de trabajos de investigación colaborativos.

Fortalecimiento de los medios independientes y la rendición de cuentas en Cuba

Fundación Espacio Público

$ 108,000

Fortalecer la capacidad de los periodistas cubanos para promover una mayor rendición de cuentas del gobierno en Cuba y promover interacciones y vínculos entre periodistas independientes cubanos y latinoamericanos. La organización llevará a cabo un programa de formación sobre cómo realizar periodismo de investigación. Los participantes cubanos entablarán intercambios con periodistas de otros países, y recibirán asesoramiento y retroalimentación sobre su trabajo por parte de un comité editorial integrado por periodistas latinoamericanos. La organización brindará tutoría remota constante a los participantes.

Fortalecimiento de la capacidad de iniciativas cívicas independientes en Cuba

Personas necesitadas Eslovaquia (PIPA)

$ 60,000

Fortalecer la capacidad de los centros e iniciativas cívicas independientes en Cuba para promover ideas y valores democráticos. Con sede en Bratislava, la organización trabajará con grupos de periodistas independientes, estudiantes y activistas de la sociedad civil para fortalecer su capacidad institucional y su capacidad para llevar a cabo actividades de manera más eficaz. Además, el becario organizará una visita de estudio para sus beneficiarios en Eslovaquia.

Fortalecimiento de la capacidad de los profesionales de los medios independientes en Cuba

Clovek v tisni, ops (People in Need)

$ 150,882

Para fortalecer la capacidad de los profesionales de los medios independientes en Cuba. El concesionario proporcionará a los beneficiarios cubanos capacitación y asistencia técnica para producir contenido sin censura sobre desarrollos sociales, políticos, económicos y culturales en Cuba. El donatario también fortalecerá la capacidad técnica de organizaciones independientes en toda Cuba para llevar a cabo iniciativas destinadas a aumentar el libre flujo de información.

Fortalecimiento de la democracia y las habilidades de liderazgo de los jóvenes activistas cubanos

Instituto Político para la Libertad Perú

$ 85,000

Fortalecer la capacidad de liderazgo de los jóvenes activistas cubanos a favor de la democracia y promover la interacción entre los ciudadanos de Cuba y las personas de las sociedades democráticas latinoamericanas. La organización ofrecerá capacitaciones en línea y en persona sobre los derechos de los jóvenes, la participación de los jóvenes en la política, las comunicaciones digitales y los estándares internacionales de libertad de expresión y democracia. El grupo también llevará a jóvenes activistas cubanos a otros países latinoamericanos para interactuar con sus homólogos prodemocráticos de países democráticos.

Fortalecimiento de herramientas para medir gobernabilidad y conflicto social en Cuba

Arlenica, Arte, Lenguaje e Investigación para el Cambio Social

Suplemento $ 11,940

Fortalecer análisis sobre gobernabilidad en Cuba. La organización desarrollará un índice de gobernabilidad para medir y comparar el sistema político de Cuba con otros países del mundo. Analizará la estructura y el desempeño del gobierno cubano en áreas como el estado de derecho, la participación política, la efectividad, la estabilidad política, la transparencia y la libertad económica. También evaluará la satisfacción de la ciudadanía con su gobierno y hará un seguimiento de las acciones de los ciudadanos para promover políticas más democráticas a través de la creación de un observatorio de conflictos sociales.

Apoyo a defensores de derechos humanos en Cuba

Centro por una Cuba libre

$ 80,000

Para brindar asistencia humanitaria a presos políticos, sus familias y activistas de derechos humanos en Cuba. La organización trabajará con sus socios para distribuir asistencia humanitaria a los presos políticos, sus familiares y otros miembros de la sociedad civil cubana. Para aumentar el acceso a información sin censura, la organización también proporcionará a los defensores de derechos humanos equipo técnico para documentar la vida en Cuba y transmitir información a organizaciones y actores externos.

Apoyo al periodismo independiente en Cuba

Instituto de Reportajes sobre la Guerra y la Paz (IWPR)

$ 145.230

Fortalecer la colaboración entre periodistas independientes cubanos para promover la libertad de expresión. El beneficiario trabajará con varios periodistas independientes y organizaciones de medios para promover el entendimiento mutuo y la solidaridad entre ellos, y para fortalecer sus habilidades en el uso de las redes sociales. La organización también fomentará y apoyará los esfuerzos de colaboración entre periodistas afiliados a diferentes medios de comunicación.

Apoyo a sindicatos independientes, trabajadores autónomos y derechos laborales

Grupo Internacional para la Responsabilidad Social Corporativa en Cuba

$ 230.000

Para promover los derechos laborales y fortalecer la capacidad del movimiento sindical independiente de Cuba. La organización brindará asistencia a activistas laborales independientes en Cuba para forjar un movimiento laboral más coordinado en la isla. Además, la organización trabajará con una naciente asociación de trabajadores autónomos para promover los derechos laborales en el sector informal. Asimismo, realizará una campaña internacional de difusión y sensibilización de información sobre la situación de los derechos laborales en Cuba.

Apoyo a escritores y artistas independientes en Cuba

Fundación Vista Larga Corp

$ 83,000

Apoyar a los escritores y artistas independientes de Cuba para que produzcan y difundan su trabajo libremente. La organización ayudará a los escritores a fortalecer la calidad de su trabajo y a publicar piezas dentro y fuera de la isla. Presentará su trabajo en su revista literaria trimestral, Puente a La Vista, en las redes sociales y a través de videos en YouTube. La organización también creará conciencia sobre la represión dirigida a escritores, artistas y músicos independientes a través de campañas en línea.

Tiempos de cambio y un nuevo rol de diferentes sectores en Cuba

Ideas y valores democráticos

$ 71,339

Mejorar la comprensión y la capacidad de la sociedad civil para proponer alternativas políticas. Las actividades incluirán la investigación sobre el papel de las diferentes instituciones estatales en las transiciones a la democracia, así como la discusión de este tema entre representantes de la sociedad civil cubana, con énfasis en las experiencias de otros países de la región.

Tomado de: Cubaperiodistas

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