Textos prestados

Diez lecciones sobre los retos y desafíos del socialismo cubano. Un análisis desde el discurso del Comandante en Jefe Fidel, el 17 de noviembre de 2005. Por: Carlos Cabrera Rodríguez*

Obra del artista plástico cubano Fernando Cabrera Morero

Obra del artista plástico cubano Fernando Cabrera Morero

Pocos procesos revolucionarios en la historia de la humanidad han tenido el raro privilegio de poder contar con el testimonio de su invicto liderazgo histórico 46 años después de iniciada la gesta. Esto se produjo en Cuba con el discurso pronunciado por el Comandante en Jefe en el Aula Magna, el 17 de noviembre de 2005. Al decir del líder, no estaba en su plan el enfrascarse en una conferencia sobre tan sensibles temas, pero habría sido un crimen desaprovechar esta oportunidad para decir algunas de las cosas que tienen que ver con la economía, con la vida material del país, con el destino de la Revolución, con las ideas revolucionarias, con las razones por las cuales iniciamos esta lucha, con la colosal fuerza que tenemos hoy, el país que somos y podemos seguir siendo, y mucho más de lo que somos. (1)

De esta forma, se produjo el intercambio reflexivo del líder con los principales cuadros dirigentes de la Revolución y con representantes del liderazgo estudiantil universitario allí presente. Para estos últimos, esta fue una posibilidad excepcional, si se tiene en cuenta que dentro de ellos, muy posiblemente, estarán quienes tendrán que acceder al batón en calidad de relevo generacional y, en su momento, dar continuidad a la obra iniciada y hacerse así “responsables, acerca de cómo se puede preservar o se preservará en el futuro el socialismo”. (2)

Dos premisas de partida

Una primera premisa se relaciona con “el oficio de rebelde [….] por muchas causas”, (3) lo cual le facilitó a Fidel ir forjando un espíritu y una voluntad de lucha contra todo lo mal hecho que, unido a una disciplina espartana, fue configurando su método de análisis de la totalidad social. Ello le permitió comenzar a interesarse por acuciantes problemas del mundo, relacionados principalmente con los irracionales excesos del capitalismo y de su sociedad. Con ello creó un terreno fértil para que el posterior estudio de los postulados teóricos del marxismo originario fuera facilitándole la elaboración de algunas respuestas a las no pocas inquietudes y cuestionamientos que ya, desde los años de juventud, iban surgiendo en su mente.

Por otra parte, una segunda premisa se vincula con el hecho de que desde el inicio y hasta el fin de su discurso se transpira la fe en el triunfo, la confianza en la victoria, por adversas que pudiesen ser las condiciones que se enfrentasen, y lo difícil de la correlación de fuerzas que se presentase, lo cual se puso a prueba en decenas de oportunidades durante la propia gesta liberadora. Las premisas anteriormente señaladas, resultan ejes transversales que han acompañado siempre a sus reflexiones. Teniendo en cuenta lo anterior es que nos proponemos exponer cuáles son las lecciones básicas que pudieran extraerse de tan trascendental intervención.

Diez lecciones para la posteridad

1.ra lección: cambiar el mundo, para salvarlo

La preocupación por los destinos de la humanidad en los momentos actuales no ha dejado de estar presente en ninguno de los discursos e intervenciones de nuestro Comandante en Jefe a lo largo de estas más de cinco décadas de Revolución. Se observa como dicha preocupación ocupa cada vez una mayor centralidad en sus discursos, lo cual se pone muy de manifiesto en los últimos tiempos a través de sus múltiples Reflexiones. Un ejemplo elocuente fue su intervención en la Cumbre de Río de 1992, cuando expresaba: “Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre”. (4)

Una idea similar revelaba unos años después:

Hemos dicho que hay que cambiar el mundo, que hay que salvarlo, que estamos en un mundo en su hora crítica y casi próxima a un trágico final, no estoy exagerando aquí para impresionarlos a ustedes. Puede ser que ustedes tengan menos años que yo y ese fenómeno ocurra. Hablo por ustedes, y por los hijos de ustedes, y los hermanos de ustedes, menores o mayores. Jamás se pudo afirmar eso, a lo largo de la historia breve del hombre. (5)

2.da lección: El culto a la obra de Marx, Engels y Lenin

“Marx nos enseñó a comprender la sociedad; Lenin nos enseñó a comprender el Estado y el papel del Estado”, (6) ha señalado Fidel. La ciencia social marxista, en tanto método para la intelección de la realidad y su transformación revolucionaria, demanda de todos los que de una forma u otra nos servimos de ella, una profunda reflexión en torno a las posibles causas que condujeron a su estado crítico y a sus retos y desafíos más apremiantes.

Las dificultades y fenómenos negativos que durante muchos años lastraron el alma viva del marxismo e incidieron en su estancamiento y en el de la teoría de la transición al socialismo -tengamos en cuenta la alerta que nos hacía ya Ernesto Che Guevara sobre el atraso en materia de economía política de la transición al socialismo, reflejada en El socialismo y el hombre en Cuba- (7) han tenido como principal sustrato el método de análisis impuesto, el cual mucho se alejaba del seguido por quienes proyectaron en sus contornos más generales el desarrollo de esta doctrina. Un aspecto que en este sentido fue siempre resaltado por los clásicos del marxismo, lo constituía el determinar en cada momento cuál era el eslabón fundamental, cuál era la tarea principal a cumplimentar por el sujeto histórico en tal o más cual circunstancia.

3.ra lección: el arma de la crítica: “si vamos a dar la batalla hay que usar proyectiles de más calibre”(8)

El arma de la crítica no puede ser sustituida por la crítica a través de las armas. Tal idea fue una aportación marxista a la transición socialista. Los sujetos de los procesos revolucionarios, y principalmente su vanguardia política, deben concebir entre sus herramientas de trabajo fundamentales la crítica y la autocrítica en los escenarios correspondientes y en los momentos oportunos. Respecto a ello, Fidel señala: “Se habla de crítica y autocrítica, sí, pero nuestras críticas suelen ser casi de un grupito, nunca acudimos a la crítica más amplia, nunca acudimos a la crítica en un teatro […] hay que ir a la crítica y autocrítica en el aula, en el núcleo y después fuera del núcleo, después en el municipio y después en el país”. (9)

En el empleo de la crítica debemos tener presente tres momentos distintivos fundamentales, los cuales parten a su vez de tres interrogantes:

  1. ¿Para qué criticar?: este principio corresponde a las tareas que asume la crítica, su subordinación a la propaganda del ideal socialista, la unidad de la lucha teórica y la práctica revolucionaria, entre otras.
  2. ¿Qué criticar?: vinculado con el contenido de la crítica, el análisis crítico de los fundamentos sociopolíticos, ideoteóricos y factológicos de uno u otro fenómeno o concepción.
  3. ¿Cómo criticar?: relacionado con el carácter de la crítica, su condicionamiento por el tipo de ideología política que le sirve de sostén y que se expresa en los intereses de clase, puestos estos de manifiesto a través de su carácter irreconciliable, ofensivo y multilateral.

En este mismo sentido, Fidel nos habla de la importancia que tiene mover el resorte que significa la vergüenza de los hombres. Al respecto apunta:

“Utilicemos esa vergüenza que, sin duda, tienen los hombres, porque conozco a muchos hombres a los que llamamos sinvergüenza, y son justamente calificados de sin vergüenza, que cuando en un periódico local aparece la noticia de lo que hicieron, se llenan de vergüenza”. (10)

4.ta lección: la necesidad de una preparación integral de los dirigentes revolucionarios

Fidel ha predicado con el ejemplo en esta área, y a partir de ello, ha podido demandar de los demás su consagración al dominio y conocimiento de las tareas y misiones que enfrentan. Así, se refiere a la necesidad de que los cuadros políticos dominen el gasto de energía, cuando increpa a los allí presentes: “Ustedes están obligados a pensar. ¿Qué líderes universitarios son ustedes? Carlitos, ¿de dónde salió esta tropa que no es capaz de dar una idea de las razones por las cuales 200 profesionales universitarios no respondieron la pregunta sobre el gasto de energía?”. (11)

Ser dirigente revolucionario no es una profesión que se estudie como una carrera universitaria. Pero si la vida, por determinadas razones, le ha impuesto esa función, si una masa ha depositado en sus hombros esa confianza, deberá corresponderle en consecuencia. Para ello, deberá destinar una buena parte de su tiempo a la autopreparación, en la que no pueden ser soslayadas la historia nacional e internacional, la sociología, la economía y contabilidad, la política, la ideología, la ética y la cultura, la pedagogía, los problemas de la ciencia y la tecnología, los problemas medioambientales, la psicología de los hombres, las ciencias de la computación y la comunicación, el conocimiento de las técnicas de dirección, entre otras esferas. De la preparación que alcancen los cuadros revolucionarios dependerá, en gran medida, la eficacia y eficiencia que puedan alcanzar en sus frentes respectivos.

5.ta lección: la ética del revolucionario

En relación a ello, Fidel ha señalado:

Yo he pensado mucho en el papel de la ética. ¿Cuál es la ética de un revolucionario? Todo pensamiento revolucionario comienza por un poco de ética, por un poco de valores que le inculcaron los padres, le inculcaron los maestros, él no nació con esas ideas; igual que no nació hablando, alguien lo enseñó a hablar. La influencia de la familia es también muy grande […] Los valores éticos son esenciales, sin valores éticos no hay valores revolucionarios. (12)

No cabe duda de que un papel decisivo en la formación de los valores éticos y revolucionarios descansa en los principales agentes socializadores políticos, la familia, la escuela en sus distintos niveles, las organizaciones políticas y sociales, los medios de comunicación, entre otros. En esta misión, cada uno de dichos agentes deberá tener su cuota, su misión específica, y cumplir con ella. Esto no puede dejarse a la improvisación. Si la participación de cada uno de ellos en este proceso de influencias no se produce de manera sistémica los resultados negativos no tardan en aparecer, y lastimosamente ya vienen apareciendo.

6.ta lección: el poder de los dirigentes y las consecuencias de sus errores

Las implicaciones de los errores que cometen los dirigentes suele ser directamente proporcional al poder de que disponen sobre las masas. Esto es puesto en evidencia cuando Fidel apunta: “Es tremendo el poder que tiene un dirigente cuando goza de la confianza de las masas, cuando confían en su capacidad. Son terribles las consecuencias de un error de los que más autoridad tienen, y eso ha pasado más de una vez en los procesos revolucionarios”. (13)

Un ejemplo claro fue abordado por el Comandante en Jefe sobre cómo Stalin y sus excesos desde el poder trajeron fatales consecuencias para el movimiento revolucionario en aquellos tiempos. Esto encontró con anterioridad un minucioso examen en la entrevista que concediera Fidel al líder sandinista Tomás Borges, y que se recoge en su libro Un grano de maíz. Este valora las secuelas negativas que para el movimiento revolucionario de la época, y en particular para los comunistas cubanos, trajo la falsa tesis de que “el fin justifica los medios”. (14)

7.ma lección: saber qué hacer en cada caso, en cada momento

“Tenemos medidas tomadas y medidas previstas [nos advierte Fidel] para que no haya sorpresa, y nuestro pueblo debe saber con exactitud qué hacer en cada caso […] frente a ese superpoderoso imperio que nos acecha, nos amenaza, tiene planes de transición y planes militares de acción, en determinado momento histórico”.(15)

La idea de estar siempre alertas, preparados para cualquier situación que se presente, ha sido siempre una divisa incluida una y otra vez en la prédica de Fidel. La necesidad de haber tenido que enfrentar los reiterados intentos de agresión, sabotajes, introducción de plagas y enfermedades, ha hecho que nuestro pueblo haya captado desde los primeros momentos la importancia de este principio. Sin embargo, si hay alguien que no puede perder nunca de vista este hecho es el dirigente político. En alguna oportunidad, Gabriel García Márquez habló de la excepcional capacidad de Fidel para ir al futuro y regresar al presente.

La esencia de este enfoque radica en la anticipación para la acción, en el curso de las cuales el dirigente, partiendo de una visión global y a largo plazo, deberá apropiarse de aquellos elementos necesarios que le faciliten el acceso al resultado local que persigue. En este sentido, resulta necesario dominar la técnica del análisis prospectivo, la cual se acerca a los fines del sistema en cuestión, precisándolos paso a paso. Esto permite diseñar los objetivos y estrategias, así como la distribución de los recursos de que se disponen para solucionar el fenómeno dado en el presente. Para ello, se requiere de actitudes flexibles, abiertas y positivas a partir de diferentes visiones sobre futuros deseados, así como alcanzar el consenso y compromiso de los actores sobre escenarios alternativos de futuros posibles.

Por otra parte, el método de escenarios es otra de las herramientas que debe tener a mano el dirigente revolucionario. Este constituye un resultado de los estudios prospectivos que permite analizar el fenómeno dado a través de un conjunto de etapas que se encadenan entre sí, siguiendo determinada secuencia lógica. Los objetivos que persigue son identificar los puntos prioritarios, las variables o factores clave; determinar los actores sociales fundamentales, sus estrategias y los medios de los cuales estos disponen para realizar sus proyectos; describir en forma de escenarios la evolución del fenómeno estudiado, sobre la base de juegos de hipótesis relacionados con las tendencias más probables de las variables clave y del comportamiento de los actores.

8.va lección: la unidad de acción como garantía del éxito

En su discurso, Fidel expone:

En este mundo real, que debe ser cambiado, todo estratega y táctico revolucionario tiene el deber de concebir una estrategia y una táctica que conduzcan al objetivo fundamental de cambiar ese mundo real. Ninguna táctica o estrategia que desuna sería buena […] El mundo está desesperadamente necesitado de una unidad, y si no conseguimos conciliar el mínimo de esa unidad, no llegaremos a ninguna parte. (16)

El legado del marxismo originario sobre la necesidad de la unidad de acción está condensado en dos célebres consignas, una expuesta por Marx y Engels (“Proletarios de todos los países, uníos!”) y la otra por Lenin (“Proletarios de todos los países y pueblos oprimidos, uníos!”). Estas constituyeron importantes premisas en la comprensión por Fidel de esta necesidad. Ello se vio complementado por la experiencia acumulada en la historia patria y, particularmente, a través del ideario martiano.

En reiteradas ocasiones Fidel ha apuntado el hecho de que fue la unidad de acción la que nos ha dado siempre la victoria, tanto en el contexto nacional, como en nuestras gestas internacionalistas.

9.na lección: “¿alguien sabe cómo se construye el socialismo?”(17)

La transición al socialismo ha sido un proceso que se ha construido prácticamente sobre la base del ensayo-error. Múltiples han sido los desaciertos en las experiencias históricas transicionales socialistas. A casi un siglo de los inicios de la primera experiencia histórica ¿la soviética?, no podemos contar aún con una teoría de la transición al socialismo. Es por ello que consideramos que la conformación de una no puede ser concebida en la actualidad sino:

como un proceso de múltiples aproximaciones teóricas tal y como esto era concebido por los clásicos del marxismo, quienes destacaban como la teoría del socialismo no debería ser una doctrina basada en elucubraciones teóricas de lo que sería la futura sociedad, sino un método de análisis basado en todo el conjunto de ideas filosóficas, económicas, políticas, que en su conjunto sintetizaban el marxismo y que en fin de cuentas se orientaban de conjunto al análisis del proceso de subversión revolucionaria de la sociedad capitalista. (18)

Partiendo de tal comprensión, es que concebimos la teoría de la transición al socialismo como el marxismo aplicado como un todo al análisis del proceso de transición revolucionaria al socialismo, como una teoría económica, política, sociológica, ética y cultural que estudie las condiciones, vías y formas de este proceso.

Cuando hablamos de transición al socialismo nos referimos al proceso de subversión revolucionaria que se produce como resultado de una profunda revolución social socialista capaz de abarcar todas las esferas de la vida social (desde las esferas económica y socioclasista, hasta la política y la ideológico-espiritual) y de transformar paulatinamente las relaciones sociales capitalistas (así como los vestigios de otros tipos de hecho coexistentes) en relaciones sociales socialistas de nuevo tipo. (19)

Hoy nos encontramos en mejores condiciones de podernos aproximar a la configuración de una teoría de la transición al socialismo. Al respecto, Fidel advierte: “hoy tenemos ideas, a mi juicio, bastante claras, de cómo se debe construir el socialismo”. (20) Esta aproximación debe proyectarse en toda su amplitud, en sus múltiples determinaciones, rescatando el método de análisis marxista basado en el examen de la totalidad social.

La teoría de la transición al socialismo debe:

  1. Ser examinada como una teoría sociológica de la transición, en tanto sistema de métodos para penetrar en dicha realidad, para el análisis de los fenómenos que en ella acontecen y a partir de este, extraer las conclusiones y recomendaciones que fundamenten el ulterior desarrollo de un proyecto social concreto.
  2. Ser concebida como una teoría económica de la transición, partiendo de considerar la contradictoriedad que caracterizan a los procesos de producción, distribución, uso y consumo, lo multicomponente de la economía, las complejidades que caracterizan las diferentes estrategias y políticas económicas, el papel de las relaciones monetario mercantiles y la ley del valor en este período histórico.
  3. Ser entendida como una teoría política de la transición, en tanto sistema que contribuya a la elaboración de los principales postulados que sirvan de guía e instrumento a la vanguardia política para la consecución, defensa y perfeccionamiento del poder político en función de crear un nuevo tipo de relaciones sociales.
  4. Tener muy en cuenta el contexto histórico internacional que acompaña a cada experiencia de transición socialista. Este aspecto incluye además el análisis de los diversos modelos alternativos a la opción socialista y que coexisten hoy en el escenario mundial, como lo son los modelos neoliberales, socialdemócrata, democristiano, y otros. (21)

Tal enfoque nos permitirá ir rompiendo con todo un sistema de dogmas y esquemas predominantes durante mucho tiempo -de no pocos teóricos que, al decir de Fidel, se habían empanfletado hasta el tuétano de los huesos en los libros de Marx, Engels, Lenin y todos los demás (22) e ir configurando un método revolucionario para el conocimiento y transformación de nuestra realidad.

10.ma lección: La autodestrucción del socialismo cubano es posible

Acerca de esta cuestión reflexionaba Fidel, al tiempo que interrogaba al auditorio sobre tan trascendentales problemas:

¿Es que las revoluciones están llamadas a derrumbarse, o es que los hombres pueden hacer que las revoluciones se derrumben? ¿Pueden o no impedir los hombres, puede o no impedir la sociedad que las revoluciones se derrumben? Podría añadirles una pregunta de inmediato: ¿creen ustedes que este proceso revolucionario, socialista, puede o no derrumbarse? (23)

Las enseñanzas extraídas del análisis del derrumbe de la experiencia transicional socialista soviética -la cual, según el criterio de Fidel, “debió arreglarse y nunca destruirse”-(24) y el examen de los problemas, dificultades, errores e insuficiencias propios de la experiencia transicional socialista cubana -robo, despilfarro, desvío de recursos, corrupción, entre otros- caracterizan a todo estadío del desarrollo social. Este a su vez depende del grado de profundidad de estos fenómenos, así como de la frecuencia en que se manifiestan y de su tiempo de duración.

No existe desarrollo social sin contradicciones; cuando los problemas en este se incrementan en una proporción mayor a su solución, los destinos del socialismo se comprometen. La existencia de problemas en la vida social refleja la acción de las contradicciones dialécticas internas y no de las requeridas soluciones a estas. En este sentido, esto es un indicador de que las contradicciones han madurado y resulta necesario entrar a resolverlas, si no quiere verse frenado el desarrollo, cuando no impedido.

Los problemas pueden surgir como consecuencia de errores cometidos por los hombres en el curso de los procesos que intervienen en el desarrollo social. Estos pueden surgir como resultado de cuestiones no resueltas a tiempo, o sea, cuando ya se han convertido en problemas propiamente dicho. Al respecto, ha sentenciado Fidel: “Debemos estar decididos: o derrotamos todas esas desviaciones y hacemos más fuerte la Revolución destruyendo las ilusiones que puedan quedar al imperio, o podríamos decir: o vencemos radicalmente esos problemas o moriremos. Habría que reiterar en este campo la consigna de: ¡Patria o Muerte!”.(25)

Dar silencio como respuesta a los problemas, errores e insuficiencias que se presentaban, apartarse del camino de su solución y no prestar atención a las tendencias negativas que se iban generando hubiese resultado ser el peor servicio que se podía hacer a la causa del socialismo. Las “lecciones” de Fidel son una contribución a esta magna causa, ya que hoy todos estamos en mejores condiciones para comprender que, así como los hombres pueden destruir el socialismo que han construido, también pueden salvarlo cuando el peligro acecha. De ahí su importancia, tanto para el momento actual, como para la posteridad.

Referencias bibliográficas

CABRERA RODRÍGUEZ, CARLOS (comp.): “Transición al socialismo. Teoría e Historia”, [inédito].
CASTRO RUZ, FIDEL: “Discurso pronunciado por Fidel Castro Ruz, Presidente de la República de Cuba, en el acto por el aniversario 60 de su ingreso a la universidad, efectuado en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, el 17 de noviembre de 2005”, versiones taquigráficas, Consejo de Estado.
CASTRO RUZ, FIDEL: “Discurso pronunciado en Río de Janeiro por el Comandante en Jefe en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y Desarrollo, el 12 de junio de 1992”, El diálogo de civilizaciones, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 2007.
GUEVARA, ERNESTO: “El socialismo y el hombre en Cuba”, Escritos y discursos, t. 8, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1977.

Notas aclaratorias

  1. Fidel Castro Ruz: “Discurso pronunciado por Fidel Castro Ruz, Presidente de la República de Cuba, en el acto por el aniversario 60 de su ingreso a la universidad, efectuado en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, el 17 de noviembre de 2005”, p. 59.
    2. Ibídem, p. 2.
    3. Ídem.
    4. Fidel Castro Ruz: “Discurso pronunciado en Río de Janeiro por el Comandante en Jefe en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y Desarrollo, el 12 de junio de 1992”, p. 13.
    5. Fidel Castro Ruz: “Discurso pronunciado por Fidel Castro Ruz, Presidente de la República de Cuba, en el acto por el aniversario 60 de su ingreso a la universidad, efectuado en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, el 17 de noviembre de 2005”, p. 22.
    6. Ibídem, p. 27.
    7. Se trata del planteamiento del Che referido a la inexistencia de una teoría de la transición al socialismo, cuando señalaba que “todavía estamos en pañales y es preciso dedicarse a investigar todas las características primordiales del mismo antes de elaborar una teoría económica y política de mayor alcance” (cfr.: Ernesto Guevara: “El socialismo y el hombre en Cuba”, p. 377).
    8. Fidel Castro Ruz: “Discurso pronunciado por Fidel Castro Ruz, Presidente de la República de Cuba, en el acto por el aniversario 60 de su ingreso a la universidad, efectuado en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, el 17 de noviembre de 2005”, p. 19.
    9. Ídem.
    10. Ídem.
    11. Ibídem, p. 22.
    12. Ibídem, p. 27.
    13. Ibídem, p. 34.
    14. Ibídem, p. 26.
    15. Ibídem, p. 32.
    16. Ibídem, p. 25.
    17. Ibídem, p. 24.
    18. Carlos Cabrera Rodríguez (comp.): “Transición al socialismo. Teoría e Historia”, p. 48.
    19. Ídem.
    20. Fidel Castro Ruz: “Discurso pronunciado por Fidel Castro Ruz, Presidente de la República de Cuba, en el acto por el aniversario 60 de su ingreso a la universidad, efectuado en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, el 17 de noviembre de 2005”, p. 35.
    21. Cfr. Carlos Cabrera Rodríguez (comp.): Ob. cit., pp. 48-49.
    22. Cfr. Fidel Castro Ruz: “Discurso pronunciado por Fidel Castro Ruz, Presidente de la República de Cuba, en el acto por el aniversario 60 de su ingreso a la universidad, efectuado en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, el 17 de noviembre de 2005”, pp. 48-49.
    23. Ibídem, p. 31.
    24. Ibídem, p. 30.
    25. Ibídem, p. 57.

Fuente: Revista Universidad de La Habana

Tomado de: https://dialogardialogar.wordpress.com

*Facultad de Filosofía, Historia y Sociología, Universidad de La Habana, Cuba.

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Caminos de ida y vuelta del presente a la memoria, en la entrega 280 de Casa

portada280Con un exhaustivo ensayo dedicado a la representación y la memoria en las escrituras indígenas y afrodescendientes contemporáneas, de las autoras Claudia Zapata y Lucía Stecher, ya habituales colaboradoras de la revista Casa, abre la entrega 280 de la publicación, que finalmente llega a las manos de sus lectores el próximo 10 de diciembre.

En el espacio de «Hechos/Ideas» se incluyen además dos atractivos textos de Luisa Campuzano y Juan Nicolás Padrón. La primera, reconocida estudiosa de la obra de Alejo Carpentier, disecciona en esta ocasión El siglo de las luces, y aporta nuevos ángulos y luces a esta compleja pieza de la narrativa carpenteriana. Por su parte, Padrón se aventura en una «cartografía del período de las neovanguardias poéticas cubanas» que probablemente no deje indiferentes a los entendidos.

A continuación, el sociólogo Aurelio Alonso, subdirector de la revista, toma nota en «Flechas» de lo que ha sido el ocaso del panamericanismo en las últimas décadas, a partir de la experiencia de aislamiento de los Estados Unidos en no pocos foros regionales, ineludible antecedente de la coyuntura actual de las relaciones entre ese país y Cuba.

«Letras» reúne textos narrativos de Ariel Dorfman, René Vázquez Díaz y Marcelo Leonart con la poesía de Jorge Boccanera, Marino Wilson Jay, Alfredo Alonso Estenoz y Geovannys Manso, mientras el espacio consagrado en este número al «Testimonio» trae a nuestros lectores la memoria de Margaret Randall sobre El Corno Emplumado, publicación paradigmática para la producción literaria latinoamericana durante la década de los sesenta, de la cual fue una de sus entusiastas gestoras.

En «Artes Plásticas», la ensayista Adelaida de Juan hace un recorrido crítico por la muestra que la Casa de las Américas ha estado dedicando durante 2015 al Año del Dibujo, algunas de cuyas piezas ilustran precisamente nuestra entrega 280.

Un texto del especialista Jaime Gómez Triana sobre los rostros de la América indígena en la obra de Manuel Galich abre el espacio consagrado a las «Notas», que recupera además la conferencia que la profesora Josefina Castro Alegret dedicara al autor Dany Laferrière durante la Semana de la francofonía, que tuvo en nuestra institución una de sus sedes. Por último, en esta zona de la revista, Ema Wolf se pregunta sobre el «desafío de escribir para niños».

Con un exhaustivo ensayo dedicado a la representación y la memoria en las escrituras indígenas y afrodescendientes contemporáneas, de las autoras Claudia Zapata y Lucía Stecher, ya habituales colaboradoras de la revista Casa, abre la entrega 280 de la publicación, que finalmente llega a las manos de sus lectores el próximo 10 de diciembre.

En el espacio de «Hechos/Ideas» se incluyen además dos atractivos textos de Luisa Campuzano y Juan Nicolás Padrón. La primera, reconocida estudiosa de la obra de Alejo Carpentier, disecciona en esta ocasión El siglo de las luces, y aporta nuevos ángulos y luces a esta compleja pieza de la narrativa carpenteriana. Por su parte, Padrón se aventura en una «cartografía del período de las neovanguardias poéticas cubanas» que probablemente no deje indiferentes a los entendidos.

A continuación, el sociólogo Aurelio Alonso, subdirector de la revista, toma nota en «Flechas» de lo que ha sido el ocaso del panamericanismo en las últimas décadas, a partir de la experiencia de aislamiento de los Estados Unidos en no pocos foros regionales, ineludible antecedente de la coyuntura actual de las relaciones entre ese país y Cuba.

«Letras» reúne textos narrativos de Ariel Dorfman, René Vázquez Díaz y Marcelo Leonart con la poesía de Jorge Boccanera, Marino Wilson Jay, Alfredo Alonso Estenoz y Geovannys Manso, mientras el espacio consagrado en este número al «Testimonio» trae a nuestros lectores la memoria de Margaret Randall sobre El Corno Emplumado, publicación paradigmática para la producción literaria latinoamericana durante la década de los sesenta, de la cual fue una de sus entusiastas gestoras.

En «Artes Plásticas», la ensayista Adelaida de Juan hace un recorrido crítico por la muestra que la Casa de las Américas ha estado dedicando durante 2015 al Año del Dibujo, algunas de cuyas piezas ilustran precisamente nuestra entrega 280.

Un texto del especialista Jaime Gómez Triana sobre los rostros de la América indígena en la obra de Manuel Galich abre el espacio consagrado a las «Notas», que recupera además la conferencia que la profesora Josefina Castro Alegret dedicara al autor Dany Laferrière durante la Semana de la francofonía, que tuvo en nuestra institución una de sus sedes. Por último, en esta zona de la revista, Ema Wolf se pregunta sobre el «desafío de escribir para niños».

La sección de «Libros» recoge reseñas de Ana Niria Albo sobre el volumen Cuestiones y horizontes: de la dependencia histórico-estructural a la colonialidad/descolonialidad del poder, compilatorio del pensamiento de Aníbal Quijano presentado en el más reciente Congreso Internacional de LASA, celebrado en Puerto Rico; Lorena Sánchez entresaca rasgos de la nueva narrativa hecha en Chile, a partir del libro No aceptes caramelos de extraños, de Andrea Jeftanovic, y Susel Gutiérrez nos invita a releer La revolución es un sueño eterno, de Andrés Rivera.

Como es habitual, esta entrega cierra con las secciones «Al pie de la letra», «Recientes y próximas de la Casa» y el resumen de «Colaboradores/Temas».

Tomado de: http://laventana.casa.cult.cu

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Los mismos Estados Unidos. Por: Guillermo Rodríguez Rivera*

Otras crónicasHay un verso de César Vallejo, en Poemas humanos, que me complace en especial, porque más allá de su logro artístico, encierra una enorme verdad:

           No hay Dios, ni hijo de Dios, sin desarrollo.

El hombre no nace siendo quien va a ser: ese hombre experimenta, aprende, dice y se desdice, porque en ese proceso va siendo el que será.

José Martí llega a los Estados Unidos en 1881 para una larga estadía. Quien llega a Nueva York es el hombre nacido en una colonia opresivamente tratada por su metrópoli. No ya la independencia que disfrutaban –y a veces sufrían– sus antiguas posesiones: ni siquiera el derecho de los propios españoles podían tener los cubanos en su isla. Aquí, ser español, haber nacido en Madrid o en Sevilla, era un privilegio que no tenían los cubanos en el lugar donde habían nacido.

Cuba ya había librado su larga guerra de los diez años, pero no había conseguido la independencia ni la abolición de la esclavitud. Las divisiones, los regionalismos, los egoísmos personales se han impuesto sobre el gran proyecto nacional. Pero esos años han sido cualquier cosa menos tiempo perdido: allí terminaron de cuajar la patria y su cultura.

Martí contempla en los Estados Unidos a una nación libre, que elige a sus gobernantes y visiblemente decide y enrumba su destino: con filósofos como Emerson, con poetas como Walt Whitman, que Martí descubre al mundo hispánico cuando todavía estaba prohibido en su país.

Dedicado a construir el Partido Revolucionario Cubano para fraguar al fin la independencia de su patria, vive en los Estados Unidos y lo mantiene su insuperable oficio de periodista: los grandes periódicos que entonces tenía nuestra América El Partido Liberal, de México; La Opinión Nacional, de Caracas y La Nación, de Buenos Aires, son los receptores del torrente verbal de Martí, que muestra unos Estados Unidos como jamás se habían descrito antes.

Pero hay que llegar hasta las crónicas de 1887: a Martí le corresponde ser testigo –y describir– el proceso y ejecución de los obreros anarquistas de Chicago. Son los hombres cuya memoria venera el mundo consagrándoles el 1 de mayo como Día Internacional de los Trabajadores, la fecha en que estos hombres y otros obreros revolucionarios demandaban el establecimiento de la jornada laboral de 8 horas. El presidente Grover Cleveland le temió al trasfondo izquierdista de esa fecha y consagró el primer lunes de setiembre como Labor Day. Julio Antonio Mella no dudó en declarar esta fecha como “día de la sumisión del trabajador”.

El proceso y ahorcamiento de los obreros anarquistas concluye, escribe Martí,

sin que haya más fuego en las estufas, ni más pan en las

      despensas, ni más justicia en el reparto social, ni más

      salvaguardia contra el hambre de los útiles, ni más luz y

      esperanza para los tugurios, ni más bálsamo para lo que

      hierve y padece [1].

La conclusión martiana culmina en una valoración tremenda:

Esta república, por el culto desmedido a la riqueza, ha

          caído, sin ninguna de las trabas de la tradición, en la

          desigualdad, injusticia y violencia de los países

          monárquicos. [2]

Quisiera que se tuvieran en cuenta las exactas palabras que emplea ese maestro del español que fue José Martí: no es que los Estados Unidos estimen importante la riqueza, ni siquiera que la divinicen consagrándole un culto, sino que ese culto es “desmedido”: no conoce valladar ni límite. No hay un reparo moral que se le oponga.

Martí advierte que la república democrática ha sido dominada por la riqueza: en principio, cualquiera puede ser senador o gobernador o presidente pero, cada vez más, es el dinero que costea la campaña electoral el que decide.

Esa dualidad entre la realidad y la apariencia va a regir la vida norteamericana: al frente de las acciones de los Estados Unidos siempre figura un irreprochable principio altruista y generoso: detrás, está siempre el interés material.

En la última ronda de negociaciones con Cuba, los Estados Unidos han dicho que no están dispuestos a cambiar la política migratoria hacia Cuba; el Congreso no está dispuesto a derogar la ley del bloqueo económico, comercial y financiero que se ejerce contra Cuba hace 53 años. Todo parece indicar que el acercamiento a Cuba, que tantos hemos visto con optimismo, fue una manera oportunista de tratar de que no desapareciera la Cumbre de las Américas, que toda Latinoamérica no quería efectuar más sin Cuba.

Hasta ahora, detrás del noble acercamiento, parecen estar los mismos Estados Unidos, que dicen una cosa y hacen otra.

Notas

[1] Martí, José: “La guerra  social en Chicago”, en Letras fieras, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1981, p. 279.

[2]  Idem, p. 280.

Tomado de: http://segundacita.blogspot.com

Guillermo Rodríguez Rivera*Santiago de Cuba, Cuba; 1943. Colaborador en la lucha contra la tiranía batistiana, pertenece a la llamada segunda generación de escritores que publicaron después del triunfo revolucionario de 1959, también reconocida como generación del primer Caimán Barbudo. Destacado por la versatilidad de su extensa obra publicada, que incluye poesía, narrativa y ensayo; un legítimo gusto por las letras que se evidencia en su quehacer académico y en la significativa labor de promoción literaria acumulada.

Doctor en ciencias filológicas y profesor titular de la Universidad de la Habana, centro en la cual ha ocupado diversas responsabilidades. Su labor docente se extiende a universidades de otros países como Francia, España, Venezuela, México, Italia y Estados Unidos. Impartió el curso sobre apreciación literaria en el espacio televisivo Universidad para Todos, transmitido por la televisión cubana, junto a los doctores Rogelio Rodríguez Coronel y Virgilio López Lemus. Ha realizado comentarios literarios en programas de la radio y la televisión como: La poesía; Teatro en TV; Prólogo y Escriba y Lea.

Es miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y del consejo de dirección de la Fundación Nicolás Guillén. Fue redactor de la revista Mella, órgano oficial de la AJR y participante en la fundación del mensuario El Caimán Barbudo, donde sería el primer jefe de redacción, cargo desempeñado posteriormente en las revistas Cuba Internacional y Unión.

Tiene publicados, entre otros, los poemarios: Cambio de impresiones (La Habana: La Tertulia, 1966). En carne propia (Editorial Letras Cubanas, 1983). Así como las antologías: Para salir del Siglo XX (Mérida, Venezuela: Solar 1994). Canta (Ediciones Unión, 2004), Premio de la Crítica 2004. Su obra ensayística aborda diferentes temas de la literatura, el arte y la sociedad cubanas, y comprende entre otros, los volúmenes: Exploración de la poesía (Universidad de la Habana, 1981), de conjunto con Mirta Aguirre. Sobre la historia del tropo poético (Editorial Letras Cubanas, 1984). Crónicas del relámpago (Editorial de Ciencias Sociales, 2008). Por el camino de la mar. Los cubanos (Editorial Boloña, 2004), texto que fue ampliado y publicado en el 2005 y 2008, bajo el título Por los caminos de la mar los cubanos, o, Nosotros los cubanos, con nota introductoria de Cintio Vitier. Esta obra fue editada también en inglés y francés por la editorial José Martí, en el 2007.

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Washington contra Cuba y contra sí mismo. Por: Iroel Sánchez*

Barack ObamaAcaba de concluir la segunda y última de las dos rondas de conversaciones que cada año sostienen los gobiernos de Cuba y Estados Unidos sobre temas migratorios. Según lo difundido por las delegaciones participantes, en ellas Washington ratificó su compromiso con la Ley de Ajuste Cubano y el Cuban Medical Professional Parole Program (CMPPP), instrumentos que los gobiernos involucrados en la actual acumulación de miles de migrantes cubanos en Centroamérica han cuestionado como generadores de esa compleja situación y que Cuba lleva decenios condenando.

La Ley de Ajuste es una legislación de la Guerra Fría que da a los cubanos acogida automática en cuanto pisan territorio estadounidense, a diferencia de cualquier otro emigrante, y el CMPPP es una creación del gobierno de George W. Bush para robar profesionales del prestigioso sistema de salud cubano, afectando a sus pacientes en terceros países y la atención médica a la población de la Isla. Estas herramientas funcionan como alimentadoras de la propaganda contra el socialismo cubano en una prensa que no asocia en lo más mínimo sus carencias al bloqueo ―intacto aun después del 17D― que busca generar en la vida cotidiana de los cubanos “el desengaño y el desaliento mediante la insatisfacción económica y la penuria”, según memorándum del Secretario de Estado asistente Lester Mallory, el día 6 de abril de 1960, donde se instruía la política a desarrollar desde entonces por las administraciones norteamericanas para liquidar la Revolución.

Aun hoy, el bloqueo, como la Ley de Ajuste y el CMPP, es utilizado como un mecanismo de chantaje para mover a Cuba hacia el cambio de régimen. El 2 de octubre de este año el  Secretario de Estado John Kerry declaró  en entrevista con Amaro Gómez-Pablos de  la Televisión Nacional de Chile, reproducida por la embajada de EEUU en Venezuela:

“no puedo decirte cuándo se levantará el embargo, porque este depende realmente, en gran medida, de las decisiones que tomen los cubanos. Tienen que hacer lo posible para que se levante el embargo. Hay como ha de entenderse fuerte preocupación en el Congreso de los Estados Unidos por los derechos humanos, la democracia, la capacidad de la gente para expresar lo que piensa, la posibilidad de congregarse y de hacer cosas. Y quisiéramos ver –no pedimos que haya un cambio de la noche de la mañana, pero queremos ver un cambio de dirección en Cuba, y tenemos la esperanza de que así será”

Y actúan en consecuencia, ni la inversión en la Zona Económica Especial de Mariel de una fábrica estadounidense de pequeños tractores para agricultores privados cubanos ha podido autorizar la flamante nueva política hacia Cuba de Barack Obama, y sus muy publicitadas medidas en el terreno de las telecomunicaciones chocan con la imposibilidad de transacciones financieras directas entre ambos países, la desautorización a Cuba para operar en dólares estadounidenses y las multas multimillonarias que bancos de terceros países siguen recibiendo por operar cuentas cubanas.

La olla de presión perfecta lejos de desactivarse sigue a todo fuego: debajo el calor del bloqueo económico para provocar carencias y escasez; por encima el silbante vapor mediático amplificado con medidas migratorias que, haciendo sinergia con los logros de la Revolución en Derechos Humanos, permiten que los cubanos puedan insertarse más exitosamente en las sociedades receptoras que sus similares de cualquier otro país.

Esos logros, a pesar de ser invisibles para falsimedia, son apreciables en quienes ahora mismo esperan en Costa Rica para acceder a Estados Unidos: cero desnutrición, alto nivel educativo, elevado estándar de salud con vacunación contra trece enfermedades desde niños, sonrisa que evidencia atención dental universal, habilidades para el uso de las TIC reconocidas por la Unión Internacional de Telecomunicaciones y posesiones en Cuba con valor de miles de dólares que pueden ser vendidas para financiar su largo trayecto a manos de mafias traficantes de personas para finalmente acogerse en EEUU a  la Ley de Ajuste.

Pero nada de eso tiene que ver con la emigración. Si ante la evidencia de que en una coyuntura como la actual EEUU no modificará su política migratoria como instrumento de guerra contra Cuba y seguirá en pie el robo de médicos,  el gobierno cubano ha vuelto a condenar esa política y ha anunciado, en aras de garantizar los servicios de salud gratuitos que se ofrecen a todos los cubanos, que en el caso de los trabajadores de la salud “se analizarán las fechas de salida del país, teniendo en cuenta el relevo de cada profesional, para propiciar un ordenamiento laboral que garantice la accesibilidad, calidad, continuidad y estabilidad del funcionamiento de los servicios de salud”, es previsible cómo la maquinaria mediática, que a regañadientes  aceptó mencionar la Ley de Ajuste como causante de la actual situación con emigrantes cubanos en Centroamérica pero calló sobre el bloqueo,  se rasgará las vestiduras y convertirá la víctima en victimario: “El gobierno cubano viola la libertad de viajar de los médicos que huyen del castrismo”, es lo que leeremos allí, no “El gobierno de EEUU tiene una legislación para dejar sin médicos a Cuba” ni tampoco “Cuba se esfuerza por garantizar a sus ciudadanos servicios de salud universales y gratuitos a pesar de maniobras estadounidenses”. Por supuesto, para quienes han permanecido a salvo del socialismo, sin nada que vender que no sean sus brazos, los desnutridos, cariados y semianalfabetos ante cuyos ojos jamás se ha detenido un médico y que viajan en el tristemente célebre tren “la bestia” con la esperanza de fregar los platos del sueño americano no hay titulares.

Para los medios quienes están en los albergues improvisados en Costa Rica son víctimas de la Revolución y de la reforma económica cubana, a pesar  de que esas reformas son las que le han permitido vender sus propiedades o realizar otros negocios para obtener miles de dólares con los que salir legalmente desde Cuba hacia Ecuador y atravesar ilegalmente Colombia, Panamá,  Costa Rica, Honduras, Nicaragua, Guatemala y México, en un territorio que su cercanía con EEUU -principal mercado de armas y drogas del mundo- ha transformado en uno de los más violentos del planeta, minado por el narcotráfico y la violencia armada, con decenas de miles de muertes cada año. Gracias a su sistema diferente, Cuba es el único país de ese entorno –tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos– que no sufre esa plaga.

Al que menos le conviene que esa excepcionalidad de Cuba cambie y se transforme en otro corredor de drogas hacia territorio estadounidense es al vecino del Norte. Pero cualquiera que haya seguido las relaciones entre Cuba y EEUU sabe que Washington solo ha llegado a acuerdos o modificado sus políticas cuando no ha tenido otra alternativa. Fueron las crisis migratorias de Camarioca (1965, durante el gobierno de Johnson), Mariel (1980, durante el gobierno de Carter) y la de los balseros (1994, durante el gobierno de Clinton) las que condujeron a posteriores convenios migratorios y fue la negativa en pleno de América Latina a asistir a la Cumbre de las Américas de Panamá y el rechazo universal al bloqueo la que obligó a Barack Obama a aceptar la presencia de Cuba allí y negociar el restablecimiento de relaciones diplomáticas con La Habana.

La particular política migratoria de EEUU hacia Cuba es un instrumento de propaganda y desestabilización al que Barack Obama no se atreve a renunciar porque su objetivo sigue siendo derrocar la Revolución pero no debe olvidar que esa política se volvió una peligrosa bomba para tres administraciones demócratas y a una de ellas (la de Carter) le costó las elecciones.

Hace cuatro meses, cuando aún no había estallado la actual crisis con emigrados cubanos en Centroamérica: escribí un artículo titulado “Otra crisis en el horizonte”:

“Lo único inteligente que puede hacer el gobierno estadounidense es adelantarse a los que ―a juzgar por la prensa de Miami― quieren conducirlo a una nueva crisis migratoria con Cuba y cesar la discrecionalidad que le permite la Ley de Ajuste Cubano. En paralelo, su popularidad en Miami y entre los cubanos de la Isla aumentaría si acompañara esa decisión con un incremento en el otorgamiento de visas en proporción con las cifras de emigrantes ilegales que anualmente admite desde Cuba. Sería muy consecuente después de décadas estimulando la emigración ilegal desde la Isla y desactivaría la bomba que, muy visiblemente, en los mismos EE.UU., algunos están tratando de colocarle en el camino de su nueva política hacia La Habana.”

Y como el dinosaurio de otro centroamericano, Augusto Monterroso, cuando EEUU despertó: la crisis estaba ahí.

En el escenario internacional, esta política comienza a tener costos políticos para EEUU. Como elemento novedoso ya el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) compuesto por países en su mayoría muy dependientes de Washington, ha cuestionado la Ley de Ajuste Cubano y el CMPP y es muy probable que en foros internacionales menos amistosos como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, el ALBA, el Movimiento de Países No Alineados y la ONU, EEUU empiece a ser cuestionado, además de por el bloqueo contra Cuba, por su doble rasero migratorio y su pretensión de dejar sin atención médica los millones de personas que en países del Sur reciben los beneficios de los programas de colaboración cubana en la salud. Adversarios a EEUU le sobran y aliados a Cuba también, además de la razón.

Tomado de: https://lapupilainsomne.wordpress.com

*(Santa Clara, Cuba, 1964).  Editor y periodista. Autor del libro: “Sospechas y disidencias” Editorial Abril (2012).

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Al despertar, el libro seguía estando allí. Por: Graziella Pogolotti*

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Biblioteca municipio Remedios, provincia de Villa Clara.

En la evolución de las especies, el ser humano fue capaz de dar gigantescos saltos hacia adelante. Uno de ellos fue la conquista de la palabra, resultante de la complejísima relación entre el desarrollo del cerebro, la construcción de un aparato de fonación y las sutilezas del pensar. Mi mascota, una perra sata orillera, ladra y mueve la cola para reclamar su alimento, expresar afecto y rechazo y exigir rápida respuesta a las llamadas de la puerta y el teléfono. Le son ajenos el significado del dinero, la organización de la sociedad, el disfrute de la poesía y otros componentes esenciales de lo que llamamos cultura. Tampoco alcanza a sentir la necesidad de transformar la realidad.

La invención de la escritura en sus diversas formas fue otro considerable salto. Permitía el registro y la conservación de datos económicos para el intercambio mercantil, preservaba el testimonio de los acontecimientos significativos y favorecía la comunicación a larga distancia. El intercambio de mensajes a través de los caminos de Europa sentó las bases para una concepción humanista del mundo. Situados en distintos lugares del continente, aquellos hombres no se sentían solos. Oportuna, la aparición de la imprenta favoreció una difusión más amplia de la ciencia y de la literatura.

Ahora, la expansión de los mensajes se acrecienta a una velocidad inconcebible hace medio siglo. Algunos anuncian la muerte del libro impreso en papel aparejado al dominio absoluto del mensaje audiovisual. Hay pirómanos que sugieren la inmediata desaparición de las bibliotecas. Con autosuficiencia de aldeano vanidoso, no se han percatado de la resonancia universal alcanzada por la inauguración de la biblioteca de Alejandría, dotada de los más modernos recursos técnicos y homenaje a la que fue el gran reservorio de la sabiduría de la antigüedad. En el primer mundo, donde el acoso a las nuevas tecnologías es extenso, las bibliotecas siguen adquiriendo libros, publicaciones periódicas y documentos. Así ocurre con la Biblioteca del Congreso de Washington y con todos los centros universitarios.

Recientemente, la Universidad de Austin en Texas, invirtió una cifra millonaria en la compra de la papelería del afamado escritor colombiano Gabriel García Márquez. Según declaraciones de César Salgado, un académico bien conocido entre nosotros, el riquísimo material contiene documentos referentes a su obra literaria como otros testimonios de la vida del autor, de sus amistades, incluidos dirigentes políticos del continente, entre los que aparece, en distintas carpetas, sus vínculos con el compañero Fidel. Se trata de un patrimonio que contiene elementos significativos de la historia de nuestros países.

La noticia me trajo el recuerdo de conversaciones sostenidas hace años con el ensayista uruguayo Ángel Rama. Yo trabajaba entonces en nuestra Biblioteca Nacional, donde nos esforzábamos por recuperar los más variados fondos documentales. Angustiado por el porvenir de nuestros países, hablaba del despojo sistemático de esos tesoros por parte de instituciones norteamericanas. Validos de ruinas de familias, antaño pudientes, adquirían a buen precio valiosísimas colecciones particulares. Además de succionar nuestros bienes materiales, se adueñaban, siguiendo la tradición de todos los imperios, de valores sagrados de nuestra historia, de nuestra cultura y de nuestra vida espiritual.

Las modestas bibliotecas públicas son espacios imprescindibles en cada municipio del país. Al plantearnos los problemas que afectan el desempeño escolar de niños y jóvenes, olvidamos que la enseñanza no puede ser reproductiva, basada en pobres apuntes de clase con fórmulas que incitan al memorismo. En lo personal, no confío mucho en el estudio colectivo, salvo cuando se trata de repasar conocimientos adquiridos de antemano. El aprendizaje real requiere un entrenamiento en la capacidad de concentración. No todos disponen de las condiciones adecuadas en el hogar. En mis tiempos de estudiante, el ruido ambiental me inducía a buscar refugio en la Biblioteca Nacional, instalada entonces en el Castillo de la Fuerza. Cargaba con mis libros y solicitaba otros en consulta. La pequeña sala estaba casi vacía. Yo había encontrado mi rincón predilecto: una mesita junto a una ventana abierta hacia el puerto. De cuando en cuando, interrumpía la lectura y dejaba vagar la mirada en un paisaje animado por el movimiento de los barcos.

Se ha convertido en hábito la suplantación de los jóvenes por sus padres a la hora de realizar las tareas escolares. Según su capacidad y los medios a su alcance recopilan la información, redactan las tareas escritas y realizan los trabajos manuales. Con las mejores intenciones entorpecen el aprendizaje y cometen fraude. Durante una etapa, incapaz de valerse, el bebé depende de la leche materna. Luego, ingerirá alimentos que impongan la necesidad de masticar. Más adelante, comenzará a utilizar los cubiertos. Del mismo modo, la enseñanza debe exigir un creciente esfuerzo propio para localizar las fuentes debidas en la búsqueda de datos. Para transformarse en conocimiento, la información requiere entrenamiento para observar, comparar, formular interrogantes y elaborar conclusiones. Importa saber que el 10 de octubre es conmemoración patria. Pero lo imprescindible consiste en entender por qué.

Aquí y en otras partes, los jóvenes son cada vez más remisos a la lectura. Las razones son múltiples. Una de ellas, evidente, se deriva de la seducción ejercida por el universo audiovisual que induce a la pasividad, consecuencia de una tendencia propia del ser humano conocida como ley del menor esfuerzo. La pérdida de la práctica de la conversación entre familiares a la hora de las comidas elimina el despertar de focos de interés. Poco a poco, el habla se limita a lo elemental, casi equivalente a los reclamos de mi mascota. La reducción del léxico limita el pensamiento y adormece la creatividad porque el órgano que no se usa, se atrofia.

Habría que plantearse una pregunta esencial. ¿Hemos aprendido verdaderamente a leer? Sin dudas, estamos en condiciones de juntar letras y formar palabras. No es suficiente. Hay que descubrir el sentido de las cosas en un idioma particularmente dotado para expresar los matices de la realidad mediante la riqueza de sus tiempos y modos verbales, poseedor de una sintaxis abierta a numerosas posibilidades en su ordenamiento y en el rejuego de su régimen de subordinación. El verso y la prosa pueden encantar el oído. Para quien sabe hacerlo, leer conjuga disfrute y aprendizaje.

De no combatir esta tendencia, nuestra especie, muda y ágrafa, sucumbirá devorada por los robots inteligentes y sensibles que ya se anuncian al doblar de la esquina.

Tomado de: http://www.juventudrebelde.cu

Graciela Pogolotti*Crítica de arte, prestigiosa ensayista y destacada intelectual cubana, promotora de las Artes Plásticas Cubanas. Presidenta del Consejo Asesor del Ministro de Cultura, Vicepresidenta de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Miembro de la Academia Cubana de la Lengua.

Hija de uno de los íconos de la vanguardia artística de la primera mitad del siglo XX, Marcelo Pogolotti y de madre rusa. Nació en París en 1931 pero desde niña vivió en Cuba. Ser cubana, para ella, es una misión y un estado de gracia.

Es una de las más dispuestas y necesarias consejeras y asesoras de cuanto proyecto útil pueda favorecer la trama cultural de la nación. Esa vocación participativa se expresa también en las pequeñas cosas de la vida. Gusta de la conversación amena, de la música popular y no le gusta perder el hilo de una telenovela, nunca cierra las puertas a quien la procura.

A los siete años ya estaba en la capital cubana, donde estudia hasta graduarse como Doctora en Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana. Cursó estudios de postgrado en La Sorbona, durante un año, estudió Literatura Francesa Contemporánea. Al regresar a Cuba, matriculó en la Escuela Profesional de Periodismo Manuel Márquez Sterling, donde alcanzó otro título.

Ha escrito numerosos ensayos, pero tan fundamental como su obra escrita ha sido su enorme labor en la docencia y la promoción de la cultura. Desde la cátedra de la Universidad de la Habana, a las investigaciones socioculturales vinculadas a los primeros pasos del Grupo Teatro Escambray, desde la formación de teatristas en el Instituto Superior de Arte, hasta la vicepresidencia de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, desde la Biblioteca Nacional, hasta la presidencia de la Fundación Alejo Carpentier.

Al Triunfo de la revolución se encontraba en Italia desde fines de 1958, se hallaba en una beca, residiendo en Roma por lo que aprovecho también para atender su salud. Al saber la noticia del derrocamiento de la dictadura se presento junto a otras personas que vivían en Roma en la sede de la Embajada a ocuparla. De regreso a la isla tuvo pasó por París hasta que finalmente llagó a Madrid, donde el Gobierno Revolucionario situó aviones para facilitar el regreso de los cubanos en Europa. Durante el vuelo conoció a Fayad Jamis, que ya era poeta y pintor distinguido pese a su juventud. Al llegar a La Habana observo una euforia generalizada, los rebeldes estaban en la terminal aérea.

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No habrá “primavera cubana” creada con manipulaciones mediáticas. Por: Norelys Morales Aguilera*

No habrá 2Cualquiera que desee encontrar las realidades hallará que la verdad se vuelve sal y agua, cuando la batería mediática ejecuta sus operaciones. Les distingue la coordinación y rapidez, sin saberse de dónde parten las agendas informativas, que nos obsequian agencia internacionales y medios corporativos.

El caso de la migración cubana, el ocultamiento interesado de hechos incontrastables, y el sobre dimensionamiento de otros, conduce a que nuevamente estemos frente a lo que comúnmente se denomina campaña mediática, pero que es ni más ni menos la agresión con fines determinados, en escenario de guerra no convencional, o si lo prefieren, de gestación de un golpe suave, en los que la CIA tiene bastante experiencia.

El factor humano y emotivo, es manipulado en nombre de derechos legítimos, que hacen que el ciudadano medio fije su atención hacia donde los medios les seducen, mediante técnicas probadas. Esa es la estrategia y la labor, así como otros objetivos, enunciados más adelante. ¡Cuánto darían por desórdenes que condujeran a la utópica “primavera cubana”!.

Los cubanos involucrados con el actual affaire, desean viajar a Estados Unidos, otro país no les interesa. Los motivos se saben. Cuando han tratado de obtener visas en la hoy embajada de Estados Unidos en La Habana, se les continúa negando.

La agencia AP lo publicó el 22 de julio de este 2015, cuando quizás se comenzó a gestar lo que vemos hoy: “Cientos de cubanos hicieron largas filas en las afueras de la nueva embajada estadounidense el martes en La Habana para intentar obtener una visa”.

¿Nadie se percató de este informe el 22 de julio de 2015 cuando se iniciaba la actual migración cubana con la negativa de visa en la embajada de Estados Unidos en La Habana?

Pero, el silenciamiento mediático a que los cubanos -cientos dijo la Agencia- estaban solicitando visas en la embajada USA, no es casual, pues, en contraste hemos tenido los acontecimientos en curso en Centro América, y el consiguiente ataque sin miramientos a Nicaragua, motivados, entre otros ingredientes por la presión a Costa Rica de Estados Unidos, cuya embajadora en Nicaragua, dijo que cada país es responsable de los que están en su territorio.

En la reunión del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), este 24 de noviembre, en El Salvador, hubo consenso para trabajar en la lucha contra el tráfico ilegal y la trata de personas. El acuerdo más importante fue que cada nación decidirá “de manera soberana”, si permite o no el paso por sus territorios a los inmigrantes cubanos varados en Costa Rica. [1]

Nicaragua había fijado su posición. A continuación este 26 de noviembre, lo hizo Ecuador, y nadie puede cuestionar la soberanía de su decisión, que ha sido solamente, que los migrantes soliciten su visa a partir del 1 de diciembre, algo que era el único país que no hacía en la región. El Canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, ha dicho, que esta situación no aplica para un “corredor humanitario” porque no estamos en presencia de un conflicto bélico. [2]

De inmediato, el Presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís aseguró que “Es una de las medidas que había que esperar se anunciara de parte de uno de los países más importantes en este proceso. Le agradezco al Gobierno de Ecuador haber tomado esta medida que forma parte de un conjunto de otras medidas que se irán anunciando en los próximos días”, según la web de la Presidencia, este 26 de noviembre. [3]

El aluvión mediático, como cualquiera puede ver, apunta a crear una situación descontrolada y de protesta en la Isla, que es caldo de cultivo, para los planes nunca concluidos, de una “primavera cubana”, para usar un símil, que ayude a la brevedad.

Ya está anunciada la reunión bilateral entre Cuba y Estados Unidos para el día 30 de noviembre. Se supone, que allí habrá alguna decisión honorable porque Cuba continuará defendiendo a sus nacionales, de ser manipulados y arriesgados, en una migración desordenada e insegura, algo que los medios han explotado insistentemente durante años. [4]

A nadie debe escapar, que el trasfondo sucio de la actual campaña u operación mediática, es contra la RESTABLECIMIENTO de relaciones de Cuba y Estados Unidos, puesto que si fuera otro, no sería a los cubanos migrantes a los que se les sobre visibilice mediáticamente.

Los medios de Miami se han empeñado en presentar este incidente como una “crisis humanitaria”, para convertir esta situación en un problema internacional que perjudique las relaciones entre Cuba EE.UU.

Cada vez la ultraderecha norteña, socarronamente trata de poner a Cuba en la picota pública para agredirla, les sale el tiro por la culata, y los que sufren son los cubanos. Esta vez tampoco tendrán su “primavera cubana” si es lo que estaban esperando con la manipulación de la migración y el despliegue de la batería mediática de Miami y sus congéneres internacionales de la derecha fracasada.

Notas

[1] http://islamiacu.blogspot.com/2015/11/sica-cubanos-cada-pais-decidira-de.htm
[2] http://www.juventudrebelde.cu/internacionales/2015-11-26/anuncia-ecuador-el-requerimiento-de-visa-para-ciudadanos-cubanos
[3] http://presidencia.go.cr/prensa/comunicados/costa-rica-se-satisface-con-decision-de-ecuador-de-solicitar-visa-a-los-cubanos-a-partir-del-1-de-diciembre
[4] http://www.cubahora.cu/politica/cuba-usa-ojala-negocien-una-buena-solucion-para-cubanos-migrantes

http://www.cubahora.cu/politica/no-habra-primavera-cubana-creada-con-manipulaciones-mediaticas

Tomado de: https://miradasencontradas.wordpress.com

Norelys Morales Aguilera*Periodista y escritora cubana. Editora del blog: www.islamiacu.blogspot.com.es

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Cine cubano en el Festival de La Habana: los filmes inéditos. Por: Dean Luis Reyes*

La cosa humana. Director: Gerardo Chijona

La cosa humana. Director: Gerardo Chijona

De la decena de largometrajes cubanos que concursarán en el cercano 37mo. Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, apenas Vuelos prohibidos, de Rigoberto López, tuvo ya un estreno masivo. Del resto, si exceptuamos La Obra del Siglo (Carlos Machado), que inaugurara en presentación especial la 15ta. Muestra Joven, y Cuba libre (Jorge Luis Sánchez), que tuvo una premiere el 20 de octubre, en saludo al Día de la Cultura Nacional, poco se ha podido ver en pantallas habaneras.

De ahí que me toque hablar a ciegas de la mayor parte de estos títulos, que tendrán su primer encuentro con su público natural en los diez días del Festival. Exceptúo además de esta relación a El tren de la línea norte (Marcelo Martín), al que ya me referí anteriormente en este espacio.

Entre las novedades que los cubanos seguirán con avidez está el nuevo largo del realizador Gerardo Chijona, La cosa humana. Según se ha dicho, es este el retorno a la comedia de un director muy conocido por los cubanos debido a sus anteriores Adorables mentiras y Un Paraíso bajo las estrellas, aunque en sus títulos más recientes (Boleto al paraíso y Esther en alguna parte) se alejara del género.

El humor en La cosa humana -ha declarado Chijona- tiene un sesgo más sofisticado. Aunque, si se atiende a su sinopsis, acaso se adivine que el tono de sátira social rige un tratamiento que vuelve a poner en evidencia las vertientes menos evidentes de la doble moral. Cuenta Chijona: “Narra cómo un delincuentico de mala muerte encuentra de la manera más asombrosa e inesperada su verdadera vocación. A partir de un robo de una casa a la que van a sustraer efectos eléctricos comienza todo. Entre los objetos que sustraen hay un bolso que tiene un manuscrito literario. Entonces ve la posibilidad de convertirse en escritor”.

La idea original pertenece a Francisco García, coescritor del guion de Boleto al paraíso. Nació de una conversación en torno a Balas sobre Broadway, de Woody Allen. Dice el director que tiene mucho que ver con el humor de Allen, aunque esta es en esencia su primera película donde “el referente no es la realidad sino el cine mismo. Hay muchos homenajes al cine del mismo Allen, al de los hermanos Coen, a filmes como El padrino y a series como Los Soprano”.

El protagonista de La cosa humana es Héctor Medina, acompañado por un reparto de primera: Carlos Enrique Almirante, Vladimir Cruz, Laura de la Uz, Osvaldo Doimeadiós y Mario Guerra, entre otros.

Otro título nuevo es El acompañante, que apenas se ha visto en algunos festivales en el extranjero. Es el tercer largo de ficción de Pavel Giroud, resultado de un extenso proceso que tomó más de media década. En 2009 había sido reconocido en el Festival de Gotemburgo como Proyecto en desarrollo. En 2010 obtuvo el Premio SGAE Julio Alejandro, y fue Mejor proyecto en desarrollo en el Festival de San Sebastián en 2013.

La anécdota de El acompañante se remonta a mediados de la década de 1980, cuando iniciaba el enfrentamiento a la epidemia del SIDA en Cuba. En ese tiempo, los individuos reportados como seropositivos eran recluidos en un sanatorio en los márgenes de la capital, y cuando les correspondía salir “de pase” debían ir acompañados por otra persona en calidad de vigilante.

Cuenta Giroud: “El acompañante es la historia de dos hombres que están ahí por razones diferentes, pero con un objetivo común: escapar del destino que les ha sido impuesto. Uno es un paciente, héroe internacionalista que contrajo el virus en África, y el otro, su acompañante. Se trata de un boxeador sancionado por dopaje, que ve en esa nueva labor la posibilidad de regenerarse socialmente. Hay varios filmes que se acercan al tema, pero aseguro que este no se parece a ninguno, y justo porque el fenómeno en Cuba tiene matices muy particulares. No fueron gays los primeros casos, sino héroes internacionalistas. Otra diferencia que generó polémica fue la del sistema de control de propagación: los enfermos ingresaban obligatoriamente en un sanatorio, que en su inicio era bajo régimen militar”.

El resto de los títulos cubanos son, además de novedades, óperas primas con las que sus realizadores se atreven con el largo de ficción. Es el caso de Bailando con Margot, de Arturo Santana. Él mismo refiere la sinopsis: “En la actualidad hay un señor en un asilo, él es una suerte de detective que comienza a recordar un momento en su vida. Ese recuerdo es la trama de la película, que se remonta al amanecer del 31 de diciembre de 1958. A su vez, esa fecha nos traslada a 1918, luego salta a los años 20, a los 30 y regresa al 58. Todo eso transcurre mientras ese hombre recuerda, sentado en una silla de ruedas en un portal”.

Todas las reseñas periodísticas aproximan el tratamiento formal al cine negro. Cuenta Santana: “El protagonista realiza la investigación sobre el robo de una marina de Romañach en la casa de una elegante viuda habanera. Las pistas que este detective encuentra lo lanzan al pasado, y en ese pasado se descubre quién era esa viuda, cuál fue su entorno, quién fue su esposo, cómo llegó a donde está… Y mientras se nos revelan estos detalles de la personalidad de la mujer, se va desarrollando la pesquisa sobre el robo del cuadro”.

Este proyecto tiene dos décadas siendo soñado por su director. En el relato original se trenzaban tres historias sobre boxeo, pero el tiempo lo hizo mutar. “Yo imaginé que esta no sería mi ópera prima, sino la tercera o cuarta película, por la complejidad que tiene. Pero la vida me dijo ‘es ahora o nunca’ -confiesa Santana-. Tenía otros proyectos aprobados por la industria que tratan la realidad actual e inmediata. La vida me obligó a saltar”.

También salta a la ficción el documentalista Rigoberto Jiménez, formado dentro de la TV Serrana, con Café amargo. Este proyecto fue rodado en 2012 y ha conocido un largo y accidentado proceso de posproducción hasta que hace pocas semanas se estrenara en calidad de premiere en Bayamo y luego en San Pablo de Yao, Sierra Maestra, donde tuviera la mayor parte de sus locaciones. Ahora llega a La Habana.

Su sinopsis señala: “En la década de 1950, Lola, Gelacia, Pepa y Cira Garlobo son cuatro hermanas jóvenes que viven solas en una finca cafetalera en medio de las montañas de la Sierra Maestra. No quieren a ningún hombre en la casa, pero el paso por la finca de un joven de la capital que va camino de alzarse con los rebeldes cambiará sus vidas de golpe, aunque no por ello escaparán de su soledad”.

Esta historia nace con el documental Las cuatro hermanas, dirigido por Jiménez en 1994, aunque de ahí a la ficción varió un mundo. El argumento original fue escrito por el propio director y por Roberto Renán, y luego llevado a un guion por Arturo Arango y Xenia Rivery.

Otra documentalista que salta al largo de ficción es Jessica Rodríguez, con Espejuelos oscuros. Dice la sinopsis: “Esperanza es una mujer ciega que vive sola con su gato en una casa solitaria en el medio de la campiña cubana. Mario es un delincuente buscavidas que huye de la policía tras cometer un robo en un pueblo cercano. Cuando Mario irrumpe en casa de Esperanza para esconderse, pronto mostrará un interés sexual por la ciega. Y esta tratará de desviar la atención de Mario a través de sus historias. Porque Esperanza escribe historias, historias de gente común que a su juicio merecen ser recordadas. Así, como si de una Scheherazade moderna se tratara, Esperanza elige tres relatos que le contará a Mario antes de entregarse a él”.

Estas tres historias, así como la trama central, son interpretadas por Laura de la Uz y Luis Alberto García. Atraviesan diferentes momentos de la historia cubana. Devuelven el tema central de la obra de Rodríguez: la soberanía de la mujer sobre su cuerpo y libre albedrío en medio de sociedades patriarcales y machistas. Algo que ha atendido la realizadora en sus obras anteriores: Tacones cercanos (2008), El mundo de Raúl (2010, codirigido con Orizoe García), Crac (2012), y Ahlam (codirigido con Shaza Moharam).

Finalmente, el guionista y cortometrajista Fabián Suárez hace su ópera prima con Caballos. Basada en un texto para el teatro del mismo título que publicara hace unos años, la versión fílmica supone variaciones frente a ese referente.

Cuenta Fabián: “Es la historia de Robi, un joven fotógrafo de vida un poco solitaria que básicamente se debate entre dos amores: el de Salomón, su mejor amigo y protector, y Galaxia, que es una cantante. Todo comienza una noche en un bar, cuando Robi conoce a esta misteriosa cantante. Le gusta mucho, la invita a una fiesta para hacerle unas fotos y ahí se empiezan a develar estas relaciones de poder y se desata el triángulo amoroso. Robi descubre que Salomón está celebrando su cumpleaños enfermo de VIH y hace un testamento para dejarle la inmensa casa donde vive. También descubre que esta muchacha se va a vivir dentro de unos días a París. Él se debate entre esas dos decisiones: quedarse en Cuba para cuidar a su amigo o irse a Francia detrás de esta joven”.

Caballos es un homenaje confeso al fotógrafo estadunidense Robert Mapplethorpe, y se inspira no solo en su obra y vida, sino también en la historia de amor que lo envolviera con la intérprete Patti Smith. Precisamente, el primer álbum de la cantante se titulaba Caballos (Horses) y tenía de portada una icónica instantánea que le hiciera su amante.

El guionista Arturo Arango ha escrito a propósito de esta historia enigmática y nada complaciente con el espectador: “Se trata de una historia sobre una Habana distinta o, mejor, que es mirada por otros ojos. Fabián trabaja con personajes que se comportan como seres comunes, que no son conscientes, o apenas lo son, de su excepcionalidad. Pero su riqueza está, justamente, en esa rareza, en esa capacidad de ser extraordinarios sin apenas darse cuenta. La historia, pequeña en apariencia, tiene la posibilidad de ahondar en relaciones de dominio, en procesos de frustración y, sobre todo, en las relaciones de los seres humanos con el destino y con la muerte”.

A seguidas, Arango desliza una consideración más severa: “En la actualidad, me atrevo a asegurar que el panorama del cine cubano, y del arte en general, parece desolador. Se reiteran, una y otra vez, los mismos tópicos, idénticos recursos artísticos ante una realidad que, de momento, no parece ofrecer estímulos para la indagación estética. Sin embargo, al menos en el cine, ya ha comenzado a aparecer una mirada distinta, muy esperanzadora, que está asumiendo esos riesgos artísticos que deberán remover, convulsionar, el audiovisual cubano”.

Ojalá la selección cubana en concurso del 37mo. Festival deje alguna confirmación de tan esperado renacimiento.

Tomado de: http://www.cubacontemporanea.com

Dean Luis Reyes*Licenciado en Comunicación Social, Universidad de La Habana, 1996. Tiene más de 15 años de experiencia como periodista en diferentes medios de comunicación cubanos: prensa impresa, radio, televisión y revistas culturales. Se ha destacado en programas como “Pantalla Documental”, “Secuencia” y “Voces Cruzadas”.

Desde 1995 es colaborador regular de La Gaceta de Cuba. Su obra ha aparecido en buena parte de los medios especializados del país. Entre 2004 y 2010 trabajó en la EICTV. Inicialmente, como editor de la revista digital Miradas; a partir de 2007 y hasta 2010, como profesor y Coordinador de la Cátedra de Humanidades de esa institución y se ha mantenido vinculada a la misma a través de talleres. Desde 2011 es creador independiente.

Ha sido merecedor de premio como: “Premio Caracol” y “Premio Nacional de Periodismo Cultural “Rubén Martínez Villena”. Ha participado como jurado en Festivales tanto nacionales como internacionales.

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Che Guevara, una perspectiva del periodismo. Por: Lázaro M. Bacallao Pino

Comandante Che Guevara.

Comandante Che Guevara.

“El miércoles por la noche el Che Guevara se las arregló para responder a mil preguntas: un enjambre de periodistas lo acribilló sin piedad, y el Che tuvo ocasión de demostrar su habilidad política”. Así describe Eduardo Galeano la conferencia de prensa ofrecida por Che, en su condición de jefe de la delegación cubana, durante la reunión ministerial del Consejo Interamericano Económico y Social, celebrada en Punta del Este, en agosto de 1961.

Esta es, probablemente, la imagen más recurrente en la memoria, ante la idea del vínculo entre Che Guevara y el periodismo: el líder revolucionario de cara a la interrogante, reflexiva o insidiosa, compleja o simple. Che se nos aparece más como entrevistado, enfrente de uno o varios periodistas –cuestionario en ristre-, a través de sus respuestas. Desde la confesión de patria latinoamericana (1), hasta la declaración rotunda de su desinterés por un socialismo sin la moral comunista (2), está el mensaje profundo en sus diálogos con la prensa.

Pero la relación de Che con el periodismo no se circunscribe a esa condición de entrevistado; también fue practicante del oficio. Este resulta una presencia que lo acompaña siempre, solo posible de comprender desde la interrelación, que marca su existencia, entre la acción y el pensamiento -y la ligazón congénita de este último con la palabra.

Las crónicas de la juventud

Hay en este hombre, desde muchacho, una necesidad de la escritura, que encuentra su realización inicial en cierta empresa adolescente de la palabra, cuando un grupo de amigos se juntó en torno a un par de páginas que llamaron Tackle (3). Siempre habrá en él, además, un ansia por la lectura que es antecedente y continuidad de aquel otro imperativo. El itinerario de este empedernido lector tiene su punto de partida, igualmente, a esa edad, como prueba un Índice de libros, en el cual anotara la relación de los títulos que iba leyendo en su más temprana juventud. Poesía, historia, ciencia, filosofía, política y literatura universal, confluyen en este primer testimonio de una pasión que será constante en su vida.

Más tarde, esa vocación literaria del joven, hallará desahogo en los relatos y crónicas escritos a partir de sus viajes, el primero en motobicicleta por el norte argentino (4), luego su inaugural recorrido latinoamericano (5). De esta aventura continental, queda aquella intuición sobre los poderes de la prensa, manifiesta en la travesura de utilizar el periódico local de un pueblecito chileno – Temuco- para granjearse recursos con qué continuar travesía. Y quedan sobre todo, como constancia escrita, un grupo de crónicas de este andar por América Latina, denominadas en su conjunto Notas de viaje.

En estos textos, la escritura resulta más que todo, conversación consigo mismo en el retiro de la recordación. Son una manera de evacuar nostalgias, de volver a andar sobre los mismos pasos, a través de la descripción detallada de hechos y lugares. Pero también son espacio para la reflexión incipiente sobre las experiencias vividas, así como sus trascendencias para el viajero.

El coloquio íntimo con su yo, característico del cronista, se enlaza al diálogo con el probable lector, desde la convocatoria hecha –en una suerte de prólogo que titula, coherentemente, “Entendámonos”- a sentar las condiciones previas de lectura, llegando a un acuerdo de complicidad que la atraviese de principio a fin. Aunque nunca divulgadas hasta cuatro décadas después (6), está la posibilidad de haber sido escritas pensando en su publicación; si no con qué fin reescribir en forma de relatos su diario del viaje, o por qué esas aclaraciones preliminares al leedor.

Durante su estancia en Panamá, en el segundo viaje por Latinoamérica (7), publica Ernesto sus dos primeros artículos periodísticos en medios profesionales –útiles, además, dada su situación económica. Desde la evocación más íntima, Un vistazo a las márgenes del gigante de los ríos y Machu-Picchu, enigma de piedra en América, se adentran en el espíritu de esos dos espacios de la geografía y la historia de la región –el Amazonas y la vieja ciudad del imperio inca-, visitados en su anterior recorrido latinoamericano. Ambos textos vienen a ser, entonces, una declaración de continuidad entre sus dos andares por el continente.

Tampoco aquí las palabras se agotan en la narración y descripción de la aventura que es recorrer el Amazonas y su territorio, o caminar por entre las antiguas edificaciones de Machu-Picchu. Van más allá, a lo pequeño y aparentemente insignificante, pero en verdad cardinal; se entrelazan la historia y el viaje; el pasado, el presente y lo porvenir. El río es, entonces, la naturaleza; las ruinas, el símbolo de la historia; el hombre, resumen de la sociedad y la cultura. Afincado en la condición literaria de la crónica, ofrece reflexiones filosóficas así como explicaciones históricas y culturales, armando un ejercicio del periodismo que se esfuerza por ir a lo profundo, en interpretar la anécdota.

A ratos, el viaje es apenas una excusa para penetrar en las interrelaciones entre los hombres, la naturaleza y la historia. Todo ello, a partir de una suerte de diálogo entre el viajero y el espíritu del lugar, bajo la complicidad que, nos dice, supone la común condición latinoamericana. Una cualidad que surca y enlaza los dos artículos, para terminar siendo una convocatoria, desde el Cerro Viejo de los incas, con su significado “para el luchador que persigue lo que hoy se llama quimera, el de un brazo extendido hacia el futuro cuya voz de piedra grita con alcance continental: «ciudadanos de Indoamérica, reconquistad el pasado»” (8).

A primera vista, los próximos escritos periodísticos de Ernesto pudieran verse en una relación de ruptura con estas dos crónicas anteriores; aquí, lo poético desborda con mayor fuerza a las palabras, en aquellos, el lenguaje es directo y punzante. Sin embargo, el encadenamiento entre unos y otros, tiene raíz más honda que el estilo: está, justamente, en ese latinoamericanismo que se va arraigando en su pensamiento y acción. Realmente, todo el periodismo de Ernesto Che Guevara –como sus escritos y discursos en general- resultan expresión de ese proceso de maduración intelectual y revolucionaria que recorre su existencia, camino a la radicalización y la hondura que suponen pensar y actuar la liberación humana.

Escritos durante su estancia en Guatemala y nunca publicados por él (9), El dilema de Guatemala y La clase obrera de los Estados Unidos… ¿amiga o enemiga?, confirman la trascendencia –varias veces reconocida luego por el propio Che- que tuvo la experiencia guatemalteca para su devenir revolucionario. La actitud crítica hacia el orden social capitalista, que ha venido germinando en el joven, se muestra ampliamente en estos textos, en los cuales se juntan latinoamericanismo y antiimperialismo, desde una perspectiva con atisbos marxistas/socialistas.

Esa crítica, conformada a partir del conocimiento de la realidad continental y sus estudios teóricos (filosóficos, históricos, políticos), tiene en cuenta, en su análisis de la situación, el papel de la prensa en el mantenimiento de tal acomodo de cosas conveniente al dominio norteamericano. Así, examina el rol de los medios en la campaña contra el gobierno de Jacobo Árbenz: “Mientras la prensa de los países aledaños, totalmente amordazada, sólo puede tañir loas al «líder» en la única nota permitida, aquí los periódicos titulados «independientes» desencadenan una burda tempestad de patrañas sobre el gobierno y sus defensores, creando el clima buscado. Y la democracia lo permite” (10).

Como parte de su examen de la geopolítica mundial, al profundizar en la dinámica económica, social y política interna de los Estados Unidos, insiste en las interrelaciones entre estas esferas en el mantenimiento del orden capitalista; así como las implicaciones, para la conciencia de los norteamericanos, del hecho cierto de una “prensa totalmente en manos de los grandes capitales”(11). Es el momento más álgido de la Guerra Fría, con su particular grosor cultural, mediático y propagandístico; ello no podía escapar al análisis: “«el comunismo internacional». Ese es el caballito de batalla con el cual se puede usar por ahora de la mentira organizada en toda su efectividad por la propaganda moderna, y luego, quizá, de la intervención económica y hasta, ¿por qué no?, la intervención armada” (12).

Pero la comprensión cabal de estos dos artículos, requiere una contextualización de los mismos en las decisiones y acciones que por entonces emprendió Ernesto. “Mi posición no es de ninguna manera la de un diletante hablador y nada más (…)” (13), declaraba en una carta a su tía, escrita en medio de los sucesos que estremecen a Guatemala. Su crítica social y política no se agota en sí misma, sino que se empalma a la adopción de posiciones en relación con las luchas reales.

En México, a donde lo llevarán sus pasos luego del derrocamiento del gobierno de Árbenz, el periodismo tendrá –junto a los estudios del marxismo, las visitas a ruinas prehispánicas y la preparación guerrillera- un lugar en su vida, incluso como actividad laboral. Allí trabajará como redactor y fotógrafo de la Agencia Latina de Noticias; en el ejercicio de sus funciones fotorreporteriles para esta, cubrirá los IV Juegos Panamericanos de 1995. Además publicará, en este tiempo, un artículo científico a partir de sus investigaciones sobre la alergia.

Si bien este fue el único momento de su vida en que ejerció profesionalmente la fotografía, ella resulta una constancia en la vida de Che. “Antes que comandante, fui fotógrafo”, cuentan que comentaría años después. Cámara en mano, emprendió no solo sus viajes juveniles, sino también sus episodios revolucionarios guerrilleros, y los quehaceres como ministro del gobierno cubano.

En las imágenes resultantes de ese placer personal, no queda únicamente el testimonio de una estadía; hay asimismo una conjugación de lo artístico con lo informativo, e incluso reflexivo, que remite a aquella sentencia, según la cual una imagen vale más que mil palabras. Aunque Ernesto, Che, en lugar de ese reemplazo, propone mejor la armonía entre lo icónico y la escritura. En la crónica, el acompañamiento fotográfico resulta prueba del viaje, a la vez que suplemento visual de lo dicho. Y aun cuando el par no cristalice en una publicación periódica, siempre estará, como en el caso de sus fotografías de las ruinas mexicanas de Palenque, las descripciones del lugar en su diario, y el poema que escribiera a propósito del mismo (14).

Pero el acontecimiento más significativo para su futuro, durante los dos años de estancia en tierra azteca, será el encuentro con la posibilidad de tomar parte en un proceso revolucionario, el cubano, en el cual pondrá toda la pasión y el empeño. Esa nueva etapa, en la que la práctica revolucionaria se anuncia precedente de la escritura de igual signo –aunque vuelven a ser juntura armónica-, ya se había anticipado en una carta a su madre. En la misiva, revelaba su decisión de “cumplir primero las funciones principales, arremeter contra el orden de cosas, con la adarga al brazo, todo fantasía, y después, si los molinos no me rompieron el coco, escribir”(15). Estas líneas, anuncian la consumación definitiva de un cambio en relación con el tiempo anterior, y dan cuenta de un camino de vida en el cual se integran la acción y la reflexión, la comprensión y la transformación del mundo.

Escribir la Revolución

La experiencia de la Revolución cubana, será el contexto más fecundo, periodísticamente, para Che. Siempre encontrará el tiempo para el ejercicio del periodismo, a pesar de sus múltiples e importantes responsabilidades. Será permanente el acompañamiento de un periodismo analítico y testimoniante, desde las montañas de la Sierra Maestra y del Escambray, hasta los días de dirigente del Gobierno revolucionario. En plena correspondencia con la madurez intelectual y revolucionaria alcanzada en este período, se pone de manifiesto en su hacer, una comprensión profunda de la importancia de esta dimensión comunicativa en todo proceso liberador contemporáneo.

Su conciencia del peso de la manipulación informativa al interior de la estrategia de dominación imperialista, adquirida y confirmada a partir de su vivencia de la agresión a Guatemala, se expresa desde la etapa de lucha armada. La concepción y fundación de órganos periodísticos del Ejército Rebelde –los periódicos El Cubano Libre y Patria, así como la Radio Rebelde-, corroboran su certeza sobre la necesidad de contar con medios que enfrenten esa manipulación y ofrezcan una visión propia de la realidad ante la opinión pública. Los hechos validaron lo atinado de esa consideración y su utilidad: hacia finales de 1958, la emisora revolucionaria era de la mayor rating en todo el país.

Tal reclamo, en esta fase del proceso revolucionario, se halla en correspondencia con la imprescindible doble naturaleza militar y política que tiene, para Che, la guerra de guerrillas. No es esta, tampoco, la aventura bélica exclusiva de cierto núcleo de hombres aislados, “propietarios” de la revolución, sino una lucha de imprescindible alcance social. Se requiere por ello de vínculos directos y constantes entre esa vanguardia armada y todo el pueblo; aquí, estos medios de prensa propios del movimiento revolucionario devienen vitales.

Tanto en sus ejercicios de conceptualización sobre este método de lucha, como en las distintas experiencias guerrilleras de Che, está presente ese aspecto de los medios periodísticos. En su Guerra de guerrillas, al analizar los aspectos organizativos del frente guerrillero, contempla el tema de la propaganda, así como la información y la labor de adoctrinamiento. Analiza qué noticias ofrecer por los medios de prensa guerrilleros, qué lenguaje emplear, y cómo “[l]a difusión de la idea revolucionaria a través de los vehículos necesarios para ella, debe hacerse con la mayor profundidad posible” (16). Particular importancia otorga, en este escenario, a la radio, con su palabra inspiradora e inflamada que explica, enseña y enardece.

En la epopeya boliviana, el seguimiento y análisis de los informes que ofrece la prensa sobre las acciones de la guerrilla y el ejército, resulta elemento invariable en su Diario. Ello explica una coincidencia que, en realidad, no es tal –y que queda como suspendida sobre la relación de Che con el periodismo. Ante la explosión de la noticia sobre la existencia del grupo armado, Che confecciona el primero de los cinco comunicados al pueblo y mineros de Bolivia que se redactarán durante los once meses de lucha; este será el único dado a conocer por la prensa local. “Frente a la mentira reaccionaria, la verdad revolucionaria”: esa frase encabezará todas estas proclamas. Desde la primera, se establece que tal será la norma del Ejército de Liberación Nacional de Bolivia, y su divulgación es considerada por Che complemento indispensable de las acciones militares (17). Las razones que motivan la lucha y principios que la sustentan, el análisis de la realidad nacional a la luz de la estrategia de la rebelión, los rigurosos partes de las acciones combativas, así como los llamamientos a la conciencia popular; todos son puntos presentes en cada uno de los documentos.

En la práctica y en la teoría, todo el periodismo revolucionario tendrá para Che un inexcusable eje central: la verdad. Ella abrigará un carácter intrínsecamente liberador, frente a la mentira de la cual se vale la dominación. Veracidad y engaño, revolución y reacción, resultan opuestos cuyos extremos respectivos se aparean en sus correspondientes propósitos.

La verdad, es entonces principio general del ejercicio periodístico, en comunión con otro puntal: la ética. En el ideario y la acción guevariana, la política revolucionaria aparece caracterizada por una nueva moral, que se extiende a toda la sociedad naciente; el periodismo no es ajeno a este suceso sino todo lo contrario, dados su lugar y función esencialmente política, ligado a la cultura, la ideología, la educación y la conciencia. Incluso en el contexto extremo de la lucha armada, la verdad es “el principio fundamental de la propaganda popular”, y ha de preferirse siempre, aun cuando sus efectos sean menores en comparación con “una gran mentira cargada de oropel”(18).

La cuestión de la verdad pasa, inclusive, por la sinceridad personal. El comandante no duda, como tampoco lo hiciera el joven al narrar su aventura amazónica, en confesar al lector, sus miedos o valentías. Antes, la revelación sobre la cobardía frente a la naturaleza y la noche del río, se realiza a partir de una anécdota sin mayores consecuencias; ahora, el reconocimiento público del temor llega a propósito de hechos mucho más trascendentales: una guerra por la libertad y la justicia.

El hombre se nos muestra sin inmunidades ni farisaísmos; no se pretende presentar la imagen perfecta de un individuo que solo conoce de audacias. Quien, en un momento, tiene la satisfacción de ser capaz de vencer sus miedos en medio de la soledad y el peligro, es el mismo que otro día siente ganas de huir frente al riesgo inminente de la muerte, aun cuando algún soldado intente a su lado una frase de consuelo: “no se preocupe, comandante, yo muero con usted”. Porque entonces, confiesa: “Yo no tenía ganas de morir y sí tentaciones de recordarle algo de su madre, me parece que no lo hice. Ese día me sentí cobarde” (19).

Pero el culto a la verdad, no solo se expresa en tales confesiones, muestra de confianza y respeto al lector. La veracidad que para Che exige el periodismo revolucionario, trasciende esa dimensión personal -aunque tiene en ella su fundamento-, para adquirir anchura histórica. “La primera cosa que debe hacer un revolucionario que escribe historia es ceñirse a la verdad como un dedo en un guante” (20), aconseja.

Si la historia resulta surtidor de moralejas y lugar de afincamientos, el recuento y análisis de sus hechos, ha de ser palabra rigurosa y justa. El respeto a lo estrictamente veraz, la revisión autocrítica de lo escrito para extirpar toda palabra de cuya certeza no se tenga plena seguridad, lo inadmisible de decir algo incorrecto con el objetivo de la exaltación propia o la simulación, resultan las condicionantes en la invitación guevariana a testimoniar los acontecimientos vividos en los dos años de lucha armada.

Es este el propósito que se plantea al escribir las crónicas publicadas en Verde Olivo, luego reunidas en el libro Pasajes de la guerra revolucionaria. Ellas son parte de una continuidad testimonial en función de la necesaria escritura de la historia, cuyos precedentes están en las páginas de El Cubano Libre, nombre que guarda en sí mismo resonancias históricas, al rescatar el título del periódico mambí de Carlos Manuel de Céspedes y Antonio Maceo(21).

Estudioso y conocedor de la historia de Cuba –que hizo suya-, ella es recurrencia constante en sus artículos históricos o de análisis de actualidad del proceso revolucionario cubano. La historia es sustrato permanente, desde las guerras de independencia, en los cimientos mismos de la nacionalidad y la cubanía; proveedora para la argumentación de los hechos, sus causalidades y consecuencias. Los sucesos y proclamaciones de la Revolución –como, por ejemplo, la Reforma Agraria- no son, entonces, patrimonio de esta ni de los revolucionarios del momento, sino que se asientan en el caldo de cultivo del tiempo y atraviesan generaciones de cubanos, para llegar al presente.

Andar entrelíneas

En sus análisis de la transición socialista, Che otorga a la prensa –pieza del aparato de divulgación del partido y junto a otros organismos del Estado -, una función educativa directa, de particular importancia en aras de la cultura general, tanto técnica como ideológica. Aún sin declararse el carácter socialista de la revolución ya había fundado, el 10 de abril de 1959, de la Revista Verde Olivo, justamente con esa finalidad instructiva y cultural, como parte de sus acciones en la jefatura del Departamento de Capacitación del Ejército Rebelde. Tres años más tarde, como Ministro de Industrias, creará otra publicación con igual propósito: Nuestra Industria (22).

En este sentido, se reafirma la esencialidad de la verdad: las revoluciones no pueden educar desde la mentira; mucho menos, en un sentido ideológico, de formación de la conciencia y gestación del hombre nuevo. La argumentación revolucionaria no consiente el engaño: “La explicación es convincente porque es verdadera; no precisa de subterfugios” (23), afirma ante el análisis de una cuestión. Ejemplo evidente de esa utilidad educativa que otorga a la prensa, resulta la sección creada por Che en Verde Olivo, bajo el título de “Consejos al combatiente”. En ella trataba temas de la vida militar, tanto estrictamente técnicos, como relacionados con otros valores de vital significado en la acción del ejército revolucionario: la disciplina, la moral y la solidaridad.

Desde el propio nombre dado a la sección, se percibe una postura comunicativa que busca la interrelación con el lector; se prefiere brindar consejos, en lugar de dictar instrucciones. El lenguaje y estilo empleados, no olvidan el nivel de instrucción de sus lectores en ese momento, y acude a la utilización de comparaciones (con el deporte, la medicina) y detalladas descripciones o ejemplificaciones concretas, que ilustran y facilitan la comprensión de los conceptos propuestos, mediante expresiones que resumen las ideas, con un sentido muy gráfico.

En ocasiones, Che incluso se propone dialogar de manera explícita con el lector – en esa doble intención de educar al soldado en sus funciones y al mismo tiempo enriquecer su conciencia revolucionaria-, a través de preguntas sobre una supuesta situación planteada, o con el empleo frecuente de la primera y segunda personas. Este recurso conversacional no será exclusivo de sus “Consejos…”, sino que estará presente en otros artículos suyos; por ejemplo, en alguna frase de complicidad con el lector sobre cierto hecho o cuestión: “Primero Ydígoras, después Somoza, después… yo lo sé, lo sé amigos lectores, pero no les voy a decir quién” (24).

El ejercicio periodístico de Che se encuentra en sintonía con la multiplicidad de funciones asumidas por él, en su condición de miembro de la vanguardia de la Revolución cubana. No se limita, por tanto, al periodismo testimonial histórico, o a los artículos militares. Coherentemente con una vocación revolucionaria de proyecciones internacionalistas, Che se interesa por los asuntos y sucesos mundiales –siempre con énfasis en América Latina-, desde una comprensión antiimperialista y socialista, en un alcance global, de su tiempo. Las páginas de Verde Olivo, también fueron el espacio para su hacer periodístico de análisis de actualidad internacional.

En casi dos decenas de artículos, publicados entre abril y agosto de 1960, se confirman varias de las características del estilo propio de Che, mostradas desde sus escritos periodísticos de la Sierra, publicados en El Cubano Libre. Siempre resultan certeros, tal cual disparo de “francotirador”, pseudónimo seleccionado por él para firmarlos. Capacidad de análisis y de síntesis-cualidades de todo buen periodista-, se fusionan en textos acerca de temas como las relaciones económicas mundiales, los manejos de los organismos internacionales, los disfraces de la democracia representativa, la utilización de las bases militares y las intenciones reales de campañas como la del desarme. Se trata, en fin, de mostrar al hombre ante las complejidades de un tiempo y los desafíos que supone la liberación.

Aun cuando se trata de artículos sobre el acontecer internacional inmediato, siempre está en ellos la oportuna explicación histórica de un presente, que se abre al futuro. Su profundo conocimiento de la historia y amplia cultura universal, le permiten el examen de los hechos actuales en una perspectiva temporal de largo aliento, y la comprensión más diestra y radical de los mismos, sobre el escenario del pasado.

Hay un empeño que atraviesa todo el periodismo analítico de actualidad escrito por Che, como parte del enfrentamiento a la falsificación reaccionaria de la realidad. Tomando como punto de partida las noticias de la prensa dominante, denuncia sus estrategias discursivas del engaño y expone los lugares comunes en sus mensajes; similitudes que se difunden más allá de las fronteras en una retórica de la dominación. Tanta es la reiteración de las mismas frases, tan idénticas las acusaciones que se hacen contra quienes luchan por la libertad, que –como escribiera en uno de sus artículos publicados en El Cubano Libre- el mundo termina por parecer totalmente cubano (25).

Precisamente, para que trascendiera la verdad revolucionaria, desde Cuba, más allá de la isla, fundó –en el mismo año del triunfo (26) – la Agencia de Noticias Prensa Latina, junto al periodista argentino Jorge Ricardo Masetti. Una respuesta a las campañas contra la Revolución cubana, pero también un espacio de oposición a las intenciones, luego denunciadas en su discurso de Punta del Este, de control monopólico de los órganos de opinión de la región por parte de los Estados Unidos, y su pretensión de “establecer el Mercado Común de la Cultura, organizado, dirigido, pagado, domesticado; la cultura toda de América Latina al servicio de los planes de propaganda del imperialismo (…)” (27).

Frente al significado dominante, el periodismo guevariano se empeña en alumbrar el nuevo sentido de las palabras, desde el mirador revolucionario. La transformación de la realidad, ha de venir de la mano del cambio en la manera de nombrarla e interpretarla. Es ese, por ejemplo, el objetivo de su artículo “¿Qué es un guerrillero?”: otorgar una renovada significación, en el contexto cubano, a esa palabra históricamente asociada aquí a un concepto repulsivo, desde las guerras por la independencia del siglo XIX.

Con frecuencia acude Che a la táctica de la reducción al absurdo –el mismo absurdo que se pretende presentar como cierto por el capitalismo-, para mostrar así su incoherencia e insensatez, propias de “algún disparatado jefe de los pentágonos, hexágonos o cualquier geométrica figura de los Estados Unidos (incluyendo los cuadrados que dirigen su política exterior)” (28). “[N]o me pidan que lo explique más claro –comenta luego de exponer una de esas galimatías-; yo tampoco lo entiendo” (29). O también ofrece directamente la aclaración oportuna de lo que debiera decir, en lugar de lo dicho; o utiliza las habituales comillas para resaltar su desacuerdo con el término empleado para referirse a cierto hecho o noción.

Siempre, se desnuda la hipocresía en el manejo de las palabras y los vericuetos del sentido que traza la opinión pública hegemónica, que distingue entre fusilar a un criminal de guerra y el asesinato de un estudiante (30). En esa tarea, crea palabras –“fidelocastritis”-; se vale de cubanismos y expresiones propias de nuestra fraseología popular, en una apropiación que se complementa con sus innatos y singulares ironía y humor; o se auxilia de la exageración a partir de la reiteración de las palabras. “Y nos quedaremos solos en este hemisferio –dice, al final de uno de sus artículos-, solos, desoladoramente solos. (…) Nos quedaremos tan solos, que nada más con nosotros estarán los ciento cincuenta millones que constituyen lo más débil, mezquino y despreciado de América: su pueblo (…)” (31).

Las palabras y los hombres

Su “yo” viajero también encontrará desembocadura luego del 1º de enero de 1959, en sus funciones como representante de la política exterior de la Revolución cubana. Otra vez, el mismo espíritu del joven cronista, perdura en el comandante, quien a su regreso de su primer recorrido oficial por los países que conformaban en ese entonces el Pacto de Bandung, escribe artículos sobre los distintos países visitados. Así, llegan sus descripciones y análisis sobre la política, historia, economía, cultura y sociedad de Egipto, la India, Japón, Indonesia, Ceilán y Paquistán, o Yugoslavia. Resalta en este caso otra cualidad periodística: la observación aguda; a pesar de que las estancias fueran breves y saturadas de obligaciones gubernativos, alcanzan para ofrecer una visión integral de cada nación, en la cual se imbrican los aspectos más significativos de sus sociedades.

El periodismo resulta entonces espacio que permite el conocimiento mutuo de los explotados y oprimidos entre sí, allende las fronteras naturales o políticas, y sobre todo, más allá de las falsas divisiones y enfrentamientos entre ellos, creados por la dominación como garantía de su perdurabilidad. Es este un periodismo que se entrega, en su finalidad última, a la acumulación y la aglutinación de las fuerzas desde la resistencia; que se hace –como aquel periódico martiano- para juntar. Una labor unitaria que, en el siglo XX y ante la consumada expansión imperialista, desborda los límites nacionales y alcanza a los pueblos de los tres continentes explotados: Asia, África y América Latina.

Una de sus primeras reflexiones periodísticas sobre la urgencia de esa unión, central en sus tesis tercermundistas, es su artículo América desde el balcón afroasiático, publicado en la revista Humanismo, de México, en septiembre de 1959(32). Pero su más trascendente texto, en ese sentido, resulta Crear dos, tres, muchos Vietnam, esa es la consigna, su Mensaje a los pueblos del mundo a través de la Tricontinental. Escrito durante los entrenamientos para la guerrilla boliviana, fue publicado en abril de 1967, cuando aquella era ya un hecho y parte de una acción que es toda “un grito de guerra contra el imperialismo y un clamor por la unidad de los pueblos contra el gran enemigo del género humano: los Estados Unidos de Norteamérica” (33).

En los artículos de Che, se encuentran los planteos, esbozos y maduraciones de su pensamiento revolucionario – latinoamericano, tercermundista y antiimperialista. El periodismo no es entonces desagüe para tratar temas menores sino, por el contrario, plaza cuyo alcance masivo debe emplearse para la difusión y examen de las cuestiones y labores más trascendentales y complejas del proyecto liberador, en la formación cultural e ideológica del hombre nuevo.

Demostración de ello resultan sus textos sobre temas tan espinosos como el burocratismo y la política de cuadros en la transición socialista(34); o, más aún, esa carta-ensayo fundamental que es El socialismo y el hombre en Cuba, una indagación esclarecida, desde la experiencia práctica y en todas sus aristas, sobre los laberintos y conflictos de la liberación humana. Incluso de los reveses más dolorosos se ha de escribir, para aprender de ellos; así lo hizo a partir de su experiencia en la guerrilla congolesa, aunque consciente de que lo escrito no se publicaría hasta mucho tiempo después (35).

Pero sin dudas, una de las pruebas más recurrente de la importancia concedida por Che a la prensa en el contexto de un proceso revolucionario, resulta su ejercicio de la polémica a través de ella. El ejemplo más significativo, al respecto, fue su participación en el debate económico acontecido en Cuba entre 1963 y 1964 (36). Che otorgaba un alto valor a tal tipo de discusión, en función de la formación de sus participantes, pero aclaraba -apuntando un par de reglas que valen para toda polémica periodística- “en la misma medida en que seamos capaces de llevarla con el mayor rigor científico posible y con la mayor ecuanimidad. (…) creemos que es importante el cuidado de la forma y del método de discusión” (37). Téngase en cuenta además, que entre los actores de esta polémica, se incluían altos dirigentes del gobierno cubano, así como intelectuales de reconocido prestigio mundial.

Estas concepciones sobre la práctica pública de la polémica a través de la prensa, se hallan en plena correspondencia con el ideario y la praxis revolucionaria de Che, para quien un proceso de transformación social e individual tan radical, requiere de la crítica y la autocrítica permanentes, asentados en principios revolucionarios, como reflejo y solución de las contradicciones intrínsecas a la transición. Asimismo, resulta coherente con un criterio sobre la política revolucionaria, que asume la relación vanguardia-masas desde la más absoluta ética y transparencia.

En su condición de miembro de la vanguardia cubana, con obligaciones en el ejercicio del poder, considera forzoso responder a ciertas insinuaciones sobre su persona publicadas por un periodista, explicando la realidad de los hechos, pues “me debo a la opinión pública y a quienes han confiado en mí como revolucionario”(38). Ese mismo sentido de la responsabilidad para con el pueblo, inseparable del dirigente revolucionario, ese constante respeto a la sensibilidad popular y la rendición de cuentas sobre la actuación propia, son los que se encuentran en el análisis y corrección de los errores de la entonces naciente Revolución cubana, “en contacto con las masas y ante el juicio de la opinión pública” (39). Estas características, expresan dos aspectos complementarios que resumen la función social del periodismo, como espacio público y de poder, desde un sentido socialista.

Asumir el periodismo desde estos presupuestos, en el contexto de un proceso revolucionario, es, sin dudas, en una práctica escabrosa, llena de complejidades. Dificultades que, por supuesto, se acrecientan cuando quien lo ejerce forma parte del grupo con funciones decisorias de alcance nacional. Consciente de los conflictos que implica en este caso el ejercicio periodístico, Che sin embargo no renuncia a él, sino que reconoce sus retos y busca una solución sincera y responsable a los mismos.

El hombre es parte de las circunstancias que analiza y la objetividad –entendida en su sentido de imparcialidad obtusa, ajena a los intereses y relaciones sociales-, un imposible, pues el ser humano no puede deshacerse totalmente de su subjetividad, aun cuando se proponga el examen más frío. Pero si la polémica, la crítica y la autocrítica, se arrostran desde la más profunda y honesta vocación revolucionaria, los peligros a salvar son solo de forma, no de contenido. “En todo caso –aclara Che, al inicio de uno de sus artículos, luego de expresar su propósito de evitar afirmaciones chocantes-, pido perdón anticipado por no saber decir lo que digo, nunca por pensarlo” (40).

(Fuente: Centro de Estudios Che Guevara)

Notas:
(1) “En primer lugar, yo considero mi patria no solamente a la Argentina, sino a toda América”, afirmaba en la entrevista que le realizara su coterráneo Jorge Ricardo Masetti, en la Sierra Maestra, en abril de 1958.

(2) Entrevista concedida a Jean Daniel en Argelia el 25 de julio de 1963, titulada “La profecía del Che”. En El Che en la Revolución Cubana”, 1966, t. IV. pp. 465-470.

(3) Se trata de una revista deportiva, cuya publicación alcanzó once números en el año 1951.

(4) De estos relatos sobre su viaje por las provincias del norte argentino (1950), solo se conservaron algunos fragmentos, publicados por primera vez en el libro Mi hijo el Che, de Ernesto Guevara Lynch.

(5) El primer recorrido de Ernesto por el continente, en compañía de Alberto Granado, se extendió desde diciembre de 1951 hasta julio de 1952. Incluyó Argentina, Chile, Perú, Colombia y Venezuela.

(6) La primera edición de este texto se realizó en 1992.

(7) El joven Ernesto Guevara, ya graduado de médico, inicia su segundo recorrido por América Latina el 7 de julio de 1953, acompañado esta vez de su amigo Carlos Ferrer (Calica). Esta travesía incluirá Bolivia, Perú, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y, finalmente, México, donde conocerá a Fidel y se involucrará en el movimiento revolucionario cubano.

(8) Machu Picchu, enigma de piedra en América. En Che desde la memoria. Ocean Press, 2004. p. 75.

(9) Probablemente, tampoco habrían sido muchos los editores que hubieran asumido su publicación. Estos dos textos fueron enviados por Ernesto a su familia y permanecieron inéditos hasta 1987, cuando fueron publicados por Ernesto Guevara Lynch en el libro Aquí va un soldado de América.

(10) El dilema de Guatemala. En Che desde la memoria. Ocean Press, 2004. p. 77.

(11) La clase obrera de los Estados Unidos… ¿amiga o enemiga? En América Latina. Despertar de un continente. Ocean Press, 2006. p. 123.

(12) ídem.

(13) Carta a su tía Beatriz, desde Guatemala, 12 de febrero de 1954. En Che desde la memoria. Ocean Press, 2005. p. 94.

(14) Este ejemplo de complementación entre la imagen y la palabra, se muestra en el epígrafe “Tres maneras de mirar”, incluido en Che desde la memoria. Ocean Press, 2005. pp. 78-83.

(15) Carta a su madre, desde México, octubre de 1956. En Che desde la memoria. Ocean Press, 2004. p. 110

(16) Guerra de guerrillas. En Escritos y discursos. La Habana, Editorial Ciencias Sociales, 1985.Tomo 1. p.136.

(17) “Hay que conocer las proclamas para lograr la total desmoralización de los soldados que, a guiarse por los enviados, están bastante cagados”, anota el 20 de abril en su diario.

(18) Guerra de guerrillas. En Escritos y discursos. La Habana, Editorial Ciencias Sociales, 1985. Tomo 1. p.138.

(19) Interludio. En Pasajes de la guerra revolucionaria. Ocean Press, 2006. p. 256.

(20) Carta a Pablo Díaz González, 28 de octubre de 1963. En Che Guevara Presente. Antología mínima. Ocean Press, 2005. p. 393.

(21) El Cubano Libre, fue el nombre con que Carlos Manuel de Céspedes bautizó al órgano de la revolución por la independencia, fundado el 18 de octubre de 1868. Bajo esa misma denominación, reapareció en los campos insurrectos en la guerra de 1895, animado por Antonio Maceo. Tras el final de la contienda, las páginas de El Cubano Libre fue uno de los más firmes espacios de oposición a la intervención y ocupación militar de Estados Unidos en la isla.

(22) El primer número de esta revista saldría a la luz en el año 1961, poco después de que el Che fuera nombrado Ministro de Industrias.

(23) El socialismo y el hombre en Cuba. En Che Guevara presente. Antología mínima. Ocean Press, 2005. p. 229.

(24) Ydígoras, Somoza y otras pruebas de amistad. En América Latina. Despertar de un Continente. Ocean Press, 2006. p. 212.

(25) Qué cubano nos parece el mundo. Publicado en El Cubano Libre. En Che desde la memoria. Ocean Press, 2004. p. 118.

(26) El 16 de junio de 1959.

(27) Discurso en Punta del Este. En Che Guevara presente. Antología mínima. Ocean Press, 2005.p. 274.

(28) Estambul, Puerto Rico, Caimanera y otras “bases de discusión”. En Che periodista. Editorial Pablo de la Torriente, 1988. p. 199.

(29) “A Cuba no se le venden helicópteros por ser comunista, y a Polonia comunista, se le amenaza con no venderle más helicópteros porque a su vez, ha ofrecido vendérselos a Cuba (no me pidan que lo explique más claro; yo tampoco lo entiendo)”. En: El más poderoso enemigo y otras boberías. En Che periodista. Ídem. p. 179.

(30) Ydígoras, Somoza y otras pruebas de amistad. Ídem.

(31) ídem.

(32) Incluido en: América Latina. Despertar de un continente. La Habana, Ocean Press, 2006.

(33) Mensaje a la Tricontinental. En: Che Guevara presente. Antología mínima. Ocean Press, 2005. p. 379.

(34) Sus artículos “Contra el burocratismo” y “El cuadro, columna vertebral de la Revolución”, fueron publicados en febrero de 1963 y septiembre de 1962, respectivamente, en la revista Cuba socialista. Véase: Che Guevara presente. Antología mínima. Ocean Press, 2005. Pp.162-167 y 189-195.

(35) Sus Pasajes de la guerra revolucionaria: Congo, a diferencia de sus crónicas de la guerra cubana, sí fueron redactados originalmente en forma de libro. Escritos durante su estancia en la embajada cubana en Tanzania, desde finales de 1965 hasta enero de 1966, fueron publicados por primera vez, en su versión completa y última revisada por Che, en 1998.

(36) El debate tuvo como motivación la existencia de dos sistemas de dirección y organización económica en el contexto cubano: el sistema presupuestario de financiamiento, del cual era partidario Che y que se encontraba implementado en el Ministerio de Industrias; y el sistema de cálculo económico, puesto en práctica por el Instituto Nacional de la Reforma Agraria. Pero, como se ha apuntado, la polémica trascendía el simple hecho de la elección de un sistema u otro, para adentrarse en problemas de política económica y economía política socialista, así como del marxismo en general. Una compilación de los artículos publicados como parte del debate se encuentra en: El Gran Debate. Ocean Press, 2005.

(37) Sobre la concepción del valor, octubre de 1963. En: Escritos y discursos. La Habana, Editorial Ciencias Sociales, 1977. Tomo 7. p.129.

(38) Carta a Carlos Franqui, 10 de marzo de 1959, a propósito de una nota de la Revista Carteles, en la cual se anunciaba que había fijado su residencia en Tarará.
“Le aclaro a los lectores de Revolución que estoy enfermo, que mi enfermedad no la contraje en garitos ni trasnochando en cabarets, sino trabajando más de lo que mi organismo podía resistir por la Revolución. ”Los médicos me recomendaron una casa en un lugar apartado de las visitas diarias y Recuperación de Bienes me prestó esta que habitaré en la referida playa hasta que los colegas que me atienden me den de alta; debí ocupar una casa de personeros del antiguo régimen porque mi sueldo de $125.00 como oficial del Ejército Rebelde no me permite alquilar una con suficiente amplitud para albergar a la gente que me acompaña.
”El hecho de ser una casa de antiguo batistiano, hace que sea lujosa; elegí la más sencilla, pero de todas maneras es un insulto a la sensibilidad popular. Prometo al señor Llano Montes y sobre todo al pueblo de Cuba que la abandonaré cuando esté repuesto.
“Te agradeceré la publicación de estas líneas para mejor ilustración de nuestro pueblo, sobre la actuación de quienes hemos contraído una responsabilidad con él.”.

(39) El partido marxista-leninista. En Che Guevara presente. Antología mínima. Ocean Press, 2005. p.182.

(40) “Cuba, su economía, su comercio exterior, su significado en el mundo actual”, publicado en diciembre de 1964, en Nuestra Industria. Revista económica.

Tomado de: http://www.cubaperiodistas.cu

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El silencio de Dios. Por: Frei Betto*

Grupo de inmigrantes subsaharianos a bordo de una embarcación.

Grupo de inmigrantes subsaharianos a bordo de una embarcación.

Nos incomoda el silencio de Dios, tema recurrente en la magnífica obra de Carlos Heitor Cony. Hasta el papa Benedicto 16, al visitar Auschwitz, en abril del 2010, exclamó “¿Por qué, Señor, permaneciste en silencio? ¿Cómo has podido tolerar esto? ¿Dónde estabas en esos días, Señor?”

Albert Camus dedujo que o Dios es omnipotente, pero malo, o es bueno, pero impotente. De hecho se plantea la pregunta de si Dios abandonó a la humanidad cuando se constatan tamañas atrocidades: de Auschwitz a Hiroshima; del genocidio indígena en América Latina al uso de drones made in USA que en Oriente Medio provocan destrucción y muertes, incluso en hospitales de campaña de los Médicos sin Fronteras. Hordas de inmigrantes constituyen un nuevo éxodo rumbo a los países llamados cristianos y éstos, horrorizados, cierran sus fronteras y sus corazones.

Dios permanece en silencio en la vida de muchos adultos que, en su infancia, creyeron en él  y ahora, tras las huellas de Nietzsche, lo descartan como una ilusión destinada a tratar de compensar en la vida más allá de la muerte el sufrimiento inexplicable en esta existencia.

¿Cómo puede existir Dios si hay tantos niños condenados a pasar hambre, enfermedades incurables, y crueldad en los adultos?, preguntaba Betinho, compañero mío en la Acción Católica. ¿Y acaso los que creen en Dios son más éticos y justos que los ateos? Las mayores atrocidades de la historia -como la Inquisición, el colonialismo, la esclavitud, el nazismo y las dos guerras mundiales-. Fueron cometidas por naciones que se consideran predominantemente cristianas.

¡Cuántos cristianos se llenan la boca -y a veces también el bolsillo- con el nombre de Dios,

Y tienen el corazón repleto de ira, de odio, de venganza y de prejuicios!  ¡Cuántos explotan la buena fe del rebaño de fieles para extorsionar, corromper y multiplicar sus negocios, y llegan incluso a prometer el infierno a quien los denuncie!

Hasta Jesús experimentó el silencio de Dios: “Padre mío, ¿por qué me abandonaste?” (Marcos 15,34). En dos o tres períodos de mi vida, como en la cárcel durante la dictadura civil y militar, también yo pregunté dónde se escondía Dios.

No era la fe en Dios lo que a Jesús le importaba. La fe es un don, y muchos no lo han recibido. Lo importante para él era si la persona vivía, aunque fuera sin fe, los valores humanos (que coinciden con los valores evangélicos): amor al prójimo, justicia para los oprimidos, solidaridad, tolerancia y compasión. Quien obra así hace lo que Dios espera de cada uno de nosotros.

Jesús recalcó que muchos que no creen pero abrazan tales valores van a preguntar cuando lleguen al otro lado de la vida: “¿Cuándo te vimos con hambre y te dimos de comer?” Y el Señor les dirá: “Cada vez que hicieron eso al menor de mis hermanos, a mí me lo hicieron” (Mateo 25, 27-40).

Jesús no vino a fundar una religión u otra iglesia. Vino a proponernos un nuevo proyecto civilizatorio, basado en el amor y en la justicia: la globalización de la solidaridad, como lo definió el papa Juan Pablo 2°. En el reino de César pagó con su vida el hecho de anunciar otro reino, “otro mundo posible”, el de Dios. No, como piensan muchos, situado al otro lado de la vida, sino aquí y ahora, y cuyo prototipo encarnó él mismo. Por eso nos enseñó a orar así: “Venga a nosotros tu reino”.

El modo de entender la presencia de Dios en nuestras vidas depende de la idea que tengamos de Dios, como lo demuestra la emblemática historia de Job, cuyos amigos, inconformes ante aquella fe inconmovible, lo instigaban a repudiar a Dios que lo hacía sufrir.

En cierta ocasión, indignado con el silencio ominoso de Dios ante tanta injusticia, un hombre entró en una iglesia vacía y ante el altar se puso a gritar: “Hay tanta maldad en el mundo ¿y el Señor no hace nada? ¿No reacciona ante la violencia, la miseria, tanto sufrimiento de sus criaturas?” Dios rompió el silencio y respondió: “Ya lo hice”  “¡Cómo que ya lo hiciste! ¿Qué hiciste?”, preguntó el hombre, indignado. “Te hice a ti”, dijo Dios.

Fuente: Frei Betto. Sitio Oficial

Tomado de: http://laventana.casa.cult.cu

Frei Betto*Fraile dominico brasileño. Uno de los máximos exponentes de la Teología de la Liberación. Es el autor del libro “Fidel y la Religión”, “Conversación sobre la fe y la ciencia”, junto con Marcelo Gleiser, entre otros libros.

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Francia e Israel inician una nueva guerra en Irak y en Siria. Por: Thierry Meyssan*

En 1956, el miembro del Likud David Ben Gurión y el socialista francés Guy Mollet se reúnen en secreto en la localidad francesa de Sevres para establecer una alianza y apoderarse del Canal de Suez. Hoy en día, sus sucesores, el miembro del Likud Benyamin Netanyahu y el socialista Francois Hollande se han aliado para apoderarse del norte de Irak y de Siria. En el pasado, las potencias coloniales practicaban la «{política de la cañonera}». Hoy en día, prefieren recurrir al terrorismo.

En 1956, el miembro del Likud David Ben Gurión y el socialista francés Guy Mollet se reúnen en secreto en la localidad francesa de Sevres para establecer una alianza y apoderarse del Canal de Suez. Hoy en día, sus sucesores, el miembro del Likud Benyamin Netanyahu y el socialista Francois Hollande se han aliado para apoderarse del norte de Irak y de Siria. En el pasado, las potencias coloniales practicaban la «{política de la cañonera}». Hoy en día, prefieren recurrir al terrorismo.

Con una mano, el gobierno francés moviliza todos sus medios de prensa para atraer la atención de la población hacia los atentados del 13 de noviembre. Con la otra, el mismo gobierno francés inicia, con Israel, una nueva guerra en Irak y en Siria. Su objetivo ya no es el derrocamiento del régimen laico en Siria, tampoco la destrucción del ejército de ese país sino la creación de un Estado colonial en territorios pertenecientes a Irak y Siria, colonia que sería administrada por los kurdos, para atrapar a los Estados árabes en una tenaza. Regresa el sueño de expansión de Israel desde el Nilo hasta el Éufrates.

Moscú y Washington imponen en el G20 el corte del financiamiento al Emirato Islámico.

La cumbre del G20 en Antalya (Turquía) ciertamente se preocupó por la economía, pero de lo que más se habló fue de la situación en el Medio Oriente. Numerosas negociaciones bilaterales tuvieron lugar durante esa cumbre y todavía se ignoran los detalles de lo que allí se habló y de las decisiones tomadas en varios encuentros cara a cara.

Sin embargo, el presidente ruso, Vladimir Putin, denunció, sin nombrarlos, los Estados participantes en la conferencia que apadrinan el Emirato Islámico. Mostró a sus colegas fotos satelitales de los convoyes de camiones-cisterna que atraviesan Turquía para vender el petróleo que la organización terrorista roba en Irak y en Siria. [1]. Públicamente señalado como violador de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y por financiar el Emirato Islámico, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan se mostró afectado. Según la oposición turca, Bilal Erdogan (el hijo del presidente) dirige personalmente ese tráfico [2].

Los presidentes Putin y Obama se pusieron de acuerdo para destruir los camiones-cisterna de la familia Erdogan y poner así punto final al tráfico de petróleo. Ese mismo día, el US Central Command bombardeaba –por primera vez en año y medio– dichos camiones-cisterna en Irak, mientras que la aviación rusa destruía gran cantidad de ellos en Siria [3].

Rusia y Estados Unidos han obligado a Francia a unirse a esa operación. Fingiendo una reacción ante los atentados perpetrados en París, el presidente Hollande anunció sin sonrojarse que estaba ordenando a las fuerzas armadas de Francia que procedieran a bombardear objetivos del Emirato Islámico en Siria, mientras que el presidente Putin daba públicamente instrucciones a las fuerzas armadas rusas para que coordinaran sus acciones con Francia y trataran a las fuerzas armadas francesas «como» un aliado [4]. El presidente francés se reunirá próximamente con sus homólogos de Estados Unidos y Rusia.

Parece, en efecto, que se han tomado medidas reales para aislar los 24 establecimientos bancarios que el Emirato Islámico utiliza desde Irak para transferir dinero –disposiciones que el subsecretario de Estado estadounidense David S. Cohen trataba inútilmente de imponer desde hace meses [5].

Francia y los «halcones liberales» organizan una nueva guerra

Tomando nota de que iba a tener que retirar el Emirato Islámico de Siria, el grupo de países, transnacionales y personalidades estadounidenses que organizan la guerra decidió entonces iniciar un tercer conflicto armado.

La «primavera árabe» (desde febrero de 2011 hasta enero de 2013) fue iniciada por el Departamento de Estado estadounidense. El objetivo era derrocar los regímenes laicos árabes, fuesen o no aliados de Estados Unidos, y reemplazarlos por dictaduras de la Hermandad Musulmana. Después de derrocar a los presidentes de Túnez y Egipto mediante las «revoluciones» de jazmín y de loto, se declaró la guerra contra Libia y Siria –como estaba previsto en el Tratado de Lancaster House, firmado en noviembre de 2010–, pero las potencias coloniales no lograron atacar Argelia (incidente de la toma de rehenes de In Amenas).

La segunda guerra contra Siria (desde julio de 2012 hasta octubre de 2015) fue iniciada por Francia, los «halcones liberales» estadounidenses (Hillary Clinton, Jeffrey Feltman, David Petraeus, etc.) e Israel, y financiada por un grupo de países (Turquía, Qatar, Arabia Saudita, etc.) y transnacionales (Exxon-Mobil, KKR, Academi [ex Blackwater], etc.). El objetivo no era tanto cambiar el régimen sino más bien «desangrar» el país y destruir su ejército (hasta ahora más de 100 000 soldados sirios han muerto luchando contra el terrorismo). Esta etapa terminó con la intervención militar rusa.

La tercera guerra contra Siria (desde el 20 de noviembre de 2015) ha sido iniciada por varios miembros del grupo anteriormente mencionado, ahora con intenciones de crear un nuevo Estado en el norte de Siria y de Irak, para atrapar en una tenaza a los pueblos árabes que se resisten al expansionismo israelí [6].

Los organizadores de la guerra se han dado cuenta de que ya no tienen posibilidades de seguir actuando contra Siria. Y por eso se han puesto de acuerdo para retomar y continuar el programa que ya condujo, en 2012, a la creación de Sudán del Sur. Ese proyecto corresponde al plan de Alain Juppé (marzo de 2011) y al que publicó Robin Wright (septiembre de 2013). Estos planes preveían que, después de haber utilizado el Emirato Islámico para crear un Sunnistán, sería conveniente crear un Kurdistán [7].

Ya no se trata ni de una guerra supuestamente ideológica (la «primavera árabe»), ni supuestamente religiosa –como la segunda guerra contra Siria– sino de un conflicto supuestamente étnico.

En 1956, el miembro del Likud David Ben Gurión y el socialista francés Guy Mollet se reúnen en secreto en la localidad francesa de Sevres para establecer una alianza y apoderarse del Canal de Suez. Hoy en día, sus sucesores, el miembro del Likud Benyamin Netanyahu y el socialista Francois Hollande se han aliado para apoderarse del norte de Irak y de Siria. En el pasado, las potencias coloniales practicaban la «{política de la cañonera}». Hoy en día, prefieren recurrir al terrorismo.

Las operaciones secretas en el terreno

Para lograrlo, manipularon al partido kurdo sirio marxista-leninista YPG (ahora rebautizado como «Fuerzas Democráticas de Siria») y lo aliaron con el clan Barzani de Irak. Ambos grupos son kurdos, pero no hablan la misma lengua, se mataron entre sí durante toda la guerra fría y se identifican con ideologías diametralmente opuestas [8].

Hay que recordar de paso que, en este momento, el gobierno regional kurdo de Irak es una dictadura. Su presidente, Masud Barzani, agente del Mossad instalado en el poder por el Reino Unido y Estados Unidos, se aferra a ese poder a pesar de que su mandato terminó en junio de 2013 [9].

Los padrinos de esta nueva guerra han empujado las «Fuerzas Democráticas» (sic) a iniciar un proceso de “kurdización” forzosa de las poblaciones no kurdas del norte de Siria (desde octubre de 2015), lo cual ha provocado la sublevación de los árabes y los cristianos asirios, así como la cólera de Damasco, pero sin que se haya visto ni las más mínima reacción internacional [10], como tampoco hubo reacción internacional cuando el gobierno regional kurdo de Irak anexó –en el verano de 2014– los campos petrolíferos de Kirkuk, anexión realizada mientras la atención de la opinión pública internacional se desviaba hacia la limpieza étnica perpetrada por el Emirato Islámico. En aquella época, no sólo las grandes potencias no condenaron la guerra de conquista del gobierno regional kurdo de Irak sino que incluso propusieron entregar armas directamente a ese régimen, sin pasar por el gobierno central de Bagdad, supuestamente para favorecer la lucha contra el Emirato Islámico.

Por supuesto, los iniciadores de este nuevo conflicto no dirán que están inventando una nueva guerra para crear un Estado colonial israelí y apresar a los Estados árabes en una tenaza, pero en cuanto sea necesario afirmarán que están luchando por un Kurdistán independiente, posición absurda ya que el territorio en cuestión nunca fue parte del Kurdistán histórico y los kurdos son allí ampliamente minoritarios (menos del 30% de la población).

El 5 de noviembre, Francia anunciaba el envío del portaviones Charles-De-Gaulle a la región, supuestamente para luchar contra el Emirato Islámico. El verdadero objetivo es posicionarlo para el inicio de la 3ª guerra contra Siria. [11]. El portaaviones salió el 18 de noviembre del puerto francés de Toulon.

Entre el 13 y el 15 de noviembre, el gobierno regional del Kurdistán iraquí, con el apoyo de las ahora llamadas «Fuerzas Democráticas de Siria», expulsó al Emirato Islámico del monte Sinjar –en Irak. En realidad, los yihadistas del Emirato Islámico se habían retirado, dejando allí sólo 300 hombres frente a una coalición de varias decenas de miles de soldados. La zona liberada no ha sido devuelta al gobierno central iraquí sino anexada por el gobierno regional kurdo.

Aunque hoy aparenta no respaldar esta operación e incluso condenarla, Turquía la aprobó en 2011, cuando se concluyó el Tratado secreto Juppé-Davutoglu. Si el seudo Kurdistán llegase a crearse, Turquía se las arreglaría para empujar hacia allí al PKK.

La resolución 2249 autoriza de facto la nueva guerra

El 20 de noviembre, Rusia trataba nuevamente de obtener la aprobación del proyecto de resolución que había redactado para la reunión del 30 de septiembre, y que había tenido que retirar [12]. Las únicas modificaciones del texto inicial eran la inclusión de varias referencias a los atentados del Sinaí, de Beirut y de París, así como la mención del artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas (sobre el derecho de legítima defensa). Y, por segunda vez, Rusia tuvo que renunciar a ese texto y aceptar la adopción de un proyecto de resolución francés que legaliza toda intervención militar contra el Emirato Islámico en Siria y en Irak, proyecto que el Consejo de Seguridad aprobó por unanimidad (resolución 2249) [13]. Aunque puede interpretarse de varias maneras, esa resolución pisotea de facto la soberanía nacional de Irak y de Siria ya que autoriza la injerencia de las grandes potencias, a condición de que aparenten luchar contra el Emirato Islámico [14]. En realidad se trata, evidentemente, de liberar el norte de Siria del Emirato Islámico, pero no para restituir ese territorio a la República Árabe Siria, sino para proclamar allí un Estado independiente bajo control kurdo.

Rusia no se opuso a esa resolución y votó a favor. Al parecer, Moscú prefiere, por el momento, aprovechar el plan franco-israelí para expulsar de Siria el Emirato Islámico, sin aceptar por ello el principio de un seudo Kurdistán. La creación de un Estado así no tendría ninguna legitimidad a la luz del derecho internacional ya que los kurdos de Siria no están oprimidos sino que gozan de los mismos derechos que los demás sirios. La creación de ese Estado reabriría además la cuestión de los derechos de las minorías, ya planteada cuando la OTAN convirtió Kosovo en Estado. Ello autoriza de facto a cualquier grupo étnico, independientemente de su situación política, a reclamar la creación de un Estado independiente, lo cual implica –por consiguiente– la posible disolución de la mayoría de los Estados del mundo –incluyendo Francia– y el triunfo de la «globalización».

Elementos fundamentales:

El Kremlin y la Casa Blanca se han puesto de acuerdo para cortar los medios de financiamiento del Emirato Islámico. Para ello bombardearon los camiones-cisterna de la empresa de Bilal Erdogan en Irak y en Siria y aislaron los bancos utilizados por el Emirato Islámico.

Luego de la anexión de los campos petrolíferos de Kirkuk, en junio de 2014, Israel y Francia han logrado proseguir la expansión del territorio del gobierno regional kurdo de Irak –mediante la anexión de la región de Sinjar– y emprender la conquista del territorio no kurdo del norte de Siria, utilizando para ello el `YPG, ahora rebautizado como «Fuerzas Democráticas de Siria». Lo que pretenden en definitiva es fusionar el territorio sirio conquistado por esas fuerzas kurdas con la entidad regional kurda de Irak y proclamar la independencia de un Estado supuestamente kurdo.

A la luz del derecho internacional, la creación de un seudo Kurdistán en territorios no kurdos no tiene ninguna legalidad. Su único objetivo, al igual que la creación de Sudán del Sur, es atrapar a los principales Estados árabes (Egipto, Siria e Irak) en una tenaza para realizar el sueño israelí de expansión desde el Nilo hasta el Éufrates.

Notas

[1] “President Putin Responses to journalists’ questions following the G20 summit”, Kremlin, 16 de noviembre de 2015.

[2] «Vínculos de la familia Erdogan con el Emirato Islámico», Red Voltaire, 26 de julio de 2015.

[3] «L’armée américaine a détruit 116 camions-citernes de l’EI», Robert Burns, Associated Press, 16 de noviembre de 2015.

[4] «Syrie: Poutine ordonne d’établir un contact direct avec la France et de la traiter comme un allié», Russia Today, 17 de noviembre de 2015.

[5] “Why Is Money Still Flowing to ISIS?”, The Editorial Board, The New York Times Sunday Review, 10 de octubre de 2015.

[6] «Cómo espera Israel reactivar la guerra en el Levante», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 11 de mayo de 2015.

[7] “Imagining a Remapped Middle East”, por Robin Wright, The New York Times Sunday Review, 29 de septiembre de 2013.

[8] «El Kurdistán y el Califato», «“Kurdistán”… pero al estilo israelí», por Thierry Meyssan, Al-Watan (Siria), Red Voltaire, 7 y 13 de julio de 2014.

[9] «Los kurdos de Irak se oponen a la reconducción de su presidente», Red Voltaire, 21 de agosto de 2015.

[10] «Estados Unidos e Israel inician la colonización del norte de Siria», Red Voltaire, 1º de noviembre de 2015.

[11] «Le porte-avions «Charles-De-Gaulle» déployé contre le groupe État islamique», Le Monde con la agencia AFP, 5 de noviembre de 2015.

[12] “Russian draft resolution on Counterterrorism”, Voltaire Network, 1 October 2015.

[13] “Resolution 2249 on combating ISIS”, Voltaire Network, 20 November 2015.

[14] «Le Conseil de sécurité adopte une résolution appelant à la lutte contre Daech», Centre de Nouvelles de l’Onu, 20 de noviembre de 2015.

Tomado de: http://www.voltairenet.org

Thierry Meyssan*Intelectual francés, presidente-fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Sus análisis sobre política exterior se publican en la prensa árabe, latinoamericana y rusa. Última obra publicada en español: La gran impostura II. Manipulación y desinformación en los medios de comunicación (Monte Ávila Editores, 2008).

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