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Sobre Anfibia, Cosecha Roja y la NED, una fundación ligada al departamento de Estado

Por Conrado Yasenza @conradoyasenza

Hoy recibí por correo una interesante nota de la Agencia Paco Urondo: Los vínculos de Revista Anfibia y Cosecha Roja con una polémica fundación norteamericana, escrita por Santiago Gómez, donde el autor nos informa que un usuario de internet,  Diego Fernando Gutiérrez, analista de política internacional, encontró que la Asociación Civil Cronos que edita las revistas Anfibia y Cosecha Roja recibió US$80.000 de la Fundación para la Democracia (NED por sus siglas en inglés) para formar periodistas cubanos para que cubran “la violencia y crisis en la pandemia Covid-19”. Ambas publicaciones dependen de la Universidad Nacional de San Martín, afirma el autor de la nota.

“El CEO de la NED es Damon Wilson, quien trabajó en el Consejo Nacional de Seguridad de los Estados Unidos como director de asuntos del centro, este y norte de Europa”, agrega Gómez.

La nota despertó mi interés y decidí comunicarme con CronosLab para averiguar un poco más. Recibí una contestación en modo comunicado de prensa. Copio: “Todos los financiadores y alianzas de Cronos (Cronos es una Asociación Civil que hoy se dedica a la formación de periodistas y al periodismo a través de dos medios: Anfibia y Cosecha Roja) pueden consultarse acá: https://cronoslab.org/alianzas/. Son públicos. Del mismo modo que son públicas todas las actividades que hemos realizado.

Cada periodista que hemos formado, es periodista. Lo mismo cada editor. Cada docente de los cursos o programa de formación es un maestrx del oficio o un referente. Anfibia, Cosecha Roja, como hoy Cronos, están comprometidos desde siempre con la búsqueda de un mejor periodismo y con la independencia periodística.

Las convocatorias a programas de formación, la cantidad de alumnxs, la producción, son parte de un trabajo integral que pretende transformar el periodismo de América Latina. Periodistas cubanos —que desde una mirada progresista y democrática han creado medios independientes— han participado de programas de formación y producción de contenidos.

La UNSAM no participa puntualmente de este programa de formación que recibe financiamiento de NED. El vínculo de UNSAM con Cronos es exclusivamente a través de la edición de la revista Anfibia.

Con respecto al vínculo de Cronos con Open Society Fundation, Cronos ha formado más de cien periodistas de medios importantes de toda América Latina con un proyecto financiado por OSF. En la última edición, la formación estuvo dedicada a directores de medios.

Y con cada “aliado” o financiador de los que figuran en la web —NED, OSF y tantos otros— hemos tenido o tenemos proyectos en marcha vinculados a la formación o producción de contenidos periodísticos.”

Ante esta respuesta repregunté: “Algo que agregar sobre lo nodal de la nota de APU: Sorprende que una revista vinculada a una universidad pública del conurbano bonaerense se preste a recibir financiamiento de un organismo ligado al Departamento de Estado, que financia organizaciones para interferir en la realidad de otros países con el argumento de fortalecer la democracia y generar proyectos comunicacionales que formen periodistas independientes” Respuesta: “Todo está dicho en lo que te mandé”.

Volví a repreguntar, y cité a Rafael Correa -citado a su vez en la nota: “Según declaró el expresidente Rafael Correa a Página/12 la NED es una agencia de la CIA que financia organizaciones no gubernamentales y fundaciones para desestabilizar a los países de la región.” Respuesta: “¿La CIA?”, y emoticón de risa.

Realicé varias preguntas más: -Encontré una nota de Anfibia dónde se posicionaban de modo más contundente sobre la injerencia norteamericana en la región a través de Ned y otras fundaciones. Respuesta: Vaga … no hay mucho más.

-¿No hubo un cambio editorial en Anfibia con relación a la región, especialmente Cuba y con relación al populismo?; ¿Tienen una posición más contundente con relación a Ned y la injerencia de EEUU. en la región a través de fundaciones y ONG’s? Respuesta a esta última: La posición contundente es la autodeterminación de los pueblos.

Y seguí intentando: ¿Cuáles son específicamente los proyectos financiados por Ned en Anfibia sobre Cuba? Respuesta: Formación de periodistas.

Insistí: ¿Cuál sería la postura sobre Cuba por ejemplo? La de Ned es clara, es un régimen, una dictadura. ¿Podés responder en tu texto algunos de estos interrogantes? Respuesta: “La finalidad del proyecto de formación/producción que se hizo con NED es la misma que se hizo con otros financiadores en otros proyectos: se trabaja en formato de talleres, se busca mejorar las producciones, trabajar sobre la calidad del trabajo periodístico”.

Nada.

Volví a preguntar: ¿Cuál sería la calidad y rigurosidad periodística si cuesta tanto dar una posición sobre Ned? ¿Qué financia, y para qué y quién?

Respuesta: “Eso que lo respondan Ned o OFS (Open Society Fundation, creada por George Soros) Insisto con algo: los financiadores, aliados, socios, los nombres pueden cambiar según el proyecto, según qué tipo de alianza, etc., están ahí. El 100% de las actividades son públicas, se publicitaron, se convocaron, se contaron casi en tiempo real en las redes, las producciones que salen de esos talleres también son públicas. Después, si se quiere cuestionar quién financia, está bien. Lo que nos importa resaltar es que en cada proyecto el objetivo siempre es el mismo.”

Repregunté, nuevamente: ¿Y cuál es el objetivo, hay que entenderlo en abstracto, escindido de la función de Ned como fundación con injerencia en la región?

De nuevo: Proyectos periodísticos, de formación y algunas producciones periodísticas.

Desistí con un breve texto: Da la impresión de que no se puede hablar en profundidad del vínculo con NED y OFS. Bueno, no vamos a avanzar. Esperaba otro tipo de respuestas y no casi un comunicado de prensa.

Me inquietaba este tema, ahora me preocupa más. No pude obtener nada en profundidad; y este hecho intranquiliza por los medios que estamos leyendo, en algunos casos, muy ingenuamente. Los lectores de Anfibia, si son rigurosos y atentos, deberían hacerse estas preguntas, como con cualquier medio, que debe responder por sus alianzas financieras, si hablamos de una verdadera democracia.

Al parecer, de Anfibia no se puede hablar. En la consulta, Cronos tenía el cassette puesto con el tema de formar periodistas independientes que respeten la autodeterminación de los pueblos. Si la NED y la OFS financian Anfibia y sus proyectos periodísticos no creo que estas fundaciones dejen de lado su accionar injerencista contra gobiernos populares de la región, más allá de las buenas intenciones de formación de profesionales rigurosos que Cronos alega. Es llamativo el prestigio que han construido cubriendo problemáticas como la minería, el extractivismo o las diversidades sexuales a través de una narrativa que se apoya en defender la democracia, la libertad y los DD.HH., con proyectos financiados por fundaciones que se vinculan con el departamento de Estado y que se preocupan por la calidad del periodismo y la democracia en la región. Preocupa también la construcción de una cultura de la corrección política que opera sobre un lector autodenominado progresista, preocupado por demandas afines a este posicionamiento, pero complacientes con no preguntarse por el origen de la financiación de proyectos de comunicación y formación de periodistas que hoy están cubriendo las demandas sociales en Cuba. ¿Se puede dejar de lado los intereses de NED y la OFS que presentan a Cuba como una dictadura?

Lo mismo puede aplicarse a Venezuela, Bolivia o Perú, o incluso a Argentina. Preocupa además porque Anfibia es una revista que edita la Universidad de San Martín, universidad pública. Aunque en las respuestas que Cronos me dio en forma de comunicado de prensa, aclaran que a la Universidad no la financia la NED ni la OFS.

Arrojo un posicionamiento personal: CronosLab (Anfibia, Cosecha Roja) es el Establishment formando “periodistas independientes” con dos fines claros: el más banal, hacer del periodismo una carrera exitosa, una promesa de periodismo y prestigio, y la segunda, crear una nueva narrativa desde la cual generar un sentido común alineado a la estandarización en clave corrección política de conceptos como independencia, democracia, periodismo independiente y DD.HH. Claro, también está la cobertura “independiente” de los procesos de cambio que vive la región.

En definitiva, una narrativa anfibia acorde a tiempos de excesivo pragmatismo financiero neoliberal, con una interesante pátina de formación periodística que permea mucho entre les estudiantes de las universidades públicas del conurbano, que ven en Anfibia un modo moderno de hacer periodismo independiente.

Tomado de: Agencia Paco Urondo

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The Bay of Tweets: Documentos apuntan a la mano de Estados Unidos en protestas en Cuba

Por Alan MacLeod

Cuba fue sacudida por una serie de protestas callejeras contra el gobierno a principios de esta semana. El stablishment estadounidense inmediatamente elogió los eventos, poniendo todo su peso detrás de los manifestantes. Sin embargo, los documentos sugieren que Washington podría estar más involucrado en los eventos de lo que le importa divulgar públicamente.

Como muchos han informado, las protestas, que comenzaron el domingo en la localidad de San Antonio de los Baños en el oeste de la isla, fueron lideradas y apoyadas vocalmente por artistas y músicos, particularmente de su vibrante escena hip-hop.

“Para los nuevos en el tema de Cuba, las protestas que estamos presenciando fueron iniciadas por artistas, no por políticos. Esta canción ‘Patria y Vida’ explica poderosamente cómo se sienten los jóvenes cubanos. Y su lanzamiento fue tan impactante que irás a la cárcel si te descubren interpretándolo en Cuba”, dijo el senador de Florida Marco Rubio, refiriéndose a una pista del rapero Yotuel.

Tanto National Public Radio como The New York Times publicaron artículos detallados sobre la canción y cómo estaba impulsando el movimiento. “La canción de hip-hop que está impulsando las protestas sin precedentes de Cuba”, decía el titular de NPR. El propio Yotuel encabezó una manifestación de solidaridad en Miami.

Pero lo que estos relatos no mencionaron fue la notable medida en que raperos cubanos como Yotuel han sido reclutados por el gobierno estadounidense para sembrar el descontento en la nación caribeña. Las últimas publicaciones de subvenciones del National Endowment for Democracy (NED), una organización establecida por la administración Reagan como un grupo tapadera de la CIA, muestran que Washington está tratando de infiltrarse en la escena artística cubana para lograr un cambio de régimen. “Mucho de lo que hacemos hoy fue hecho de forma encubierta hace 25 años por la CIA”, dijo una vez el cofundador de NED, Allen Weinstein, a The Washington Post.

Por ejemplo, un proyecto, titulado “Empoderar a los artistas cubanos de hip-hop como líderes en la sociedad”, afirma que su objetivo es “promover la participación ciudadana y el cambio social” y “crear conciencia sobre el papel que tienen los artistas de hip-hop en el fortalecimiento democracia en la región”. Otro, llamado “Promoción de la libertad de expresión en Cuba a través de las artes”, afirma que está ayudando a artistas locales en proyectos relacionados con “democracia, derechos humanos y memoria histórica”, y que ayuda a “aumentar la conciencia sobre la realidad cubana”. Esta “realidad”, como afirmó el propio presidente Joe Biden esta semana, es que el gobierno cubano es un “régimen autoritario” que ha impuesto “décadas de represión” mientras que los líderes solo “se enriquecen”.

Otras operaciones que la NED está financiando actualmente incluyen la mejora de la capacidad de la sociedad civil cubana para “proponer alternativas políticas” y la “transición a la democracia”. La agencia nunca divulga con quién trabaja dentro de Cuba, ni más información más allá de un par de anuncios anodinos, lo que hace que los cubanos se pregunten si algún grupo, incluso vagamente desafiando las normas políticas o sociales, está financiado en secreto por Washington.

“El Departamento de Estado, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y la Agencia de los Estados Unidos para los Medios Globales han financiado programas para apoyar a artistas, periodistas, blogueros y músicos cubanos”, dijo a MintPress Tracey Eaton, periodista que dirige The Cuba Money Project. “Es imposible decir cuántos dólares de impuestos estadounidenses se han destinado a estos programas a lo largo de los años porque los detalles de muchos proyectos se mantienen en secreto”, agregó.

Una oferta de subvención actualmente activa de la organización hermana de NED, USAID, ofrece fondos por valor de $ 2 millones a grupos que utilizan la cultura para lograr un cambio social en Cuba. Los solicitantes tienen hasta el 30 de julio para solicitar hasta $ 1 millón cada uno. El anuncio en sí hace referencia a la canción de Yotuel, señalando: “Artistas y músicos han salido a las calles para protestar contra la represión del gobierno, produciendo himnos como ‘Patria y Vida’, que no solo ha traído una mayor conciencia global sobre la difícil situación del pueblo cubano, sino también sirvió como un grito de guerra por el cambio en la isla”.

La escena del hip-hop en particular ha sido durante mucho tiempo un objetivo para agencias estadounidenses como NED y USAID. Ganando popularidad a fines de la década de 1990, los raperos locales tuvieron un impacto considerable en la sociedad, lo que ayudó a resaltar muchos temas que antes no se discutían. Estados Unidos vio sus críticas mordaces del racismo como una brecha que podían explotar e intentó reclutarlos en sus filas, aunque está lejos de estar claro hasta dónde llegaron en este esfuerzo, ya que pocos en la comunidad del rap querían ser parte de tal esfuerzo.

MintPress también conversó con la profesora Sujatha Fernandes, socióloga de la Universidad de Sydney y experta en la cultura musical cubana. Fernandes declaró:

“Durante muchos años, bajo la bandera del cambio de régimen, organizaciones como USAID han intentado infiltrarse en grupos de rap cubanos y financiar operaciones encubiertas para provocar protestas juveniles. Estos programas han involucrado un nivel aterrador de manipulación de los artistas cubanos, han puesto en riesgo a los cubanos y han amenazado con el cierre de los espacios críticos de diálogo artístico que muchos trabajaron arduamente para construir”.

Otras áreas en las que las organizaciones estadounidenses están enfocando recursos incluyen el periodismo deportivo —que la NED espera utilizar como un “vehículo para narrar las realidades políticas, sociales y culturales de la sociedad cubana”— y los grupos de género y LGBTQ+, el imperio interseccional aparentemente está viendo un oportunidad de aprovechar también estos temas para aumentar las fisuras en la sociedad cubana.

El Presupuesto de Asignaciones de la Cámara, publicado a principios de este mes, también reserva hasta $ 20 millones para “programas de democracia” en Cuba, incluidos los que apoyan la “libre empresa y las organizaciones empresariales privadas”. Lo que se entiende por “democracia” se aclara en el documento, que establece en términos inequívocos que “ninguno de los fondos puestos a disposición en virtud de dicho párrafo podrá utilizarse para ayudar al gobierno de Cuba”. Por lo tanto, cualquier mención de “democracia” en Cuba es casi sinónimo de cambio de régimen.

Aprovechando una economía maltrecha

Las protestas comenzaron el domingo después de que un apagón dejara sin electricidad a los habitantes de San Antonio de los Baños durante el calor del verano. Esa pareció ser la chispa que llevó a cientos de personas a marchar por la calle. Sin embargo, la economía de Cuba también ha caído en picada últimamente. Como dijo a MintPress el profesor Aviva Chomsky de la Universidad Estatal de Salem, autor de “Una historia de la revolución cubana”:

“La situación económica actual de Cuba es bastante nefasta (como es, debo señalar, casi todo el Tercer Mundo). El embargo estadounidense (o, como lo llaman los cubanos, bloqueo) ha sido un obstáculo más (además de los obstáculos que enfrentan todos los países pobres) en la lucha de Cuba contra el COVID-19. El colapso del turismo ha sido devastador para la economía de Cuba, una vez más, como lo ha sido en casi todos los lugares con mucho turismo”.

Sin embargo, Chomsky también señaló que podría ser un error etiquetar a todos los manifestantes como anhelantes de la terapia de choque del libre mercado. “Es interesante notar que muchos de los manifestantes en realidad están protestando por las reformas capitalistas de Cuba, en lugar del socialismo. “Tienen dinero para construir hoteles, pero nosotros no tenemos dinero para comida, estamos hambrientos”, dijo un manifestante. ¡Eso es capitalismo en pocas palabras!” Dijo Chomsky.

Protestas de Rick Scott Cuba

El senador de Florida Rick Scott sostiene una foto de manifestantes cubanos durante una conferencia de prensa en DC, 13 de julio de 2021. J. Scott Applewhite | AP

Eaton se mostró escéptico ante la idea de que todos los que marchaban estaban a sueldo de Estados Unidos. “Ciertamente, gran parte del levantamiento fue orgánico, impulsado por cubanos desesperados, pobres, hambrientos y hartos de la incapacidad de su gobierno para satisfacer sus necesidades básicas. ” él dijo. Sin embargo, había indicios de que al menos, algunos no estaban simplemente haciendo hincapié en la falta de alimentos en las tiendas o medicamentos en las farmacias. Varios manifestantes marcharon bajo la bandera estadounidense y los hechos fueron respaldados de inmediato por el gobierno estadounidense.

“Apoyamos al pueblo cubano y su clamor por la libertad”, se lee en un comunicado oficial de la Casa Blanca. Julie Chung, subsecretaria interina de Biden para la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de EE. UU., agregó:

“El pueblo de Cuba sigue expresando con valentía su anhelo de libertad frente a la represión. Hacemos un llamado al gobierno de Cuba a: abstenerse de la violencia, escuchar las demandas de sus ciudadanos, respetar los derechos de los manifestantes y periodistas. El pueblo cubano ha esperado bastante por ¡Libertad! ”

Los republicanos fueron mucho más lejos. El alcalde de Miami, Francis Suárez, exigió que Estados Unidos interviniera militarmente y le dijo a Fox News que Estados Unidos debería formar una “coalición de acción militar potencial en Cuba”. Mientras tanto, el congresista de Florida Anthony Sabbatini pidió un cambio de régimen en la isla y tuiteó:

La sección de vítores de los medios corporativos

Los medios corporativos también estaban extremadamente interesados ​​en las protestas, dedicando una gran cantidad de centímetros de columna y tiempo de transmisión a las manifestaciones. Esto es extremadamente inusual para tales acciones en América Latina. Colombia ha vivido meses de huelgas generales contra un gobierno represivo, mientras que ha habido tres años de protestas casi diarias en Haití que fueron casi completamente ignoradas hasta principios de este mes, cuando el presidente Jovenel Moïse, respaldado por Estados Unidos, fue asesinado .

El efecto de las sanciones estadounidenses fue minimizado constantemente o ni siquiera mencionado en los informes. Por ejemplo, la junta editorial de The Washington Post se pronunció a favor de los manifestantes, alegando que el presidente cubano Miguel Díaz-Canel estaba reaccionando “con una brutalidad predecible … culpando de todo a Estados Unidos y al embargo comercial estadounidense”. Otros medios ni siquiera mencionaron el embargo, dejando a los lectores la impresión de que los hechos solo podían entenderse como un levantamiento democrático contra una dictadura en decadencia.

Esto es particularmente pernicioso porque los documentos del gobierno establecen explícitamente que el objetivo de las sanciones de Estados Unidos es “disminuir los salarios monetarios y reales, provocar hambre, desesperación y [el] derrocamiento [del] gobierno”, exactamente las condiciones que se están gestando en Cuba, ¿verdad? ahora. El profesor Chomsky señaló:

“El embargo / bloqueo estadounidense es una (no la única) causa de la crisis económica de Cuba. Estados Unidos ha dicho abierta y continuamente que el objetivo del embargo es destruir la economía de Cuba para que el gobierno colapse. Así que no es solo razonable, es obvio que Estados Unidos tiene algo que ver con esto “.

Chomsky también discrepó con la explicación de los eventos de los medios, afirmando:

Mire la cobertura de las protestas Black Lives Matter u Occupy Wall Street en este país. Una cosa que vemos consistentemente es que cuando la gente protesta en países capitalistas, los medios de comunicación nunca explican los problemas por los que protestan como causados ​​por el capitalismo. Cuando la gente protesta en países comunistas o socialistas, los medios atribuyen los problemas al comunismo o al socialismo”.

Los medios de comunicación se esforzaron por enfatizar cuán grandes y generalizadas eran las manifestaciones contra el gobierno, insistiendo en que las contramanifestaciones progubernamentales eran más pequeñas, a pesar de las imágenes de las protestas que sugerían que lo contrario podría ser cierto. Como informó Reuters , “miles salieron a las calles en varias partes de La Habana el domingo, incluido el centro histórico, ahogando a grupos de simpatizantes del gobierno que ondeaban la bandera cubana y cantaban Fidel”.

Si este fuera el caso, es realmente extraño que tantos medios utilizaran imágenes de movimientos progubernamentales para ilustrar el supuesto tamaño y alcance de la acción antigubernamental. The Guardian , Fox News , The Financial Times , NBC y Yahoo! Todas las noticias afirmaron falsamente que una imagen de una gran reunión socialista era, de hecho, una manifestación antigubernamental. Las grandes pancartas rojas y negras adornadas con las palabras “26 de julio” (el nombre del partido político de Fidel Castro) deberían haber sido un claro indicio para cualquier editor o verificador de hechos. Mientras tanto, CNN y National Geographic artículos ilustrados sobre las protestas en Cuba con imágenes de reuniones en Miami, reuniones que parecían mucho más concurridas que otras similares a 90 millas al sur.

Colapso de las redes sociales

Las redes sociales también jugaron un papel fundamental para convertir lo que fue una protesta localizada en un evento nacional. La directora de NBC para América Latina, Mary Murray, señaló que fue solo cuando las transmisiones en vivo de los eventos fueron captadas e impulsadas por la comunidad de expatriados en Miami que “comenzó a incendiarse”, algo que sugiere el crecimiento del movimiento fue parcialmente artificial. Después de que el gobierno bloqueó Internet, las protestas cesaron.

El hashtag #SOSCuba fue tendencia durante más de un día. Actualmente hay más de 120.000 fotos en Instagram usando el hashtag. Pero como Arnold August, el escritor de una serie de libros sobre Cuba y las relaciones cubano-estadounidenses, dijo a MintPress , gran parte de la atención que estaban recibiendo las protestas era el resultado de una actividad no auténtica:

El último intento de cambio de régimen también tiene sus raíces en España. Históricamente, el ex colonizador de Cuba juega su papel en todos los grandes intentos de cambio de régimen, no solo para Cuba, sino también, por ejemplo, en Venezuela. La operación de julio hizo un uso intensivo de robots, algoritmos y cuentas creadas recientemente para la ocasión”.

Hashtag #soscuba

En cuestión de días, el hashtag #SOSCUBA generó más de 120.000 imágenes en Instagram.

August señaló que la primera cuenta que usó #SOSCuba en Twitter estaba ubicada en España. Esta cuenta publicó casi 1.300 tweets el 11 de julio. El hashtag también fue impulsado por cientos de cuentas que tuiteaban exactamente las mismas frases en español, repletas de los mismos pequeños errores tipográficos. Un mensaje común leído(traducido del español), “Cuba atraviesa la mayor crisis humanitaria desde el inicio de la pandemia. Cualquiera que publique el hashtag #SOSCuba nos ayudaría mucho. Todos los que vean esto deberían ayudar con el hashtag “. Otro texto, que decía: “Los cubanos no queremos el fin del embargo si eso significa que el régimen y la dictadura se mantienen, queremos que se vayan, no más comunismo”, fue tan abusado que se convirtió en un meme en sí mismo, con los usuarios de las redes sociales. parodiarlo, publicar el texto junto con imágenes de manifestaciones junto a la Torre Eiffel, multitudes en Disneyland o imágenes de la toma de posesión de Trump. El periodista español Julián Macías Tovar también catalogó la sospechosa cantidad de cuentas nuevas usando el hashtag.

Gran parte de la operación fue tan burda que no podría haber dejado de ser descubierta, y muchas de las cuentas, incluido el primer usuario del hashtag #SOSCuba, ahora han sido suspendidas por comportamiento no auténtico. Sin embargo, Twitter mismo decidió colocar las protestas en la parte superior de su “Qué está pasando” durante más de 24 horas, lo que significa que se notificará a todos los usuarios, una decisión que amplificó aún más el movimiento de astroturfing.

El liderazgo de Twitter ha mostrado durante mucho tiempo una abierta hostilidad hacia el gobierno cubano. En 2019, tomó medidas coordinadas para suspender prácticamente todas las cuentas de los medios estatales cubanos, así como las pertenecientes al Partido Comunista. Esto fue parte de una tendencia más amplia de eliminar o prohibir cuentas favorables a los gobiernos que el Departamento de Estado de Estados Unidos considera enemigos, incluidos Venezuela, China y Rusia.

En 2010, USAID creó en secreto una aplicación de redes sociales cubana llamada Zunzuneo, a menudo descrita como el Twitter de Cuba. En su apogeo, tenía 40.000 usuarios cubanos, un número muy grande para ese momento en la famosa isla escasa de Internet. Ninguno de estos usuarios sabía que la aplicación había sido diseñada y comercializada en secreto por el gobierno de EE. UU. El punto era crear un gran servicio que poco a poco comenzaría a alimentar a los cubanos con la propaganda del cambio de régimen y los dirigiría a protestas y “turbas inteligentes” destinadas a desencadenar una revolución de estilo de color.

En un esfuerzo por ocultar su propiedad del proyecto, el gobierno de EE. UU. celebró una reunión secreta con el fundador de Twitter, Jack Dorsey, con el objetivo de que invirtiera en el proyecto. No está claro en qué medida Dorsey ayudó, si es que ayudó, ya que se negó a hablar sobre el asunto. Esta no es la única aplicación antigubernamental que Estados Unidos ha financiado en Cuba. Sin embargo, considerando tanto lo que sucedió esta semana como los lazos cada vez más estrechos entre Silicon Valley y el Estado de Seguridad Nacional, es posible que el gobierno de EE. UU. Considere innecesarias más aplicaciones de encubrimiento: Twitter ya actúa como un instrumento para el cambio de régimen.

Cuba en la mira perenne

A fines del siglo XIX, Estados Unidos había conquistado efectivamente toda su masa continental contigua; la frontera se declaró cerrada en 1890. Casi de inmediato, comenzó a buscar oportunidades para expandirse hacia el oeste en el Pacífico, a Hawai, Filipinas y Guam. También comenzó a mirar hacia el sur. En 1898, Estados Unidos intervino en la Guerra de Independencia de Cuba contra España, utilizando el misterioso hundimiento del USS Maine como pretexto para invadir y ocupar Cuba. Estados Unidos operó a Cuba como un estado cliente durante décadas, hasta que el régimen de Batista fue derrocado en la revolución de 1959 que llevó a Fidel Castro al poder.

Estados Unidos lanzó una fallida invasión de la isla en 1961, el evento de Bahía de Cochinos acercó a Castro a la Unión Soviética, sentando las bases para la Crisis de los Misiles en Cuba el año siguiente. Según los informes, Estados Unidos intentó matar a Castro cientos de veces, todo sin suerte. Sin embargo, llevó a cabo una amarga y prolongada guerra terrorista contra Cuba y su infraestructura, incluido el uso de armas biológicas contra la isla. Junto con esto vino una guerra económica de larga data, el bloqueo estadounidense de la isla durante 60 años que ahogó su desarrollo. Además de esto, ha intentado bombardear a la nación caribeña con propaganda anticomunista. TV Martí, una red de medios con sede en Florida, ha costado el contribuyente estadounidense más de 500 millones de dólares desde su creación en 1990, a pesar de que el gobierno cubano interrumpe con éxito la señal, lo que significa que prácticamente nadie mira su contenido.

Tras la disolución de la Unión Soviética en 1991, Cuba se quedó sin su principal socio comercial, al que había orientado su economía. Sin un comprador garantizado para su azúcar, y sin las importaciones de petróleo ruso subsidiadas, la economía colapsó. Al sentir sangre, Estados Unidos intensificó las sanciones. Sin embargo, Cuba atravesó la época sombría conocida colectivamente como el “Período Especial”.

Después de una ola de gobiernos antiimperialistas de izquierda que llegaron al poder en América Latina en la década de 2000, la administración Obama se vio obligada a avanzar hacia la normalización de las relaciones diplomáticas con la isla. Sin embargo, una vez en el cargo, el presidente Donald Trump revirtió estas acciones, intensificando el bloqueo y deteniendo las remesas vitales de los cubanoamericanos a la isla. Trump asesor, John Bolton, etiquetado Cuba, Venezuela y Nicaragua una “troika de la tiranía” – una clara referencia a la de George Bush “eje del mal” del habla , lo que implica que estas tres naciones podrían esperar una acción militar contra ellos pronto. En sus últimos días, la administración Trump también declaró a Cuba patrocinador estatal del terrorismo.

Si bien Biden había insinuado que podría volver la política de Estados Unidos hacia Cuba a los días de Obama, hasta ahora ha hecho poco para alejarse de la línea de Trump, su respaldo inequívoco a las acciones de esta semana es el último ejemplo de esto.

A pesar de la monumental cobertura mediática mundial, el aliento y la legitimación de los líderes mundiales, incluido el propio presidente de los Estados Unidos, la acción reciente se apagó después de apenas 24 horas. En la mayoría de los casos, las contraprotestas diluyeron efectivamente las protestas, sin necesidad de desplegar fuerzas represivas.

El gobierno de Estados Unidos puede causar miseria económica al pueblo cubano, pero parece que no puede convencerlos de que derroquen a su gobierno. “Los acontecimientos actuales en Cuba constituyen en realidad el USS Maine de 2021”, dijo August. Si esto realmente fue un intento de revolución de color, como lo insinúa August, no fue muy exitoso, que ascendió a poco más que una bahía de tweets.

Aunque Cubadebate no coincide con todos los puntos de vista del autor, considera revelador e interesante este material que comparte con sus lectores.

(Fuente MintPressNews)

Tomado de: Cubadebate

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La NED no reveló el 21 por ciento de sus subvenciones en Cuba

Por Cubaperiodistas @periodistascuba

La Fundación para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés) publicó en febrero, una lista de organizaciones que recibieron un total de 5 077 788 dólares en subvenciones para trabajar en Cuba durante 2020.

Sin embargo, en esa lista censuró los nombres de 15 organizaciones o proyectos que recibieron un total de 1 062 136 dólares en subvenciones, lo cual representa el 21 por ciento de la cantidad inicial otorgada.

De acuerdo con información publicada en el sitio Cuba Money Project, los beneficiarios no revelados desarrollaron una variedad de proyectos, que incluyeron “la promoción del acceso a la cobertura deportiva independiente, de la libertad de expresión a través de las artes, del pensamiento independiente en Cuba y del uso de datos en el periodismo nacional”, así como “el fortalecimiento del acceso a la información y mejora del pensamiento crítico en el centro de Cuba, el fomento de un espacio de información plural y cambios y nuevos roles para diferentes sectores en Cuba”.

“Promoviendo un mayor acceso a la información sin censura para los cubanos”, “Empoderar a las mujeres cubanas para reducir la violencia de género” y “Fortalecimiento del diálogo democrático sobre ideas de reformas lideradas por Cuba” fueron los tres destinatarios que recibieron la mayor financiación, con 650 000, 500 000 y 309 766 dólares asignados respectivamente.

Los detalles generales y objetivos de las subvenciones se muestran a continuación:

Promoción de un marco de derechos humanos en las relaciones UE-Cuba

Plataforma internacional de derechos humanos en Cuba

$ 87,253

Abogar por la inclusión de los derechos humanos y las perspectivas de la sociedad civil cubana como parte del compromiso de la UE con el gobierno cubano. El beneficiario supervisará la implementación del tratado bilateral UE-Cuba e involucrará a los actores relevantes en la UE para presentarles las opiniones y necesidades de la sociedad civil cubana. El grupo también promoverá una mayor comprensión de los activistas cubanos de las oportunidades que ofrece el nuevo marco de relaciones UE-Cuba para promover los derechos humanos en Cuba.

Documentar y denunciar violaciones de derechos humanos en Cuba

Cubalex

$ 150.000

Documentar y denunciar violaciones de derechos humanos en Cuba. La organización trabajará con grupos de la sociedad civil en la isla para documentar las violaciones de derechos humanos de acuerdo con los estándares internacionales. Con esta información, brindará asistencia legal a las víctimas en la isla, informará sobre el historial de derechos humanos de Cuba a organizaciones internacionales y gobiernos, y abogará por un mayor respeto de los derechos humanos y protección a las víctimas en Cuba.

Empoderando a los artistas cubanos de hip hop como líderes en la sociedad

Fundación Cartel Urbano

$ 110,000

Para empoderar a los artistas cubanos para promover la participación ciudadana y el cambio social. El grupo realizará talleres, intercambios culturales y eventos artísticos durante su Cumbre Hip Hop en Colombia. Promoverá la colaboración Sur-Sur e invitará a artistas de todo el mundo a compartir sus experiencias de transformación social. La organización asesorará a los artistas y proporcionará capacidad técnica para fortalecer su trabajo. El grupo también creará conciencia sobre el papel que tienen los artistas de hip hop en el fortalecimiento de la democracia en la región.

Empoderar a las mujeres cubanas para reducir la violencia de género

Instituto Nacional Demócrata para Asuntos Internacionales (NDI)

$ 500,000

Para aumentar el conocimiento de las mujeres cubanas sobre los derechos y temas de género, permitir que los hombres se conviertan en socios en estos esfuerzos y fortalecer la capacidad de los activistas cubanos para promover y abogar por nuevos leyes y políticas públicas que aborden y reduzcan la violencia contra las mujeres, el Instituto facilitará un observatorio de género para apoyar el monitoreo y recopilación de datos estadísticos sobre violencia de género y política, así como clínicas y laboratorios de género para apoyar a los participantes a identificar y presionar por soluciones a el problema de la violencia de género en Cuba.

Fomento de un espacio de información plural en Cuba

Libertad de información

$ 80.000

Promover la libertad de expresión y un espacio de información plural e independiente en Cuba. La organización cubrirá historias de la realidad cubana en la isla y de la diáspora cubana. Se enfocará en poner la información a disposición de una amplia audiencia en Cuba y desarrollará alianzas con medios en el exterior para llegar a un público más amplio.

Fomento del pensamiento y la escritura independientes en Cuba

Editorial Hypermedia Inc.

$ 93,941

Para promover una mayor libertad de expresión y escritura independiente entre los intelectuales cubanos. La organización recopilará y distribuirá libros censurados producidos por escritores cubanos exiliados a intelectuales de la isla. La organización llevará a cabo dos concursos de ensayos para fomentar la escritura independiente entre su público objetivo y producirá y distribuirá una revista impresa semestral en Cuba. Finalmente, la organización publicará las piezas ganadoras de sus concursos de ensayos y las presentará en ferias del libro y otros espacios relevantes.

Fomento del nuevo liderazgo democrático en Cuba

Centro Latinoamericano de Noviolencia

$ 48.597

Fortalecer las habilidades de liderazgo y capacidad organizativa de la Coalición de Trabajadores Autónomos Cubanos (C3). Con el apoyo de LACENV, C3 producirá y distribuirá un boletín organizacional, realizará una feria para autónomos y organizará un taller para mujeres emprendedoras. LACENV también ayudará a C3 a organizar capacitaciones virtuales y presenciales para trabajadores autónomos e incluir a otros sectores de la población en C3.

Libertad de expresión en Cuba e inclusión en la agenda regional de América Latina

Instituto de Comunicación y Desarrollo

$ 79,300

Promover la conciencia y la discusión sobre las violaciones a la libertad de expresión (FOE) en Cuba. La organización colaborará con socios cubanos para incorporar a Cuba en sus informes regionales sobre FOE y Acceso a la Información Pública. También trabajará con la sociedad civil cubana para preparar un informe integral que será compartido ante el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra. La organización también llevará a cabo reuniones formales e informales de promoción con sus socios cubanos mientras se encuentre en Ginebra.

Generación de conciencia sobre el papel de Cuba en la región y evaluación de desafíos para la consolidación democrática

Transparencia Electoral

$ 74,945

Promover una mayor conciencia sobre el impacto de Cuba en la democracia en la región y evaluar los desafíos más urgentes para la democracia en América Latina. La organización realizará tres conferencias en América Latina para discutir sobre Cuba en un contexto regional y evaluar el estado de la democracia en la región. La organización también producirá y difundirá una publicación final sobre los hallazgos de las conferencias y fortalecerá una red regional naciente para defender los valores democráticos.

Integración de Cuba en redes de medios regionales

Investigación e Innovación Factual AC

$ 74.000

Apoyar e integrar a jóvenes periodistas cubanos en una red regional de iniciativas de medios digitales en América Latina y destacar las historias de los cubanos como parte de los líderes emergentes en América Latina. La organización seleccionará, capacitará y asesorará a periodistas cubanos sobre cómo realizar reportajes de investigación, colaborar con pares regionales y publicar historias para los medios de comunicación digitales. El grupo también incluirá a panelistas cubanos en su conferencia anual de medios digitales y hará un perfil de los líderes emergentes cubanos en sus publicaciones.

Monitoreo y Sensibilización sobre el Estado de los Derechos Humanos en Cuba

Observatorio Cubano de Derechos Humanos

$ 150.000

Monitorear y sensibilizar internacionalmente sobre la situación de los derechos humanos en Cuba, incluyendo los efectos del COVID-19. El beneficiario presentará solicitudes urgentes para la protección de las víctimas a las agencias de la ONU y producirá informes, declaraciones y comunicados de prensa mensuales para informar sobre las violaciones a los actores nacionales e internacionales. El beneficiario ampliará sus esfuerzos de promoción internacional con las partes interesadas internacionales relevantes.

Promoción del acceso a cobertura deportiva independiente en Cuba

Libertad de información

$ 50.000

Promover la libertad de información en Cuba proporcionando acceso público a noticias y análisis deportivos independientes. La organización producirá y difundirá el periodismo a través de sus plataformas que utiliza el deporte como vehículo para narrar las realidades políticas, sociales y culturales de la sociedad cubana. Para atraer a una audiencia más amplia, se hará especial hincapié en las modalidades de reportajes creativos para representar los desafíos diarios que enfrentan los atletas cubanos.

Promoción del acceso a la información en Cuba

Agora Cuba Inc.

$ 75,860

Para mejorar el acceso a la información en Cuba. La organización ampliará una plataforma en línea existente, que permite el acceso a información basada en web sin censura a través del correo electrónico. La plataforma, que ya ofrece educación en línea, medios independientes y servicios de noticias sociales, se expandirá para incluir otros nuevos servicios y socios identificados y mejorará para ser más fácil de usar.

Promoción del acceso a información sin censura en Cuba

Asociación Diario de Cuba

$ 215.000

Promover un mayor acceso a noticias y análisis independientes sobre Cuba. Trabajando con una amplia gama de periodistas y analistas independientes, el beneficiario publicará continuamente en su plataforma digital. Los colaboradores recibirán tutoría para que produzcan contenidos de forma más independiente y profesional. La cobertura de noticias se centrará en las acciones de la sociedad civil, el impacto de las políticas gubernamentales y los desarrollos en América Latina.

Promoción del acceso a información sin censura en Cuba

Libertad de información

$ 72,000

Promover un mayor acceso a noticias y análisis independientes sobre Cuba. La organización producirá información sin censura sobre desarrollos políticos, sociales y económicos en Cuba, incluso fuera de La Habana y áreas más remotas del país. Utilizará formatos innovadores y contenido multimedia para acercar historias a sus audiencias.

Promoción de la rendición de cuentas por violaciones de derechos humanos y conflictos sociales

Fundación para los Derechos Humanos en Cuba, Inc.

$ 126.000

Para combatir la impunidad frente a las violaciones de derechos humanos y concienciar sobre los conflictos sociales en Cuba. La organización trabajará con socios en la isla para documentar las acciones y exponer públicamente a los perpetradores de violaciones de derechos humanos. El beneficiario también apoyará a los ciudadanos a documentar y resolver pacíficamente los casos de conflictos sociales en sus comunidades.

Promoción de la información comunitaria en Cuba

Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa

$ 146,360

Promover un mayor acceso a la información sin censura en las comunidades de Cuba y fortalecer la capacidad de los periodistas comunitarios. Con sede en Miami, el concesionario apoyará a seis medios de comunicación comunitarios independientes en toda la isla para producir boletines de noticias para los residentes locales. El donatario proporcionará a sus contrapartes en Cuba el equipo y la asistencia técnica necesarios para diseñar e imprimir estos boletines de noticias.

Promoción de la libertad de expresión y medios independientes en Cuba

Libertad de información

$ 56,500

Para promover la libertad de expresión y un espacio de información plural e independiente en Cuba. La organización aumentará su producción de contenidos, enfocándose en la participación social, los valores democráticos y el empoderamiento de la sociedad civil, al tiempo que cubrirá temas de interés público en Cuba. La organización utilizará varios tipos de medios, incluidos videos y fotografías, para llegar a una audiencia más amplia.

Promoción de la libertad de expresión en Cuba a través del Arts

Cultura Democrática

$ 49,106

Promover una mayor libertad de expresión en Cuba. La organización trabajará con un colectivo de artistas independientes en Cuba para ayudarlos a consolidar proyectos artísticos sobre temas relacionados con la democracia, los derechos humanos y la memoria histórica. La organización traerá artistas cubanos a Argentina para una serie de eventos públicos y privados con artistas e intelectuales argentinos para dar a conocer la realidad cubana.

Promoción de la libertad de prensa en Cuba

Libertad de información

$ 33.180

Concienciar sobre las violaciones a la libertad de prensa en Cuba y fortalecer su relación con medios independientes y periodistas. El grupo recopilará información de medios independientes sobre violaciones a la libertad de prensa que publicará en sus boletines mensuales e informará sobre ataques contra periodistas y blogueros. El grupo difundirá esta información en la isla y entre las organizaciones que promueven la libertad de prensa en el mundo. También brindará apoyo legal y financiero a periodistas y blogueros que enfrentan ataques a la libertad de prensa.

Promoviendo mayor acceso a información no censurada para los cubanos

Dirección Democrática Cubana

$ 650,000

Promover un mayor acceso a información no censurada para ciudadanos cubanos y activistas prodemocracia y facilitar una mayor comunicación entre ellos. La organización producirá programas de radio con noticias y análisis, priorizando temas como los efectos de la pandemia del covid-19 en la economía, los derechos humanos y las condiciones de los trabajadores de la salud en misiones de terceros países. Los programas de radio y la información sobre iniciativas de la sociedad civil se distribuirán en las redes sociales. El grupo también apoyará las actividades cívicas realizadas por activistas de la sociedad civil en Cuba.

Promover la inclusión de poblaciones marginalizadas en Cuba

Ideas y valores democráticos

$ 23.500

Promover la inclusión de poblaciones marginadas en la sociedad cubana y fortalecer una red de socios en la isla. El proyecto brindará un espacio para que estos sectores de la población interactúen, compartan ideas y participen en diálogos sobre los problemas que enfrentan sus comunidades. También realizará talleres para líderes sobre participación ciudadana, igualdad de género, derechos humanos y esfuerzos de incidencia.

Promoción del pensamiento independiente en Cuba

Libertad de información

$ 75.000

Promover una mayor libertad de expresión y escritura independiente entre los intelectuales cubanos. El grupo producirá su revista independiente en línea que promueve el debate sobre temas culturales y sociales en Cuba. Los periodistas, columnistas, escritores y fotógrafos que no puedan imprimir su trabajo en medios oficiales tendrán la oportunidad de publicar sus artículos de opinión en la revista.

Promoción de la rendición de cuentas local y la supervisión ciudadana

Responsabilidad y gobernanza

$ 120,267

Promover la rendición de cuentas y la interacción a nivel local entre activistas y miembros de la comunidad mientras buscan soluciones a sus problemas locales. El proyecto recopilará información, documentará los problemas que afectan a las comunidades y la demanda de soluciones ante las entidades a nivel local. El proyecto también producirá un boletín para crear conciencia sobre estos problemas y conectar a los ciudadanos con iniciativas y activistas.

Promoción del uso de datos en el periodismo en Cuba Novación de la libertad de información

$ 91,319

Promover el acceso y uso de datos públicos de Cuba. La organización agregará datos disponibles públicamente de Cuba y desarrollará conjuntos de datos para producir análisis sobre la realidad de la isla. La organización colaborará con la prensa para ayudar al público cubano a tener un mejor acceso a la información a través del periodismo basado en datos.

El poder agudo y la evolución de la política bajo una nueva Constitución en Cuba

Gobierno y Análisis Político AC Novation

$ 115,000

Promover una mayor conciencia internacional de la proyección y presencia del poder de Cuba en América Latina y fomentar una comprensión crítica de las implicaciones y la implementación de la nueva constitución en Cuba. La organización realizará una investigación sobre la influencia internacional cubana y la implementación del marco institucional transformado del Estado que estableció la nueva constitución cubana.

Periodismo situado: perspectivas innovadoras sobre Cuba

Asociación Civil Cronos

$ 80,000

Mejorar la capacidad del periodismo independiente cubano para cubrir diferentes ángulos de violencia y crisis en la pandemia Covid-19 y sus secuelas, y fomentar vínculos más fuertes entre los periodistas independientes cubanos y sus contrapartes en el resto de América Latina. La organización desarrollará una serie integral de capacitaciones en línea sobre periodismo que sean relevantes para un contexto de crisis. El programa reunirá a participantes de Cuba y otros países de América Latina para fomentar la colaboración, utilizando diferentes estilos y medios innovadores.

Fortalecimiento del acceso a la información y mejora del pensamiento crítico en el centro de Cuba

Libertad de información

$ 50.000

Para fortalecer el acceso a la información y mejorar el pensamiento crítico en Cuba. Semanalmente se producirán artículos y materiales audiovisuales para fortalecer el acceso a la información. Además, los sitios de redes sociales y otras aplicaciones de mensajería se utilizarán para aumentar la circulación en la isla de información sin censura sobre desarrollos sociales, culturales, económicos y políticos locales y nacionales.

Fortalecimiento de la capacidad de la sociedad civil en los procesos políticos democráticos

Instituto Interamericano de Derechos Humanos

$ 95.000

Fortalecer la capacidad de los activistas de la sociedad civil cubana para promover elecciones democráticas en la isla. Los participantes cubanos se unirán a misiones de observación de elecciones en América Latina y asistirán a talleres sobre temas de observación de elecciones y derechos humanos. El proyecto facilitará una discusión entre sus socios cubanos y expertos electorales latinoamericanos para crear conciencia sobre la naturaleza antidemocrática del sistema electoral cubano.

Fortalecimiento del pensamiento crítico y los valores democráticos en Cuba

Libertad de información

$ 99,980

Promover el pensamiento crítico, el libre flujo de información y los valores democráticos en Cuba. La organización consolidará el alcance y el impacto de sus publicaciones digitales. También trabajará en la publicación de documentos y materiales históricos sobre la historia de Cuba y América Latina. Difundirá esta información y sus publicaciones en Cuba y el resto de América Latina.

Fortalecimiento del Diálogo Democrático sobre Ideas de Reforma lideradas por Cuba II

Centro para la Empresa Privada Internacional (CIPE)

$ 309,766

Fortalecer la capacidad de los think tanks independientes en favor de la democracia en Cuba para desarrollar análisis económicos objetivos e ideas de reforma y ampliar las aperturas en los espacios cívicos para el mercado. organizaciones orientadas a apoyar un sector privado en crecimiento. El centro brindará apoyo a dos grupos de expertos cubanos emergentes a favor de la democracia para que asistan a talleres de gestión de programas fuera de la isla, brindarán asistencia para actividades en la isla y organizarán una conferencia internacional con otros grupos de expertos que trabajan en condiciones similares o en un campo similar. de trabajo.

Fortalecimiento del periodismo independiente en Cuba

Instituto Prensa y Sociedad

$ 70.523

Fortalecer las habilidades de periodismo e investigación de los periodistas independientes cubanos y promover una mayor interacción entre ellos y sus contrapartes latinoamericanas. La organización capacitará a los periodistas en conceptos fundamentales del periodismo y los colocará en un medio de comunicación profesional en Perú para una experiencia en el trabajo. La organización también fomentará la interacción entre periodistas cubanos y latinoamericanos a través de trabajos de investigación colaborativos.

Fortalecimiento de los medios independientes y la rendición de cuentas en Cuba

Fundación Espacio Público

$ 108,000

Fortalecer la capacidad de los periodistas cubanos para promover una mayor rendición de cuentas del gobierno en Cuba y promover interacciones y vínculos entre periodistas independientes cubanos y latinoamericanos. La organización llevará a cabo un programa de formación sobre cómo realizar periodismo de investigación. Los participantes cubanos entablarán intercambios con periodistas de otros países, y recibirán asesoramiento y retroalimentación sobre su trabajo por parte de un comité editorial integrado por periodistas latinoamericanos. La organización brindará tutoría remota constante a los participantes.

Fortalecimiento de la capacidad de iniciativas cívicas independientes en Cuba

Personas necesitadas Eslovaquia (PIPA)

$ 60,000

Fortalecer la capacidad de los centros e iniciativas cívicas independientes en Cuba para promover ideas y valores democráticos. Con sede en Bratislava, la organización trabajará con grupos de periodistas independientes, estudiantes y activistas de la sociedad civil para fortalecer su capacidad institucional y su capacidad para llevar a cabo actividades de manera más eficaz. Además, el becario organizará una visita de estudio para sus beneficiarios en Eslovaquia.

Fortalecimiento de la capacidad de los profesionales de los medios independientes en Cuba

Clovek v tisni, ops (People in Need)

$ 150,882

Para fortalecer la capacidad de los profesionales de los medios independientes en Cuba. El concesionario proporcionará a los beneficiarios cubanos capacitación y asistencia técnica para producir contenido sin censura sobre desarrollos sociales, políticos, económicos y culturales en Cuba. El donatario también fortalecerá la capacidad técnica de organizaciones independientes en toda Cuba para llevar a cabo iniciativas destinadas a aumentar el libre flujo de información.

Fortalecimiento de la democracia y las habilidades de liderazgo de los jóvenes activistas cubanos

Instituto Político para la Libertad Perú

$ 85,000

Fortalecer la capacidad de liderazgo de los jóvenes activistas cubanos a favor de la democracia y promover la interacción entre los ciudadanos de Cuba y las personas de las sociedades democráticas latinoamericanas. La organización ofrecerá capacitaciones en línea y en persona sobre los derechos de los jóvenes, la participación de los jóvenes en la política, las comunicaciones digitales y los estándares internacionales de libertad de expresión y democracia. El grupo también llevará a jóvenes activistas cubanos a otros países latinoamericanos para interactuar con sus homólogos prodemocráticos de países democráticos.

Fortalecimiento de herramientas para medir gobernabilidad y conflicto social en Cuba

Arlenica, Arte, Lenguaje e Investigación para el Cambio Social

Suplemento $ 11,940

Fortalecer análisis sobre gobernabilidad en Cuba. La organización desarrollará un índice de gobernabilidad para medir y comparar el sistema político de Cuba con otros países del mundo. Analizará la estructura y el desempeño del gobierno cubano en áreas como el estado de derecho, la participación política, la efectividad, la estabilidad política, la transparencia y la libertad económica. También evaluará la satisfacción de la ciudadanía con su gobierno y hará un seguimiento de las acciones de los ciudadanos para promover políticas más democráticas a través de la creación de un observatorio de conflictos sociales.

Apoyo a defensores de derechos humanos en Cuba

Centro por una Cuba libre

$ 80,000

Para brindar asistencia humanitaria a presos políticos, sus familias y activistas de derechos humanos en Cuba. La organización trabajará con sus socios para distribuir asistencia humanitaria a los presos políticos, sus familiares y otros miembros de la sociedad civil cubana. Para aumentar el acceso a información sin censura, la organización también proporcionará a los defensores de derechos humanos equipo técnico para documentar la vida en Cuba y transmitir información a organizaciones y actores externos.

Apoyo al periodismo independiente en Cuba

Instituto de Reportajes sobre la Guerra y la Paz (IWPR)

$ 145.230

Fortalecer la colaboración entre periodistas independientes cubanos para promover la libertad de expresión. El beneficiario trabajará con varios periodistas independientes y organizaciones de medios para promover el entendimiento mutuo y la solidaridad entre ellos, y para fortalecer sus habilidades en el uso de las redes sociales. La organización también fomentará y apoyará los esfuerzos de colaboración entre periodistas afiliados a diferentes medios de comunicación.

Apoyo a sindicatos independientes, trabajadores autónomos y derechos laborales

Grupo Internacional para la Responsabilidad Social Corporativa en Cuba

$ 230.000

Para promover los derechos laborales y fortalecer la capacidad del movimiento sindical independiente de Cuba. La organización brindará asistencia a activistas laborales independientes en Cuba para forjar un movimiento laboral más coordinado en la isla. Además, la organización trabajará con una naciente asociación de trabajadores autónomos para promover los derechos laborales en el sector informal. Asimismo, realizará una campaña internacional de difusión y sensibilización de información sobre la situación de los derechos laborales en Cuba.

Apoyo a escritores y artistas independientes en Cuba

Fundación Vista Larga Corp

$ 83,000

Apoyar a los escritores y artistas independientes de Cuba para que produzcan y difundan su trabajo libremente. La organización ayudará a los escritores a fortalecer la calidad de su trabajo y a publicar piezas dentro y fuera de la isla. Presentará su trabajo en su revista literaria trimestral, Puente a La Vista, en las redes sociales y a través de videos en YouTube. La organización también creará conciencia sobre la represión dirigida a escritores, artistas y músicos independientes a través de campañas en línea.

Tiempos de cambio y un nuevo rol de diferentes sectores en Cuba

Ideas y valores democráticos

$ 71,339

Mejorar la comprensión y la capacidad de la sociedad civil para proponer alternativas políticas. Las actividades incluirán la investigación sobre el papel de las diferentes instituciones estatales en las transiciones a la democracia, así como la discusión de este tema entre representantes de la sociedad civil cubana, con énfasis en las experiencias de otros países de la región.

Tomado de: Cubaperiodistas

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Contextos y coincidencias de Tania Brugueras

Por Jorge Wejebe Cobo @wejebecobo

En el presente debate sobre la posición política de artista de la plástica Tania Brugueras se suelen manejar dos enfoques que parten de los que consideran que la creadora asume el enfrentamiento a la Revolución desde propias concepciones éticas, profesadas con independencia, punto de partida que es cuando menos una ingenuidad que desmienten los propios padres fundadores de la CIA, quienes sustentaron como principio para sus campañas de manipulación que “el tipo de propaganda más efectiva”, aquella en la que “el sujeto se mueve en la dirección que uno quiere por razones que piensa que son propias” contra Cuba. (La CIA y la Guerra Fría Cultural. Frances Stonor Saunders. Editora Política, Pag. 17 y 18.)

Es improbable que la artista que comparte el mismo adversario —el socialismo cubano con la nación norteña— escape de esa fuerza de gravedad hacia el control y hegemonismo que ejercen las poderosas agencias oficiales estadounidenses en sus campañas de guerra cultural contra Cuba desde el propio triunfo de la Revolución en 1959.

Por otro lado, juzgar a la artista y etiquetarla, sin más, como el Frankestein creado por las agencias oficiales de Estados Unidos, es una simplificación que no contribuye al análisis y denuncia de la compleja operatoria de las acciones contra la cultura nacional que realizan los órganos de subversión estadounidenses contra la Isla.

Formación en Cuba y EE.UU.

Tania Brugueras egresó de la Academia San Alejandro y del Instituto Superior del Arte (ISA) y transitó con éxito por el sistema institucional, también creado por la Revolución, que le facilitó su proyección internacional, básicamente en los espacios de la Bienal de La Habana, que la dio a conocer en los circuitos internacionales del arte contemporáneo desde la década de 1990.

Mientras, en el país se convirtió en una figura del perfomance y especialista en sus orígenes, tendencias y aplicación renovadoras, conocimientos que impartió como profesora en el ISA al frente de la Cátedra de la Conducta, creada bajo su iniciativa, e inclusive fue laureada con la Distinción por la Cultura Nacional que entrega el Ministerio de Cultura de Cuba en 2001.

Su proyecto de vida lo dividió entre largas estancias en Estados Unidos y la continuación de su vida artística en la Isla y sus clases en el ISA, sin ser afectada por las limitaciones impuestas por Estados Unidos al intercambio cultural entre ambas naciones, sobre todo durante las administraciones del presidente George Bush.

En ese contexto de inicios de este siglo, sus performances críticos, al margen de algunas incomprensiones puntuales, no fueron enfrentados por campañas de persecución institucionales, que rememoraran una especie de resurrección del realismo socialista sepultado años atrás junto con los restos de la URSS, como hubieran querido algunos veteranos de las victoriosas cruzadas culturales contra el socialismo real europeo.

Para entonces, en su país la artista tendría garantizada una larga carrera hasta la madurez y más allá divulgando y ejerciendo el arte conceptual. Aunque como se demostró ese destino no estaban dentro de sus planes.

¿Rompimiento inducido?

Tania participó durante la Décima Bienal de La Habana (2009), en el Centro Wifredo Lam, con la obra El susurro de Tatlin y como era habitual la institución apoyó la producción que incluyó el préstamo o contratación de una tribuna oficial de las utilizadas en los grandes actos en el país, que sería el centro del simbolismo inverso que la artista imprimió al proyecto.

Esta vez, no se embarcó en exposiciones de metáforas más o menos implícitas y convirtió literalmente el espacio del Wifredo Lam en retablo para que miembros de organizaciones contrarrevolucionarias atacaran el proceso revolucionario como oradores desde el estrado alegórico, con la complacencia de un grupo de estudiantes y jóvenes artistas que participaron en la acción, en un hecho que anticipó el plantón frente al MINCULT once años después el 27 de noviembre de 2020.

Bruguera realizó su intervención enmarcada en un período muy sensible que empezó el 30 de julio de 2006, al anunciarse la grave enfermedad del máximo líder cubano Fidel Castro y su alejamiento del poder, lo que puso a prueba el corolario de la política de Estados Unidos contra Cuba que aseguraba que en esas condiciones era inevitable que comenzará la cuenta regresiva de la Revolución, lo cual fue un desafío a la comunidad de inteligencia de Estados Unidos a no esperar con los brazos cruzados.

Las provocaciones se comenzaron a forzar el mismo 30 de Julio, cuando unos diplomáticos espías de la embajada estadounidense en La Habana, recurrieron al líder de un grupo de jóvenes intelectuales, el escritor y profesor Raúl Capote, en realidad agente de la seguridad cubana, para que se lanzara a la calle a mover su organización junto a los grupúsculos hacia la confrontación en el sector cultural, estudiantil y profesional para desestabilizar la sociedad por medio de una línea de actuación tomada al pie de la letra de los manuales de las llamadas “revoluciones de colores”.

Revolución de colores en Jibacoa

Mientras que el “susurro” terminaba en escándalo mediático, otra alucinante operación avanzaba secretamente desde el 2006 bajo la dirección de la USAID, instrumento de la CIA, montada sobre un festival musical anual realizado en la zona de Playa Jibacoa, denominado La Rotilla, que implicaría a sectores de la juventud, en una sublevación anti socialista con la colaboración directa de activistas serbios, enviados estadounidenses y latinoamericanos quienes en el terreno intentaron incitar otra movida contrarrevolucionaria desde el evento para lo cual compraron, reclutaron, confundieron y manipularon a jóvenes y artistas, incluyendo al propio líder del proyecto  el productor Michel Matos.

Los detalles de este intento fueron publicados extensamente en el 2014 por una investigación de la agencia de noticias AP, de fácil consulta en Google, que se fundamentó como una crítica al mal manejo de la USAID respecto a la operación.

Permanece la incógnita sobre esta denuncia: ¿Acaso se permitió hacer pública la investigación para que se aplicaran acciones penales contra los implicados y sirvieran como víctimas propiciatorias, tan necesarias para escalar las campañas mediáticas y operaciones agresivas? Aunque las autoridades cubanas no se dejaron provocar y el asunto solo fue expuesto en los medios cubanos como ejemplo de los métodos de subversión estadounidenses contra la juventud cubana.

No obstante, ese legado de acciones encubiertas no se perdió del todo y Michel Matos repitió la experiencia como uno de los líderes fundadores del llamado Movimiento San Isidro, junto a Tania Brugueras, y ambos trasladaron a sus seguidores las prácticas de cuando el primero colaboraba con la USAID y la CIA y fue dejado colgado de la brocha por la AP, y la segunda fungió como dama de ceremonia en aquel escándalo con tribuna incluida.

Estos tres ejemplos de intentos provocadores: El susurro… protagonizado por Tania, la organización del profesor Capote, y el Festival La Rotilla, de Matos, resultaron réplicas de una misma estrategia que adoptaron las agencias oficiales estadounidenses y sus subordinados de siempre, la derecha anticubana y la contrarrevolución interna.

Desde entonces, las acciones subversivas principalmente en el sector de la cultura no parecen regirse por planes de largo aliento y son inspiradas en un febril síndrome de actuación para fomentar desafíos al Estado cubano, a como diera lugar, para obtener resultados en tiempo real y vía Internet para contribuir al supuesto desmontaje del sistema cubano.

A la derecha del Chevrolet de Obama

En el 2014, Tania Bruguera subió nuevamente a la cresta de la ola mediática con otra versión del susurro de Tatlin, pero esta vez en la Plaza de la Revolución el 30 de diciembre de ese año, fecha para la que conminó a tomar las calles para sublevarse contra el sistema a pocos días después de hacerse público el 17 de diciembre de 2014 los acuerdos del dialogo secreto entre Cuba y EEUU para normalizar las relaciones bilaterales.

Fue otro proyecto de la artista que coincidió con la ultraderecha de Miami y la interna, que tildaron las conversaciones poco menos que de una traición y ratificaron su filiación a la línea de la confrontación y el apoyo al bloqueo económico, comercial y financiero para provocar la desesperación y el hambre en el país, que condujeran a los disturbios sociales.

Es conocido que el presidente Barack Obama consideró obsoleta esa política y para ese cambio de estrategia invocó a todos los métodos del llamado soft power, que se basan esencialmente en el terreno de lo cultural, la propaganda y lo simbólico, donde eran actores importantes los artistas e intelectuales afines, cambio que sorprendió a Tania Brugueras muy comprometida con la vieja escuela.

Durante el corto deshielo en las relaciones Cuba-EE.UU. se llegó en tiempo récord a la reapertura de las respectivas embajadas en Washington y La Habana. En la capital cubana se alardeó con el uso de los símbolos en la ceremonia de la sede estadounidense, con elementos del performance al incluir vistosos Chevrolet de los últimos años del período pre revolucionario, colocados en lugares de privilegios para las cámaras, para enaltecer la nostalgia por los “buenos tiempos” que acabaron con la Revolución.

El espectáculo era completado con la presencia del anciano marine, portador de la bandera estadounidense en la sede, la cual custodió en el momento del rompimiento y que devolvió con sus manos a su lugar original en el asta del edificio.

Pero no hubo tiempo para muchos conflictos de intereses para Tania Bruguera, porque el sucesor de Obama en la Casa Blanca en 2017, Donald Trump, lo simplificó todo al ratificar la línea dura que llevó a niveles sin precedentes, para satisfacción de los fósiles de Miami y sus extensiones en la Isla.

En ese contexto, Brugueras continuó con sus acciones de influencia y promoción de organizaciones y agrupamientos llamados independientes entre jóvenes creadores para debilitar la influencia del sistema institucional en la cultura.

En el 2016, inauguró INSTAR (Instituto de Artivismo Hannah Arendt) con consignas relativas a la restauración del sistema burgués en Cuba y con el fin de cerrar fila en el espacio de la tradicional contrarrevolución organizada, atendida y dirigida por los diplomáticos estadounidenses en La Habana, aunque ella se auto denomina de izquierda.

Sin embargo, mantiene como su principal campo de acción los sectores de la joven creación cultural, donde a pesar de su radicalización logra espacios de influencia gracias a su capacidad de manipulación de problemáticas del sector a partir de su condición de artista.

La triangulación de la NED, Tania y la conexión colombiana

En 2018, la National Endowment for Democracy (NED), otra extensión de la CIA para repartir apoyos de todo tipo a las operaciones encubiertas, destinó 55 mil dólares para promover el cine independiente en Cuba y Tania Brugueras poco después tomó su cheque de rebote y ese mismo año convocó a un concurso de cortometrajes, con el objetivo de promover también a jóvenes cineastas opuestos al sistema cubano, con 15 mil CUC de fondo.

En consecuencia, realizó un concurso el 7 de marzo 2019 y entregó por primera vez los premios para el Audiovisual Cubano 2019, consistente en 5 mil CUC destinados a las obras contra el sistema cubano y anunció la celebración de eventos similares de forma anual.

Coincidentemente, en octubre de 2018 se creó el Programa Cuba de la Universidad Sergio Arboleda de Colombia, de tradición derechista y según la página digital de esa institución se dirigió una solicitud de colaboración a la National Endowment for Democracy NED “para la creación de un programa que defendiera y promoviera la libertad y la democracia en Cuba” que fue apoyada por esa institución con 85,000 dólares.

También en 2019, la “Sergio Arboleda” llevó adelante por primera vez un Festival de Cine por la Democracia, para el desarrollo de los cineastas independientes en Cuba.

En noviembre de 2020 se realizó de forma virtual, a causa de la pandemia, la segunda edición del evento con la participación de Ricardo Figueredo, Carlos Lechuga, Miguel Coyula y José Luis Aparicio, quienes también integran el proyecto de Tania Brugueras.

Sobre el sector de la joven cinematografía se desarrolla un sistema de influencia para que algunos de sus integrantes asuman posiciones de liderazgo cada vez más alejadas de la política cultural de la nación, que en el terreno son apoyados por el Instituto de Artivismo Hannah Arendt y su promotora, mientras que la Universidad Sergio Arboleda los promueve y estimula, todo bajo la atenta supervisión de la NED que con su dinero es el factor principal de este circuito, sin contar otras instituciones acopladas al gran aparato de guerra cultural estadounidense empleado contra la cultura cubana.

El decreto Ley más insólito del mundo

Para 2018, resulta algo dificultoso actualizar como matriz de las campañas contra la política institucional la bandera del llamado quinquenio gris tratado hasta el cansancio en debates, publicaciones y rectificado durante cerca de medio siglo de trabajo institucional.

Pero ese fantasma volvería a sobrevolar el entorno ahora ejemplificado por las campañas mediáticas cuando se da a conocer el Decreto Ley 349, que buscaba enfrentar la ofensiva de mal gusto, indecencia y corrupción que se manifestaban en algunas expresiones artísticas especialmente en la música, con regulaciones y ciertas prohibiciones, lo cual fue suficiente para que de una mal intencionada interpretación del texto se generalizara la aviesa versión que esa iniciativa legal perseguía poner una mordaza a la creación intelectual inspirada en un tardío realismo socialista.

Para Tania Brugueras fue el momento oportuno para asumir la denuncia del supuesto programa represivo y convertirse en el centro de la campaña mediática que se levantó con fuerza de ciclón para desacreditar al país.

No bastó para amainar aquel vendaval de mentiras que la dirección del MINCULT explicara, prácticamente de forma personalizada a todo el gremio, la verdadera intención del decreto ley y se reconocieran evidentes imperfecciones en su elaboración y que inclusive la iniciativa terminara en un letargo jurídico para su aplicación, algo insólito de concebir si realmente se tratara de una voluntad estatal centralizada para imponer una política represiva, según presentaba la propaganda que aireaba a los cuatro vientos Tania y su equipo.

Aquella corriente anti decreto 349 sirvió como uno de los pretextos para la creación del llamado movimiento San Isidro, formado por algunos creadores y muchos elementos anti sociales, todos bajo la batuta de Tania Brugueras.

El capitán araña de la “tormenta perfecta”

Durante el 2020, se incrementó el bloqueo a Cuba afectando los planes de desarrollo y fue soporte de una ofensiva subversiva sobre el medio cultural en un contexto de sensibles procesos de transformaciones del Estado Cubano y de renovación de los máximos cargos del Estado y el Gobierno y nuevamente, como en el difícil 2006, el viejo fundamento de la imposibilidad de la existencia del proyecto socialista cubano más allá de la vida de sus fundadores movilizaba las esperanzas del imperio de una restauración capitalista en la Isla.

Además, un aliado inesperado: la pandemia de la Covid-19, se sumó a esos planes y paralizó por causas obvias la principal entrada de divisas al país por el cierre del turismo y de otras fuentes esenciales, mientras el Estado debía asumir grandes gastos y esfuerzos para hacer lo posible y lo imposible para salvar al país de la terrible enfermedad.

Ese fue el momento de lanzar todas las fuerzas de la contrarrevolución al escenario de la cultura y conformar un frente amplio para avanzar en la vieja aspiración de extender los tradicionales grupúsculos al medio intelectual, como primer paso a su generalización en la sociedad.

De Miami vinieron los mensajes y convocatorias de personajes impresentables que claman por la violencia, el ultraje a símbolos patrios y los actos vandálicos por una paga mercenaria, consigna reproducida entre integrantes del llamado movimiento San Isidro, que públicamente apoya una invasión de Estados Unidos.

Así, un vocinglero de la televisión de Miami, como capitán araña, la emprendió públicamente contra Tania Brugueras por que según él, romper con el acuerdo de seguir con la provocación el 27 de noviembre pasado y “mandar a la gente para la casa” después de dialogar en el MINCULT, sin ocultar en el responso el tono de la ultraderecha contra los que tildan de “dialoguero con el régimen comunista”, aunque al parecer la disciplinada artista no aportó más motivos para otro llamado a la atención quizás en aras de la “unidad” del movimiento.

La principal lección

Esta forma de evidente subordinación de esos reales o supuestos creadores con la línea terroristas hizo añicos la teoría que propugnaba una “tercera opción” equidistante de los extremos de Miami y de La Habana y protagonizada por componentes de la intelectualidad crítica y otros sectores capaces de servir como una “oposición leal” al sistema cubano.

Hasta el propio agente de la CIA, Carlos Alberto Montaner, en la década de 1990 promovió esa tesis siguiendo indicaciones de la estrategia del momento y trató de ganar espacio entre la intelectualidad para que jugara un supuesto papel de garante para la “transición civilizada” al capitalismo en la Isla que evitara los excesos de la ultraderecha de Miami, la cual clamaba por días de licencia para matar, cuando creía inminente la caída de la Revolución tras la desaparición de la URSS.

En pocos días el accionar de los nuevos intentos provocadores se hizo evidente que quien manda a la contrarrevolución que pretende establecerse en la cultura es la de siempre, la dirigida desde Washington y Miami y ante la que sus servidores instruidos se subordinan sin sonrojo por haber quedado reducido su papel al de marionetas segundonas.

En consecuencia, la lección más importante que arrojan los acontecimientos de protestas frente al MINCULT, es que solo existen dos campos: los que actúan para volver a Cuba a su condición de semi colonia del imperio a como dé lugar, y los que luchan  por mantener una patria libre e independiente de su adversario histórico, premisas únicas para definir la posición de cada quien, al margen del talento, formación académica y prestigio artístico que posean, cualidades con las que puedan defender a la Patria o ejercer con más eficiencia en el bando de sus enemigos, y que evidencian con demasiada elocuencia  a quien realmente sirve la artista de la plástica Tania Bruguera.

Tomado de: Red en Defensa de la Humanidad

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¿Filantropía o mercenarismo? Legionarios de Goliat (II)

Por Ernesto Limia Díaz @ErnestoLimia

En su nota publicada en El Toque, Laura Tedesco y Rut Diamint siguen los consejos de Richard Youngs y a codazo limpio tratan de eludir el tema del financiamiento que han recibido de Open Society y de otras instituciones que a su vez son subcontratadas por los contratistas de la NED y la Usaid.

Fue con dinero de Open Society que entre 2009 y 2012 realizaron un trabajo de investigación sobre líderes políticos en Argentina, Colombia, Ecuador, Uruguay y Venezuela. Se entrevistaron con 285 políticos, incluidos expresidentes, exvicepresidentes, vicepresidentes en ejercicio, alcaldes, alcaldesas, diputados, senadores, líderes de partidos políticos, periodistas y dirigentes sindicalistas. Los resultados les permitieron publicar en 2015 en Londres un libro panfletario en el que todos los dirigentes más radicales del progresismo, a pesar de haber llegado a la presidencia en elecciones democráticas, son “conceptuados” de usurpadores. No escapa ninguno: Néstor Kirchner y Cristina Fernández, Rafael Correa y Hugo Chávez; a Nicolás Maduro le suben la parada y lo tachan de “dictador”.

Ya estaban preparadas para empeños mayores y recibieron fondos para el proyecto “Diálogos sobre Cuba”. Desde 2016 han estado cuatro veces en la Isla y visitaron La Habana, Cienfuegos y Santa Clara; a su vez, en 2016 y 2018 asistieron a las conferencias anuales del Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI) Raúl Roa García. Todavía les quedó suficiente dinero para organizar conferencias en Buenos Aires, Miami y Madrid, en el camino trazado para agilizar eso que nuestros adversarios han dado en llamar la “transición democrática” —o sea, el regreso de Cuba al capitalismo—. No hablan del origen de esos fondos; pero los resultados de sus trabajos salen demasiado a menudo en Open Democracy y Nueva Sociedad —revista de la Fundación Friedrich Ebert, vieja tapadera de la CIA y la NED—.

En la referida nota intentan velar sus propósitos, o —para ser más exactos— el de sus contratistas: “No promovemos el aniquilamiento, sino el diálogo, la reconciliación aun en escenarios complejos”, dicen. ¿Les habrán preguntado a Marco Rubio y a la ultraderecha de la Florida si aspiran a algún tipo de reconciliación? No creo que batistianos y neofascistas piensen en ello, pero la esencia de lo que sí piensan estas dos legionarias que pretenden dar lecciones queda expuesta en breves líneas de su texto: “¿A qué le tienen miedo? Sabemos que la pérdida del statu quo va a significar la desaparición de los privilegios para algunos, eso es una revolución viva. Esta revolución moribunda, como es evidente, solo sirve a unos pocos” (Tedesco y Diamint, 2021). O sea, la nuestra es una “revolución moribunda” que “solo sirve a unos pocos”. Ellas trabajan para hacer la que aprendieron con Richard Youngs: la de “colores”.

Laura Tedesco y Rut Diamint mienten cuando esgrimen que sus conferencias en Miami, Buenos Aires y Madrid —en medio de la arremetida de la administración Trump— son para debatir el rol de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y no persiguen el interés de aniquilarlas en el plano simbólico. Algunas de sus publicaciones previas al evento muestran lo contrario.

“De militares a gerentes. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias en Cuba” (Nueva Sociedad, no. 278, noviembre-diciembre, 2018)

Tanto en su rol militar como económico, los miembros de las FAR han sido el ángel custodio de la Revolución. Como tal, se han mantenido invisibles, fieles a los hermanos Castro y al imaginario revolucionario, dispuestos a servir tanto en misiones internacionales como en la agricultura cubana o detrás de escritorios de empresas turísticas.

[…] hay preguntas que son importantes en la Cuba actual: en un contexto en el que la amenaza de invasión estadounidense se desdibuja, ¿cuál es el rol de las FAR? Por varias razones, a los gobernantes cubanos, incluyendo al actual presidente Díaz-Canel, les conviene seguir viviendo en el enfrentamiento de la Guerra Fría. En varios sentidos, la Revolución Cubana, especialmente su ala más conservadora, está más cómoda con Donald Trump en la Casa Blanca que con Barack Obama. Este statu quo evita la incertidumbre del cambio.

Hay una contradicción que vale la pena resaltar. Los mismos militares que siguen pensando el mundo desde la lógica de la Guerra Fría se han reconvertido en empresarios que negocian con extranjeros. Su rol para defender la Revolución es, actualmente, asegurar la entrada de divisas. Han aceptado una apertura controlada en lo económico, pero en lo político y en lo militar su pensamiento histórico sigue intacto.

La ausencia de Fidel y un Raúl octogenario abren muchos interrogantes sobre el rumbo futuro de la fidelidad de los miembros de las FAR, la forma de resolver las diferencias entre “fidelistas” y “raulistas” o qué condiciones impulsarán a las FAR a ser agentes de cambio u obstáculos para las transformaciones que proponga el gobierno de Díaz-Canel.

[…]

Las FAR siguen inmersas en la Guerra Fría tanto en sus doctrinas como en su armamento y su manera de entender el mundo. Por razones estratégicas, la mayoría de sus integrantes no habla con extranjeros y solo se relaciona con cubanos para repetir las glorias de los primeros años de la Revolución. No publican su presupuesto, ni cifras de personal. No hay estadísticas. Ni fotos. No son visibles. Y el analista que intenta estudiarlas termina preguntándose si realmente existen hoy unas FAR o simplemente hay un grupo de hombres y mujeres con entrenamiento militar que cumplen funciones en el terreno económico en un país un tanto a la deriva, estancado y cada vez más solo.

“Cuba ¿final a la deriva?” (Open Democracy, 2 de mayo, 2019)

La sobrevivencia eterna de la revolución es una utopía que ni los propios generales de las FAR pueden creerse. Es posible no sepan cómo salir. Ni cómo protegerse a sí mismos en un proceso de cambio.

Díaz-Canel podría ir ya preparando su transformación a reformista o su discurso de despedida. Cuba necesita un líder que surja de las instituciones cubanas (¿quizás un miembro de las FAR, una de las instituciones más respetadas por los cubanos?), capaz de dialogar con el régimen y con los que ya están agotados del régimen. Un líder que quiera reconciliar el pasado con el futuro, que entienda e incluya a la diversidad de la sociedad cubana. Que no quiera rendirse a los pies de los Estados Unidos, pero tampoco condene a las próximas generaciones a las penurias y limitaciones del actual sistema cubano. La historia de la revolución cubana con sus luces y sombras merece, por lo que representó en la región, frente a los avances imperialistas de Estados Unidos durante la guerra fría, un final respetuoso y digno. Mientras contemplamos la larga agonía venezolana, podríamos ir aprendiendo cómo evitarla.

 “Cuba, la pandemia y las FAR” (Nueva Sociedad, julio, 2020)

Cuba se distingue de la mayoría de los países latinoamericanos porque sus Fuerzas Armadas no han estado involucradas en violaciones de derechos humanos y mantienen un alto nivel de popularidad. Sin embargo, existe una mirada crítica hacia los altos mandos de las FAR por considerarlas las dueñas de la economía [sic], especialmente por su manejo casi exclusivo del sector turístico. Las clases sociales que la Revolución intentó borrar del mapa cubano están bien determinadas en una de sus instituciones más emblemáticas: los altos mandos de las FAR se han convertido en empresarios capitalistas, y los mandos medios y bajos (aún más los soldados que realizan el servicio militar) representan al pueblo cubano. Es importante hacer esta distinción para poder descifrar las opiniones de los entrevistados y de las publicaciones oficiales e independientes sobre el rol de las Fuerzas Armadas durante esta pandemia.

[…]

Las misiones médicas que el gobierno ha enviado al exterior se confunden, a veces, con las FAR. Un artículo en France 24 recordaba que Fidel Castro aseguraba en 1998 que ningún profesional sanitario sería alfil político de su gobierno por el mundo. “Nuestros médicos no se mezclarán lo más mínimo en asuntos de política interna. Serán absolutamente respetuosos de las leyes, tradiciones y costumbres de los países donde laboren. No tienen por misión propagar ideologías”. Es difícil constatar si todos los miembros de las brigadas médicas son simultáneamente activos de las FAR. En junio pasado, un médico de la misión en Andorra, capitán del Ejército, abandonó la misión justo antes del regreso a Cuba. Se supone que ha solicitado asilo en España, pero no hay información en los medios sobre su paradero. El médico era un miembro activo de las FAR y jefe de la misión.

Aunque las medidas adoptadas en Cuba responden a una situación de emergencia y son similares a las que han acordado muchos otros países, hay un vacío legal respecto a regular la participación de las FAR, y existe una tradición del régimen de ajustar sus políticas con el auxilio de unas Fuerzas Armadas seleccionadas por su lealtad a la Revolución.

[…]

Hoy, la crudeza de la vida cotidiana hace desaparecer la energía para pensar en otras cuestiones. Lo urgente, resolver el día a día, se lleva todo por delante. Quizás por eso la COVID-19 no figura entre los titulares. Podríamos concluir que la pandemia no parece ser un grave problema de salud pública en Cuba como sucede en Brasil, México o Argentina. La consecuencia más inmediata es que, en Cuba, la jerarquía de las Fuerzas Armadas continúa asegurando sus privilegios, ahora encumbrados merced a las tareas sanitarias. Gracias a las dificultades económicas vinculadas a la COVID-19, las FAR refuerzan su poder económico, mientras los cubanos, a quienes la Revolución vino a liberar, sobreviven condenados al desabastecimiento y las colas infinitas.

Después de los acontecimientos de noviembre —y en correspondencia con la hoja de ruta trazada por Youngs—, cuando se calmaban las cosas convinieron en que era momento de pasar a un escalón superior y el 11 de diciembre de 2020 publicaron un nuevo artículo en Open Democracy: “En Cuba, el unicornio azul se perdió, la Revolución también”. Mienten una y otra vez para brindar legitimidad a los personajes de la piyamada de San Isidro, a la vulgaridad que condiciona las actividades de muchos de ellos y su orientación anexionista; para pasar por alto el acto de desacato del marginal procesado penalmente, quien en un video grabado por él mismo declaró a Trump su presidente, y con posterioridad confesó sus vínculos con un individuo que organiza actividades terroristas contra Cuba desde el territorio de Estados Unidos. Tampoco dicen que uno de sus integrantes —el 27 de enero volvió a la carga en el Ministerio de Cultura— solicitó la intervención armada del ejército yanqui; ni que desde el terreno —en franca violación de los preceptos de la Convención de Viena para las relaciones diplomáticas— Timothy Zúñiga-Brown condujo la provocación de San Isidro en noviembre de 2020.

Mienten al afirmar que “…los jóvenes cubanos, que sí tienen acceso a las redes, elijen otras vías de información que ya no son las generadas en Miami. Existen medios de comunicación como 14ymedio, El Toque, Periodismo de Barrio, El Estornudo, Diario de Cuba o el podcast El Enjambre cuyos editores y periodistas son jóvenes que viven en Cuba” (Tedesco y Dimint, 10/12/2020). En primer lugar, la mayoría de los jóvenes cubanos es revolucionaria; no pongo en duda que alguno lea sus noticias, pero a estas alturas ya se sabe de qué van; en segundo, porque la retórica de ambas politólogas esconde un pequeño detalle: varios de esos sitios digitales operan fuera de Cuba y en lo que sí coinciden todos es que al igual que los de Miami tienen una orientación ideológica neoliberal y son pagados con los fondos de los programas de cambio de régimen de la Usaid y la NED, por tanto, forman parte de la plantilla editorial del gobierno de Estados Unidos.

Mienten cuando dicen que luego de los hechos de noviembre en el Ministerio de Cultura se produjo en La Habana un despliegue militar para reprimir en caso de manifestaciones. Todo el que conoce a Cuba sabe que fue el pueblo quien enfrentó en el malecón habanero la manifestación contrarrevolucionaria del 5 de agosto de 1994, y que la historia se volvería a repetir ante una nueva edición de un hecho como ese, sin contar que hablan de un grupito provocador con muchas ganas de posar para cámaras y videos y una plataforma mediática para sobredimensionarlo.

Mienten cuando tratan de hacer creer que en Cuba hay un clima de intolerancia y de falta de libertad de creación. Ellas mismas se desdicen en su artículo:

En este punto queremos resaltar que desde 2016 hemos realizado varios viajes de estudio a Cuba y si algo nos había llamado poderosamente la atención había sido la cantidad de obras de teatro con una visión muy crítica de la situación política, económica y cívica. Jóvenes actrices, actores, escritores, directores de teatro o de cortos cinematográficos, fotógrafos, curadores, escultores o pintores encontraban espacios donde expresar su descontento, cansancio con la censura y profunda desilusión con la vida cotidiana y el futuro. Sin embargo, ninguno de ellos se consideraba contrarrevolucionario (Tedesco y Diamint, 10/12/2020).

Como decimos acá: “te peinas, o te haces papelillo”. Queda claro que el proyecto “Diálogos sobre Cuba” tiene un sentido político. Sus autoras están descolocadas acerca de la realidad nacional; de poco les han servido sus visitas. Confunden el interés de un pequeñito segmento con las aspiraciones de un pueblo que lucha por edificar su presente y futuro socialista en condiciones estoicas; sin contar que hace rato dejaron de hacer ciencia para dedicarse al activismo político. Su artículo lo pone en evidencia:

¿Qué actitud han tomado los organismos regionales o internacionales frente a la violencia del Estado sobre los artistas? Según el relevamiento que pudimos hacer, y que seguramente es incompleto, de las 30 publicaciones de mayor prestigio internacional que contaron las agresiones a los miembros del Movimiento San Isidro, de ellas, 22 son de medios de Europa y Estados Unidos y 6 de medios de América Latina. Naciones Unidas no se expresó. Los organismos regionales están paralizados. Incluso, presidentes que se vanaglorian de su defensa de la libertad se quedaron callados. La izquierda latinoamericana parece haberse quedado atrapada en los años 70. Nada de los sucesos que las matrices: Rusia y China, adoptaron para sobrevivir, ha modificado el anquilosado ideal de una revolución fallida. Se escudan en el bloqueo y eso les alcanza para negar los fracasos que cotidianamente abruman a los ciudadanos de Cuba. En contraste, Venezuela centra la atención de medios y de políticos, aunque el sufrimiento y la represión no son muy diferentes en los dos casos.

Mientras tanto, los ciudadanos cubanos viven abrumados por la represión, la dolarización de su economía, la escasez de alimentos, la indiferencia de la región, las sanciones del gobierno norteamericano y un sinnúmero de académicos, periodistas e izquierdistas trasnochados que creen que Cuba ha alcanzado el paraíso socialista (Tedesco y Diamint, 10/12/2020).

En el fondo comprendo que la ofuscación nuble sus sentidos: están en juego su proyecto y su más importante logro en cuatro años: identificar un “joven” dramaturgo, con talento y obra, que se dice revolucionario. Lamento anunciarles que Yunior García Aguilera, camino a los 39 años, ya no es un joven. En cuanto a la condición revolucionaria de este hombre hecho y derecho, al que jamás se le ha censurado una puesta y ha hecho causa común con anexionistas y trumpistas, prefiero remitirme a lo que puso en boca del personaje Cordelia uno de los grandes de su gremio: “El tiempo descubrirá lo que encubren los pliegues de la astucia” (“El rey Lehar”, acto I, escena I).

Bibliografía:

Shakespeare, William: “El rey Lehar”. Obras completas, Aguilar S. A. de Ediciones, Madrid, 1951.

Tedesco, Laura: “De militares a gerentes. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias en Cuba”, Nueva Sociedad (Buenos Aires), no. 278, noviembre-diciembre, 2018.

____________ y Ruth Diamint: “Cuba ¿final a la deriva?”, Open Democracy, 2 de mayo de 2019. Disponible: https://www.opendemocracy.net/es/democraciaabierta-es/cuba-final-a-la-deriva/  (consultado 2 / 1 / 2021).

________________________: “Atrapados en Cuba”, Open Democracy, 18 de febrero de 2020. Disponible: https://www.opendemocracy.net/es/democraciaabierta-es/atrapados-en-cuba/ (consultado 28.1.2021).

_________________________: “Cuba, la pandemia y las FAR”, Nueva Sociedad (Buenos Aires), julio de 2020. Disponible: https://nuso.org/articulo/cuba-la-pandemia-y-las-far (consultado 26.1.2021).

_________________________: “En Cuba, el unicornio azul se perdió, la Revolución también”, Open Democracy, 10 de diciembre de 2020. Disponible: https://www.opendemocracy.net/es/cuba-perdio-la-revolucion/ (consultado 29.1.2021).

_________________________: “La cobardía de la desinformación”, El Toque, 25 de enero de 2021. Disponible: https://eltoque.com/la-cobardia-de-la-desinformacion/ (consultado 25.1.2021).

Tomado de: La Jiribilla

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De patria y cultura en tiempos de Revolución (cuarta parte y final)

Por Ernesto Limia Díaz @ErnestoLimia

El 26 de noviembre de 2020 la oposición contrarrevolucionaria adiestrada en base al manual de Gene Sharp, esa —al decir de Rolando Pérez Betancourt— más escolarizada, y no menos soberbia, lanzó una convocatoria para lanzarse a la calle sin importar las demandas de San Isidro o la liberación del marginal preso por desacato, cuya actitud ante la autoridad policial probablemente lo hubiese conducido a la muerte en el país de sus sueños. Un artista visual dentro de la Isla proclamó en su muro de Facebook que lidiaban con gente torpe del lado gubernamental, que cometían los errores básicos de quien no sabe cómo actuar y asustados porque podían perder la gallina de los huevos de oro en caso de portarse mal —en referencia a la promesa de campaña de Joe Biden de restablecer el curso bilateral de la Administración Obama—; sus “contrincantes” no querían desperdiciar un minuto más, pues la brecha abierta por Luis Manuel Otero Alcántara no iba a ser eterna. Desde un perfil falso, uno de sus vínculos en el exterior anunció la inminencia de una “sentada” de jóvenes con guitarras y canciones para neutralizar el uso de la fuerza, como se hizo —fue él quien lo subrayó— en la “revolución de colores” que derrocó al Gobierno de Eslovenia; tendría un “efecto dominó irrevocable”.

Pueden verificarse en ambos llamados algunas claves del apoyo a las acciones de San Isidro por un segmento sin escrúpulos que aboga por desligar la estética de la ética. Detrás de un supuesto posicionamiento artístico, se encubren intenciones de otro signo. No constituye un fenómeno autóctono: constituyen corrientes que prevalecen cuando la doctrina neoliberal se empeña en extender el “todo vale” como plataforma de la política y el deterioro global de la ética genera el debilitamiento de los valores espirituales y del sentido de la responsabilidad, en una marcha por derroteros esencialmente anticulturales, que nada tienen que ver con el carácter transformador del arte.

Las nuevas formas de colonización cultural están signadas por un deconstruccionismo que aboga por un sujeto vacío, a quien solo importe consumir. Poner al ser humano de rodillas ante el mercado exige vaciar de contenido la historia y los símbolos de cada nación. Han avanzado en ese camino por todo el orbe; mas para hacerlo en Cuba necesitan desmantelar una espiritualidad de hondas raíces patrióticas.

En una guerra de símbolos en la que el conocimiento y la razón sacan la peor parte y se legitima el divorcio entre la ética y el arte, y —lo que tiene una mayor connotación— entre la ética y el ejercicio de la política, son presentados como paradigmas quienes juegan dentro de las reglas del mercado y sus pautas de socialización, marcadas por el individualismo desenfrenado. En nombre de un modelo de democracia política que preconiza la ley de la jungla, se avasallan la democracia económica y la justicia social. La doble moral y el hedonismo se erigen en menoscabo de la conciencia social.

Hasta el presente la vanguardia artística e intelectual cubana constituye un referente popular de gran significado, lo cual le permite a la Revolución enfrentar esas tendencias degradantes. Ello condiciona que la política de subversión ideológica de Estados Unidos apunte a abatir nuestra institucionalidad: “Desmantelarla equivaldría a liquidar la política cultural y a dejar en manos del mercado el establecimiento de jerarquías y modelos” (Prieto, 2017: 169), de ahí que la Usaid, la NED y Open Society marchen de la mano. “…los pueblos que enajenan su tradición, y por manía imitativa, violencia impositiva, imperdonable negligencia o apatía, toleran que se les arrebate el alma, pierden, junto con su fisonomía espiritual, su consistencia moral y, finalmente, su independencia ideológica, económica y política”, advierte el Papa Francisco:

Un modo eficaz de licuar la conciencia histórica, el pensamiento crítico, la lucha por la justicia y los caminos de integración es vaciar de sentido o manipular las grandes palabras. ¿Qué significan hoy algunas expresiones como democracia, libertad, justicia, unidad? Han sido manoseadas y desfiguradas para utilizarlas como instrumento de dominación como títulos vacíos de contenido que pueden servir para justificar cualquier acción (Papa Francisco, 2020: 5).

El grupito de San Isidro fue evacuado en la noche del 26 de noviembre a instituciones de salud, como medida de prevención por la COVID-19. ¿Dejaría la Administración Trump escapar la oportunidad?, ¿la operación articulada en Washington se desinflaba?, ¿lo dejarían todo así? Para conocer lo que determinó el gabinete de crisis tendríamos que leer un informe desclasificado por la CIA o quizás Elliot Abraham lo confiese en sus memorias, ¿quién sabe? Pero no deja de llamar la atención que a la mañana siguiente —o sea, el 27 de noviembre— apareciera en la sede del Ministerio de Cultura una docena de artistas para exigir una reunión inmediata con el ministro, sin agenda. ¿Quién los encabezaba? Ah, cosas del destino: el dramaturgo que asistió al taller de Sant Louis University.

Una vez instalados supieron qué teclas marcar. Poco a poco se nutrió el grupo hasta llegar a una concurrencia de trescientas personas: se sumaron el ya citado artista visual con su gente y los “disidentes empresariales ávidos de desembolso en efectivo”, como los califica Fulton Armstrong, excoordinador de Inteligencia Nacional para América Latina de Estados Unidos. También —los iniciadores sabían cuánta legitimidad brindarían a la maniobra—, jóvenes inconformes con la gestión de las instituciones culturales, que reclaman mayor intercambio acerca de temas controversiales no agotados, así como artistas y escritores —jóvenes y no tan jóvenes— interesados en dialogar sobre aspectos que Abel Prieto definió en un artículo publicado en Granma: “…cómo consolidar los vínculos entre creadores e instituciones, sobre manifestaciones experimentales del arte que aún no han sido suficientemente comprendidas, sobre la imprescindible función crítica de la creación artística, sobre el «todo vale» de la visión postmoderna, sobre la libertad de expresión y otros muchos temas” (Prieto, 2020: 8).

Ya en la tarde estos dos grupos —o sea, los jóvenes inconformes y los artistas y escritores interesados en un mayor diapasón del diálogo con las instituciones— eran la gran mayoría de los congregados. A ellos habrían de añadirse los curiosos por lo que acontecía y algún que otro de agenda socio-liberal a la caza de una oportunidad. A uno de estos últimos no le fue posible controlar el exceso de entusiasmo y escribió que esto apenas comenzaba; no había antiguas zonas de confort a las que agarrarse, mucho menos consignas. Poco le faltó para decir que el futuro anunciado en los 90 del siglo pasado por la contagiosa canción de Willi Chirino: “Ya viene llegando”, por fin aparecía, el día menos pensado: 27 de noviembre, una fecha que en la tradición juvenil revolucionaria se dedica a honrar a los ocho estudiantes de Medicina. Tradujo al inglés en su muro de Facebook lo observado y sus apreciaciones, en tiempo real. ¿A quién le reportaba? Él sabrá.

Durante varios meses se gestó un clima enrarecido en Internet, con una intensa carga emocional. Se trataba de quebrar la confianza que ha cohesionado a la sociedad cubana; poner a la defensiva a nuestra gente. Una narrativa desintegradora pretendía establecer en el imaginario popular la existencia de dos lados yuxtapuestos: “ustedes”, esbozado mediante una retórica corrosiva hacia los cuadros, funcionarios y directivos del Partido, el Gobierno, las instituciones gubernamentales y la sociedad civil que se ha dado la Revolución. Del otro: “nosotros”, circunscrito a la contrarrevolución externa e interna; un segmento de académicos e intelectuales decepcionados del socialismo, la mayoría asentada en el exterior; otro dentro de esos dos mismos sectores que reside en la Isla y se manifiesta agotado por el esfuerzo que implica nadar a contracorriente —algunos de ellos en su defensa acuden a la marchita tesis de la “revolución traicionada”—; lo más importante, todo el que quisiera sumarse a los legítimos —según la matriz tendenciosa— exponentes de la sociedad civil.

Facebook, Twitter, WhatsApp y Telegram maximizaron el eco de la campaña a un nivel sin precedentes. En la nube se pierden las fronteras y se torna difícil —no imposible— establecer de quiénes en verdad parten los reclamos y dónde se hallan. Nada novedoso. Esa ingeniería mediática como soporte de las acciones desestabilizadoras la ensayó Estados Unidos en las “revoluciones de colores” este-europeas en la década de 1990 y en los levantamientos de Asia y Medio Oriente tras la crisis global de 2008. “…todos los post que salían al abrir la aplicación de Facebook en mi celular mostraban indignación, rabia, desespero, impotencia. En menos de media hora ya se habían creado tres grupos de WhatsApp y dos de Telegram donde decenas de amigos y colegas se conectaban para canalizar voluntad e indignación y «hacer algo»; de eso se trataba, «hay que hacer algo», decían”, escribió para El Universal de México una periodista pagada por la NED, cofundadora de 14yMedio (Escobar, 2020). Exacerbar los ánimos hasta el extremo forma parte del guion. Un experto en este tipo de guerra, Manuel Castells, lo describe. Por su valor ilustrativo, cito en extenso:

Desde el punto de vista de los individuos, los movimientos sociales son movimientos emocionales. La insurgencia no empieza con un programa ni una estrategia política. Esto puede surgir después, cuando aparecen líderes dentro o fuera del movimiento para promover los programas políticos, ideológicos y personales que pueden o no relacionarse con el origen y las motivaciones de los participantes en el movimiento. Pero el big bang de un movimiento social empieza con la transformación de la emoción en acción. Según la teoría de la inteligencia afectiva, las emociones más importantes para la movilización social y el comportamiento político son el miedo (una emoción negativa) y el entusiasmo (una emoción positiva). […] para que surja el entusiasmo y la esperanza, los individuos tienen que superar la emoción negativa resultado del sistema de la evitación: la ansiedad. La ansiedad es una respuesta a una amenaza externa sobre la que la persona amenazada no tiene control. Por lo tanto, la ansiedad lleva al miedo y tiene un efecto paralizante. La superación de la ansiedad en un comportamiento sociopolítico a menudo es resultado de otra emoción negativa: la ira. La ira aumenta con la percepción de una acción injusta y con la identificación del agente responsable de ella. Las investigaciones neurocientíficas han demostrado que la ira está asociada a un comportamiento que asume riesgos. Cuando el individuo supera el miedo, las emociones positivas se imponen a medida que el entusiasmo activa la acción […].

No obstante, para que se forme un movimiento social la activación emocional de los individuos debe conectar con otros individuos. Para ello requiere un proceso de comunicación de una experiencia individual a los demás. Para que un proceso de comunicación funcione, hay dos requisitos: la consonancia cognitiva entre emisores y receptores del mensaje y un canal de comunicación eficaz. La empatía en el proceso de comunicación está determinada por experiencias similares a las que motivaron el estallido emocional original. En concreto: si muchos individuos se sienten humillados, explotados, ignorados o mal representados, estarán dispuestos a transformar su ira en acción en cuanto superen el miedo. Este miedo lo superan mediante la manifestación extrema de la ira en forma de indignación cuando tienen noticia de que alguien con quien se identifican ha sufrido algo insoportable (Castells, 2013: 30-32).

En 62 años los adversarios de Cuba no se han dado un día de vacaciones como difusores de la confusión y la mentira. Estados Unidos ha invertido fondos multimillonarios para articular una plataforma entre los medios tradicionales y las nuevas formas de comunicación en las redes sociales de Internet. Resulta poco coherente minimizar el efecto de sus campañas, es por eso difícil de explicar que hasta el 28 de noviembre no se produjera una respuesta adecuada en materia de comunicación a lo que ocurrió en San Isidro. Faltó oportunidad en la denuncia de los personajes de la piyamada: la vulgaridad que condiciona las actividades de muchos de ellos, su proyección anexionista y afiliación a la agenda neofascista de Trump, el vínculo del marginal procesado penalmente con individuos que organizan actos terroristas contra la Isla desde el territorio de Estados Unidos, el llamado de uno de sus integrantes a la intervención militar del ejército yanqui y la conducción desde el terreno por Timothy Zúñiga-Brown —en franca violación de los preceptos de la Convención de Viena para las relaciones diplomáticas.

Frente a la campaña desatada por el equipo anticubano del gabinete de Trump, la ausencia de una respuesta pronta y convincente en el orden de la comunicación política generó cierta confusión entre no pocos tanto al interior de la Isla como en el exterior. Al no disponer de todos los elementos, algunos artistas e intelectuales honestos llegaron a sensibilizarse con los mercenarios victimizados. Y —como ya se apuntó en este texto— algún que otro personajillo enajenado llegó a proclamar que el Gobierno Revolucionario se hallaba atolondrado.

A mi modesto juicio, ello pudo propiciar que Elliot Abraham y su gabinete de crisis tomaran como un gesto de debilidad la decisión de las máximas autoridades del Ministerio de Cultura —junto a directivos de la Uneac y la AHS— de conversar durante cuatro horas con una representación diversa de los congregados en las afueras del edificio; por el contrario, la institucionalidad revolucionaria brindó una muestra de fortaleza y sabiduría, lo que unido a la buena voluntad de prestigiosos creadores presentes en el lugar neutralizó la maniobra enemiga. Allí se acordó dar continuidad a un diálogo aportador en ambas direcciones.

De lo ocurrido en la sede del Ministerio de Cultura pueden sacarse varias enseñanzas. La primera —y a mi juicio la más importante—, es que existe una franja de artistas y escritores, jóvenes y no tan jóvenes, insatisfechos con la administración de la política cultural por parte de varias de las instituciones del sector. Desde hace tres o cuatro años, entre no pocos creadores se ha hecho recurrente la idea de un eventual retroceso al clima del “quinquenio gris”. Evitarlo constituye un imperativo y demandan para eso una mayor participación en el proceso de toma de decisiones en el campo de la cultura y una mayor democratización de la dimensión política del hecho cultural.

Entiendo legítimas sus preocupaciones. “Lo que no resulta legítimo es el irrespeto a la ley, la pretensión de emplear el chantaje contra las instituciones, ultrajar los símbolos de la patria, buscar notoriedad mediante la provocación, participar en acciones pagadas por los enemigos de la nación, colaborar con quienes trabajan para destruirla, mentir para sumarse al coro anticubano en las redes, atizar el odio”, apuntó Abel en su citado artículo (Prieto, 2020: 8).

Pronto reaccionaron los que pretendían capitalizar lo acontecido a su favor, a quienes solo les interesa oír su voz. El 3 de diciembre enviaron un correo de tono arrogante al Ministerio de Cultura para demandar la presencia en la próxima conversación del presidente de la República junto a agentes pagados por el gobierno de Estados Unidos y varios medios de la plataforma mediática financiada con los programas de cambio de régimen. Incluyeron en su lista a un representante legal, un abogado que lleva años capitalizando el cierre de su contrato en la Universidad de La Habana para velar el alcance de sus actos: se sumó conscientemente a la probeta de tinte neoplattista inducida u orientada —solo ellos pueden saberlo— mucho antes del anuncio por parte de Obama del cambio de política; ahora se une a un episodio en el que aparecen anexionistas y hasta partidarios de Trump. Y también esta vez se asoma el dramaturgo: ¿ingenuidad o aspiraciones de Václav Havel tropical?

El presidente de Cuba tiene como método de trabajo intercambiar con intelectuales cubanos sistemáticamente —investigadores científicos, médicos, académicos, artistas y escritores, historiadores, profesores de todos los niveles, periodistas y comunicadores, entre tantos—, incluso, en medio de la pandemia de COVID-19. Tiene una virtud digna de encomio en un país con tantas mujeres y hombres de ciencias, y alto nivel de instrucción: sabe escuchar. No tengo duda de que, más temprano que tarde, se reunirá con el presidente electo de Estados Unidos, pero jamás con sus agentes. No es una condición negociable. Resulta doloroso leer en esa lista el nombre de personalidades y jóvenes del mundo de la creación artística, que nada tienen que ver con el mercenarismo. Es obvio que albergan una preocupación atendible, legítima, sobre los problemas del sector y el país, y entre encuentros y desencuentros con funcionarios de las instituciones culturales, posiblemente los hayan traicionado sus emociones.

Se acude para legitimar esta mezcolanza al Apóstol y su muy citado discurso “¡Con todos y para el bien de todos!” —pareciera que la mayoría de quienes lo toman como referente nunca se han detenido a leerlo—, pronunciado en Tampa el 26 de noviembre de 1891, cuando se disponía a fundar el partido de la unidad. Aquel hombre en el que latía el corazón de su tiempo, proclamó “¡Con todos y para el bien de todos!” como una máxima frente a la élite dentro de la Isla, conformada por autonomistas y anexionistas, que intentaba erigirse en gurú de los destinos del país; frente a los oficiales de la Guerra Grande que desdeñaban la opinión de los jóvenes y los emigrados; frente a la discriminación de negros y mulatos en los clubes revolucionarios; frente a los que hablaban en nombre de la libertad para desviarla en beneficio propio.

Mal los conocía quien no se percatará de cómo brotaba “una concordia tan íntima, venida del dolor común, entre los cubanos de derecho natural, sin historia y sin libros, y los cubanos que han puesto en el estudio la pasión que no podían poner en la elaboración de la patria nueva”, nacida al calor de “este amor unánime y abrasante de justicia”, de “este ardor de humanidad”. Por esa patria en que se reunían “con iguales sueños, y con igual honradez” hombres que podía divorciar el diverso estado de su cultura, “…sujetará nuestra Cuba, libre en la armonía de la equidad, la mano de la colonia que no dejará a su hora de venírsenos encima, disfrazada con el guante de la república. ¡Y cuidado, cubanos, que hay guantes tan bien imitados que no se diferencian de la mano natural! A todo el que venga a pedir poder, cubanos, hay que decirle a la luz, donde se vea la mano bien: ¿mano o guante?”, advirtió para entonces y la posteridad (Martí, t. 4, 1975: 275).

Martí quería la igualdad bajo la ley y también la igualdad de todos los cubanos bajo el techo en que vivían. Por ello habló de revolución social y de justicia, y de la mejor manera que pudo, para no espantar a la fiera, del peligro que afrontaban en una nación codiciosa “que nos acecha y nos divide”. No hubo en su concepto unitario y descolonizado, como nuestros adversarios intentan hacer creer, espacio para anhelos anexionistas: “Y con letras de luz se ha de leer que no buscamos, en este nuevo sacrificio, meras formas, ni la perpetuación del alma colonial en nuestra vida, con novedades de uniforme yankee […]”, expresó, antes de acentuar:

¿Y temeremos a la nieve extranjera? Los que no saben bregar con sus manos en la vida, o miden el corazón de los demás por su corazón espantadizo, o creen que los pueblos son meros tableros de ajedrez, o están tan criados en la esclavitud que necesitan quien les sujete el estribo para salir de ella, esos buscarán en un pueblo de componentes extraños y hostiles la república que sólo asegura el bienestar cuando se le administra en acuerdo con el carácter propio, y de modo que se acendre y realce. A quien crea que falta a los cubanos coraje y capacidad para vivir por sí en la tierra creada por su valor, le decimos: “Mienten” (Martí, t. 4, 1975: 277).

Cuando envió como emisario a Cuba a Gerardo Castellanos para conectar a los revolucionarios de la Isla con el Partido, le indicó transmitir dos mensajes: el movimiento tenía un carácter nacional y debía comprender a todos los sectores sociales, incluidos los autonomistas que mostraran interés en incorporarse; aunque a ellos no les pedía compromiso, solo que al estallar la guerra el Partido Liberal estuviese disuelto o presto a disolverse. Dejó así abierto el portón a una franja ligada a ese ideal más por lazos emocionales que ideológicos, como probó la vida cuando Valeriano Weyler bestializó los métodos de enfrentamiento a la insurgencia y no pocos de ellos se incorporaron a la manigua. Con los anexionistas, en cambio, no había arreglo alguno. Solo sugirió no confrontarlos, para evitar que Estados Unidos se negara a reconocer la beligerancia. Debían conquistar la simpatía del gobierno estadounidense “…sin la cual la independencia sería muy difícil de lograr y muy difícil de mantener” (Castellanos, 2009: 110).

En vísperas de su muerte en Dos Ríos, le escribió a Manuel Mercado que sabía a España derrotada y no le preocupaban los autonomistas, a quienes solo importaba “…un amo, yanqui o español, que les mantenga o les cree, en premio de oficios de celestinos, la posición de prohombres, desdeñosos de la masa pujante, —la masa mestiza, hábil y conmovedora del país,— la masa inteligente y creadora de blancos y de negros”. El gran desafío de la revolución estaba en “…impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América”. Y esa máxima se convirtió en el sentido de su vida, por ella lo afrontó todo: “Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso”, confesó (Martí, t. 4, 1975: 167-168).

Para el Gobierno Revolucionario debe constituirse en una prioridad generar un clima de intercambio sistemático, que involucre —con su obra y palabra— a artistas, escritores e intelectuales en general. También es necesaria la participación de cuadros y funcionarios de las instituciones responsabilizadas con el proceso de toma de decisiones en asuntos que nos conciernen a todos y casi nunca concurren a los espacios de debate. La Revolución necesita crear cada día nuevas formas de participación a una intelectualidad “incómoda”, que se bañe de Sol y que también se fije en las manchas. “…el amor, la justicia y la solidaridad, no se alcanzan de una vez para siempre; han de ser conquistados cada día. No es posible conformarse con lo que ya se ha conseguido en el pasado e instalarse, y disfrutarlo como si esa situación nos llevara a desconocer que todavía muchos hermanos nuestros sufren situaciones de injusticia que nos reclaman a todos”, apuntó con sabiduría el papa Francisco (2020: 4).

La mutilación del análisis social crítico y el enajenarse de su compromiso ciudadano incapacitaron a la intelectualidad de la URSS y Europa del Este para derrotar en el plano teórico a la doctrina neoliberal. Esa es una lección para no olvidar, como tampoco puede ignorarse que la academia occidental ultrafragmentó el campo temático de las ciencias sociales para neutralizar su poder revolucionario. Cuba no está ajena al influjo de ambas corrientes. Se necesita de un clima que estimule el debate y el análisis social crítico, transformador, y también se necesita de mucha responsabilidad con nuestra historia y nuestras bases populares. “El pueblo es la meta principal. En el pueblo hay que pensar primero que en nosotros mismos. Y esa es la única actitud que puede definirse como una actitud verdaderamente revolucionaria”, definió hace 60 años Fidel en la reunión con los intelectuales en la Biblioteca Nacional (Castro, 2016: 19).

La subversión y el desarrollo de las comunicaciones alimentan y dan soporte a la más formidable batalla ideológica que ha debido librar el país. No se puede vencer con sectarismos ni consignas. Se requiere audacia y la articulación de todo el arsenal forjado por la Revolución en sus universidades y escuelas, sin importar en qué confín del planeta se halle. A ese propósito debemos sumar a todos nuestros aliados de izquierda que asumen a Cuba como un asunto personal.

No hay margen a la ingenuidad. La reacción socio-liberal se extiende entre un segmento no despreciable de profesionales graduados en universidades cubanas que hoy residen en el exterior y también cuenta con expresión en la Isla. Intenta envolvernos en un escepticismo inducido sobre nuestras posibilidades de salir adelante y vencer los colosales desafíos que afrontamos. Se nos trata de persuadir de que resulta quimérico pretender un camino propio; fue este el halo que cubrió el pensamiento colonial y neocolonial durante cinco siglos.

Los socio-liberales criollos rechazan el Partido de la unidad y abogan por un capitalismo al estilo de Suecia. Nos necesitan fragmentados para derruir la barrera histórica e ideológica, porque ¿de qué otra forma someter el espíritu de un pueblo fundido en su ideal independentista? Tampoco quieren un Estado ni la institucionalidad que se dio la nación, porque así lo exige un poder global para quien nada resulta suficiente; menos, una Revolución que cristalizó los sueños de justicia e igualdad social de muchas generaciones y se ha erigido símbolo universal por la entereza con que enfrenta demonios ajenos y propios.

A 90 millas de Estados Unidos no es posible un “nacionalismo de derecha”, como denominó Fernando Martínez Heredia a la fábula narrada por quienes nos creen tontos. La burguesía en la República mediatizada fue antinacional. Un retroceso expondría el país a la voracidad de su vecino y, al igual que en 1902, nuestras bases populares quedarían a merced de lobos y cerdos. Ellas lo saben. El problema no es la forma de pensar de la nueva hornada o su inclinación política: se han propuesto hacerse del poder y está en curso una operación de lavado de imagen de los programas de cambio de régimen financiados por la Usaid, la NED y Open Society, para encubrir su carácter antinacional.

Debo volver a la historia. En 1900 la Asamblea Constituyente se quebró ante las presiones de Estados Unidos y asumió la Enmienda Platt como apéndice constitucional; lo hizo a puertas cerradas, a espaldas del pueblo. Tras un debate liderado desde el campo independentista por Juan Gualberto Gómez y Salvador Cisneros Betancourt, la balanza se inclinó cuando cambió su voto Manuel Sanguily. No se sabía que su hermano, el general Julio —por quien Manuel sentía un cariño con lástima: era adicto al alcohol y al juego— había vendido el levantamiento del 24 de Febrero y andaba con una maleta de dólares del gobierno interventor para adquirir almas patrióticas. No compró a Manuel; pero no tengo duda de que influyó en él hasta hacerle creer que no existía otra opción para que las tropas yanquis abandonaran la Isla. Instaurada la República el 20 de mayo de 1902, asumió su presidencia Tomás Estrada Palma, el hombre que hizo del anexionismo el sentido de su vida, y no más asumir la dirección del Partido lo desconectó de sus bases. Muertos Martí y Maceo, la gente humilde del país no contaba con una vanguardia política e intelectual. Se necesitaron otros 60 años, y derramar mucha sangre sagrada, para levantar la nación. La Revolución forjó varias generaciones determinadas a correr su suerte con los pobres de la tierra; dispuestas a entregar su vida por esos ideales, lo mismo en la lucha ideológica que con un fusil. A estas alturas, eso debieran saberlo nuestros adversarios. No entregaremos de rodillas la patria que nos legaron de pie.

Bibliografía:

Castellanos García, Gerardo: Misión a Cuba: Cayo Hueso y Martí, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2009.

Castells, Manuel: Redes de indignación y esperanza. Los movimientos sociales en la era de Internet, Madrid, Alianza Editorial, S. A., 2013.

Castro Ruz, Fidel: “Palabras a los intelectuales”, en Un texto absolutamente vigente. A 55 años de “Palabras a los intelectuales”, La Habana, Ediciones Unión, 2016.

Escobar, Luz: “El 27 de noviembre nos devolvió la esperanza en Cuba”, El Universal (México, D.F.), 7 de diciembre de 2020. Disponible: https://www.eluniversal.com.mx/mundo/cronica-el-27-de-noviembre-nos-devolvio-la-esperanza-en-cuba (Consultado 8 / 12 / 2020).

Martí Pérez, José: Obras completas, La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 1975.

Papa Francisco: Carta encíclica Fratelli Tutti del santo padre Francisco sobre la fraternidad y la amistad social (folleto), Vaticano, Libreria Editrice Vaticana, 2020.

Prieto, Abel: Apuntes en torno a la guerra cultural, La Habana, Ocean Sur, 2017.

__________: “Cultura y revolución”, Granma (La Habana), 4 de diciembre de 2020.

Tomado de: La Jiribilla

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Balzac, Soros, el comunismo, y el neo-cinismo “independiente”

George Soros

Por Carlos Luque

La política de la derecha ultraconservadora internacional, y en especial la de políticos de algunos países de nuestras tierras de América, -allí donde la neocolonia sigue viviendo bajo el manto de las repúblicas-, coincide en un aspecto básico con la “disidencia” opuesta a los proyectos socialistas con apoyo de la subversión financiada por USA, a saber, entre otras características: en el cinismo más desembozado.

Aunque el calificativo sea injusto con su precedente filosófico griego, cínico se ha convertido entre otros temas, en un adjetivo que connota aquella actitud o juicio que acepta sin vergüenza aquello que ostensiblemente no es ético ni legal hasta encallar en el amoralismo.

En política latinoamericana de los últimos tiempos es el lawfare, o la judialización de la política, que construye casos espurios contra políticos incómodos a la derecha. En Cuba, un ejemplo es la aceptación pública de recibir fondos de la NED para sostener un periodismo al que llaman “independiente”, o la participación en eventos académicos o no, organizados por George Soros y la Open Society, hasta el colmo de la confesión de un pastiche político de escándalo: sionismo-socialdemocraticismo-anticomunismo-defensa-de-los-derechos humanos, todo a la vez, en la persona de un cubano que dice apoyar la lucha cubana contra los demonios del bloqueo. Sí, no se lleve las manos a la cabeza, amable lector. Estamos en presencia de un relativismo moral de vieja data, pero acorde a los tiempos, con sus temas y variaciones de rigor.

Es un proceso que tiene su historia y epifanía precisamente con el ascenso de los “valores” morales y la economía capitalista. Algo que hoy llaman “cultural wars” o guerras culturales o de valores, aunque a algún curioso diplomático cubano se la haya ocurrido la “boutade” de negar su existencia. Esa vuelta de tuerca de presentar los financiamientos mercenarios como algo “normal”, forma parte de ella, aunque la ignorancia supina de algunos que buscan ese manto protector, lo pretenda desconocer poniendo en la misma balanza los deberes y derechos de un gobierno legítimo con las apetencias dolarizadas de un individuo. Veamos una pincelada histórica de que nada nuevo hay bajo el sol.

Marx confesó que le hubiera gustado escribir más sobre Balzac que de economía política, y que en su vasta novelística aprendió mucho más de aquella sociedad de la que emergía su objeto de estudio, que de los libros de historia.

El 21 de febrero de 1848, por encargo de La Liga de los Comunistas, se publicaba por primera vez El Manifiesto Comunista en Londres. Entre 1842 a 1844 Balzac publicaba en cuatro entregas el texto titulado “Madame de la Chanterie”. En 1847 Balzac comenzó a escribir “El Iniciado”, que en agosto de 1848 sería publicado en 18 capítulos. Más tarde las dos novelas aparecerían, como parte de las “Escenas de la vida parisina”, bajo el título de “El reverso de la historia contemporánea”.

Esa historia nos revela una peculiar, muy ilustrativa, y si se piensa bien, no sólo metafórica relación, entre los procedimientos y objetivos propios del proyecto de Sociedad Abierta de Soros, con esa ficción que Balzac, siempre en apuros de dineros, escribió por encargo con el fin de granjearse los premios en un concurso literario.

De manera muy sucinta: Godefroid, el protagonista, tiene un encargo de Madame de la Chanterie: espiar y vigilar, y, además, “ayudar”, a una familia que vive en las muy depauperadas condiciones de los suburbios de París. Madame de la Chanterie organiza una asociación benéfica y pretende situar a un médico en cada distrito de París para que asistan uno de los problemas más acuciantes de los pobres, que es, por supuesto, agravado y ocasionado por la miseria y las condiciones de insalubridad y desnutrición: la salud.

Pero hay otra curiosa misión paralela: uno de los miembros de la Hermandad recibe la orden de granjearse la confianza de los trabajadores de una fábrica, y de allí colarse en un centenar de hogares proletarios para influir sobre sus aspiraciones y conductas, pues en la fábrica de marras “todos los obreros están infectados con doctrinas comunistas” y “sueñan con la destrucción social, la matanza de los amos”. “Estos pobres” son “probablemente perdidos por la pobreza antes de ser perdidos por los libros malos”. Alain y la Hermandad de Madame tienen el objetivo de impedir, “la muerte de la industria, del comercio, de las fábricas”. Cualquier semejanza con los tiempos modernos de ONGs y proyectos globales filantrópicos y democratizadores, ¿es pura coincidencia?

El negocio de De la Chanterie es altamente jugoso, tal como la banca mantiene la vida de millones hoy al ritmo de los créditos de nunca pagar: los préstamos generosos de su Hermandad, deben ser retribuidos con creces. El capital inicial, a su vez prestado por una banca amiga, se ha convertido en una fortuna que Godefroid, abandonando su inicial misión caritativa, se dedica a gestionar. Como la Chanterie entonces, ese es el objetivo filantrópico de la Sociedad Abierta: llevar a la humanidad por el buen camino del capitalismo e impedir el horror comunista. ¿Hay alguna simple dignidad humana en acompañarlo? Sí, para los anticomunistas confesos, para los que quieren cambiar el orden político cubano, y para los que creen que la verdadera democracia y las leyes que favorezcan a las mayorías perjudicando al capitalismo, serán amparadas, y permitidas, y también graciosamente financiadas.

No hay diferencia esencial alguna entre un autoproclamado presidente en Venezuela y una iniciativa mediática “independiente” en Cuba que acepta recibir sostén financiero de la NED. Es la misma ofensiva cínica: hacer pasar el mercenarismo como la “nueva normalidad” post-Codiv. Aquel roba con total desparpajo y se apodera, o intenta agenciarse de los recursos y la política de un país; estos roban igual, aunque creen hacerlo más sutil y oscuramente. En realidad, son procederes de vieja data actualizados, y si alguna diferencia ostenta, es la intensidad y extensión.

Otro rasgo de la intensidad actual del neo cinismo es adoptar el disfraz del lenguaje y las causas de las izquierdas. Pero, nihil novum sub sole, tampoco es nada nuevo bajo el sol. Desde la ideología capitalista que se reapropia y liquida el filo antisistema de la contracultura, divide la acción y el pensamiento político popular y académico en causas balcanizadas e inconexas con sus causas de fondo, como el feminismo, la defensa de la diversidad sexual, de los animales, de la ecología, etc., hasta las promesas de un “cambio”, lema de un Obama, un Trump, tanto como de un Biden, por igual, hasta el “periodista” o académico que se eriza ante el término contrarrevolución, liquida por decreto teórico la oposición derecha/izquierda, y en su lugar pide difuminar el “lenguaje político polarizante”, aceptar por igual todas las ideologías, privatizar los medios de comunicación, todo en nombre de una democracia de laboratorio, y una leyes que estarían blindadas e inocentes, frente a la desigualdad de recursos mediáticos y financieros subversivos de este mundo.

Una de las últimas clarinadas del neo cinismo, como ultima ratio, o en buen cubano, el último clavo caliente a que aferrarse, es afirmar que-, ante el repudio universal del mercenarismo, y con la pretensión de legitimarlo-, si el estado financia sus medios de comunicación, el periodismo “independiente” tiene derecho a ser financiado por otras entidades, privadas o no. Argumento desesperado y débil si los hay, pero perteneciente a ese nuevo cinismo que es una especie de reducción al absurdo ético. ¿Por qué?

Uno de los financistas más connotados de centros de estudios, tanques pensantes, medios de comunicación tanto de la derecha más desnuda, como de algunos que se tienen por “alternativos” o de izquierda, sostenedor de campañas por esos derechos balcanizados que mencionamos antes, y que pasa por filántropo, George Soros, es responsable intelectual y directamente financista, de golpes y revueltas prefabricadas o alentadas contra gobiernos electos en una amplia variedad de países del mundo. ¿Cómo, pues, parangonar el derecho que tiene un gobierno y el estado de un país, electo y legitimado por sus mayorías, a llevar su política comunicacional y sus relaciones diplomáticas con entidades y países diversos, con el pretendido derecho de un particular que decide aceptar ser financiado por la NED, o participar bajo la sombrilla y el lema de los objetivos de la Sociedad Abierta de Soros en sus foros y eventos? Pero lo intentan con la esperanza de que se convierta en sentido común hasta llegar a la perla de todos los cinismos: apenas hace unos días alguien aconsejaba que los mercenarios dejaran de serlo, que no fueran tan evidentes, que no mostraran sus cartas y que se limitaran a recibir fondos de entidades privadas o donaciones particulares. Hasta llegar a quien, asesorada en uno de esos cursos de formación de periodistas, se lamentaba de no tener personalidad jurídica para que fuera “legal” recibir fondos extranjeros para su labor. El cinismo aparece apenas resulta imposible sostener principios éticos, no digo ya revolucionarios o democráticos.

Tomado de: Cuba Sí

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El artivismo pone otra ficha en su tablero

La National Endowment for Democracy (NED), siempre ha estado involucrada en organizar, dirigir y financiar la subversión contra la institucionalidad en Cuba.

Por Jorge Ángel Hernández

La artivista Tania Bruguera acaba de lanzar una convocatoria para un concurso de periodismo de investigación. Lo ha hecho desde el Festival Internacional de Manchester, Reino Unido, bajo la sombrilla del Instituto de artivismo Hannah Arendt, que ella misma inventó en 2015.[1] La iniciativa viene estrechamente unida a un patrón ideológico preciso: criminalizar las normas jurídicas que se han emitido para proteger y canalizar en bien de la sociedad la creación artística en los espacios públicos de Cuba.[2] Cada uno de los últimos decretos ha sido bombardeado por una falaz campaña de descrédito, sobre todo a través de medios públicamente sostenidos por organizaciones toboganes del Departamento del Tesoro estadounidense, como Diario de Cuba, Cubanet, El Nuevo Herald o las siempre inútiles Radio y TV Martí.

Bruguera define su convocatoria sin muchos subterfugios, aunque no le queda otro remedio que reconocer, desde la misma plataforma de lanzamiento, las nulas posibilidades de ese periodismo investigativo. Obvia, no obstante, que ese “desconocimiento” y esa escasa profesionalidad se da justamente en el poco nutrido sector que ha conseguido reclutar para sus planes de injerencia política disfrazada de arte. Si esa es la premisa de la que parte el llamado a la investigación periodística, ¿qué esperaremos para el momento de los premios? Un dominó concertado del primero al último juego de las fichas.

Los puntos enunciados en Manchester, UK, muestran con bastante claridad sus estrategias: expandir la idea de que se ejerce la represión sobre los creadores en el ámbito latinoamericano e incidir en el tópico del fin de la Revolución cubana. Este último se imbrica con la “iniciativa” de Espacio Público, de Chile, cuyo trabajo en el contexto del periodismo investigativo cubano ha sido financiado por la NED.[3]

Se enfrasca además en renovar la imagen de campaña sostenida contra el proceso revolucionario cubano, luego de que la propia administración estadounidense reconociera en Informe público, la pobre efectividad y el envejecimiento de los medios que se dedican tradicionalmente a estos menesteres.[4] Acude esta vez a figuras como Marcela Turati, o Cristian Alarcón, para conformar el Jurado y apoyar sus cursos de entrenamiento en Cuba. No será fácil la tarea, sin embargo, pues ni la desaparición de periodistas mexicanos ni las estafas de las corporaciones y los monopolios, la incidencia de los narcos, o incluso la violencia del odio homofóbico en diversos sitios de Latinoamérica, se asemejan al falso panorama que su artivismo monta como propaganda sobre la Revolución cubana. Las diferencias son abismales y cualquier periodista que precie el sentido común de su opinión pudiera detectarlo. Sabe la dueña visible del Instituto Hannah Arendt, porque en sus escuelas y relaciones directas se formó, que las bases culturales asociadas al propio proceso de transformación social revolucionaria no son fácilmente vulnerables, de ahí que opte por el más expedito: soltar la piñata de los dólares. Los 3 000 que ofrece el premio a los proyectos servirían acaso como botón de muestra para lanzar el anzuelo del mercenarismo, además de que ahorrarían bastante a la siempre incómoda investigación de campo.

Con persistente sistematicidad, de la que esta convocatoria es una ficha más colocada en su propio tablero, Bruguera busca introducir sus objetivos ideológicos, y sus falaces percepciones, en el ámbito de quienes abogan por la libertad de expresión, las manifestaciones culturales y sociales diversas y, sobre todo, de quienes pudieran reconocer los valores de la izquierda política. Sin embargo, nada en su conducta revela una raigal aceptación de lo diverso ni le concede un ápice a aquello que políticamente deje de ajustarse a sus tópicos. En ese aspecto, su artivismo es definidamente radical, totalitario. La técnica es localizable en los manuales que estructuraron el curso de la guerra fría, aunque los escenarios de manipulación informativa se hayan transformado a partir de la interacción de redes de comunicación. Como un activo más de guerra cultural, intenta sanear las apariencias visuales para llegar a la postre a los mismos objetivos.

Por el momento, prescindo de deconstruir el modo contracultural latente en ese activismo que busca su tapadera de financiamiento en el Instituto Hannah Arendt, de la señora Bruguera, aunque es detectable un buen número de síntomas que una decente investigación social, con cierta ayuda de un periodismo investigativo en condiciones, pudiera revelar, no precisamente para el buen nombre de la artista. No sé en qué condiciones, ni con cuáles subterfugios, ha convocado al Jurado, pero los aires de timo que aderezan su gesto merecen una búsqueda, si no investigativa, al menos de confrontación elemental.

Notas:

[1] Tania Bruguera to launch investigative journalism initiative in Cuba, http://www.artforum.com/news/tania-bruguera-to-launch-investigative-journalism-initiative-in-cuba-80230

[2] Concursos de corta visión, La Jiribilla, 856, http://www.lajiribilla.cu/articulo/concursos-de-corta-vision

[3] Viajeros al fin de la Revolución, La Jiribilla, 857, http://www.lajiribilla.cu/articulo/viajeros-al-fin-de-la-revolucion

[4] USAGM: Embarking on Reform of the Office of Cuba Broadcasting, May 21, 2019, https://www.usagm.gov/wp-content/uploads/2019/05/Embarking-on-OCB-Reform-English.pdf

Tomado de: http://www.lajiribilla.cu

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