Obra del artista cubano José Luis Fariñas
Querido Fidel:
Cada 13 de agosto es para millones de revolucionarios cubanos y del mundo un día de felicidad y reflexión. Esa fecha es cimiento y punto de partida para todo lo hecho y lo que está por hacer aún, en esta tierra derruida y guerrerista.
Los más elevados valores humanistas son las letras que debemos poblar en este planeta ante las infinitas páginas que aún están por llenar y se ha de hacer con verbos. El ser humano y su supervivencia han de ser la principal razón de nuestros desvelos, de nuestra obra. Esa es una de sus claras enseñanzas, de sus prácticas desde el ejemplo.
Me siento orgulloso de ser parte de un pueblo culto y humilde, que persiste consagrado hacia los más nobles deberes de la humanidad. Esa felicidad se la debo a usted, a mi familia y a los cientos de miles de compatriotas que han tejido nuestra nación, que es hoy -tras 53 años de lucha- una isla gigante.
La obra de nuestra Revolución ha calado hondo a pesar de la obcecada actitud del imperio yanqui que no cesa en destruirnos por cualquier vía. Estos arrogantes del Norte tienen un problema de miopía histórica. No han sabido ver la gallardía, el arrojo y la entereza de nuestro pueblo que son parte de nuestras esencias. No saben entender la ruta Quijotesca que han marcado millones de cubanos y cubanas. Usted ha sido, es y será el líder histórico de esta gesta.
Estos “caballeros” no saben de humildad, de dialogo, de cultura. Desconocen la raíz y la tradición humanista de nuestra horonda Cuba. Ignoran que nuestro Héroe Nacional José Martí es la sabia de todos los cubanos de honor. Reconocerlo y apreciar su obra antimperialista significaría verse en sus propios excrementos, en sus propias verdades.
Cuando veo como el imperio y sus aliados aniquilan cientos de miles de hombres y mujeres, niños y niñas -cada día-, por causa de la guerra, por la inmoral hambre o por enfermedades curables, mi memoria y mi reflexión van hacia usted.
Sus palabras han tenido infinitas huellas que son hoy hechos. Su obra transciende las fronteras de ese hermoso mar del Caribe que nos baña y nos abraza.
Su misión latinoamericanista, martiana y marxista es parte de mi referencia y permanente visitar. Con ella me empeño en defender a nuestro pueblo y sus sueños. Con ella sigo haciendo faena para cimentar el descomunal proyecto bolivariano que navega por los mares del ALBA y que harán de nuestra América una sola nación.
Su entereza y su constancia es la clave de su presencia entre todos los que le admiramos y respetamos. Somos millones de cubanas y cubanos que le vemos con orgullo pues usted es un gran hijo de nuestra Patria. De nuestro José Martí hizo suya esa gran idea expresada en el descomunal ensayo Nuestra América: “Con los oprimidos había que hacer causa común”
Usted sabe mejor que nadie que algún día el brutal, genocida e injusto bloqueo que golpea a todo nuestro pueblo dejará de existir.
Usted sabe mejor que nadie que algún día la tierra que ocupa la inmoral y criminal Base Naval de Guantánamo será devuelta a nuestro pueblo pues ella es parte de nuestra nación.
Usted sabe mejor que nadie que nuestros héroes presos injustamente en las cárceles de los Estados Unidos volverán a Cuba. Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Fernando González estarán en nuestra patria pues la voluntad de todo un pueblo es más poderosa que todos los gobiernos imperiales juntos pues estos no saben de amor. René González ya está en casa. El ha venido para fortalecer esa justa lucha que no cesará mientras nuestros compatriotas no estén junto a su familia.
Su experiencia como hombre de la historia y de este tiempo es parte de nuestras fuerzas.
Me honra y me alegra saber que hoy cumple 87 años.
¡Felicidades Comandante!
Octavio Fraga Guerra. *Editor del blog
Madrid, 13 de agosto de 2013.
