Crónica de la tozudez

Pedro Duro Benito es de esos hombres que pertenecen a la casta de emprendedores y visionarios que a fuerza de mucho empeño, sabe aterrizar lo que esa marea de pensamientos nos deja en dulce emboscada: la capacidad de convertir en realidad una impronta.

Eso sueños fueron aflorando en Langreo, Asturias. Tres pretextos fueron sus pilares: agua, carbón y ferrocarril. El reto, fundar una empresa metalúrgica.
A orillas del río Candín comenzaron a darse los primeros movimientos de tierra y obtuvo la primera colada el 6 de enero de 1860. En 1875 ya ocupaba el tercer puesto en la producción de hierro de España. En 1902 Duro Felguera cotizaba enla Bolsa de Madrid.
Ese tesón no solo trajo prosperidad y desarrollo para la comarca; generó tradición y forjó voluntades, la misma que exige “esculpir” el acero.
Estas son las pautas por donde transita Resistencia (2006), documental de la realizadora asturiana Lucinda Torre, que nos muestra otro Duro Felguera, otra realidad que afloró más de cien años después.
Simbiosis entre pasado y presente, mezcla visual y testimonial de dos épocas. Rostros de mujeres que reclaman el derecho a vivir desde la dignidad. Confesiones que nos descubren el esqueleto de una cualidad en peligro de extinción: el sentido de pertenencia.

Semillas que fueron germinando para hacerse fuertes y que podrían tener un final trunco. Testimonios de personas desencajadas, envueltas en la manta de la ira por la angustia de un futuro incierto. Rostros de generaciones, de voluntades que participan en un reto. Una mirada fílmica que explora en los sentimientos, en la espiritualidad, en la gestualidad contenida como prueba inmaterial que aflora en la naturaleza humana cuando el futuro cae en el pasto de lo incierto.
Doscientos treinta y dos personas son el núcleo de este documental que se enriquece desde la cronología, desde el respeto, desde la fidelidad de los hechos. Obreros que lo han dado todo son despedidos de sus tradiciones laborales, de la riqueza de su vida que no solo es pan, también es cimiento.
La paciente reconstrucción de estos hechos la huella de los testimonios de sus protagonistas, de sus familiares que han decidido acompañarles, de amigos y personas sensibles que pujan por defender un derecho universal: el derecho al trabajo.
Múltiples son las imágenes y voces que legitiman esta historia. Mujeres que protestan en torno al monumento donde pernocta Pedro Duro Benito. Trabajadores de rostros ocultos que luchan contra las fuerzas del orden, con tira chinas, que recuerdan el movimiento dela Intifada en Palestina. Suma de actores que con su arte se expanden por la geografía de Asturias haciendo de su labor oficio de denuncia. Manifestaciones y pancartas que se expresan por sí solas, o el cierre de carreteras y túneles en señal de protesta, de llamada de atención. No falta el que se manifiesta pacíficamente y recibe el cariñoso porrazo de policías antimotines que ejercen la autoridad, desde la violencia, desde la brutalidad desproporcionada e injustificada.
Estas y otras secuencias, montadas de manera gradual, contribuyen al enaltecimiento del clímax cinematográfico y tienen la virtud de transportarnos a una experiencia que resulta lejana. La ausencia de efectos sonoros o de trucaje así como la sobriedad de la imagen, contribuyen a fortalecer la autenticidad de este documento fílmico.
El conflicto tras un año de sostenido reclamo llega al sin solución. Un nuevo giro de este proceso es acompañado por el equipo de realización. Una huelga de hambre es el nuevo recurso de estos hombres ante la cerrazón de sus reclamos, ante la prepotencia de los que asumen posiciones hostiles, excluyentes, el escenario: el Ayuntamiento de Langreo. Una toma del espacio a favor de sus derechos, desde el comienzo este nuevo esfuerzo se registra por familiares y amigos, que con sus domésticas cámaras de video y fotos, nos trasladan a esta nueva realidad.
Testimonios de los participantes en el pasado presente, cronología del recuento, del dramatismo que genera esta decisión sostenido desde la voluntad de seguir acompañándolos en esta nueva marcha. Imágenes del deterioro físico y psíquico se refuerzan con tomas de momentos en los que les controlan la tensión arterial, o el registro de su peso corporal. Barbas que van creciendo con el paso de los días, imágenes de una involución que evoluciona.
Discretos números que transitan increscendo a un extremo de la pantalla que forma aparte de la dramaturgia en esta etapa del documental. Doce, treinta, treinta y ocho, cuarenta y tres, cincuenta y dos, es la marca de cómo transita los días de esta huelga sin una solución posible, recurso que incorpora Lucinda para acentuar la carga dramática de esta obra fílmica.
Un punto de giro, un momento dramático, una frase que puede resultar lapidaria pero está vestida de fuerza. “Estamos tan firmes como el acero que trabajamos”, afirma ante una multitud desde la terraza del Ayuntamiento de Langreo uno de los protagonistas. Esta secuencia es muy importante, no solo para entender la historia; también es vital para mostrar la esencia de esta puesta cinematográfica: la necesidad de la resistencia ante los oídos sordos de los que se visten de equívocos morales.
El deterioro de estos huelguistas se acentúa con el pasar de los días y se impone una atención médica especializada. Salen del Ayuntamiento hacia el Centro Médico, no como derrotados, sino como héroes. Son cabeza de una nueva marcha y reciben el aplauso de sus compatriotas, particular secuencia que contribuye a reforzar el dueto personajes-protagonistas, que dejaron de ser anónimos para convertirse en reales.
La sobriedad de la imagen, el uso de planos generales en controversia con planos detalles de familiares y compatriotas, que hurgan en sentimientos y expresiones, son verdaderos ojos que contribuyen a “hacernos participar” de la historia.
Este conflicto, que comenzó en el 1993, continuaba sin una solución definitiva en 1995, a pesar de que las autoridades de gobierno habían pactado una solución. Nuevos modos de protestar están presentes en Resistencia. El escenario: la catedral de Oviedo. La torre de este recinto fue el nuevo espacio para seguir exigiendo un derecho impostergable. Una gran tela con notas de protestas y la suma por días del tiempo que llevaban en este recinto, era el recurso del día a día.
Una bandera roja vistió la cúpula de la torre en llamada de atención. Era un espacio para la lectura de la prensa, para el estar. Con la complicidad de familiares y amigos; no faltó el diario de la mañana, el buen bocadillo y la taza de té caliente, o el oportuno ejercicio en bicicleta estática.
En el escenario de cada martes, nuevas canciones asociadas al conflicto, megáfonos ensordecedores, cartas para las autoridades de gobierno, conciertos en apoyo a los trabajadores de Duro Felguera, todo un ritual. La contienda tuvo un punto final tras once meses de encierro.
Esta obra es un auténtico documento fílmico de un hecho que logró trascender las fronteras de Asturias. Lucinda echa mano a múltiples recursos sin escatimar y denigrar ninguno. Imágenes de archivo, fotos y videos de familia, entrevistas individuales y colectivas. Todo un bagaje de respuestas artísticas ante una realidad presente.
La riqueza visual y testimonial de la obra, el modo narrativo de presentarlo, la minuciosidad en la investigación de estos acontecimientos, se ven claramente representados en el montaje que busca el dialogo y la reflexión del espectador.
Mención aparte amerita la música de esta obra documental, que suele conceptualizarse con el rol de la apoyatura. Este trabajo es una voz que canta desde el dolor, desde la angustia, desde la sensibilidad. Diferentes registros y arreglos para un mismo tema. Es espejo del conjunto de voces que representan un espíritu, un colectivo que desploma las trampas y asume una voz sentida, es la metáfora de la música, su responsable: Ramón Prada.
Resistencia es un documento del recuento, vertido desde la objetividad. Es una mirada hacia la dignidad, hacia la constancia de los hombres y mujeres que hacen de su lucha un sentido por la vida. Es el triunfo de la racionalidad sobre la prepotencia.

Sinopsis

Una película sobre la clase obrera actual. Un relato de supervivencia y dignidad en el cual la cineasta Lucinda Torre reflexiona sobre algunas de las consecuencias del capitalismo global en nuestras democracias.

En un mundo globalizado donde los despidos amenazan el futuro de miles de trabajadores, algunos se atrevieron a decir “No”.

Asturias, norte de España, año 1993. 232 trabajadores metalúrgicos  de la empresa Duro Falguera son despedidos. Su reacción sorprenderá la opinión pública: lejos de asumir el futuro de exclusión social y paro que les espera, deciden rebelarse.

Resistencia recoge el conflicto laboral más largo de la historia europea, profundizando en la experiencia vivida durante más de doce años por un colectivo, el de los despedidos de Duro Falguera, que incluso llegó a estar un año encerrado en lo alto de la torre de la catedral de Oviedo para no ser olvidado. Una lucha paradigmática y única que concluyó con el éito rotundo de los trabajadores al conseguir recuperar sus puestos de trabajo y evitar que la empresa abandonara la región.

Ficha técnica

Dirección: Lucinda Torre

Nacionalidad: España (2006)

Duración: 112 minutos

Género: Social

Versión Original en Castellano

Guión y dirección: Lucinda Torre

Producción Ejecutiva: Diana Paz

Música: Ramón Prada

Dirección de fotografía: Jerónimo Molero

Montaje: Eva Guerra

Sonido directo: Pedro R. Soto

Una producción de: BAC Media

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