Una película de Cuba

Fondo de Fomento del Cine Cubano

Por Rebeca Chávez

La ciencia y el arte se alimentan de los conflictos y no de la complacencia. Si hiciera falta un ejemplo, un retrato de este país que ahora se nos revela en su multiplicidad, no habría mejor imagen que todo el universo que rodea, coincide y contextualiza las acciones contra el virus SARS-COV-2. Voluntad política y participación activa, responsable y comprometida. Suma de individualidades desde esferas y saberes diferentes en una articulación creativa, ha sido posible porque antes había un desarrollo acumulado, unido a un clima espiritual, a una atmósfera de respeto en cada uno, y eso se percibe en los intercambios que vemos cada semana.

Recuerdo que Alfredo Guevara decía (y hablaba del cine) que «desde el papel que le toque al Estado dirigir el trabajo no es mandar, dirigir es ayudar, es contribuir a que sea realizable».

Entonces es posible imaginar a estos científicos en situaciones, escenas y secuencias tan parecidas a las que vive un creador que intenta imaginar una nueva situación, cierto estremecimiento de crear que pueden ser medicamentos, vacunas, fórmulas curativas o películas, todas obras que hacen nacer otra realidad… Una película, no importa de quién, no es esencial, lo trascendente es hacer renacer el cine cubano, sin dejar a un lado que el ideal es renovar y reorganizar todo el eco-sistema-cine. Para que exista una película es imprescindible analizar, en esta nueva perspectiva de producción, el eje promoción-exhibición-distribución.

El tiempo no va a perdonar la distracción en la real puesta en marcha de todas las acciones necesarias para este ambicioso y desafiante proyecto cultural. La convocatoria del Fondo de Fomento abrió esas «nuevas oportunidades de construcción del cine cubano y estrecha la relación de las instituciones con los creadores», tal como precisa el Decreto Ley 373/2019 del creador audiovisual y cinematográfico independiente.

No se trata de coexistir exclusivamente como formas de producción diversas. Implica interconexión, interrelación donde el Fondo es una primera pieza. Creo que es algo más que una relación financiera, es la gestión de nuevos filmes en una alianza entre lo cultural y económico, sin que una suplante a la otra. La base de despegue está, existe, los 67 proyectos recibidos son alentadores. Hay 39 en la modalidad de Escritura de guion, 18 en la modalidad de Desarrollo de largometrajes y diez en la modalidad de Posproducción de largometraje. Sobresale un alto número de jóvenes y mujeres, 24 de los 67 aplicantes son menores de 35 años.

Buscan y proponen asuntos que toman en cuenta franjas de intereses tan amplias como edades, raza, sexo, religiones. No hay límites para crear, escribir, inventar, falsear y poner a circular cualquier idea. Será ahí que se darán enfrentamientos conceptuales, estéticos y políticos que pueden decidir el destino de una película. ¿Prevalecerá la idea de concebir cada una de ellas como cine cubano?

Cuando se revisa el listado de filmes de cualquier época, es evidente que ningún creador pudo (tampoco quiso) sustraerse, virar la cara al proceso social que se estaba escenificando en su entorno particular (y está aún) y en toda la cartografía cubana.

¿Los problemas que se le plantean a un creador son solo artísticos? Este dilema ha estado presente siempre. Quizá el desafío artístico es el problema más intenso que tiene ante sí un cineasta, y es también el conflicto que tiene que resolver, porque en las historias a contar –ficción o documental– se acentuarán y revelarán sus creencias y posicionamientos. El filme de ficción o documental no tiene que limitarse a problemas artísticos. Es más, es mucho más.

En 1926 escribe José Carlos Mariátegui: Los futuristas rusos se han adherido al comunismo, los futuristas italianos se han adherido al fascismo. ¿Se quiere mejor demostración histórica de que los artistas no pueden sustraerse a la gravitación política?

Las obras que van a nacer ahora lo harán en el ya sabido entorno social traumático, cambiante y complejo cubano que se ha agudizado con la pandemia, donde coinciden varios escenarios de crisis en medio de un proceso de vitales modificaciones estructurales. La trama principal, confrontación ciencia vs. virus que aún se vive, está acompañada por escenarios de corrupción, indiferencia, egoísmo, entrega y sacrificio en un drama tan abarcador y complejo que no pasará de largo para los escritores, cineastas ni dramaturgos.

Entonces me pregunto, ¿por qué Vicente Huidobro «pretende» que el arte sea independiente de la política?

Tomado de: http://www.granma.cu

Rebeca Chávez

Cineasta, investigadora, crítica de cine, asistente de dirección y guionista cubana. Graduada de Historia del Arte y Periodismo. Como directora de cine se ha desempeñado haciendo documentales que han tenido reconocimiento en el marco nacional e internacional. Ha incursionado en la factura de cortos de ficción, aunque predomina el cine documental. Su filmografía supera los veinte títulos. Ostenta la Distinción por la Cultura Cubana.

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