¿Crisis económica o revolución conservadora? Por: Manuel Espinar*

Nos hablan de crisis.

Nos dicen que hemos gastado lo que no teníamos,

Nos dicen que hemos sido unos despilfarradores.

Nos dicen que nuestras relaciones laborales es la culpable del paro.

Que el gran éxito inmobiliario era una burbuja que nos ha traído parte de esta crisis.

Y todo esto ha hecho que el dinero haya desaparecido y de la noche a la mañana, los mismos que te ofrecían más y más para que compraras pisos, coches y consumieses de todo, aunque no lo necesitases ahora se han quedado sin dinero y el Estado (el dinero de todos), al que critican de Gastón les tiene que inyectar miles y miles de millones de euros para que no quiebren.

Y como hemos vivido por encima de nuestras posibilidades tienen que recortar el gasto sanitario, la enseñanza, la investigación, cambiar la ley del aborto, quitar los derechos laborales, cambiar  nombres de calles y teatros, aprobar nuevas leyes para evitar desordenes públicos, etc…

Pero veamos quien ha gastado y en qué.

¿Quién ha decidido hacer las macro-obras en Madrid? El ayuntamiento más endeudado de toda España. 7.000 millones de euros. Sr. Gallardón.

¿Quién ha decidido hacer aeropuertos para que paseen los ciudadanos las tardes soleadas? Sr. Fabra.

¿Quién organizo y se forró con los grandes eventos PaPales? Los Gurtel y CIA.

¿Quién pago grandes sumas de dinero por eventos que nunca existieron, por el solo hecho de pertenecer a la familia real? Los Camps y los Mata.

¿Pero por qué nos dicen que para resolver  este lio que han creado, la solución tiene que pasar por privatizar todo?

Y aquí es donde se ven sus verdaderas intenciones y que mafia es la que nos gobierna. Primero nos roban y dejan un estado débil, ahora con el dinero robado quieren comprar parte del estado. Así los ciudadanos pagamos por lo mismo varias veces.

Y ya no son derechos, son servicios. La sanidad y la educación no son derechos, son servicios que nos da el estado. Y como si fuese una limosna, el estado dará a cada uno  con arreglo a su nivel de pobreza.

Se rompe el concepto de derecho universal que todo ciudadano tiene y para eso están los impuestos, para garantizar derechos elementales de cualquier Estado social de derecho.

No es una Crisis. Es una Revolución Liberal Conservadora.

Ellos que controlaban el poder financiero. ¿No sabían lo que estaban haciendo? O Lo estaban haciendo para, ahora, hacer lo que están haciendo?

El dinero robado es el que van a utilizar para invertir en la privatización de la banca (Cajas, pensiones, planes de salud, etc), salud, enseñanza, energía, agua, etc….

Porque de lo que se trata es de arrebatar los recursos públicos para llevárselos a los intereses privados.

Que coma el que tenga para comer.

Que estudie el que pueda pagárselo.

Que se cure el que pueda pagárselo.

Es la hora de los triunfadores, de los que han sabido superarse, de los que se han esforzado. De los EMPRENDEDORES.

Y en esta gran revolución conservadora es donde hay que situar la ofensiva reaccionaria de la Iglesia, contra los homosexuales y las mujeres. Las palabras del obispo de Alcalá es solo una pequeña prueba de ello.

El ataque de Gallardón contra la ley del aborto es otra prueba. Así como la ofensiva contra las legítimas aspiraciones de las victimas del Franquismo. Es una verdadera vergüenza que se hable de democracia en un país que mientras hay más de 2000 fosas comunes  llenas de asesinados por el fascismo, esté legalizada la Fundación Francisco Franco. Alguien se podría imaginar en Alemania la Fundación Adolfo Hitler.

Y en el marco de esta revolución conservadora es donde hay que situar la “Agresiva” reforma laboral como ellos mismos la califican.

Han legalizado el sueño de todo buen empresario. Ser dueño absoluto de su empresa. Como eran dueños de sus cortijos los señoritos de la película “Los Santos Inocentes”. Recuerdo cuando se legalizaron los sindicatos y empezamos a legalizar las secciones sindicales y posteriormente íbamos a montar las elecciones sindicales y formar los Comités de Empresa. Hasta con escopetas nos recibieron en algunos talleres del metal de Leganés. “Al grito de que esa era su casa y ningún comunista iba a entrar en ella”. Farvan era ese taller. Ahora ya pueden estar contentos, han conseguido recuperar su poder absoluto. Romper los convenios colectivos es la destrucción del poder, no sindical, sino obrero.

Los trabajadores a lo largo de nuestra historia hemos aprendido, a costa de mucha sangre, que para enfrentarnos a la patronal, no podíamos ir de uno en uno. Necesitábamos la unión para tener algún éxito en nuestra lucha.

Los derechos conseguidos, la jornada laboral, las formas de trabajo, los tiempos de producción, la seguridad en el trabajo y el derecho a tener representación sindical. Todo esto no ha sido gratuito. Es repugnante escuchar a gente que se ha encontrado con todos estos derechos que ahora frivolicen con ellos.

Es verdad que este proceso de destrucción social no ha empezado ahora, podríamos decir que esta reforma es un salto cualitativo, o el asalto final.

Y para llevar todo este proyecto adelante es imprescindible LA REPRESION. NUEVAS LEYES Y MUCHA POLICIA.

Ellos pueden llevar el hambre y la miseria a millones de personas, pero estas se tienen que resignar como si de una plaga de la naturaleza se tratase.

Ellos que actúan como clase dominante, que les mueve  una ideología del máximo lucro. Ellos que no entienden que salvar vidas y curar a las personas no puede ser un negocio, que con nuestros impuestos queremos tener médicos para curarnos y no para enriquecerse.

Ellos su único pensamiento es el lucro. Su teoría política, porque es política lo que hacen, es la del beneficio, nos dicen que el mundo avanza por el egoísmo, por el querer más. Frente a la idea de la solidaridad, la de la insolidaridad, la del individualismo. O el interés común o el individual, esta es la lucha.

Estamos en esa lucha de intereses, porque la lucha de clases esta más viva que nunca.

Y en esta lucha, ellos saben que vendrán revueltas, y para eso incrementan los gastos en cuerpos de represión, públicos y privados.

Y también preparan nuevas leyes que castiguen brutalmente a quien levante la cabeza.

Frente a este panorama hay que preparar la resistencia.

El 29 de marzo se dio una gran respuesta sindical y social. Cientos de miles de personas salimos a la calle y la huelga fue muy desigual según los sectores industriales,  como territorios. Pero  en su conjunto fue un gran día de movilización.

Pero el enemigo no ha cambiado su estrategia y nos amenaza con nuevas leyes represivas y más recortes sociales.

Nadie puede negar que llegamos a esta situación con gran debilidad política, ideológica y organizativa. Una mancha azul ha cubierto casi la totalidad de la Península.

El primer paso a dar es reconocer que no es una crisis económica, sino una verdadera revolución conservadora  y que no es solo en el Estado Español.

Que solo podremos tener algunas garantías de éxito si caminamos juntos el máximo de fuerzas sindicales, sociales y políticas.

Pero la realidad  que vemos  no es muy alentadora. Estamos asistiendo a grandes y múltiples manifestaciones. Algunas convocadas el mismo día y a la misma hora, solo cambian los eslóganes y el camino a recorrer.

Unos gritan el derecho a la vivienda, otros la sanidad, los de más allá   contra la subida del transporte, la marea violeta contra la modificación de la ley del aborto. Hicimos la huelga contra la reforma laboral, aunque ese mismo día hubo múltiples manifestaciones, marcando las diferencias entre nosotros.

En esta nueva era de protesta contra las políticas de derechas, vemos la presencia activa del PSOE.

Es verdad, que la ofensiva brutal de las políticas reaccionarias del PP está haciendo bueno al psoe. Y nadie puede negar  las diferencias entre ambos.

Pero ya hemos vivido en los años anteriores, como la alternancia en el poder del bipartidismo no hemos conseguido abrir camino hacia otra sociedad más justa.

Hoy todas las movilizaciones son contra lo que nos quitan, no en pro de otra sociedad. O trabajamos para cambiar esa tendencia o trabajamos para el psoe.

Ya el 20  de septiembre de 2010 escribía un articulo  que lo titulaba : “Después de la huelga del 29. ¿Qué? La izquierda necesaria. Reflexiones sobre una esperanza.  Se puede leer en http://www.culturaypaz.org/wp-content/uploads/2011/12/libro-articulos-para-la-reflexion.pdf   pag.26.

En este artículo decía entre otras muchas cosas:

El 29 de septiembre iremos a una huelga general contra las medidas del gobierno, pero ¿que haremos el día después?

 Solo con un cierto grado de cohesión en la izquierda tenemos algunas posibilidades de frenar la ofensiva neoliberal. Las últimas medidas tomadas por el gobierno, solo son una avanzadilla de lo que viene.

 Y no olvidemos que con la llegada del PP  esta tendencia se incrementará mucho más. Tendrá la legitimidad de haber ganado unas elecciones. El PSOE no tendrá ni fuerza ni moral para enfrentarse como hoy está haciendo el PP. Los sindicatos, es posible que estén más débiles (Veamos como sale la huelga) y el resto de la izquierda, si no hay cambios profundos, estaremos también en peores situaciones.

No hay justificación para que IU se resista a una verdadera refundación. Todos sabemos lo ocurrido en los últimos años en el seno de la organización.

¿Qué queda de aquellas áreas  de IU?  ¿Qué queda de aquello que se llamaba Movimiento político y social? ¿Que queda de la otra forma de hacer política? ¿Qué queda de la rotatividad en los cargos?

Algo que construimos entre muchos militantes, hoy parece propiedad de unos pocos.

Muchos activistas que vivimos esta realidad, nos apartamos o nos apartaron de la vida partidista y nos recluimos en el activismo social. Otros directamente se fueron a casa.

Tal y como está hoy IU, no  es fácil que sea el banderín de enganche para mucha gente que si deseamos participar en la lucha política.

La refundación de la izquierda debe ser la construcción de espacios para la acción política. La brutal ofensiva del neoliberalismo, la complejidad de la nueva realidad internacional, que afecta de forma directa a nuestra vida cotidiana, necesita de una organización que tenga la capacidad de posibilitar la discusión colectiva para una actuación en nuestra actividad cotidiana.

Escribo estas líneas, el mismo día que Labordeta nos ha dicho adiós. 

El con su canto nos lo ha dejado dicho:

Somos

Como esos viejos árboles, batidos por el viento que azota el mar.

 Hemos

Perdido nuestra historia, canciones y caminos en el duro batallar

 Hemos

Atravesado el tiempo, dejando en el secano nuestra lucha total.

VAMOS A ECHAR NUEVAS RAICES POR CAMPOS VEREDAS PARA PODER ANDAR.

Solo así, levantaremos algún día la vista y veremos esa tierra que ponga LIBERTAD.

Es hora de la generosidad  para el encuentro.

Que nadie  nos caliente la cabeza con los grandes programas irreconciliables. Ni de principios.

Los que ya somos algo mayores hemos visto a tantos que  UN DÍA nos golpeaban con principios y programas, para irse corriendo, al día siguiente a las filas del poder.

No es un momento cualquiera el que estamos viviendo, y la respuesta no está escrita en ningún libro, la tenemos que dar nosotros y para eso nos necesitamos todos.

Hoy dos años después podemos repetir lo mismo, pero con una diferencia. Hoy es mucho más urgente que hace dos años. Los que nos dicen que la unidad es complicada, es porque no han entendido nada de lo que está pasando. No lo entendieron antes ni lo entienden ahora. La contrarrevolución Liberal marcha a todo tren, o lo paramos aquí y ahora o no lloremos mañana.

Getafe 1 de mayo de 2012

*Presidente la Asociación Cultural Paz y Solidaridad. Haydée Santamaría. Coordinador del Centro de Acción Republicana e Internacional Ágora Getafe.

Cortesía del autor

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